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Full text of "Historia de Nueva-España"

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ISl 


HISTORIA 

DE  NUEVA-ESPAÑA, 

ESCRITA  POR  SU  ESCLARECIDO  CONQUISTADO^ 

HERNÁN  CORTES, 

AUMENTADA 

CON  OTROS  DOCVMENTOS,  T  NOTAS* 
'   POR  EL  ILUSTRISSIMO  SEÑOR 

DON  FRANCISCO  ANTONIO 
LORENZANA , 

ARZOBISPO  DE  MEX.ÍCO. 


Opíéus    Clara, 


J^QIilhfOl 


£.n  /a  imprenta  a'e  ffspr.! 


Erntrnan*  w  ¿M*  tt/Z-M* 


CON  LAS   LICENCIAS  NECESARIAS 

En  México  en  la  f  mprenta  del  Superior  Gobierrio^tel-Br.  D.  jcfeph  Antonio  da  Hogai 
eula  Calis  de  Tiburcio.  ASÍQ  de  i¡j&, 


jYavarro    Je.  Af&c. 


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£  /  PLAJVO  DE  LA  MUEVA  ES- 

¡,     l        paña    en  atie    j-c  reñalem  los  ViagcJ  ya  *~i 
*V        hizo  el  C  eutltan  Hernán  Cortes    afti  antcj 
£-.   como  tleymeJ    ae  conaiiüiadí,  el  Irruterio, 
\ }  1  -HexUano;  ÚUmtcjto  por  Z>"~£?/f .  sínt? 
<X/  €¡e  -A Ízate  v    /tahutez. 


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Jr  la  Cru-m. 

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•Morques    del 


5¿t TA  Q\JE  LLEfiO  HERNÁN  CORTEA 
ruiaricío  fi.e  la  primáravez  a    México:* 
J  Kra   'Cruz    Vieja. 

Xirrt r hintale-n  -   Xunchimoun 
Nautima 

Puerto  Je  <J Alnmlnv  deDiot      Pafso  JerlolfA 
Teixnacan  ^Altuaeon 

t^re   de  Perote 

Pumrio  delu   leña       (Tierra  de  el  Aqtta. 
( altunni     en  Tíutiauquitepec 
I  Lrrnartca 

/</■••■  rtm  .LKtl  t/ut, 

\hiihi  iertocam. 
JxOmpa  ehtepetl 

Ctotfica/epet/ 

i.  itkkuctta 
J i encala 
CAoÁJa 
*~Z**axocñiyo. 

Jlauac 

'xtapctLtpa 


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„  TROPL      CO  DE   CÁNCER 


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1 ÜF.L—Ji  * 


VIAGE  DE  HERNÁN  CORTES 

defde  la  AntiguaVera-Cruz  á  México* 

para  la  inteligencia  de  los  Pueblos,  que 

exprefa  en  fus  Cartas  j  y  fe  ponen 

en  el  Mapa* 


Mprendido  por  Cortés  eí  Viagc  pa- 
ra México,  llego  i  Zempoala,  que  e£- 

l  tá  doce  Leguas  de  la  Antigua  i 
Cempoaili  quiere  decir  veinte ,  y  pudo  tomar 
éfte  nombre ,  d  dé  Cempoalcán  que  lig- 
nítica eflár  dividido  en  veinte  Partes,  ó  de  Cem» 
t>oaltianquiz>lli:  Ferias ,  6  Mercados  de  veinte  eri 

veinte  días,  ó  de  otra  cofa  afsíj  ahora  no  ha 
quedado  mas  que  un  Rancho  de  efte  nom- 
bre, y  una  Torre,  d  Vigía  para  explorar  la 
Coila;  falió  de  allí,  y  a  la  quarta  Jornada 
entró  en  la  Provincia,  que  llaman ,  Xienchi- 
malen,  a  la  qué  daba  el  nombte  un  Pueblo 
nombrado  hoy  Xicochimako,  eflo  es ,  efeudo^ 

Ó  defenfa  contra  Abejas,  o  XicóteSi  y    la  nccefl- 

tan  allí  contra  eflos  Animales,  porque  ha- 
brá muchos  por  aquéllos  Montes  >  es  hoy 


(II) 

de  la  Do&rina  de  Quatepeque,  que  quiere  de- 
cir Cerro  de  Arboléis  eftá  dicho  Pueblo  junto 
i  %alapaf  y  poco  mas ,  6  menos  á  quatro 
jornadas  de  CempoaU  para  venir  a  TUxcala 
en  derechura,  efpecialmcnte  entonces,  que 
no  eftaban  abiertos  los  Caminos, 

En  cfta  Provincia  de  XienchimaUn  eftá 
el  Pueblo  de  Naulimo,  y  el  que  fe  prefume 
fer  la  Villa-fuerte,  que  cita  Cortés  en  fu 
Relación;  por  hallarfe  fituado  en  un  Cerro 
alto,  y  muy  áfpero  para  la  fubida;  de  aquí 
pafd  a  un  Puerto,  que  1«  nombra  Puerto  del 

jtfomhe  de  Dios,  y  hoy  fe  llama    el    Pafo  del 

Obljps  á  la  bajada  de  dicho  Puerto  eftá  un 
Pueblo  %  y  una  Villa ,  que  le  llamó  en  fu 
Relación  Teixnacan,  y  hoy  fe  nombra  Tx- 
huacan  de  los  Reyes;  Txhuacan  fe  interpreta, 

Terreno  algo  fecó. 

De  aquí  dice,  que  andubo  tres  Jorna- 
das por  tierra  fría  defpoblada,  é  inhabitable 
por  fu  efterilidad,  y  falta  de  agua?  efta  no 
puede  fer  otra, que  la  falda  de  un  Cerro, 
que  llaman  hoy  el  Cofre  de  Peróte^y  los  Mon- 
tes de  un  Pueblo,  que  fe  dice  al  prefente 
TefuitUnt  y  quiere  decir  'Tierra   endonde  fue* 

U 


(Mi) 
le  granizar  4  menudoi  Ya  cerca  de  la  falida  efe 
eftos  Montes  llego  á  otro  Puerto,  que  nonv 
bra,  el  Puerto  de  la  Leñas  cuyo  Parage  fe  con-» 
jetura  con  fundamento  fer  lo  que  hoy  lla- 
man Sierre  de  la  Aguas  á  la  bajada  de  efta, 
fe  deícubren  por  el  Norte  entre  unas  Sicr- 
ras  muy  agrias  muchas  Poblaciones,  tan  ba- 
jas, que  fácilmente  fe  Veri  al  defeender  de 
dicho  Puerto*  y  fon  los  Curatos  de  Atza- 
lán,  Quctzalán,  y  Atltotonga  con  todos  fus 
Pueblos,  hallandofe  también  en  parte  algo 
mas  alta  el  Pueblo,  que  hoy  fe  llama  Tía* 
tUnqmtepec%  que  quiere  decir,  Sido  bermejo,  ro- 
xo,  o  encarnado ,  en  donde  vivía  entonces  el 
Cacique  Señor  de  toda  aquella  Tierra,  d 
Valle*  y  en  dicho  Pueblo  en  la  parte  infe- 
rior de  él  fe  conoce  haber  eftado  el  Pala- 
cio de  Caltarmi,  (t)que  quiere  decir  Cafa  en 
bajo,  de  la  que  aun  en  el  día  fe  hallan  vcf- 
tigios,  y  un  Árbol  grande  dicho,  Ahmhuetes 

%  x  que 

(i_)  Calli  es  Cafa:  T/ar.i  fignifiea,  abajo,  pero  los  Indios  de  Ttatlauquiiv  de 
aquellos  Pueblos  vecinos  ha'ulao  el  Idioma  Olméca  Mexicano,  y  no  pronuncian 
la  L  defpues  ie  la  7',  por  ío  que  dicen,  Taxcala,  Taiauqui,  y  Qalianí.  Cafa  dé 
abajo  Afsímifmo  Tlam't  en  Mexicano  fignifica  cofa  concluida-,  acabada,  y  perfeBa^ 
y  quifáda  la  L  defpues  dé  la  T  en  fa  pronunciación,  dicen  en  lugar  de  CahJamij 
Caltami:  Cafa  acabada,  y  perfeSla,  y  eííos  fon  los  dos  nombres  que  dice  Hernari 
Cortés  tenía  el  Palacio  del  Cacique,  porquie  en  una  parce  le  llama  Caltldm^  y  en 
•tra  C*-¡t*m¡, 


(IV.) 

que  cftá  oradado,  y  por  tradicoti  de  unos 
á  otros,  dicen  aquellos  Naturales  feñalando 
el  Ahujcro,  que  eílubo  amarrado  allí  el 
Caballo  de  Cortés, 

Luego  que  efte  falid  para  TlaxCala  de 
Caltanni  en  TUtlahuqui,  bajó  por  una  Cañada 
llana,  y  poblada  de  Arboles  á  el  Pueblo 
que  hoy  llaman  Zautlan^  y  Finahuiz*  A$an% 
efto  es,  AgogL  avergonzada^  porque  no  le  la 
vé  con  tanto  Árbol :  figuió  la  Cañada ,  ó 
Valle  á  la  orilla  del  Rio  una  Laguna  aba* 
jo,  nafta  llegar  al  Parage  de  Tlamanca:  Lla~ 
no,  ó  Tierra  eftendida,  en  donde  eftaba  el  pri- 
mer Palacio ,  y  del  que  aun  fe  conferban 
hoy  bailantes  léñales*  tiene  Ja  Cañada  defde 
el  dicho  TUmanea  hafta  el  Sitio,  donde  eftaba 
el  Palacio  Mayor  en  Txtacamaxtitlán>  quatro 
leguas,  y  toda  cfta  diftancia,  y  Cañada  eftá 
llena  de  veíligios  de  Caías,  ó  Palacios.  Por 
medio  la  cruza  el  Rio,  el  que  a  un  lado, 
y  otro  eftá  poblado  de  Ranchos  de  Labor, 
y  de  Cabras,  y  llaman  en  el  día  a  efta  Ca- 
ñada las  barrancas,  por  la  qual  aun  hoy  fe 
pra&ica  elCamino,que  de  TLatlahuqui  va  á 
Txtaeamaxtitiany  y  de  ahí  por  el  miímo  que 


(V) 

íiguió  Cortes,  fe  llega  ahora  también  halla 

Tlaxcala. 

A  las  quatro  leguas  de  Tlamanca  eítá 
en  el  centro  del  Valle  el  Pueblo  de  Txtaca- 
maxtitlan^ué  quando  vino  Cortés  eflaba  en 
lo  alto  del  Cerro,  y  lo  bajaron  a  efle  fitio 
el  año  de  1601.  por  la  incomodidad,  que 
acarreaba  al  Miniíterio,  y  Comercio:  el  íitio 
en  donde  fe  hallaba,  quando  Cortes  éftubo 
en  él,  es  un  Peñaíco  muy  alto,  cortado  por 
el  lado  del  Sur,  de  fuerte,  que  hace  re  (pal* 
do,  y  fe  llama  Colhúai  que  quiere  decir  re* 
dondo:  efte  Peña  feo  tenía  en  fu  cima  el  Pa* 
lacio  del  Señor  del  Valle,  y  Provincia,  fu* 
jeto  áMuteczuma;  fe  cohfervan  en  el  mif* 
rno  íitio  muchas  piedras  labradas,  y  algu- 
nos Cimientos,  que  demueftran  la  grande- 
za de  aquel  Palacio,  cuyo  Señor  fe  llama* 

ba  ctenamaxcukutü%  eílo  es,  Piedra  pintada. 

El  referido  Peñaíco  fe  une  con  lo 
demás  del  Monte  por  medio  de  un  peque* 
ño  Llano,  y  fe  llamaba  eíta  unión  Tenamic* 
tic,  que  quiere  decir:  I  ledra  unida ,  ¿  cafada$ 
y  por  ella  unión  le  comunicaba  el  Palacio 
con  el  Pueblo,  que  confiaba  de  cinco  á  feis 

fU  mil 


(Ví) 

mil  Vecinos,  y  de  fus  Cafas  apenas  fe  per* 
ciben  ya  léñales;  afsí  por  haberlas  robado 
las  aguas,  como  por  las  Labores,  Tiene  el 
Peñafco  del  Palacio  otro  Cerro  enfrente 
tan  alto  como  él,  y  uno,  y  otro  tendrán 
media  legua  de  fubida;  efte  Cerro  tiene  al 
Jado  del  Norte,  que  mira  á  el  de  el  Pala- 
cio, un  Ribazo  á  modo  de  Pared,  que  en  fu 
Idioma  llaman  los  Indios  TexcaU,  á  el  qual 
lo  feñala  por  medio  una  Lilla,  que  parece 
Faxa ,  d  Cendal  blanco,  que  ellos  llaman 
Txfacmaxtli,  de  donde  tomó  nombre  el  Va- 
lle, y  Pueblo  de  TxtacmaxütUn. 

Por  el  lado  de  el  Sur  tiene  efta  Pa- 
red un  pequeño  Plan  de  tierra,  en  el  que 
eftá  fundada  una  Hermita,  dedicada  á  San 
Francifco  del  Cerro  de  Tmacmkth,  i  efte  de 
enfrente  falía  un  Muro,  ó  Cerca  de  piedra 
feca»  que  fervía  de  Muralla  al  Palacio,  y 
atravefaba  la  Cañada,  y  el  Río  s  de  la  que 
fe  confervan  tales  quales  veftigios.  A  los 
tres  días  de  eftar  allí  Cortés,  falió  para  Tlax- 
caía  figuiendo  la  miíma  Cañada  á  la  orilla 
del  Río,  que  fe  pafa  muchas  veces,  y  á  las 
cinco,  ó  feís  leguas  en  la  boca  de  la  Caña- 

da, 


(VIÍ) 

da,  hay  por  el  lado  del  Norte  un  Cerro  al- 
to de  piedra,  del  qual  íalía  la  Cerca  (que 
era  divifion  de  la  Provincia  de  TUxcaU9y 
de  que  Cortes  hace  tanta  memoria )  y  cor- 
riendo para  el  Sur,  fe  alargaba  mas  de  le- 
gua, y  media,  que  hay  á  otro  Cerro  que  \h*> 
man  de  Atot&nilco ,  que  fe  interpreta  Agua 
caliente,  ño  porque  cita  caliente  el  Agua, 
fino  porque  mana  como  a  hervores. 

El  Cerro,  de  donde  nace  la  Cerca  es 
muy  áfpero,  y  en  partes  tiene  cortaduras, 
y  encima  de  ellas  fe  Ve  aun  la  Cerca,  de 
que  habla  Cortés,  y  de  la  que  en  todo  el 
diftrito  fe  confervan  Varios  reftos,  y  en  par- 
tes de  harta  una  várá  de  alto:  cita  Cerca 
fe  vé,  que  era  de  Piedra  feca,  puerta  una 
fobre  otra  fin  mezcla  alguna,  y  había  en  al- 
gunas partes  de  ella  algunos  Peñafcos  tan 
grandes,  que  llenaban  baftantemente  el  an- 
cho de  veinte  pies,  que  tenía  la  dicha  Cer- 
ca, como  aun  fe  demueftra  en  las  Piedras 
enterradas  en  el  fuelo:  entre  eftos  Peñafcos 
eftá  en  el  día  uno  muy  grande;  que  llaman 
la  Mitra,  por  tener  fu  remate  de  efla  figu- 
ra» y  habiéndole  quitado  las  Piedras  de  la 


(VIII ) 

Cerca,  que  tenía  á  fu  pie,  le  queda  debaja 
una  Cueba,  en  que  caben,  y  íe  abrigan  de 
noche  treinta,  ó  quarenta  Animales  de  cer- 
da de  un  Rancho,  que  eílá  allí  ¡inmediato. 
Palada  la  Cerca,  en  que  entra  ya  la 
Provincia  de  Tlaxcala,  íc  íube  una  Loma 
tendida  ,  y  corta;  íe  entra  defpues  en  un 
Llano,  que  tendrá  media  legua;  fe  pafa  el 
Cerro,  d  Portezuelo  que  cita  Cortés  en  fu 
Carta,  que  fe  llamaba,  y  conferva  el  nom- 
bre Qttimichoccañ:  Ratones  por  todas  partes^  o'  por 
todo  íl  rededor,  y  pafado  el  dicho  Puerto,  fi- 
gue  un  Llano  de  el  milmo  nombre,  en  el 
que  tubo  Ja  primera  Batalla  con  los  Tlax- 
caltecas >  á  poco  menos  de  una  legua  de 
elle  Parage  nace  una  Fuente,  que  fe  llama* 

ba  Texcalatl'y  Agua  de  Tepetates :  ahora  íe  lla^ 

nía  el  Sitio  T}xcafa¿júe¿ 

De  aquí,  íiguiendo  el  Llano,  que  yat 
fe  eííiende  por  todos  vientos  mas  de  dos 
leguas,  a  una  de  Texcalaqve  cita'  un  Cerro 
llamado  Tz,o m pachte pe fty  que  quiere    decir* 

Cerro  de  Árbol  bne?:a  para  la  Cabez¿ay  d  <\ue  ei 
remedio  para  la-  Catea  a y  6  Cerro  de  Arbo'ess  que 
oían    aquella   Yerta    enredada  come   Cabellos»  que 

fue* 


(IX.) 
fuele  criar/e  en  muchos :  En  Ja  cima  Je  efte 
Cerro  eftaba  la  Torre,  ó  Cafiiilo,  en  que  fe 
bizo  fuerte  Corles,  y  aun  todavía  fe  con- 
ferban  Jos  Cimientos,  y  tres,  d  quatro 
Gradas,  ó  Éfcalones.por  donde  fe  entraba; 
todas  las  faldas  de  efte  Cerro  fon  llanas,  y 
como  veinte  y  cinco,  d  treinta  varas  antes 
de  la  cima  es  muy  áípero ,  guarnecido  de 
grandes  Peñafcos,  y  folo  por  el  Jado  de  el 
Norte  la  fubida. 

En  el  Plan  del  Cerro  por  el  Oriente 
fe  fundo  entonces  un  PueMo ,  que  aun  fe 
conferva  con  el  nombre,  de  San  Salvador 

TzsompantZsi/icOi  que  es  Jo  miíhlO  que  a  la  ori- 
lla, ó  pílela  de  los  Arboles %  medicamento  de  la  ca~ 
hez¿a,  ó  tic  los  Arboles,  que  crian  la  Hierba  enreda* 

da  como  cabelloí ,  y  hoy  mudado  el  nombre 
llaman  vulgarmente  &*  Sahador  de  los  Coma- 
íes,  porque  fe  hacen  allí  de  tierra  muchos, 
de  aquellas  vafijas  de  barro,  que  llaman 
Comales,  que  llevan  a  vender;  en  Ja  circun- 
ferencia de  efte  Pueblo  á  diftancia  de  me- 
dia legua  en  partes,  y  en  partes  poco  mas, 
d  menos,  eftán  los  veftigios,  d  léñales  de 
los  Pueblos,  que  quemo  Cortés  en  los  quin- 

'  ffí  ce 


(X) 

ce  días,  que  eftubo  en  aquel  Lugar,  de  cu* 
yos  nombres  hay  aun  memoria,  por  los  Si- 
tios, d  Parages,  en  que  fe  confervan  algu- 
nas  ruinas,   y  fort  Otomcatepetl:  Cerro  de  Oto* 

míes,  porque  i  los  de  ella  Nación,  como  muy 
Guerreros  los  tenían  los  Tlafcaltecas  en  las 
Fronteras  de  la  Provincia,  paraque  fírvie* 
ran  de  guarnecerla ,  y  Jes  daban  por  elfo 
Tierras,  que  habitar,  y  cultivar  i  efte  Otom- 
catepetl eftaba  en  un  alto  Atziácualco ,  que 
quiere  decir  Prefa  de  Agua,  éftabá  entre  el 
Gerro  del  Cadillo,  y  otro  Cerro  grande,  que 
es  falda  de  fá  Sierra  de  Tlaxcala,  y  le  lla- 
man QMatUpanqm  ( vulgarmente  Quatlapan- 

ga)  Cabera  partida,  d  Cerro  partido,  porque  lo 

eftá  por  lá  parte  de  arriba* 

El  Pueblo  de  Taltempan,  que  es  lo  pro- 
prio,  que  4  la  orilla  de  la  Tierra,  eftaba  íitua- 
do  en  la  mifma  falda  al  Occidente  del  Cer- 
ro Quatlapanqui,  Eoatepetí,  Cerro  de  Víboras:  ef- 
taba aí  Sur  del  Caftilío,    Quautepetl,  Cerro  ds 

Arboles:  fe  hallaba  mas  arriba*  Atetecaxétl,  que 
éralo  mifmo  que  Caxete  t  ó  Caxa  pequeña  de 

piedra,  eftaba  al  Occidente,  y  cerca  de  él  al 
mifmo  lado  algo   mas   arriba   Tototunapan% 

Agua 


(XI) 

'Agua  de  Paxaros:  Elte  Canillo,  Je  qué  aho* 
ra  hablamoCes  de  donde  falió  Cortés  a  los 
quince  días  hecha  la  paz  con  Tlaxcala.  A 
cíiftancia  de  un  quarto  de  legua  caminan- 
do á  efla  dicha  Ciudad  fe  encuentra  una 
Barranca  honda,  que  tiene  para  paíar  un 
Puente  de  cal ,  y  canto  de  Bóveda ,  y  es 
tradición  en  el  Pueblo  de  San  Salvador,  que 
fe  hizo  en  aquellos  días,  que  eftubo  allí 
Cortés  paraque  pafaffe :  Finalmente,  alas 
tres  leguas  yendo  ya  por  Lomas  tendidas 
eílá  el  Pueblo  de  Atlihuet&a ,  ó  Athhuechía% 
que  fignifica,  Agua  que  fe  defteña ,  y  de  él 
habrá  poco  mas  de  dos  leguas  í  Tlaxcala. 

Defde  eita  Ciudad  dirigid  Cortés  fu 
Camino,  por  Churultecal,  d  Cholula,  y  ha- 
biendo atravefado  la  Provincia  de  Guaxo- 
cingo,  fe  dejo  caer  por  entre  los  dos  Vol- 
canes  á  Chalco,  Cuitlahuac  (hoy  Tlahuac) 
é  Ixtapalapa,  Ciudades  fituadas  en  la  Lagu- 
na, y  deíde  cfia  última  hizo  fu  primera  en- 
trada eu  México,  donde  fue  recibido  de 
Paz,  y  con  toda  magnificencia. 

Ocupado  nueftro  Héroe  en  fofegar,  y 
cañigar  la  Rebelión  de  los  Mexicanos,  acau- 

fff2  di- 


(XII) 

díllacfos  efe  fu  General  Qualpopoca ,  y  lle- 
vándole ellas,  y  otras  negociaciones  la  aten- 
ción mucho  mas,  que  el  cuidado  de  los  re» 
fentimienros  de  Diego  Velazquez,  tubo  no- 
ticia de  haber  llegado  Navios  á  la  Coila  , 
y  poco  defpues,  la  de  venir  en  ellos  Panfi- 
lo de  Narvaez,  cen  orden  de  tomar  en 
nombre  de  aquel  Adelantado  pofefion  de 
eftas  Conquiítas. 

Conociendo,  pues  las  perniciofas  re- 
fultas,  que  podía  traher  configo  efta  nove- 
dad, no  dejó  de  poner  en  prá&ica  todos  los 
medios  conducentes  á  concillarte  la  amif- 
tad  de  Narvaez,  mas  viendo  á  efte  inflexib- 
le, é  inútil  qualquiera  otra  competición, 
que  la  de  la  fuerza,  determinó  atacarle  en 
íu  Campo,  y  exponer  fus  férvidos ,  y  li- 
bertad á  la  fuerte  de  una  Batalla:  Con  efta 
refolucion  falió  de  México  á  Zempoal  jun- 
to á  Vera- Cruz  vieja,  y  en  fus  cercanías  lo- 
gró forprenderle,   y  alcanzar  una  victoria 

completa* 

Aumentadas  confiderabíemente    con 
efte  extraordinario  fucefo  fus  fuerzas,  vol- 
vió a  México,  donde  halló  rebueltos  los  hu- 
mo- 


(XIII.) 

mores  de  los  Mexicanos,  que  ocaíionaron 
la  muerte  de  fu  Emperador,  y  Monarca Mu- 
teczuma,  y  obligaron  á  Hernán  Cortés  á  rc- 
íolver  fu  faüda  de  noche,  que  aun  fe  cono- 
ce por  noche  erifie,  por  las  funeftas  confeqüeo* 
cías,  y  trabajos  que  padecieron  los  Efpafio- 
les,  que  hicieron  alto  en  Ja  Villa  de  Tacú- 
ba,  y  noche  en  el  Cerro  de  Muteczuma, 
á  quien  otros  llaman  los  Cues  de  Otomea^ 
pulco,  Altares,  o  Adoratonos ,  pues  Cu  en 
Mexicano  íignifica  Altar. 

Eítá  efte  Sitio  tres  leguas  i  el  Ponien- 
te de  México:  fe  confervan  aun  algunos 
veftigios  de  la  ancigua  Fortaleza,  y  eila  íe 
ha  convertido  dichofamente  en  el  célebre 
Santuario  de  N.  Sra.  de  los  Remedios,  pro  < 
priamente  aísí  nombrada,  por  locorrer  en 
todas  necefidades  públicas  á  los  Mexicanos, 
y  fer  una  de  las  primeras  Imágenes,  que 
trajo  deEfpaña  un  Soldado  de  Hernán  Cor- 
tés. 

Para  engañar  efte  la  vigilancia  de  los 
Mexicanos,  que  no  dejaban  de  inquietarle, 
hizo  defde  efta  Poficion  una  Marcha  forza- 
da, con  la  que  fe  encamino,  dejando  á  fu 

ÁVi\  de- 


(XIV) 

derecha  los  Cerros  de  Tepeyacacf  hoy  Nrá. 
Sra.  de  Guadalupe)  hafta  el  Valle  de  Qtum* 
ba,  donde  reiinido  todo  el  poder  Mcxica^ 
no,  fe  vid  obligado  a  abrirle  camino  con 
la  Efpada,  lo  que  configuió  con  una  cele- 
ridad, valor,  y  aftucia  difícil  de  exprefar,  y 
derrotando  generalmente  a  el  Enemigo;  por 
lo  que  aun  hoy  fe  feñalan  los  Campos  de  la 
gran  Batalla  de  Gtumba. 

Libre  ya  de  eíte  embarazo  llego  á  Hu£- 
yotlipa,  y  defpues  de  haber  reconocido,  y  re- 
ducido las  Provincias  de  Tepeaca,  donde  fe 
finió  la  Fortaleza  de  Segura  de  la  Frontera  ) 
Huauquechula,  y  otras,  entró  fegunda  vez 
gloriólo  en  Tíaxcala. 

Ratificada  ¡a Confederación  con  fus  va- 
lientes Naturales,  tiró  Jas  Líneas,  y  dio  las 
difpoíkiones  para  volver  con  todas  fus  fuer- 
zas fobre  México:  en  confeqüencia  corrió 
como  un  Rayo  los  Paiíes,  que  median  entre 
eíla  Ciudad,  y  la  gran  Laguna  de  Tezcuco, 
y  Chalco,  y  haciendo  palo  por  Coatepec, 
Coatlinchan.  y  Huexotla,  fentó  fu  Refiden- 
cia  en  Tezcuco  defignando  á  eíla  Ciudad 
para  Plaza  de   Armas ,  y   para  la  reunión 

de 


(XV.) 

de  fus  fuerzas  de  Tierra  ,  y  Agua. 

Mientras  eftas  fe  ponían  en  eílado  de 
férvir  con  los  Bergantines»  recorrió  con 
aquellas  los  Contornos  de  México  pcrXal- 
tocam  ,  Tacuba,  TJahuac,  Xochimilco,  y 
otras  Ciudades,  y  hechos  á  la  Vela  los  Ber- 
gantines en  la  Laguna,  encargo  parte  de 
ellos  á  Pedro  de  Ai  varado,  para  obrar  def- 
de  Tacuba;  parte  á  Gonzalo  de  Sandoval 
para  acometer  por  Iztapaiapa*  y  acudiendo 
á  todo  con  los  reliantes  nueflro  gran  Capi- 
tán defóc  Cuyoacan,  y  íu  Calzada,  en  que 
fentd  los  Reales,  dio  los  afaltos,  y  ataques 
hada  aquel  Día  feliz ,  en  que  fupo  enlazar 
todo  un  Mundo  a  la  Diadema  de  nueltros 
Soberanos  ,  y  en  que  nueílra  Madre  la 
Iglefia  celebra  la  Feftivividad  de  los  San* 
tos  Martyres  San  Hypdlito,  y  Caíiano , 
aun  en  eíto  fignificativa,  y  maravillofa , 
porque  San  Hypdlito  padeció  Martyrio 
arraftrado  de  las  colas  de  Caballos  indó- 
mitos ;  y  eílos  domados  fueron  los  que 
principalmente  ayudaron  para  la  Conquif- 
ta,  aun  mas  que  los  Hombres;  y   San  Ca- 

«miu  fia- 


(XVI.) 


íiano  murió  de  las  heridas,  qut  le  dieron 
con  los  Punteros  de  los  Niños,  que  eníe- 
fifaba,  mejorandofe  la  fortuna  de  los  pár- 
vulos Indios  en  merecerle  por  Maeftro. 


A  LOS  ILLmos.  SEÑORES  OBISPOS, 

NUESTROS  HERMANOS,  Y  COMPROVINCIALES, 

CABILDOS 

DE  IGLESIAS  CATHEDRALES, 
PÁRROCOS, 

Y  A  TODO  EL  ESTADO  ECLESIÁSTICO 

DE  LA  PROVINCIA  MEXICANA, 

Francifco  Arz>abifl>o  de  M'exko^Jalud  en  nucf* 
tro  Señor  Jefu  Chrijlo. 


A  ESTRECHA 


unión,  que  debe  haber  entre  el  Ef- 

5  tad° 


tacto  Eclefiáftico,  y  Secular;  la  Con- 
cordia firme,  y  confiante,  que  el  Sar 
cerdocio  ha  de  mantener  con  el  IaM 
perio;  la  Relación,  que  el  Brazo 
Eclefiáftico  dice  á  el  Real,  paraque 
le  proteja,  y  auxilie;  las  circunftaa- 
cias  de  Miniftro  de  Dios,  y  Ciuda- 
dano, que  fe  juntan  en  todo  Sacer- 
dote; las  de  Perfona  confagrada,  y 
exenta,  que  no  fe  pueden  feparar  de 
Vafallo  Fiel,  y  Obediente  á  fu  So- 
berano; la  harmonía,  y  compatibi- 
lidad de  lo  Chriftiano,  y  Político;  y 
el  enlaze,  que  tienen  los  Sagrados 
Cánones  con  las  Leyes,  y  difpoíi- 

ció- 


clones  Reales  para  confervar  la  uni- 
dad, y  conformidad  de  los  miem- 
bros con  el  Cuerpo;  aunque  entre  si 
tengan  díftintas  funciones,  me  han 
movido  á  dedicarme  á  el  Eftudio 
de  las  Leyes  de  eftos  Reynos,  á  fa- 
berlas  Glorias  de  fu  Conquifta,  á 
inquirir  las  coftumbres  de  los  Na- 
turales, y  á  cotejar  los  fucefos  pre- 
fentes  con  los  pafados,  paraque  con 
la  memoria  de  eftos,  fe  prevenga  la 
prudencia,  y  elija  lo  mas  acertado, 
y  menos  expuefto,  y  camine  con 
la  luz  de  la  experiencia,  para  no 
probar  en  si  proprio  el  éxito  incier* 

5*  m 


to,- ó  .desgraciado  en  fus  refolucip- 
nes. 

Las  acertadas  de  un  Concilio 

Provincial  de  efta  Nueva-Efpaña  ea 

gran  parte  coníiften  en  la  noticia  no 

folo  de  el  Derecho,  fino  también  de 

el  hecho,  de  el  genio  de  los  Indios, 

de  fu  índole,  de  fus  Privilegios,  de 

las   facultades  de  los   Superiores, 

y  Prelados  Ecleíiáfticos  para   con 

ellos;  de  fu  modo  de  gobernarfe, 

y  de  el  Eftado  Político,  para  no 

excederfe  cada  uno  de  los  debidos 

límites  de  fu  Jurifdiccion ,  y    no 

rozarfe  en  competencias  ruidofas, 

por 


por  Ignorar  la  prádtica  de  los  Pueb- 
los, y  no  tener  prefente  una  fe- 
rie de  los  cafos  prófperos,  ó   ad^ 

veríbs.     ¿oiu  <svsi  ttm 

Dos  Mundos  ha  piíeílo  Dios 
en  las  Manos  de  Nueftro  Católico 
Monarca,  y  el  Nuevo  no  fe  parece 
á  el  Viejo,  ni  en  el  Clima,  ni  en  las 
coftumbres,  ni  en  los  naturales;  tie- 
ne otro  Cuerpo  de  Leyes,  otro  Con- 
fejo  para  gobernarle,  mas  íiempre 
con  el  fin  de  aíemejarlos:  en  la  Ef- 
paña  Vieja  folófe  reconoce  una  caf- 
ta  de  Hombres,  en  la  Nueva  mu- 
chas, y  diferentes;  en  la  Vieja  lo- 

11  gran 


1    i  ^  . 

gran  la  Real  prefencia,  en  efta  Nue* 
va  veneramos  igualmente  fu  Real 
Augufto  Nombre,  tributamos  los 
mas  reverentes  obfequíos,  facrifi- 
cando  Vidas,  Haziendas,  y  Corazo- 
nes,  por  mantener  todos  fin  la  mas 
leve  mancha  la  fidelidad;  en  los  Ef- 
pañoles  heredada,  y  pafada  en  fu 
fubftancia  con  la  Leche,  y  en  los 
Indios  adquirida,  alimentada  con  la 
Católica  Religión,  y  aumentada 
con  las  Honras,  Privilegios,  y  Fa- 
vores, conque  fu  Mageftad,  como 
tan  grande,  Favorece  áeftos  Párvu- 
los, como  tan  Prudente  á  eftos  ino- 

cen- 


centes,  como  tan  Magnánimo  í  ef- 
tos  pufilánimes,  y  como  tan  rico,  y 
Pode rofo  Monarca  á  eftos  miferab- 
les:  por  lo  que  Efpañoles,  y  Natu* 
rales  fon  muy  acreedores  á  la  Real 
Piedad,  y  á  que  los  Prelados  Ecle? 
íiáfticos  cumplamos  puntualmente 
con  la  obligación,  que  nos  imponen 
los  Concilios,  y  Leyes  Reales  de 
amarles  tiernamente,  cuydar  á  los 
Indios  como  á  menores,  y  darles 
abundante  pafto  efpiritual,  partien-j 
doles  el  Pan  en  menudas  partes,  yÁ 
el  fuftento  proporcionado  á  fu  ca^ 
pacidad,  y  complexión^ 


Viendo  que  amaneció  ya  el  fe- 
liz-día,  en  que  fe  celebre  Concilio 
Provincial;  paraque  figamos  todos 
los  Prelados  una  mifma  Regla,  fean 
uniformes,  y  re&as  nueftras  Provi- 
dencias, y  dirigidas  todas  á  la  ma- 
yor  utilidad,  ,y  bien  Efpiritual  de 
ios  Fieles,  he  d^do  á  luz,  con  los 
Concilios  Mexicanos,  los  Monu- 
mentos,y  Cartas  principales  de  Cor- 
tés, añadiendo  la  quarta,  que  no 
prometo  en  el  Prólogo,  y  manifief- 
tan  lo  admirable  de  la  Conquifta 
de  eftos  Reynos,  de  fu  Gobierno,  y 
el  caraéler  de  los  Indios  en  fu  Gen- 

.« •  • 


tilifmo,  mejorado  por  las;  luzes  de 
laFé, 

Imito,en  lo  que  puedo,á  el  Gran 
Cardenal  Aguirre  en  fu  Colección 
de  los  Concilios  de  Efpaña,  y  Amé- 
rica, emulo  los  defvelos  de  efte 
Eruditífsimo  Purpurado,  que  fu 
guió  los  pafos  del  Cardenal  Don 
García  de  Loaisa,  Arzobifpo  de 
Toledo,  Maeftro  que  fue  del  Señor 
Felipe  III,  que  rompió  el  hielo  en 
la  Edición  de  los  Concilios  de  Ef- 
paña: me  anticipo  con  efta  peque^ 
ña  Obra,  paraque  en  ella  vean  mis 
Hermanos  todo  lo  acaecido,  y  man- 
:c  f  n  dadp 


dado  en  eftos  Dominios,  y  confpi- 
remos  todos,  á  que  no  haya  diftin- 
eion  de  Efcuelas,  ni  Doctrinas,  de 
Paifes,  ni  Naturalezas,  fino  que  fea^ 
mos  Difcípulos,  no  de  Cephas,  ni 
de  Apolo,  finó  de  Chrifto,  Hijos; 
ó  Defcendientes,  Confanguineos,  ó 
Compatriotas,  Paifanos*  ó  de  la 
mifma  Nación,  de  los  Esclarecidos 
ConquiftadoreSj  y  primeros  Pobla- 
dores, con  tina  mifma  inclinación, 
y  amor  á  eftos  Reyrios,  amantes,  y 
Fieles  Vafallos  de  un  rtiifmo  Sobe- 
rano. 

El  obfequío  de  mi  parte  i  V. 


Ss.  lllrnas.  es  corto,  el  defeo  grande; 
elccnfoesmuy  inferior  á  el  afedto; 
el  tiempo,  que  me  deja  el  cargo,  no 
permite  la  exteníion,  é  iluftracion 
correfpondiente  á  la  materia,  y  por 
efto  fuplico  fe  me  diíimulen  los  de- 
feceos, y  por  último  fea  jufto  defao- 
go  de  mi  pecho  mi  gratitud,  y  hu- 
milde reconocimiento  á  nueftro  So- 
berano, que  me  elevó  á  efta  Digni- 
dad Arzobifpal,  quando  no  mere- 
cía el  Canonicato,  y  Dignidad  en 
Toledo. 

Aclamemos,  Señores  Illmos:  í 
nuefti o  Rey,  como  lo  hacían  los  Pa-< 


dres  de  los  Concilios  Toledanos: 

tí 
Bendiga  á  tan  Serenífsimo  Príncipe 

el  Dios,  y  Señor  de  las  Virtudes,  ins- 
pírele la  Mifericordia,  y  Jufticia:  el 
mifmo  Dios,  que  le  dio  tan  dilata- 
dos Reynos,  fe  los  conferve  ilefos,  y 
prefervados  de  todo  daño  de  Ene- 
migos; y  finalmente  el  mifmo  Señor 
Omnipotente,  que  le  ha  pueíto  para 
mandar  Provincias,  y  Ciudades  en 
todas  las  partes  del  Mundo,  profpe- 
re  fu  importante  Vida  con  la  Real 
Familia,  y  le  corone  immortalmen- 
te.  '  A 


PRO 


PROLOGO- 

L  principio  de  Jas  Artes  fue  en  algu- 
nas porcafualidad.yen  otras  por  ob» 
fervacion,y  curiofidad:En  fu  Origen 
fueron  unos  tofcos  rudimentos,  que  iníenfi- 
bJcmente  fe  pulieron  con  Ja  induftria;  unas  pe*- 
quenas  Fuentes,  y  eícafos  manantiales,  que 
cavando,  y  profundando  mas  Jos  hombres,  fe 
hicieron  caudaJofos  Ríos,  y  de  unos  materia- 
les broncos,  defpues  el  ingenio  Jes  ha  elevado 
á  el  mas  hermofo  Edificio. 

I  a  luz  natural  fin  Ja  cultura  de  las  Cien- 
cias no  llegaba  por  si  fola  para  el  aumento,  y 
utilidad,  que  íe  experimenta  en  la  Medicina, 
Archite&ura,  Agricultura,  y  otras:  LaHifto- 
ria  es  luz  de  la  verdad,  vida  de  Ja  memoria, 
nuncia  de  Ja  antigüedad,  y  maeflra  de  Ja  vi- 
da; pues  fin  ella  quedarían  obícurecidos  los  íu- 
ceííos  Eclefiáfticos,  y  Políticos,  y  fiados  á  la 
pura  tradición  de  los  Mortales,  los  mas  fe  ig- 
norarían, y  otros  quedarían  expueítos  a  la  fa- 
lible relación  de  foloslos  vivientes. 

Las  Sagradas  Letras  nos  confirman  en  ef- 

A  ta 


ta  verdad,  pues  por  Moy fes  fabemos  lo  acae- 
cido defde  la  Creación  del  Mundo  hafta  el  Di- 
luvio, y  defpueslos  Profetas  pufieron  las  pa- 
labras de  los  dias,  que  llamaban  los  He- 
breos a  los  Annales,  y  Fados. 

Efta  coftumbre  la  obfervaron  los  Orien- 
tales,Caldeos,Egypcios,y  Romanos,tanto que 
á  fu  exemplo  no  hay  República,  que  no  haya 
reducido  á  efcritura  fus  faftos  para  eternizar- 
los en  la  memoria,  y  con  la  variedad  de  he- 
chos ya  favorables,  ya  adverfos,erífeñar  á  los 
hombres  la  experiencia  en  cabeza  agena,  pues 
con  el  hilo  hiftorico,  mejor  que  con  el  deThe- 
féo  fe  defatan  las  dificultades,  fe  engendra  va- 
lor para  las  Emprefas,  fe  defconfía  en  las  du- 
dólas, fe  advierten  los  peligros,  fe  hallan  ardi- 
des, y  eñratagemas,  y  fola  la  razón  natural, 
íin  mas  cultivo  es  un  hombre  defnudo,fin  ver- 
tidos, adornos,  armas,  prevenciones ,  ni  reí- 
guardo. 

La  Hiftoria  de  efta  nueftra  América  Sep- 
tentrional,© Nueva  Efpaña,la  empezó  el  Con- 
quiílador  Hernán  Cortes,  y  otros  de  fus  Capi- 
tanes, la  iluftraron  Torquemada,  y  otros;  y 
particularmente  hizo  refplandecer  la  Con* 

quif- 


quilla  Je  México  D.  Antonio  de  Soiis,  con  los 
vivos  coloridos  de  fus  expreísiones;  callizo, 
elegante,  y  fluido  eítik^de  modo  que  es  ungu- 
lar Pieza  de  nueítro  Caítellano,  nías  por  íer 
tan  fobrefaliente  el  adorno,  tan  limadas  las 
palabras,  tan  difcretos  losdiícurfos,  que  pone 
en  boca  de  los  Indios,queda  un  recelo  en  quien 
les  trata,  de  algún  excefo  de  exageración,  no 
por  el  Autor,  fino  por  la  materia}  no  por  fal* 
ta  de  verdad  en  la  fubílancia,  fino  por  la  vive* 
za  de  la  Pintura»  no  por  artificio  engañólo,  fi- 
no por  cierta  decadencia,  que  fe  deícubre  en 
lo  natural. 

El  Caballero  D.  Lorenzo  Boturini  y  Be- 
naduci,  Italiano,  hace  pocos  años,  que  vinoá 
ellos  Reynos,  y  en  ellos  trabajo  con  tanto  def- 
velo  para  internarfe  en  el  conocimiento  de 
los  Idiomas  de  los  Indios,  en  la  Hiíloria  de  fu 
Gentilifmo,  y  coílumbres,  que  fe  metía  en  fus 
Cafas,óXacales,y  allí  dormía  con  incomodidad 
únicamente  por  adquirir  Monumentos  dignos 
de  la  antigüedad:  en  efe&o  recogió  muchos, 
que  paran  en  uno  de  los  Oficios  del  Superior 
Gobierno  de  elle  Virreynato:  unos  dignos  del 
mayor  aprecio,  otros  no  tanto,  y  otros  vulgar 

A  2  res, 


res,  y  en  elogio  de  eñe  Caballero,  debo  decir, 
que  por  fus  Papeles  he'  aprehendido  mucho, 
quenohavía  encontrado  en  otros  Autores*, 
fue  defgraciado  por  caufas,  que  por  entonces 
parecieron  juilas, mas  la  pobreza  conque  mu- 
rióv  y  el  Libro  que  en  Madrid  dio  a  luz,  fon 
pruebas  de  fus  fines,  fidelidad,  y  definieres. 

Para  que  el  Público  no  carezca  de  las  no- 
ticias mas  principales  de  la  Hiftoria  de  los  In- 
dios, y  Conquifta  de  México,  tan  enlazada  con 
la  de  los  Concilios,  con  aquella  fencilléz  pro- 
pria  de  fu  crianza,  y  de  aquel  Siglo,  me  he  de- 
dicado a  reimprimir  las  Cartas  fegunda,  y  ter- 
cera, que  comprehenden  todos  los  Suceíios,  y 
Hernán  Cortés  las  efcribidá  elSR.  Carlos  Pri- 
mero de  Efpaña,  y  Quinto  del  Imperio, con  al- 
gunas Notas,  con  que  los  Ledores  puedan  co- 
nocer los  Sitios,  Pueblos,  Genio,  Religión,  y 
Coliumbres  de  los  Naturales,  poniendo  prime- 
ro a  el  frente  de  eñe  Tomo  la  Serie  del  Gobier- 
no Político,  y  Chriftiano,que  en  medio  de  ha- 
llar fe  efcritopor  Eetancúr,  eftaba  eícafo,  y  fe 
ha  corregido,  y  aumentado  por  Documentos, 
y  Originales  dignos  de  Fe. 

AD- 


E  Habitaciones  Je  los  ¡Sacer  Jotes.   7.  Humilladero,  o 
'¿eurcu  de  Jlerpes    aJomo  Je  el  Petrel  ¿Muralla  Je  la  Pía- 
eue  estaban    sobre   caja  Puerta  Je  la  Muralla.  12  forma  de 


■p* 


.Plan    donde'    estaban  ¡ai  Jdolrn .      'xKttalera  de  /2o  ¡rradaj-     i  Idolt-    hiuttzjUpn.ttMi     4  Jdolo/leunch  ,     ■!   Puertas,    o     entradas     aloj    aualroVierÚos.     f  Haoitactfines    de  los  ^Sacerdotes.    7  fiurtiillaeler-o,  a 
jtlío    donde  vnntan  (as  Cávelas    delnsíSa<rj/t<adm  tiieadeiiadas  en  unas  Varas    atadas  a  Maderos      S  /escalera  de     3  o.   eradas  para    el  J-iunitlladern,      J  Pleuras  di?    Sierpes     adorno  de  el  Petra  oAfuraila   de  \aPlo- 
•2.a     del  Tii^plc   /o    Plaza  de  el  Teninlt)    e/onde    clai\iaban   ocho,   h  dtez  mil    indios    y  alai    Lian?  tu  llarnahan  PAy totes     n.  cjualro  iLslatuaj   de    Ido  los  ene  estabais    sobre    cada  Puerta- de  la  Jvfuralta    llFcrma  de 
•  ns   Jaa-ifttiw  ele  Hombres    sobre   una  Piedra   a^íclcanes    cíe  A/Jetíito    l4La(tHna   Je  Tetzcuco    is  Peñol  d*hs  Baños   JíPeítel  del   Marañes. 

M  '  \feJtO     Calle    de  /oj   Z)on*eU¿     año/7&3,  \  ■,  K 


ADVERTENCIAS 

para  la  Inteligencia  de  las  Cartas  Je  Hernán 

Cortes* 

ÍDOLOS. 

EN  lo  que  toca  á  Religión  eran  innume- 
rables los  ídolos,  de  que  ufaban  Los 
Mexicanos,  y  fus  falfos  Sacerdotes, 
tenían  un  Kalendario  Idolátrico,  repartidos 
los  Diofes  en  cada  mes  de  los  diez  y  ocho,  que 
contaban  de  á  veinte  dias:  Las  figuras  de  los 
ídolos  fon  de  las  mas  horrorofas,  y  ridiculas, 
como  fe  puede  ver  en  el  Kalendario  en  papel 
de  Maguey,  ó  de  Metí,  como  quiere  el  Caba- 
llero D.  Lorenzo  Boturini  Benaduci,  que  re- 
cogió un  exemplar  de  tiempo  del  Gentilifmo, 
y  no  fe  pone  lámina  de  él,  por  no  exitar  á  la 
memoria  tan  ridiculas,  y  feas  Deidades,  que 
eftan  dibujadas  muchas  de  ellas  en  las  Hifto- 
rias  de  eíla  América. 

Uno  de  los  Caudillos,  que  formo  el  prin- 
cipio del  Reyno  Mexicano,  fue  Huitzilopoz- 
tli,  y  á  efte  le  veneraron  por  Dios:  Veafe  la  fi- 
gura primera  de  el  Templo  principal  que  tenía 
en  México, 


L 


advertencias  para 

Años  Mexicanos,  y  días. 

OS  Mexicanos  contaban  el  Año  natural 
j  cafi  como  noíbtros,  compuefto  de  365. 
días,  porque  le  repartían  en  diez  y  ocho  mefes, 
cada  mes  tenía  veinte  dias,  y  componían  el  nu- 
mero de  3  60.  a  los  que  añadidos  cinco  dias,que 
ellos  no  querían  contar,  ni  darles  nombre  por 
aziagos,  llamándoles  Nenontemii  eflo  es,  que  no 
fe  pueden  nombrar,  fuman  365.  y  á  el  Año  le 
llaman  Xihuitl,  cito,  es  Yerba,  porque  por  efto 
fe  gobernaban  para  fus  quatro  Eítaciones,  co- 
menzando por  la  Primavera. 

Los  nombres  de  los  días  de  cada  mes  fon 
los  figuientcs,contandoha{ta  trece,  que  es  una 
Triadecaterida,  y  defpues  fíete,  que  compo- 
nen el  numero  de  veinte. 

1.  Cipadli..  Serpiente  armada  de  Harpones. 

2.  Ehecatl ........  Ayre. 

3.  Calli Cafa. 

4.  CueztpalIin.Xagartija» 

5.  Cohuatl......  Culebra. 

6.  Miquiztli Muerte. 

7.  Mazad Venado. 

8.  Tochtli ...Conejo. 

9.  Atl ..Agua. 

10. 


í  Los  Meses  de  el  Ano  Mexicano  eran  diezJocJw:  cada  uncf' 

'  re  componía  de  "Lo  diar.q.todar  eran  trecicntof.i  rerenta  ciiar  q  con  lor  rinco 
■    diar  aziagor  q'no  contaban, son  ñro  Año  de  3t>5  diar,  q  reconocían  lor  Alexia 
II  para  el  Computo  Chronotogtco.  i  no  para  lar  Ob-reriacione/LArtronomicar. 

'  ^iFiiriíiiiiiiiiiiiiiNiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii¡i¡n¡i^ 


I. 


.-     . 


.  . 


■ 


.  '       .     r-    .-  «íft    ■  ■A. 

v  .\visa  c  1 


tas  Cartas  de  Hernán  Cortés.  3 

10.  YtzcuintlL  Perro. 

1 1.  Ozmatlí...«.  Mono. 

12.  Malinalli...  Torzida  Je  cordeles. 

13.  Acatl ...Caña. 


-«—■ 


1.  Ocelotl........  Tigre. 

2.  Quaotli.......  Águila. 

3 .  Temetlatl ..,  Piedra  de  moler. 

4.  Ollin  Tonaciuh.  Movimiento  del  SoL 

5.  Tecpatl.......  Pedernal  labrado, 

6>  Quiahuiti....  Agua  que  llueve. 

7.  Xóchitl Flor. 

2  0. 

Los  Nombres  délos  diez  y  ochomefes  fe 
nombran  en  la  Figura  con  fu  fignificacion. 

Artes,  y  Vestidos. 

LOS  Indios  fueron  muy  ingeniofos  en  las 
Arces:  en  Texidos  de  Algodón  tanto* 
que  habiendofe  embiado  á  Roma  una  veftidu- 
ra  del  gran  Sacerdote  de  ellos  Achcauhquitle- 
namacani,  fe  admiró  aquella  Corte,  y  habien- 
do vílto  los  Plateros  de  Madrid  algunas  Piezas, 
y  Brazaletes  de  oro,  que  embid  Hernán  Cor- 
tés á  eí  Se.  Emperador  CARLOS  V.  y  Prime- 
ro ds  Efpaña,  confefaron,que  eran  inimitables 

Bx  eti 


4  Advertencias  para 

en  Europa,  y  afsí  es  muy  cierto  lo  que  refiere 
Cortés,de  que  ufaban  Tcxidos  de  primor,  y  fe 
comprueba  con  la  Lamina,  en  que  fe  figuran 
tantos  géneros  de  Mantas,  Tilmas.  Huípiles, 
d  adornos  de  Muger,  con  que  tributaban  mu- 
chos Pueblos:  otros  con  oro,  otros  con  Piedras 
finas  labradas,  Plumas,  y  otros  géneros. 

Pobladores  de  NvEvAEspAnA. 

LOS  Pobladores  de  efta  Nueva-Efpaña  vi« 
nieron  de  la  parte  del  Norte  hacia  la  Pun- 
ta de  las  Californias,  y  defde  la  Conquifta  naf- 
ta el  dia  de  hoy  fe  ha  mantenido  la  Tradición 
de  las  Maníioncs  de  los  Mexicanos,y  la  prime- 
ra la  ponen  junto  á  una  Laguna  en  la  Provin- 
cia de  Quivira,  cerca  del  Defembocadero  del 
Rio  colorado  en  el  Golfo  de  las  Californias:  la 
fegunda  junto  á  el  Rio  Gila,  y  la  tercera  junto 
á  el  Sitio  donde  hoy  efta'  el  Prefidio  de  Janos  en 
la  Sonora,  ó  por  mejor  decir,  parte  de  la  Nue- 
va Vizcaya:  Es  en  vano  fatigarfe  fobre  fus  Af- 
cendientesi  pues  de  la  Torre  de  Babel  fe  eften- 
dieron  las  Gentes  por  todo  el  Mundo:  y  afsí 
por  el  Polo  Arético,  no  fe  ha  defeubierto  fin  á 
la  Tierra  en  efta  América; por  loque  hoy  es 

inu- 


las  Cartas  de  Hernán  Cortés.  5 

inútil  la  Quéftion  de  como  vinieron  por  Man 
pues  por  la  Tierra  pudieron  venir  de  las  otras 
partes  del  Mundo,  porque  ninguno  puede 
affegurar  lo  contrario,  pues  por  el  Norte  de 
Nueva-Efpaña  no  fe  ha  hallado  el  Término. 

El  primer  Poblador  conocido  fue  el  Capi- 
tán General  de  los  Chichimecos  llamado  Xo- 
lotl,  efto  es  Ojo,  por  fu  vigilancia. 

Otro  de  eñe  linage  llamado  Netzahual- 
cóyotl, efto  es  Coyote,  d  Lobo  hambriento) 
también  le  llamaron  Acolmiztli  efto  es  brazo 
de  León,  porque  defold  la  Ciudad  de  Efcapu- 
zalco,  antiguamente  llamada  Atzcaputzalco. 

El  Origen  de  Jos  Mexicanos  íe  fabepor 
laHiftoria  Tulteca,ddelosdeTula,  donde  fi- 
xaron  fu. Imperio,  y  eftá  como  catorze  leguas 
diftante  de  México,  y  aun  hoy  fe  reconocen 
ruinas  de  muy  grandes  Edificios  de  tiempo  de 
la  Gentilidad:  eftos  Tultecos  traxeron  las  Se- 
millas de  Maiz,  Pimientos,  d  Chile,  y  Frixolesj 
y  fixaron  fu  Reíidencia  primera  enTezcuco 

con  feñales  de  Soberanos. 
Lengua,  o  Idioma  Mexicano  llamado  Náhuatl. 

ES  muy  elegante  efte  Idioma,  dulce,  y  muy 
abundante  de  Frafes,  y  compoficiones, 

c  y, 


6  Advertencias  para 

y  en  efto  no  fe  puede  dudar,  por  ccnfcfarlo  to- 
dos quantos  le  han   aprendido,  y  penetran 
íu  lignificación.  También  fe  llamó  Culúa,  6 
de  los  de  Culhúa,  porque  los  Mexicanos  di- 
cen, que  fu  primera  llegada  fue  á  Culh-uacán, 
no  el  que  eftá  jun to  a  México;  fino  á  otro,  que 
eftá  fito  en  frente  de  la  California,  y  de  aqui 
viene,  que  Cortes  llama  a  las  Provincias  de  el 
Imperio  Mexicano  de  Culhúa,  y  a  fu  lengua 
Culhúa;  y  por  efte  mifmo  motivo  hay  tantos 
Pueblos  llamados  Culhuacan:  lo  dicho  lo  com- 
prueban claramente  las  Hiftorias  de  las  Na- 
ciones Tul  teca,  y  Chichimeca,  figuradas  con 
pinturas,   y  Geroglíficos ,   eípecialmente  en 
aquel  Libro,  que  en  Tula  hicieron  de  fu  ori- 
gen, y  le  llamaron  Teomaxtli,  efto  es,  Libro 
divino^de  modo,  que  primero  fue  el  Imperio 
de  los  Tultecos,  defpues  de  los  Chichimecos, 
cuyo  Fundador  fue  Nopalt&in,  fu  Corte  prime- 
ro fue  en  Tenaiuca, defpues  en  Tezcuco,  últi- 
mamente en  México. 

El  Reyno  Tecpaneco  tiranizo  a  el  Chi- 

chimeco.y  fixd  fu  Corte  en  Efcapuzalco,  fu 

primer  Rey,aunque  feudatario,  fue  Acuíuhatl. 

A  el  tiempo  de  la  Conquifta  de  Hernán 

Cor- 


las  Cartas  ñe  Hernán  Cortés,  7 

Cortés,eran  tenidos  como  Monarcas  los  Seño> 
res  de  Tezcuco,  México,  Tlacopan,  y  Cul- 
huacan,  cuyo  Reyno  adquirió  por  caíamien- 
to  el  primer  Rey  de  los  Mexicanos  Acama* 
pich,  y  quedo  el  Señor  de  Culhuacan  por 
uno  de  los  Electores. 

El  Reyno  de  TlatiJulco,  que  eftaba  jun- 
to a  la  mifma  Ciudad  de  México,  fe  incorporo 
con  el  Mexicano,  en*  Axaiacac,  que  venció  á 
Moquihuix,  Rey  deTlatilulco. 
República  de  las  cuatro  SeSorÍas  de  Tlaxcala. 

EN  Tlaxcála,  le  dividió  el  Territorio,  en 
quatro  partes  principales,  que  fe  llaman, 
Ocotelulco,  Tcpeticpac,  Quiahuiztlan,  y  Ti- 
zatlan:  fu  Gobierno  fue  Ariftocrático,  inde- 
pendiente de  el  Imperio  Mexicano:  fu  origen 
viene  de  la  Nación  Theochichimeca,  y  por  el 
focorro  divino,  y  eftos  Tlaxcaltecas,  logro 
Hernán  Cortés  la  Conquiíta  de  el  Imperio 
Mexicano,  que  cofld  mucha  fangre  a  eftos  fie- 
les Vafallos  Tlaxcaltecas,  y  fueron  los  prime- 
ros, que  recibieron  el  Sagrado  Bautifmo:  fe  de- 
be advertir,  que  las  quatro  Cabezas  de  eftas 
Señorías ,  por  no  quererfe  fujetar  a  pagar 
Feudo,  ó  reconocimiento  á  el  Rey  de  Mé- 

C  i  xico, 


8.,  Advertencias  para 

xico,  tuvieron  guerras  tan  fangrientas,  Huvo 
también  las  Repúblicas  de  Huajozingo,  y  Ma* 
thlalzingo,  o  Toluca.  ^     - 

El  Reyno  de  Michoacan  era  feparado  de 
el  de  México,y  partía  íus  Términos  porlílhla- 
huaca,  nafta  la  Mar  de  el  Sur,  d  defde  Zacatu- 
la,  hafta  Zichü:  aqui  eftaban  los  Theochichi- 
mecos,  y  aqui  fue  la  Profecía,  que  decían  los 
Mexicanos,  de  que  de  Oriente  les  habían  de 
venir  á  dominar:  afsí  fue,  porque  refpeto  de 
cños  Payfess  la  Efpaña,  y  la  entrada  de  Vera- 
Gruz,  fue  por  el  Oriente. 

Kalendarios  Mexicanos. 

EL  Señor  Botunni,  pone  quatro  Kalenda- 
rios, uno  natural,  otro  Aftrondmico,  otro 
Chronologico,  y  otro  Ritual,  ó  de  fus  Eefti- 
vidades. 

Papel  en  que  escribían. 

MEtl,  fe  hacía  de  las  Pencas  de  el  Maguei, 
d  Pita, que  llaman  en  Efpaña:  las  echa- 
ban á  podrir  en  x\gua,  ¡ababan  el  hilo  de  ellas, 
ablandado  ie  eftendían  para  componer  fu  Papel 
grueífo,  que  defpues  bruñían  para  pintar  en  él. 
Papel  de  Palma  blando,  y  blanco  como 
de  feda,quele  he  viftoscogían  lasojasde  Palma, 
las  molían,  y  batían,  y  bruñían.  De 


las  Cartas  ck  Hernán  Cortés.  g¡ 

De  la  Palma  cambien  facaban  el  hilo,  le 
hilaban,  y  tegían,  y  cíe  efle  tegido,  que  fe  lla- 
maba Aiatl  es  la  Tilma  de  Juan  Diego,  en  que 
fe  apareció  pintada  la  milagroía,  yportentofa 
Imagen  de  nueítra  Señora  de  Guadalupe. 

Tributos  Regios. 

EN  el  Mapa  de  los  Tributos  (Fig.  2. )  fe 
explican  claramente  los  Pueblos  Tribu- 
tarios: que  géneros,  y  en  que  cantidad. 

Encima  de  cada  Tributo  hay  un  Ramo 
efpecie  de  Bandera,  que  ponían  para  íeñal  de 
que  iba  para  el  Rey. 

Imperio  Mexicano. 

1.  A  Camapixtli  primer  Rey  por  elección: 
/jL  cafo  con  hija  de  el  Rey  de  Cuihuacan. 

2.  Hu!tzilihuil,Hijode  Acamapixtli. 

3.  Chiaialpopoca,  Nieto  de  Azcapuzalco,  y 
muerto  por  losTecpanecas. 

4.  Ixcoatl,  Hijo  del  primer  Rey  Acamapixtli. 

5.  MotezumaIlhu¿camina:efte  es  el  q  llaman  el 
viejo,d  mayor:  fueele&o  porquatro  Eleclo- 
res,fe  in  tirulo  Emperador,  y  fue  Sobrino  de 
Tlacaeliel,  Capitán  Geni,  de  los  Mexicanos., 

6.  Tizotzin,Hijode  elantecedente/ue  muerto 
por  los  Mexicanos  con  veneno,por  cobarde, 

D  7.  Axai 


/ 


i  o  Advertwam  para 

7.  AxaiacaCi  también  Hijo  de  Motezuma4y 
fue  coronado  por  los  Reyes  de  Tezcuco. 

8.  Ahuitzol,eftédid  fuReynohaftaGoatheinaía. 
o.  Motezuma  Xocoiol,  llamado  el  Mozo:  en 

tiempo  de  efte  entro  la  primera  vez  Hernán 
Cortés  en  México  año  de  15 205  y  eftando 
prefo  por  Hernán  Cortés,y  falido  á  una  ven- 
tana, d  Galena,  a  fofegar  a  los  Indios,  que  le 
habían  alborotado,  le  hirieron  eftosde  una 
pedrada  por  cobarde,  y  á pocos  dias  murió. 

1  o.  Cuitlahuotzin  tomo  el  Gobierno,  y  de  eíte 
Sr  hace  memoria  Hernán  Cortés  deípues  de 
que  le  echaron  de  México, d  Tenoxtitlan, 
con  tantos  trabajos,  eípecialmente  los  que 
pafaron  deípues  de  la  Noche  triíle,en  que  fe 
vid  en  riefgo  de  perecer  con  todos  los  Éfpa- 
ñoles,  y  aliados  de  Tlaxcala. 

1 1 ,  Quautemoctzimeíle  es  el  q  refiftid  á  Hernán 
Cortés,  en  la  toma  de  México,  q  defpues  de 
muchos  encuétros,  y  litio  de  fetenta  y  cinco 
dia<r,  fe  logro  el  1 3. de  Agoílode  15 2.1, y  aca- 
bo con  la  muerte  de  Quautemoctzin,el  Rey- 
no  gentil  Mexicano:  logrando  la  luz  de  el 
verdadero  Dios,y  por  Emperador  a  el  invic- 
to Sr.CARLOS  Primero  deEfpaña,  y  Quinto 
de  el  Imperio  de  Alemania.  GO- 


GOBIERNO  POLÍTICO1' 

de  Nueva  Efpaña,  y  Virrey  nato,  que 
comprehende  á  el  Arzobífpado  de  Mé- 
xico, Dioceíis  de  Puebla,  Oaxaca,  Pro- 
vincia  de  Tabafco,  y  Michoacan,  y 
también  las  de  Guadalaxara,  y  Duran - 
go,  cuyo  diftrito  pertenece  á  la  Real 
Audiencia  de  Guadalaxara. 

ERNÁN  CORTES,  Conquiílador, 
Marques  de  el  Valle:  Salid  de  San- 
tiago de  Cuba  en  1 8.  de  Noviembre 
de  i  5 1 8,llegó á  San  Juan  de  Ulúa  el  Jueves  San- 
to de  1 5 1 9,  y  fe  puede  decir,  que  a  poco  tiem* 
po  empezó  a  gobernar  en  Nueva*Efpaña,  por 
el  refpeto,  y  veneración  con  que  le  fueron 
obedeciendo  los  Zempoales,  Tlaxcaltecas,  y 
otros  Indios,  y  por  la  rápida  Conquifta,  que 
concluyo  en  13.  de  Agoftode  1521,  en  que 
fucedió  la  total  Ocupación  de  eíla  Imperial 
Ciudad  de  México,  y  la  Prifion  de  fu  Empera* 
dor  Quautemotzin: Admirable  Conquifra  ( afsí 
concluye  Solís,  y  con  razón  )  y  muchas  veces 

D  %  Iluf. 


i  a  Gobierno  politice 

Iluñre  Capitán!  de  aquellos,  que  producen  tar- 
de los  Siglos»  y  tienen  raros  exemplos  en  la 
Hifíoria,  para  faber  con  verdad  fus  hechos,  fe 
pondrán  fus  Cartas  á  el  Señor  CARLOS  V. 
con  otros  Documentos,  dignos  de  la  memoria. 
Tomo  la  Reíidencia,  é  hizo  los  Cargos  á 
elle  gran  Conquiílador,  Luis  Ponze  de  León, 
Corregidor  de  Toledo,  que  fue  nombrado  pa- 
ra ella  Coniiíion  en  el  año  de  t 5  25 ;  llego  á  Mé- 
xico en  el  íiguiente  de  1526,  y  murió  pocos 
días  deípucs  de  haber  tomado  el  Gobierno  de 
Nueva  Efpaña. 

En  el  año  1528,  vino  la  primeraReal  Auidié- 
cía»  y  fue  nombrado  por  fu  Préndente  D.  Ñuño 
de  Guzman3que  y  aera  Gobernador  de  Panuco. 
El  lilmó.  Señor  D.  Sebaílian  Ramírez 
de  Fuenleal,  Obifpode  la  Illa  de  Santo  Domin- 
go, Prefidente  de  la  Real  Audiencia  de  Méxi- 
co, gobernó  en  fu  nombre  á  Nueva  Efpaña  deí- 
de  el  año  de  1 53  1,  haíia  el  de  1 534*  fue  Varón 
prudentísimo;  (1)  guardó  buena  correfpon- 
dencia  con  el  Conquiílador  Hernán  Cortés, 
en  todo  pufo  arreglo  fegü  permitían  aquellos 
tiempos,  por  lo  que  le  dan  grandes  Elogios  los 

■  ■  1  1     1 1  .... 

(O  Herrera  Defcripcion  de  las  ludias  Occidentales,  tora.  1.  cap.  32,  in  fine. 


de  Nueva-EJpaña.  13 

Efcri  cores:  trajo  la  Agua  á  el  Barrio  deTlate- 
lulco,  llamado  hoy  Santiago:  hizo  Puentes, 
abrid  Caminos,  fundo  la  Ciudad  de  la  Puebla 
de  los  Angeles,  dividid  las  Jurifdicciones  de 
los  Pueblos,  fomento  la  Cría  de  Ganado  ove* 
juno,  la  Labranza,  y  el  comercio  en  los  Merca- 
dos, efpecialmente  en  el  de  Tlaxcala:  fué  úl- 
timamente electo  Obifpo  de  Cuenca,  donde 
murió 

Primer  Virrey. 
I.  El  Exmd.  Sr.  D.  Antonio  de  Mendoza, 
Hermano  de  el  Marqués  de  Mondejar,  Cama*» 
rero  del  Rey,  hizo  fu  entrada  publica  en  efta 
Ciudadano  1535.  vivía  aún  Hernán  Cortés, 
que  no  fué  ele&o  Virrey  por  prudentífsimas, 
y  fuertes  razones  de  Eftádo:  gobernó  por  cf- 
pació  de  17,  años  con  acierto,  y  efpíritu  Mili- 
tar, pues  falid  en  perfona  á  hacer  Guerra  á  los 
Indios  de  la  nueva  Galicia,  d  Xalifco ,  y  los 
venció,  y  pacifico:  año  de  1 542.  embid  í  Juan 
Rodríguez  Cabrillo,  con  Navios  á  la  Coila  de 
Californias,  que  defeubrid;  y  a  Rui  López  de 
Villalobos  a  F/lipinas:  también  fe  defeubrid 
por  efte  tiempo  la  Navegación  defde  efte  Rey* 
no  á  el  del  Perú  con  Navios,  que  mando  ha- 

E  cer 


j4  Gobitrno  Político 

cer  efte  Señor,  en  Tehuantepéc,  y  llegaron  á 
el  Callao  de  Lima ,  a  dirección  de  Diego  de 
Ocampo,  natural  de  Cáceres. 

Con  eftas  expediciones,  tomo  gran  au- 
mento Nueva-Efpaña,  aunque  en  el  año  de 
1545.  huvo  gran  pefte  en  los  Indios:  Iníli^ 
tuid  efte  Exmó.elConzejo  de  Mefta,y  fue  pro- 
movido á  el  Virrey  nato  de  el  Perú  en  1551. 

En  el  intermedio  de  fu  Gobierno  año  de 
1544.  vino  de  Vifitador  de  Virrey  ,  y  Real 
Audiencia,  D.  Francifco  Sandoval,  de  el  Con- 
fejo  Supremo  de  Indias»  y  el  Lie.  Vena,  Viíi- 
tador fingido,  fué  azotado5  y  defterrado. 

II.  El  Exmd.  Sr.  D.  Luis  de  Velafco,  el 
Primero:  de  la  Cafa  del  Condeftable  de  Cani- 
lla, y  de  grande  mérito  en  la  Milicia,  entró 
en  México  á  5  de  Diciembre  de  1550,  fue  lla- 
mado el  Prudentífsimo,  y  mereció  el  nombre 
de  Tutor,  y  Padre  de  la  Patria:  afsí  porque  pu- 
blico las  Leyes  en  favor  de  la  libertad  de  los 
Indios,  y  contra  los  fervicios  perfonaíesi  é  hi- 
zo la  Población  de  las  Villas  de  Dui  ango  ,  y 
San  Sebaftian  en  Chiametla,  y  la  de  San  Mi- 
guel, para  contener  a  los  Chichimecas  5  co- 
mo por  haber  embiado  á  Erancifco  de  Ybarra  í 

el 


de  Nueva- E/paña.  15 

el  defcubrimiento  de  Tierras  por  la  pacte  de 
los  Zacatecas,  y  pacificado  la  Provincia  de 
Topía. 

Embid  también  a  la  Florida  una  Ar- 
mada, y  por  fu  General  a  Triítán  de  Luna , 
que  no  fué  afortunado,  y  con  motivo  de  una 
lluvia  extraordinaria,  que  inundó  por  quatro 
días  la  Ciudad,  mandó  hacer  el  Albarradón 
para  contener  la  Laguna,  y  por  efte  tiempo 
fe  perdió  la  Flota  a  viña  de  la  Florida:  en  el 
año  de  1563,  vino  de  Viíkador  el  Lie,  Valder- 
ráma,  y  á  el  figuiente  de  1564.  falleció  efte 
Exmó.  en  efta  Ciudad. 

Por  fu  muerte  entró  á  gobernar  la  Real 
Audiencia,  y  fe  hizo  la  ruidofajufticiade  ha- 
ber degollado  á  Alonfo  de  Avila*  y  Gil  Gpn- 
zalez  íu  Hermano. 

III.  El  Fxmó.  Sr.  D.  Gaftón  de  Peralta, 
Marqués  de  Falces,  cafado  con  la  Señora  Doña 
Leonor  Vio;  fe  tuvo  noticia  en  efta  Ciudad, 
de  haber  (ido  electo  en  31.  de  Septiembre,  y 
entró  en  ella  en  16.  de  O& ubre  de  1566;  fué 
Sugeto  de  particulares  prendas,  y  virtud :  li- 
bertó á  el  Marqués  del  Valle,  y  fu  Hermano 
D.  Luis    de  las  caufas,  que  les  acriminaban, 

Ez  em* 


1 6.  Gobierno  Político 

embiandoles  a  Efpaña,  lo  que  dio  motivo  á 
qué  fe  le  llamaííe  á  la  Gorte,  y  vinieran  Jue- 
zes  Pefquifidores,  con  orden  de  tomar  el 
mando:  Solvieron  éftos  con  el  Marqués  de  el 
Valle  á  Eípaña,  con  lo  qual,  quedo  á  cubier- 
to el  buen  crédito,  y  reputación  de  el  Virrey, 
para  con  S.  Mageftad,  y  el  Lie.  Muñoz,  uno 
de  los  Pefquifidores  murió  de  pefadumbre  por 

haberle  dicho  el  Rey,  que  no  U  había  embiado  ai 
JSÍueva-'Efy-aña  p ara  deJlruír9fino  para  gobernar, 

IV.  El  Exmd.  Sr.  D.  Martin  Enriquez  de 
Almanza,  Hermano  de  el  Marqués  de  Alca- 
ñizes,  entro  de  Virrey  a  5.  de  Noviembre  de 
1568;  eílablecid  Prefidios;  fundo  la  Villa  de 
S*  Felipe  en  las  Minas  de  S.  Luis  Potoíí;  fo- 
fegd,  y  caftigd  los  Barbaros  Chichimecas,  y 
fe  moftrd  compaílvo  en  la  grande  Pefte,  que, 
padecieron  los  Indios  en  el  año  de  1576,  y 
en  que  fe  afegura  haber  muerto  mas  de  dos 
millones;  y  habiendo  gobernado  eñe  Rey  no 
con  grande  acierto,  y  zelo  por  muchos  años^ 
fué  promovido  á  el  Virreynato  de  el  Perú. 

V.  El  Exmó.  Sr.  D.  Lorenzo  Suarez  de 
Mendoza,  Conde  de  Coruña,  entro  en  Méxi- 
co á  4.  de  O&ubre  de  1  j  8oj  fué  gran  Soldado, 

dif. 


de  Nuevü'EJpaña,  *?~ 

difcreto,  y  afables  no  Uegd  fu  gobierno  á  eres 
años  cabales*,  murió  en  etta  Ciudad*  fue  encer- 
rado en  el  Convento  de  San  Francífco,  y 
defpues  trasladaron  fus  Huefos  á  los  Rey- 
nos  de  Caftilfa. 

Por  fu  muerte  entro  á  gobernar  la 
Real  Audiencia,  que  continuó  por  mas  de 
dos  años,  y  en  íu  nombre  el  Licdo,  Villa- 
hueva*  Oydor  mas  antiguo:  y  en  el  año  de 
1583,  fue  nombrado  Viíkador  General  el 
Illmo.  Señor  D.  Pedro  Moya  de  Contreras, 
Arzobifpo  de  México: 

VI.  El  Illmo,  y  Exmoi  Señor  D.  Pedro 
Moya  de  Contreras,  gobernó  en  calidad  de 
Virrey  defde  17  de  Odubre  de  1584,  hafta 
el  ingrefo  de  fu  Succefor:  fu  Elogio  queda 
puefto  en  la  Serie  de  los  Señores  Arzobifpos 
de  México* 

VII.  El  Exrno.  Señor  D.  Alvaro  Man- 
rique de  Zúñiga,  Marque's  de  Villamanrique* 
Hermano  del  Exrno.  Señor  Duque  de  Béjar* 
entró  en  México  a  17  de  Octubre  de  1585 
con  fu  Efpofa  la  Señora  Doña  Blanca  de  Ve- 
lafco,  Hija  dd  Señor  Conde  de  Nieva:  era  vi- 
vo, y  agudo:  tuvo  competencia  íobre  Go- 

£  biér- 


i  8  ÜoUerno  Político 

bicrno  con  la  Real  Audiencia  de  Guadala- 
xara;  fe  forme)  exército  de  una,  y  otra  par- 
te, y  defpues  fe  compufieron:  en  íu  tiem- 
po año  de  1587,  el  Cofario  Ingles  Francif- 
co  Drack  aprefó,  y  robo  la  Nao  de  Filipi- 
nas, que  venía  muy  rica*  y  habiendo  Go- 
bernado quatro  años  efte  Excelentísimo, 
vino  por  fu  Vifitador,  el  Iljmo.  Señor  D. 
Diego  Romano,  Obiípo  de  Tlaxcala. 

VIII.  El  Exmo,  Señor  D,  Luis  de  Ve- 
lafco  el  fegundo,  Hijo  de  D.  Luis  de  Velaf- 
co  el  primero,  vino  á  27  de  Enero  de  1590, 
tuvo  un  recibimiento  muy  folemne:  fue  ma- 
duro, difereto,  y  ztlofo  en  fu  Gobierno:  abrió 
los  Obrajes  de  Sayales,  y  Paños;  hizo  Deere» 
tos  a  favor  de  los  indios,  y  dejo  de  gobernar 
en  el  año  de  1595. 

IX.  El  Exmo,  Señor  D,  Gafpar  de  Ziiñi- 
ga,  Azevedo,  y  Fonfeca,  Conde  ie  Monter- 
rey, tomó  el  Gobierno  en  5  de  Noviembre 
de  1595.  Fue  Sugeto  de  grande  exemplo,  y 
conocida  virtud,  y  declarado  por  muy  juí- 
tificado  en  fu  proceder:  hizo  diferentes  Jun- 
tas, y  Expediciones  muy  útiles,  embiando 
en  efte  mifmo  año  á  Juan  de  Oñate  á  el  nue- 

.Ci  YQ 


de  Nueva  Efpafia.  i 9 

vo  México,  en  cuya  jornada  íucedieron  las 
cofas  favorablemente:  El  Capitán  Sebaftian 
Vizcayno  hizo  el  deícubrimiento  de  lasCa» 
lifornias,  y  de  la  Pefquería  de  Perlas,  que 
hay  en  ella,  en  el  año  de  1596»  y  dio  pon- 
cipio  a  el  intento  de  doblar  el  Cabo  Men- 
dozino,  todo  por  mandado,  y  difpoficion  de 
eftc  Excelentífsimo,  de  quien  tomo  nombre 
el  Puerto  de  Monterrey  en  las  Californias; 
también  pacifico,  y  foíegd  el  alzamiento  de 
los  Indios  de  Topía  en  el  año  de  1601,  y  en 
el  figuiente  de  1602  vieron  los  de  la  Nao 
de  Filipinas  un  fuego  extraordinario  en  el 
Cielo»  pafd  eñe  Señor  a  el  "Virrey nato  de  el 
Perú. 

X.  El  Exmo.  Señor  D.  Juan  de  Men- 
doza, y  Luna  s  Marqués  de  Montef-claros» 
entro  con  fu  Eípoía  la  Señora  Doña  Ana 
de  Mendoza  en  27  de  O&ubre  de  1603,  en 
que  fucedid  el  alzamiento  de  los  Indios  San-* 
gleyes  en  Manila:  y  í  caufa  de  la  inunda- 
ción, que  en  el  año  figuiente  de  1604  buvo 
en  efta  Ciudad,  mandó  hacer  las  Calzadas 
de  nueftra  Señora  de  Guadalupe,  y  S.  Chrif- 
tdval,  y  reparo  la  de  S.  Antonio  Abad,  y  el 

Ex  Al- 


Í20  Gobierno  Politicé 

Albarradon;  hizo  que  íe  limpiaran  las  Aze* 
quias,  empeztí  á  empedrar  las  Calles,  y  dio 
principio  á  el  Aqüedu&o  por  Tarjeas  en  al*  ' 
to  fobre  Pilares,  y  Áreos  i-  erí  cuyas  obras 
manifeftd  el  gran  déféo*  que  le  afíftía  de 
Ver  limpia ,  y  libre  de  inundaciones  a  efta 
hermofa  Ciudad;  fue  nombrado  efte  Exce- 
lentífsimo  para  el  Virreynato  de  el  Perú, 
que  renuncio,  y  en  el  año  de  1607  vino  por 
Viíltador  el  Licenciado  Landeras  de  Ve* 
lafco. 

XI.  El  Exmó  Señor  D.  Luis  de  Velaf- 
co  él  fégundo,  Marqués  de  Salinas,  tomó  le- 
gunda  vez  el  Bailón  en  2  de  Junio  de  1607: 
empezó  el  Real  Deíagüe,  por  donde  hoy  fe 
continua  i  tajo  abierto,  en  el  año  de  1609; 
y  en  efte  tiempo  fueedid  el  alboroto,  y  al- 
zamiento de  Negros  en  México,  que  no  to* 
mó  cuerpo:  y  últimamente  fue  nombrado 
efte  Señor,  por  Préfidente  de  el  Supremo 
Confejo  de  Indias. 

XII.  El  Illmo.  y  Exmo.  Señor  D.  Fray 
Cárcía  Guerra  de  el  Orden  de  Santo  Domin- 
go, Arzobifpo  de  México»  gobernó  en  cali- 
dad de  Virrey  defde  12  de  Junio  de   \6\  1» 

( en 


de  Nueva- Efpafta.  8 1 

(en  que  hubo  en  eíla  Ciudad  un  fuerte  Ter- 
remoto, que  derribó  muchos  Edificios)  haí- 
ta  22  de  Febrero  de  el  año  {¡guíente;  y  por 
fia  muerte  tomo  el  Mando  la  Real  Audien- 
cia, y  en  fu  nombre  el  Señor  D.  Pedro  Ota- 
lora,  Oydor  mas  antiguo,  excelente  Minif- 
tro,  do&o,  y  de  todas  prendas. 

XIII.  El  Exmo.  Sr.  D,  Diego  Fernandez 
de  Cordova,  Marques  de  Guadalcazar,  Caba* 
llero  de  Cordova,  muy  iluftre,  entro  en  Mé- 
xico en  1,1  de  Octubre  de  1612,  con  la  Se- 
ñora Doña  María  Riedrer  fu  Efpofa;  fue  de 
efpecial  talento,  y  conduda,  que  acredito 
en  obras  muy  útiles  áel  Publico,  perfeccionan- 
do los  A  reos,  por  donde  entra  la  Agua  de  Santa 
Fe:  fué  promovido  áel  Virrey  nato  de  el  Peni. 

XIV.  El  Exmó.  Señor  D.  Diego  Carri-fuw 
lio  de  Mendoza,  y  Pimentél,   Marqués  de  t© 
Gelves,  Conde  de  Priego*  entro  en  México 

a  t2  de  Septiembre  de  16215  en  fu  tiem- 
po, por  varias  competencias,  que  tuvieron 
mal  fin,  afsí  por  parce  de  efte  ExcelentífsH 
mo,  como  de  el  Arzobifpo  D.  Juan  Pérez 
de  la  Serna;  fucedió  el  furiofo  Motín  de  15 
de  Enero   de    1624,   en  que  los  Amotina- 

G  dos 


ü&  Gobierno  Polhieo 

dos  quemaron  la  Cárcel}  y  la  Real  Audien» 
cia  avocó  el  Gobierno  cerca  de  diez  meíes. 
L,M»=  XV.  El  Exmo.  Señor  D.  Rodrigo  Pa* 
otados  checo,  y  Oíforio,.  Marque's  de  Cerralvo,  en- 
tró en  el  año  de  16245  en  fu  tiempo,  día 
20  de  Sepciembre  de  1629,  fue  la  terrible 
inundación  de  México,  que  duró  dos  años, 
hafta  el  de  1631,  en  que  bolvió  a  padecer 
mas  efta  Capital,  y  repitió  en  el  de  1634,  á 
cuyo  remedio  acudió  con  el  mayor  cuida^ 
do,  y  efmero:  hizo  la  Calzada  de  S.  Chrif- 
toval,  con  las  Compuertas,  en  la  forma  que 
hoy  le  vé,  para  impedir  la  comunicación  de 
las  otras  Lagunas  con  la  de  Tezcuco,  que  folo 
ha  de  fer  recipiente  en  cierta  Eftacion  de  el  año. 

XVI.  El  Exmo.  Señor  D.  Lope  Díaz  de 
Armendariz,  Marqués  de  Cadereyta,  entró 
en  México  á  15  de  Septiembre  de  el  año  de 
1635.  Fué  fu  Gobierno  pacífico,  y  jufto>  re- 
paró las  ruinas  de  las  Inundaciones  antece- 
dentes, continuó  el  Defagüe  de  Huehueto- 
ca,  é  hizo  la  Armada  de  Barlovento. 

XVII.  El  Exmo.  Señor  D,  Diego  López 
Pacheco,  Marqués  de  Villena,  Duque  de 
Efcalona,  entró  en  México  á  28  de  Agofto 

de 


de  Nueva-E/paña.  sgf 

de  1640;  padeció  muchos  trabajos,  pero  ha- 
biendo buelto  á  Efpaña,  dio  fatisfaccion  á 
S.  M.  quien  tenía  determinado  que  bolvief- 
fe  a  México*  para  reintegrarle  fu  Crédito,  y. 
]e  commutaron  en  el  Virreynato  de  Sicilia. 

XVIII.  El  Illmo«  Exmo.  y  Venerable  Se- 
ñor D.  Juan  de  Palafox,  y  Mendoza,  Obif- 
po  de  la  Puebla  de  los  Angeles,  tomó  el 
Gobierno,  fcgun  confia  de  los  Libros  de  Ca- 
bildo de  eíla  Nobilífsima  Ciudad ,  en  9  de 
Junio  de  16415  aunque  otros  dicen,  que  en 
el  (¡guíente  de  1642.  Su  elogio,  y  acierto 
en  todos  fus  Cargos  es  bien  notorios  y  de 
el  Político,  es  batíante  prueba  la  Carta  Inf- 
truccion ,  que  dejó  á  fu  Succeífor,  para  el 
defempeño  de  tan  alto  Empleo. 

XIX.  El  Exmo.  Señor  D.  García  Sar- 
miento deSotomayór,  Conde  de  Salvatierra, 
Marqués  de  Sobrofo,  entró  á  Mandar  eftos 
Reynos  en  13  de  Noviembre  de  16425  fue 
piadofo,  devoto,  y  zelofo  de  el  férvido  de 
fu  Soberano:  coíleó  la  principal  parte  para  el 
Tabernáculo  de  plata  que  tiene  nueflra  Señora 
de  Guadalupe,  y  fué  promovido  a  el  Virrey* 
nato  de  el  Perú. 

G2  XX, 


3i  '     Gobierno  Político 


XX  Ellllmo.  Sr.  D.  Marcos  de  Torres,  y 
Rueda,  Obifpo  de  Yucatán,  entro  a  gobernar  á 
13  de  Mayo  de  1648,  y  continuó  nafta  22  de 
Abril  de  el  (¡guíente  de  49,  en  que  falleció;  por 
eíte  motivo  entró  a  gobernar  la  Real  Audien- 
cia, y  en  fu  nombre  el  Sr.  D.  Mathías  de  Peral- 
ta, Óydor  mas  antiguo. 

XXI.  El  Exmó.  Sr.  D.  Luis  Enriquez  de 
Guzman,  Conde  de  Alva de Lifte,  tomó  el  Má- 
do  en  13  de  Junio  de  1650,  gobernó  con  apiau* 
fo  de  todos;  vino  en  fu  tiempo  por  Vifitador  D. 
Pedro  de  Galvez,  y  fué  promovido  á  el  Virrey- 
nato  del  Perú, 

XXII*  El  Exmó.  Sr.  D.  Francifco  Fernan- 
dez de  la  Cueba,  Duque  de  Alburquerque,  en- 
tró en  México  á  15  de  Agofto  de  1653  con  í~u 
Efpofa  la  Señora  Doña  juana  de  Armendariz, 
Marquefa  deCadereyta;fué  jufticiero,perfiguió 
los  Salteadores  de  Caminos,y  mádó  ajufticiar,  y 
quemar  losSodomíticosvafiítióáun  Auto  deFé, 
q  tuvo  el  S.Oricio  de  la  Inquifició.  En  fu  tiempo 
hizieron  Voto  todos  los  Tribunales,  en  el  Con- 
vento de  S,  Francifco,  de  defender  el  Myfterio 
de  la  Purífsima  Concepción,  y  fe  acabó  y  dedi- 
có la  Santa  Iglefia  Cathedral  Metropolitana,  y 

fué 


át  Nutva  Ejpañ.a.  .2$ 

fué  promovido  á  el  Virreynato  de  Sicilia. 

XXIII.  El  Exmo.  Señor  Don  Juan  de 
Ley  va,  y  de  la  Cerda,  Conde  de  Baños, 
entro  en  el  Gobierno  á  \6  de  Septiembre 
de  1660;  fué  apacible,  bolvid  á  Efpaña  año 
de  t6Ó4,  y  habiendo  quedado  viudo,  dio 
exemplo  de  Humildad  a  el  Mundo,  toman* 
do  el  hábito  de  Carmelita  defcalzo  eñ  el 
Convento  de  Madrid,  y  fe  ordeno  de  Pres* 
bytero. 

XXIV.  El  Illmo.  y  Excelentísimo  Se- 
ñor Don  Diego  OíTorio  Efcobar,  y  Llamas, 
Obifpo  de  la  Puebla  de  los  Angeles,  tomó 
el  Mando  en  29  de  Junio  de  1664,  y  gober?» 
nó  muy  poco  tiempo. 

XXV.  El  Exmo.  Sr,  D.  Antonio  Sebaftian 
de  Toledo,  Marqués  de  Mancéra,  cafado  con 
la  Señora  Doña  Leonor  Carreto,  entró  en 
el  Gobierno  á  15.  de  O&ubre  de  el  año  de 
1665,  que  fué  feñalado,  porque  en  él  re^ 
bentó  el  Volcán  de  México,  y  eftuvo  ar- 
rojando cenizas  quatro  días*  fué  muy  Polí- 
tico, y  bolviendo  á  Efpaña  murió  lu  Efpo- 
fa  en  Tepeáca. 

XXVI.  El  Exmo.  Señor  D.  Pedro  Nu- 

H  ño 


2  6.  Gobierno  Politice 

ño  Colón,  Duque  de  Veraguas,  entró  en 
México  á  8.  de  Diciembre  de  el  año  de 
1673  ,  y  murió  a  el  fexto  día:  fe  depoíltó 
fu  Cuerpo  en  la  Iglefia  Metropolytana  en 
la  Capilla  de  el  Sanco  Chrifto,  y  defpues  fe 
trasladaron  fus  Huefos  a  el  Sepulcro  de  fu 
Familia. 

XXVII.  El  ¡limo,  y  Excelentífsimo  Se* 
ñor  Don  Fray  Payo  Enriquez  de  Ribera 
de  el  Orden  de  San  Aguftin,  Arzobifpo  de 
México,  tomó  el  Mando  del  Virreynato  en 
13  de  Diciembre  de  el  año  de  1673;  ade- 
rezó  las  entradas,  y  Calzadas  de  efta  Ciu*» 
dad,  y  con  mayor  efmero  la  de  Guadalupe, 
y  habiendo  continuado  en  efte  Gargo  al- 
gunos años,  le  renunció  con  profunda  hu- 
mildad, y  juntamente  el  de  Arzobifpo. 

XXVIII.  El  Exmo.  Señor  Don  Thomas 
Antonio  de  la  Cerda,  y  Aragón,  Conde  de 
Paredes,  Marqués  de  la  Laguna,  cafado  con 
la  Señora  Doña  María  Luifa  Manrique  de 
Lara,  y  Gonzaga,  entró  en  el  Gobierno  á 
30  de  Noviembre  de  el  año  de  1680:  dio 
con  bañante  prontitud  las  Ordenes  ne- 
cefarias  para  focorrer  á  Vera*Cruz  ,  luego 

que 


dé  Nueva-EJparia.  27 

que  tuvo  noticia  de  Ja  entrada  de  Nicolao 
Agramdn,  y  Lorenzo  Jácome,que  la  faquea- 
ron,  y  robaron  a  17  de  Mayo  de  el  año  de 
1683,  por  no  haber  podido  llegar  a  tiempo 
el  remedio;  y  en  el  miímo  prendió,  y  ahor- 
co, por  Vifitador  fingido,  á  Don  Antonio 
Benavides,  intitulado  Marqués  de  San  Vi- 
cente, y  llamado  el  Tapado. 

XXIX.  El  Exmo.  Señor  Don  Melchor 
Portocarrero  Lafo  de  la  Vega,  Conde  de  la 
Moncldva,  cafado  con  la  Señora  Doña  An- 
tonia de  Urrea,  tomo  el  Gobierno  á  30  de 
Noviembre  de  el  año  de  1686:  le  llamaban 
Brazo  de  plata,  porque  trahía  de  efíe  metal 
el  Brazo  derecho,  á  caufa  de  haber  perdido 
el  fuyo  en  una  Batalla:  fue  muy  recio,  y 
vigilante  en  fus  Cargos  :  condujo  la  Agua 
á  San  Juan  de  la  Penitencia,  y  Barrios,  y 
paffd  al  Virreynato  de  el  Perú. 

XXX.  El  Exmo.  Señor  Don  Gáfpar  de 
Sandoval,  Silva,  y  Mendoza,  Conde  de  Gal- 
ve,  entro  en  fu  Gobierno  á  17  de  Septiem- 
bre de  el  año  de  1688  con  fu  Eípofa  lá 
Señora  Doña  Elvira  de  Toledo:  en  fu  tiem- 
po á  8  de  Junio  de  el  año  de  1692,  hubo  un 

Hz  fu- 


2 8  Geb'urm  Político 

íunofo  Motín  de  Indios,  por  falta  de  Maiz: 
citando  efte  Exceientíísimo  en  San  Francif- 
co,  donde  fe  quedó  con  fu  Muger,  quema- 
ron los  Amotinados  el  Palacio  Real,  y  las 
Cafas  de  Cabildo;  para  cuyo  fofiego,  y  caf» 
tigo,  hizo  grandes  Jufticias:  quito  el  Pul- 
que, y  mandó  que  los  Indios  fueffen  a  vi- 
vir á  los  Barrios,  y  no  en  los  Corrales  de 
Jas  Cafas  de  la  Ciudad,  donde  vivían  fin 
Ley,  y  fin  Rey;  empezó  en  el  año  de  1693 
a  reedificar  el  Real  Palacio,  y  bolvió  á  Ef- 
paña. 

Parece  que  el  Cielo  indignado  de  el 
horrible  delito  de  efta  Rebelión,  caftigó  vi- 
fiblemente  efta  Ciudad,  que  había  fido  el 
teatro  de  fus  funeílas  confeqüencias,  pues 
a  el  año  figuiente  de  1694.,  hubo  grande 
careftía  de  Semillas,  y  a  la  Hambre  fe  fi- 
guió  Pefte  :  A  24  de  Agofto  de  el  año 
de  1695  fe  experimentó  un  fuerte  Terre- 
moto a  media  noche,  y  repitió  á  las  fíete 
de  la  mañana,  y  en  el  día  de  San  Bar- 
tolomé de  el  año  figuiente,  á  las  dos 
de  la  tarde,  hubo  otro  Terremoto  no  me- 
nos furiofoi 

XXXL 


de  NuevaE/paña.  29 

XXXÍ.  El  Ikiftríísimo,  y  Excelen- 
tífsimo  Señor  Don  Juan  de  Ortega  Mon- 
tañés, Obifpo  de  Michoacán,  entro  á  Go- 
bernar en  7  de  Febrero  de  el  año  de  1696, 
y  continuó  hada  la  llegada  de  fu  SucceíTon 
íu  Elogio  eftá  puedo  en  la  Serie  de  los  Iluf» 
taísimos  Señores  Arzobifpos  de  México. 

XXXII.  El  Excelentílsimo  Señor  Don 
jofeph  Sarmiento  Valladares,  Conde  de  Mo- 
tezurna,  y  de  Tula,  liego  á  Vera-Cruz  á 
3  de,  Oclubre  de  el  año  de  ióqó,  con  lu 
Efpofa  la  Señora  Doña  María  Andrea  de 
Guzman,  y  Manrique :  tomó  poíeíion  en 
2  de  Febrero'  de  el  año  1697,  y  fué  acre- 
ditado íu  Gohieruo, 

XXXIII.  El  Iluftrífsimo,  y  Excelen  tífsi- 
mo Señor  Don  Juan  de  Ortega  Montañés, 
bolvió  a  tomar  el  Mando,  fiendo  ya  Arzo- 
bifpo  de  México,  defde  el  año  de  t7ot, 
hada  tz  de  Mayo  de  1702. 

XXXIV.  El  Excelentíísimo  Señor  Don 
Francifco  Fernandez  de  la  Cueba,  Enriquez, 
Duque  de  Aiburquerque,  Marqués  de  Cue- 
llar,  cafado  con  la  Señora  Doña  Juana  de 
la  Cerda,  hizo  íu  Entrada  pública  en   eda 

I  Ciu- 


30  Gobierno  Político 

Ciudad  á  8  de  Diciembre  de  el  año  de 
1702:  fué  diftinguido  por  fu  Mageftad,  con 
el  Toyfon  de  Oro,  que  le  pufo  el  Señor 
Don  Érancifco  de  Deza,  Inquifidor  mas  an- 
tiguo; en  íu  tiempo  año  de  1709  fe  dedico 
el  gran  Templo  de  nueítra  Señora  de  Gua- 
dalupe, (  t )  y  bol  vid  á  Efpaña. 

XXXV.  El  Exmo.  Señor  D.  Fernando 
de  Alencaftre,  Noroña,  y  Silva,  Duque  de 
Linares,  Marqués  de  Valdefuentes,  hizo  fu 
Entrada  el  año  de  1710:  fué  muy  amable, 
liberal,  y  caritativo,  efpecialmente  en  una 
de  las  Epidemias,  que  hubo  en  fu  tiempo; 
y  en  los  e dragos  que  caufj  el  fuerte  Ter- 
remoto, que  hubo  el  dia  16  de  Agofto  de 
el  año  de  1711  »  V  duró  como  media  hora-, 
fe  tocaban  por  íi  folas  las  campanas, 
y  repitió  á  los  dos  mefes  no  tan  fuerte : 
acabó  efte  Excelentísimo  fu  Gobierno  en 
el  año  de  171o,  y  falleció  en  efta  Ciudad 
á  3.  de  Junio  de  el  año  de  1717>  y  fué  fe- 
pultado  en  la  Iglefia  de  el  Convento  de 
San  Sebaftian  de  Carmelitas  defcalzos. 

XXXVI.  El  Exmo.  Señor  Don  Baltafar 

de 


(i)     Veafíe  la  Nota,  que  «íttpu«fta  á  lo  ultimo  de  efta  Serie. 


de  Nueva- E/paña.  31 

de  Zuñiga,  Duque  de  Anón,  Marques  de 
Valero,  hizo  fu  Entrada  pública  a  10  de 
Agofto  de  el  año  de  1716,  en  cuyo  año  fué 
nombrado  Vifitador  el  Señor  Don  Francif- 
co  Garzaron,  Inquiíidor  de  México:  fundo 
éíle  Excelentíísimo  el  Convento  de  Cor- 
pus Chrifti  de  efía  Ciudad  :  gobernó  hafla 
el  año  de  1722  :  paíló  á  la  Prcfidencia 
de  el  Supremo  Confejo  de  Indias:  falleció  en 
Madrid,  y  fe  trajo  fu  Corazón  á  el  Con* 
vento  de   Corpus  Chrifti. 

XXXVII.  El  Exmo.  Señor  D.  Juan  de 
Acuña,  Marqués  de  Cafa-Fuerte,  natural  de 
la  Ciudad  de  Lima,  General  de  Ja  Artillería: 
ílrvió  á  el  Rey  cincuenta  y  nueve  años,  y 
en  el  Virreynato  de  Nueva-Eípaña  delde  el 
de  1722,  con  grandes,  y  judos  créditos  de 
fiñgular  prudencia,  deíinterés ,  y  conílancia» 
por  lo  que  adquirió  el  renombre  de  gran 
Gobernador ,  y  Aprobación  Real :  en  fu 
tiempo  fe  hizieron  íuntuofos  Edificios,  co- 
mo las  Reales  Cafas  de  Aduana,  y  Moneda, 
y  la  general  Vifita  de  los  Prefidios  inte- 
riores de  el  Reyno ;  daba  crecidas  Limof- 
nas,  y  dejó  una  para  que  fe  dé  de  comer  á 

I2  los 


3  2  Gobierno  Político 

los   pobres    de    la    cárcel    dos    veces  á   el 

i ¡i  r\  >  _ 

año  :  dotó  una  Huérfana  anualmente  pa- 
ra Religiofa ,  y  diUribuyó  el  redo  de  fu 
Caudal  en  otras  obras  pías:  pa fío  i  mejor 
vida  año  de  1734  á  los  fetenta  y  fiete  de 
fu  edad,  y  fué  enterrado  en  el  Convento 
de  San  Cofme  ,  y  San  Damián  de  Reli- 
giofos  Recoletos  de  San  Francifco  de  efta 
Ciudad. 

XXX VIII.  El  Iluílrífsimo,  y  Excelentíf- 
fimo  Señor  Don  Juan  Antonio  de  Vizar- 
ron,  y  Eguiarreta,  Arzobifpo  de  México , 
gobernó  delde  el  año  de  1734»  hafta  el  mes 
de  Agoíto  de  el  año  de  1740,  como  que- 
da dicho  en  la  Serie  de  los  Iluftrífsimos  Se- 
ñores Arzobifpos  de  México. 

XXXIX.  Él  Excelentífsimo  Señor  Don 
Pedro  de  Cauro»  y  Figueroa,  Marqués  de 
Gracia  Real,  Duque  de  Ja  Gonquilía,  afsí 
Titulado  por  ia  famofa  Batalla  de  Biton- 
to,  entro  á  gobernar  en  el  año  de  1740: 
bajo  á  Vera  Cruz,  donde  contrajo  la  En- 
fermedad, de  que  murió  en  Agoíto  de  el  año 
de  1 74.1,  y  por  fu  muerte  entró  a  gober- 
nar la  Real  Audiencia ,  y  en  fu  nombre  el 

Se- 


de  Nueva-Efpúña.  33 

Señor  Don  Pedro  Malo  de  Villavicencio. 

XL.  El  Excelentísimo  Señor  Don  Pe-» 
dro  Cebrian,  y  Aguftin,  Conde  de  Fuen- 
clara,  tomo  el  Bailón  por  Noviembre  de  el 
año  de  1742.  fue  pacífico,  cuidó  mucho  de  el 
afeo,  limpieza,  y  Empedrados  de  la  Ciudad* 
reparó  la  Calzada  de  San  Antonio  Abad,  y 
bolvió  á  Efpaña  en  el  año  de  1746. 

XLI.  El  Excelentífsimo  Señor  Don  Juan 
Francifco  Güemes ,  y  Orcafitas,  Conde  de 
Reviílagigedo,  governó  defde  el  mes  de  Ju- 
lio de  el  año  de  1 74o,  haíla  el  de  Nóviem* 
bre  Je  el  de  1 755"  aumentó  coníiderable- 
mente  las  Rentas  Reales,  bolvió  á  Efpaña, 
y  fe  colocó  enelConfejo  Supremo  de  Guer- 
ra: murió  en  Madrid. 

XLII.  El  Excelentífsimo  Señor  Don 
Aguftin  de  -Ahumada*  y  Villalon,  Marqués 
de  las  Amarillas,  tomó  el  mando  por  No- 
viembre de  el  año  de  17555  fe  diítinguio 
fu  mérito  en  la  Milicia  en  las  Guerras  de 
Italia:  murió  en  Cuernabaca  por  Febrero 
de  el  año  de  1760,  y  eílá  fu  Cuerpo  en  el 
Santuario  de  nueftra  Señora  de  la  Piedatí, 
adonde  fe   traíladó  defde   el  Convento  de 

K  San- 


34  Gobierno  Político 

Sanco  Domingo  de  ella  Ciudad:  Por  fu 
muerte  gobernó  la  Real  Audiencia,  y  en  fu 
nombre  el  Señor  Don  Francifco Echavarri. 

XLIII.  El  Excelentísimo  Señor  Don 
Francifco  Cagigal,  Virrey  Interino,  vino  de 
la  Comandancia  general  de  la  Havana,  y 
empezó  á  gobernar  por  Abril  de  el  año  de 
17Ó0:  dio  grandes  mueftras  de  excelente  Go- 
bierno, y  en  fu  tiempo  fe  empezó  a  compo- 
ner la  Plaza  mayor,  que  eítaba  informe. 

XLIV.  El  Excelentífsimo  Señor  Don 
Joaquin  de  Monferrat,  Marqués  de  Crui- 
llas,  Teniente  Coronel  de  Guardias  Efpa- 
ñolas,  entró  el  dia  4.  de  O&ubre  de  el  año 
de  1760.  A  el  principio  de  fu  Gobierno,  hu- 
yo gran  peíte  en  los  Naturales,  y  fallecie- 
ron muchos:  bajó  dos  veces  á  Vera-Cruz, 
con  motivo  de  las  guerras  con  Inglaterra: 
eftá  declarado  por  fu  Mageftad,  haberle  fér- 
vido bien  en  todos  fus  Cargos. 

En  el  año  de  1765,  vino  por  Vifita- 
dor  general  de  cita  Nueva  Efpaña  el  Uuf* 
trífsimo  Señor  Don  Jofeph  Galvez,  natu- 
ral de  la  Ciudad  de  Málaga,  Intendente  de 
Exército,  de  el  Con  fe  jo  Supremo,  y  Ca- 
ma- 


de  Nueva-  Efpa  fia.  35 

mará  de  Indias,  nombrado  el  año  de  1768. 
Pafsó  á  Californias  efte  dicho  año,  y  en  el 
de  69  bolvió,  y  actualmente  fe  halla  en 
la  Provincia  de  la  Sonora  acalorando  fu  ex- 
pedición, arreglando  el  manejo  de  Rentas 
Reales,  aumento  de  Minas,  y  otros  encar- 
gos de  fu  Mageftad,  y  de  el  Excelentífsi- 
mo  Sr.  Marqués  de  Croix,  aclual  Virrey. 

XLV.  El  Excmó.  Señor  D.  Carlos  Fran- 
cifeo  de  Croix,  Marqués  de  Croix,  natural  de 
la  Ciudad  de  Lila  en  Flandes,  de  Iluítrifsima 
Familia;  ha  acreditado  fu  Pericia  militar  por 
efpacio  de  cincuenta  años,  y  en  la  Coman- 
dancia de  las  Plazas  de  Zeuta,  Puerto  de 
Santa  María,  y  Capitanía  general  de  Gali- 
cia: entró  en  ella  Ciudad  a  25.  de  Agofto 
de  el  año  de  1766,  y  Dios  nos  conceda  los 
felices  fuceífos,  que  nos  prometemos  en  fu 
Gobierno,  y  Emprefas,  por  la  intercefsion  de 
nueftra  Señora  de  Guadalupe,  Patrona  univer» 
fal  de  Nueva  Efpaña.  (1) 

K:  En 

■      ■        -         -  ■        ■     -      -  — ^MJW        I       I.  i  ■         I     .  ■  .-M  !■       ■■       I-  -W,     ■  MM— ■—  1 

(i)  Efta  milagrofa  Imagen  Iraan  de  Corazones,  y  Portento  de  todala  América, 
feapareció  á  el  V.  limó.  Sr.  D.  Fr.  Juan  de  Zumarraga,  primer  Oblfpo,  y  Arzo* 
bifpo  de  México  á  12.  de  Diciembre  de  1531,  pintada  en  la  Manta,  ó  Tilosa  de  el 
Indio  Juan  Diego, la  que  es  de  Aiatl,ó  hilo  de  Palma,  y  habiendofe  reconocido  jurí- 
dicamente por  Peritos,  declararon  uniformes,  que  afsí  por  lo  corruptible  de  lama* 
cena,  ó  tejido,  humedad,  y  calor  del  Sitio,  como  por  el  tranfturfo  del  tiempo  es  ma- 


36  Gobierno  Político 

%  En  efta  Serie  fe  omice  la  exprefion  indN 
vidual  de  los  méritos  de  cada  Señor  Excelen- 
tífsimo,  antes  de  fer  elevado  a  el  alto  Cargo 
de  Virrey,  porque  para  aícender  á  él,  fe  deben 
fuponer  largos,  y  diíhnguidos  Servicios  en  la 
Milicia;  Graduación  de  Teniente  general,  ga* 
nada  á  coila  de  muchas  Campañas,  íudores,  y 
fatigas»  Nobleza  heredada  de  los  Mayores,  y 
coníervada  con  la  efpada,  y  últimamente,  que 
para  exercer  tan  de  lleno  las  facultades  de 
nueftra  Soberano,é  immediata  reprefentacion 
de  fu  Real  Períbna,  fíempre  recae  la  elección 
en  uno  délos  Gefes  primeros  mas  fobrefalien- 
tes  en  los  Exércitos  de  S.  M.y  de  fu  Real  Con* 

fianza.  CAR«» 

i  ni  i  -  — a*  i  •  i 

ríivillofafti  Confervacion.  La  Aparición  primera  de  nueftra  Señora  á  el  Indio  en  el 
Cerro  de  Tcpeiacac,hoy  de  Guadalupe, y  haberle  mandado  llevaffeá  el  Obifpo,  unas 
flores  en  fu  Manta,y  haberfe  defcubierto  en  lugar  á?  Flores  la  maravillofa  Pintura, 
fk  comprobó  fegun  todos  los  Autores  por  el  V.  Sr.  Zumarraga,  y  afiegurpu,  que  el 
Inftrumento  autentico  paraba  en  el  Archivo  déla  Santa  Igleíia  Metropolitana,  en  el 
^ue  fe  ha  bufcado  con  diligencia,  y  no  fe  halla,  por  lo  que  fe  prcfurae  con  fundamen» 
to,  ó  q  el  mifmo  V.  Sr.  le  llevó  á  Efpaña  quando  bolvió,  ú  otro  de  fus  Sücceflores. 
Ademá6  deefta  juftificada  Tradición,  fe  prueba  con  dos  Teftamentos,  que  hé 
viftc;  el  uno  original  de  Juana  Martin,  India,  Parienta  del  Indio  V.  Juan  Diego,  ef- 
crito  en  Papel  de  Metí,  ó  Maguey  en  Lengua  Náhuatl,  ó  Mexicano,  otorgado  en  el 
Lugar  S.  Jofeph  de  las  Cafas  Tesapa,  ante  el  Efcribano  de  República  Morales:  de- 
Xa  unas  Tierras  en  el  Partido  de  Quautitlari  á  nueftra  Señora, y  refiere, que  Juan  Die» 
gí>  fe  crió  en  S.  Jofeph  Muían,  que  eftuvo  cafado  con  Malintzin,  ó  María:  no  fe  po- 
ne á  el  pie  de  la  letra  por  eftar  emendado  el  año:  el  otro  Teftamento  de  D.  Efte» 
van  Tomelin,  Padre  de  la  V.  Religiofa  María  dejefus,  en  el  Convento  de  la  Purif- 
fima  Concepción  de  Puebla,  otorgado  en  el  año  de  iS75i  ^exa  un  Legado  á  nueftra 
Señora  de  Guadalupe,  los  quales  Documentos  por  fu  antigüedad,  y  proximidad  á 
la  Aparición, la  comprueban  evidentemente,  fin  que  fea  necefario  recurrir  á  otros, 
que  eftaaencre  los  Papeles  da  el  Caballero  Bocurini,  y  ao  fon  de  canto  aprecio. 


n 


DE  RELACIÓN, 

EMBIADA  A  SU  SACRA  MAGESTAD 

i — i 

DEL  EMPERADOR  NUESTRO  SEÑOR* 

POR  EL  CAPITÁN  GENERAL  DE  LA  N.  ESPANA¿ 

LLAMADO 

D-  FERNANDO  CORTES. 

EN  LA  QUAL  HACE  RELACIÓN  DE  LAS    TIERRAS,  r 

Provincias  (iti  cuento  que  ha  d» [cubierto  nuevamente  en  el  Tuca  tan,  del 
año  de  i  9.  á  efia  parte:  y  ba  fometido  á  ta  Corona  Real  de  fu  S.  M.  Ert 
efpccial  hace  Relación  de  una  grandífsima  Provincia  muy  rica  llamada 
Cu  lita:  ( 1 )  en  la  qual  hay  muy  grandes  Ciudades \y  de  maravidofos  e di- 
ficios.yde  grandes  tratos,  y  riquezas:  entre  las  quales  hay  una  mas  mará* 
villofa,  y  rica  que  todas \  llamada  Timixtitán:  (2)  que  eflá  por  maravu 
llofa  arte  edificada  fobre  una  grande  Laguna :.  de  la  qual  Ciudad ,  y 
Provincia  es  Rey  un  grandífsimo  Señor  llamado  Muteczuma:  (3)  don- 
de  k  acaecieron  aí  Capitán*  y  á  los  É/pañoles  é/panto/as  cofas  de  oyr  i 
Cuenta  largamente  del  grandlj simo  Señorío (4)  del  dicho  Muteczumüj 
y  de  fus  ritos*  y  ceremonias*  y  de  como  fe  firve. 

mu      1  1  11  '  1  ■  11-— —  1  l>  mi 

(i)  Los  primeros  Mexicanos  vinieron  de  una  Provincia  Culúa.  Primero  huvo  Rey  de  Culuacán,  que 
de  México.  La  Provincia  de  Culuacán,  y  la  Lengua  Cu  I  ú.i  era  la  Mexicana,  que  Te  hablaba  c.iíí  en  toda 
Nueva-Efpaña,  y  el  Rey  de  México  heredó  el  Reyno  de  Culuacán. 

(1)  Teooxtithlán  es  México,  afsi  llamada  en  la  Gentilidad,  como  fe  exprefa  en  el  Piólogode  los 
Concilios. 

(  3  )  Muteczuma  fegundo  hijo  de  el  primero,  fegun  fe  puede  ver  en  la  Serie  de  los  Reyes,  y  Empera- 
dores en  tiempo  de  la  Gentilidad:  quando  vino  Hernán  Cortés,  era  Emperador  Mucte^uma  el  11.070,  que 
íaurió  de  una  pedrada,  y  quando  fe  gacó  a  México,  lo  era  Quatecmotzin,  á  el  que  muraron  Ij  vida. 

(4  )  Para  conocer  ef  Poder  del  Emperador  Motcczuroa,  fe  pone  al  fin  una  Opüdillera  de  ios  Pueblos,, 
que  le  pagaban  tributo,  en  qae  generes,  porque  no  había  ifior.edi»«J  V  eo  que  cantidad.  Véale  la   Fig.   ig 


rl*  CARTA  DE  RELACIÓN 

MUY  ALTO,  Y  PODEROSO, 

Y  MUY  CATÓLICO  PRINCIPE: 

INVICTISSIMO  EmPERADOR,Y  SEñoR  NUESTRO. 


/.  Qjte  e« 
Nueva  Efpaña 
hay  es  fas  muy 
notables.  De  la 
Ciudad  de  la 
Vera.Cruz  ,  y 
fe  efeufa  Don 
Fernando  Cor' 
tés  de  no  poder 
adral  Rey  re> 
lacion  por  me- 
nor de  todas  las 
cofas  que  bailó. 


N  UNA  NAO,  QUE  DE  ESTA  NÜEVA- 
Efpaña  de  Vueftra  Sacra  Mageftad,  defpa- 
ché  á  ié.  de   Julio  de  el  año  de  quinien- 
tos y  diez  y  nueve:  embié  á  Vueftra  Alte- 
za,  muy    larga  ,  y  parricubr  Relación  de 
las  cofas  hafta  aquella  fazon  defpues  que  yo  á  ella  vine, 
en  ella  fucedidas.  La  qual  Relación  llevaron  Alonfo  Her- 
nández Puertocarrero,  y  Francifco  de  Montejo  Procura- 
dores de  la  rica  Villa  ( i )  de  la  Vera-Cruz,  que  yo  en 
nombre  de  Vueftra  Alteza  fundé.  Y  defpues  acá  por  no 
haber  oportunidad,  afsí  por  falta  de  Navios,  y  eftár  yo 
ocupado  en  la  Conquifta,  y  pacificación  de  efta  Tierra, 
como  por  no  haber  fabido   de  la  dicha  Nao,   y  Procu- 
radores: no  hé  tornado  á  relatar  á  Vueítra  Mageftad,lo 
que  defpues  fe  ha  hecho:  de  que  Dios  fabe  la  pena  que 
hé  tenido.  Por  que  hé  defeado ,  que  Vueftra  Alteza  fu- 
piefie  las  cofas  de  efta  Tierra:  que  fon  tantas,  y  tales, 
que  como  ya  en  la  otra  Relación  eferrbí:   fe  puede  in- 
titular de  nuevo  Emperador  de  ella,  y  con  título,  y  no 
menos  mérito  que  el  ríe  Alemana:  (?.)  que  por  la  gra- 
cia de  Dios,  Vueftra  Sacra  Mageftad  poflee.    E  porque 
querer  de  todas  las  cofas  de  eftas  Partes,  y  nuevos  Rey- 
nos  de  Vueftra  Alteza,  decir  todas  las  particularidades, 
y  cofas  que  en  ellas  hay,    y  decir  fe  debían:   feria  caíi 
proceder  á  infinito.  Si  de  todo  á  Vueftra  Alteza  no  die- 
re 


(  i  )  El  nombre  de  rica  Villa  de  Vera-Cruz  le  pufo  Hernán  Corte's  á  el  Pueblo 
que  hoy  fe  llami  la  Vera-Cruz  vieja,  que  difta  tres  leguas  de  la  Vera-Cruz  nueva. 

(  %  )  El  Imperio  falo  de  toda  Nueva  Efpaña,  contado  defde  el  Iíthmo  de  Pana- 
má hafta  lo  mas  remoto  de  la  Diocelís  de  Duranga  por  la  pirté  de  el  Norte,  pafa 
de  mil,  y  quinientas  leguas  de  longitud,  y  aun  le  ignora  li  cunfina  con  la  Tarta- 
ria, y  Groelandiat  por  las  Californias  con  la  Tartaria,  y  por  s.l  Ni'eyo  Méxií» 
con  la  Groelandia. 


DE  15.  FÉRNANtiO  CORTES.  f  f¡ 

re  tan  larga  cuenta  como  debo,  á  Vueftra  Sacra  Magef- 
tad  fuplico  me  mande  perdonan  porque  ni  mi  habilidad, 
ni  la  oportunidad  del  tiempo  en  que  á  la  fazon  me  hallo, 
para  ello  me  ayudan.  Mas  con  todo  me  esforzaré  á  de- 
cir á  Vueftra  Alteza  lo  menos  mal  que  yo  pudiere  la 
verdad  :  y  lo  que  al  prefente  es  necefario  que  Vueftra 
Mageftad  fepa.  E  afsí  roifino  fuplico  á  Vueftra  Alteza  me 
mande  perdonar ,  fi  todo  lo  necefario  no  contare  ,  el 
quando  ,  y  como  muy  cierto:  y  fi  no  acertare  algunos 
no¿nbres  afsí  de  Ciudades,  y  Villas ,  como  de  Señoríos 
de  ellas,  que  á  Vueftra  Mageftad  han  ofrecido  fu  férvi- 
do, y  dádofe  por  fus  Subditos,  y  Vafallos.  (i) Porque  en 
cierto  infortunio  agora  nuevamente  acaecido ,  de  que 
adelante  en  el  Procefo  á  Vueftra  Alteza  daré  entera 
cuenta,  fe  me  perdieron  todas  las  Efaíturas ,  y  Autos 
que  con  los  Naturales  de  eftas  tierras  yo  he  hecho ,  jr 
ceras  muchas  cofas» 

En  la  otra  Relación,  muy  Excelentífsimo  Prin- 
cipe, dixe  á  Vueftra  Mageftad,  las  Ciudades,  y  Villas, 
que  hafta  entonces  á  fu  Real  íervicio  fe  habían  ofrecido, 
y  yo  á  el  tenia  fubjetas ,  y  conquiftadas.  Y  dixe  afsí 
mefmo  que  tenía  noticia  de  un  gran  Señor,  que  fe  lla- 
maba Muteczuma,  que  los  Naturales  de  efta  Tierra  me 
habían  dicho  que  en  ella  había,  que  eftaba,  fegun  ellos 
feñalaban  las  jornadas,  hafta  noventa ,  ó  cíen  leguas  de 
la  Coila,  y  Puerto  donde  yo  defembarqüé.  Y  que  con- 
fiando en  la  grandeza  de  Dios,  y  con  esfuerzo  del  Real 
Nombre  de  Vueftra  Alteza,  penfaba  irle  á  ver  do  quie- 
ra que  eftuvíefe  :  y  aun  me  acuerdo  que  rae  ofrecí  en 
quanro  á  la  demanda  de  efte  Señor,  á  mucho  mas  de  lo  á 
mi  políble.  Por  que  certifiqué  á  Vueftra  Alteza,  que  lo 
habría  prefa  ó  muerto,  ó  Subdito  á  la  Corona  Real  de 
•Vueftra  Mageftad:  y  con  efte  propóílto,  y  demanda  me 
paaí  de  la   Ciudad  de  Cempoal,  (i)  que  Yo  intitulé 

Li  Se- 


//.  De  eí 

Poderofo  Señor 
Muctezuma  : 
Partida  de  Cor- 
les  á  Cempoala: 
Fidelidad  de 
fus  Indi  os, y  ía- 
orificios  d  Ni' 
ños,  que  fe  ba* 
cían  en  ei'.a • 
Guarnición  Pin 
ella  en  la  Vera* 
Cruz  ,  y  oriett 
de  fabricar  id 
Fortaleza.  Del 
Levantamiento 
intentado  cutre 
Cortés, y  fucaf 
figo',  y  por  que 
hizo  facar  lai 
Naves  d  la  Cof* 
ta  Cor  té  t. 


(  i  )     Es  cieFto  que  Cortes  ignoró  los  verdaderos  nombres  Je  muchos  Pueblos* 
por  no  laber  fu  pronunciación,  y  modo  de  efcribirlos  en  Caftellano. 

(  2. )  Cempoal  eonlerb»  hoy  fs  mifmo  iiombre.diíh  de  Vera-Cruz  quatro  le^u^ 
y  las  ruinas  dan  á  entender  la  grandeza  de  la  Ciudad;  pero  es  diftinco  de  otro  ZeiflN 
p*al  de  el  Araobilgado  de  México,  que  diitade  efte  doie  leguas. 


46  CARTA  DE  RELACIÓN 

Sevilla,  á  diez  y  feis  deAgofto  con  quinze  de  Cavallo, 
y  trefcientos  Peones  lo  mejor  aderezados  de  guerra, 
que  yo  pude,  y  el  tiempo  dio  á  ello  lugar:  y  dexé  en 
la  Villa  de  la  Vera-Cruz  ciento  y  cincuenn  hombres 
con  dos  de  Cavallo:  haziendo  una  Fortaleza,  que  ya  ten- 
go caí!  acabada,  y  dejé  toda  aquella  Provincia  de  Cem- 
poal,y  toda  la  Sierra  comarcana  (i)  á  la  dicha  Villa,  que 
íerán  hafta  cincuenta  mil  hombres  de  guerra,  y  cincuen- 
ta Villas,  y  Fortalezas,  muy  íeguros,  y  pacíficos,  y  por 
ciertos,  y  leales  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad  ,  como 
hafta  agora  lo  han  eftado ,  y  eftán ;  porque  ellos  eran 
Subditos  de  aquel  Señor  Muteczuma  ;  y  fegun  fuy  in- 
formado, lo  eran  por  fuerza,  y  de  poco  tiempo  acá:  y 
como  por  mi  tuvieron  noticia  de  Vueftra  Alteza,  y  de 
fu  muy  Real ,  y  gran  poder,  dixeron  que  querían  fer 
¡Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  y  mis  Amigos;  y  que  me 
rogaban,  que  los  defendiefe  ck  aquel  gran  Señor,  que 
los  tenía  por  fuerza,  y  tyranía:  (i)  y  que  les  tomaba 
fus  Hijos  para  los  matar ,  y  facrificar  á  fus  ídolos ,  y 
me  dixeron  otras  muchas  qucxas  de  él:  é  con  cfto  han 
eftado,  y  eftán  muy  ciertos,  y  leales  en  el  fervicío  de 
Vueftra  Alteza.  E  creo  lo  eftarán  ííenipre,  por  fer  li- 
bres de  la  tyranía  de  aquél,  (3)  y  porque  de  mi  han  fído 
fíempte  bien  tratados,  y  ñivorecidos.  E  para  mas  fegu- 
ridad  de  los  que  en  la  Villa  quedaban,  traxe  con  migo 
algunas  Períonas  principales  de  ellos,  con  alguna  gente, 
que  no  poco  provechofos  me  fueron  en  mi  camino.  Y 
porque,  como  ya  creo,  en  la  primer  Relación  eferibí  á 
.Vueftra  Mageftad,  que  algunos  de  los  que  en  mi  com- 
pañía paííaron,  que  eran  criados,  y  amigos  de  Diego 
¡Velazquez,  ( 4  )  les  había  pefado  de  lo  que  Yo  en  l'er- 

vi- 
»■'■■'  •  111. —  .i  ,  . 

(  1  )     Es  parte  de  la  Sierra  Madre  donde  eftán  los  Totonacos. 

(  í)  Antes  de  fubir  á  la  Sierra  camino  de  la  Huafteca,  fe  vé  una  Zanja  muy 
profunda,  que  hicieron  para  defenderfe  de  los  Mexicanos. 

(  3  )     Con  los  Tributos  los  tenía  tyranizados,  y  alombra  ver  lo  que  pagaban. 

(4  )  Efte  Diego  Velazquez  es  el  que  por  la  Hiftoria  de  Solís, Torquemada,  y 
Herrera,  Hizo  tanta  contradicion  á  Cortés,  y  pufo  en  dudas  el  Crédito,  y  Fidelidad 
de  efte,  embiando  al  Rey  Cnieftros  informes  defde  la  Isla  de  Cuba,  donde  citaba 
Gobernador,  y  de  que  fue  Conqniftadoi:  era  natural  de  Cuellar,  y  ames  Ctiado  ¿e 
D.  Bartolomé  Colon, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ¡ff 

vlcío  de  Vueftra  Alteza  hazía.  E  aun  algunos  cíe  ellos 
fe  me  quifieron  alzar,  y  irfeme  de  la  Tierra:  en  efpe-* 
cial  quatro  Efpanoles,  que  fe  decían  Juan  Eícudero ,  y 
Diego  Cermeño^  Piloto,  y  Gonzalo  de  Ungría,  afsímif- 
fno  Piloto,  y  Alonfo  Péñate;  los  quales  ¿  fegun  lo  que 
confefaron  efporttaneamente,  tenían  determinado,  de  to- 
mar un  Bergantin,  que  eftaba  en  el  Puerto,  con  cierto 
Pan,  y  Tozinos,  y  matar  al  Maeftre  de  él,  y  irfe  á  la 
Isla  Fernandina ,  ( i  )  á  hacer  faber  á  Diego  Velazquez^ 
como  yo  embiaba  la  Nao,  que  á  Vueftra  Alteza  embié, 
y  lo  que  en  ella  iba^  y  el  camino  que  la  dicha  Nao 
había  de  llevar ,  para  que  el  dicho  Diego  Velazquez 
pufieffe  Navios  en  guarda,  paraque  la  tomaffen ,  enmo 
defpues  que  lo  fupo  lo  pufo  por  obra:  que  fegun  hé 
íiclo  informado  embió  tras  la  dicha  Nao  una  Carabela: 
y  íi  no  fuera  pafada ,  ( i )  la  tomara,  E  aísímifmo  con- 
fefaron, que  otras  Perfonas  tenían  la  mifma  voluntad  de 
avifar  al  dicho  Diego  Velazquez  E  viftaslas  confeííones  de 
eftos  delinquénres,  los  cafligué  conforme  á  Jufticia,  y  á 
lo  que  fegun  el  tiempo  me  pareció  que  había  necefi- 
dad,  y  al  férvido  de  Vueftra  Alteza  complía.  Y  por- 
que demás  de  los  que  por  fer  criados,  y  amigos  de 
Diego  Velazquez  tenían  voluntad  de  falir  de  la  Tierra, 
había  otros,  que  por  verla  tan  grande,  y  de  tanta  gen- 
te, y  tal;  y  ver  los  pocos  Efpanoles  que  eramos ,  eirá* 
ban  del  mifmo  propófito:  creyendo,  que  fi  allí  los  Na- 
vios dejaffe,  fe  me  alzarían  con  ellos,  y  yendofe  todos  los 
que  de  efta  voluntad,  eftavan,  yo  quedaría  cafi  folo :  por 
dende  fe  eftorvára  el  gran  fervicio>  que  á  Dios,  y  á 
"Vueítra  Alteza  en  efta  Tierra  fe  ha  hecho:  tuve  mane- 
ta ,  como  fo  color  que  los  dichos  Navios  no  eftabart 
para  navegar,  los  eché  á  la  Cofia  :  por  donde  todos 
perdieron  la  efperanza  de  falir  de  la  Tierra;  y  yo  hi- 
ze  mi  camino  mas  feguro,  y   fin  fofpecha,  que  bueltas 

M  fas 


(  i  )    A  Í.1  Isl.i  de  Cuba  la  llamaron  Fefnáodina,  por  el  Rey  D¿  Fernando  el  Ci« 
lófico,  y  á  la  de  Santo  Domingo,    Ifabela  por  la  Reyna  Católicaj 
(  i  )    Efto  es  li  n©  hubiera  pafado  el  Canal  ¿z  Baharaa» 


///.  Llegada 
de  las  Naves 
de  Fran-cifco  de 
Caray  á  la  Cof 
ia,  no  querien- 
do  entrar  en  el 
Puerto  '.  Los 
Menfagerts  q 
embiaroá  Cor- 
tés,  y  fu  refi 
fuella?  ofertes 
que  ¡os  hizo, y 
arte  que  ufó 
faro  defe abrir' 
fu  intención: 
Buelvtnfe  las 
Naves,  y  em> 
Ha  el  Cacique 
Panuco  un 
Embaxadar  cti 
un  Regale  é 
Cortés. 


:*z  CARTA  DE  RELACIÓN 

Jas  efpaldas  no  había  de  faltarme  la  gente,  que  yo  en 

la  Villa  había  de  dexar. 

Ocho,  ó  diez  días  defpues  de  haber  dado  cotí 
los  Navios  en  la  Cofta;  y  ííendo  ya  falido  de  la  Vcra^ 
Cruz  hafta  la  Ciudad  de  Cempoaí,  que  eirá  á  quarro 
leguas  de  ella,  para  de  allí  feguir  mi  camino,  me  hi- 
cieron faber  de  la  dicha  Villa  ,  como  por  la  Coila  de 
ella  andaban  quatro  Navios,  y  que  el  Capitán  que  yo 
allí  dexaba,  había  íaíido  á  ellos  con  una  Barca,  y  les 
habían  dicho,  que  eran  de  Francifco  de  Garay,  Tenien- 
te ,  y  Gobernador  en  la  Isla  de  Jamayca;  ( i  )  y  que 
venían  á  defeubrir.  Y  que  dicho  Capitán  les  había  di- 
cho, como  yo  en  nombre  de  Vueftra  Alteza  tenía  po- 
blada efta  Tierra,  y  hecho  una  Villa  allí  á  una  legua  de 
donde  los  dichos  Navios  andaban:  y  que  allí  podían  ir 
con  ellos,  y  me  farían  faber  de  fu  venida:  E  íi  alguna 
necefidad  traxefTen  fe  podían  reparar  de  ella:  y  que  el 
dicho  Capitán  ios  guiaría  eon  la  Barca  al  Puerto,  el 
qual  les  léñalo  donde  era:  y  que  ellos  le  habían  refpon- 
dido,  que  ya  habían  vifto  el  Puerto,  por  que  pafaroa 
por  frente  de  él:  y  que  aísí  lo  farían  como  él  fe  lo 
decía.  E  que  fe  había  buelto  con  la  dicha  Barca:  y  los 
Navios  no  le  habían  feguido,  ni  venido  al  Puerto :  y 
que  todavía  andaban  por  la  Cofta:  y  que  no  íabía  que 
era  fu  propóílro,  pues  no  habían  venido  al  Puerto :  é 
vifto  lo  que  el  dicho  Capitán  me  fizo  íaber:  á  la  hora 
me  partí  para  la  dicha  Villa,  donde  fupe,  que  los  di- 
chos Navios  eftaban  furtos  tres  leguas  la  Cofta  abaxo, 
y  que  ninguno  no  había  faltado  en  tierra.  E  de  allí 
me  fui  por  la  Cofta,  con  alguna  gente  para  faber  Len- 
gua: y  ya  que  cafi  llegaba  á  uní  legua  de  ellos,  encon- 
tré tres  Hombres  de  los  dichos  Navios:  entre  los  qua- 
les  venía  uno,  que  decía  fer  Efcribano:  y  los  dos  trata, 
fegun  me  dixo,  para  que  fueflen  teftigos  de  cierta  noti- 
ficación, que  difque  el  Capitán  le  había  mandado,  que 
me  hiciefle  de  fu  parte  un  Requerimiento,  que  allí  traía: 

en 


(  i  )     Que  poíTeen  hoy  los   Inglefes,  y  tiene  cincuenta   leguas  dé  latitud;    y 
jtiuy  amena  de  todos  fiiito»,  frontera  á  la  Isla  de  Santiago  de  Cuba. 


D£  15.  FERNANDO  CORTES;  $j 

en  el  qüal  fe  contenía ,  que  me  hazía  faber  i  como  éi 
había  defeubierto  aquella  Tierra,  y  quería  poblar  en  ella: 
por  tanto,  que  pe  requería,  que  pattieiTe  con  él  les  tér- 
minos, porque  fu  afslento  quería  hacer  cinco  leguas  la 
Cofta  abaxo,  defpues  de  pafada  Nauiecal,  ( r )  que  es 
una  Ciudad  que  es  doce  leguas  de  la  dicha  Villa,  que 
agora  fe  llama  Almeria.  A  los  quales  yo  dhee,  que  vi- 
nicíle  fu  Capitán,  y  que  fe  fueíTe  con  los  Navios  al  Puer-* 
to  de  la  Vera-Cruz,  y  que  allí  nos  hablaríamos,  y  fa- 
brú  de  que  manera  venía.  E  fi  fus  Navios ,  y  Gente 
tinxcíTen  alguna  neceíídad,  les  focorrería  con  lo  que  yo 
pudieífe.  E  qüc  pues  el  decía  venir  en  fervicio  de  Vuef- 
tra  Sacra  Mageftad,  que  yo  no  defeaba  otra  cofa  íino 
que  fe  me  ofrecíefe  en  que  firvieííe  á  Vueítra  Alteza,  y 
que  en  le  ayudar  creía  que  lo  hacía.  V  ellos  me  re£ 
pondieron,  que  en  ninguaa  manera  el  Capiran,  ni  otra 
gente  vernía  á  tierra,  ni  adonde  yo  eftuviefie.  E  creien- 
do,  que  debían  de  haber  hecho  algurt  daño  en  la  Tier- 
ra, pues  fe  rezelabán  de  venir  ante  mi:  ya  que  era  no- 
che me  pufe  muy  fecretamente  junto  á  la  Cofta  de 
Ja  Mar,  frontero  de  donde  los  dichos  Navios  eftaban 
furtos:  y  alli  eftuve  encubierto  fafta  otro  dia  caí!  á  me- 
dio día,  creiendo,  que  el  Capitán,  ó  Piloto  faltarían  eri 
tierra*  para  faber  de  ellos  lo  que  habían  hecho:  ó  por- 
que parte  habían  andado:  y  fi  algún  daño  en  la  Tier- 
ra hubíelíen  hecho,  embiar icios  á  Vueítra  Sacra  Magef- 
tad ,  y  jamás  falieron  ellos,  ni  otra  perfona :  E  vifto 
que  no  falían,  fíze  quitar  los  veftidosá  aquellos,  que  ve- 
rnan  á  fazerme  el  Requerimiento,  y  fe  los  víítieííen  otros 
Efpañoles  de  los  de  mi  Compañía  ,  los  quales  fíze  ir 
á  la  Playa,  y  que  llamaiTen  á  los  de  los  Navios:  E  vif- 
to  por  ellos  falió  á  tierra  una  Barca  con  falla  diez  ,  ó 
doce  hombres  con  balleftas,  y  efeopetas:  y  los  Eípaño- 
Jes,  que  llamaban  de  la  tierra,  fe  apartaron  de  la  Playa 
á  unas  Matas, que  eftaban  cerca,  como  que  fe  iban  á 
la  fombra  de  ellas.  E  afsí  faltaron  quatro,  los  dos  ba¿ 

Mi  ííef- 

tftl        *  iiíir-      .  ■■     ■■■!■■•      ■   ■'     I   I    'I  -  '     ■  I         '  l"l    "l  '    l      I.  l'l  ' 

.    <  \  )  .  Puede  fer  el  Pueblo  de  la  Diocefi  de  Puebla,  que  hoy  fe  llama  NauthlaV 
teafTc  la  Relación  de  el  Viffge  de  Cortés,  que  eftá  i  el  principio. 


34  CARTA  DE  RELACIÓN 

llefteros,  y  los  dos  efcopetetos;  los  quales  como  efta- 
ban  cercados  de  la  Gente,  que  yo  tenía  en  la  Playa  puef- 
ta,  fueron  tomados.  Y  el  uno  de  elios*eta  Maeftre  de 
la  una  Nao,  el  qual  pufo  fuego  á  una  Efcopera,  y  ma- 
tara á  aquel  Gapiran,  que  yo  tenía  en  la  Vera-Cruz,  fi- 
no que  quifo  nueftro  Señor,  que  la  mecha  no  dio  fue- 
go. E  los  que  quedaron  en  la  Barca,  fe  hízíeron  á  la 
Mar  ,  y  antes  que  llegaíTen  á  los  Navios  yá  iban  á  la 
vela;  fin  aguardar,  ni  querer  que  de  ellos  fe  fupieífe 
cofa  alguna.  E  de  los  que  con  migo  quedaron  me  in- 
formé como  habían  llegado  á  un  Rio ,  ( t )  que  eftá 
treinta  leguas  de  la  Corta  abaxo  defpues  de  pafar  Al- 
mería :  y  que  allí  habían  habido  buen  acogimiento  de 
los  Naturales:  y  que  por  refeate  les  habían  dado  de  co- 
mer: é  que  habían  vifto  algurt  Oro,  que  traían  los  In- 
dios aunque  poco.  E  que  habían  refeatado  fafta  tres  mil 
caftellanos  de  Oro.  E  que  no  habían  faltado  en  tierra, 
mas  de  que  habían  vifto  ciertos  Pueblos  en  la  Ribera  de 
el  Rio ,  tan  cerca ,  que  de  los  Navios  los  podían  bien 
ver.  E  que  no  había  Edificios  de  piedra,  fino  que  to- 
das las  cafas  eran  de  paja  ;  excepto,  que  los  fuelos  de 
ellas  tenían  algo  altos,  y  hechos  á  mano.  Lo  qual  to- 
do defpues  fupe  mas  por  entero ,  de  aquel  gran  Señor 
Muctezuma,  y  de  ciertas  Lenguas  de  aquella  tierra  ( i ) 
que  él  reñía  configo:  á  los  quales,  y  á  un  Indio ,  que 
en  los  dichos  Navios  traían  del  dicho  Rio,  que  tam- 
bién yo  les  tomé,  embié  con  otros  Menfageros  de  el 
dicho  Muctezuma,  para  que  hablaíTen  al  Señor  de  aquel 
Rio,  que  fe  dice  Panuco,  para  le  afraher  al  férvido  de 
Vueftra  Sacra  Mageftad.  Y  él  me  embió  con  ello1?  una 
Perfona  principal ;  y  aun  feguo  decían  ,  S^-ñor  de  uá 
Pueblo.  El  qual  me  dio  de  íu  parte  cierta  Ropa,  y  Pie- 
dras, y  Plumajes.  ( 3  )  E  me  dijo,  que  él,  y  toda  fu  tierra 
eran  muy  contentos  de  fer  Valallos  de  Vueftra  Migef- 

ta  í, 


(  i  1    Es  el  Rio  Panuco  del  Arzobifpado  de  México  fegun  lo  que  abaxo  dice. 
(i)     Que  es  la  Huafteca  diftiuto  Idioma  de  la  Mexicana. 
(  3  )     Veafc  la  Fig.  i.  en  que  le  demueftra,  lo  que  fe  contribuía  á  el  Rey  por 
fas  Vafallos. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ^ 

tad,  y  tnis  Amigos.  E  yo  les  di  otras  cofas  de  las  de 
Efpaña,  con  que  fué  muy  contento,  y  tanto,  que  q lian- 
do les  vieron  otros  Navios  del  dicho  Francifco  de  Ga-< 
ray,  (de  quien  adelante  á  Vueírr a  Alteza  faié  reluion) 
me  embió  á  decir  el  dicho  Panuco,    como  los   dichos 
Navios  eftaban  en  otro  Rio  lejos  de  allí,  nafta  cinco,  6 
feis  jornadas.  ( i  )  E  que  les  hiciefe  faber  ü  eran  de  mi 
naturaleza   los  que  en  ellos  venían,    porque  les  dama 
Í3  que  hobieíTen  menefter:  é  que  les  habian  llevado  cier- 
tas mugeres,  y  gallinas,  y  otras  cofas  de  comer.  jp.  Dt  lá 
Yo  fuy,  muy  Poderofo  Señor,  por  la  Tierra,  y  Provincia   dt 
Señorío  de  Cempoal,  tres  jornadas,  donde  de  todos  los  Siencbimalmt 
Naturales  fuy  muy  bien  recibido,  y  hofpedado.  Y  á  la  J^*5*íí 
quarta  jornada  entié   en  una  Provincia,  que  íe  llama,  fart  Dan  fus 
Sienchimalen:  (i)  en  que  ay  en    ella    una  Villa   muy  Indios  el  Bafli- 
fuerte,  y  puerta  en  recio  lugar,  porque  eftá  en  una  La-   mentó  necefa* 
dera  de  una  Sierra  muy  agrá,  y  para  la  entrada  no  hay  rZ]f't°rden  d\ 
fino  un  pafo  de  efcalera,   que  es    impofible  pafar,  fino   Cortés,  y  plm 
gente  de  pie,  y  aun  con  farra    dificultad,  ñ  los  Natu-  Nobre  de  Dios 
rales  quieren  defender  el  pafo:  y  en  lo  llano  hay  mu-   ¿otro Monte: y 
chas  Aldeas,  y  Alquerías  de  á  quinientos,  y  á  trefeien-  llcSa  á  lf  For' 
tos,  y  á  dofcientos  Vecinos  Labradores:  que  feran  por 
todos  haíla  cinco,  ó  feis  mil  Hombres  de  guerra:  y  ef- 
to  es  del  Señorío  de  aquel  Moctezuma.  E  aqui  me  re- 
cibieron muy  bien,  y  me  dieron  muy  cumplidamente  los 
Baftimentos  necefarios  para  mi  camino.   E  me   dixeron, 
que  bien   fabían  que  yo  iba  á  ver  á  Muetezuma  fu  Se- 
ñor: y  que  fuelle  cierto ,  que  él  era  mi  Amigo  ,  y  les 
había  embiado  á  mandar,  que  en  todo  cafi  me  Acierten 
muy  buen  acogimiento,    porque  en  ello  le    ferviiíni.  E 
yo  les  íatisfize  á  fu  buen  comedimiento,  diciendo,  que 
Vueftra  Mageftad  tenía  noticia  de  él,  y  me  había  man- 
dado que    le  vieífe:  y  que  yo  no  iba  á  mas  de   verle. 

N  E 

»■  i  i    '  *^    !■    i    ni  ■«—— m,i  i  ii  i  i       ii  . 

(  t  )     Puetie  ier  el  Rio,  que  entra  en  U  Bahía  del  nuevo  Santander. 

(  x  )     Sienchimalen  de  los  Totonacos,  que  le  dieron  Bagage,  acompañado  d» 

lí>s  Principales  de  Cempoal,  que  fueroo,  Mamexl,  Teuch,  y  Tamalli:  Su  Ruta    la 

«¡rigió  por  Xalapa, aunque  en  un  día  no  es  regular  pudiefle  llegar,  por  haber  qulnzs 

leguas  defde  Cen- pon!  áXalapü:   defde  Xalapa  paíé íá  Texuihía:   defpueí  de  kataf 

jalado  algunos  Puertos  fue  á  Xccoihla,  lujét©  4  el  Rey  de  Msxica* 


taleza  de  Ttist; 
nacán. 


aG  carta  de  relación 

E  afsí  pafé  un  Puerto  que  eftá  al  fin  de  efta  Provin- 
cia, que  pufimos  nombre,  el  Puerto  del  Nombre  tíe  Dios, 
(  i  )  por  fer  el  primero  que  en  eftas  Tierras  habíamos 
pafado.  El  qual  es  tan  agro,  y  alto,  que  no  lo  hay  en 
Eípaña  otro  tan  dificultólo  de  pafár.  El  qual  pafé  fe- 
guramente,  y  fin  coniradicion  alguna:  y  á  la  abaxada  de 
el  dicho  Puerto  eftán  otras  Alquerías  de  una  Villa ,  y 
Fortaleza,  que  fe  dice  Ceyconacan,  ( i )  que  afsímifrno 
era  del  dicho  Muteczuma,  que  no  menos  que  de  los  de 
Sienchumalen,  fuimos  bien  recibidos:  y  nos  dixeron  de 
la  voluntad  de  Muteczuma  ,  lo  que  los  otros  nos  ha- 
bían dicho.  E  yo  afsí  melmo  los  íatisfize, 

Defde  aquí  anduve  tres  jornadas  de  defpoblado, 
v" .  Mlieren  y  tierra  inhabitable  á  caufa  de  íu  efterilidad,  y  falta  de 
lidiar ° Hallan  3&u3>  Y  muy  §ran  frialdad,  que  en  ella  hay:  donde  Dios 
¡os  Caflellanos  ^aDe  quanto  trabajo  la  gente  padeció  de  féd,  y  hambre: 
en  lacumbnde  en  efpecial  de  un  Turbión  de  piedra,  y  agua  que  nos 
un  Puerto  una  tomó  en  el  dicho  defpoblado,  de  que  penfé  que  pere- 
tonldoh^^i  c'era  mucna  gcnre  de  frió.  E  afsí  murieron  cienos  In- 
FaiiedeCarte.  ^'ios  de  'a  Ma  Fernandina ,  que  iban  mal  arropados. 
«ai,  y  buena  E  á  cabo  de  eftas  tres  jornadas,  pafamos  otro  Puerto, 
fabrica  de  fus  (^ )  aunque  no  tan  a^ro  CGmo  el  ptimero,  y  en  lo  al- 
Cafcs.  Rebufa  to  de  él  eftaba  una  forre  pequeña  cafi  como  Humilla- 

unCactque  dar    ,  ,       ,  .         .  tj    t         ,     ,         mi  »        , 

Oro á  Cortés.    "ero>   donde  tenían  ciertos  ídolos:  (4)  y  alderredor  de 

la  Torre  mas  de  mil  carretadas  de  Leña  cortada  muy 
compuerta,  á  cuyo  refpeto  le  pufimos  nombre,  el  Puer- 
to de  la  Leña:  y  á  la  abaxada  del  dicho  Puerto,  entre 
unas  Sierras  muy  agras,  eftá  un  Valle  rnoy  poblado  de 
Gente,  que  fegun  pareció,  debía  fer  gente  pobre;  y 
defpues  de  haber  andado  dos  leguas  por  la  población 
fin  faber  de  ella,  llegué  á  un  Afsiento  algo  mas  llano, 
donde  pareció  eftár  el  Señor  de  aquel  Valle,  que  tenía 
las  mayores,  y  mas  bien  labradas  Cafas,  que  nafta  en- 
tonces en  efta  tierra  habíamos  vifto,  porque  eran  to- 
das 


(  i  )      Hoy  (e   llama    PaíTo  de  el  Obifpo. 

(1  )    Ceycoccnacan:  hoy  Yfhuacan  de  los  Reyes. 

(3)  Efte  Sitio  con  fundaméto  le  conjetura  íer  lo  que  hoy  llaman  Sierra  del   Agna7 
pafado  el  Cofre  de  Peróte. 

_  (4  )     Eran  tantos  los  ídolos,  y  Diofes  falles,  que  para  cada  mes,  y  cada  dia  te- 
01an  Deidades,  fegun  confia  del  ¿Calendario  Idolátrico,  que  hé  viílo. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  %f 

das  de  cantería  labradas,   y  muy  nuevas ;    é   había  en 
ellas  muchas,  y  muy  grandes,  y  hermofas  Salas,  y  mu- 
chos Apolentos  muy  bien  obrados:  y  efte  Valle,  y  Po-* 
blacion  fe  llama,  Caltanmi.  ( i  )  De  el  Señar,  y  Gente 
fuy  muy  bien  recibido ,    y  apofentado.   E    delpues  de 
haberle  hablado  de  parte  de  V*  Mageftad,  y    le  habée 
dicho  la  eaufa  de  mi  venida  en  eftas  partes,  le  pregun- 
té íí  él  era  Vafallo  de  Muteczuma ,  ó  ÍÍ    era  de    otra 
Parcialidad  alguna.  El  qual  cafi  admirado  de  lo  que  le 
preguntaba,  me  refpondió,  diciendo:  que  quién  no    era 
Vaiallo  de  Mucrezurna?  queriendo  decir,  que   alli  era 
Señor  del  Mundo.  Yo  le  torné  á  aquí  á  replicar,  y  de- 
cir, el  gran  Poder,  y  Señorío  de  Vueíha  Mageftad  :    y 
otros  muy  muchos,  y  muy  mayores    Señores,   que    no 
Muctezuma,  eran  Vafallos  de  Vueftra  Alreza:  y  aun  que 
no  lo  tenían  en  pequeña  merced;  y  que  áfsí  lo  había  de 
fer  Mureczuma,  y  todos  los   Naturales  de  eftas  Tierras: 
y  que  afsí  lo  requería  á  él  que  lo  fueífe,  porque  fien- 
dolo,  feria  muy  honrado,  y  favorecido  :  y  por  el  con- 
trario, no  queriendo  obedecer,  íería  punido.  E  para  que 
tuvieite  por  bien  de  le  mandar  recibir  á  fu    Real  ler-    VÍVenotiot 
vicio,  que  le  rogaba,  que  me  diefle  algún  Oro  que  yo  ^"^'fcottér 
embiafte  á  Vueftra  Mageftad.  Y  él  me  refpondió ,   que  y  Rega¡os  qu\ 
Oro  que  él  lo  tenía,  ( i )  pero  que  no  me  lo  quería  dar  U hUUrS.  Ro- 
íí  Muteczuma  no   lo  mandalíe:   y  que  mandándolo   él,  ca   fortífsima 
que   el    Oro,  y  fu    Perfona,   y    qlianto    ruvieííe  daría.  "V/'T^'í 
Por  no  eicandalizarle,  ni   dar  algún   deíman  a  mi   pro-  cu        ¡n(¡¡ox 
pófíto,  y  camino,  difimulé  con   él  lo  mejor   que   pude:   eranEnemigos 
y  le  dixe,  que  muy  prefto  le  embiará  á  mandar  Mutec-  de  Muteczuma 

2uma,  que  diefe  el  Oro,  y  lo  demás  que  tuvieííe.  con  quien  tentó 

a  ..  j   •  /  »jc-  continua  Guer 

Aquí  me  Vinieron  a  ver  otros  dos  Señores,  que  ,  . 

en  aquel  Valle  tenían  íu  Tierra:  el  uno  quatro  leguas  el  h¡e     Muralla 

Valle  abaso,  y  el  otro  dos  leguas   arriba.  Y  roe  dieron  fabricada  por 

ciertos  collarejos  de  Oro  de  poco  pefo,  y  valor,  y  fiete,  *U"-    Confeja^ 

ú  ocho  Efclavas.  Y  dejándolos  afsí  muy  contentos,  me  $1"  f1'*™"  a 

M  Cortés  losCem- 

N¿  Pa*~  poales:  y  entra 

,     ,     i     ,    i    n  i    •     j  fTT-     7~7     <  '  '  con  los  Cañe» 

(  i  )      \  eale  la  Relación  del  Viagede  Cortes,  .  J 

(í)     El  Oto  que  contribuían  los  Indios  á  fu  Rey,  en  ciertas  medidas,  le  facaban    ''anos     en    'a 

en  arenas  de  los  Rios,  ó  le  cogían  en  la  frrperficie  de  la  tierra,  pues  el    labrar  las    Provincia    di 

Runas  temo  hoy,  lo  introdujeron  los  Hpanoleí,  Tafcalttcalt 


%$  CARTA  DE  RELACIÓN 

partí  defpúés  de  haber  eftado  allí  quatro,  ó  cinco  di*a$¿ 
y  tr.e  pafé  al  Afsienro  del  otro  Sersor,  qne  eftá  las  dos 
leguas  que  dixe  el  Valle  arriba,  que  fe  dice,  Yztacmaf* 
titán.  ( i )  El  Señorío  de  efte,  ferán  tres,  ó  quatro  le- 
guas de  población,  fin  íalir  Cafa  de  Cafa,  por  lo  llano 
del  Valle,  Ribera  de  un  Rio  pequeño,  que  vá  por  élí 
y  en  un  Cerro  muy  alto  eftá  la  Cafa  del  Señor,  con 
la  mejor  Fortaleza  que  h.¡y  en  la  mitad  de  Efpaña,  y 
mejor  cercada  de  Muro,  y  Barbacanas,  y  Cabás :  y  en 
lo  alto  de  efte  Cerro  terna  una  población  de  hafta  cin- 
co, ó  feis  mil  Vecinos  de  muy  buenas  Cafas,  y  gente 
algo  mas  rica,  que  no  la-  del  Valle  abaxo.  £  aquí  afsí 
mifmo  fuy  muy  bien  recibido,  y  también  me  dixo  efte 
Señor,  que  era  Vafallo  de  Muteczuma:  é  eftuve  en  efte 
Afsiento  tres  días,  afsí  por  me  reparar  de  los  trabajos, 
que  en  el  defpoblado  la  gente  palo,  como  por  elperas 
quatro  Menfajeros  de  los  Naturales  de  Cempoal,  que 
venían  con  migo,  que  yo  defde  Catairni  había  embiado 
á  una  Provincia  muy  grande  que  fe  llama  Tafcalreca, 
(  2 )  que  me  dixeron  que  eftava  muy  cerca  de  allí,  co- 
mo de  verdad  pareció:  y  me  habían  dicho,  que  los  Na- 
turales de  efta  Provincia  eran  fus  amigos  de  ellos ,  y 
muy  capitales  enemigos  de  Muteczuma:  y  que  me  quer- 
rían confederar  con  ellos,  porque  eran  muchos,  y  muy 
fuerte  genre:  y  que  confinaba  fu  Tierra  por  todas  par- 
tes, con  la  del  dicho  Muteczuma:  y  que  tenían  can  él 
muy  continuas  guerras:  y  que  cteya  fe  holgarían  con 
migo,  y  me  favorecerían,  fi  el  dicho  Muteczuma  fe  qui- 
ííefle  poner  en  algo  con  migo.  Los  quales  dichos  Mea- 
fajeros,  en  todo  el  tiempo  que  yo  eftuve  en  el  dicho 
iValle,  que  fueron  por  todos  ocho  dias,  no  vinieron:  y 
yo  pregunté  á  aquellos  Menfajeros  principales  de  Cem- 
poal, que  iban  con  migo,  qué  cómo  no  venían  los  di- 
chos Menfajeros?  E  me  dixeron,  que  debía  de  íet  le- 
xos,  y  que  no  podían  venir  tan  ayna.  E  yo  viendo  que 

fe 


(  i  )    Hoy  fe  llama  Yxtac.imaxticlan» 
( i  >    Thlafcala  fe  llama  hoy. 


«• 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  49 

fe  dilataba  fu  venida,  y  que  aquellos  Principales  de  Cem- 
poal  me  certificaban  tanto  la  amiírad,y  feguridad  de  los 
de  cita  Provincia:  me  partí  para  allá.  E  a  la  falida  del  di- 
cho Valle,  falle  una  gran  Cerca  de  piedra  feca,  tan  alta  co- 
mo eftado,  y  medio,  que  atravefaba    todo  el  Valle  de. 
la  una  Sierra  á  la  otra,  y  tan  ancha   como  veinte  pies: 
y  por  toda  ella  un  Petril  de  pie  ,  y  medio  de  ancho, 
para  pelear  deíde  encima:  y  no  mas  de  una  entrada  tan 
ancha  como  diez  pafos,   y  en  efta  entrada  doblaba   la 
una  Cerca  fobre  la  otra  á  manera  de  Rebelín,  tan  eftre- 
cho  como  quarenta  pafos.    De    manera    que  la  entrada 
fueíTe  á  bueltas,y  no  á  derechas.  E  preguntada  la  cau- 
d  de  aqaella  Cerca,  me  dixeron  »    que  la    tenían    por- 
que eran  fronteros  de  aquella  Provincia  de  Ta/calteca,  que 
(.1 )  eran  Enemigos  de  Muteczuma,  y  tenía  fiempre  guer- 
ra  con  ellos.  Los  Naturales  de  efte  Valle  me   rogaron, 
que  pues  iba  á  ver  á  Muteczuma  fu  Señor,  que  no  pa- 
faífe  por  la  Tierra  de   eítos   fus  Enemigos:   porque  por 
ventura  ferian  malos,  y  me  farían  algún  daño:  que  ellos 
me  llevarían  íiempre  por  Tierra  del  dicho  Muteczuma, 
<in  íalir  de  ella:  y  que  en  ella  íería  íiempre  bien  reci- 
bido. Y  los  de  Cempoal  me  decían,  que  no  lo  hiócfíe, 
ííoq  que  fueíTe  por  allí;  que  lo  que  aquellos  me  decían, 
era  por  me  apartar  de  la  amiíted  de  aquella  Provincia; 
y  que  eran  malos,   y  traydores  todos  los  de  Muteczu- 
ma, y  que  me  llevarían  á  meter  donde  no  pudieffe  fa- 
lir.  Y  porque  yo  de  los  de  Cempoal  tenía  mas  concep- 
to, que  de  los  otros,  tomé  fu  confejo,  que  fué   feguír 
el  camino  de  Tafcalteca,  llevando  mi  Gente  al    mejor 
recaudo,  que  yo  podía.  E  yo  con  harta  feis  de^  Caballo 
iba  adelante  bien  media    legua,   y  mas  no  con    penfa- 
tniento  de  lo  que  dcfpues  fe  me  ofreció:  pero  por  deC- 
cubrir  la  tierra,  para  que  fi  algo  hubiefíe,  yo  lo  fupief- 
íé,  y  tuvieffe  lugar  de  concertar,  y  apercibir  la  Gente, 
•ioiA   ¿oq  uro  mí  -      O  Y 


■ 

■ 

■ 


(  1  )  Los  Tlafcalrecas  no  quifieron  pagar  Tributo  i  los  Mexicanos,  como  fe 
puede  ver  en  la  Cordillera,  que  eítá  Fig.  i.  por  que  fe ' revelaran;  y  gober- 
naron como  República. 


•50  CARTA  DE  RELACIÓN    ■■ 

PU.  Batan»  Y  defpues  de  haber  andado  quatro  leguas;  «taii 

entre  los  T/ax.  cumbrando  un  Cerro,  do»  de  Caballo  que  iban  delante/ 
Ca'/líuaJs. "  dc  mi>  YÍeron  ciertos  Indios  con  fus  Plumajes  (  i  )  quei 
Embian  hiln-  aeoftumbran  traer  en  las  Guerras,  y  con  fus  Efpadas,y* 
éios  Embaxa-  Rodellas:  los  qualc*  Indio»  como  vieron  los  de  Caballo 
dores  á  Cortés-,  comenzaron  á  huyr.  E  á  la  fazon  llegaba  yo ,  y  fíze 
'Muefvínetf'r'á  ^"c  'os  ^ama^cni  Y  <lüe  vinieiTen,  y  no  hobieflen  miedos 
Jimerl'á^A'  Y  &&  mas  hacia  donde  eílaban,  que  ferian  fafta  quinze 
talla  con  los  Indios:  y  ellos  fe  juntaron,  y  comenzaron  á  tirar  cu- 
CcjieUanos.  Sa  chilladas,  y  á  dar  vozes  á  la  otra  fu  Gente,  que  eftaba 
iendeeuihjm.  cjy  ^  yaj|e     y  pelearon  con  nofotros  de  tal  manera. 

mentí,  y  com*  ,       r-  i_  h  c  -  l 

iaten  con  den.  *IUC  n0$  mataron  dos  Caballos,  y  fineron  á  otros  tres; 

t;  y  cincuenta  y  á  dos  de  Caballo.  Y  en  cfto  íalió  la  otra  Gente,  que'. 

tfiiUndios.  ferian  fafta  quatro,  ó  cinco  mil  Indios,  E  yá  fe  habían 
llegado  con  migo  fafta  ocho  de  Caballo,  fin  los  muer-  . 
tos,  y  peleamos  con  ellos  haziendo  algunas  arremetidas 
ísíta  eíperar  los  Efpañoles ,  que  con  uno  de  Caballo , 
había  crübiado  á  decir,  que  anduvieífen:  y  en  las  buel- 
tas  les  hizímos  algún  daño,  en  que  mataríamos  cincuea- 
¡ra,  ó  fefenta  de  ellos,  fin  que  daño  alguno  recibieííe- 
tnos,  pueflo  que  peleaban  con  mucho  denuedo,  y  áni- 
mo: pero  como  todos  eramos  de  Caballo,  arremetíamos 
á  nueftro  falvo,  y  fallamos  afsímifmo.  E  defque  íintie- 
ron  que  los  nueftros  fe  acercaban,  fe  retiraron,  porque 
eran  pocos,  y  nos  dexiron  el  Campo.  Y  defpues  de  fe 
haber  ido,  vinieron  ciertos  Menfajeros,  que  cixeron  fec 
de  los  Señores  de  la  dicha  Provincia ,  y  con  ellos  dos 
de  los  Menfajeros,  que  yo  había  embiado,  los  quales  di- 
xeron,  que  los  dichos  Señores ,  no  fabían  nada  de  lo 
que  aquellos  habían  hecho,  que  eran  Comunidades,  (4  Jj 
y  fin  fu  licencia  lo  habían  hecho:  y  que  í  ellos  les  pe* 
(aba,  y  que  me  pagarían  los  Caballos  que  rae  habían 
muerto,  y  que  querían  fer  mis  Amigos;  y  que  fueífe  en 
hora  buena,  que  feria  de  ellos  bien  recibido.  Yo  les  ref- 
pondí,  que  gelo  agradecía,  y  que  los  tenia  por   Ami- 

— -r=  gosí— - 


._r- 


(  i  )    En  la  Fig.  t.  fe  veri  el  mode  Je  dicios  Plumajes, que  tributaban  becko»   ,. 
Algunas  Provincias.  ....!,■.•' 

C*J.  Ou«$  P«6bif»  tcaúa  k  Quieto»  fo&m*¡ii9t  «4xU  de  Deaogutíeoj  _ 


DE  &róRNANDÓ  CORTES.  j$ 

gos  i  y  que  yo  iría  como  ellos  decían.  Aquella  noche 
me  fue  forzado  dormir  en  un  Arroyo,  una  legua  ade-. 
Jante  donde  ello  acaeció,  afsí  por  fer  carde,  como  por 
qóe  la  Gente  venía  canfada.  Allí  círuve  al  mejor  recau*í 
do  que  pude,  con  mis  Velas,  y  Efcuchas  afsí  de  Caba» 
lio  como  de  Pie,  hada  que  fué  el  dia  que  me  partí 
llevando  mi  delantera ,  y  requage  bien  concertadas  ,  y 
mis  Corredores  delanre.  E  llegando  á  un  Pueblo  pe* 
queñuelo  ya  que  falla  el  Sol,  vinieron  los  otros  dos 
Mcnfajeros  llorando  ¿  diciendo  ,  que  los  habían  atado  3 
para  los  matar,  y  que  ellos  fe  habían  efeapado  aquella 
noche.  E  no  dos  tiros  de  piedras  de  ellos  alomó  mu> 
cha  cantidad  de  Indios  muy  armados,  y  con  muy  gran 
grita,  y  comenzaron  k  pelear  con  nofotros,  tirándonos  mu* 
chas  varas,  y  flechas»  E  yo  les  comenzé  á  facer  mis  Reque- 
rimientos en  forma,  con  los  Lenguas  que  con  migo  lle- 
vaba, por  ante  Efcribano.  E  quanto  mas  me  paraba  á 
los  amonedar,  y  requerir  con  la  paz,  tanto  mas  prieta 
nos  daban  ofendiéndonos  quanto  ellos  podían.  E  vien- 
do, que  no  aprovechaban  Requerimientos,  ni  Proreda- 
cienes,  comenzamos  á  nos  defender  como  podíamos: 
y  ¡afsí;  nos  llevaron  peleando  hafta  nos  meter,  entre  mas 
de  cien  mil  hombres  de  pelea,  que .  por  rodas  partes 
nos  tenían  cercados,  y  peleamos  con  ellos,  y  ellos  con 
nofotros  todo  el  día,  hada  una  hora  antes  de  puedo 
el  Sol,  que  fe  retrajeron:  en  que  con  media  docena  de 
tifos  de  ruego,  y  con  cinco,  ó  feis  Efcopetas,  y  qua- 
renta  Balleneros,  y  con  los  trece  de  Caballo,  que  me 
quedaron,  les  fice  mucho  daño,  fin  recibir  de  ellos  nin- 
guno mas  del  trabajo,  y  canfancio  del  pelear,  y  la  haro* 
bre:  Y  bien  pareció,  que  Dios  ( i )  fue  el  que  por  no- 
fotros peleó,  pues  entre  tanta  multitud  de  Gente,  y  tan 
animófa,  y  dieftra  en  el  pelear,  y  con  tantos  géneros 
de  Armas  para  nos  ofender,  falimos  tan  libres.  Aquella 

Oí  no- 

ii M  i  .1  -  -        "  '  ■      i   ■  »~i    i  J 

(i)    Dice  con  grande  fundamento,  que  Dios  Señor  de  la.  Batallas,  hizo  fe 

?r?*c¡pal  Conquifta,  pues  fe  v¿  hoy.  s\ae  los  Indios  hacen  mucho  daño  con  las 
lechas,  y  matan  muchos  Efpañoles  4  Caballo,  aunque  tengan  Armas  de  fuego, 
4  lo  que  fe  añade,  que  mecí  le»  IaÜMSiaa  w  diítb«i>  te  ©1  Ajw,  que  tey  &*,. 


5 1  CARTA  DE  RELACIÓN 

noche  me  fiícc  fuerte  en    una  Torrecilla    de  fus  ídolos, 
que  eftaba  en  un  Cerriro:  y  luego  ficndo  de  día,  dexc 
en  el  Real  dofeicntos  Hombres,  y  coda  la  Artillería.  E 
por  fer  yo  el  que  acometía,  falí  á  ellos  con  los  de  Ca- 
ballo, y  cien  Peones,  y  quatrofeienros  Indios  de  los  que 
traxe  de  Cempoal ,    y  trefeientos  de  Yzcaemeftiián.  E 
antes  que  hobieflen  lugar  de  fe  juntar,  les  quemé  cinco, 
ó  feis  Lugares  pequeños  de  hafta  cien  .  Vecinos:    é  tru- 
xe  cerca  de    quacrociencas  perfonas    entre    hombres,    y. 
mugeres  prcíos,yme  recogí  al  Real,  peleando  con  ellos, 
iin  que  daño  ningún   me  hicieílen.  Ocio   día  en  amane- 
ciendo, dap  fobie  nueftro  Real,  mas  de  ciento,  y,  qua- 
renra,  y  nueve  mil  hombres,  que  cubrían  toda  la  tierra,  can 
determinadamente,  que  .algunos  de  ellos,  entraron  dentro 
en  él,  y  anduvieron  á  cuchilladas  con  los  Efpañoles;  y  fa- 
limos  á  ellos:  y  quifo  nueftro  Señor,  en  tal  manera  ayu- 
darnos, que  en  obra  de  quatro  horas  habíamos  fecho  lu- 
gar, para  que  en  nueftro  Real  no  nos  ofendieflen,  puef- 
to,  que  todavía,  hazían  algunas  arremetidas.  Y  afsí  eftu- 
vimos  peleando  hafta  que  fue  tarde,  que  fe  retraxeron. 
"  Otro  día  torné  á  falic  por  ocra  parce,  antes  que 

E/pañoles  fo>  fuerte  de  día  fin  fer  íéntido  de  ellos,  con  los  de  Caba- 
brt  los  Indios,  lio,  y  cien  Peones,  y  los  Indios  mis  Amigos:  y  les  que- 
y  tmblan  los  mé  mas  de  diez  Pueblos  ,  en  que  hobo  Pueblo  de 
Señores  Emba-    ^Q$    ¿e     mas    de     tfCS   m|l    calas .     ¿   au¡  pelearon    con 

Cortés C  hace  m'§°  'os  dc*  Pueoí°i  °,ue  otra  §£nte  no.  debía  de  eftác 

cortar  ¡as  ma-  alli.  E  como  crayamos  la    Bandera  de  la  Cruz,  ( i  )   y 

nos  á  cincutn  puñabamos  por,  nueftra  Fé ,    y   por  fervicio  de  Vueftra 

ta  Efpias  Ir*  $acra  Mageftad,  en  fu  muy  Real  ventura  nos  dio  Dios 

Alos\  y  pru,,  canea  visoria,  que  les  macamos  mucha  gente,  fin.  que 
denota  que  ufó  -  "  .,*,  ^        .   _       v  j  j.     7'  ■ 

antes   que   le  'os  nueftros  recibieiien  daño.  Y  poco  mas  de  medio  día,/ 

afaltafen.de/  ya  que  la  fuerza  de  la  Gente  fe  juntaba  de  todas  par- 
boretandolos    tes,  eftávamos.  en  nueftro  Real,  con  la.  viótoria  bavida. 
antes  con  los  Qtro  j^  {5gUiente,  vinieron  Menfajeros  de  los  Señores, 
diciendo,  que  ellos  querían  fer  Vafallos  de  Vueftra  Al- 
teza, y  mis  Amigos:  y.  que  me  rogaban,  les  perdonarte 

el 

(  r  )  Una  de  las  Banderas  que  traxo  Corte's  eftá  en  la  Secretaría  de  Gobierno: 
y  la  otra  en  S.Prancifco  de  efta  Ciudad;  la  primera  «un»  N.S'r*.  pintada  en  f^níaíc», 
y  la  otra  con  l*  Cruz,  ' . 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  y 5 

el  yerro  pafladó.  E  traxeronme  de  comer,  y  cierras  co- 
las de  plumajes,  ique  ellos  üfan¿  y  tíerieii  eri  eftírriá.  ís 
yo  les  rcfpondí,  que  ellos  lo  habían  hecho  malí  pero 
que  yo  era  contentó  de  fer  Fu  Amigo,  y  perdonarles  lo 
que  habían  hecho.  Otro  día  íiguiente  vinieron  Faftá  cin- 
cuenta Indios;  que  iegun  pareció,  eran  hombres  de  quiera 
fe  hacia  calo  entre  ellos ,  diciendo ,  que  nos  venían  á 
rraher  de  comer:  y  comienzan  á  mirar  las  entradas,  y 
laudas  de  el  Real,  y  algunas  Chozuelas,  donde  eftavamos 
apofentádos.  Y  loa  de  Ctrnpbal  vinieron  á  ini ,  y  d¡- 
xeronme,  qué  miraíTe,  que  aquellos  eran  malos,  y  que 
venían  á  eipiar ,  y  mirar  como  nos  podrían  dañar :  é 
t]ue  tuviciíe  por  cierto,  que  hó  venían  á  otra  cofa.  Yo 
hize  tomar  uno  de  ellos  diíimuladamente,  que  los  otros 
no  lo  vieron,  y  apárteme  Con  él,  y  con  las  Lenguas,  y 
amedréntele  para  que  me  di xefle  lá  verdad.  Él  quál  cort- 
fefó,  que  Siriteñgal;  que  es  el  Capitán  general  de  eftá 
Provincia,  eftava  detras  de  uhO¿Cerro$,que  eftavari  fron- 
tero de  el  Real,  con  mucha  cantidad  de  gente  para  dar 
aquella  noche  iobre  nofotros:  porque  decían;  que  ya  fe 
habían  probado  de  día  con  nofotros,  que  ho  les  apro- 
vechaba nada;  y  que  querían  probar  de  noche,  porque 
los  fuyos  rio  temiefícri  los  Caballos;  ni  los  tiros,  ni  las 
Hipadas.  Y  que  los  había  embiado  á  ellos,  para  cjué 
vieíTert  riceítro  Real,  y  las  partes  por  donde  nos  poduari 
entrar,  y  como  nos  podrían  quemar  aquellas  Chozas  dé 
paja.  Y  luego  fize  tomar  otro  de  los  dichos  Indios,  y 
le  pregunté  afsímiímo;  y  confefó  lo  que  el  otro  por  laá 
rnifmas  palabras:  y  de  eftos  tomé  cinco,  ó  feís,  cjue  iój 
dos  conformaron  en  fus;  dichos.  Y  virio  efto,  los  mandé 
tomar  á  todos  cincuenta,  y  cortarles  las  manos,  y  los 
embiéVque  dixeífen  á  fu  Señor,  que  de  noche»  y  de  día,' 
f  cada,  y  quando  él  vínieíie,'  venan  quien  eramos.  É  yo 
fice  Fortalecer  mí  Real  á  lo  mejor  que  pude,  y  poner 
la  Gente  en  laá  Éftaricias,  qué  me  pareció,  que  convenía! 
y  afsí-  értuve  fóbré  avifo.hafta  que  íe  pufo  el  Sol.  E  jfá 
que  anochecía,  comenzó  á  bajar  la  Gente  de  los  con* 
tfati©*  por  á<¡$  Valles,  y  ellos  peofabao  Óue  veofrff  fe- 


y4  -  CARTA-'DE  RELACIÓN 

cretas,  para  nos  cercar,  y  ponerfe  mas  cerca  de  nofo» 
tros,  para  executar  fu:  propóíito:  y  corno  yo  eíhva  mu 
avifado,  vílos;  y  parecióme,  que  dejarlos  ücgir  á  cí  Real, 
que  feria  mucho  daño  ,  porque  de  noche,  como  no 
vierten  lo  que  de  mi  parte  fe  les  hicieífc,  llegarían  mas 
íin  temor;  y  también  porque  los  Efpañoles  no  los  vien- 
xlo,  algunos  ternian  alguna  flaqueza  en  el  pelear:  y  temí 
que  rae  pufíeran.  fuego.  Lo  qual,  ti  acaeciera,  fuera  tan- 
to daño,  que  ninguno  de  noíotros  efeapára:  y  determi- 
né de  falirles  al  encuentro  con  toda  Ix  Gente  de  Ca^ 
bailo  pará'los  efperar,  ó  desbaratar,  en  maneja. que  ellos 
-no  llegaíTen.  E  afsí  fué,  que  como  no-s  lindaron  que 
íbamos  eonlds  Caballos. á  dar  fobre  qiios,  íin  níngua 
detener,  ni  ;jgrira¿  fe  metieron  por  Jos  Maizales,  de  que 
toda  la  tierra  eíta!xv  c&fi  llena,  y  aliviaron  algunos  de 
■los  Mantenimientos,  qat  -ífáhían  para  .eíl ár  {abre  no-forro?., 
íi  de  aquella  área  de  ,el  todo?  nojs  piídiefferj'  arrancar:  .é 
afsíi  fe  tueroa  por 'í?q.'jel!arnoche,.y  quedamos  leguros. 
Deípucs  .de  paifado  e'íl:o» ,  eftuve  ciegos  días,  que  no 
ftk . de -nuefiro  Rea!  mas  :df  el  rededor,  para.. defender 
la  entrada  de  -aígurfos  Indios,  que  nos  violan  á.  gritar.,, 
.y  á  hacer  .-algunas  .efearamuzas. 
IX.Dejatcfi,  %  delpues  deeftá?  algd  defc3ííí<ado,  falí  jiflA  ñor 

cera  vez  ^/"-.chc*  deípaei  :ds  rondalla  la  Guarda  de  la  pruna,  con 
tés  e     j^lj'^ath  Peones,  y  con  los  indios- nueftros  Amigos,  .-y- can 

miento,  danao  »    J  ,  o      »    7  • -w 

en  hs  Indios,  los  de  Caballo:  y  a  una.  legua  de  el  Ueal  l¿  me  ,-caye- 
y  le  pide  Paz.  "Tan  cíñelo  de  los  Católos,  y  Yeguas  que  llegaba,  que 
Recelo  de  los  cn  ninguna  manera  4os  pude  paila  r  adelante,  y  hicekis 
Efpancks ,   3'-|j0¡pCF,  jg   aunque    todos  los.  de    to»  Cog&pañía  dechn, 

cómelos  alentó- \,  „?  .  ,      ,-  -    i  «  \         > 

Cortés.  §nc  me  . terna  líe,  porque,   era  mnu  lertal,  todavía  íegui 

.  mi  camino,,  coníiderando,  que  Dioses  fobre  natura :  Y 
..  antes  que  amanecielíe  <U  fol>re  dos  Pueblas,  cu  que  rúa- 
le mucha  gente.  E  no  quife  quemar  las  Cafas,  por  z$q 
'fer  fentido  con  los  fuegos   uVlas  otras ■  Poblacioucvq^e 
•  efiiivan  muy  juntas.  £  ya  que  amanecía  di  eu  uírupug- 
>.i¡bla,  rsn  grande,  que. fe  ha  hallado  en  él,  por  >HitacÚM 
fcnqne.  yo  ,bkc  ba'ctr, l  njas^dej ■  veinte  |ípil  palas.  E  cosió 
tos  toaré  ¿te^fobr.efajto,  "laJUn  /\«¡%«V>4fl3i  jfi^Mf^ñS* 
*r:;  ••%:.•'■  res, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES,  ft 

res-,  y  niños  defnudos  por  las  calles;  c  comenzé  á  ha- 
cerles algún  daño.  E  viendo  que  no  tenían  refíftencia, 
vinieron  í  mi  ciertos  Principales  del  dicho  Pueblo  á  ro- 
barme, que  no  les  hicielTe  mas  mal,  porque  ellos  que- 
rían fer  VafaÜos  de  Vueftra  Alteza,  y  mis  Amigos ,  y 
que  bien  vían,  que  ellos  tenían  la  culpa  en  no  me  ha- 
ber queiido  creer;  pero  que  de  allí  adelante,  yo  vería,' 
como  ííempre  harían  lo  que  yo  en  nombre  de  Vueftra 
Mageítad  les  mandare,  y  que  ferian  muy  verdaderos  Va- 
{¿líos  Tuyos.  Y  luego  vinieron  con  migo  mas  de  qua* 
tro  mil  de  ellos  de  paz,  y  me  Tacaron  fuera  á  una  Fuen* 
re,  muy  bien  de  comer.  E  afsí  los  dexé  pacíficos,  y 
bolví  á  nneftro  Real,  donde  hallé  la  Gente,  que  en  él 
había  dejado,  farro  temorizada,  creyendo  que  fq  me  ho<* 
biera  ofrecido  algún  peligro,  por  lo  que  la  noche  aa- 
res  hebún  vifto  en  bolveí  los  Caballos ,  y  Yeguas,  E 
defpues  de  fabida  la  ■  victoria,  que  pios  nos  b>bía  que- 
jido dar,  y  como  deseaba  aquQÜos  Pueblos  de  paz,  llo- 
vieron mucho  placer:  Po'.que  cqrtirlco  a  Vueíí<M  Mageí* 
jad,  qae  no  había  tal  de  nofotrosj  .que  no  .tuvieíTe  mu- 
cho temor,  por  nes  ver  tan  deucto  en  la  Tierra,  y  en- 
tre tanta,  y  ral  gente;  y  tan  fin  efp^ranza  de  focorro 
de;  ninguna  parte.  De  ial  manera,  que  ya  ít  mis  oídos 
pía.  decitpor  los  corrillos,  y  caíl  público,  que  habí?  íi* 
do  Pedro  Carbonero  que  los  había  metido  donde  nun- 
fa.  podrían  íalir.  E  aun.  mas  oí  djeciren  una  Choza  de 
cienos  Compañeros.  eftanc|o  donde  ellos  na  me  viana 
^ue  íl  yo  era  loco,  y  me  metía  dond?  nunca  podría 
•falir,  qvje  tío  lo  fucilen  ellos.  Jino  que  fe  bolviefíen  á 
¿a  Mar,  y  que.  ú  yo  quifieffe  botver  con  ellos,  bien;  yi 
f¡  no,  que  me  desafíen.  E  muchas  vscqs  fuy  de  cito 
fjqr  muchas  veces  requerido:  y  yo  los  animaba,  dicien- 
<q>>!:i;,  que  miraiíen  que  eran  Vafallos  de  Vueftra  Alte-» 
za,  y  qj$  fáíDás  en  los  Efpaúoles  en  ninguna  p3?te  hu- 
yo faJta,  ( i )  y  que  eftávamos  en  difpoíícion  de  gana? 
^wa-Vaeftia-Magefts^  k>s  mayores  Rey  nos,  y  Señoríos? 

,-.-.'  P  z  que 

fi  i        •      1 1  ¡i     i        - 1  ii    i     i  -  .       n  i« 

fc  (  j  1    Corno  Judas  Mactabee,  j  Matitiiías,  «juetíaa  primeo  xaorir  pro  1*3 
ge,  Sí  facria, 


5  6  CARTA  DE  RELACIÓN 

que  había  en  el  Mundo.  Y  que  demás  de  facer  lo  que 
como  Chriftiartos  éramos  obligados ,  en  püñar  contra 
los  Enemigos  de  rtueítra  Fé;  y  por  ello  en  el  otro  mun- 
do ganábamos  la  gloria,  y  en  eñe  configuíaraos  et  ma- 
yor prez,  y  honra  que  harta  nueítros  tiempos  ninguna 
Generación  ganó.  Y  que  miraflen,  que  teníamos  á  Dios 
tíe  nueftra  parte ,  y  que  á  él  ninguna  cofa  es  impoíi- 
bíe,  y  que  lo  vieíTert  por  las  victorias,  que  habíamos  ha- 
bido, donde  tanta  gente  de  los  Enemigos  eran  muertos, 
y  de  los  nueítros  ningunos;  y  les  dixe  otras  cofas,  que 
me  pareció  dediles  de  eíta  calidad,  que  con  ellas,  y 
con  el  Real  favor  de  Vueftrá  Alteza,  cobraron  mucho 
ánimo,  y  los  atraxe  á  mi  propóíito,  y  á  facer  lo  que  yo 
defeaba,  que  era  dar  ña  en  mi  demanda  comenzada. 
Xi    Llega  Otro  día  figuientc  á  hora  de  las  diez,  vino  á  mi 

Ticetencail  d  sicufengal  eí  Cápitart  General  de  eíía  Provincia  ,  con 
Cortés* yVef  ^a^a  cíncuénta  perfoñas  Principales  de  ella,  y  me  rogó 
puefta  que  U  de  fu  parte  i  y  de  ía  cíe  Magifcatzin,  (r)  que  es  la 
dio:  y  de  como  mas  Principal  Pérfoná  de  toda  la  Provincia,  y  de  otros 
er*,  y  fiempre   niúchos  Señore*  de  ella ,  qué  yo  los  quilíeííe  admitir  á 

h^Jkepú  cl  Keú  Servíci<* de  Vueftra  A!tez'3>  y á  mi  amiííad »  y 

b'hade  T/ax-  'es  perdonarte  ios  yerros  pafados,  porque  ellos  no  nos 

r  /a,  y  Provin  Conocían,  ni  fabían  quien  eramos:  y  que  ya  habían  pro» 

cías  de  fu  co»  bado  todas  fus  fuerzas,    afsí  de  día ,    como  de  noche, 

torne;  y  per-  _ara  efcofarfe  <je  fef  fúbdiíos,  ni  fujetos   á  nadie;  por 

qué  rio  ufaban  *    .  ...  n      „,       .     .'    ,      ,    ,  ,  .    - ,    r    . 

fut  hdiós  Sa¡,  *lue  en  ni"gun  tiempo  efta  Provincia  lo  había  fído,  ni 
ni  Algodón*  tenían  ni  habían  tenido  cierto  Señor:  antes  habían  vi* 
vido  efentos,  y  por  fí  de  iinmemorial  tiempo  acá :  y 
que  íiemprc  fe  habían  defendido  contra  el  gran  Podef 
de  Muteczurna,  y  dé  fü  Padre,  y  Abuelos,  que  coda  la 
Tierra  tenían  fo  juzgada:1  y  á  ellos  jamas  habían  podido 
traher  á  lujecion,  teniéndolos  como  los  tenían  cercados 
por  todas  partes,  fin  tener  lugar  para  por  ninguna  de 
íu  Tierra  poder  lalin  é  que  no  comían  Sal  (  z )  porque 

no 


— 


(  i  >    Gobernador,  y  Genenl,  que  era  de  la  República  de  Tlazcala. 

.( i )  La  Sal  de  qué  ufan  los  Indios  la  llaman  Tequefqult,  que  es  el  Salitre,  que' 
robre  la  haz  de  la  tierra  fe  coge  hoy  para  elle  fin,  y  para  facar  el  Salicic  para  It 
Pólvora:  el  comercio  grande  de  efta  Sal  le  tenían  los  Mexicanos  en  Yxupaíuc.i,  « 
Yxtapalapa,  que  quiete  decir  Pueblos  doode  fe  coge  Sal,  6  Yxcat!;  y  auu  koj  cié* 
neo  efte  mifaio  oficio  ios  de  Yxtapahp, 


DE  D.  FERNANDO  COSTES,  tf 

no  la  había  en  íu  tierra,-  ni  fe  la  dexaban  falir  á  com- 
prar á  otras  partes,  ni  venían  ropas  de  algodón:  (  i  )  por- 
que en  fu  tierra  por  la  frialdad  no  le  criaba,  y  otras 
muchas  cofas,  de  que  carecían  por  eftar  afsí  encerrados; 
é  que  lo  fofrían,  y  habían  por  bueno,  por  fer  efentos,  y 
no  fujetos  á  nadie;  y  que  con  migo  que  quifieran  ha- 
cer lo  mifmo:  y  para  ello  como  ya  decían,  habían  pro- 
bado fus  fuerzas,  y  que  veían  claro,  que  ni  ellas,  ni  las 
mañas,  que  habían  podido  tener,  les  .aprovechaban;  que 
querían  antes  fer  Vafallos  de  Vueftra  Alteza,  que  no  mo- 
rir, y  fer  deftruidas  fus  Cafas,  y  mugeres,  y  hijos.  Yo  les 
fatisñee  diciendo,  que  conocieren  como  ellos  tenían  la 
culpa  de  el  daño  que  habían  recibido,  y  que  yo  me  ve- 
nía á  fu  tierra,  creyendo,  que  venía  á  tierra  de  mis  Ami- 
gos, porque  los  de  Cempoal  al;i  me  lo  habían  certifica- 
do, que  lo  eran,  y  querían  fer,  y  que  yo  les  había  em- 
biado  mis  menfajeros  delante,  para  les  facer  faber  como 
venía,  y  la  voluntad,  que  deiu  amiftad  trahía,  y  que  fin 
me  refponder,  veniendo  yo  íeguro,  me  habían  falido  á 
faltar  en  el  Camino,  y  me  habían  muerto  dos  Caballos, 
y  herido  otros;  y  demás  de  efto,  defpues  de  haber  pe- 
leado con  migo,  me  embiaron  fus  menfajeros,  diciendo, 
que  aquello  que  fe  había  hecho,  habí j  íído  fin  fu  licen- 
cia, y  confenrimiento,  y  que  ciertas  Comunidades  fe  ha- 
bían movido  á  ello  fin  les  dar  parte;  pero  que  ellos  fe  lo 
habían  reprehendido,  y  que  querían  mi  amiftad,  Y  yo  cre- 
yendo fer  afsí,  les  había  dicho  que  me  placía,  y  me  ver- 
nía  otro  dia  feguramente  en  fus  caías,  como  en  cafas  de 
mis  Amigos,  y  que  aísí  mifmo  me  habían  íalido  al  Ca- 
mino, y  peleado  conmigo  todo  el  dia,  harta  que  la  no- 
che fobrevino:  no  obftanre,  que  por  mi  habían  fido  re- 
queridos con  la  paz,  y  traxeles  á  la  memoria  todo  lo  de- 
,  más  que  contra  mi  habían  hecho,  y  otras  muchas  cofas, 
que  por  no  dar  á  Vueftra  Alteza  importunidad  dexo.  Fi- 
nalmente, que  ellos  quedaron,  y  fe  ofrecieron  por  Súb- 

Q  di- 


..j  (  i )     El   Algodón  fe  coge  en  tierra    oliente,   y  todos  los  Pueblos   de  las  Se. 
ñorús  de  Tlaxcala  fon  de  temperamento  frió,  y  ventofo  por  h  cercanía  de  el 
I  Volcan,  y  Sierra. 


5  8  6ARYA  DE  RELACIÓN 

ditos,  y  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad ,  y  paraíu  Rea! 
Servicio,  y  ofrecieron  fus  Perfonas ,  y  Haciendas;  y  afsí 
lo  hicieron,  y  han  hecho  harta  hoy,  y  creo  lo  farán  pa- 
ra fiempre,  por  lo  que  adelante  Vueftra  Mageftad  verá. 
Xl.Ruegan  á  Y  afsí  eftuvc  fin  falir  de  aquel  Apofento, y  Real, 

Cortés  los  Se-   qUe  áj¡^  tcnfa  fe¡Syó  ficle  ¿ias,  porque  no- me  ofaba  fiac 

Ta?J  entre**»  ^c  e'los:  Pue^°  clue  mc  rogaban,  que  me  viniéííc  á  un3 
fu  Ciudad,  y  h  Ciudad  ( i )  grande  que  tenían,  donde  todos  los  Señores 
~executc.Su  Si-   de  efta  Provincia  reíidían,  y  refiden,  harta  tanto,  que  to- 
tio,  Plaza  ma    dos  jos  Señores  me  vinieron  á  rogar,  que  me  fueííe  á  la 
JMercído '  f"  Ciuda<1'  Por£lue  allí  f«ía  «*)<>*  recibido,  y  proveído  de 
abundancia,  y  *as  c0^as  necefarias,  que  no  en  el  Campo.  Y  porque  ellos 
ctmofegobcr.  tenían  vergüenza  en  que  yo  eftuvicíTe  tan  mal  apofenta- 
vaba.DeMa    do,  pues  me  tenían  por  fu  Amigo,  y  ellos,  y  yo  éramos 
5f  fi  7r  Vaf5llos  de  Vueftra  Alteza:  y  por  fu  ruego  me  vine  á  la 
lis   Laárfnts  Ciudad,  que  efiá  feis  leguas  de  el  Apofenco,  y  Real,  que 
enei.'a,y  aii¿¡  yo  tenía.  La  qual  Ciudad  es  tan  grande,  y  de  tanta  adrni- 
Prtvincia  de  ración,  que  aunque  mucho  de  lo,  que  de  ella  podría  de- 
Gnafir.cango.     c¡r¡  ¿jeXe,  lo  poco  que  diré  creo  es  cafi  increíble,  porque 
es  muy  mayor  que  Granada,  ( t )  y  muy  mss  fuerte,  y  de 
tan  buenos  Edificios,  y  de  muy  mucha  mas  gente,  que 
Granada  tenía  al  tiempo,  que  fe  gano,  y  muy  mejor  abaf- 
tecída  de   las  cofas  de  la    tierra,  que  es  de  Pan,  y  de 
Aves,  y  Caza,  y  Pefcado  de  los  Ríos,  y  de  otras  Icgum* 
bres,  y  cofas,  que  ellos  comen  muy  buenas.  Hay  en  efta 
Ciudad  un  mercado,  en  que  quotidianamente  todos  los 
días  hay  en  él  de  treinta  mil  Animas  arriba  vendiendo, 
y  comprando,  fin  otros  muchos  mercadillos,  que  hay  poí 
la  Ciudad  en  partes.  En  efte  mercado  hay  todas  quantas 
cofas  afsí  de  mantenimiento,  como  de  vertido,  y  calza-* 
do,  que  ellos  tratan,  y  puede  haber.  Hay  Joyerías  de  oro, 
y  plata,  y  piedras,  y  de  otras  Joyas  de  plumage  tan  bien 
concertado,  como  puede  fer  en  todas  las  Plazas,  y  mer- 
ca- 


.  ( i  )  Hoy  llamaba  Tlaxcala, 

(  i  )  En  las  Ruinas,  que  aun  hoy  fe  vén  en  Tlaxcala,  fe  conoce,  que  no  es  pon* 
aeración:  La  almndaiiíia  ¿c  Trigo,  é  daMaia  es  noterií?,  y  efla  quiere á*5¡r  Tlrfx> 
cjII),  Tisrra  ¿a  Pan, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  j# 

cádoís  de  el  Mundo.  Hay  mucha  Loza  ( i  )  de  todas  ma- 
neras, y  muy  buena,  y  tal  como  la  mejor  de  Efpaña.  Ven- 
den mucha  leña,  y  carbón,  y  yervas  de  comer,  y  medi- 
cínales. Hay  cafas  donde  laban  Tas  Cabezas  como  Barbe* 
ros,  y  las  rapan,  hay  baños.  Finalmente,  que  entre  ellos 
hay  toda  manera  de  buena  orden,  y  policía;  y  es  gente 
de  toda  razón,  y  concierto:  y  tal,  que  lo  mejor  de  Áfri- 
ca no  fe  le  iguala.  Es  ella  Provincia  de  muchos  Valles 
llanos,  y  herraofos,  y  todos  labrados,  y  fembrados,  fin 
haber  en  ella  cofa  vacua:  tiene  en  torno  la  Provincia  no- 
venta leguas,  y  mas;  la  orden  que  hafta  ahora  fe  ha  al- 
canzado, que  la  gente  de  ella  tiene  en  gobernarfe,  es  caía 
como  las  Señorías  de  Vcnecia,  y  Genova,  ó  Pifa;  porque 
no  hay  Señor  general  de  todos.  Hay  muchos  Señores,  y( 
todos  refiden  en  efta  Ciudad,  y  los  Pueblos  de  la  tierra 
fon  Labradores,  y  fon  Vafallos  de  eftos  Señores,  y  cada 
uno  tiene  fu  tierra  por  sí:  tienen  unos  mas  que  ottos;  é 
para  fus  guerras,  que  han  de  ordenar,  juntanfe  todos.,  y  ro- 
dos juntos  las  ordenan,  y  conciertan:  Creefe,  que  deben 
de  tener  alguna  manera  de  Jufticia  para  caftigar  los  ma- 
los: porque  uno  de  los  Naturales  de  efta  Provincia  hurtó 
cierto  oro  á  un  Efpañol,  y  yo  le  dixe  á  aquel  Magifca- 
cin,  que  es  el  mayor  Señor  de  todos,  y  ficieron  fu  pef- 
quifa,  y  íiguieronlo  falta  una  Ciudad,  que  eftá  cerca  de 
allí,  que  fe  dice  Churukecal,  (  z. )  y  de  allí  lo  traxcron  prc- 
fo,  y  me  lo  entregaren  con  el  oro,  y  me  dixeron ,  que 
yo  lo  híciefte  caftigar:  yo  les  agradecí  la  diligencia,  que 
en  ello  puíicron:  y  les  dixe,  que  pues  citaba  en  fu  tier- 
ra, que  ellos  lo  caftigaífen,  como  lo  acoftumbraban,  y, 
que  yo  no  me  quería  entremeter  en  caftigar  á  los  fuyos 
efíando  en  fu  tierra;  de  lo  qual  me  dieron  gracias,  y  lo 
tomaron,  y  con  pregón  público,  que  manifeftaba  fu  de- 
lito, le  hicieron  llevar  por  aquel  gran  mercado,  y  allí  le 
puíieron  al  pie  de  uno  como  Teatro,  que  eftá  en  medio 

Qz  de 


(  i  )  Hoy  fe  hace  Losa  en  la  Puebla,  y  es  la  mas  npieciable  de  el  Rey  no  pa-- 
sa  el  ufo  comuü.y  en  Guadalaxara  fy  fabrican  Barro»  tan  primerofos,  ana  pa* 
6fp«c¡a!e,  fe  embaa  4  £  I  paña. 

( % )  eáfiuU. 


6o  CARTA  DE  RELACIOM 

eJe  el  dicho  mercado,  ( %  )  y  enci.ua  de  el  Teatro  rubia»1 
el  Pregonero,  y  en  altas   voces   tornó  á  decir  el  delito 
de  aquel,  é  viéndolo  todos ,  le  dieron    con  unas  parras 
en    la  cabeza,  harta  que  lo  mataron.  E  muchos  otros  ha- 
bernos vifto  en  prifiones,  que  dicen,  que  los  tienen  por 
furtos,  y  cofas,  que  han  hecho.  Hay  en  efta  Provincia  por 
votación,  que  yo  en  ella  mandé  hacer,  quinientos  mil  Veci-' 
nos,  que  con  otra  Provincia  pequeña,  que  eftá  junto  con 
efta,  que  le  dice  (2,)  Gnazincango,  que  viven  á  la  ma- 
nera de  cftos  fin    Señor  natural ,    los  quales    no  menos 
eftán  por  Vafalios  de  Vueftra  Alteza,  que  eftos  de  Taf- 
calteca. 
X1L  De  los  Eftando,   muy    Católico  Señor,  en  aquel  Rea!, 

Embajadores,  que  tenfa  en  el  Campo,  quando  en  la  guerra  de  efta  Pro. 

•y  Regalo,  que      '.      .         _   ,  ••'•r«c-  •      • 

Muteczuma  vineu  eftaba,  vinieron  a  mi  leis  Señores,  muy  principa- 

tmbió  á  Cor-  les  Vafalios  de  Muteczuma  con  faíh  dofcientos  hombres 

tés,  y  del  pía  para  fu  ferdeio,  y  me  dixeron,  que  venían  de  parre  de 

cerque  tuvo  de  ej  jj^ho  Muteczuma  á  me  decir,  como  el  quería  fer  Va-. 

le  W"™*  ds  fall0  de  Vueftra  Alteza,  y  mi  Amigo,  y  que  viefle  yo,  que 

¡os  Mexicanos,  ,  J}  w      a        ai 

•¡Tlaxcaltecas.  et%\?  Q/,e  quena  que  el  dielle  por  Vueltra  Alteza  en  ca- 
da un  año  de  Tributo  aísí  de  oro,  como  de  plata,  y  pie- 
dras, y  Efclavos,  y  ropa  de  algodón,  y  otras  de  las  que 
ét  tenía:  y  que  todo  lo  daría,  con  tanto,  que  yo  nofuefle 
á  fu  tierra;  y  que  lo  hacía,  porque  era  muy  efteril,  y  fal- 
ta de  todos  mantenimientos,  y  que  le  pefaría  de  que  yo 
padecieííe  necefsidad,y  los  que  conmigo  venan;  é  con 
ellos  me  embió  fafta  mil  pefos  de  oro,  y  otras  tantas  piezas 
de  ropa  de  algodón  de  la  que  ellos  viften.  Y  eftuvieron 
conmigo  en  mucha  parte  de  la  guerra  hafta  el  fin  de 
ella,  que  vieron  bien  lo  que  los  Efpañoles  podían,  y  las 
paces,  que  con  los  de  efta  Provincia  fe  hicieron,  y  el 
ofrecimiento,  que  al  Servicio  de  Vueftra  S.  M.  los  Se- 
ñores, y  toda  la  tierra  hicieran,  de  que  fegun  pareció,  y 
ellos  moftraban.  no  hovieron  mucho  placer,  porque  rra-' 
bajaron  por  muchas  vias,  y  formas  de  me  rebolver  con 

— —  ellos 


(  1  )  Que  hoy  llaman   Tianguiz. 
(  x  )  Es  Guajoziogo, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ¿i 

ellos:  diciendo ,  que  no  era  cierto  lo  que  me  decían,  ní 
verdadera  la  amiftad,  que  afirmaban,  y  que  lo  hacían  por 
me  afegurar  para  hacer  á  fu  falvo  alguna  traycion.  Los 
de  efta  Provincia  por  configuiente,  me  decían,  y  avi- 
faban  muchas  veces,  que  no  me  ñafie  de  aquellos  Va- 
fallos  de  Muteczuma,  porque  eran  traydores,  y  fus  co- 
fas fiempre  las  hacíao  á  traycion,  y  con  mañas,  y  con 
eftas  habían  fojuzg3do  toda  la  tierra;  y  que  me  avifa- 
ban  de  ello  como  verdaderos  Amigos,  y  como  perfo- 
ras, que  los  conocían  de  mucho  tiempo  acá.  Vida  la  dis- 
cordia, y  defeonformidad  de  los  unos,  y  de  los  oíros, 
no  huve  poco  placer,  porque  me  paieció  hacer  nr.icho 
á  mi  propófito,  y  que  podría  tener  manera  de  mas  ayna 
iojuzgailos,  y  que  fe  dijcffe  aquel  común  decir  de  Mon- 
te, &c.  é  aun  acordéme  de  una  autoridad  Evangélica, 
que  dice  :  Ontne  Regnum  in  feipfum  divifum  defolabitur:  y 
con  los  unos,  y  con  los  otros  maneaba,  y  á  cada  uno 
en  fecreto  le  agradecía  el  avifo,  que  me  daba,  y  le  da- 
ba ciédiro  de  mas  amiftad  que  al  otro. 

Defpues  de  haber  eírado  en  efta  Ciudad  veinte  xill.  Pro- 
dias,  y  mas,  me  dijeron  aquellos  Señores  Menfajeros  de  curan  los  Em- 
Mureczuma,  que  fiempre  eftuvieron  con  migo,  que  me  bajadores  de 
fucile  á  una  Ciudad,  que  eftá  feis  leguas  de  efta  de  Taf-  *"£,"* "J 
caltecal,  que  fe  dice  Churultecal,  (i)  porque  los  Naturales  cortés  vaya  á 
de  ella  eran  Amigos  de  Muteczuma  fu  Señor  ,  y  que  churultecal,  y 
alli  fabríamos  la  voluntad  de  el  dicho  Muteczuma,  llera   le    manifie/lan 

que  yo  fucile  á  fu  Tierra,  y  que  algunos  de  ellos  irían    la  Tr«yc'°»l°s 
v    li  /,  /     .     •  i      i  i        i    i  '       ii      de     ¡.láscala, 

x  hablar  con  el  ,  y  a  decirle   lo  que  yo  les  había  di-  L¡esan    otros 

ciio,  y  me  bol  verían  con  la  refpuefta.  E  aunque  fabían,    Embajadores 

que  alli  citaban  algunos  Menfajeros  fuyos   para  me  ha-   de  Muteczuma 

blar,  yo  les  dije,   que  me  iría,  y  que  me  partiría  para   a  Cortés,  y  co- 

un  día  cierto,  aue  les  feñalé.  Y  íabido  por  los  de  efta  **¡  los  rerpon* 
i)       •      •      j    V\     i         ii  ii        l   i  -  dio,  y   amena- 

Provincia  de  Taicaltecal  lo  que  aquellos  habían  concer-   zas  qíte  hs  him 

lado  con  migo,  y  como  yo  había  aceptado  de  me  ir  zi,y  como  vi- 
tan ellos  á  aquella  Ciudad  ,  vinieron  á  mi  con  mucha  meron  á  verle, 
pena  los  Señores;  y  me  dijeron,  que  en  ninguna  manera  Ufados,    los 

U  fiírf  Senores  de  la 

K  ruel"  referida   Pro- 


vincia, 
(  i  )    Chulul.1, 


%£  CARTA  DE  RELACIÓN 

fueiTe,  porque  me  tenían  ordenada  cierta  Tiáycion,  para 
me  matar  en  aquella  Ciudad  á  mi,  y  á  los  de  mi  Com- 
pañía ,  é  que  para  ello  había  embiado  Muteczuma  de 
fu  Tierra  ( porque  alguna  parte  de  ella  confína  con  ei- 
rá Ciudad )  cincuenta  mil  Hombres,  y  que  los  tenía  en 
Guarnición  á  dos  leguas  de  la  dicha  Ciudad,  fegun  fe-? 
ñalaron,  é  que  tenían  cerrado  el  camino  Real,  por  don- 
de folian  ir,  y  hecho  otro  nuevo  de  muchos  ojos ,  y; 
pales  agudos,  hincados,  y  encubiertos,  para  que  los  Ca- 
ballos cayeífen,  y  fe  mancaren,  é  que  tenían  muchas  de 
las  Calles  tapiadas,  y  por  las  Azoteas  de  las  Cafas  mu- 
chas piedras,  para  que  deípues  que  entraííemos  en  la 
Ciudad,  Tomarnos  feguramente,  y  aprovecharfe  de  no- 
sotros á  fu  voluntad;  y  que  íí  yo  quería  ver  como  era 
verdad  lo  que  ellos  me  decían,  que  miralTe  como  los 
Señores  de  aquella  Ciudad  nunca  habían  venido  á  me 
ver,  ni  hablar,  eítando  tan  cerca  de  efta,  pues  habían 
venido  los  de  ( i )  Guafincango,  que  eftaban  mas  lejos 
que  ellos;  y  que  los  embulle  á  llamar,  y  vería  como  no 
querían  venir.  Yo  les  agradecí  fu  avifo,  y  les  rogué, 
que  me  dicífen  ellos  perfonas,  que  de  mi  parte  los  fuef- 
íen  á  liamar :  y  afsí  me  las  dieron,  é  yo  les  embié  á 
rogarj  que  vinieífen  á  verme,  porque  les  quería  hablar 
cierras  cofas  de  parte  de  Vueftra  Alteza,  y  decirles  la 
caufa  de  mi  venida  á  efta  Tierra.  Los  quales  Menfaje- 
ros  fueron,  y  dijeron  mi  Menfage  á  los  Señores  de  di- 
cha Ciudad:  y  con  ellos  vinieron  dos,  ó  tres  Perfonas, 
no  de  mucha  autoridad,  y  me  dijeron,  que  ellos  ver 
nian  de  parte  de  aquellos  Señores,  porque  ellos  no  po- 
dían venir  por  eftar  enfermos,  que  á  ellos  les  dijelTe  lo 
que  quería.  Los  de  efta  Ciudad  me  dijeron,  que  era 
burla,  y  que  aquellos  Menfajeros  eran  hombres  de  po- 
ca fuerte:  y  que  en  ninguna  manera  me  partieífe ,  íín 
que  los  Señores  de  la  Ciudad  vinieífen  aquí.  Yo  les  ha- 
blé á  aquellos  Menfajeros,  y  les  dije,  que  Embajada  de 
tan  Alto  Príncipe  como  Vueftra  S.  Mageftad,  que  no  fe 
había  de  dar  á  tales  perfonas  como  ellos;  y  que  aun 

fus 

(  i  )    Huajozjngo, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  Zf 

fus  Señores  eran  poco  para  la  oír:  Por  tanto,  que  den* 
tro  de  tres  dias  parecieífen  ante  roí,  á  dar  la  obedien- 
cia á  Vueftra  Alteza,  y  á  fe  ofrecer  por  fus  Vafallos, 
con  apercebimiento,  que  paflado  el  término,  que  les  da- 
ba, íi  no  vink-ífen,  iría  fobre  ellos,  y  los  deftruiría,    y 
procedería  contra  ellos  como  contra  perfonas  rebeldes, 
y  que  no  fe  querían  fometér  debaxo  de  el  Dominio  de 
iVueftra  Alteza.  E  para  ello  les  embié  un  Mandamiento 
firmado  de   mi  nombre,   y  de  un  Efcribano,  con  rela- 
ción larga  de  la  Real  Perfona  de  Vueílra  Sacra  Magef- 
tad,  y  de  mi  venida*  diciendoles,  como  todas  eftas  Par- 
tes, y  otras  muy  mayores  Tierras,  y  Señoríos  eran  de 
iVueftra  Alteza  ;    y    que  los    que  quifieífen  fer  fus    Va- 
fallos,  ferian  honrados,  y  favorecidos;  y  por  el  contrae 
rio,  los  que  fuellen  rebeldes,  ferian  caftigados  confort 
me  á  Jufticia.  Y  otro   día  vinieron  algunos   de    los  Se-, 
ñores  de  la  dicha  Ciudad,  ó  cali  todos,  y  me  dijeron, 
que  íi  ellos  no  habían  venido  antes,  la  caufa  era,  pot 
que  los  de  efta  Provincia  eran  fus  Enemigos,  y  que  no 
cflaban  entrar  pot  fu  Tierra*  por  que  no  penfaban  ve- 
nir feguros;  é  que  bien  creían,    que  me  habían  dicho» 
algunas  cofas  de  ellos,  que  no    les  dicííe    crédito,  por 
que  las   decían  como   Enemigos,  y   no  porque  paffiba 
aísí,  y  que  me  fuelle  á  fu  Ciudad,  y  que  allí  conocería 
fer  f.üfedad  lo  que  eftos  me  decían,  y  verdad    lo  que 
ellos  me  certificaban:  é  que  defde  entonces  fe  dabm,  y 
ofrecían  por  Vafallos  de  Vueftra  Sacra  Mageftad,  y  que      %*» 
lo  ferian  para  fíempre,   y  fervirian,  y  contribuirian  en     Tlaxtafa   "* 
todas  las  cofas,  que  de  parte  de  Vueftra  Alteza  fe  les  procura  difua- 
mandaífe,  é  aísí  lo   aífentó  un  Efcribano>  por   las  Len-  dir  <b  Cortés  el 
guas  que  yo  tenía:  y  todavía   determiné  de  me  ir  con  ^iaSe porCbo~ 
ellos,  afsí  por  no  moftrar  flaqueza,  como  porque  defde  ,2  ? en  "&* 

...  r,  ',  .  ."  *'■  r      1  ¡o  Jalen  con  él 

allí  penlaba  hacer  mis  negocios  con  Muteczuma,  porque  cien  mil  indios 

confina  con  fu  tierra,  como  ya  hé  dicho,  y  allí  ufaban  yetara  con  fe  ti 

venir,  y  los  de  alli  ir  allá,  porque  en  el  camino  no  te-  mil  en  c¿>oiu. 

nían  requefta  alguna.  J»  *  f>*ft*  te 

Y  como  los  de  Tafcaltecal  vieron  mi  determina-  ¿¡¡fe"tt  q"0's  í 

tlon>  pelóles  mucho,  y  dijeronms  mjjchas  veces  que  lo  Tiaxcuia, 


$4  ;   CARTA  DE  RELACIÓN 

erraba.  Pero,  que  pues  ellos  íe  habían  dado  por  Vafa- 
llos  de  Vueftra  Sacra  Mageftad,y  mis  Amigos,  que  que- 
rían ir  con   migo,  y  ayudarme  en   todo  lo  que  fe  ofre- 
cieíTe.  E  puerto  que  yo  ge  lo  defendíeífe,  y  rogué  que 
no  fuellen  3   porque  no  había  necefidad,   todavía  me  íi- 
guieron  harta  cien  mil  Hombres  muy  bien  aderezados  de 
Guerra  ,    y  llegaron  con    migo  harta  dos    leguas    de  la 
Ciudad:  y  defde  alli,  por  mucha  importunidad  mia,  fe 
bolvieron  ,  aunque  todavía  quedaron  en    mí   compañía 
harta  cinco,  ó  íeis  mil  de  ellos,  é  dormí  en  un  Arioyo, 
que  alli  eftaba  á  las  dos  leguas,  por  defpedir  la  Gente, 
porque  no  hicielfen  algún  efeándalo    en    la  Ciudad,   y 
también  poique  era  ya  tarde,  y  no  quife  entrar  en   la 
Ciudad  (obre  tarde.  Otro  día   de  mañana  falieron  de  la 
Ciudad  á  me  recebir  al   camino   con  muchas  Trompe- 
tas, (  i  )  y  Atabales,  y  muchas  Perfonas  de  las  que  ellos 
tienen  por   religiofas  en  fus  Mezquitas,  vertidas   de  las 
Yeftíduras.  que   ufan,  y  cantando  á  fu  manera  como  lo 
hacen  en  las  dichas  Mezquitas.  (2,)    E  con  efta  folem- 
r.idad  nos  llevaron  hafta  entrar  en  la  Ciudad,  y  nos  me- 
cieron en  un  Apofcnto    muy   bueno ,    adonde    toda  la 
gente   de  mi  Compañía  le  apofentó  á  fu  placer.  E  alli 
nos  trajeron  de  comer,  aunque  no  cumplidamente.  Y  en 
ti  camino  topamos  muchas  léñales,  de  las  que  los  Na- 
turales de  efta  Provincia  nos  habían  dicho:  por  que  ha- 
llamos el  camino  real  cerrado,  y  hecho  otro,  y  algunos 
hoyos  aunque  no  muchos,  _ y  algunas  calles  de  la  Ciu- 
daeí  tapiadas,  y  muchas    piedras  en  todas  las   Azoteas. 
Y  con  e.fto  nos  hicieron  citar  mas  fobre  avifo,"y  á  ma- 
yor recaudo. 

Alli 


(  1  )  Los  Indios  hacen  de  Cañas  unas  Trompetas  muy  fonoras,  y  de  Ma- 
dera unos  Atabales,  que  refuenan  mucho ;  y  en  el  Pueblo  de  Culhuacán  he 
vifto  uno  hueco  por  dentro,  con  un  palo  atravefado  en  la  boca  de  arriba,  y  fe 
toca  con  piedras. 

( 1  )  Los  Templos  de  los  Indios  tenían  muchas  gradas  para  fubir:  otros  eran 
Montes  hechos  á  mano  muy  altos,  como  aun  fe  vé  uno  en  Cholula,  dos  en 
Jan  |uan  Theutihuacán,  que  quiere  decir,  Lugar  de  los  Diofes ,  y  en  otros 
Pueblos:  A  los  Altares,  ú  Adoráronos  les  llamaban  Cues,  que  también  eftaban 
en  lugares  elevados.  El  Templo  grande  de  México,  dedicado  ala  deidad  de  Huitzi- 
lopozthü,  que  fue  el  primer  Caudillo  General  de  los  Mexicanos,  era  el  mas  fun- 
tuofo  de  todos,  y  fe  figura  en  la  Lámina  primera» 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  65 

Allí  fallé  ciertos  -Mcn  fajeros  de  Müteczuma,  que  xr.  Buei- 
venían  "á  hablar  con  los  que  con  migo  citaban:  y  á  mí  venfeá  Méxh 
no  me  dijeron  cofa  alguna,  mas  de  que  venían  á  faber  to  algunos  Em 

de  aquellos  lo  que  con  migo  habían  hecho,  y  concer-  *V*fe.,et     <** 

,t  1      •     ■    j     •     >rc-         '      c  r    c  j   r    Muteczuma;y 

tado  para  lo  ir  a  decir  a  íu  Señor:  e  alsi  le  fueron  del-  r7e/-C£/¿,>r//f  ¡a 

pues  de  los  haber  hablado  á  ellos,  y  aun  el  uno  de  los  Traychn    de 

que  antes  con  migo  citaban,  que   era  el  mas  Principal.  Churulucaí,  ó 

En  tres -Días  que  alli  eftube   proveyeron    muy  mal,  y  cboíulan  '*■ f°? 

,       .1  *  r  J  i     *  i     <•]  \   prefosfusPrin 

cada  día  peor,  y  muy  pocas  veces  me  venían  a  ver,  ni  cipahs  ,,  Cof. 

hablar  los  Señores,  y  Perfonas  Pr/ncipales  de  la  Ciudad,  tés  fe  apodera 

Y  eftando  algo  perplejo   en  eíto,  á  la  Lengua  que  yo  de  la  Ciudad. 

tengo,  que  es  una  India  de  eíta  Tierra,  (1)  que  hove  en  Pr°£"r<»>efcu' 

Putunchán,  que  es  el  Rio  Grande,  que  ya  en  la  prime-  r        os     "' 
*  ,  ,         *        ,       lioneros,  y  pro» 

ra  Relación  á  Vueftra  Mageftad  hice  memoria,  le  dijo  meten  reducir 
otra,  Natural  de  eíta  Ciudad,  como  muy  cerquita  de  ai  Pueblo  «fus 
alli  eflaba  mucha  Gente  de  Muteczuma  junta,  y  que  los  c<?^;  y  A 
de  la  Ciudad  tenían  fuera  fus  Mugcres,  é  Hijos,  y  to-  dJrcr,beiaC"* 
da  fu  Rqpa,  y  que  habían  de  dar  fobre  nofotros,  para 
nos  matar  á  todos:  é  fí  ella  fe  quería  fílvar,  que  fe 
fueíTe  con  ella,  que  ella  la  guarecería;  la  qual  lo  dijo 
á  aquel  Gerónimo  de  Aguilar,  Lengua  que  yo  hove  en 
Yucatán,  de  que  afsimifmo  á  Vueftra  Alteza  hove  eferí- 
to,  y  me  lo  hizo  faber;  é  yo  tuve  uno  de  los  Natura- 
les de  la  dicha  Ciudad,  que  por  alli  andaba,  y  le  apar- 
té fecretamente,  que  nadie  lo  vio,  y  le  interrogué  ,  y 
confirmó  con  lo  que  la  India,  y  los  Naturales  de  Taf- 
caltccal  me  habían  dicho :  é  afsí  por  efto,  como  por 
las  feñales  que  para  ello  había,  acordé  de  prevenir  antes, 
de  íer  prevenido,  é  hice  llamar  á  algunos  de  los  Se- 
ñotes  de  la  Ciudad,  diciendo,  que  los  quería  hablar,  y 
metilos  en  una  Sala;  é  entanto  fice,  que  la  Gente  de 
los  nueflros  eftuvieffe  apercebida,  y  que  en  foliando  una 
Efcopeta,  dieffen  en  mucha  cantidad  de  Indios,  que  ha- 
bía junto  á  el  Apofento,  y  muchos  dentro  en  él.  E  afsí 
ie  hizo,  que  de/pues  que  tuve  los  Señores  dentro  en 
aquella  Sala,  déjelos  atando,  y   cabalgué,  eliize  folrar 

S  el 


(  1  )     Doña  Marina  de  Vüuta  (  fegiin  Gomara)  fué  natural  de  Xslifco,  llevada 
•autiba  á  X3baíio,_y  de-Eauiilia  rnuy-noble^.. 


■:• 


rU  ;  CARTA  DE  RELAGION    ~ 

el  Efcopeta,  y    díñaosles,  tal  mano,  que  en   dos  horas 
murieron    mas  de  tres  mil  hombres.  Y  porque  Vueftra 
Mageftad  vea  quan   apercebidos  eftaban,  antes  que  yo 
faliefle  de  nueftro  Apofentamiento,  tenían  todas  las  Ca*; 
lies  tomadas ,   y  toda  la  Gente  á  punto,   aunque  como 
los  tomamos  de  fobrefalto,  fueron  buenos  de  deshará» 
tar,  mayormente  que  les  faltaban  los  Caudillos,  porque 
los  tenía  ya  prefos,  é  hice  poner  fuego  á  algunas  Tor- 
res, y  Cafas  fuertes,  donde  fe  defendían,  y  nos  ofen^ 
dían.  E  afsí  anduve  por  la  Ciudad  peleando,   dejando 
á  buen  recaudo  el  Apofento,  que  era  muy  fuerte,  bien- 
cinco  horas,  "nafta  que  eché  toda  la  Gente  fuera  de  la 
Ciudad,  por  muchas  partes  de  ella,  porque  me  ayuda- 
ban bien  cinco  mil  Indios  de  Tafcaltecal,  y  otros  qua- 
trecientos   de  Cempoal.  E  buelto   al  Apofcnto,   hablé 
con  aquellos  Señores,  que  tenía  prefos,  y  les  pregunté, 
qué  era  la  caufa,  que  me  querían  matar  á  traycion  ?   E; 
me  refpondieron,  que  ellos  no  tenían  !a  culpa,  porque 
los  de  Culúa,,  (i)  que  ion  los  Vafallos  de  Muteczuma, 
los  hahían  puefto  en  ello:    y  que   el  dicho  Muteczucna 
tenía  alli-,  en  tal  parte,  que  fegun  defpues  pareció,  fe- 
ría  legua,  y  media,  cincuenta  mil  hombres  en  Guarní-' 
¿ion  para  lo  hacer.  Pero  que  ya  conocían  como  habían 
fido  engañados,  que  foltafle  uno,   ó  dos  de  ellos,    y 
tjue  harían  recoger  la  Gente  de  la  Ciudad,  y  tornar  á 
ella  todas  las  Mugeres ,  y  Niños ,  y  Ropa  que  tenían 
fuera;  y  que  me  rogaban ,  que  aquel  yerro  les  peído» 
ñafie,  que  ellos  me  certificaban  ,  que  de  alli   adelante 
nadie  los  engañaría,  y  ferian  muy  ciertos,  y  leales  Va- 
fallos  de  Vueftra  Alteza,  y  mis  Amigos.  Y  defpues  de 
les  haber  hablado  muchas  cofas  acerca  de  fu  yerro,  fol-. 
té  dos  de  ellos:  y  otro  día  fíguiente  eftaba  toda  la  Ciu- 
dad poblada,  y  llena  de  Mugeres,  y  Niños,  muy  íeguros; 
como  fi  cofa  alguna  de  lo    pafado   no  noviera    acaeci- 
do: é  luego   folté   todos    los  otros  Señores,  que  tenía 
prefos,  conque  me  prometieron  de  fervir  á  Vueftra  Ma-;, 
geftad  muy  lealmente.  En  obra  de  quince,  ó  veinte  días, 

que- 

— , r  ^r^rrr.  s 

\  i )    ifto  es,  los  Mexicanoi,  A 


DE  D/FERÑANDO  CORTES.  t7 

íqne:  alli  eítuve,  quedó,  la  Ciudad,  y  Tierra  tan  pací- 
fica i  y  can  poblada,  que  parecía  que  nadie  falcaba  de  ■ 
ella,  y  fus  Mercados,  y  Tratos  por  la  Ciudad ,  como 
antes  los  folian  tener:  y  fice,  que  los  de  efta  Ciudad  de 
Ghurulcecal,  (i)  y  los  deTafcaltecal,  fuellen  Amigos,  por 
que  lo  folian  fer  antes,  y  muy  poco  tiempo  habla,  que. 
Muteczuma,  con  dadivas,  los  había  aducido  á  fu  amif- 
rad  ,  y  hechos  Enemigos  de  eftotros.  Efta  Ciudad  de 
Churultecal  eftá  aflentada  en  un  Llano,  y  tiene  harta 
veinte  mil  Cafas  dentro  de  el  cuerpo  de  la  Ciudad,  é 
tiene  de  Arrabales  otras  tantas.  Es  Señorío  por  fí,  y, 
tiene  fus  términos  conocidos:  no  obedecen  á  Señor  nin« 
guno,  excepto  que  fe  gobiernan  como  eftotros  de  Taf- 
caltecal.  La  Gente  de  efta  Ciudad  es  mas  vertida,  que 
los  de  Tafcaltecal,  en  alguna  manera;  porque  los  hon- 
rados Ciudadans^de  ella  todos  traben  Albornoces  en- 
cima de  la  otra  Ropa,  aunque  fon  diferenciados  de  los 
de  Afric3,  porque  tienen  maneras;  pero  en  la  hechura, 
y  reía,  y  los  rapacejos  fon  muy  íemejables.  Todos  ef- 
ros  han  lido,  y  fon,  deípues  de  efte  trance  pafado,  muy 
ciettos  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  y  muy  obedien- 
tes á  lo  que  yo  en  fu  Real  Nombre  les  hé  requerido,  y 
dicho:  y  creo  lo  ferán  de  aqui  adelante.  Lita  Ciudad  es 
muy  fértil  de  Labranzas,  porque  tiene  mucha  Tierra,  y 
fe  riega  la  mas  patte  de  ella;  y  aun  es  la  Ciudad  mas, 
hermoía  de  fuera,  que  hay  en  Elpaña,  porque  es  muy 
Torreada,  y  lUna.  E  certifico  á  Vueftra  Alteza,  que  yo 
conté  defde  una  Mezquita  quatrocientas,  y  tantas  Tor- 
res en  la  dicha  Ciudad,  y  todas  fon  de  Mezquitas.  Es 
la  Ciudad  mas  á  propóííto  de  vivir  Efpañoles,  que  yo 
hé  virto  de  los  Puertos  acá,  porque  tiene  algunos  Bal- 
díos, y  Aguas  para  criar  Ganados,  lo  que  no  tienen 
ningunas  <te  quantas  hemos  vifto ;  porque  es  tanta  la 
multitud  de  la  Gente,  que  en  eftas  Partes  mora,  qué  ni 
un  palmo  de  Tierra,  hay,  que  no  efté.  labrada:  y  aun  con 
tedo  en  muchas  partes  padecen  necefidad,  por  falta  de 
Pan:  y  aun  hay  mucha  gente  pobre,  y  que  piden  entre 

-      -   -      -  -     -S.2,  IOS 


■  .1 
{i)    Ckolulü, 


M  CARTA  DE  BELACION  _ 

los  Ricos  por  las  Calles,  y  por   las  Cafas,  y  MercVdoí; 

como   hacen  los  Pobtes  en  Efpaña ,  y  en  otras  partes 

que  hay  Gente  de  razón. 

A  aquellos  Menfageros  de  Muteczuma,  que  coa 
JFI.  Qjie-  rojg0  eftaban,  hablé  acerca  de  aquella  Traycion,  que  en 
j4e  Cortés  á  aque]|a  Ciudad  fe  me  quería  hacer,  y  como  los  Szño- 
res  de  Blutec-  res  °e  e''a  afirmaban,  que  por  cortíejo  de  Muteczuma 
zuma:  y  ¡o  que  fe  había  hecho:  y  que  no  me  parecía  que  era  hecho  de 
rtfptnáieron.  tan  Gran  Señor,  como  él  era ,  embiarme  fus  Menfaje- 
Rcpise  Mutee    roSj  y  perfonas  tan  honradas,  como  me  había  embiado 

zuma  fus  Re~    >  .  •    a     •  t     r 

palos  ¡i  Cortés    a  me  °cclY>  clue  cra  ml  Amigo:  y  por  otra  parte  buf- 
con  ruegos  de  car  maneras  de  me  ofender  con  mano  agena,   para   fe 
<¡ne  no  entre  en  efeufar  él  de  culpa,  f  no  le  fucedieífe  como  él  penfaba. 
fusEflados.De  y  que  pues  afsí  era,  que  él  no  me  guardaba  fu  pala- 
j    rovntcias  ^     nj  me  ¿ecfe  verdad,  que  yo  quería  mudar  mi  pro- 
hacían: y  qué  potito:  que  aísi  como  iba  nafta  entonces  a    íu   Tierra 
Bebida  es   el  con    voluntad  de  le  ver,  y  hablar,  y  tener  por  Ami- 
Vanicúp?         ge,  y  tener  con  él  mucha  converfacion,  y  paz,  que  ago- 
ra quería  entrar  por  fu   Tierra  de   Guerra,   haciéndole 
todo  el  daño  que  pudieíTe,  como  á  Enemigo,  y  que  me 
pefaba  mucho  de  ello,  porque  mas  le   quiíiera   fíempre 
por  Amigo,  y  tomar  íiempre  fu  parecer   en  las  cofas, 
que  en  efta  Tierra  "hoviera  de  hacer.  Aquellos  fuyos  me 
refpondieson,  que  ellos  había  muchos  días  que  eftaban 
con  migo,  y  que  no   fabían  nada  de  aquel   concierto, 
mas  de    lo   que  alli    en  aquella    Ciudad,  defpues    que 
aquello  fe  ofreció,  fupíeronj  y  que  no  podían  creer,  que 
por  confejo,  y  mandado   de  Muteczuma  fe   hicieíTe :  y 
que  me  rogaban,  que  antes  que  me  determinalfe  de  per- 
der   fu  amiftad,  y  hacerle  la  Guerra  que  decía,  me  in- 
formaífe  bien  de  la  verdad,  y  que  dieíTc  licencia  á  uno 
de  ellos  para  ir  á  le  hablar,  que  él  bolveria  muy  pref- 
to.  Hay  defde  efta  Ciudad,  adonde  Muteczuma  reíídía, 
veinte  Leguas.   Yo   les  dije,   que    me   placía,  y  deJS 
ir  á   el   uno   de    ellos,    y    dende    á  feis  días  bolvió 
él ,   y   el   otro ,    que    primero   fe  había   ido.  E  traje- 
ronme   diez  Platos   de  Oro,   y    mil,   y  quinientas  Pie- 
zas de  Ropa ,  y  mucha  provifion   de  Gallinas,  y  Pa- 
-   ,  •>-:-/•  -.-~- ?Z¿~  ni- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES,  ¿? 

Panícap,  (r)  que  es  cierto  brebaje^  que  ellos  beben,  y  me 
dijeron,  que  á  Muteczuma   le  había  pefado  mucho  de 
aquel  defconcierto,  que  en  Churultecal  fe  quería  hacer: 
porque  yo  no  creería  ya¿  fino  que  había  fido  por  fu  con- 
ícjo,  y  mandado,  y  que  él  me  hacía  cierto,  que  no  era 
afsí,  y  que  k*  Sente»  clue  a^*  eftaba  en  guarnición,  era 
verdad,  que  era  Tuya;  pero  que  ellos  fe  habían  movido 
fin  él  haberfelo  mandado ,  por  inducimiento  de  los  de 
Churultecal,  porque  eran  de  dos  Provincias  Tuyas,  que  Te 
llamaban  lá  una  Acancigo  ( i . )  y  la  otra  Izcucan,  ( 5 )  que 
confína  con  la  tierra  de  la  dicha  Ciudad  de  Churultecal, 
y  que  entre  ellos  tienen  ciertas  alianzas  de  vecindad  pa- 
ra fe  ayudar  los  unos  á  los  otros;  y  que  de  efta  manera 
habían  venido  allí,  y  no  por  fu  mandado;  pero  que  ade- 
lante yo  vería  en  Tus  obras,  fi  era  verdad,  lo  que  él  me 
había  embiado  á  decir,  ó  no,  y  que  todavia  me  roga- 
ba, que  no  curaífe  de  ir  á  Tu  tierra,  porque  era  eíteri!, 
y  padeceríamos  neceTsidadí  y  que  de  donde  quiera,  que 
yo  eTtuvieffe,  le  embiaffe  á  pedir  lo  que  yo  quid",  (íe,  y  qué 
lo  embnría  muy  cumplidamente.  Yole  refpondí,  que  la 
ida  á  fu  tiera  no  fe  podía  efeúfar:  porque  había  de  em- 
biar  de  él,  y  de  ella  relación  á  Vueftra  Magcfhd,  y  que 
yo  creía  lo  que  él  me  embiaba  á  decir:  por  tanto,  que 
pues  yo  no  había  de  dejar  de  llegar  á  verle,  qne  él  lo 
ovieífe  por  bien,  y  que  no  fe  pufiefTe  en  otra  cofa,  por* 
que  feria  mucho  daño  Tuyo,  é  á  mi  me  peTaría  de  qual- 
quiera,  que  le  vinieffe.  Y  deTde  que  ya  vido,  que  mí  deter- 
minada voluntad  era  de  velle  á  él,  y  a  Tu  tierra,  me  ern- 
bió  á  decir,  que  fueífe  en  hora  buena,  que  él  me  efpe«í 
raría  en  aquella  gran  Ciudad,  donde  eftaba,  y  embióme 
muchos  de  los  fuyos   para  que  fuellen  con  migo,  porque 
ya  entraba  por  Tu  tierra:  los  quales  me  querían  encami- 
nar por  cierto  Camino  (4)  donde  eltos  debían  de  tener 
algún  concierto  para  nos  ofender,  fegun  áefpues  pare- 

T  cío: 

_■■■   1  '  11-.  ■  -      ■ 

(  i  )  Puede  íer  Pan  de  Maíz,  como  dice  Herrera,  ó  una  efpecie  de  Bebida,  que-' 
¡laman  Atole,  que  es  Mafia  de  Maíz,  Agua,  y  Azúcar. 
(  1  )  AcazirigOo 
C  3  )  Izucar, 
(  4 )  Efte  camino  era  por  Caípulalpi,  y  no  quilo  Corsés  ir  por  éi¿ 


7ó  CARTA  DE  RELACIÓN 

ció:  porque  lo  vieron  muchos  Efpañoles,  qué  yo  emula- 
ba defpues  por  la  tierra.  E  había  en  aquel  Camino  rau- 
tas puentes,  y  patíos  malos,  que  yendo  por  él,  muy  á 
fu  falvo  pudieran  ejecutar  fu  propóííto.  Mas  como  Dios 
haya  tenido'  ííempre  cuydado  de  encaminar  las  Reales  co- 
fas de  Vueftra  S.  M.  defde  fu  Niñez,  é  como  yo,  y  los 
de  mi  Compañía  Íbamos  en  fu  Real  Servicio,  nos  moílró 
otro  Camino  aunque  algo  agrio,  (  i )  no  tan  peligrólo 
como  aquel,  por  donde  nos  querían  llevar,  y  fue  de  eíU 
manera. 
XVII.  Des  Que  á  ocho  leguas  de  efia  Ciudad  de  Churulrecaí 

Sierras  muy  al  t^An  dos  Sierras  muy  altas,  y  muy  mará villofas:  porque 
ut%  yfr,as>y  en  fin  ¿e   Agofto  tienen  tanta  nieve,  que  orra  cofa  de 

humo  notable,  p  .      .  .  v    «      i 

gue  falla  de  lak>  alto  de  elias  fino  la  nieve  fe  parece:  Y  de  la  una, 
Cubre  de  una.  que  es  la  mas  alta  (i)  fale  muchas  veces  afsí  de  día, 
Embía  Cortés  como  de  noche  tan  grande  bulto  de  humo  como  una 
éftvvefligar  el  f      (     }       fube  me'im  áe  ja  Sierra  hafta  j 

fecreto;y  lo  que  »  '   >  J ■''  . 

refrieron  de  ves  tan  derecho  como  una  vira,  que  fegun  parece^ 
la  Ciudad  de  es  tanta  la  fuerza  con  que  fale ,  que  aunque  arriba  era 
chalets  la  Sierra  anda  ííempre  muy   recio  viento,  no  lo  puede 

lorcer:  Y  porque  yo  fiempre  he  defeado  de  todas  las 
cofas  de  eík  tierra,  poder  hacer  á  Vueftra  Alteza 
muy  particular  relación,  quife  de  efta,  que  me  pare»* 
ció  algo  maravülofa,  faber  el  fecreto,  y  embié  diez  de 
mis  Compañeros,  rales  qaales  para  femejante  negocio  j 
eran  neceíarios,  y  con  algunos  Naturales  de  la  tierra,  que 
los  guinden;  y  les  encomendé  mucho  procuraífea  de  fu- 
bir  la  dicha  Sierra,  y  faber  el  fecreto  de  aquel  humo  de 
donde,  y  como  falía.  Los  quales  fueron,  y  trabajaron  lo- 
que fue  pofsible  por  la  fubir,,y  jamás  pudieron,  á  caufa 
de  la  mucha  nieve,  que  en  la  Sierra  hay,  y  de  muchos 
torbellinos,  que  de  la  ceniza,  cjue  de  allí  fale,  andan  por 

la 


( i  )  El  de  Rio  frió  por  el  lado  de  ¡a  Sierra  nevada. 

(  i  )  Efte  es  el  Volcan  de  México,  y  en  la  otra  Carca  fe  dará  mas  noticia  ¿& 
los  Volcanes.  - 

---—--(  3>  El  Volcan-CB-dc-facgoyyre  ha  vomitado  algunas  veces  abrafando  el 
Monte,  y  arrojaado  cenizas  á  mucha diftanda,  fegun  cftá  ya  dicho  en  la  Serie, 
de  los  Excmós.  Señores  Virreyes.  £os  Indios'  Hainabsm  i  cite  Volcan  Pofocítcp^ 
í>  Sierra,  tjue  humea, 

•  .  ••       ■    .  ■  .    •  i>  •.--'!'      ■       >...      EJ5.-.J     . 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ?ü 

Ja  Sierra;  y  también,  porque  no  pudieron  fofiír  la  gran 
frialdad,  que  arriba  hacía;  ( i )  pero  llegaron  muy  cerca 
de  lo  alto:  y  tanto,  que  eftando  arriba  comenzó  á  falic, 
aquel  humo,  y  dicen,  que  falía  con  tanto  Ímpetu,  y  rui- 
do, que  parecía,  que  toda  la  Sierra  fe  caía  abajo,  y  afsí 
fe  bajaron,  y  truxeron  mucha  nieve,  y  carámbanos,  para 
que  los  vielTemos,  porque  nos  parecía  cofa  muy  nueva 
en  eftas  partes,  á  cauía  de    eftár  en  parte   tan  cálida,' 
fegun  halla  agora  ha  (ido  opinión  de  los  Pilotos.  Eípe- 
cialmente,  que  dicen,  que  efta  tierra  eftá  en  veinre  gra- 
dos, ( i)  que  es  en  el  paralelo  de  la  Isla  Efpañola,  don-4 
de  continuamente  hace  muy  gran  calor.  E  yendo  á  ver, 
efta  Sierra  toparon  un  Camino,  y  preguntaron  á  los  Na- 
turales de  la  tierra,  que  iban    con  ellos,  que  para    dó 
iban,  y  dixeron,  que  á  Culúa,  ( 3  )  y  aquel  era  buen  Ca- 
mino, y  que  el  otro  por  donde  nos  querían  llevar  los  de 
Culua  no  era  bueno.  Y  los  Efpañoles  fueron  por  él  naf- 
ta encumbrar  las  Sierras,  por  medio  de  las  quales  entre 
la  una,  y  la  otra  vá  el  Camino;  y  defeubricron  los  Lia» 
nes  de  Culua,  y  la  gran  Ciudad  de  Temixtitan,  y  las  La- 
gunas, que  hay  en  la  dicha  Provincia^  de  que  adelante 
liaré  relación  á  Vueftra  Alteza ,  y  vinieron  muy  alegres 
por  haber   defeubierro  tan  buen  Camino  ,  y  Dios  fabe 
quanto  holgué  yo  de  ello.  Defpues  de  venidos  eftos  Efe 
pañoles,  que  fueron  á  ver  la  Sierra,  y  me  haber  informa-* 
do  bien  afsí  de  ellos,  como  de  los  Naturales  de  aquel 
Camino,  que  hallaron:  hablé  á   aquellos    menfajeros  de 
Ivluteczuma,  que  con  migo  eílaban  para  me  guiar  á  fu 
tierra;  y  les  dije,  que  quería  ir  por  aquel  Camino,  y  no 
por  el  que  ellos  decían,  porque  era  mas  cerca.  Y  ellos 
refpondieron,  que  yo  decía  verdad,  que  era  mas  cerca,' 
y  mas  llano,  y  que  la  caufa  porqué  por  allí  no  me  en- 
caminaban, era  porque  habíamos  de  paífar  una  Jornada 

T  z  pof 


(  1  )  A  lo  alto  del  Volcan  ninguno  ha  llegado,  porque  la  nféve  cftá  como  el- 
fuina,  y  nt>  fírve  para  llevar  á  México,  fino  la  de  la  otra  Sierra  inmediata,  qoe 
les  Gcmiles  creían  era  la  Muger  de  el  Volcan.y  por  efto  la  llamaban  ZihualtepeeV 

( i )  Es  cicito,  que  todos  colflían  efte  JPais  k  veinte  grados  de  latitud». 

(3)  Méxicoí 


7t  CARTA  DE  RELACIÓN 

por  tierra  efe  Guafucingo,  (i)  que  eran  fus  enemigos,  por- 
que por  allí  no  teníanlos  las  cofas  necesarias,  como  por 
la  tierra  de  el  dicho  Muteczuma,  y  que  pues  yo  quería  ir 
*  procurarían  por  allí,  *  pruzerían  como  por  la  otra  parte  falieífen  baf- 
tiraentos  al  Camino.  E  afsí  nos  partimos  con  harto  te- 
mor de  que  aquellos  quiíieflen  perfeverar  en  nos  hacer 
alguna  burla;  pero  como  ya  habíamos  publicado  fer  allá 
nueftro  Camino,  no  me  pareció  fuera  bien  dejarlo,  ni  bol- 
ver  atrás,  porque  no  creyefen,  que  falta  de  ánimo  lo  impe- 
día. Aquel  dia,  que  de  la  Ciudad  de  Chürultecal  me  partí, 
fuy  quatro  leguas  á<únas  Aldeas  de  la  Ciudad  deGuafu- 
cingo,  (  z )  donde  de  los  Naturales  fuy  bien  recibido,  y 
me  dieron  algunas  Efelavas,  y  ropa,  y  ciertas  piecezuelas 
de  oro,  que  de  iodo  fue  muy  poco:  porque  eftos  no  la 
tienen,  k  caufa  de  fer  de  la  liga ,-  y  Parcialidad  de  los 
Tlaxcaltecas,  y  por  tenerlos  como  el  dicho  Muteczuma 
ios  tiene  cercados  con  fu  tierra,  en  tal  manera,  que  con 
ningunas  Provincias  tienen  contratación,  mas  qiíe  en  fu 
tierra,  y  á  cita  caufa  viven  muy  pobremente.,  Otro  dia 
íiguiente  fubí  al  Puerto  pof  entre  las  dos  Sierras,  que  hé 
dicho,  y  á  la  bajada  de  éí,  ya  que  la  tierra  de  el  dicho 
Muteczuma  descubríamos  por  una  Provincia  de  ella,  que 
fe  dice  Chalco,  dos  leguas  antes,  que  llegaíemos  á  las 
Poblaciones,  hallé  un  muy  buen  Apofento,  nuevamente 
hecho  tal,  y  tan  grande,  que  muy  cumplidamente  todos 
los  de  mí  Compañía,  y  yo  nos  apofenramos  en  él,  aun- 
que llevaba  con  migo  mas  de  quatro  mil  Indios  de  los 
Naturales  de  citas  Provincias  de  Tafcaltecal,  y  Guafucin- 
go,  y  Chutulrecal,  y  Cempoal,  y  para  todos  muy  com- 
•vyjjj  Bwi  píJ^arncr^te  de  comer,  y  en  todas  las  pofadas  muy  gran- 
de á  regalar^  fuegos,  y  mucha  lefia,  porque  hacía  muy  gran  i'no}  á 
Moteczuma  ¿caufa  de  eftár  cercado  de  las  dos  Sierras,  y  ellas  con  mu- 
Cortés  con  qua  cha  nieve. 
uomfípefosJe  A     ,         vinieron  á  hablar  ciertas  Perfonas,  que 

oro,  rogándole  ,  T,      .      ,  ,  ,  ,  >  *» 

mpfitfedMé  Precian  principales,  entre  las  quaies  venia  uno,  que  me 
xíco;  y  fu  rtf.  dijeron,  que  era  hermano  de  Muteczuma,  y  me  traxeron 

íuefla.  jufja 

■■i  i         ■       !!■- 
(  i  )  Guajozingo. 
(  x  )  Parece,  cjue  es  Guaxozingo. 


DE  D.  FERNAND  O  CORTES.  73 

harta  rrcs  mil  pefos  ( i )  de  oro:    y  de  parte  de  él  me 
dijeron,  que  éi  me  embiaba  aquello,  y  me  regaba,  que 
me  bolvieíTe.  y  no  curaffe  de  ir  á  fu  Ciudad  ,  porque 
era  Tierra  muy  pobre  de  comida;  y  que  para  ir  á  ella 
había  muy  mal  camino,  y  que  eftaba  toda  en  Agua;  (r) 
y  que  no  podía  entrará  ella  fino  en  Canoas,  y  otros  mu- 
chos inconvenientes  que  para  la  ida  me  pufieron.  Y  que 
vielTe  todo  lo  que  quería ,  que    Muteczuma  fu    Señur, 
me  lo   mandaría  dar;  y   que  aísímifmo    concertarían  de 
me  dar  en  cada  año,  certum    quid,  el  qual  me  llevarían 
hafta  la  Mar,  ó  donde  yo  quifieffe.    Yo  les  recibí  muy 
bien,  y  les  di  algunas  cofas  de  las    de  nueftra   Efpaña, 
de  las  que  ellos  tenían  en  mucho ,   en  efpecial  al    que 
decían  que  era  Hermano  de  Muteczuma:  é  á  íu  Emba- 
jada  le    refpondí :    Que  fi  en  mi  mano  fuera  bolverme, 
que  yo  lo  hiciera,   por  facer  placer  á  Muteczuma;  pero 
que  yo  había  venido  en  efta  Tierra ,  por    mandado  de 
Vueftra  Mageftad;  y  que  de  la  principal  cofa,    que  de 
ella  me  mandó  le  hicieííe  Relación,  fué  de  el  dicho  Mu- 
teczuma, (3)  y  de  aquella  fu  gran  Ciudad,  de  la  qual,  y  de 
él  había   mucho  tiempo,  que  Vueftra  Alteza  tenía  no- 
ticia: y  que  le  dijeflen  de  mi  parte,  que  le  rogaba,  que 
mi  ¡da  á  le  ver,  tuvieífe  por  bien,  porque  de  ella  á  fu 
Perfona,  ni  Tierra,  ningún  daño,  antes  pro  fe  le  había 
de  feguir;  y  que  defpues  que  yo  le  vieffe,    ñ  fuefie  fu 
voluntad  todavía  de  no  me  tener  en  fu  compañía,  que 
yo  me  bolvería:  y  que  mejor  daríamos  entre   él,  y    mi 
orden  en  la  manera  que  en  el  Servicio  de  Vueftra  Al- 
teza, él  había  de  tener,  que  por  terceras  Perfonas,  puef- 
to  que  ellos   eran  tales,  á  quien  todo  crédito  fe  debía 
dar;  y  con  efta  refpuefta  fe  bolvieron.  En  efte  Apofen- 

U  to 


(  1  ■)  Quiere  decir  en  el  valor,  pues  los  Mexicanos  no  acuñaron  Moneda, 
como  nofotros. 

( i  ]  La  Situación  de  México,  y  de  los  Pueblos  de  Tlahuae,  y  MMquic  es  en- 
cima de  el  Agua,  y  aunque  hoy  hay  Calles,  y  Plazuelas  de  Tierra  mas  que  en 
tiempo  de  Muteczuma,  es  por  Artificio  :  En  Iztacalco  hay  Cafiras  de  Indios,  y 
Huertas  pequeñas  con  Verduras,  y  Flores,  que  fe  llaman  Chinampas,  y  fe  mué» 
Ten,   porque  el  fundamento  es  Zefped  fobre  la  Agua. 

(  3  )  El  Rev  de  Efpaña  no  podía  faber  de  Muteczuma,  pero  fi  es  muy  elec- 
to,  que  4  Cortes  le  mandó  le  lucidle  Relación  de  todo,  y  alsí  no  mintió 


_74  CARTA  DE  RELACIÓN, 

to  que  hé  dicho,  fegun  las  apariencias  que  para  ello,  vi- 
mos, y  el  aparejo  que  en  él  había,  los  Indios  tuvieron 
penfamiento,  que  nos  podrían  ofender  aquella  noche;  y 
como  ge  lo  fentí,  pufe  tal  recaudo,  que  conociéndolo 
ellos,  mudaron  fu  penfamiento:  y  muy  fecretamente  hi- 
cieron ir  aquella  noche  mucha  gente,  que  en  los  Mon- 
tes, que  eftaban  junto  al  Apofento  tenían  junta  ,  qué 
por  muchas  de  nuefttas  Velas,  y  Efcuchas  fué  villa. 
XIX.  De  la  Y  luego,  fiendo  de  día,  me  partí  á   un  Pueblo, 

Tierra  llamada  qUe  eftá  dos  leguas  de  alli,  que  fe  dice  Amaqueruca, 
jimaquerucay  £,¿q'uc  es  de  la  Provincia  deChalco,que  terna  en  la  prnn 
»$*.!.  wm»    cipal  Población,  con  las  Aldeas  que  hay   á  dos  leguas 

Jrejos,y  a/cia         r  ¡     .    ■  ,        »  í     iV  ■       £ 

vasy  que  hizo  de  el,  mas  de  veinte  mil  Vecinos:   y  en  el   dicho  Pue- 

ti  Cacique  de  blo  nos  apofentaron   en  unas  muy  buenas  Caías  de  el 

ella  á  Cortés.  Señor  del  Lugar.  E  muchas  Perfonas,  que  parecían  Prin- 

LosdeMuuc  •     j       me  v¡nieron  aú¡  a  hablar,  diciendomc,  queMu- 

zumafeprepa*       r        »  _  »  T 

ran  á  ofender  teczuma,  fu  Señor,  los  habu  embudo  para  que  me  ef- 

á  los  Cafteila-  peralfen  alli,  y  me  hicieífen  proveer   de  todas  las  cofas 

nss,y  fon  mu-  necefarias.  El  Señor  de  efta  Provincia,  y  Pueblo  me  dio 

mas  fus  Ef  kafla  quarenta  Efdavas,  (2)  y  tres  mil  Caftellanos,  y  dos 

pías.  Y  teñen  á  ■    ,         ^        ...      „  ,  ..  .   J 

ver  á   Cortés  dlas  Q^  a"'  euuve,   nos   proveyó  muy  cumplidamente 

doce  Principa  de  todo  lo  necefario    para  nueftra  comida.  E  otro  día, 

les:  lo  que  le  yendo  con  migo  aquellos  Principales  ,  que  de  parte  de 

dijeron',  y  fu  ¡viuteczuma  dijeron  que  me  efperaban  alli,  me  partí,  y 

vía  Ciudad  ^  *  dormir  quatro   leguas   de  alli,  á   un  Pueblo  pe- 

puedaenlaLa  queño,  que  eílá  junto  á  una  gran  Laguna,  y  cali  la  mi- 

guna,yde  un  tad  de  él    fobre  el  Agua  de  ella,  é  por  la  parte  de  la 

Caminoyfahi-  Tierra  tiene   una  Sierra  muy  afpera  de  piedras,   y  Pe- 

caáo  con  mu.   _as      ¿ott¿¿¿  nos   apofentaron  muy    bien.    E    afsímifmo 

cbo  artificio;  y  '  ;  r  f      c  J  r 

de  las  Ciada-   quilieran  allí  probar  tus  tuerzas  con  nolorros,  excepto, 

des  de  Iztapa-   que  fegun  pareció,  quiiieran  hacerlo  muy  á  fu  falvo,  y 

lapa.y  Canaal-   tomarnos  de  noche  defeuidados.  E  como  yo  iba  tan  fo- 

eán'  bre  avifo ,    hallábanme  delante  de  fus  penfamientos.  E 

aquella  noche  tuve  tal  Guarda,  que  afsí  de  Efpías,  que 

venían  por  el  Agua  en  Canoas,  como  de  otras,  que  por 

la 

(  1 )     Amecameca,  que  eftá  dos  leguas  de  Tlalmanalco. 

(  2- )     La  Servidumbre  citaba  ya  incroducida  en  los  Mexicanos,  y  á  los  Hijos  de 
los  1uc  co£'aa  cn  i*  Guerra,  les  trataban,  con  una  femejanza  de  Eiclavitud, 


DE  D.  FERNANDO  CORTÉS.  f| 

!a  Sierra  abajaban,  á  ver  fi  había  aparejo  para  execurar 
fu  voluntad,  amanecieron  caíí  quince,  ó  veinte,  que  las 
nueftras  las  habían  tomado,  y  muerto.  Por  manera,  que 
pocas  bolvieron  á  dar  fu  refpuefta  de  el  avifo  que  ve- 
nían á  roraar;  y  con  hallarnos  fiempre  tan  apercebidos, 
acordaron  de  mudar  el  propófito,  y  llevarnos  por  bien. 
Otro  día  por  la  mañana,  ya  que  me  quería  partir  de 
aquel  Pueblo;  llegaron  falta  diez,  ó  doce  Señores  muy 
Principales,  fegun  defpues  fupe,  y  entre  ellos  un  Gran 
Señor,  Mancebo  de  fafta  veinte,  y  cinco  años,  á  quien 
todos  moftraban  tener  mucho  acatamiento:  y  tanto,  que 
defpues  de  bajado  de  unas  Andas  en  que  venía,  todos  los 
otros  le  venían  limpiando  las  piedras,  y  pajas  del  fuelo 
delante  él:  (i)  y  llegados  donde  yo  eftaba,  rae  dijeron,  que 
venían  de  parte  de  Muteczuma  fu  Señor ,  y  que  los 
embiaba  para  que  fueífen  con  migo:  y  que  me  rogaba, 
que  le  perdonaííe,  porque  no  falía  fu  Perfona  á  me 
ver,  y  recibir,  que  la  caufa  era  el  eftar  mal  difpuefto, 
pero  que  ya  fu  Ciudad  eftaba  cerca;  y  que  pues  yo  to- 
davía determinaba  ir  á  ella,  que  allá  nos  veríamos ,  y 
conocería  de  él  la  voluntad,  que  al  férvido  de  Vucftra 
Alteza  tenía;  pero  que  todavía  me  rogaba,  que  fi  fuef- 
fe  pofible,  no  tuefle  allá,  porque  padecería  mucho  tra- 
bajo, y  neceíidad,  y  que  el  tenía  mucha  vergüenza  de 
no  me  poder  allá  proveer,  como  el  defeaba}  y  en  efto 
ahincaron,  y  porfiaron  mucho  aquellos  Señores;  y  tan- 
to, que  no  les  quedaba  lino  decir,  que  me  defenderían 
el  Camino,  fi  todavía  porfiafle  ir.  Yo  les  fatisfice  ,  y 
aplaqué  con  las  mejores  palabras  que  pude,  haciéndo- 
les entender,  que  de  mi  ida  no  les  podía  venir  daño, 
fino  mucho  provecho.  E  afsí  fe  defpidieron,  defpues 
de  les  haber  dado  algunas  colas  de  las  que  yo  trahía. 
E  yo  me  partí  luego  tras  á  ellos,  muy  acompañado  de 

Ui  mu- 

(  i)  Aun  ¡hoy  confervan  los  Indios  la  coftumbre,  ó  cortefanía  de  ir  quitando 
Jas  piedras  del  camino  quando  van  delante  de  alguna  Perfona  de  alta  dignidad,  pue* 
lo  hé  obfervado  faliendo  á [el  Campo  con  ellos,  y  creo  lo  hacen  con  otras  perfona» 
de  refpeto, 

No  folo  los  Grandes  Señores  eran  llevados  en  Andas,  fino  también  lo»  Caciques 
Principales,  como  el  de  Cempoal, 


7<5  CARTA  DE  RELACIÓN 

muchas  Perfonas,  que  parecían  de  mucha  cuenta,  como 
defpues  pareció  ferio.  E  todavía  feguía  el  Camino  por 
la  Coila  de  aquella  gran  Laguna,  é  á   una  legua  de  el 
Apofento  donde  partí,  vi  dentro  en  ella,  cafi  dos  tiros 
de  Balleíla,  una  Ciudad  pequeña,  que  podría  fer  hafta 
de  mil,  ó  dos  mil  Vecinos,  toda  armada  fobre  el  Agua, 
fin  haber    para  ella  ninguna  entrada,  y  muy  Torreada, 
legun  lo  que  de  fuera  parecía,  (i)  E  otra  legua  adelante 
entramos  por  una  Calzada,  tan  ancha  como  una  Lanza 
Gíneta,  por  la  Laguna  adentro,    de    dos  tercios  de  le- 
gua, y  por  ella  fuimos   á  dar  á  una   Ciudad,    la   mas 
hermofa,  aunque  pequeña,  que  hafta  entonces  habíamos 
vifto,  afsí  de  muy  bien  obradas  Cafas,  y  Torres,  como 
de  la  buena  orden,  que  en  el  fundamento  de  ella  había, 
por  fer  armada   toda    fobre   Agua.    Y  en  efta  Ciudad, 
que  ferá  falta  de  dos  mil  Vecinos,  nos  recibieron  muy 
bien,  y  nos  dieron  muy  bien  de    comer.  E  alli  me  vi- 
nieron á  hablar  el  Señor,  y  las  Perfonas  Principales  de 
ella,  y  me  rogaron,    que  me   quedafíe  alli  á  dotmir.  E 
aquellas  Perfonas,  que  con  migo  iban    de  Muteczuma, 
me  dijeron,  que  no  paraííe,  fino  que   me  fuelle  á  otra 
Ciudad,  que  eftá  tres  leguas  de  alli,  que  fe  dice  Izta- 
palapa,  que  es  de  un  Hermano  de  el  dicho  Muteczuma, 
y  afsí  lo  hice.  E  la  falida    de  efta    Ciudad,  donde  co- 
mimoSí  cuyo  Nombre  al  prefente   no  me  ocurre   á   la 
memoria,  es  por  otra  Calzada,  que  tira  una  legua  gran- 
de, hafta  llegar  á  la  Tierra-firme.  E  llegado  á  efta  Ciu- 
dad de  Iztapalapa,  me  falió  á  recibir  algo  fuera  de  ella 
el  Señor,    y  otro  de  una  gran  Ciudad,   que  eftá    cerca 
de  ella,  que  ferá  obra  de  tres  leguas,  que  le  llama  Cal- 
naalcan,  (i)  y  otros  muchos  Señores  que  alli  me  eftaban 
efperando,  é  me  dieron  hafta  tres,  ó  quatro   mil  Cafte* 
llanos,  y  algunas  Efclavas,  y  Ropa,  é  me  hicieron  muy 
buen  acogimiento. 

Ten- 


(  i )  Laj  Ciudades  de  que  aqui  hace  mención,  ion  Iztapaluca  la  primera,  que 
eftá  defpues  de  Clialco  camino  para  Méjico;  defpues  Thlahuac,  Miícjuic,  y  Culhua- 
cán,  qae  todas  eftán  fundadas  en  el  Agua. 

(i)    Culhuacán, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  77 

Terna  cita  Ciudad  de  Iztapaíapa  doce,  ó  quince     ££     Shit 
mi!  Vecinos  (1)  la  qual  eítá  en  h  Coila  de  una  Laguna  ^  W'/'/»'. 

r  ,    j  ji-.j.  1     a  1  /"*  "alacias,  v 

ia!3-da  grande,  la   mitad  dentro  en  el   Agua,  y  la   otra  yar(i;nes¡¡yun 

mitad  en  la  Tierra-firme.  Tiene  el   Señor   de  ella  unas  Recreo  mata* 

Cafas  nuevas,  que  aun  no   eítán  acabadas,  que  fon   tan  vUhfi  de  ella. 

buenas  como  las  mejores  de  Efpaña,  digo  de  grandes,  ^e  la  Ciu'¡ad 

y  bien   labradas,  afií    de  obra    de   Canreríi,  como  de    '    emiftjtda* 
J„  /  ...  ,  Me  fie  alang  o 

Carpintería,  y  lucios,  y  comphmientos  para  todo  gene-  Nycíaca,     y 

ro  de  fervicio  de  Cafa,  excepto  Mazonerías,  y  otras  co-  I-luchtlobahi  - 
las  ricas,  que  en  Efpaña  ufan  en  las  Cafas,  acá  no  las  c°\  y  como  /i 
tienen.  Tiene  en  muchos  Quartos  altos,  y  bajos  Jardi-  bace  alfilaSal. 
nes  muy  frefeos,  de  muchos  Arboles,  y  Flores  olorofas:  pr¡iw;pa¡es  4 
afsítnifmo  Albercas  de  Agua  dulce,  muy  bien  labradas,  vifitar  á  Cor- 
con  fus  efcaleras  haíta  lo  fondo.  Tiene  una  muy  gran-  t¿¡,  y  Ceremo* 
de  Huerta  junto  la  Cafa,  y   fobre  ella  un  Mirador  de '  n¡at  f»**'"*' 
muy  hermofos  Corredores,  y  Salas,  y  dentro  de  la  Htier-  ran' 
ta  una  muy  grande  Alberca  (z)  de  Agua  dulce,  muy  qua- 
dnda,  y  las  paredes  de  ella  de  gentil    Cantería:  é   al 
rededor    de  ella  tm  Andén  de  muy  buen  fuelo  ladrilla- 
do, tan  ancho,  que  pueden  ir  por  él  quatro  pafeando- 
fe,  y  tiene  de  quadra  quatrocientos  palos,  que  fon  en 
torno  mi!,  y  feifcientos.   De  la  otra  parte  del    Andén, 
hacia  la  pared  de  la  Huerta,  vá  todo  labrado  de  Cairas 
con  unas  Vergas,  y  detrás  de  ellas  todo  de  Arboledas, 
y  Vcrvas    olorofas ;  y    dentro   del  Alberca  hay  mucho 
Pefcado,  y  muchas  Aves,  afsí  como  Lavancos,  (3)  y  Cer- 
cetas, y  otros  géneros  de  Aves  de  Agua:  y  tantas,  q;?c 
muchas  veces  cafi  cubren  el  Agua.  Otro  día,  defpues 
que  á   efta  Ciudad  llegué,  me  partí,   y    a  media  legua 
andada,  entré  por  una  Calzada,  que  vá  por  medio  de 
cita  dicha  Laguna  dos  leguas,  fafta  llegar  á  la  gran  Ciu- 

X  dad 

■  1 

(  1  )     Iztapalapa  conferva  hoy  el  mifmo  nombre,  y  muchos  veíligias  de  lss  Ca- 
fas, que  aqu¡  defcrjbe  Cortés,  pues  en  medio  de  facar  tierra  para  Adobes, fe  ven  unos  l 
Terraplenes  .iltos,  (ubre  los  que  edificaban  para  defenderle  en  tiempo  de  Inundación. 

(  1 )     La  Alberca  cftá  hoy  ocupada  por  la  Laguna  de  Tezcuco,  pero  aun  le   ven 
reftos,  y  fragmentos  de  el  Edificio. 

(  ■,  j     Son  innumcrnbles  los  Lavancos,  ó  Patos  que  hoy  fe  ñutan  en  la  Laguna  de 
varios  modos:  uno  con  una  Encopeta,  ó  Fulil  muy  grande,  que  llaman  los  Indios  El-     • 
jvieríl;  otro  cubriéndole  los  Indios  la  cabeza  con  un  cafeo  de  Calabaza,  y  el  cuerpo 
¿entro  de  la  agua  les  engañan,  y  cogen  por  la?  psisí;  otro  cón'Redes  de -noche. 


»$  CARTA  DE  RELACIÓN 

dad  de  Temixtitán,  que  eftá  fundada  en   medio  cíe  la 
dicha  Laguna;  la  qual  Calzada  es  tan  ancha  como  dos 
lanzas,  y  muy  bien  obrada,  que  pueden  ir  por  toda 
ella  ocho  de  Caballo  á  la  par;  y  en  eílas  dos  leguas 
de  la  una  parte,  y  de  la  otra  de  la  dicha  Calzada,  eí* 
tan  tres  Ciudades:  y  la  una  de  ellas,  que  fe  dice  Meíícal- 
íingo,  (i)  eftá  fundada  la  mayor  parte  de  ella,  dentro 
de  la   dicha  Laguna:  y  las  otras  dos,  que  fe  llaman  la 
lina   Nyciaca,  y  la  otra  Huchilohuchico,  (i)  eftán  en  la 
Corta  de  ella,  y  muchas  Cafas  de  ellas  dentro  en  el  Agua. 
La  primera  Ciudad  de  eílas  terna  tres  rail  Vecinos  ,  y; 
h  fegunda  mas  de  feis   mil ,    y  li  tercera  otra ,  qua- 
tro,  ó  cinco  mil  Vecinos;  y  en  todas  muy  buenos  Édi-' 
ficios  de  Cafas ,  y  Torres,  en  efpecíal  las  Cafas  de  los 
Señores,  y  Perfonas  Principales,  y   de  las  de  fus  Mez- 
quitas, ú  Oratorios   donde  ellos  tienen  fus  ídolos.  En 
eílas  Ciudades  hay  mucho  trato  de  Sal,  que  hacen  de 
el  Agua  de  ja  dicha  Laguna,  y  de  la  fuperficic  que  ef- 
tá en  la  Tierra,  qué  baña  la  Laguna,  la  qual   cuecen 
«n  cierta  manera,  y  hacen  Panes  de  la  dicha  Sal,  que 
venden  para  los  Naturales,  y  para  fuera  de  la  Comarca. 
£  afsí  feguí  la  dicha  Calzada;  (3)  y  á  media  legua,  antes  de 
llegar  al  cuerpo  de  la  Ciudad  de  Temixtitán,  á  la  en- 
trada de  otra  Calzada,  que  viene  á  dar  de  la   Tierra- 
firme  á  efita  otra,  eftá  un  muy  fuerte  Baluarte  con  dos; 
Torres,  cercado  de  muro  de  dos  citados,  con  fu  pretil 
almenado  por  toda  la  cerca,  que  toma  con  ambas  Cal- 
zadas, y  rio  tiene  mas  de  dos  Puertas,  una  por  dó  en- 
tran, y  otra  par  dio  falen.    Aquí  me  falicron  á  ver,  y 
á  hablar  íaíla  mil  Hombres  Principales,  Ciudadanos  de 
ix  dicha  Ciudad,  todos  vertidos  de  una  manera,  y  habi- 
to, y  fegun  fu  coflumbre,  bien  rico;  y  llegados  á  me 
fablar,  cada   uno  por   fi  facía,  en  llegando   á  mí,  una 
Ceremonia,  que  entre  ellos   fe  ufa  mucho,  que  ponía 
cada  uno  la  mano  en  la  Tierra,  y  la  befaba;  y  afsí 

...     'cjP 


(  1  )    Mcxicalzlngo. 
-   ''(  i )     Hoy. fe  llama  Chiirubufco;  .intes  Oclíolopozco.    . 
(  » )    Callad?,  <jue  d»fde  Míxicalzlngo  yá  &  la  Calzada  de  San  AiKodí 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  y? 

eftuv'c  efperando  cafi  una  hora,  fafta  que  cada  uno  fi-- 
cídfe  fu  Ceremonia,  (i)  E  ya  junto  á  ia  Ciudad  cííá 
una  Pucnre  de  madera  de  diez  pafos  de  anchura,  y  per 
allí  eíhi  abierta  la  Calzada,  porque  tenga  lugar  el  Agua 
de  entrar,  y  falir,  porque  crece,  y  mengua,  y  también' 
por  fortaleza  de  la  Ciudad,  porque  quitan,  y  ponen  unas'  . 
iVigas  muy  luengas,  y  anchas,  de  que  la  dicha  Puente' 
eftá  hecha,  todas  las  veces  que  quieren;  y  de  eftas  hay: 
muchas  por  toda  la  Ciudad,  como  adelante  en  la  Re- 
lación ,  que  de  las  cofas  de  ella  faré ,  Vueflra  AlteEa 
verá, 

PalTada  efta  Puente,  tíos  falió  á  recebir  áquíl  XXL  Pcm¡ 
Señor  Muteczumn,  con  fafta  dofcientos  Señores,  todos  />«,  y  Mtgefi. 
defcalzos,  y  veüidos  de  otra  Librea,  ó  manera  de  Ropa,' "*»»  «»  que 
flfsímifmo  bien  rica  á  fu  ufo,  y  mas  que  la  de  los  otros;  vÁno..   „?  [ 

'  1  .  Cortát  Matee» 

y  venían  en  dos  Procesiones,  muy  arrimados  a  las  pa-  zuma:,  y /o  que 
redes  de  la  Calle,  (¿)  que  es  muy  ancha,  y  muy  her-  bab.'aro». 
mofa,  y  derecha,  que  de  un  cabo  fe  parece  el  otro,  y 
tiene  dos  tercios  de  legua,  y  de  la  una  parte,  y  de  \n 
otra  muy  buenas,  y  grandes  Cafas,  afsí  de  Apofenta- 
mientos,  como  de  Mezquitas;  y  el  dicho  Murcczuma  ve- 
nía por  medio  de  la  Olle  con  dos  Señores,  el  uno  á 
la  mano  derecha,  y  el  otro  á  la  izquierda  :  de  los  qua- 
les,  el  uno  era  aquel  Señor  Grande,  que  dije,  que  me 
había  falido  á  fablar  en  las  Andas:  y  el  otro  era  fu 
Hermano  de  el  dicho  Muteczuma,  Señor  de  aquella  Ciu- 
dad de  Iztapalapa,  de  donde  yo  aquel  día  había  parti- 
do, todos  tres  vertidos  de  una  manera,  excepto  el  Mu- 
teczuma que  iba  calzado,  y  los  otros  dos  Señores  def- 
calzos:  (3)  cada  uno  le  llevaba  de  fu  brazo ;  y  como 
nos  juntamos,  yo  me  apeé,  y  le  tuy  á  abrazar  Tolo :  é 

Xi  sque- 

*       '  ■       ■  ...  i       ....    i  ■  i      — — . 

(  r  )  ti  modo  que  aan  hoy  tienen  les  Indios,  é  indias  de  fabJarfc-cs.-bekuíc 
í»!  •.■aun  con  mucho  refpero;  y  para  dar  un  Memoria!,  ó  befar  la  mano  cubre,:! 
h  íiiya  con  un  Pañueio,  6  con  la  Tilma:  efto  lo  hacen  con  todas  las  Perfonas 
de.  refpeío. 

(  1 )  Por  efur  hcy  en  otra  forma  las  Calles,  no  fe  puede  dar  idc'a  cabal,  per» 
«fia  de  que  habla  parecé~clarameme  fer,  la  que  defde  el  Hofpital  de  San  Antón  atra- 
vieíá  la  Ciudad. 

<  5  )  Aunque  los  Indios  fenn  Caciques  andan  «en  Zapares,  pero  Cm  Medias, -ni 
Ofecia». 


So  CARTA  DE  RELACIÓN 

aquellos  dos  Señores,  que  con  él  iban,  me  detuvieron 
con  las  manos,  para  que  no  le  tocalTe;  y  ellos,  y  él  fi- 
cíeron  afsímifmo  Ceremonia  de  befar  la  Tierra;  y  he- 
cha, mandó  aquel  fu  Hermano,  que  venía  con  él,  que  fe 
quedaíTe  con  migo,  y  me  llevarte  por  el  brazo,  y  él 
con  el  otro  fe  iba  adelante  de  mi,  poquito  trecho ;  y 
defpues  de  me  haber  él  fablado,  vinieron  afsímifmo  í 
me  fiblar  todos  los  otros  Señores,  que  iban  en  las  dos 
Procefiones,  en  orden,  uno  en  pos  de  otro,  é  luego  fe 
tornaban  á  fu  Procefion.  E  al  tiempo  que  yo  llegué  á 
hablar  al  dicho  Muteczuma  quíteme  un  Collar,  que  lle- 
vaba de  Margaritas,  (i)  y  Diamantes  de  vidrio,  y  fe 
lo  eché  al  cuello,  E  defpues  de  haber  andado  la  Calle 
adelante,  vino  un  Servidor  fuyo  con  dos  Collares  de 
Camarones,  embueltos  en  un  paño,  que  eran  hechos  de 
huefos  de  Caracoles  ( i )  colorados,  que  ellos  tienen  en 
mucho;  y  de  cada  Collar  colgaban  ocho  Camarones  de 
Oro,  de  mucha  perfección,  tan  largos  caíi  como  un  ge- 
nte: é  como  fe  los  trujerpn,  fe  bolvió  á  mi,  y  me  los 
echó  al  cuello,  y  lomó  á  feguir  por  la  Calle,  en  la  for- 
ma ya  dicha,  fafta  llegar  á  una  muy  grande,  y  hermo- 
fa  Cafa,  que  él  tenía  para  nos  apofentar,  bien  adere- 
zada. E  allí  me  tomó  por  la  mano,  y  me  llevó  á  una 
gran  Sala,  que  eftaba  frontero  de  un  Patio  por  dó  en- 
tramos. E  allí  me  fizo  .femar  en  un  Eftrado  muy  rico, 
( 3 )  que  para  él  lo  tenía  mandado  hacer,  y  me  dijo  , 
que  le  efperaífe  alli,  y  él  fe  fué:  y  dende  á  poco  raro, 
yá  que  toda  la  Gente  de  mi  Compañía  eftaba  apofen- 
rada,  bolvió  con  muchas,  y  diverfas  Joyas  de  Oro,  y 
Plata,  y  Plumajes,  y  con  faite  cinco,  ó  feis  mil  Piezas i 
de  Ropa  de  Algodón  muy  ricas,  y  de  diverfas  mane- 
ras texida,   y  labrada.  (4)  E  defpues  de  me  la  haber 

■MU— —— — *—  —— — — .  I 

(  1  )     Perlas,  y  Piedras  de  vidrio,  que  para  los  Indios  eran  de  el  mayor  aprecio, 
y  nunca  vifto  Piezas  de  Vidrio,  ó  Ckriftal. 

(  i)    Afsí  le  llaman  hoy  Camarones,  c¡ue  correfponden  en  algún  modo  4  los  ' 
Collares  de  Coral. 

(?)     Se  ■  femaban  tendidos  como  los  Alí.'uicos,  en  elfuelo,  ó  fobre  unas  Al-  ' 
fombras. 

(4J    Se  la  tributaban  algunos  Pueblos,  como  fe  ve  en  la  Fig,  z. 


DE  D.  FERNANDO  CvORTES.  Si 

/dado,  fe  Tentó  en  otro  Eftrad  o,  que  luego  le  fícíeron  allí  junto 
conelotro,dódeyoeftaba:y  fétadoj  propuíben  efta  manera. 
Muchos  di  as  há,  que  por  nueftras  Efcrituras  tenemos  de 
nuejlros    antepafados   noticia,  que  yo,  ni  todos  ¡os  que  en  efia 
tierra  hartamos,  no  Jomos  Naturales  de  ella,  fino  Ejirangeros ,y 
venidos  á  ella  de  partes  muy  ejlrañas,  (  1  )  é  tenemos  afs¡  mif- 
mo,  que  á  ejlas  partes  trajo  nuejira  Generación  un  Señor,  cuyos 
Vafallos  todos  eran,  el  qual  fe  bolvió  á  fu  noturaleza,  y  def- 
pues  tornó  á  -venir:  dende  en  mucho  tiempo ,  y   tanto,  que  ya 
eftaban  cafados  los  que  habían  quedado  con  las  mugereí  natu- 
rales de  la  tierra,  y  tenían  mucha  Generación,  y  fechos  Pueblot 
donde  vivían:  é  queriéndolos  llevar   con  figo,  no  quifieron  ir, 
ti  i  menos  recibirle  por  Señor:  y  afsi  fe  bolvió.  Efiempre  hemos 
tenido,  que  de  los  que  de  él  defcendiejfen  hallan  de  venir  áfojuz- 
gar  efla  tierra,  y  "  no/otros  como  ¿  fus  Vafallos.  E  Jegun  de 
la  parte,  que  Vos  decís  que  venís,  que  es  á  dó  fie  el  Sol,  (z) 
f  ¡as  cofas,  que,  decís  de  efíe  gran  Señor,  ó  Rey,  que  acá  os  em- 
bió:  creemos,  y  tenemos  por  cierto  elfer  nueflro  Señor  natural: 
en  efpecial,  que  nos  decís,  que  él  á  muchos  dias,  que  tiene  no- 
ticia de  nofotros.  E por  tanto  Vos  fed  cierto,   que  es  obedecere- 
mos, y  tememos  por  Señor  en  lugar  de  efie  gran  Señor,  que  d*- 
c¡s,y  que  en  ello  no  había  falta,  ni  engaño  alguno:  é  bien  podéis 
en  toda  la  tierra,  digo,  que  en  la  que  yo  en  mi  Señorío  pofo,  man- 
dar «  vv.eflra  voluntad,  porque  f era  obedecido, y  fecho,  y  todo 
lo  que  nofotros  tenemos  es  para  lo  que  Vos   de  ello  quifieredes 
di/poner.  Epues  ejlais  en  vueftra  naturaleza,)/  en  vuefíra  Ca- 
fa, hoigad,y  defeanfad  de  el  trabajo  de  el  Camino, y  guerras  que 
habéis  tenido,  que  muy  bienfé  todos  los  que  fe  Vos  han  ofreci- 
do de  Puntunchan  (  3  )  acá,  é  bien  fé,  que  de  los  de   Cempoal, 
y  de  Tlaxealtecal  os  han  dicho  muchos  males  de  mi,  no  creáis 
mas  de  lo  que  por  vueflros  ojos    veredes,  en  efpecial  de  aque- 
llos, que  fon  mis  Enemigos 3y  algunos  de  ellos  eran  mis  Vafallos, 

Y  y 

■  — i^—^^-i        1  ■  — — ■    ■  ■-  i-  ■ 

(  1  )  Los  Mexicanos  por  Tradición  vinieron  por  el  Norte  de  la  Provincia  de 
Quivira,  y  fe  faben  ciertamente  fus  ManfioDes,  y  en  prueba  evidente  la  Ccrquifta 
de  el  Imperio  Mexicano,  le  hiciere»  los  Tulrecas,  ó  de  Tula,  que  era  la  Corre. 

(  1 )  Efto  fué  equivocada  creencia  Je  los  Indios,  por  que  fus  antecesores  vinieron 
por  la  parte  dee!  Norte,  y  aun  viniendo  de  la  Peniafula  de  Yucatán,  decían  con  ver- 
dad,de  el  Oriente,  refpcíío  de  Me'xico. 

(  5  )  Provincia  de  Potlncbán,  ó  Potonclián  en  Tabafco;  Hoy  fe  Ua.ma  ti  Piifblo, 
lí.  Victoria,  en  Mexicano  Potonclián.  íignlfica  lugar, que  hiede , 


8i       .  CARTA  DE  RELACIÓN 

y  hdifime  rebelado  con  vusfira  venida,  y  por  fe  favorecer  con 
Vos  lo  dicen;  los  quales  Jé,  que  también  os  han  dicho,  que  yo 
tenia  las  Cafas  con  las  paredes  de  oro,  y  que  las  efteras  de  mis 
eflrados,  y  otras  cojas  de  mi  férvido,  eran  afsí  mifmo  de  ero, 
y  que  ye,  que  ira, y  me  facía  Dios,  y  otras-  muchas  cofas.  Las 
Cajas  ya  las  veis,  que  fon  de  piedra, y  cal, y  tierra.  Y  enton- 
ces alzó  las  VeíHduras,  y  me  inoftró  el  cuerpo  diciendo 
á  mi:  Veifme  aquí,  <jue  fó  de  carné, y  huefo  como  Vos,  (  i  )  y, 
como  cada  uno, y  qne  Joy  mortal,  y  palpable,  aííendofe  ¿1  coa 
fus  manos  de  los  brazos,  y  de  el  cuerpo:  ved  como  os  ha» 
mentido,  Verdades,  que  yo  tengo  algunas  cejas  de  oro,  que  me 
han  quedado  de  mis  Abuelos:  todo  lo  que  yo  tuviere  tenéis  cada 
vez,  que  Vos  lo  quiferedes:  yo  me  voy  á  otras  Cafas,  donde  vi* 
vo:  aquí  {eréis  proveído  de  todas  las  cofas  necejdrias  pora  Vóst 
y  vuefira  Gente,  ¿no  recibáis  pena  alguna,  pues  eflais  en  vuef- 
tra  cafa, y  naturaleza.  Yo  le  refpondí  á  todo  lo  que  me 
dixo,fatisfaciendo  á  aquello,  que  me  pareció  que  convenía, 
en  efpccial  en  hacerle  creer,  que  Vueftra   Mageftad  era  á 
quien  ellos  eíperaban,  (  i )  é  con  elfo  fe  defpidió,  y  ido, 
fuimos  muy  bien  proveídos  de  muchas  gallinas,  y  pan, 
y  frutas,  y  otras  cofas  necefatias,  efpecialmente,  para  el 
férvido  de  el  Apofento.  E  de  efta  manera  eftuve  fcis  diás 
muy  bien  proveído  de  todo  lo  necefario,  y  viíitado  de 
XXII   Bu-   mucnos  ^e  aquellos  Señores. 
gaño  del  Caá  Ya  muy  Católico  Señor  dije  al  principio  de  efta, 

que  de  Aime  como  á  la  fazon,  que  yo  me  partí  de  la  Villa  de  Vera- 
ria  contra  el  cruz  cn  demanda  de  efte  Señor  Muteczuma,  dejé  en  ella. 
Gobernador  de  c¡ento  v  cincuenta  hombres,  para  facer  aquella  fortaleza, 
com»  la  toma  c]ue  dejaba  comenzada:  y  dije  aisimitmo ,  como  había 
ron  los  Cafte  dej  ido  muchas  Villas  ,  y  fortalezas  de  las  Comarcas  á 
llanos.  aquella   Villa,    puertas  debajo    de    el  Real  dominio  de 

Vueftra  Alteza,  y  á  los  Naturales    de  ella  muy  feguros, 
y  por  ciertos  Vafallos  de  vueftra  Mageftad,  que  eftando 

en 


(  i  )  Es  digna  de  reparo  cíla  exprefsion,  pues  aunque  los  Mexicanos  tributaban 
la  mayor  veneración  á  fu  Emperador,  conocían,  que  era  Hombre  de  carne  y  hueíb. 

(x  )  Pudo  fin  mentir  decir,  que  de  el  Oriente  vino  á  todas  las  Gentes  fu  re- 
dención, y  que  el  Rey  de  Efpaña  fué  el  Inftrumento,  para  que  lograilen  la  convér- 
iíon  los  Indios, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.   .  83 

en  h  Ciudad  de  Churulrecal,  ( 1  )  recibí  letras  de  el  Ca- 
pitán, que  yo  en  mi  lugar  dejé  en  la  dicha  Villa:  por 
las  quales  me  fizo  faber,  como  Qualpopoca,  Señor  de 
aquella  Ciudad,  que  fe  dice  Almena,  (z)  le  había  em- 
blado  á  decir  por  fus  menfajeros,  que  él  tenía  de  fec 
Vafa-llo  de  Vueflra  Alteza,  y  que  íí  fafta  entonces  no  había 
venido,  ni  venía  á  dar  la  obediencia,  que  era  obligado, 
y  á  fe  ofrecer  por  tal  Vafallo  de  Vueftra  Mageftad  con 
rodas  fus  tierras:  la  caufa  era,  que  había  de  pafar  por 
tierra  de  fus  enemigos,  y  que  temiendo  fer  de  ellos  ofen- 
dido, lo  dejaba;  pero,  que  le  embiafe  quatro  Efpaftoles, 
que  viniclíen  con  él:  porque  aquellos  por  cuya  tierra  ha- 
bía de  pafar,  fabiendo  á  lo  que  venían  no  lo  enojarían, 
y  que  él  vernía  luego,  y  que  el  dicho  Capitán,  creyen- 
do fer  cierto  lo  que  el  dicho  Qualpopoca  le  embiaba  á 
decir,  y  que  afs.í  lo  habían  hecho  otros  muchos,  le  ha- 
bía embiado  los  dichos  quatro  Efpañoles,  y  que  defpues, 
que  en  fu  cafa  los  tuvo,  los  mandó  matar  por  cierta  ma- 
nera, como  que  pareciefe,  que  él  no  hacía,  y  que  había 
muerto  los  dos  de  ellos,  y  los  otros  dos  fe  habían  ef- 
capado  por  unos  Montes  heridos,  y  que  él  había  ido 
fobre  la  dicha  Ciudad  de  Almería  con  cinquenra  Efpaño- 
les, y  los  dos  de  Caballo,  y  dos  tiros  de  pólvora,  y  con 
hafta  ocho,  ó  diez  mil  Indios  de  los  Amigos  nueftros,  y 
que  había  peleado  con  los  Naturales  de  la  dicha  Ciu- 
dad, y  muerto  muchos  de  los  Naturales  de  ella,  y  los 
demás  echado  fuera,  y  que  la  hablan  quemado,  y  def- 
truido:  porque  los  Indios,  que  en  fu  Compañía  llevaban, 
como  eran  fus  enemigos,  habían  puefto  en  ello  mucha  di- 
ligencia. E  que  el  dicho  Qualpopoca,  Señor  de  la  dicha 
Ciudad  con  otros  Señores  fus  aliados,  que  en  fu  favor 
habían  venido  allí,  fe  habían  efeapado  huyendo,  y  que 
de  algunos  prifioneros,  que  tomó  en  la  dicha  Ciudad  fe 
habían  informado,  cuyos  eran  los  que  allí  eílaban  en  de- 
fenfa  de  ella,  y  la  caufa  porque  había  muerto  á  los  Ef- 
pañoles, que  él  etnbió.  Laqualdis  que  fue,  que  el  dicho 

Y 1  Mu- 


(  1  )     Cholíiln. 

(  i)     Afsí  llamada  por  Cortés,  y  por  los  MctlCíio.s'Nauthla, 


84  CARTA  DE  RELACIÓN 

Mutcczuma  había  mandado  al  dicho  Qualpopoca,  y  á 
los  otros,  que  allí  habían  venido  como  á  fus  Vafallo£ 
que  eran,  que  faliendo  yo  de  aquella  Villa  de  la  Vera- 
cruz  fueífen  fobre  aquellos,  que  fe  le  habían  alzado»  y 
ofrecido  al  Servicio  de  Vueftra  Alteza,  é  que  tuvieíTen 
todas  las  formas,  que  fer  pudieííen  para  matar  los  Efpa- 
ñoles, que  yo  allí  dejaífe,  porque  no  les  ayudaífen,  ni  íar 
vorecieffen.y  queá  efta  caufa  lo  habían  hecho. 

Pallados,  inviftifsimo  Principe,  feis  días  defpues, 
que  en  la  gran  Ciudad  de  Temiftitan  entré,  é  habiendo 
vifto  algunas  cofas  de  ella,  aunque  pocas,  fegun  las  que 
hay  que  ver,  y  notar:  por  aquellas  me  pareció,  y  aun  por  lo 
que  de  la  tierra  había  vifto,  que  convenía  al  Real  Servicio, 
y  á  nueftra  feguridad,  que  aquel  Señor  eftuvieífe  en  mi 
XXIII  buen  P°der'  y  no  en  toda  íu  libertad,  (i)  porque  no  mudaíTc  el 
modo  con  qu¿  propóíito,  y  voluntad,  que  moftraba  en  fervir  á  Vueftra 
prendió  Cortés  Alteza,  mayormente,  que  los  Efpañoles  fomos  algo  in- 
á  Mttteczuma.  comportables ,  é  importunos,  é  porque   enojandofe  nos 
podría  hacer  mucho  daño,  y  tanto,  que  no  oviefle  me- 
moria de  no fotros,  fegun  fu  gran  poder;  é  también,  por- 
que teniéndole  con  migo,  todas  las  otras  tierras,  que  á 
él  eran  Subditas,    venían  mas  ayna  al  conocirnienro ,  y 
Servicio  de  Vueftra  Mageftad  ,  como  defpues   fucedió: 
determiné  de  lo.prender,  y  poner  en  el  Apofento,  don- 
.  de  yo  eftaba,  que  era  bien  fuerte;  y  porque  en  fu  pri- 
íion  no  ovieííe  algún  efeándalo ,  ni  alboroto,  penfando 
todas  ias  formas,  y  maneras,  que  para  lo  hacer  fin  efte  de- 
bía tener,  me  acordé  de  lo  que  el   Capitán,  que  en  la 
Veracruz  había  dejado,  me  había  eferito,  cerca  délo  que 
había  acaecido  en  la  Ciudad  de  Almería,  fegun,  que  eu 
el  Capítulo  antes  de  efte  hé  dicho,  y  como  fe  había  fa- 
bido,  que  tpdo  lo  allí  fubcedido  había  íido  por  manda- 
do de  el  dicho  Moceczuma;  y  dejando  buen  recaudo  en 
las  encrucijadas  de  las  Calles,  me  fuy  á  las  Cafas  de  el  di- 
,■....  cbo 

(  i  )  Faé  grande' prudencia, 'y  Arte  -militar  haber  afegurado  á  c!  Emperador,  per 
que  fino  quedaban  expueftos  Hernán  Cortés,  y  fus  Soldados  á  perecer  á  craycion,  y 
teniendo  fegwo  á  el  Emperador  fe  afeguraha  á  (i  mifmo,  pues  los  Efpañoles  no  le 
coufian  ligeramente:  Jonathás  fué  muerto,  y  forprendido  epor  haberfe  confiado  de 
fTripkon.   lib,  i .  Machjb,  cap.  1 1, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  8  5 

cho  Muteczutna  ,  como  otras  veces  había  ido  á  le 
.ver;  y  defpües  de  le  haber  hablado  en  burlas,  y  cofas 
de  placer,  y  de  haberme  él  dado  algunas  Joyas  de  Oro* 
y  una  Hija  Tuya,  y  otras  Hijas  de  Señores  á  algunos 
de  mi  Compañía,  le  dije,  que  ya  fabía  lo  que  en  la 
Ciudad  de  Nautecal,  ó  Almería  había  acaecido,  y  ¡os 
Efpañoles  que  en  ella  me  habían  muerto:  y  que  Quaí- 
popoca  daba  por  difeulpa,  que  todo  lo  que  había  he- 
üho,  había  fido  por  fu  mandado,  y  que  como  fu  Vafa- 
Jlo  no  había  podido  hacer  otra  cofa;  y  porque  yo  creía, 
que  no  era  afsí,  como  el  dicho  Qualpopoca  decía ,  y 
que  antes  era  por  fe  efeufar  de  culpa,  que  me  parecía 
que  debía  embiar  por. él,  y  por  los  otros  Principales, 
que  en  la  muerte  de.  aquellos  Efpañoles  fe  habían  halla- 
do, porque  la  verdad  fe  fupíeíTe,  y  que  ellos  fueíTen 
caíligados,  y  Vueítra  Mageílad  fupieíTe  fu  buena  volun- 
tad claramente;  y  en  lugar  de  las  Mercedes,  que  Vueí- 
tra Alteza  le  había  de  mandar  hacer,  los  dichos  de  aque- 
llos malos  no  provocaíTen  á  Vueítra  Alteza  á  ira  con- 
tra él,  por  donde  le  mandaííe  hacer  daño,  pues  la  ver- 
.dad  era  al  contrario  de  lo  qué  aquellos  decían,  y  yo 
.citaba  de  él  bien  fatisfecho.  Y  luego  á  la  hora  mandó 
llamar  ciertas  Perfonas  de  los  fuyos,  á  los  quales  dio 
,una  figura  de  Piedra  pequeña,  á  manera  de  Sello,  que 
él  tenía  atado  en  el  Brazo  (1)  y  les  mandó,  que  fuef- 
ícn  á  la  dicha  Ciudad  de  Almería,  que  eflá  fefenta,  ó 
fetenta  leguas  de  la  de  Muxtitán,  (z)  y  que  traxelTen 
-al  dicho  Qualpopoca  ,  y  fe  ínrormalTen  en  los  demás, 
que  habían  íldo  en  la  muerte  de  aquellos  Efpañoles,  f 
que  afsímifmo  los  truxelTen,  y  fi  por  fu  voluntad  no 
quiíielTen  venir,  los  ttuxcflen  prefos;  é  í¡  fe  pufieífen  eri 
rdiílír  la  prifion,  qué  requirieíTen  á  ciertas  Coruunida-» 
des  Comarcanas  á  aquella  Ciudad,  que  allí  les  íeñaló, 
para  que  fueífen  con  mano  armada  para  los  prender,4 
por  manera,  que  no  vínieífen  fin  ellos.  Los  quales  luego 

Z  fe 

—      r  ■  -  -  _      ■'  ■  1         1  « 

(  1  )    En  unas  Naciones  ícllaban  con  el  Anillo,  y  los  Mexicanos  le  trahím  ar*í 
ik>  en, el  Brizo. 

(  1 ;     Tenuxtitlán,  ó  Me'xico» 


U  CARTA  DEBELACIÓN 

fe  fiartleroh:  y  afsí  idos,  re  dije  al  dicho  Mutéczunrtj 
que  yo  le  agradecía  la  diligencia,  que  ponía  en  la  priw 
Con  de  aquellos,  porque  yo  había  de  dar  cuenta  á  Vuef- 
tra  Alteza  de  aquellos  Efpañoles.  E  que  redaba  para  yo 
dalja,  que  él  eftuvieffe  en  mi  Pofada,  hafta  tanto  que 
Ja  verdad  mas  fe  aclaraííe,  y  fe  fupleffe  fer  fin  culpa? 
y  que  le  rogaba  mucho,  que  no  recibieíTe  pena  de  ello,, 
porque  él  no  había  de  eftár  como  prefo,  fíwt  en  toda 
fu  libettad:  y  que  en  el  fervicio,  y  mando  de  fo  Seño-i 
río  yo  no  le  ponía  níngun  impedimento:  y  que  efeen 
gieífe  un  Quarto  de  aquel  Apofento,  donde  yo  eftaba,; 
qual  él  qutíiefíe,  (i)  y  que  allí  eftaría  muy  á  fu  placer; 
y  que  fueífc  cierto,  que  ningu^,  enojo,  ni  pena  fe  le? 
había  de  dar:  antes  de  mas  de  fu  fervicio ,  los  de 
mi  Compañía  le  feívirían  en  todo  lo  que  él  mandaffe. 
'Acerca  de  efto  pafamos  muchas  pláticas,  y  razones,  qae 
ferian  largas  para  las  eferibir,  y  aun  para  dar  cuenta  de 
ellas  á  Vueftra  Alteza,  algo  prolijas,  y  también  no  fuf- 
fauciales  para  el  cafo;  y  por  tanto,  no  diré  mas,  de 
que  finalmente  él  dijo,  que  le  placía  de  fe  ir  con  mt~ 
3>o:  y  mandó  luego  ir  á  aderezat  el  Apofentamiento,  don- 
de él  quifo  eftár,  el  qual  fue  muy  puerto,  y  bien  ade- 
rezado» y  hecho  efto,  vinieron  muchos  Señores,  y  quii 
tadas  las  Veftiduras,  y  pueftas  por  bajo  de  los  brazos, 
^y  defcalzos,  trahían  unas  Andas,  no  muy  bien  aderezadas, 
llorando,  lo  tomaron  en  ellas,  con  mucho  filencia  ;  y 
afsí  nos  fuymos  hafta  el  Apofento  donde  eftaba,  finí  ha- 
ber alboroto  en  la  Ciudad,  aunque  fe  comenzó  á  mo- 
ver, (i)  Pero  fabido  por  el  dicho  Muteczuma,  embióá 
mandar,  que  no  lo  hubíeffe:  y  afsí  hubo  toda  quietud, 
íegun  que  antes  la  había,  y  la  hubo  todo  el  tiempo,  que 
yo  tuve  prefo  al  dicho  Muteczuma,  porque  él  eftaba 
muy  á  fu  placer,  y  con  todo  fu  fervicio,   fegun  en  fa 

Ca- 

(  i  )     Efte  Palacio  eftaba  donde  hoy  las  Cafas  de  el  Marqués  del  Valle. 

ti)  Siempre  llegó  Cortés  á  coroprehender  ,  que  era  impolible  mar.renerfe  en 
toda  fu  libertad  un  Emperador  tan  poderofo  como  Muteczuma,  leconocicndofe  por 
Vafallo  de  el  Rey  de  Efpaña,  y  que  habla  de  cortar  mucha  fangre,  y  haber  Re*" 
boluciones  en  los  Indios;  porque  y»  veían  que  los  Efpañolet  eran  Hambres,  y  r63 
«Saballw  Bíftjas,  *     *  *      . 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  £? 

Gafa  lo  reñía,  que  era  bien  grande,  y  rharavtllofo,  fe- 
gurí  adelanre  diré.  E  yo,  y  los  de  mi  Compañía  le  ha-? 
ciamos  todo  el  placer,  que  á  nofotros  era  poílble. 

E  habiendo  pafado  quince,  ó  veinte  días  de  fu         l^'  Cm* 
^riííon,  vinieron  aquellas  Perfonas,  que  había  embiado  Lefos áViéx** 
por  Qualpopoca,  y  los  otros,  que  habían   muerto  los  co  £¿oa/j>opo» 
Efpañoles,  é  trajeron  al  dicho  Qualpopoca,  y  á  un  Hijo  ca, y  otros-,  y 
íuyo,  y  con  ellos  quince  Perfonas,  que  decían  que  eran   t!Uregad<>s    á 
Principales,  y  habían  fido  en  la  dkha  muerte.  E  al  di-    Coftét> los  hi' 
cno  Qualpopoca  traman  en  unas  Andas,  y  muy  a  ma-  e„  tant0  ' filp9 
ñera  de  Señor,  como  de  hecho  lo  era.  E  trahídos,  me  (orillos  ú  Mu- 
los entregaron,  y  yo  los  hice  poner  a  buen  recaudo,  rezuma  ,  q«t 
í»n  fus  priíiones;  y  defpues  que  confefaron  haber  muer-  le,  '9***4  ¿9t* 
to  los  Efpañoles,  les  hice  interrogar  íi  ellos  eran  Vafa-     SJi",ss' 
líos  de  Mutcczuma?  Y  el  dicho  Qualpopoca  refpondió, 
que  fi  había  otro  Señor,  de  quien  pudieííe  fetlo?  (i)  caíi 
diciendo,  que  no  había  otro,  y  que  íi  eran.  E  afsímif. 
mo  les  pregunté,  íí  lo  que  allí  fe  había  hecho  fí  había 
fido  por  fu  mandado?  y  dijeron  que  no  ,  aunque  def- 
pues, al  tiempo   que  en  ellos  fe  executó  la   fentencia, 
que  fueílen  quemados,  todos  á  una   voz  dijeron  ,   que 
era  verdad  que  el  dicho  Mutcczuma  fe  lo  había  embis- 
tió á  mandar,  y  que  por  fu  snandado  lo  habían  hecho. 
E  afsí  fueron  eftos  quemados   publicamente  en  una  Pla- 
za, íín  haber  alboroto  alguno?  y  el  día  que  fe  quema- 
rían, porque  confefaron   que   el  dicho  Mutsczuma   les 
había  mandado,  que  matafíen  á  aquellos  Efpañoles,  le 
hice  echar  unos  Grillos,  de  que  él  no  recibió  poco  eí* 
panto:  aunque  defpues  de  !e  haber  rabiado,  aquel  día 
íe  los  quité,  y  él  quedó  muy  contento;  y  de  allí  ade-, 
Jante  fiempre  trabajé  de  le  agradar,  y  contentar  en  to- 
do lo  á  mi  pofible:  en  efpecial  que  iiempre  publiqué, 
y  dije  á  todos  los  Naturales  de  la  Tierra,  afsí    Señó- 
res,    como  á  los   que  á  mi  venían,     que  Vueftra  Ma-> 
«citad  era  férvido,  que  el  dicho  Mutcczuma  fe  eftuvief- 

Zz  fe 


-  ( i ,)  •  Ue  cite  ■pa'abí.is  fe  infiere,  crue  el  .Inmerjo  de.  Mutepzuma  era  aatyttddf 
y  icio  Ibh  TlííísUefíij  rehuíaban  tewiióceile» 


gg  CARTA  DE  RELACIÓN 

fe  en  fu  Señorío,   reconociendo  el  que   Vueílra  Alteza 
fobre  él  tenía,,  y  que  fervirían  mucho  á  Vueílra  Alteza 
en  le  obedecer,  y  tener  por  Señor,  como  antes  que?  yo 
v  á  la  Tierra  vinieífe  le  tenían.  £  fué  tanto  el  buen  tra- 

tamiento que  yo  le  hice,  y  el  contentamiento  que  de 
mi  tenía,  que  algunas  veces,  y  muchas,  le  acometí  con 
fu  libertad,  rogándole  que  fueífe  á  fu  Cafa;  y  me  dijo, 
todas  las  veces  que  fe  lo  decía,  que  él  eítaba  bien  alli* 
y  que  no  quería  irfe,  porque  alli  no  le  faltaba  cofa  de 
lo  que  ¿1  quería,  como  íi  en  fu  Cafa  eíhivicífe:  é  po- 
dría fer,  que  yendofe,  y  habiendo  lugar  que  los  Seño- 
res de  la  Tierra,  fus  Vaíallos  íe  importunaífen,  ó  le  ¡n- 
ducieífen  á  que  hicieífe  alguna  cofa  contra  fu  voluntad, 
que  fueífe.  fuera  del  férvido  dé  V.  A,  y  que  él  tenía  pro- 
puefto   de  fervir  á  Vueílra  Magefrad  en  todo  lo  á  él 
poííble:'  y  que  harta  tanto,  que  los  tuvieííe  informados 
de  lo  que  quería  hacer,  y  que  él  eíhba  bien  alli;  por 
que  aunque  alguna  cofa  le  quiííeffen  decir,  que  con  ref- 
pondelles,.  que  no  eíhba  en  fu  libertad,  fe  podría  ef- 
cufar,  y  eximir  de  ellos;  y  muchas  veces  me   pidió  li- 
cencia para  fe  ir  á  holgar,   y   pafar   tiempo  á  ciertas 
Cafas  de  placer,  que  él  tenía,  afsí  fuera  de  la  Ciudad, 
como  dentro,  (r)  y  ninguna  vez  fe  la  negué.  E  fué  mu- 
chas veces  á  holgar  con  cincos>  ó  feis  Efpañoles  á  una, 
y  dos  leguas  fucta  de  la  Ciudad,  y  bol  vía  fiempre  muy 
alegre,  y<  contento  al  Apofento,  donde  yo  le  tenía.  E 
fiempre  que  falía,  hacía-  muchas  Mercedes  de  joyas,  y 
Ropa,  afsí  á  los  Efpañoles,  que  con  él  iban,  como  á 
fus  Naturales,  de  los   quales  íiempre  iba   tan  acompa- 
ñado, que  quando  menos  con  él  iban,  paíaban  de  tres 
mil  hombres,  que  los  mas  de  ellos  eran  Señores,  y  Per- 
fonas  Principales:  é  fiempre  les  hacía  muchos  Banque- 
tes, y  Fieftas,  que  los  que  con  él  iban,  tenían  bien  que 
contar. 

Oef- 


( i )    Siete  Palacios  tenía  Mureczuma  ia  Tlatelulco,  en  la  Ciudad,  y  fuera  de 
ella. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  89 

Defpues  que  yo  conocí  de  el  muy  por  entero,  XXP.  £a* 
tener  mucho  defeo*  al  férvido  de  Vueftrá  Altez.i,  le  ro-  hia  fIt,tcczu* 
gue,  que  porque  mas  enteramente  yo  pudiefTe  hacer  Re-  ^¡'0''f¡a"s<"p^ 
Jacion  áVueftra  Mageftad  de  las  cofas  de  efta  Tierra,  einctmtát  Ca- 
que me  moftraíTe  las  Mirlas,  de  donde  fe  facaba  el  Oro:  zula,  Tamaza- 
el  qual,  con  muy  alegre  voluntad,  fegun  oioftró,  dijo  ^aPa->  M>>¡<»«k 
aue  le  placía.  E  luego  hizo  venir  ciertos  Servidores  fu-  tey^ue->  *  '"• 

"  r,       ,  ,D  ./  .      .         tus ,     acampa- 

yos,  y  de  dos  en  dos  repartió  para  quatro  Provincias,  ñandoddosíf- 
donde  dijo  que  fe  facaba:  é  pidióme  que  le  dieíTc  Ef-  pañoles  ,  y  i 
pañoles,   que  fueíTen  con  ellos,  para  que  lo  vicífen  fa-  *ue?  DelCaci- 
car:  c  afsímifmo  yo  le  di  á  cada  dos  de  los  fuyos  otros  1"'  de  la  ¿* 
dos  Efpañoles.  E  los  unos  fueron  á  una  Provincia,  que  y^lch^Ria) 
fe  dice  (0  Cuzula,  que  es  ochenta  leguas  de  la  gran  Ciu-  de  aue  fe  faca 
dad  de  Temixtitán:  é  los  Naturales  de  aquella  Provin-  Oro:  y  de  lé 
cía  forí    Vafallos  del  dicho  Muteczuma:  é  allí  les  mof-  Pfovhda    di 
traron  tres  Rios,  y  de  rodos  me   trajeron  mucftra    de  Tucbtttbeiu$t 
Oro,  y  muy  buena,   aunque  lacada  con  poco  aparejo, 
porque  no  tenían  otros  Inftrumentos  mas  de  aquel,  coa 
que  los  Indios  lo  facan;   y    en  el  camino  pifaron  tres 
Provincias,  fegun  los  Efpañoles  dijeron,  de  muy  hermo- 
fa  Tierra,  y  de  muchas  Villas,  y  Ciudades,  y  otras  Po- 
blaciones en  mucha  cantidad,  y  de  tales,  y  tan  buenos 
Edificios,  que  dicen,  que  en  Efpaña  no  podían  fer  me- 
jores. En  efpechl  me  dijeron,  que  habían  vifto  una  Cafa 
de  Apofentamíento,  y  Fortaleza,  que   es  mayor,  y  mas 
fuerte,  y  mas  bien  edificada,  que  el  Caftillo  de  Burgos:) 
y  la  Gente  de  una  de  citas  Provincias,  que  fe  llama  Ta- 
mazulapa,  (2)  era    mas  vertida  que  eftotra,  que  habc-l 
snos  vifto,   y  fegun  á  ellos  les  pareció,    de  mucha  ra- 
zón. Los  otros   fueron  á  otra  Provincia,  que   fe  dice, 
Malinaltebeque,  ( 3 )  que  es  otras   fetenta  leguas  de  U 
dicha  gran  Ciudad,  que  es  mas  hacia  la    Colla  de    \% 
Mar.  E  afsímifmo  me   trajeron   mueftra  de  Oro   de  un 
Rio  grande,  que  por  allí  paía.  E  los  otros  fueron  á  uní 

AA  Tier- 


(  1  )  Las  Provincias,  y  Pueblo*  de  donde  tributaban  barras  tit  Oro,  fe  recenaff 

cen  en  la  Fig.  %. 

(  *)  Tamazulapa  efta  en  ta  Píocefís  de  Ornea» 

(  i  )  Malioaiteacc  odk  en  la  Dioceíis  UQtUMi 


m  CARTA  DE  RELACIÓN 

Tierra,  que  eirá  efte  Rio  arriba,  que  es  de  una  Gente 
diferente  de  la  Lengua  de  Culúa,  á'Ia  qual  llaman  Te- 
nis: y  el  Señor  de  aqueila  Tierra  fe  llama  Coatelicaroat, 
(i)  y  por  tener  fu  Tierra  en  unas  Sierras  muy  altas, 
y  afpcras,  no  es  fujeto  al  dicho  Muteczuma ,  y  tara- 
bien  porque  la  Gente  de  aquella  Provincia  es  Gente 
muy  guerrera,  y  pelean  con  Laszas  de  veinte,  y  cinco, 
y  treinta  palmos;  y  por  no  fer  eftos  Vafallos  de  el  di- 
cho Muteczuma,  los  Men  fajeros  que  con  los  Efpañoles 
iban,  no  oííaron  entrar  en  la  Tierra,  fin  lo  hacer  faber 
primero  al  Señor  de  ella,-  y  pedir  para  ello  licencia, 
diciendole,  que  iban  con  aquellos  Efpañoles  á  ver  las 
Minas  del  Oro,  que  tenían  en  fu  Tierra,  y  que  le  ro- 
gaban de  mi  parte,  y  del  dicho  Muteczuma  fu  Señor, 
que  lo  hobieííen  por  bien-  El  qual  dicho  Coatelicamac 
refpondió  que  ios  Efpañoles,  que  él  era  muy  contento 
que  enfrailen  en  fu  Tierra,  y  vieífen  las  Minas,  y  todo  lo 
demás  que  ellos  quifieííen;  pero  que  los  de  Culúa,  que 
fon  los  de  Muteczuma,  no  habían  de  entrar  en  fu  Tier- 
ra, porque  eran  fus  Enemigos»  Algo  eftubieron  los  Ef- 
pañoles perplejos,  en  íl  irían  folos,  ó  no,  porque  los 
que  con  ellos  iban  les  dijeron,  que  no  fuellen,  que  les 
matarían,  é  que  por  los  matar  no  confentían  que  los 
de  Culúa  entraifen  con  ellos;  y  al  fin  íe  determinaron 
á  entrar  folos,  é  fueron  de  el  dicho  Señor,  y  de  los 
de  fu  Tierra  muy  bien  recibidos,  y  les  moílraron  fiete¿, 
ú  ocho  Ríos,  de  donde  dijeron,  que  ellos  faeaban  el 
Oro,  y  en  fu  prefeneía  lo  Cacaron  los  Indios,  y  ellas. 
me  trajeron  mueftra  de  todo;  y  con  los  dichos  Efpa-, 
Soles  me  embió  el  dicho  Coatelicamat  ciertos  Menfa- 
jeros  fuyos,  con  los  quales  me  embió  á  ofrecer  fu  Per- 
lona,  y  Tierra  al  íervicio  de  Vueftra  Sacra  Mageílad,  y 
me  embió  ciertas  joyas  de  Oro,  y  Ropa  de  la  que 
ellos  tienen.  Los  otros  fueron  á  otra  Provincia,  que  íe 
¿ice,  Tuchítebeque,  (2)  que  es   cafi  en  el  mifrao  dere- 

dio 


( 1  )     Era  Señor  de  Tenick,  que  efti  el  Rio  arriba  de  Maninaltepec. 
( ¿  )       Hoy   es  ¿s  la  E>ioce&  de  ü« acá  Xuckitepee. 


£>E  D.  FERNANDO  CORTES.  $% 

crio  hacia  la  Mar,  doce  leguas  de  la  Provincia  de  Ma-I 
jinaltebeque,  donde   ya  he  dicho  que  fe   halló  Oro :  é 
allí  les  moftraron  otros  dos  Ríos,   de  donde  afsímifmo 
facaron  mueftra  de  Oro. 

E  porque  alli,  fegun  los  Efpañoles  que  allá  fueron      XXVI.  Bis 
roe  informaron,  hay  mucho  aparejo  para  hacer  Eílancias,  brtcasi  y  Pcft 
y  para  íacr  Oro,  rogué  al  dicho  Muteczuma,  que  en  aquella  9ueria->  <*'•  • 
Provincia  de  MalinaMeqoe,  porque  era  para  elb  mas  ™/^¿¿C/£ 
aparejada,  hicieííe  hacer  una  Eílancia  para  Vueílra  Ma-  cer  " MuXtczUi 
geftad;  y  pufo   en  ello  tanta  diligencia,  que   dende  en  ma  en  Maní* 
dos  mefes  que  yo  fe  lo  dije,  eftaban  fembradas  fefenta  nUahebeque:  y 
hanegas   de  Maíz,  y  diez  de   Frisóles,  y  dos  mil  pies  j>eAriJ>cioñ  de 
de  Cacap,  ( i )  que  es  una  Fruta  como  Almendras,  que  f^f^J,,^^ 
elios  venden  molida:  y  tienenla  en   tanto,  que  fe  trata  entran   ti   el 
per  Moneda  (z)  en  toda  la  Tierra,  y  con  ella  fe  compran   M«r,eut  man- 
todas  las  cofas  necefarias  en  los  Mercados,  y  otras  par-  di  pintar.  £w 
tes.  E  había  hechas  cuatro  Cafas    muy  buenas,   en  que    ¿/*  CtiJ" 
en  la  una,  demás  de  los  Apostamientos,  hicieron  un  yfetrata  de  Jí 
Eíranque  dé  Agua,  y   en  él  pulieron   quinientos  Patos,   de  Cbakhime- 
que  acá  tienen  en  mucho,  porque  fe  aprovechan  déla   ra^Santivan^ 
pluma  de  ellos,  y  los  pelan  cada  año,  y  hacen  íus  Ro-  «» ¡¿Provincia 
pas  con  ella:  y  pufieron  haíh  mil,  y  quinientas  Galii-   ^^""J'^J 
ñas,  fin  otros  aderezos  de  Grangerías,  que  muchas  ve-  ¡jamad»    Tu. 
ees,  juzgadas  por  los  Efpañoles  que  la  vieron,  la  apre-    ebintecia.  y  fui 
ciaban  en  veiore  mil  Pelos  de  oro.  Áfsíoíifmo  le  rogué  dádivas^  ofrt$ 
al  dicho  Muteczuma,  que  me  dijeíte,  fi  en  la  Coftj  de  eimitBtu¿ 
h  Mar  había  algún  Rio,  ó   Ancón,  en  que  los  Navios 
que  vinieífen  pudieífen  entrar,  y.eftár  feguros.   El  qual 
me  refpondió,  que  no  lo  fabía;  pero    que  él   rae   faríi 
pintar  toda  la  Cofra,  y  Ancones,  y  Rios  de  ella,  y  que 
cmbiaífe  yo  Efpañoles   á  los  ver,   y    que  él  me  daría 
quien  los  guiaífe,  y  fucífe  con  ellos,  y  afsí    lo  hizo.  E 
ctro  día  me  trujeron  figurada  en  un  paño  toda  la  Coila: 

Ír  en  ella  parecía  un  Rio,  que  falía  á  la  Mar,  mas  abier- 
o,  fegun  la  figura,  que  los  otros:  el  qual  parecía  eítár 

AAz  en- 


i  i  ]     Efte  es  el  Cacao,  de  ¡que   fe  hace  el  Chocolate:   veafe   la  Fig.   i. 

f  ^  ¡  Aun  hoy  fe  conferva  en  las  Tiendas  dar  granos  de  Cacao  en  lugar  de  Mo- 
sedas  de  cobre,  por  fer  la  menor  de  plata  acuñada  de  valot  de  diez  (juartos,  y  ras 
áio  de  Efpaña,  y  en  la  America  es  un  medie  :eútj 


92,  CARTA  DE  RELACIÓN 

entre  las  Sierras,  que  dicen  (i)  Sanmyn  ,  y  fon  tanto 
en  un  Ancón  por  donde  los  Pilotos  harta  entonces  creían 
que  fe  partía  la  Tierra  en   una  Provincia,  que  fe  dice 
Mazamalcoj  (¿)  y  me  dijo,  que  vieífe  yo  á  quien  que* 
ría  embiar,  y   que  él  proveería  como  fe  vieífe,  y   fu- 
pielTe  todo:  y  luego  íeñalé  diez  Hombres,  y  entre  ellos 
algunos  Pilotos,  y   Perfonas  que    fabían    de  la  Mar.  E 
con  el  recaudo  que  él  dio,  fe  partieron,  y  fueron  por 
toda  la  Corta,  defde  el  Puerto  de  Chalchilmeca  (3)  que 
dicen  de  San    Juan,    donde  yo   deíembarqué,  y  andu- 
vieron por  ella  fefenta,  y  tantas  leguas,  que  en  ningu- 
na parte  hallaron   Rio,   ni  Ancón  donde  pudiefíen  en- 
trar Navios  ningunos,  puerto  que  en  la  dicha  Corta  ha- 
bía muchos,  y  muy  grandes,  y  todos  los  fundaron  coa 
Canoas,  y  afsí  llegaron  á  la  dicha  Provincia  de  Qua- 
calco,  (4)  donde  el  dicho  Rio  efti;  y  el  Señor  de  aque- 
lla Provincia,  que  fe  dice  Tuchinrecla,  los  recibió  muy* 
bien,  y  les  dio  Canoas  para    mirar  el  Rio:  é    hallaros 
en  la  entrada  de  él  dos  brazas,  y   media  largas,   en  lo 
mas  bajo  de  bajar,  y  fubicron  por  el  dicho  Rio  arriba 
doce  leguas,  y  lo  mas   bajo  que  en  él   hallaron  fueron 
cinco,  ó  ftis  brazas.  E  fegun  lo  que  de  él  vieron,  fe 
cree,  que  íube  mas  de  treinta  leguas    de  aquella  hon- 
dura: y  en  la  Ribera  de  él  hay  mueh-is,  y  grandes  Po- 
blaciones, y  toda  la  Provincia  es  muy  llana,  y  muy  fuer- 
te, y  abundoía  de  todas  las  cofas  de  la  Tierra ,  y  de 
mucha,   y  caíi  innumerable   Genre.  E  los  de  efta   Pro- 
vincia   no  fon    Vafallos,    ni   Subditos    de    Muteczuma, 
antes  fus  Enemigos..   E  afsímiímo   el  Señor  de  ella,  al 
tiempo  que  los  Efpañoles   llegasen,  les  embió  á  denr, 
que    los  de  Culúa    no  entrañen   en   fu   Tierra,  porque 
eran  fus  Enemigos.  E  quando  fe  bolviefon  los  fcfpa fió- 
les á  mi  con  efta  Relación,  crrsHó  con  ellos  ciertos  Men- 
fajeros,  con  los  quaks  me  embió  ciertas  Joyas  de  Oro,  y 

(  ne- 


(  1 )     Pueden   fer  las  que  hoy   fe  llaman    de  San  Martin  Obiípado   de  Oairacj, 
(i)Gemara  drceGuazacualco.y  lo  cierto  es,q  es  entre  laj  Simas  de  S.Martlo^S.Asto» 
(  3  )     Efte  es  el  Puerto  de  Ver.vCrui. 
(  4  >    Hoy  Kie  CnaLacoalca  ¿e  la  Ditceíís  ¿e  Oaxaca. 


DE  T>.  FERNANDO  CORTES.  ff 

Cueros  de  Tigres,  y  Plumajes,  y  Piedras ,  y  Ropa;  y 
ellos  me  dijeron  de  fu  parte,  que  había  muchos  días, 
que  Tuchintela  fu  Señor  tenia  noticia  de  mi :  porque 
los  de  Purunchán,  que  es  el  Rio  de  Grijalúa,  (i)  que 
fon  fus  Amigos,  le  habían  hecho  faber,  como  yo  había 
pafado  por  alli,  y  había  peleado  con  ellos,  por  que  no 
rae  dejaban  entrar  en  fu  Pueblo;  y  como  defpucs  que- 
damos Amigos,  y  ellos  por  Vafallos  de  Vueftra  Magef- 
tad.  E  que  el  afsímifmo  fe  ofrecía  á  fu  Real  fervicío, 
con  toda  fu  Tierra,  é  me  rogaba,  que  le  toviefle  por 
'Amigo  con  tal  condicion,que  los  de  Culúa  no  entralTen  en 
fu  Tierra,  é  que  yo  vieíTe  las  cofas  que  en  ella  había, 
de  que  fe  quifielíe  fervir  Vueftra  Alteza,  y  que  él  daría  XXPJÍ.  C,añ 
de  ellas,  las  que  yo  feñalaffe  en  cada  un  año.  h  Relación  d? 

Como  de  los  Efpañoles  que  vinieron  de  efta  los  Efpwl*** 
Provincia  me  informé,  fer  ella  aparejada  para  poblar;  y  9<*e  fue™n  * 
de  el  Puerto,  que  en  ella  había  hallado,  holgué  mucho:  ¿'ml"a  cortés  6 
porque  defpues  que  en  efta  Tierra  falré,  fíempre  hé  traba-  reconocerle  ps» 
jado  de  bufear  Puerto  en  la  Corta  de  ella:  tal,  que  eftu-  r?  poblar ,  y 
yieíTe  ápropóíito  de  poblar,  y  jamás  lo  había  hallado,  g»fl°lue™*m 

ni  lo  hay  en  toda  la  Coila,  defde  el  Rio  San  Antón,  que   htf  J^'Z' 
'..,  .     ,       •  '   »         c/a,  ae  que  po» 

es  junto  al  de  Orijalua  hatta  el  de  Panuco,  que  es  la  t¡efen  en  /* 
Cofta  abajo,  adonde  ciertos  Efpañoles,  por  mandado  de  Provincia. 
Francifco  de  Garay,  fueron  á  poblar;  de  que  adelante  á 
¡Vueftra  Alteza  haré  Relación.  E  para  mas  me  certificar 
de  Jas  cofas  de  aquella  Provincia,  y  Puerto,  y  de  la  vo- 
luntad de  los  Naturales  de  ella,  y  de  las  otras  cofas  ne- 
cefarias  á  la  población,  torné  á  embiar  ciertas  Perfonas 
de  las  de  mi  Compañía,  que  tenían  alguna  experiencia 
|>ara  alcanzar  lo  fufodicho.  Los  quales  fueron  con  los 
Ménfajeros,  que  aquel  Señor  Tuchintecla  me  había  ero- 
biado ,  y  con  algunas  cofas  que  yo  les  di  para  él.  E 
ilegados,  fueron  de  él  bien  recibidos:  y  tornaron  á  ver, 
y  Focdár  el  Puerto,  y  Rio,  y  ver  los  Afsientos  que  ha- 
bía en  él,  para  hacer  el  Pueblo.  E  de  todo  me  trajeron 
Verdadera,  y  larga  relación:  é  dijeron,  que  había  todo 
~f      :  ■      .  BB  lo 

<  i  )    Éfte  Rio  conferva  hoy  f»  aorafer^  y  tiene  el  dz  Tabafco,  por  Aw 

&  deíciubcca  c a  «l  Ocewn», 


XXPIII.  De 

lo  Provincia  de 

Ac\ilnacihi  ,  y 
Cilidad  de  Tez- 
cuco,    Acara 
ttiñ',  y  Otampa, 
y    cómo    Coca- 
maan  ,     Señor 
di  ellas,  fe  re- 
heló,  y  fué pre 
fot  y  entregado 
c.    Cortés,  qu* 
h'zo    elegir  en 
fu  lagar  á  Cu 
c'uzcacin  ,    fu 
Hermano. 


jr4  CARTA  DE  RELACIÓN^ 

Jo  necefario  para  poblar.  E  que  el  Señor  de  la  Provlrí-i 
cía  eftaba  muy  contento,  y  con  mucho  defeo  de  fervir 
á  Vueftra  Alteza.  E  venidos  con  efta  relación,  luego 
defpacné  un  Capitán  con  ciento,  y  cincuenta  hombres, 
para  que  fueífen  á  trazar,  y  formar  el  Pueblo,  y  hacer 
«na  Fortaleza:  poique  el  Señor  de  aquella  Provincia  fe 
me  había  ofrecido  de  la  facer:  y  afsímifmo  todas  las 
cofas  que  fueífen  necefarias,  y  le  mandaüen:  y  aun  hi- 
zo feis  en  el  Afsiento,  que  para  el  Pueblo  feñalaron  .•  y 
dijo,  que  era  muy  contento,  que  fuellemos  allí  á  po- 
blar, y  eftár  en  fu  Tierra. 

En  los  Capítulos  pafados,  muy  Poderofo  Señor, 
dije,  como  al  tiempo  que  yo  iba  á  la  gran  Ciudad  de 
Temixtitán,  me  había  laudo  al  Camino  un  gran  Señor, 
que  venía  de  parte  de  Muteczuma:  é  feguo  lo  que  deí-' 
pues  de  él  fupe  ,  él  era  muy  cercano  Deudo  de  Mu- 
reczuma,  y  tenía  fu  Señorío  junto  al  del  dicho  Mutec- 
zuma: cuyo  nombre  era  Haculuacán.  <i)  E  la  Cabeza 
de  él  es  una  muy  gran  Ciudad,  que  eíU  junto  á  efta 
Laguna  falada;  que  hay  defde  ella,  yendo  en  Canoas 
por  la  dicha  Laguna  hafta  la  dicha  Ciudad  de  Temix- 
titán feis  leguas ,  y  por  la  tierra  diez.  E  llamafe  efta 
Ciudad  Tezcuco,  (z)  y  ferá  de  hafta  treinta  mil  Veci- 
nos. Tienen,  Señor ,  en  ella  muy  maravillofas  Cafas ,  y 
Mezquitas,  y  Oratorios  muy  grandes  ,  y  muy  bien  la- 
brados. Hay  muy  grandes.  Mercados:  y  demás  de  efta 
Ciudad,  tiene  otras  dos,  la  una  á  tres  leguas  de  efta 
de  Tezcuco,  que  fe  llama  Acuruman,  (5)  y  la  otra  á 
feis  leguas,  que  fe  dice  Otunpa.  {4)  Terna  cada  «na  de 
eftas  hafta  tres  mil,  ó  quatro  mil  Vecinos.  Tiene  la  di- 
cha Provincia,  y  Señorío  de  Haculuacán  otras  Aldeas, 
y  Alquerías  en  mucha  cantidad,  y  muy  buenas  Tierras, 
y  fus  Labranzas.  E  confina  efte  Señorío  por  la  una  par- 
te, con  la  Provincia  de  Tafcaltecal,  de  que  ya  á  Vuef- 

tra 

■  — — «r»^—  '  ■*—^—^^— ^■^^mm— «^w^^—i  1    i,  1  i. 

""      (  1  )  El   Señorío    de  Culhuacán. 

(  1 )  El  m'ifmo  nombre  conferva  hoy,  y  fe   tarda  lo  miíina  ea   llegar  «o» 
"Carreras.  ■    --  -  .     . 

"•■•■(  3 .)  Acuruman,  hoy  Oculma. 

(4)  Efta    es  Ocumba. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  o< 

tra  Mageíhd  hé  dicho.    V  eíle  Señor,  que  fe  dice  Ca- 
ca mazin,  defpues  de  la  priííon  de  Muteczuma,  fe  rebe- 
ló, afsí  contra  el  férvido  de  Vueftra  Alteza,  á  quien  fe 
había   ofrecido  ,  como  contra   el  dicho  Muteczuma.  Y 
puerto  que    por   muchas   veces   fue  requerido,  que  vi- 
m'cüe  á  obedecer  los  Reales  mandatos  de  Vueftra  Ma- 
geítad  ,    nunca  quifo.  Aunque  demás  de   lo  que  yo  le 
euibiaba  á  requerir,  el  dicho  Muteczuma  fe  lo  embiaba 
ét  mandar:  antes  refpondía,  que  fi  algo  le  querían,  que 
fueflen  i  fu    Tierra,  y  que  allá  verían  para  quanto  era, 
y  el  férvido  que  era  obligado  á  hacer.  E  fegun   yo  me 
informé,  tenía  gran  copia  de  Gente  de  Guerra  junta,  y 
todos  para   ella  bien  á  punto.  Y  como  por  amonefta- 
ciones,  ni  requerimientos  yo  no  lo  pude  atraher:  hablé 
al  dicho  Muteczuma,  y  le  pedí  fu  parecer  de  lo  que  de- 
bíamos facer ,    para   que  aquel  no  quedaífe  fin  caftigo 
de  fu  rebelión.  El  qual  me  refpondió:  que  quererle  to- 
mar por  guerra,  que  fe  ofrecía  mucho  peligro:  porque 
él  era  gran  Señor,  y  tenía  muchas  fuerzas,  y  Gente;  y 
que  no  fe  podía  tomar  tan  fin  peligro,  que  no  rourief- 
fe  mucha  gente.  Pero  que  él  tenía  en  fu  Tierra  de  el 
dicho  Cacamazin   muchas  Perfonas  Principales,  que  vi- 
vían con  él,  y  les  daba  fu  falario:  que  él  fablaría  con 
ellos,  para  que  atragefl^n  alguna  de  la  gente  de  el  di- 
cho Cacamazin    á  fi;  y  que  trahída,  y  eftando  feguros, 
que  aquellos  favorecerían  nueftro  partido ,  y  fe  podría 
prender  feguramente.  E  afsí  fué,  que  el  dicho  Muteczu» 
ma  hizo  fus  conciertos  de  tal  manera,  que  aquellas  Per- 
fonas atrageron  al  dicho  Cacamazin  ,  á  que  fe   juntaíle 
con  ellos  en  la  dicha  Ciudad  de  Tezcuco,  para  dar  or- 
den en  las  cofas,  que  convenían  á  fu  Eítado,  como  Per- 
fonas Principales,  y  que  les  dolía,  que  él  hicieíle  cofas, 
por  donde  perdielTe.  E  afsí  fe  juntaron  en  una  muy  gen- 
til Cafa  del  dicho  Cacamazin,  que  eflá  junro  á  la  Cof- 
fa  de  la  Laguna.  Y  es  de  tal  manera  edificada,  que  por 
debajo  de  toda  ella  (r)  navegan  las  Canoas,  y  falen  á 

BB  i  la 

(  i  )     A  el  pie,  ó  immediato  á  ella,  y  aun  hoy  fe  aiueftra  el  Condudo  fwbter- 
raneo. 


• 


$4  CARTA  DE  RELACIÓN" 

la  dicha  Laguna.  Alii  fecretamentc  tenían  adéfeiadas 
ciertas  Canoas  con  mucha  gente  apercebida  i  para 
si  el  dicho  Cacamazin  quifieííe  reíiítir  la  priíion.  Y  eC- 
tando  en  fu  Confuirá,  lo  tomaron  todos  aquellos  Prin- 
cipales ,  antes  que  fuellen  fentidos  de  la  Gente  de  el 
dicho  Cacamazin;  y  lo  metieron  en  aquellas  Caneas,  y 
falieron  á  la  Laguna;  y  pafaron  á  la  gran  Ciudad;  que 
como  yo  dije,  cftá  feís  leguas  de  alli.  E  llegados,  lo  pu« 
feron  en  unas  Andas,  como  fu  Hitado  requería  ,  ó  I9 
acoftumbraban,  y  me  lo  rrujeron:  al  qual  yo  hize  echar 
unos  Grillos,  y  poner  á  mucho  recaudo.  E  tomado  el 
parecer  de  Muteczuma,  pufe  en  nombre  de  Vueftra  Al- 
teza en  aquel  Señorío  á  un  Hijo  fuyo,  que  fe  decía 
Cucuzcacin.  Al  qual  hize  que  todas  las  Comunidades, 
y  Señores  de  la  dicha  Provincia ,  y  Señorío  le  obede- 
cieren por  Señor,  harta  tanto  que  Vueftra  Alteza  fuef- 
fe  férvido  de  otra  cofa.  E  afsí  fe  hizo,  que  de  alii  ade- 
lante todos  lo  tubicron  ,  y  lo  obedecieron  por  Señor  ¿ 
como  al  dicho  Cacamazin:  y  él  fue  obediente  en  todo 
lo  que  yo  de  parte  de  Vueftra  Mageftad  le  mandaba. 
XXIX.  Heee  Pafados  algunos  pocos  días  defpues  de   la  pri- 

Muteczuma  f]on  ¿c  eftc  Cacamazin,  el  dicho  Muteczuma  hizo  11a- 
pntar tidoslos  raamient0j  y  Congregación  de  todos  los  Señores  de  las 
fS/f"y«¿»"«  Ciudades,  y  Tierras  aili  Comarcanas:  y  juntos  me  em» 
darUoheáittt-  bió  á  decir,  que  fubieííe  adonde  él  eftaba  con  ellos,  é 
ciaalReyígrá  llegado  yo,  les  habló  en  efta  manera.  Hermanos,  y  Ami* 
cantidad  de  geí  m¡os¡  yA  Jareis,  que  de  mucho  tiempo  acá  ,  vofotros  ,  y 
Oro,  Plata,  y  VMenm  Padres,  y  Abuelos  habéis  fido, y  fots  Subditos,  y  Va- 
Oiras  Alhajas,        J  .      >/-r  ■       2  r     \.   j      11  1       ■ 

aus  dieron  pa  J*1'"  de  mu   Antece/ores,  y  míos;  é  jzempre  de  ellos,  y  de  m 

va  tmbiar  á  fu  baveis  fidó  muy  bien  tratados,  y  honrados'.  í  vofotros  afimif-, 
Msgeftad.  trie  haveis  hecho  lo  que  buenos,  y  leales  Vafallos  fon  obliga' 
dos  á  fus  naturales  Señores ;  y  también  creo ,  que  ti» 
vuejlros  Anteeefores  ternels  memoria ,  como  nofotros  no  fa- 
inos Naturales  de  ejla  Tierra,  é  que  vinieron  á  ella  de  otra 
muy  lejos,  y  los  trajo  un  Señor ,  que  en  ella  los  dejé,  cuyos 
Vafallos  todos  eran',  el  qual  bolvii  dende  ó  mucho  tiempo ,  y. 
hall»,  que  nueflros  Abuelos  e (l aban  ya  poblados,  y  ajfentados  en 
4¡d*  TjtJTJi^  (¿faA9*  *?«  fas  Mujeres  de  ejla  Tierra,  y  tenían 


DE  D.  FERNANDO  CORTES;  *>?, 

mucha  multiplicación  de   Fijes  ;    por  manera,  que  no  quifieron 
lolverfe  con  éi,  ni  menos  lo  quifieron  recebir  por  Señor  de  la 
Tierra:  y  él  fe  holvió,  y  dejó  dicho  ,  que  tornarla,    ó  embia- 
ría  con  tal  poder,  que   los  pudiejfe  coflreñir ,  y  atraher  á  fu 
férvido,  (i)  E  bien  fabeis,que  fiemprt  lo  hemos  efperado, y  fe-i 
gun  las  cofas,  que  el  Capitán  nos  ha  dicho  de  aquel  Rey  ,   y 
Siñir,  que  le  embió  acá:  y  fegun  la  parte  de  do  él  dice,  que 
■viene,  tengo  por  cierto ,  y  afsi  lo  debéis  Vofotros  tener,     que 
¿rquefle  es  el  Señor,  que  efper abamos:  en  efpecial  que  vos  dice% 
qxje  allá  tenia  noticia  deNofotros.  Epues  nueftros  Predecefores  no 
hkieron  lo  que  á  fu  Señor  eran  obligados,  hagámoslo  vofotros, 
y  demos  gracias  á  nueftros  Diofes,  porque  en  nueftros   tiempos 
vino  lo  que  tanto  aquellos  efperaban.    T  mucho  es  ruego,  pues 
á-  todos  os  es  notorio  todo  e/lo,  que  afsi  como  hafta  aquí  a  mi 
me  habéis  tenido,  y  obedecido  por  Stñor  vueftro,  de  aqui  ade- 
lante tengáis,  y  obedefeais  <i  efe  Gran  Rey,  pues   él  es  vuef- 
tro  natural  Señor,  y  en  fu  lugar  tengáis    á  efe  fu  Capitán: 
y  todos  los  Tributos,  y  Servicios,  que  fafta  aqui  á  mi  me  ha- 
eiades,  los  haced,  y  dad  á   él,  porque  yo  afsiraifmo    tengo  de 
contribuir,  y  fervir  con  todo  lo  que   me  mandares  y  demás  de 
facer  lo  que  debéis,  y  fois  obligados,   á  mi  me  haréis   en    ello 
mucho  placer.  Lo  qual  rodo   les   dijo  llorando,  con   las 
mayores  lágrimas,  y  fufpiros,  que  un  hombre  podía  ma-» 
nifeftar;  é  afsímifmo  todos  aquellps  Señores,  que  le  er- 
raban oiendo,  lloraban  tanto  ,  que  en  gran  rato  no  le 
pudieron  refponder.  Y  certifico  á  Vueftra  Sacra  Magef- 
tad,  que  no  había  tal   de  los  Efpañoles,  que   oielTe  el 
Razonamiento,  que  no  hobielTe  mucha  compaíion.  Y  def- 
pues  de  algo  íbfegadas  fus  lágrimas,  refpondieron:  J^ue 
ellos  lo  tenían  por  fu  Señor,  y  habían  prometido  de  hacer  te» 
do  lo  que  les  mandajfe:  y  qwe  por  efio,  y  por  la  razón,    que 
para  ello  les  daba ,  que  eran  muy    contentos  de  lo  hacer  :  é 
que  defde  entonces,  para  fiempre,  fe  daban  ellos    por   Vafúlos 
de.  Vueftra  Alteza,  y  defde  alli  todos  juntos,  y  cada  uno  por, 
f,  prometían,  y  prometieron  de  hacer,  y  cumplir  todo   aque- 

cc  //* 


(  i  )  En  roda  efta  Plática  fe  aprovechó  Corte's  de  la  inteligencia  errada  en 
que  citaban  los  Inc. ios,  pero  el  Razonamictuo  de  Muteczuma  en  haberles  pedido 
®ro,  y  Plaía  les  defagr.iáó 


9g  CARTA  DE  RELACIÓN 

Ib,  que  con  el  Real  Nombre  de  Vueftra  Ma^fiad  les  fueffe 
mandado,  como  buenos ,  y  leales  Vaf olios  lo  deben  hacer:  y  d^ 
acudir  con  todos  los  Trjbuto,s}  y  Servicios,  qué  antes  al  dicho 
Mutettuma  hacían,  y  eran  obligados,  con  todo  lo  demás,  que 
les  fuejfe  mandado  en  Nombre  de  Vite  (Ir  a  Alteza.  Lo  qual 
todo  pafó  ante  un  Efcribano  público,  y  lo  affentó  por 
Auto  en  forma;  y  yo  lo  pedí  afsí  por  Teftimonio  en 
prelenda  de  muchos  Efpañoles. 

PaTado  efte  Auto,  y  ofrecimiento,  que  eftos  Se-*, 
ñores  hicieron 'al  Real  feryicio  de  Vueftra  Mageíhd,  ha- 
blé un  día  al  -dicha  Müteczuma,  y  le  dije,  que  Vueftra 
Alteza  tenía  necefidad   de  Oro,  por  ciertas  obras,  que 
mandaba  hacer,  y  que  le  rogaba,  que  e  rubia  (Te  algunas  Per- 
fonas  de  los  fuyos,  y  que  yo  etnbiaría  afsímifmo  algu- 
nos Efpañoles  por  las  Tierras,  y  Cafas  de  aquellos  Se- 
ñores, que  allí  fe  habían  ofrecido^  á  les  rogar,  qué  de 
lo  que  ellos    tenían  íírvieffen  á  Vueftra    Mageftad    cotí 
alguna  parre;  porque  demás  de  la  necefidad,  que  Vuef- 
tra Alteza  tenía,  parecería  que  ellos  comenzaban  á  fer- 
Vir,  y  Vueftra   Alteza  tendría  mas  concepto  de  las  vo- 
luntades» que  á  fu  férvido  moftraban,  y  que  £1  afsímif- 
mo me  didíe  de  lo  que  temí,  porque  lo  quería  embiar, 
como  el  Oro,  y  como  las  orras  cofas,  que  había  embia- 
do  á  Vueftra  Mageftad  con  los  Pafageros.  E  luego  man- 
dó, que  le  dieííe  los  Efpañoles,    que  quería  embiar,  y 
de  dos  ert  dos,  y  de  cinco  en  cinco  los  repartió  para 
muchas  Provincias»  y  Ciudades,  de  cuyos  nombres,  por 
fe  haber  perdido  las  Efcrituras,  no  me  acuerdo,  ( i)  porque 
fon  muchos,  y  diverfos,  mas   de  que   algunas  de   ellas 
cftaban  á  ochenta  ,  y  á  cien  leguas  de   la    dicha  gran 
Ciudad  de  Teroixtitán ,  é  con  ellos  embió  de  los  Su- 
yos ,    y   les    mandó  ,    que    fuellen   á   los   Señores    de 
aquellas  Provincias ,  y  Ciudades ,    y    les  dijeffej  como 
yo    mandaba  ,    que  cada    uno    de   ellos  díeífe    cierta 
medida  de  Oro,  que  les  dio,  E  afsí  fe  hizo,  que  todos 
aquellos  Señores,  á  que  él  embió,  dieron  muy  cumpli- 

*  .  da- 

i      ■  •  "        ' .       •  •     '   " 

( t )    Loj  Puebles  que  tributaban  Oro  fe  expreflan  en  el  Mapa  de  Tributos 
Éig.  i* 


t>'E  D.  FERNANDO  CORTES.  99 

¿¿¡tiente  1q  que  (c  les  pidió  afsí  en  Joyas,  como  en  te- 
juelas, y  ojas  de  Oro,  y  Plata,  y  otras  cofas  de  las 
que  ellos  tenían,  que  fundido  todo  lo  que  era  para  fun- 
dir, cupo  á  Vueftra  Mageftád  del  Quinto,  treinta,  y 
des  mil,  y  quatrocieníos,  y  tantos  Petos  de  Oro  ,  fin 
tedas  las  Joyas  de  Oro,  y  Plata,  y  Plumajes,  y  Piedras 
y  otras  muchas  cofas  de  valor,  que  para  Vueftra  Sacra 
jVl.igeftad  yo  afigné,  y  aparré,  que  podrían  valer  cien 
mil  Ducados,  y  mas  fuma;  las  quales,  demás  de  Cú  va- 
lor, eran  tales,  y  tan  maravillofas,  que  confideradás  por 
fu  novedad,  y  eftrañeza  j  no  tenían  precio  ,  ni  es  dé 
creer,  que  alguno  de  todos  los  Principes  del  Mundo, 
de  quien  fe  tiene  noticia,  las  pudieffe  tener  tales,  y  de 
tal  calidad.  (1)  Y  no  le  parezca  á. Vueftra  Alteza  fabu- 
lofo  lo  que  digo,  pues  es  verdad,  que  todas  las  cofas 
criadas,  afsí  en  la  Tietra,  como  en  la  Mar¿  de  que  el 
dicho  Muteczuma  pudiefle  tener  conocimiento,  tenía  con- 
trahechas muy  al  natural,  afsí  de  Oro,  y  Plata,  como 
de  Pedrería,  y  de  Plumas,  en  tanta  perfección,  que  ra- 
íl ellas  mifmas  parecían:  de  las  quales  todas  me  dio 
para  Vueftra  Alteza  mucha  parte,  fin  otras  que  yo  le 
di  figuradas,  y  él  las  mandó  hacer  de  Oro,  afsí  como 
mo  Imágenes,  Crucifixos,  Medallas,  Joyeles,  y  Collares, 
y  otras  muchas  cofas  dejas  hueftras,  que  les  hize  con- 
trafacer.  Cupieron  afsímifmo  á  Vueftra  Alteza  del  Quin- 
to de  la  Plata,  que  fe  hobo,  ciento,  y  tantos  Marcos, 
los  quales  hice  labrar  á  los  Naturále?  ¿  de  Platos  gran- 
des, y  pequeños,  y  Efcudillas,  y  Tazas,  y  Cucharas;  y 
lo  labraron  tan  perfecto,  como  fe  lo  podíamos  dar  á 
entender;  Demás  de  efto,  me  dio  el  dicho  Muteczuma 
mucha  Ropa  de  la  fuya,  que  era  tal,  que  conííderada 
Jer  toda  de  Algodón,  y  fin  Seda,  en  todo  el  Mundo 
no  fe  podía  hacer,  ni  texet  otra  tal,  ni  de  tantas ,  ni 
tan  diverfas,  y  naturales  colores,  ni  labores,  en  que  ha- 
bía Ropas  de  Hombres,  y  de  Mugeres,  muy  maravillo- 

CC  i  fas, 


(i)     Poreftas  ciertas  exprefione?  fe  conoce,    y  evidencia  el  Poder  de  el  Isa? 
pedo  Mexicano,  y  también  fu  rhduítria  par;  las  Artes. 


ioo  CARTA  DE  RELACIÓN 

fas,  y  había  Paramentos  para  Camas,  que  hechos  de  Se- 
da, no  Te  podían  comparar:  é  había  otros  Paños,  como 
de  Tapecería,  que  podían  fervir  en  Salas,  y  en  Iglefias; 
había  Colchas,  y  Cobertores  de  Camas,  afsí  de  Pluma, 
como  de  Algodón,  de  diverfas  colores,  afsímifmo  mu/, 
maravillofas;  y  otras  muchas  cofas,  que  por  fer  tantas^ 
y  tales,  no  las  fé  íignificar  á  Vueftra  Mageftad.  Tara* 
bien  me  dio  una  docena  de  Cerbatanas,  (i)  de  las  con- 
que  él  tiraba,  que  tampoco  no  fabré  decir  á  Vueftra 
Alteza  fu  perfección,  porque  eran  todas  pintadas  de 
muy  excelentes  Pinturas ,  y  perfectos  Matices ,  en  qua 
había  figuradas  muchas  maneras  de  Avecicas,  y  Anima» 
les,  y  Arboles,  y  Flores,  y  otras  diverfas  cofas,  y  te-» 
nían  los  brocales,  y  puntería  tan  grandes  como  un  ge* 
me,  de  Oro,  y  en  el  medio  otro  tanto,  muy  labrado. 
Dióme  para  con  ellas  un  Carniel  de  Red  de  Oro,  para 
los  Bodoques,  (i)  que  también  me  dijo,  que  me  había  de 
XXX  Sitúa-  fát  <je  Oro:  é  dióme  unas  Turquefas  de  Oro ,  y  otras 
tbn  de  Mésf  ^^jj^  cofas  cuyo  ^exo  es  caíí  infinito. 
to,y  de  la  Pro-  r»       .  j«  r>   j       r     o  - 

vincía  en  que  Porque  para  dar  cuenta,  muy  Poderolo  Señor, 

eftá.  Géneros  á  Vueftra  Real  Excelencia,  de  la  grandeza,  eftrañas ,  y 
comeflibks ,  y  maravillofas  cofas  de  cita  gran  Ciudad  de  Temixtirán, 
Mercaderías  ,  y  ¿^  Señorío,  y  fervicio  de  efte  Muteczuma,  Señor  de 
fep/'adamtnte  e,Ia;  't  de  los  Ritos>  y  Coftumbres,  que  efta  Gente  tie- 
en las  Plazas,  ne,  y  de  la  orden,  que  en  la  gobernación  afsí  de  efta 
y  Cailes,y  cuy  Ciudad,  como  de  las  otras,  que  eran  de  efte  Señor  hay,' 
dado,  que  hay  fa'l3L  menefter  mucho  tiempo,  y  fer  muchos  Relatores, 
tuec'eTde'  fo)  Y  muY  exPert0S>  no  podré  yo  decir  de  cien  partes  una, 
Mercados,  y  de  ^as  9ue  de  ellas  fe  podrían  decir;  mas  como  pudie- 
Cafa,  en  que  re,  diré  algunas  colas  de  las  que  vi,  que  aunque  mal 
efián.  dichas,  bien  fé  que  ferán  de  tanta  admiración,  que  na 

fe  podrán  creer,  porque  los  que  acá  con  nueftros  pro» 
prios  ojos  las  vemos,  no  las  podemos  con  el  entendi- 
miento comprehender.  Pero  puede  Vueftra  Mageftad  fer 

cier- 
to—— —«— ^— — .^— — __ —_..____ _—_____—_ _______» 

(  i  )     Efcopeta  de  Talo,  con  las  que  apuntaban,  y  difparaban. 

(  i  )  Es  «1  Globo  pequeño  de  Barro,  ó  de  otra  Materia,  que  fe  tira  con  c!  Ar, 
co,  ó  Balleíh:  fe  tomó  del  verbo  Griego  bailo,  que'  íígaifica  arrojar.  (  Cobarrub, 
Yerbo  Bodoque.) 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  lot 

cierto,  qtic  íi  alguna  falta  en  mi  Relación  hobiere,  que 
ferá  antes  por  corto,  que  pot  largo,  afsí  en  cfto,  co- 
mo en  todo  lo  demás,  de  que  diere  cuenta  á  Vueftra 
Alteza,  porque  me  parecía  jufto  á  mi  Principe  ,  y  Se- 
ñor decit  muy  claramente  la  verdad,  fin  interponer  cofas, 
que  la  diíminuyan,  ni  acrecienten. 

Antes  que  comience  á  relatar  las  cofas  de  efta 
gian  Ciudad,  y  las  otras,  que  en  efte  otro  Capítulo  di- 
je: me  parece,  para  que  mejor  fe  puedan  entender,  qué 
debefe  decir  de  la  manera  de  México,  que  es  donde  efta 
Ciudad,  y  algunas  de  las  otras,  que  he  fecho  relación 
eftán  fundadas,  y  donde  eftá  el  principal  Señorío  de  efte 
Muteczuma.  La  qual  dicha  Provincia  es  redonda,  y  eftá 
toda  cercada  de  muy  airas,  y  afperas  Sierras;  y  lo  lla- 
no de  ella  teína  entorno  fafta  fetenta  leguas,  (  i )  y  en 
el  dicho  Llano  hay  dos  Lagunas,  (i)  que  calí  lo  ocu- 
pan todo:  porque  tienen  Canoas  en  torno  mas  de  cin- 
quenta  leguas.  E  la  una  de  eftas  dos  Lagunas  es  de 
Agua  dulce,  y  la  otra,  que  es  mayor,  es  de  Agua  falada. 
Divídelas  por  una  parte  una  cuadrillera  pequeña  de  Cer- 
ros muy  altos,  que  eftán  en  medio  de  efta  llanura,  y  al 
cabo  fe  van  á  juntar  ( 3 )  las  dichas  Lagunas  en  Un  eftre- 
cho  de  llano,  que  entre  eftos  Cerros,  y  las  Sierras  altas  fe 
hace,  el  qual  eftrecho  terna  un  tiro  de  balleftas,  é  por 
entre  la  una  Laguna,  y  la  otra,  é  las  Ciudades,  y  otras 
Poblaciones,  que  eftán  en  las  dichas  Lagunas,  contratan 
las  unas  con  las  otras  en  fus  Canoas  por  el  Agua,  fia 
haber  necefldad  de  ir  por  la  tierra.  E  porque  efta  Lagu- 
na falada  grande  crece,  y  mengua  por  fus  mareas,  fe- 
gun  hace  la  mar,  todas  las  crecientes  corre  el  Agua  de 
ella  á  la  otra  dulce,  tan  recio,  como  fi  fuefle  caudalofo  Rio¿ 
y  por  conííguiente  á  las  menguantes  vá  la  dulce  á  la 
(alada. 

DD  Eftá 


(  1  )    El  circuito  de  todo  el  Valle  tiene  ma«  de  noventa  legms. 
(  t )     Una  de  Agua    dulce,  que  es  la  de   Cínico,  y    la  otn  falada  ,  que  Cí 
la  de  Tezcuco. 

(  ? )     Las  do»  Laguna;  fe  junun  en   Izrapa,  Clúraalhu<KanJ  Sauu  Muta.,  y 

Qilfauwui 


roí  CARTA  DE  RELACIÓN 

fefta  gran  Ciudad  de  Temixtitan  eílá  hrídidi  cñ 
c-fta  Laguna  Jalada  ( i )  y  defde  la  tierra  firme  nafta  el 
Cuerpo  de  la  dicha  Ciudad,  por  qualquiera  parre,  que  qui- 
ííeren  entrar  á  ella  hay  dos  leguas.  Tiene  quatro  entradas 
todas  de  Calzada  hecha  á  mano,  tan  ancha  como  dos 
lanzas  ginetas.  Es  ran  grande  la  Ciudad  como  Sevilla,  y; 
Córdova.  Son  las  Calles  de  ella,  digo  las  principales, 
muy  anchas,  y  muy  derechas,  y  algunas  de  eftas,  y  to-i 
das  las  demási  fon  la  mitad  de  Tierra,  y  por  la  otra  mi-¡ 
tad  es  Agua,  por  la  qual  andan  en  fus  Canoas;  y  todas  las 
Calles,  de  trecho  á  trecho,  eftán  abiertas,  por  do  atra- 
viefa  el  Agua  de  las  unas  á  las  otras;  é  en  todas  eftas 
aberturas,  que  algunas  fon  muy  anchas,  hay  fus  Puentes 
de  muy  anchas,  y  muy  grandes  bigas  juntas,  y  recias, 
y  bien  labradas:  y  tales,  que  por  muchas  de  ellas  pue- 
den pafar  diez  de  Caballo  juntos  á  la  par.  E  viendo,  que 
íi  los  Naturales  de  efta  Ciudad  quifieiTen  hacer  alguna, 
[Traición,  tenían  para  ello  mucho  aparejo,  por  fer  la  di- 
cha Ciudad  edificada  de  la  manera,  que  digo,  y  que  qui- 
tadas las  Puentes  de  las  entradas,  y  falidas,  nos  podrían 
dejar  morir  de  hambre ,  fin  que  pudieífemos  falir  á  la 
Tierra;  luego  que  entré  en  la  dicha  Ciudad,  di  mucha 
jaríefa  á  facer  quatro  Bergantines,  y  los  fice  en  muy 
breve  tiempo,  tales,  que  podían  echar  trecientos  Hom-- 
bres  en  la  Tierra,  y  llevar  los  Caballos,  cada  vez  que  qui- 
íielTemos.  Tiene  eíla  Ciudad  muchas  Plazas,  donde  hay 
continuos  Mercados,  y  trato  de  comprar,  y  vender.  Ti^ne 
otra  Plaza  tan  grande,  como  dos  veces  la  Ciudad  de  Sa- 
lamanca, toda  cercada  de  Portales  al  rededor,  donde 
hay  cotidianamente  arriba  de  fefenta  mil  Animas, 
comprando,  y  vendiendo,  donde  hay  todos  los  géneros 
de  Mercadurías,  que  en  todas  las  Tierras  fe  hallan,  aísí 
de  mantenimientos,  como  de  vituallas,  Joyas  de  oro,  y, 
de  plata,  de  plomo,  de  latón,  de  cobre,  de  eftaño,  de 

pie- 


(  i  )  Hoy  no  es  afsí,  pues  la  Agua,  que  entra  por  Me'xico  toda  es  de  la  La- 
guna de  Chalco;  pero  antiguamente  la  de  Tezcuco  entraba  dentro  de  la  Ciudad, 
lo  que  fe  ha  evitado  por  las  Inundaciones,  aunque  eftá  tan  cérea,  que  crece  haf» 
ta  la  Garita  de  San  Lázaro, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ióf 

jDie'dfJs;  cié  huefos,  de  conchas,  de  caracoles,  y  de  plu- 
mas: vendefe  tal  piedra  labrada,  y  por  labrar,  adobes, 
ladrillos,  madera  labrada,  y  por  labrar,  de  diverfas  ma- 
neras. Hay  Calle  de  Caza,  donde  venden  todos  los  li«- 
nages  de  Aves,  ( i )  que  hay  en  la  Tierra,  afsí  como  Ga- 
llinas, Perdices,  Codornices,  Lavancos,  Dorales,  Zarce- 
tas, Tórtolas,  Palomas,  Pajaritos  en  cañuela,  Papagayos, 
Buharos,  Águilas,  Falcones,  Gavilanes,  y  Cernícalos,  y  de 
algunas  Aves  de  eftas  de  Rapiña  venden  los  cueros  con  fu 
pluma,  y  cabezas,  y  pico,  y  uñas.  Venden  Conejos,  Lie-: 
bres,  Venados,  y  Perros  pequeños,  que  crian  para  comer 
caftrados.  Hay  Calle  de  Arbolarios,  donde  hay  todas  las 
rayzes,  y  yervas  medicinales,  que  en  la  Tierra  fe  hallan. 
Hay  Cafas  como  de  Boticarios,  donde  fe  venden  las  rae-; 
dicinas  hechas  afsí  potables,  con  ungüentos ,  y  emplaf* 
tos.  Hay  Cafas  como  de  Barberos,  donde  laban,  y  rapan 
las  cabezas:  hay  Cafas  donde  dan  de  comer,  y  beber  por, 
precio.  Hay  Hombres  como  los  que  llaman  en  Cartilla 
Ganapanes,  para  traher  cargas.  Hay  mucha  leña,  carbón, 
braíeros  de  barro,  y  efteras  de  muchas  maneras  para  ca^ 
mas,  y  otras  mas  delgadas  para  afsiento,  y  para  efteras; 
Salas,  y  cámaras.  Hay  todas  las  maneras  de  verduras  que 
fe  falbn,  efpecialmente  cebollas,  puerros,  ajos,  maftuer- 
zo,  berros,  borraxas,  azederas,  y  cardos,  y  tagarninas. 
Hay  Frutas  de  muchas  maneras,  en  qué  hay  cerezas,  ( i )] 
y  ciruelas,  que  fon  femejables  á  las  de  Efpaña.  Venden 
miel  de  Abejas,  y  cera,  y  miel  de  cañas  de  maíz,  que 
fon  tan  melólas,  y  dulces  como  las  de  azúcar:  y  miel  de 
unas  plantas,  que  llaman  en  las  otras,  y  eftas  maguey,  (3)' 

DD  2.  qué 

■  "  '      ■•       — •       "  .111 

(  1  )  Usa  de  las  Aves  mas  maravillofa,  que  hay  en  la  Ame'rica  es  por  la 
pequeño  el  Chupa-Mirto,  afsí  llamado,  porque  folo  fe  fuftenta  de  el  jugo  de  las 
Flores,  que  chupa  Cacando  una  lenguecita  muy  larga,  y  delgada,  fia  pararle,  y  bo* 
lando  repella  las  Flores,  y  las  chupa. 

En  Oaxaca  fe  defeubrió  años  pallados  Águila  de  des  Cabezas,  y  en  Ve> 
racruz  el  Rey  de  los  Sopilor.es,  que  es  de  muy  hertnofos,  y  varios  colores,  y  loí 
Jemas  Sopilotes  muy  feos;  per»  útiles,  como  las  Zigueñas  en  Efpaña,  pue»  en  la 
Ame'rica  no  las  hay. 

(  %  )  Las  Zcrezas  de  eíle  País  fe  llaman  Capulines,  diferentes  de  las  de  Efpa* 
£*;  pero  hay  Guindas  Parecidas  á  las  de  allá! 

(  j  )_  Planta  de  el  Pulque,  que  llamaban  Maguey,  ó  Metbl,  y  Je  el  Maguey 
pequeño   hacen  la  BebiJa  Mefcal,  que  eftá  prohibida, 


lto4  CARTA  DE  RELACIÓN 

que  es  muy  mejor  que  arrope:  y  de  eftas'  plantas  facen 
azúcar,  y  vino,  que  aísí  nviímo  venden.  Hay  á  vender  mu- 
chas maneras  de  rilado  de  algodón  de  todas  colores  en 
fus  madejicas,  que  parece  propiamente  alcaycería  de  Gra- 
nada en  las  fedas:  aunque  efto  otro  es  en  mucha  mas 
cantidad;  Venden  colores  para  Pintores,  quantas  fe  pue- 
den hallar  en  Efpaña,  y  de  tan  excelentes  matizes,  quan- 
to  pueden  fer.  Venden  cueros  de  Venado  con  pelo,  y  fin 
él:  teñidos,  blancos,  y  de  diverfas  colores.  ( i )  Venden 
mucha  loza  en  gran  manera  muy  buena:  venden  muchas 
Vaíljas  de  tinajas  grandes,  y  pequeñas,  jarros,  ollas,  la- 
drillos, y  otras  infinitas  maneras  de  valijas,  todas  de  un- 
gular barro:  (i ) todas,  ó  las  mas  vediiadas,  y  pintadas. 
Venden  maiz  en  grano,  y  en  pan,  lo  qual  hace  mucha 
ventaja  afsí  en  el  grano,  como  en  el  fabor  á  todo  lo  de 
las  otras  Islas,  y  tierra  firme.  Venden  paíteles  de  Aves, 
y  empanadas  de  Pefcado.  Venden  mucho  Pefcado  fref- 
co,  y  falado,  crudo,  y  guifado.  Venden  huevos  de  Galli- 
nas, y  de  Aníarcs,  y  de  todas  las  otras  Aves,  que  hé  di- 
cho en  gran  cantidad:  venden  tortillas  de  huevos  fechas. 
Finalmente,  que  en  los  dichos  Mercados  fe  venden  todas 
quantas  cofas  fe  hallan  en  toda  la  Tierra,  que  demás  de 
lasque  hé  dicho,  fon  tantas,  y  de  tantas  calidades,  que 
por  la  prolixidad,  y  por  no  me  ocurrir  tantas  á  la  me- 
moria, y  aun  por  no  faber  poner  los  nombres  no  las  ex- 
prefio.  ( 3 )  Cada  genero  de  Mercaduría  fe  vende  en  fu 
Calle,  finque  entremetan  otra  Mercaduría  ninguna:  y  en 
efto  tienen  mucha  orden.  Todo  lo  venden  por  quenta,  y 
medida,  excepto,  que  fafta  agora  no  fe  ha  vifto  vender 
cofa  alguna  por  peío.  Hay  en  efta  gran  Plaza  una  muy 
buena  Cafa  (4)  como  de  Audiencia,  donde  eftán  fiem- 
pre  fentados  diez,  ó  doze  Pcrfonas,  que  fon  Jueces,  y  li- 
bran todos  los  cafos>  y  cofas,  que  en  el  dicho  Mercado 

acae- 

(  1  )  Veafe  la  figura  i.  de  Vertidos  Militares  de  Pieles,  y  aun  hoy  los  Solda- 
dos de  Preíidio  ufan  las  Cueras  para  libertarfe  de   las   Saetas. 

(  1)     El  de  Guadalax.-.ra  es  apreciado  hoy  en  todas  las  Mariones. 

(  5  )  Aun  hoy  es  admirable  la  variedad  de  cofas,  cjue  traheo  los  Indios  a  ven- 
der, y  no  es  fácil,  ijne  uno  las   conozca  todas. 

($)    La  llamaban  Tecpancaüi. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  r  o  y 

acaecen,  y  mandan  caftigar  los  Delinqüentes.  Hay  en  la 
dicha  Plaza  otras  Perfcnas,  que  andan  continuo  entre 
la  eente,  mirando  lo  que  fe  vende,  y  las  medidas  con 
que  miden  lo  que  venden:  y  fe  há  viíló  quebrar  alguna 
que  eftaba  faifa* 

Hay  en  efta  gran  Ciudad  muchas  Mezquitas,  ó  XXXI.  Dt  hs 
Cafas  de  fus  ídolos,  de  muy  hermofos  Edificios, (i)  por  Templos  áeTe. 
las  Colaciones,  y  Barrios  de  ella:  y  en  las  principales  M'mflrbtifus 
do  ella  hay  Períonas  Religiofas  de  fu  Secta,  que  refiden  Trages,  y  Vef' 
continuamente  en  ellas :  para  los  quales,  demás  de  las  *W»*í  y  de  los 
Cafas  donde  tienen  fus  ídolos,  hay  muy  buenos  Apo-  HiJ0S  dt  los 
fentos.  Todos  eftos  Religiofos  viften  de  negro,  y  nun-  ^"¡'^zoCol 
ca  cortan  el  cabello,  ni  lo  peynan  defque  entran  en  la  t¿¡  poner  una 
Religión,  hafla  que  falens  y  todos  los  Hijos  de  las  Imagen  de  N. 
Pcrfonas  Principales,  afsí  Señores,  como  Ciudadanos  Señora,  y  ttros 
honrados,  efián  en  aquellas  Religiones,  y  hábito  def-  s'ntos,    en  ei 

i         i    i    j       r  '        l         -  tai         r  Templo,  y  que 

de  edad  de    íiere,  u  ocho   anos ,    falta    que   los    facan  fufp(dhfftn  f* 

para  los  cafar:  y  efto  mas  acaece  en  los  primogeni-  erificar  Hva¿ 
tos,  que  han  de  heredar  las  Cafas,  que  en  los  otros,  bres. 
No  tienen  accefo  á  Mugcr,  (2)  ni  entra  ninguna  en  las 
dichas  Cafas  de  Religión.  Tienen  abftinencia  en  no  co- 
mer ciertos  Manjares,  y  mas  en  algunos  tiempos  del  año, 
que  no  en  los  otros;  y  entre  eftas  Mezquitas  hay  una, (3) 
tíüe  es  la  principal,  que  no  hay  lengua  humana,  que  fe- 
pa  explicar  la  grandeza,  y  particularidades  de  ella:  por- 
que es  tan  grande,  que  dentro  del  circuito  de  ella,  que 
es  todo  cercado  de  Muro  muy  alto,  fe  podia  muy  bien 
facer  una  Villa  de  quinientos  Vecinos.  Tiene  dentro  de 
efte  circuito,  toda  á  la  redonda,  muy  gentiles  Apofen- 
tcs,  en  que  hay  muy  grandes  Salas,  y  Corredores,  don- 
de fe  apofent3n  los  Religiofos,  que  allí  eftán.  Hay  bien 
quarenta  Torres  muy  altas,  y  bien  obradas,  que  la  ma- 
yor tiene  cincuenta  efcalones  para  fubir  al  cuerpo  de  la 
Torre:  la  mas  principal  es  mas  alta  que  la  Torre  de  la 

EE  Igle- 

(  1)  El  principal  eftá  figurado  en  la  Lámin3  i.  Los  Sacerdotes  de  los  ídolos 
vivían  en  la  Muralla,  ó  cerca  del  Templo. 

(  i  )     Véate'  un    principio  de  Religión,    y   voto  de  Caftidad. 

(  3  )  Efta  Mezquita  mas  inrígné  eftaba,  donde  boy  la  Santa  Iglefia  Met¡op<pf 
litana,  figurada  en  la  Lámina  i. 


riot  CARTA  DE  RELACIÓN 

Iglefia  mayor  de  Sevilla.  Son  tan  bien  labradas,  afsí  de 
Cantería,  como  de  Madera ,  que  no  pueden  fer  mejor 
hechas,  ni  labradas  en  ninguna  parte,  porque  toda  la 
Cantería  de  dentro  de  las  Capillas ,  donde  tienen  los 
ídolos,  es  de  Imaginería,  y  Zaquizamíes:  (i)  y  el  Madera- 
miento  es  todo  de  Mazonería,  y  muy  pintado  de  cofas 
de  Monftruos,  y  otras  figuras,  y  labores.  Todas  eítas 
[Torres  fon  Enterramiento  de  Señores:  y  las  Capillas,  que 
en  ellas  tienen,  fon  dedicadas  cada  una  á  fu  ídolo,  á 
¡que  tienen  devoción. 

Hay  tres  Salas  dentro  de  effa  gran  Mezquita  ; 
donde  eftán  los  principales  ídolos,  de  maravillafa  gran- 
deza, y  altura,  y  de  muchas  labores,  y  figuras  efeulpi- 
jdas,  afsí  en  la  Cantería,  como  en  el  Maderamiento ;  y 
¡dentro  de  eíhs  Salas  eftán  otras  Capillas,  que  las  puer- 
tas por  do  entran  á  ellas  fon  muy  pequeñas ,  y  ellas 
afsímifmo  no  tienen  claridad  alguna,  y  3IU  no  eftán  fi- 
no aquellos  Relígioíos,  y  no  todos:  y  dentro  de  eítas 
eftán  los  bultos,  y  figuras  de  los  ídolos,  (i)  aunque  coma 
fié  dicho,  de  fuera  hay  también  muchos.  Los  mas  prin- 
cipales de  eftos  ídolos ,  y  en  quien  ellos  mas  fé ,  jr 
creencia  tenían,  derroqué  de  fus  Sillas,  y  los  fice  echan 
por  las  efcaleras  abajo,  é  fice  limpiar  aquellas  Capillas^ 
donde  los  tenían  ,  porque  todas  eíhban  llenas  de  fan- 
gre,  que  faenfican,  y  pufe  ea  ellas  Imágenes  de  Nuefc 
tta  Señora,  y  de  otros  Santos,  que  no  poco  el  dicha 
¡Muteczuma,  y  los  Naturales  finticrom  los  quales  prime- 
ro me  dijeron,  que  no  lo  hicteíTe,  porque  fí  fe  fabía 
¡por  las  Comunidades,  fe  levantarían  contra  mi,  porque 
jtenían,  que  aquellos  ídolos  les  daban  todos  los  bienes 
temporales,  y  que  dejándoles  maltratar,  fe  enojarían,  y 
«o  íes  darían  nada,  y  les  fecarían  los  frutos  de  la  tierra,' 
y  moriría  la  Gente  de  hambre.  Yo  les  hice  entender  coa 
¿as  Lenguas,  quan  engañados  citaban  en  tener  fu  efpe- 

ran- 


(1  )     Para  los  veíase  trieíes  de  el  año,  y  para  todos  lo»  días  tenían  Kalend» 
¡pe   Idolátrica. 

¿  I )    jN'cüikre  arábigo,  que  Cgnifica  techos  labrados  cotí  Yeile¡ 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  tó% 

ranza  en  aquellos  ídolos,  que  eran  hechos  por  fus  ma- 
nos, de  cofas  no  limpias:  (i)  é  que  habían  defaber,  que 
había  un  folo  Dios,  univerfal  Señor  de  Todos,  el  qual 
había  criado  el  Cielo,  y  la  Tierra,  y  todas  las  cofas,  éj, 
hizo  á  ellos,  y  á  nofotros,  y  que  efte  era  fio  principio; 
é  inmortal,  y  que  á  él  habían  de  adorar,  y  creer,  y  no. 
á  otra  Criatura,  ni  cofa  alguna:  y  les  dije  todo  lo  de-i 
más,  que  yo  en  efte  cafo  fupe,  para  los  defviar  de  fu* 
Idolatrías ,  y  atraher  al  conocimiento  de  Dios  nueílro 
Señor:  y  todos,  era  efpecial  el  dicho  Muteczuma,  rae  ref* 
pondieton,  que  ya  me  habían  dicho,  que  ellos  no  eran, 
Naturales  de  eíta  Tierra,  y  que  había  muchos  tiempos; 
que  fus  Predecefores  habían  venido  á  ella,  y  que  bien¡ 
creían  ,  que  podrían  eflár  errados  en  algo  de  aquello, 
que  tenían,  por  haber  tanto  tiampo  que  falieron  de  fu 
Naturaleza;  y  que  yo,  como  mas  nuevamente  venida* 
fabría  mejor  las  cofas,  que  debían  tener,  y  creer,  que- 
co ellos;  que  fe  las  dijeífe,  y  hicieífe  entender,  que  ello* 
harían  lo  que  yo  les  dijeík,,  que  era  lo  mejor.  Y  el  dich<* 
Muteczuma,  y  muchos  de  los  Principales  de  la  Ciudad; 
eftuvierqn  con  migo  harta  quitar  los  ídolos,  y  limpiar; 
las  Capillas,  (i)  y  poner  las  Imágenes,  y  todo  con  alegre 
femblante:  y  les  defendí,  que  no  matafíén  Criaturas  £ 
les  ídolos,  como  acoftumbraban,  porque  demás  de  fce 
muy  aborrecible  á  Dios;  Vucftra  Sacra  Mageítad ,  por) 
fus  Leyes  lo  prohibe,  y  manda,  que  el  que  matare,  lo, 
maten.  E  de  ahí  adelante  fe  apartaron  de  ello:  y  en  to« 
do  el  tiempo,  que  yo  eftube  en  la  dicha  Ciudad,  nunca 
fe  vio  matar,  ni  facrificar  alguna  Criatura. 

Los  bultos,  y  cuerpos  de  los  ídolos,  en  quierj 
citas  Gentes  creen,  fon  de  muy  mayores  eftaturas  que 
el  cuerpo  de  un  gran  Hombre.  Son  hechos  de  mafa  de 
todas  las  Semillas,  y  Legumbres,  que  ellos  comen,  mcN 
lid  as,  y  mezcladas  unas  con  otras,  y  amáfanlas  con  fan< 
gre  de  corazones  de  cuerpos  humanos,  los  quales  abren 

EE  2,  porw 

.  -  .»— ~— — ■ i 

(i)     SimuUera  Gentium Opera  manuu»  Hominum,  Pfalm.   115. 

(í)     E  hizo  Cortés  todo  quanto  fe  refiere  del  infigne  Judas  Machabeo  en  el  Lltw 
i.  cap.  4.  purificando  si  Sanco  Templo  de  Jcrufalem,  contaiajaado  por  los  Gcntilei¿ 


i o8  CARTA  DE  RELACIÓN 

por  los  pecho?,  vivos,  y  les  Tacan  el  corazón,  y  de 
aquella  fangre,  que  fale  de  él,  amafan  aquella  Harina,  y 
a í sí  hacen  tanta  cantidad,  quanta  bafta  para  facer  aque- 
llas Eílatuas  grandes,  E  también,  defpues  de  hechas,  les 
ofrecían  rr.as  corazones,  que  afsímifmo  les  facriflcaban, 
y  les  untan  las  caras  con  la  fangre.  A  cada  cofa  tienen 
fu  ídolo,  dedicado  al  ufo  de  los  Gentiles,  que  antigua- 
mente honraban  fus  Diofes.  Por  manera,  que  para  pe- 
XXXII.   De  á\x   favor  para  la  Guerra,  tienen  un  ídolo,  y  para  fus 

¡as    Cafas ■,  y  ¡tranzas  otro,   y  áfeí  para  cada  cofa,  de  las  que  ellos 
Edificios  ríe  ¿a        ,  ,    ,   r  f *    ,  i.  .  r      t  j    i 

Ciudad-  de  los  quieren,  o  deiean  que  le  hagan  bien,  tienen  lus  ídolos, 

dos  Canales,  y  á  quien  honran,  y  íuven.  (i) 

cemo  traben  el  Hay  en  eíta  gran  Ciudad    muchas    Cafas   muy 

Jgun  dulce,  y  bueoas,  y  muy  grandes:  y  ¡a  caufa  de  haber  tantas  Ca- 
lavenenpor^  ^  principales  es,  que  todos  los  Señores  de  la  Tierra, 
del  modoátvi  Vafallos  del  dicho  Muteczuráa  tienen  fus  Cafas  en  la  di- 
vh,  y  obedecer  cha  Ciudad,  y  rdíden  en  ella  cierto  tiempo  del  año:  é 
de  hsMexkéi-  demás  de  efto,   hay   en  ella  muchos  Ciudadanos  ricos, 
nos,  y  fu  Po   qlJC  r;enen  afsímifmo    muy  buenas  Cafas.    Todos  ellos, 
demás  de  tener    muy  buenos,  y  grandes  Apofentamientos, 
tienen  muy  gentiles  Vergeles  de  Flores,  de  diverfas  mane- 
ras, aísí  en  los  Apofentamientos  aires,  como  bajos.  Por  la 
una  Calzada,  que  á  cita  gran  Ciudad  entran,  vienen  dos 
Cuños  de  Argamafa,    tan  anchos  como  dos  pafos  cada 
uflo;  y  tan  alros  cafi  como  un  eftado,  y  por  el  uno  de 
ellos  (i)  viene  un  golpe  de  Agua  dulce  muy  buena,  del 
gordor  de  un  cuerpo  de  hombre,  que  vá  á  dar  al  cuer- 
po de  la.  Ciudad,    de  que  fe  íirven,  y-  beben  todos.  El 
orro  que  vá  vacio,  es  para  quando  quieren  limpiar  el  otro 
Caín,  porque  echan  por  alli  el    Agua,  en  tanto  que  fe 
limpia;  y  pOfcjue  el  Agua  ha  de  palar  por  las  Puentes, 
á  caufa  de  ]as  quebradas,  por  dó  atraviefa  el  Agua  fa- 
lada,  echan  la   dulce  por  unas  Canales,    tan  gruefjs  co 
mo  un  Buey,  que  fon  de  la  longura  de  las  dichas  Pur-n- 
tes,  y  afsí  fe  lírve  toda  la  Ciudad.  Trahen  á  vender  el 

Agua 

(  i  )     Y   además  de  efto   había   Diofes  Penates,  6  Caferos. 
(  O     tila  es  li  que  aun  koy  fe  recoaoce  veoí»  por  Chutubufco  de  la  Fuente' 
*e   Amilco. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  íó$ 

Agua  por  Canoas  por  todas  las  Calles:  y  la  manera  de 
como  la  toman  del  Caño  es,  que  llegan  las  Canoas  de- 
bajo de  las  Puentes,  por  do  eftán  las  Canales,  y  de  allí 
hay  Hombres  en  lo  alto,  que  hinchen  las  Canoas,  y  les 
pagan  por  ello  fu  trabajo.  En  todas  las  entradas  de  la 
Ciudad,  y  en   las  partes  donde   de í cargan  las  Canoas* 
q>ie  es  donde   viene  la  mas  cantidad  de  los  Manteni- 
mientos, que  entran  en  la  Ciudad,  hay  Chozas  hechas 
donde  cftán  Perfonas  por  Guardas,  y  que  reciben  cer» 
tum  quid  (i)  de  cada  cofa,  que  entra.Efto.no  fe  fi  lo  lleva 
el  Señor,  ó  fi  es  proprio  para  la  Ciudad,  porque  hafta 
ahora  no  lo  hé  alcanzado;  pero  creo  que  para  el  Señor,' 
porque  en  otros  Mercados  de   otras  Provincias   fe  há 
vifto  coger  aquel   derecho  para  el  Señor  de  ellas.  Hay; 
en  todos  los  Mercados ,  y  lugares  públicos  de  la  dicha 
Ciudad  todos  los  días,  muchas  Perfonas  trabajadores,  y, 
Maeftros  de  todos   Oficios,  efperando  quien  los  alquile 
por  fus  jornales.  L3  Gente  de  efta  Ciudad  es   de  mas 
manera,    y  primor  en  fu  vertido,  y  férvido,  que  no  la 
otra  de  eftas  otras  Provincias,  y  Ciudades:  porque  co- 
mo 'allí  eftaba  fiempre  eftc  Señor  Muteczuma,  y   todos 
los  Señores   fus  Vafallos   ocurrían  fiempre  á  la  Ciudad, 
había  en  ella  mas  manera,  y  policía   en  todas  las  cofas.  XXKIII.Dela 
Y  por  no  fer  mas  prolijo  en  la  Relación  de  las  cofas  grandeza  de  a 
de   efta  gran  Ciudad   (aunque    no  acabaría  tan   ayna)   Dominio     dt 
no  quiero  decir  mas,  fino  que  en  fu  fervicio,  y  trato  de  ^"Ucz^ma^* 
Ja  Gente  de  ella,  hay  la  manera  (i)  cafi  de  vivi»  que  en  „     Riqueza*. 
Efpaña,  y  con  ranto  concierto,  y   orden  como  allá;  y  De  el  Rio  Fo- 
que confiderando  efta  Gente  fer  bárbara,  y  tan  aparta-  (oncbán, llama 
da  del  conocimiento  de  Dios ,  y  de   la   comunicación  d°Gjhalva*y 
de   otras  Naciones  de  razón,  es  cofa  admirable  ver  la  J*tfn  Je  "a't 
que  tienen   en  todas  las  cofas.  Cafas'  de  las 

En  lo  del  fervicio  de  Muteczuma,  y  de  las  co»  Aw,  y  Anfy 
fas  de  admiración ,  que  tenía  por  grandeza ,  y  eftado,  maks>  y  Monfa 

FF  .hay  »"J'*""**°'¿ 


(  i  )     Una   Contribución 

(i)    Es  muy  notable  ella  cxpreilon,  para  no  hacer  tan  rudos  &  loi  Indios,  c«? 
■10  algunos  pintaran. 


y  Perfot¡as,qu6 
¡as  cuidan. 


i  [o  .«  CARTA  DE  RELACIÓN 

Lay    tanto  que  eícribir,  que  certifico  á  Vueftra  Alteza, 
que  yo  no  fe  pwr  dó  comenzar,  que  pueda    acabar  de 
decir  alguna  parte  de  ellas;  porque   como  yá  hé  dicho, 
qjé  roas  grandeza  puede   fer,  que   un  Señor   Bárbaro, 
como  efte,  tubiefle  contrahechas  de   Oro ,  y  Plata ,    y 
Piedras,  y  Plumas  todas  las  cofas,  que  debajo  del  Cie- 
lo hay  en  fu  Señorío,  tan  al  natural  lo  de  Oro,  y  Pla- 
ta, que  no  hay  Platero  en  el  Mundo,  que  mejor  lo  hi- 
c¡e(íe,   (i)  y  lo  de  las  Piedras, que  no  bafte  juicio  com- 
prehender  con  qué  Infttumentos  fe  hicieífe  tan  perfeóto: 
(2.)  y  lo  de  Pluma,  que  ni  de  Cera,  ni  en  ningún  bros- 
lado    fe  podría  hicer  tan  maravillofamente.  El  Señorío 
de  Tierras,  que  efte  Muteczuma  tenía,  no  fe  ha  podi« 
do  alcanzar  quanto   era,  porque    á  ninguna    parte,  do- 
cienias  leguas  de    un  cabo,  y    de  otro,    de  aquella   fu 
gna  Ciudad,  embiaba  fus  Menfajeros,  que  uo  fu elTe  cum- 
plido íu  mandado,  aunque  había  algunas  Provincias  en 
medio  de  eftas  Tierras,  con  quien  él  tenía  Guerra.  Pe- 
ro  lo  que  fe  alcanzó,  y  yo  de  él  pude  comprehender, 
era  fu  Señorío  tanro  caíi  como  Efpaña,  porque  harta  fe- 
fe  nta  leguas   de  efla  parte  de  Putunchán,  que  es  el  Rio 
de  Grijalva,  (3)  embió  Menfajetos  á  que  fe  dieííen  por 
Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  los  Naturales  de  una  Ciu- 
dad, que  fe  dice  Cumatán  (4)  que  había  defde  la  gran 
Ciudad   á   día   dpcíentas,  y    treinta  leguas,  porque    las 
ciento,  y  cincuenta  yo   hé  fecho  andar  á  los  Efpañoles. 
Todos  los  m as  de  los  Señores  de  eftas  Tierras,  y  Pro- 
vincias, en  efpecial  los  Comarcanos,  refidían  ,  como  yá 
hé  dicha,  mudio  tiempo  del  año  en  aquella  gran  Ciu- 
dad, é  rodos,  6  los  mas,  tenían  fus  Hijos  primogénitos 
eh  el  férvido    del  dicho  Muteczuma.   En  todos  los  Se- 
ñónos de  ellos  Señores  tenía  fuerzas  hechas,  y  en  ellas 
Gane   luya,  y  fus  Gobernadores,  y  Cogedores  del  Ser- 

vi- 


(1)    Efto  no  es  eiageracion,  pues  fe  kan  vifto  Pieui  admirablemente  trabajada*. 

(  ¡.  )     Tenían  Cobre,  y  Pedernal  con  que  labraban. 

().,    Hoy   Provincia  <l_e  Tabafco.  , 

(4)     Zumachlán,   que  eftá  entre  la  Provincia  de  Oaxaca,  y  Chiapa. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i- 1 1 

vicio,   y  Renta,  que  de  cada  Provincia  le  daban,  y  ha- 
bía cuenta,  y  razón  (i)  de  lo  que  cada  uno  era  obliga- 
do á  dar,  porque  tienen  Caracteres,  y  Figuras  eferitas 
en  el  Papel,   que  facen,  por  donde  fe  entienden.  Cada 
una  de  eftas  Provincias  fervía  con  fu  genero  de  fervicio, 
fegun  la  calidad  de  la  Tierra ;    por  manera  ,  que  á  fu 
poder  venía  toda  fuerte  de  cofas,  que  en  las  dichas  Pro- 
vincias había.  Era  tan  temido  de  todos,  aísí  prefentes, 
como  aufentes,   que  nunca  Príncipe   del  Mundo  lo  fue 
mas.  Tenía,  afsí  fuera  de  la  Ciudad,  como  dentro,  mu- 
chas Cafas  de  Placer,  y  cada  una  de  fu  manera  de  pa- 
fatiempo,  tan  bien  labradas,  quanto  fe   podría  decir,  y 
quales  requerían    íer    para   un    Gran  Príncipe,  y  Señor. 
Tenía  dentro  de  la  Ciudad  fus  Cafas  de  Apofentamien- 
to,  tales,  y  tan  maravillóos,  que  me  parecería  cafi  inv 
pofible   poder    decir   la    bondad  ,  y    grandeza  de  ellas,. 
E  por  tanto,  no  me  porné  en   exprefar    cofa  de  ellas, 
mas  de  que  en  Efpaña  no  hay  fu  femejable.    (2,)  Tenía 
una  Cafa  poco  menos  buena  que  efti,  donde  tenía   un 
muy  hermofo  Jardín,  con   ciertos  Miradores,  que  falían 
fobre  el,  y  los  Mármoles,  y  Lofas  de  ellos  eran  de  Jaf- 
pc,  muy    bien  obradas.  Había    en  eíla  Gafa  Apofenta- 
mientos,  para  fe  apofentar  dos  muy  grandes  Príncipes, 
con  todo  fu  fervicio.  En  efta  Cafa  tenía  diez  Eftanques 
de   Agua,    donde  tenía   todos  los   linages  de  Aves  de 
Agua;  que  en  eftas  partes  fe  hallan,  qtie  fon  muchos,  y 
diverfos,  todas  doméfticas:  y  para  las  Aves,  que  fe  crian 
en  la  Mar,  eran  los  Eftanques  de  Agua  falada  :  y  para 
las  de  Ríos,  Lagunas  de  Agua  dulce;  la  qual  Agua  va- 
ciaban de  cierto  á  cierto  tiempo,  por  la  limpieza,  y    la 
tornaban  á  henchir  por  fus  Caños:  y  á  cada  genero  de 
Aves  fe   daba   aquel  mantenimiento,  que  era  proprio  á 
fu  natural,  y  con  que  ellas  en  el  campo  fe  mantenían. 
De  forma,  que  á  las  que  comían  Pefcado,  fe  lo  daban, 
y  las  que  Guíanos,  Gufanos,  y  las  que  Maíz,  Maíz  ,  y 

FF  z  las 


(  1 )     Veafc  la  CorJillera  de  Tributo*. 

(í)    Por  el  tiempo  de  la  Coixjuifta  (u¿  vetofimil  efta  exrrrfon- 


ni-  CARTA  DE  RELACIÓN 

las  que  otras  Semillas  mas  menudas  por  confíguiente  f<$ 
las  daban.  E  certifico  á  Vucftra  Alteza,  que  á  las  Aves, 
que  folamente   comían  Peleado ,  fe  les  daba  cada   día 
diez  aiTobas  de  él,  que  fe  roma  en  la  Laguna  Talada. 
Había,  para  tener  cargo  de  eftas  Aves,  trecientos  hom- 
bres, que  en  ninguna  otra  cofa  entendían.  Había  otros 
hombres,   que  íolamente   entendían  en  curar  las  Aves* 
que  adolecían,  (i)  Sobre  cada  Alberca,  y  Eftanques  de 
eftas  Aves,  había  fus  Corredores,  y  Miradores,  muy  gen- 
tilmente labrados,  donde  el  dicho  Mureczuma  fe  venía 
á  recrear,  y  á  *las  ver.  Tenía  en  efta  Cafa  un  Quarto, 
en  que  tenía  Hombres,  y  Mugeres,  y  Niños,  blancos  de 
fu  nacimiento  en  el  roftro,  y  cuerpo,  y  cabellos,  y  ce- 
jas, y  péftañas.  Tenía  otra   Cafa  muy  hermofa,  donde 
íenía  un  gran  Patio,  Iofado  dé  muy  gentiles  Lofas,  todo 
él  hecho  á  manera  de  un  Juego  de  Axedréz.  E  las  Cafas 
eran  hondas,  quanto  efta  do,  y  medio,  y  tan  grandes  co- 
mo feis  pafos  en  quadra:  é  la  mitad  de  cada  una  de 
eftas  Cafas  era  cubierta  el  foterrado  de  Lofas,  y  la  mirad 
que  quedaba  por  cubrir,  tenía  encima  una  Red  de  palo 
muy  bien  hecha:  y  en  cada    una  ¿e  eftas  Cafas  había, 
un  Ave  de  Rapiña,  comenzando  de  Cernícalo,  hafta  á 
'Águila,  todas  qu3ntas  fe  hallan  en  Efpaña ,   y  muchas 
mas  raleas,cuie  allá  no  fe  han  vifto.  E  de  cada   una  de 
eftas  raleas  había  mucha  cantidad:  y  en  lo  cubierto  de 
-cada  una  de  eftas  Cafas  había  un  Palo,  como  Alcan- 
dra,  y  otro  fuera,  debajo  de   la  Red,  que  en  el  uno 
eftaban  de  noche,  y  quando  llovía:  y  en  el  otro  fe  po- 
dían  falir  al  Sol,  y  al  Ayre  á  curarfe.  A  todas  eftas 
'Aves  daban  todos  los  días  de   comer  Gallinas,  y   no 
otro  mantenimiento.  Había  en  efta  Cafa   ciertas  Salas 
grandes  bajas,  todas  llenas  de  Jaulas  grandes,  de  muy 
gruefos  Maderos,  muy  bien  labrados,  y  encajados:  y  en, 
todas,  ó  en  las  mas  había  Leones,  Tigres,  Lobos,  Zor- 
yás,  y  Gatos  de  diverfas  maneras:  (z)  y  de  todos  en 

can* 
>>'  '  '  '  a  ■  ■  '  ■  *.. 

(  i  )    Efta  prolixidad,  y  gafto  no  es  fácil  referirlo  Je  otro  Soberano. 

i l )    P?  todos  altas  Animales  ha^  911  cite  Pais¿  en  Tierra  caliente, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i  i  f 

cantidad,  á  las  quales  daban  de  comer  Gallinas  quantas 
les  bailaban.  Y  para  eftos  Animales,  y  Aves  había  otros 
trecientos  Hombres,  que  tenían  cargo  de  ellos.  Tenía  otra 
Cafa  donde  tenía  muchos  Hombres,  y  Mogeres  monf- 
truos:  en  que  había  Enanos,  Corcobados,  y  contrahechos, 
y  otros  con  otras  disformidades,  y  cada  una  manera  de 
monftruos  en  fu  quarto  por  si.  E  también  había  para  ef- 
ros  Peífonas  dedicadas  para  tener  cargo  de  ellos.  E  las 
otras  cofas  de  placer,  que  tenía  en  fu  Ciudad,  dexo  de 
decir  ptir  fer  muchas,  y  de  muchas  calidades^ 

La  manera  de  fu  férvido  era,  que  todos  los  días     XXXTf-  pú 
luego  en  amaneciendo  eran  en  fu  Cafa  de  feis  cientos  Se-  ?    J?"  * 

o  _      r  ..11  i        r     r  **     Mutcczu* 

ñoics,  y  Períonas  principales,  los  quales  le  íentaban,  y   WOj  yfuTra' 
otros  andaban  por  unas  Salas,  y  Corredores,  que  habían  ge.  Ceremonias 
en  la  dicha  Cafa,   y  allí  eftaban  hablando,  y   pafando   «»    ?«*    «* 
tiempo  fin  entrar  donde  fu  Perfona  eftaba.  Y  los  Serví-  ffijfytj^ 
dores  de  eftos,  y  Perfonas,  de  quien  fe  acompañaban,  en-   Jala    quands 
chían  dos,  ó  tres  grandes  Patios,  y  la  Calle  que  era  muy  fs/i4  de  Pal**. 
grande.  Y  eftos  citaban  fin  íalir  de  allí  todo  el  dia  haf-   de. 
ta  la  noche.  E  al  tiempo  que  trahían  de  comer  al  dicho 
Muteczuma,afsímifrno  lo  trahían  á  todos  aquellos  Seño- 
res tan  complidamente,  quanto  á  fu  Perfona,  y  también  á 
los  Servidores,  y  Gente  de  eftos  les  daban  fus  raciones. 
Había  cotidianamente  la  Difpenfa,  y    Botillería  abierta 
para  todos  aquellos,  que  quifieflen  comer,  y  beber.  La 
manera  de  como   les  daban   de  comer,  es  que    venían 
trecientos ,  ó  qnatrocientos  Mancebos  con  el  manjar,  que 
era  fin  cuento,  porque  todas  las  vezes,  que  comía,  y  ce- 
naba le  trahían  de  todas  las  maneras   de   manjares  afsí 
de  Carnes,  como  de  Pefcadoí  y   Frutas,  y  Yervas,  quí 
en  toda  la  Tierra  fe  podían  haber.  Y  porque  la  Tierra 
es  fría  trahian  debaxo  de   cada    plato ,   y  efcudilla    de 
manjar  un  braferico  con  brafa,  porque  no  fe  enfilarte,  (i) 
Poníanle  todos  los  manjares  juntos  en  una  gran  Sala,  en 
que  él  comía,  que  calí  toda  fe  enchía,  la  qual  eftaba  toda 

GG  .  muy 


(i\    Cania  adrniracion  «fte  primor  ¿t  las  Nacioncr  mar  cultas  ■• 


'ii4  CARTA  DE  RELACIÓN 

muy  bien  efterada,  y  muy  limpia:  y  el  eftaba  aíTentado 
en  una  almohada  de  cuero  pequeña  muy  bien  hecha. 
Al  tiempo,  que  comían  eftaban  allí  defvindos  de  él  cin- 
co, ó  fcis  Señores  Ancianos,  á  los  quales  él  daba  de  lo 
que  comía.  Y  eftaba  en  pie  uno  de  aquellos  Setvido- 
tes,  que  le  ponía,  y  alzaba  las  manjares,  y  pedía  á  los 
otros ,  que  eftaban  mas  á  fuera ,  lo  que  era  necefario 
para  el  lervicio.  E  al  principio,  y  fin  de  la  comida,  y 
cena  fiempre  le  daban  agua  á  manos;  y  con  la  toalla, 
que  una  vez  fe  limpiaba,  nunca  fe  limpiaba  mas:  ni  tam- 
poco los  platos ,  y  efcudillas ,  en  que  le  trahían  una 
,vez  el  manjar  fe  los  tomaban  á  traher ,  fino  fiempre 
nuevos ,  y  afsí  hacían  de  los  brafericos  .  (i)  Veftíafe 
todos  los  días  quatro  maneras  de  veftíduras  todas  nue- 
vas, y  nunca  mas  fe  las  vertía  otra  vez.  Todos  los  Se- 
ñores, que  entraban  en  fu  Cafa,  no  entraban  calzados, 
y  quando  iban  delante  de  él  algunos,  que  él  embiaba  á 
llamar,  llevaban  la  Cabeza,  y  ojos  inclinados,  y  el  cuerpo 
nujy  humillado,  y  hablando  con  él  no  le  miraban  á  la 
cara;  lo  qual  hacían  por  mucho  acatamiento,  y  reveren- 
cia. Y  fé,  que  lo  hacían  por  efte  refpeto,  porque  ciertos 
Señores  reprehendían  á  los  Efpañoles ,  diciendo :  que 
quando  hablaban  con  migo,  eftaban  efentos  (z)  mirándome 
la  cara,  que  parecía  deíacatanúento,  y  poca  vergüenza. 
Quando  íalía  fuera  el  dicho  Muteczuma,  que  era  pocas 
vezes,  todos  los  que  iban  con  el,  y  los  que  topaba  pof 
las  Calles  le  bolvian  el  roftro,  y  en  ninguna  manera  le 
miraban,  y  todos  los  demás  fe  poftraban  harta,  que  él 
pafaba.  Llevaba  fiempre  delante  si  un-  Señor  de  aquello-s 
con  tres  varas  delgadas  altas,  que  creo  fe  hacía  porque 
fe  fupieífe,  que  iba  allí  fu  Perfona.  (3)  Y  quando  lo  defcea- 
dían  de  las  andas,  tomábala  una  en  la  mano,  y  lleva- 
bala  hafta  donde  iba.  Eran  tantas,  y  tan  diverfas  las 
maneras,  y  ceremonias,  que  efte  Señor  tenía  en  fu  fer- 

vicio, 

(1)     Efto  tampoco  fe  refiere  de  orro   Soberano: 

(1)     Efentos,  efto  es,  (ín  empacho  ni  vergüenza.  Covarrubias  Verb.  Efento. 
(3)     Los  Romanos  llcbaban  delante  los  Li&eres  con  las  Varas  en  ferial  de  Juí- 
¡Jicia,  y  lo  mifrao  fe  pradíca  hoy  ea  Efpaña,  refpe&o  de  los  Alguaciles. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ti; 

vicio,  que  era  neccfario  mas  efpacio,  del  que  yo  al  pre- 
fentc  tengo  para  les  relatar,  y  aun  mejor  memoria  pa- 
ra las  retener,  poique  ninguno  de  los  Soldanes,  ni  otro 
ningún  Señor  infiel,  de  los  que  harta  agora  fe  tiene  no- 
ticia, no  creo,  que  tantas,  ni  tales  ceremonias  en  férvi- 
do tengan. 

En  efta  gran  Ciudad  eftuve  proveyendo  las  co- 
fas, que  parecía  que  convenía  al  Servicio  de  Vueftra  Sa- 
cra Mageftad,  y  pacificando,  y  atrayendo  á  él  muchas 
Provincias,  y  Tierras  pobladas  de  muchas,  y  muy  gran- 
des Ciudades,  y  Villas,  y  Fortalezas,  y  defeubriendo  Mi- 
nas: y  fabiendo,  y  inquiriendo  muchos  fecretos  de  las 
Tierras  de  el  Señorío  de  cfte  Muteczuma,  como  de  otras, 
que  con  él  confinaban,  y  él  tenía  noticia;  que  fon  tan- 
tas, y  tan  maravillólas,  que  fon  cafi  increíbles,  y  todo 
con  tanta  voluntad,  y  contentamiento  de  el  dicho  Muteczu- 
ma, y  de  todos  los  Naturales  de  las  dichas  Tierras,  como 
si  de  ah  millo  obieran  conocido  á  Vueftra  Sacra  Mageflad 
por  fu  Rey,  y  Señor  natural:  y  no  con  menos  voluntad 
hacían  todas  las  cofas:  que  en  fu  Real  Nombre  les  mandaba. 

En  las  quales  dichas  cofas,  y  en  otras  no  menos 
útiles  al  Real  Servicio  de  Vueftra  Alteza,  gafté  defde  ocho 
de  Noviembre  de  mil  quinientos  diez  y  nueve,  harta  en- 
trante el  mes  de  Mayo  de  efte  prefente:  que  citando  en 
toda  quietud,  y  foíicgo  en  efta  dicha  Ciudad,  teniendo 
repartidos  muchos  de  los  Efpañoles  per  muchas,  y  di- 
verfas  partes,  pacificando,  y  poblando  efta  Tierra  con 
mucho  defeo,  que  viniefíen  Navios  con  la  refpuefta  de  la 
Relatiou,  que  á  Vueftra  Mageftad  había  hecho  de  efta 
Tierra,  para  con  ellos  embiar  la  que  agora  embió,  y  to- 
das las  cofas  de  Oro,  y  ]oyas,  que  en  ella  había  habido 
para  Vuertra  Alteza:  vinieron  á  mí  ciertos  Naturales  de 
efta  Tierra,  Vafallos  de  el  dicho  Muteczuma,  de  los  que 
en  la  Cofta  de  la  Mar  moran,  y  me  dixeron  como  junto  á 
las  Sierras  de  San  Martin,  que  fon  en  la  dicha  Cofta,  an- 
tes de  el  Puerto,  ó  Baía  de  San  Juan,  habían  llegado  diez 
y  echo  Navios,  y  que  no  fabían  quien  eran:  porque  afsi 
como  los  vieron  en  la  Mar,  me  lo  ^vinieron  á  hacer  faben 


XXXV.  Di 
como  f upo  Cor* 
tés  haber  lie- 
gado á  la  Cofia 
diez  y  nueve 
Naos.  De/pa- 
cha Bien  faje  i 
ros,yefcribe  d 
P afilo  de  Nar' 
vaéz%  que  vt* 
nía  contra  él, 
de  orden  de 
Diego  Felaz* 
quez,  al  quat 
fe  le  procuró 
impedir  que 
embiaffe  e/la 
armada. por  el 
Dr.  Rodrigo 
de  Figueroa,y 
como? 


3) 
*i 
Mi 

3* 
3) 
i» 
Si 


i  íí  CARTA  DE  REL  ACIÓN 

y  tras  de  ertos  dichos  Indios,  vino  otro  Natural  de  !a  Isíat 
Fernandina,  el  qual  me  trajo  una  Carta  de  uñ  Efpañol, 
que  yo  tenía  puerto  en  la  Corta,  para  que  fí  Navios  vi- 
nieren, les  dieíTe  razón  de  mi,  y  de  aquella  Villa,  que  al!í 
citaba  cerca  de  aquel  Puerto,  porque  no  fe  perdicíTen.  En 
la  qual  dicha  Carta  fe  conteníaí  „  Que  en  tal  día  había 
,,  afamado  un  Navio  frontero  de  el  dicho  Puerto  de  San 
„  Juan,  folo:  y  que  había  mirado  por  toda  la  Cofta  de 
la  Mar  quanto  fu  vifta  podía  cornprehender ,  y  que 
no  había  vifto  otro:  y  que  creía  que  era  la  Nao,  que 
yo  había  embíado  á  Vucftra  Sacra  Mageftad,  porque  ya 
era  tiempo  que  vinieííe.  Y  que  para  mascertif?c3rfe  él 
quedaba  efperando,  que  la  dicha  Nao  llegafe  al  Puer- 
to para  fe  informar  de  ella:  y  que  luego  vernía  á  me 
traher  la  relación.  Vifta  efta  Carta  defpaehé  dos  Efpa- 
ñoles,  uno  por  un  camino,  y  otro  pot  otro,  porque  no 
errafien  á  algnn  Menfajero,  lí  de  la  Nao  viniefíe.  A  los 
quales  dije,  que  llegaífen  harta  el  dicho  Puerto,  y  fupief- 
fen  quantcs  Navios  eran  llegados,  y  de  donde  eran,  y  lo 
que  trahían:  y  fe  bolvieííen  á  la  mas  priefa  que  fuefie  po- 
íible  á  me  lo  hacer  faber.  Y  afsímifmo  defpaché  otro  á  la 
Villa  de  la  Vera-Cru?.  á  les  decir,  lo  que  de  aquellos  Navios 
había  fabido,  para  que  de  allá  afsímifmo  fe  ínformaflen,  y 
roe  lo  hicieflen  faber:  y  otro  al  Capitán  que  con  los  cien- 
to, y  cincuenra  Hombres  embiava  á  hacer  el  Pueblo  de  la 
Provincia,  y  Puerto  de  Quacucalcor(i)  al  qual  eferibí,  que 
do  quiera  que  el  dicho  Menfajero  le  alcanzarte,  fe  ertuvief- 
fe,  y  no  pafarte  adelante  harta  que  yo  fegunda  vez  le  cf- 
cribieííe,  porque  tenía  nueva  que  eran  llegados  al  Puer- 
to ciertos  Navios,  el  qual,  fegun  defpues  pareció,  ya 
quando  llegó  mi  Carta ,  fabra  de  la  venida  de  los 
dichos  Navios.  Y  embiados  eftos  dichos  Menfajeros  fe 
pallaron  quince  días,  que  ninguna  cofa  fupe,  ni  hove  ref- 
puefta  de  ninguno  de  ellos,  de  que  no  eítaba  poco  efpan- 
íado.  Y  pafados  eftos  quince  días  vinieron  otros  Indios 
afsí  mifmo  Vafallos  de  el  dicho  Muteczuma,  de  los  qua- 
les 


(i)    Hoy  Guafacualco  Obifpado  de  Oaxaca. 


DE  t>.  FERNANDO  CORTES.  Y0 

les  íiipé;  que  los  dichos  Navios  eftaban  ya  furtos  en  el 
dicho  Puerto  de  San  Juan,  y  la  Gente  defembarcada,  y 
trahían  por  copia,  que  había  ochenta  Caballos,  y  ocho 
tientos  Hombres,  y  diez,  ó  doze  tiros  de  fuego,  lo  qual 
todo  lo  trahía  figurado  en  un  papel  de  la  tierra  para  lo 
moftrar  al  dicho  Muteczuma.  (i)  E  dijeronme  como  el  Ef- 
ñol,  que  yo  tenia  puerto  en  la  Cofta,  y  los  otros  Menfa- 
jeros,  que  yo  había  embiado,  eftaban  con  !a  dicha  Gente, 
y  que  les  habían  dicho  áeftos  Indios,  qne  el  Capitán  de 
aquella  Gente  no  los  dexaba  venir,  y  que  me  lo  dixeflené 
Y  fabido  efto  acordé  de  embiar  un  Religiofo,  (i)  que  yo 
truje  en  mi  Compañía  con  una  Carta  mia:  y  otra  de  Al- 
caldes, y  Regidores  de  la  Villa  de  la  Vera-Cruz,  que  ef- 
taban con  migo  en  la  dicha,  Ciudad:  las  quales  iban  dirigi- 
das al  Capitán,  y  Gente,  que  á  aquel  Puerto  había  llegado, 
haciéndole  faber  muy  por  extenfo,  lo  que  en  efta  tierra 
me  había  fucedido,  y  como  tenía  muchas  Ciudades,/ 
Villas,  y  Fortalezas  ganadas,  y  conquiftadas,  y  pacificas,1 
y  fujetas  al  Real  Servicio  de  Vueftra  Mageftad,  y  prefo 
al  Señor  Principal  de  todas  eftas  Partes:  y  como  eftaba 
en  aquella  gran  Ciudad,  y  laqualidad  de  ella^  y  el  Oro, 
y  joyas  que  para  Vueftra  Alteza  tenía:  y  como  había  em- 
biado rejacion  de  efta  Tierra  á  Vueftra  Mageftad.  E  que 
les  pedía  por. merced,  me  fie ieflen  faber  quien  eran,  y  íi 
eran  Vafallos  naturales  de  los  Reynos,  y  Señoríos  de  Vuef- 
tra Alteza,  me  efcribieiTen,  fi  venían  á  efta  Tierra  por  fu 
Real  mandado,  ó  á  poblar,  y  eftar  en  ella,  ó  fí  pafaban 
adelante,  ó  habían  de  bolver  atrás.  O  ñ  trahían  alguna  ne- 
cefidad,  que  yoles  haría  prover  de  todo  lo  que  á  mí  po-, 
fíble  fuera.  E  que  fí  eran  de  fuera  de  los  Reynos  de 
¡Vueftra  Alteza:  afsímifmo  me  hicieflen  faber  íi  trahían 
alguna  necefidad,  porque  también  lo  remediaría,  pudiern 
do.  Donde  nó,  que  les  requería  de  parte  de  Vueftra  Magef- 
tad, que  luego  fe  fuellen  de  fus  Tierras,  y  no  faltaíferi 

HH  en 

I  »    —      I  I  -      I  ■  II         II     !■  I  I  — —   ■ 

(i)  Todos  los  Pueblos,  fus  Acnones,  Guerras,  y  todo  i»  que  querían  ílgnl* 
ficar,  lo  pioraban  en  un  Papel,  6  Lienzo  con  figuras  á  propófico. 

(i)  Fr.  Bartolomé  de  Olmedo  Mercenario,  que  vino  por  Capellán  de  la  Ai» 
riada  de  Gortw,  con  el  Lie,  Juan  Díaz.  ■ 


1 1 8  CARTA  DE  RELACIÓN 

en  ellas:  con  apcrcebimiento,  que  fí  afsí  no  lo  fícieíTeri 
iría  contra  ellos  con  todo  el  poder,  que  yo  rúvieífe,  afsí 
de  Eípañoles,  como  de  Naturales  de  la  Tierra,  y  los  pren- 
dería, ó  mataría  como  EfbángerOs,  que  fe  querían  entre- 
meter en  los  Reynos,  y  Señoríos  de  mi  Rey,  y  Señor.  E 
partido  el  dicho  Religlófo  con  el  dicho  defpacho:  dende 
en  cinco  dias  llegaron  á  la  Ciudad  de  Temixtitán  veinte 
Efpañoles,  de  los  que  en  la  Villa  de  la  Vera-Cruz  tenía:  los 
quales  me  trahi3n  un  Clérigo,  y  otros  dos  Legos,  que  ha- 
bían tomado  en  la  dicha  Villa:  de  los  quales  Tupe  como 
la  Armada,  y  Gerite*¿  que  en  él  dicho  Puerto  eftaba,  era  de 
Diego  Veiazqc.cz,  que  venía  por  fu  mandado,  y  que  ve- 
nía por  Capiran  de  ella  un  Panfilo  Narvaez,  Vecino  de 
la  Isla  Fernandina.  E  que  trahian  ochenta  de  Caballo,  y 
muchos  tiros  de  pólvora,  y  ochocientos  Peones:  entre 
los  quales  dijeron,  que  había  ochenta  Efcopeteros ,  y 
ciento,  y  veinte  Balleneros:  y  que  venía,  y  fe  nombra- 
ba por  Capitán  General,  y  Teniente  de  Gobernador  de 
todas  eftas  Parres,  por  el  dicho  Diego  Vcíázqiñz:  y  que  pa- 
ra ello  trahia  Proviíiones  de  V.  M:  é  que  los  Menfvijeross 
que  yo  había  dnbiado}  y  el  Hombre  que  en  la  Cofta 
tenía,  eftabao  con  el  dicho  Panfilo  de  Narvaez,  y  no 
los  dejaban  venir,  el  qual  fe  había  informado  de  ellos, 
de  como  yo  tenía  allí  aquella  Villa  doce  leguas  del  di- 
cho Puerro,  y  de  la  Gente,  que  en  eila  eftaba,  y  afsímif- 
mo  de  la  Gente  que  yo  embiaba  á  Quacücalco,  (i)  y  co- 
mo citaban  en  una  Provincia,  treinta  leguas  del  dicho  Puer- 
to ,  que  íe  dice  Tuchirebeque ,  y  de  todas  las  cofas 
que  yo  en  la  Tierra  había  hecho  en  férvido  de  Vuef- 
tra  Alteza,  y  las  Ciudades,  y  Villas  que  yo  tenía  con- 
quiítadas,  y  pacíficas,  y  de  aquella  gran  Ciudad  de  Te- 
mixtitán; y  del  Oro,  y  Joyas,  que  en  la  Tierra  fe  ha- 
bían habido:  é  fe  había  informado  de  ellos,  de  todas 
las  otras  cofas^  que  me  habían  fucédido;  é  que  á  ellos 
les  había  embiado  el  dicho  Narvaez  á  la  dicha  Villa  de 
la  Vera-Cruz,  á  que  íí  pudieífen,  hablaffen  de  fu  parte 
á  los  que  en  ella  eftaban,  y  los  atrajeífen  á  fu  propó- 

íiro, 

•  '"    "-   ■    .■■■--.'-■      ■--  *     •- ■•  ■  r 

(  I  )     Rio  de  Guafacualco,  y  Tuchiccpec,  de  cjue  arriba  fe  hizo  mención. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ir9 

fito,  y  fe  levantaííen  contra  mi:  y  con  ellcs  me  traje- 
ron iras  de  cien  Carras,  que  el  dicho  Narvaez  ,  y  los 
que  con  él  eftaban,  embiaban  á  los  de  la  dicha  Villa, 
diciendo,  que  dieffen  crédito  á  lo  que  aquel  Clérigo,  y 
los  otros,  que  iban  con  él,  de  fu  parre  les  dijellcn :  y 
prometiéndoles,  que  fi  afsí  lo  hicieífen,  que  por  parte 
del  dicho  Diego  Velazquez,  y  de  él  en  fu  nombre,  les 
ferian  hechas  muchas  Mercedes;  y  los  que  lo  contrario 
hiciclftn,  habían  de  fer  muy  mal  tratados,  y  otras  mu: 
chas  cofas,  que  en  las  dichas  Cartas  fe  contenían,  y  el 
dicho  Clérigo,  y  los  que  con  él  venían,  dijeron.  E  caíi 
junto  con  cftos  vino  un  Efpañol,de  los  que  iban  á  Qua- 
cucalco  con  Carras  del  Capitán,  que  era  urt  Juan  Ve- 
lazquez de  León  :  el  qual  me  facía  faber  como  la 
Gente  cjue  había  llegado  al  Puerto,  era  Pánfflo  de  Nar- 
vaez,  (r)que  venía  en  nombre  de  Diego  Velazquez,  con 
la  Gente  que  trahian,  y  me  embió  lina  Carta,  que  el 
dicho  Narvaez  le  había  erobiado  con  un  Indio,  como  a 
Pariente  del  dicho  Diego  Velazquez,  y  Cuñado  de  eí 
dicho  Narvaez,  en  que  por  ella  le  decía,  cómo  de  aque- 
llos Mcnfajcros  mios  había  Tábido,  que  eftaba  alli  con 
aquella  Gente,  y  luego  fe  fueífe  con  ella  á  él,  porque 
en  ello  haría  lo  que  cumplía,  y  lo  que  era  obligado  á 
fus  Deudos,  y  que  bien  creía  que  yo  le  tenía  por  fuer- 
za: y  otras  cofas  que  el  dicho  Narvaez  le  eferibía ;  el 
qual  dicho  Capitán,  como  mas  obligado  al  férvido  de 
Vueftra  Mageítad,  no  folo  dejó  de  aceptar  lo  que  el 
dicho  Narvaez  por  fu  letra  le  decía,  mas  aun  luego  fe 
partió,  delpues  de  me  haber  embiado  la  Carta,  para  fe 
venir  á  juntar  con  toda  la  Gente,  que  tenía  con  migo. 
E  defpqes  de  me  haber  informado  de  aquel  Clérigo,  y; 
de  los  otros  dos,  que  con  él  venían,  de  muchas  cofas, 
y  de  la  intención  de  los  del  dicho  Diego  Velazquez,  y 
Narvaez,  y  de  como  fe  habían  movido  con  aquella  Ar- 
mada, y  Gente  contra  mi,  porque  yo  había  embiado 
la  Relación,  y  cofas  de  efta  Tierra  á  Vüeftra  Mageftad»' 

HH¿  y 

(  i  )     Pata  que  fuelle  mas  maravilláis  la  Conquifta,  permitió  Dios, que  el  ma- 
yor riefgo  le  vinieflTe  á  Corres  de  otro  Efpañol  enemigo  fuyo. 


ira  CARTA  DE  RELACIÓN 

y  no  al  dicho  Diego  Velazqirez,  y  como  veníaq  có'ri 
dañada  voluntad  para  me  matar  á  mi  i  y  á  muchos  de 
los  de  mi  Compañía,  que  yá  defde  allá  trahían  feñala- 
dos.  E  Tupe  afsímifmo,  como  el  Lie  Figueroa,  juez  de 
ÍRefidencia  en  la  Isla  Efpañola,  y  los  Jueces,  y  Oficiales 
íde  Vueftra  Alteza,  que  en  ella  refiden,  fabido  poc  cllos¿ 
Como  el  dicho  Diego  Velazquez  hacía  la  dicha  Arma- 
da, y  k  voluntad,  con  que  la  hacía,  contándoles  el  da- 
ño, y  defervicio ,  que  de  fu  venida  á  Vueftra  Magef- 
tad  podía  redundar,  embiaron  al  Lie.  Lucas  Vázquez 
de  Ayllon,  uno  de  los  dichos  Jueces,  con  fu  poder,  á 
ícquerir  •,  y  mandar  al  dicho  Diego  Velazquez,  no  em- 
bjafle  la  dicha  Armadas  el  quál  vino,  y  halló  al  dicho 
Diego  Velazquez  con  toda  la  Gente  armada  en  la  Pun- 
ta de  la  dicha  Isla  Fernandináj  yá  que  quería  pafar,  y 
que  allí  le  requirió  á  él,  y  á  todos  los  que  en  la  di- 
cha Armada  venían,  que  no  víníeífeñ  >  porque  de  ello 
¡Vueftra  Alteza  era  muy  defervido;  y  fobre  ello  les  im- 
$ufo  muchas  penas,  las  quales  no  chitante,  ni  todo  lo 
¡por  el  dicho  Lie.  requerido,  ni  mandado,  todavía  había 
embiado  la  dicha  Armada:  é  que  el  dicho  Lie.  Ayüon 
eftaba  en  el  dicho  Puerto,  que  había  venido  juntamente 
con  ellas  penfando  de  evitar  el  daño,  que  de  la  venida 
de  la  dicha  Armada  fe  feguía;  porque  á  él,  y  á  todos 
era  notorio  el  mal  propófito,y  voluntad,  conque  la  di- 
cha Armada  venía*  Embié  al  dicho  Clérigo  con  una  Car- 
ta mia,  para  el  dicho  Narvaez  ,  por  la  qual  le  decía, 
como  yo  había  fabido  del  dicho  Clérigo,  y  de  los  que 
con  él  habían  venido,  como  él  era  Capitán  de  la  Gen- 
te, que  aquella  Armada  trahía,  y  que  holgaba,  qué  fucile 
él,  porque  tenía  otro  penfamiento,  viendo  que  los  Men- 
fajeros,  que  yo  había  embiado,  no  venían;  pero  que 
pues  él  labia,  que  yo  eftaba  en  efta  Tierra  en  fervicio 
de  Vueftra  Alteza,  me  maravillaba  no  me  eferibiefle,  ó 
embiaífe  Menfagero ,  haciéndome  faber  de  fu  venida, 
$>ues  fabía,que  yo  había  de  holgar  con  ella,  afsí  por  él 
fer  mi  Amigo  mucho  tiempo  había,  como  porque  creía 
«|ue  él  venía  á  feryír  á  Vueftra  Alteza,  que  era  lo  que 

yo 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i  i  r 

yo  mas  cefc^ba,  y  embiar ,  como  había  embíádo  So- 
bornadores, y  Carta  de  inducimiento  á  las  Perfonas,  que 
yo  tenia  en  mi  Compañía,  en  férvido  de  Vueftra  Ma- 
geftad, para  que  fe  levantaíícn  contra  mi,  y  fe  pafafien 
a  él ,  como  fi  fuéramos  ios  unos  Infieles ,  y  los  otros 
Chriítianos:  ó  los  unos  Vaíallos  de  Vueftra  Alteza,  y  los 
otros  fus  defervidores.  E  que  le  pedía  por  merced,  que 
de  allí  adelante  do  tubieífe  aquellas  formas,  antes  me 
h  i  cié  fíe  faber  la  caufa  de  fu  venida;  y  que  me  habían 
(dicho,  que  fe  intitulaba  Capitán  General,  y  Teniente 
de  Gobernador  por  Diego  Velazquez,  y  que  por  tal  fe 
había  hecho  pregonar,  y  publicar  en  la  Tierra:  é  que  ha? 
bía  hecho  Alcaldes,  y  Regidores,  y  executado  jufticia, 
lo  qual  era  en  mucho  defervicio  de  Vueftra  Alteza,  y^ 
contra  todas  fus  Leyes;  porque  íiendo  efta  Tierra  de 
Vueftra  Mageftad,  y  eftando  poblada  de  fus  Vafallos,  y 
habiendo  en  ella  jufticia,  y  Cabildo,  que  no  fe  debía 
intitular  de  los  dichos  Oficios,  ni  ufar  de  ellos,  ün  íer 
piimero  á  ellos  recibido,  puefto  que  para  los  exercer, 
trujeiTe  Provifiones  de  Vueftra  Mageftad.  Las  quales,  Ci 
trahía,  le  pedía  por  merced,  y  le  requería  las  prefen- 
taíTe  ante  mi,  y  ante  el  Cabildo  de  la  Vera-Cruz,  y  que 
tic  el,  y  de  mi  ferian  obedecidas,  como  Cartas,  y  Pro- 
vifiones de  nueftro  Rey,  y  Señor  natural,  y  cumplidas 
en  quanto  al  Real  Servicio  de  vueítra  Mageftad  convi- 
rneííc,  porque  yo  eftaba  en  aquella  Ciudad,  y  en  ella 
tenía  prefo  á  aquel  Señor,  y  tenía  mucha  fuma  de  Oro, 
y  Joyas,  afsí  de  lo  de  Vueftra  Alteza,  como  de  los  de 
nsi  Compañía,,  y  mió:  lo  qual  yo  no  ofaba  dejar,  con 
temor,  que  faiido  yo  de  la  dicha  Ciudad,  la  Gente  fe 
rcbelafle,  y  perdiefíe  tanta  cantidad  de  Oro,  y  Joyas,  y 
ral  Ciudad.  Mayormente,  que  perdida  aquella,  era  per- 
dida toda  la  Tierra.  E  afsímifmo  di  al  dicho  Clérigo 
una  Carta  para  el  dicho  Lie.  Ayllon:  el  qual,  fcgun  def- 
pues  yo  fupe ,  al  tiempo  que  el  dicho  Clérigo  llegó , 
había  prendido  al  dicho  Narvaez,  y  embiado  prefo  con 
dos  Navios. 

II  El 


XXXPT.  Av¡. 

fan  d  Cortés 
haber  fe  rebc 
Jado  las  Pro' 
viñetas  de  la 
Cofia,  y  entre' 
gado/e  á  Nar 
•vatz,  efpecial' 
mente  Cempoa' 
¡a.  Re  fu  el  ve  ir 
contr.t  él.  Car- 
tas, que  ledie 
ron  en  el  Ca' 
mino,  y  modo 
que  ufó  Nar 
vaez  de  aira 
ber  á  Mutec 
zuma.  De  lo 
que  pafó  entre 
él ,  y  Cortés , 
para  aiuftarfe, 
y  afecbamas 
de  el  uno  con» 
trs  el  otro* 


xií.  CARTA  DE  RELACIÓN 

El  día  que  el  dicho  Clérigo  fe  partió,  me  llegó  un 
Mcnfajero,  de  los  que  eftaban  en  la  Villa  de  la  Vera-Cruz, 
por  el  qual  me  hacían  faber,  que  toda  la  Gente  de  los 
Naturales  de  la  Tierra  eftaban  levantados,  y  hechos  con 
el  dicho  Narvaez,  en  efpecial  los  de  !a  Ciudad  de  Cení» 
poal ,  y  fu  Partido :  y  que  ninguno  de  ellos  quería 
venir  á  fervir  á  la  dicha  Villa,  afsi  en  la  fortaleza, como 
en  las  otras  cofas,  en  que  folian  fervir:  porque  decían, 
que  Narvaez  les  había  dicho,  que  yo  era  malo,  y  que  me 
tenía  á  prender  á  mi,  y  á  todos  los  de  Compañía,  y  lle- 
varnos prefos ,  y  dexar  la  tierra:  y  que  la  Gente,  que 
el  dicho  Narvaez  trahía,  era  mucha,  y  la  que  yo  tenía 
poca.  E  que  él  trahía  muchos  Caballos,  y  muchos  ti- 
ros: y  que  yo  tenía  pocos,  y  que  querían  fer  á  -viva, 
quien  vence.  E  que  también  me  facían  fabér,  que  eran 
informados  de  los  dichos  Indios,  que  el  dicho  N.irvaez 
fe  venía  á  apofentar  á  la  dicha  Ciudad  de  Cempoal:  y 
que  ya  fabía  quan  cerca  eftaba  de  aqudla  Villa,  y  que 
creían,  fegun  eran  informados  del  mal  propóíito,  que 
el  dicho  Narvaez  Contra  todos  trahía,  que  defde  allí  vema 
fobre  ellos,  y  teniendo  de  fu  parte  los  Indios  de  la  dicha 
Ciudad,  y  por  tanto  me  hacían  faber,  que  ellos  dejabiti 
la  Villa  fola,  por  no  pelear  con  ellos:  y  por  evitar  tkín- 
dalo  fe  fubían  á  la  Sierra  á  caufa  de  un  Señor  Vafallo 
de  Vueftra  Alteza,  y  Amigo  nueftro:  y  que  allí  penía- 
ban  citar  hafta,  que  yo  les  cmbiaífe  á  decir,  lo  que  h> 
cieífen.  E  como  yo  vi  el  gran  daño,  que  fe  comenzaba 
á  revolber,  y  como  la  Tierra  fe  levantaba  á  caufa  de  el 
dicho  N-trvaez:  parecióme,  que  con  ir  yo  donde  él  ef- 
taba, fe  apaciguaría  macho,  porque  viéndome  los  Indios 
preféntc,  no  le  oíarían  á  levantar.  Y  también ,  porque 
penfaba  dar  orden  con  el  dicho  Narvaez  ,  como  ran 
gran  mal  como  fe  comenzaba,  ceífafe.  E  afsi  me  partí 
aquel  mifmo  día,  dexando  la  fortaleza  muy  bien  bas- 
tecida de  maiz,  y  de  agua,  y  quinientos  Hombres  den- 
tro de  ella,  y  algunos  tiros  de  pólvora.  E  con  la  otra 
Gente,  que  allí  tenía,  que  ferian  hafta  fetenfa  Hombres, 
feguí  mi  Camino  con  algunas  Perfonas  principales  de  los 

de 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ttf 

de  él  dicho  Muteczuma.  Al  qual  yo  antes,  que  me  par* 
tiefle  hize  muchos  razonamientos,  diciendolc:  „Que  mirafe, 
„  que  él  era  Vafallo  deVucftra  Alteza,  y  que  agora  había 
„  de  recibir  mercedes  de  Vueftra  Mageflad  por  los  Servi- 
,,  cios,  que  le  había  hecho:  y  que  aquellos  Eípañoles  le  de- 
„  xaba   encomendados  con  todo   aquel  Oro,  y  Joyas, 
„  que  él  me  había  dado ,  y  mandado  dar  para  Vuef. 
„  tra  Alteza  :  porque  yo  iba  á  aquella  Gente ,  que  allí 
a,  había  venido,  á  faber,  que  Gente  era,  porque   harta 
„  entonces,  no  lo  había  fabido,  y  creía,  que  debía  fer 
„  alguna  mala  Gente,  y  no  Vafallos  de  Vueftra    Alte- 
„  za.  Y  él  me  prometió  de  los  hacer  proveer  de  todo 
lo  necefario,  y  guardar  mucho  todo,  lo  que  allí  le  de- 
xaba  puefto  para  Vueftra  Mageftad:  y  que  aquellos  Tu- 
yos, que  iban  con  migo,  me  llevarían  por  Camino,  que 
no  faliefle  de  fu  Tierra:  y  me  harían  proveer  en  él  de 
todo  ,  lo  que  ofielíen   menefter ,  y   que  me  rogaba,  íi 
aquella  fuefle  Gente  mala,  que  fe  lo  fkiefte  faber,  por 
que  luego  proveería  de  mucha  Gente   de  guerra ,  para 
que  fueflen  á  pelear  con  ellos,  y  hccharlos  fuera  de  la 
Tierra.  Lo  qual  todo  yo  le  agradecí,  y  certifiqué,  que 
por  ello  Vueftra  Alteza  le  mandaría  hacer  muchas  mer- 
cedes, y  le  di  muchas  joyas,  y  Ropas  á  él,  y  á  un  Hi- 
jo fuyo,  y  á  muchos  Señores,  que  eftaban  con  él   á  la 
fazon.  Y  en  una  Ciudad,  que  fe  dice  Chururtccal  (i) 
topé  á  Juan  Velazque2,  Capitán  que,  como  hé  dicho, 
embiaba  á  Quacucalco,  que  con   toda   la  Gente  fe  ve- 
nía, y  facados  algunos,  que  venían  mal  difpueftos,  que 
embié  á  la  Ciudad:  con  él  ,  y  con  los  demás  feguí  mi 
Camino :  y  quin2e  leguas   adelante  de  efta  Ciudad    de 
Cururtecal  topé  aquel  Padre  Religiofo  de  mi  Compañía, 
que  yo  había  embiado  al  Puerto  á  faber,  que  Gente  era 
la  del  Armada,  que  allí  había  venido.  El  qual  me  trujo 
una  Carta  de  el  dicho  Narvaez,  en  que  me  decía,  que 
él  trah.ía  ciertas  Proviíioncs,  para  tener  efta  Tierra    por 

II  i  Die- 


(i)    Cholula 


■,n4  CARTA  DE  RELACIÓN    I 

Diego  Velazquez:   que  luego  fueífe  donde   él  cftaba  ';í 
las  obedecer,  y  cumplir,  y  que  él  tenía  hecha  una  Villa, 
y  Alcaldes,  y  Regidores.   E  del  dicho    Religiofo  tupe, 
cerno  habían  prendido  al  dicho  Licenciado  Ayllon,y  á 
fu  Efcribano,  y  Alguacil,  y  los  habían  embiado  en  doá 
Navios ,  y  como  allá  le   habían  acometido   con    parti- 
dos, para  que  él  atrajeíic  algunos  de  los  de  mi  Compa- 
ñía, que  fe  pafaífen  al  dicho  Narvaez :  y    como  habían 
hecho  alarde  delante  de  él ,   y  de  ciertos  Indios ,  que 
con  él  iban   de  toda  -la  Gente,  afsí  de  pie  ,  como  de 
Caballo,  y  foltar  el  artillería,  que  citaba  en  los  Navios* 
y  la  que  tenían  en  Tierra  á  fin  de  los  atemorizar:  por 
que  le  dixeron  al  dicho  Religiofo:  ,,  Mirad,  como  es 
3>  podéis  defender  de  nofotros,  fino  házeís,  lo  que  qui- 
3,  fieremos .  E  también  me  dijo ,  como  había   hallado 
con  el  dicho  Narvaez  á  un  Señor  natural  de  efta  Tier- 
ra ,  Vafallo  del  dicho  Muteczuma :  y  que  le   tenía   por 
Gobernador  fuyo  en  toda  fu  Tierra  de  los  Puerros  ha- 
cia la  Cofta  déla  Mar:  y  que  fupo  que  al  dicho  Nar- 
vaez le  había  hablado  de  parre  del  dicho    Muteczuma, 
y  dadole  ciertas  joyas  de  Oro:  y  el  dicho  Narvaez  le 
habia  dado  también  á   él   ciettas  colillas :  y  que    fupo 
que  había  defpachado  de  allí  ciertos   Menfajeros    para 
el  dicho  Muteczuma,  y  embiado  á   le  decir,  que  él  !e 
foltaría,  y  que  venia  á  prenderme  á  mi,  y  á  todos  los 
de  mi  Compañía,  é  irfe  luego,  y  dexar  la  Tierra:    (i) 
y  que  él  no  quería  Oro,  fino  prefo  yo,  y  los  que  con 
migo  eftaban,  bolverfe,  y  dejar  la  Tierra,  y  fus  Natu- 
rales de  ella  en  fu  libertad.  Finalmente,  que  fupe    que 
fu  intención  era  de  fe  apofeíionar    en  la  Tierra  por   fu 
autoridad,  fin  pedir ,  que    fuelle    recibido   de   ninguna 
Perfona:  y  no  queriendo  yo,  ni  los  de    mi   Compañía 
tenerle  por  Capitán,  y  Jufticia  en  nombre  del  dicho  Die- 
go Velazquez  venir  contra  nofotros,  y   tomarnos    por 

Gucr- 


(-I-)  De  eítas  expresiones  de  Narvaez  fe  infiere  evidentemente,  que  en  ha-- 
vetfe  movido  los  Indios  contra  Corte's,  y  apartado  de  la  Obediencia  á  n.iclW 
Soberano,  la  principal  caula  fue  Naivaez,  y  el  origen  de  la  padicion  de  can- 
tas Almas, 


DÉ  D.  FERNANDO  CORTES.  ízj 

Gnerr2:  y  que  para  ello  efíaba  confederado  con  los  Na- 
turales de  la  Tierra,  en  éfpecial  con  el  dicho  Muteczu- 
m3,  por  fus  Menfajeros:  y  como  yo  vieiTe  ran  manifieíto 
el  daño,  y  defervicio,  que  á  Vueftra  Mageííad  de  lo  fu- 
fo  dicho  fe  podía  feguir,  puefío  que  me  dijeron  el  gran 
poder  que  ¿ratiíai  y"  aunque  trahia  mandado  de  Diego 
Velazqucz,  que  á  mi,  y   ciertos  de  los  de  mi  Compa- 
ñía, que  venían  feñalados,  que  luego   qué  nos  pud.ieífe 
haber,  nos  ahorcaite,  no  dejé  de  me  acercar  mas  á  el,  cre- 
ícndd  por  bien,  hacelle  conocer  el  gran  dcíer  vicio,  que 
á  Vueíha  Alteza  hacía,  y  poderle  apartar  del  mal  pro- 
pófíto,  y  dañada  voluntad,  que  trahía:  E  afsí  feguí   mi 
camino:  y  quince  leguas  antes  de  llegar  á  la  Ciudad  de 
Cempoaí,  donde    el  dicho  Narvaez  eílaba  apofentado, 
llegaron  á  mi  el  Clérigo  de  ellos,  que  los   de  la  Vera- 
Cruz   habían  embiado,  y   con  quien   yo  al  dicho  Nar- 
vaez al  Lie.  Ayllon  había  eferito,  y  otro  Clérigo,  y  uri 
Andrés   de  Duero,  Vecino   de   la   Isla  Fernancína,  que 
afsímifmo  vino  con  el  dicho  Narvaez:  los  quales  en  reí- 
puefta  de  mi  Carta,  me  dijeron  de  parre  del  dicho  Nar- 
vaez, que  yo  todavía  le  fueíTe  á  obedecer,  y  tener  por 
Capiran,  y  le  entregafie  la  Tierra,  porque  de  otra  ma- 
nera me  feria  hecho  mucho  daño,  porque  el  dicho  Nar- 
vaez trahía  muy  gran  poder,  y  yo  tenía  poco:  y  demás 
de  la  mucha  Gente  de  Efpañoles,  que  trahía,  que  los  mas 
de  los  Naturales  eran   en   fu  favor:  é  que   fi  yo  le  qui- 
fic-íTe  dar  la  Tierra,  que  me  daría  de  los  Navios,  y  Man- 
tenimientos, que  él  trahía,  los  que  yo  quifieífe ,  y  me 
dejaría  ir  en  ellos  á  mi,  y  á  los  que  con  migo  quiííef- 
fen  ir¿  con  todo  lo  que  quifielTemos  llevar,  fin  nos  po- 
ner impedimento  en  cofa   alguna;  Y  el  uno  de  los  di- 
chos Clérigos  me  dijo,  que  afsí  venía  capitulado  del  di- 
cho Diego  Velazquez,  que  hicieíTen  con  migo  el  dicho 
partido,  y  para  ello  había  dado  fu  poder  al  dicho  Nar- 
vaez, y  a  los  dichos  dos  Clérigos   juntamente ,   é  que 
aceita  de  efto  me  harían  todo  el  partido,  que  yo  qui- 
f/.  líe.  Yo  les  refpondí  ,  que  no  vía  Provifion  de  Vuefc 
tra   Alteza  y   por   donde    le  debieíTe  entregar  la  Tier- 


II  a  CARTA  DE  RELACIÓN 

ra:  é  que  fi  alguna  trahía,  que  1?.  prefentaííe  ante  mi, 
y  ante  el  Cabildo  de  la  Vera-Cruz,  fegun  orden,  y  cof- 
tiunbre  de  Efpaña,  y  que  yo  eftaba  prefto  de  la  obe- 
decer, y  cumplir;  y  que  harta  tanto,  por  ningún  inte- 
refe,  ni  partido  haría  lo  que  él  decía:  antes  yo,  y  los 
que  con  migo  eftaban,  moriríamos  en  defenfa  de  la  Tier- 
ra, pues  la  habíamos  ganado,  y  tenido  por  Vueftra  Ma- 
geftad  pacífica,  y  fegura,  y  por  no  íer  Traydores ,  y 
desleales  á  nueftro  Rey.  Otros  muchos  partidos  me  mo- 
lieron, por  rae  atrahér  á  fu  propófito,  y  ninguno  quife 
aceptar,  fin  ver  Provifion  de  Vueftra  Alteza,  por  donde 
lo  debieíTe  hacer:  la  qual  nunca  me  quiííeron  moftraré 
Y  en  condufion,  eftos  Clérigos,  y  el  dicho  Andrés  de 
Duero,  y  yo  quedamos  concertados,  que  el  dicho  Nar- 
;Vaez,  con  diez  Perfonas,  y  yo  con  otras  tantas,  nos 
ViéiTemos  con  feguridad  de  ambas  las  Partes,  y  que  alii 
me  notifícaííe  las  Provifiones,  fi  algunas  trahía,  y  que 
yo  refpondieíTe:  y  yo  de  mi  parte  embié  firmado  el 
ieguro,  y  él  afsímifmo  me  embió  otro,  firmado  de  fu 
nombre:  el  qual,  fegun  me  pareció,  no  tenía  penlamien- 
to  de  guardar:  antes  concertó,  que  en  la  viíita  fe  tu- 
VieiTe  forma  como  de  prefto  me  roataffen:  (i)  é  para  ello 
fe  feñalaron  dos  de  los  diez,  que  con  él  habían  de  ve- 
nir, y  que  los  demás  peleaflen  con  los  que  con  migo 
habían  de  ir;  porque  decían,  que  muerto  yo,  era  fu  he- 
cho acabado:  como  de  verdad  lo  fuera,  íi  Dios,  que 
en  femejantes  cafos  remedia,  no  remediara  coo  cierto 
avifo,  y  de  los  mifmos  que  eran  en  laTraycion,me  vi- 
no juntamente  con  el  feguro,  que  me  embiaban.  Lo  qual 
fabido,  eferibí  una  Caita  al  dicho  Narvaez  ,  y  otra  á 
los  Terceros,  diciendoks,  como  yo  había  fabido  fu  ma- 
la intención,  y  que  yo  no  quería  ir  de  aquella  manera, 
que  ellos  tenían  concertado.  E  luego  les  embié  ciertos 
Requerimientos,  y  Mandamientos,  por  el  qual  requería 
al  dicho  Narvaez,  que  fi  algunas  Provifiones  de  Vueftra 
Alteza  trahía,  me  las  norificafle:  y  que  hafta  tanto,  no 

fe 

(  i  )     En  todo  fe  p  orto  Cortés  corno  leal  Vafallo,  y  con  honor,  y  valor* 


DE  D.  FERNANDO  CORTES,  1 27 

fe  nembrafle  Capitán,  ni  Jufticia,  ni  fe  entrometieiTe  en 
cofa  alguna  de  los  dichos  Oficios,  ib  cierta  pena,  que  pa- 
ra ello  le  impufe.  E  afsírnifmo  mandaba,  y  mandé  por 
el  dicho  Mandamiento  á  todas  las  Perfonas,  que  con  el 
dicho  Narvaez  eftaban,  que  no  rubieflenj  ni  obedecief- 
fen  al  dicho  Narvaez  por  tal  Capitán,  ni  Jufticia:  antes, 
dentro  de  cierto  término,  que  en  el  dicho  Mandamiento 
léñale,  parecicííen   ante  mi,  para  que  yo  les  dijefíe,  lo 
que   debían   hacer   en  fervicio  de  Vueftra  Alteza  :  con 
proteftacion,  que  lo  contratio  haciendo,  procedería  con- 
tra ellos,  como  contra  Traydores,  y  aleves,  y  malos  Va-^ 
fallos,  que  fe  rebelaban   contra  fu  Rey,  y  quieren  ufur- 
par  fus  Tierras,  y  Señoríos,  y  darlas,   y  apoíefionar  de 
ellas  á  quien  no  pertenecían;  ni  de  ellas  há  acción ,  ni 
derecho  compete,  E  que  para  la  ejecución   de  efto,  no 
pareciendo  ante  mi,  ni  haciendo  lo  contenido  en  el  di- 
cho mi  Mandamiento,  iría  contra  ellos  á  los  prender,  f 
cautivar,  conforme  á  Jufticia.  E  á  la  refpuefta,  que  de 
efto  hube  del  dicho  Narvaez,  fué  prender  a!  £fcribano¿ 
y  á  la  PerfoDa,  que  con  mi  poder  les  fueron  á  notificar 
el  dicho  Mandamiento,    y  tomarles  ciertos  Indios*  que 
llevaban,  los  quales  eftubieron  detenidos,  hafta  que  lie-, 
gó  otro  Menfajero,  que  yo  embié  á  faber  de  ellos,  an- 
te los  quales  tornaron  á  hacer  alarde  de  toda  la  Gente¿ 
y  amenazar  á  ellos;  y  á  mi,  íi  la  Tierra  no  les    entre- 
gáíTcrnos.  E  virto,  que  por  ninguna  vía  yo  podía  efcu«¿ 
íar  tan  gran  daño,  y  mal,  y  que  la  Gente  de  Naturales, 
de  la  Tierra,  fe  alborotaban,  y  levantaban   á  mas   an-. 
dar*  encomendándome  á  Dios,  y  pofpuefto  todo  el  (p4 
mor  del  daño,  que  fe  podía  feguir,  confiderando ,   que 
morir  en  fervicio  de  mi  Rey,  y  por  defender,  y  ampa- 
rar fus  Tierras,  y  no  las  dejar  ufurpar,  á  mí,  y  á  los 
de  mi  Compañía  fe  nos  feguía  farta  gloria,  di  mí  Man- 
damiento á  Gonzalo  de  Sandovaí,  Alguacil  Mayor,  pa- 
1  ra  prender  al  dicho  Narvaez,  y  á  los  que  fe  llamaban 
Alcaldes,  y  Regidores^  al  qual  di  ochenta  Hombres,  y 
les  mande,  que  fuellen  con  él  á  los  prenden  y  yo  cotí 
«mes  ciento,  y  fetenta,  que  por  todos  eramos  docien-í 

igks  ÉGS¿ 


til  CARTA  DE  RELACIÓN 

tos,  y  cincuenta  Hombres,  fin  tifo  de  pólvora,  ni  Ca- 
ballo, fino  á  piéj  feguí  al  dicho  Alguacil  Mayor,  pira 
le  ayudar,  íi  el  dicho  Narvaez,  y  los  otros  quifieíTen  re- 
íiíKr  lu  ptifion. 

Y  el  día  que  el  dicho  Alguacil  Mayor,  y  yo 
XXXr/A  De  con  la  Gente  llegamos  á  la  Ciudad  de  Cempoal,  don- 
coma  Cortés  ¿e  ej  ¿\C^Q  jvjarváez,  y  Gente  eítaba  apofencada,  fupo 
V-T'fKPAr«m  fc  nueftra  ida,  falió  al  Campo  con  ochenta  de  Caballo, 
de  Narvaez*  Y  quinientos  Peones,  fin  los  demás  que  dejo  en  lu  Apo- 
fento, que  era  la  Mezquita  Mayor  de  aquella  Ciudad, 
afaz  fuerte,  y  llegó  caír  una  legua  de  donde  yo  eítaba: 
y  como  lo  que  de  mi  ida  fabía  era  por  lengua  de  los 
Indios ,  y  no  me  halló,  creió  que  le  burlaban ,  y  bol- 
viófe  á  fu  Apofento,  teniendo  ápercebida  toda  fu  Gen- 
te, y  pufo  dos  Efpías,  cafi  á  una  íegua  de  la  dicha 
Ciudad.  E  como  yo  defeaba  evitar  todo  efcándalo,  pa- 
recióme, que  feria  el  menos,  yo  ir  de  noche,  fin  fet  [cu- 
tido, ñ  fueífe  pofible,  y  ir  drécho  al  Apofento  del  di- 
cho Narvaez,  que  yo,  y  todos  los  de  mi  Compañía  fa- 
bíamos  muy  bien,  y  prenderlo,  porque  prefo  él,  creí,' 
que  no  hobiera  efcándalo;  porque  los  demás  querían 
obedecer  á  la  JuíHcia,  en  efpecial,  que  los  demás  de 
ellos  venían  por  fuerza,  que  el  dícho  Diego  Velazquez 
les  hizo,  y  por  temor  que  nos  les  quitaífe  los  Indios., 
que  en  la  Isla  Fernandína  tenían.  E  afsí  fué,  que  el  día 
de  Pafcua  de  Efpiritu  Santo,  poco  mas  de  media  no- 
che, yo  di  en  el  dicho  Apofento,  y  antes  topé  las  di- 
chas Efpías,  que  el  dicho  Narvaez  tenía  puertas,  y  las 
que  yo  delanre  llevaba,  prendieron  la  una  de  ellas,  y  h 
otra  fe  eícapó,  de  quien  me  informé  de  la  manera  que 
citaban:  y  porque  la  Efpía  que  fe  había  efcapado,  no  lie* 
gaife  antes  que  yo,  y  dieííe  mandado  de  mi  venida,  me 
di  la  mayor  príefa,  que  pude,  aunque  no  pude  tanta, 
que  la  dicha  Efpía  no  llegaíTe  primero  cafi  media  hora. 
E  quando  llegué  al  dicho  Narvaez,  ya  todos  los  de  fu 
Compañía  eílaban  armados,  y  enfillados  fus  Caballos,  y 
muy  á  punto,  y  velaban  cada  Quarto  docientos  Ham- 
Sícsí'  é  llegamos  tan  fin  ruido,  que  quando  fuimos  feo- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ll9 

tídos,  y  ellos  tocaron  al  arma,  entraba  yo  por  el  Patío  de 
fu  Apofento,  en  el  qual  eftaba  toda  la  Gente  apofen- 
tada,  y  junta,  y  tenían  tomadas  tres,  ó  quatro  Torres, 
que  en  él  había  ,  y  todos  los  demás  apofentos  fuer- 
tes. Y  en  la  una  de  las  dichas  Torres,  donde  el  dicho 
Narvacz  eftaba  apofentado,  tenía  á  la  Efcalera  de  ella 
baila  diez,  y  nueve  titos  de  Fufilería.  E  dimos  tanta 
priefa  á  fubir  la  dicha  Torre,  que  no  tubieron  lugar  de 
poner  fuego  mas  de  un  tiro,  el  qual  quifo  Dios,  que  no 
falió,  ni  hizo  daño  ninguno.  E  afsí  fe  fubió  la  Torre 
hafta  donde  el  dicho  Narvaez  tenía  fu  cama,  donde  él, 
y  harta  cincuenta  Hombres,  que  con  él  eftaban,  pelearon 
con  el  dicho  Alguacil  Mayor,  y  con  los  que  con  él  fu- 
bieron,  puerto  que  muchas  vezes  le  requirieron,  que  fe 
dieffe  á  priíion  por  Vueftra  Alteza,  nunca  quifíeron,  haf. 
ta  que  íe  les  pufo  fuego,  y  con  él  fe  dieron.  Y  en  tan- 
to, que  el  dicho  Alguacil  Mayor  prendía  al  dicho  Nar- 
vaez :  yo  con  los  que  con  migo  quedaron  defendía  la 
fubida  de  la  Torre  á  la  demás  Gente,  que  en  fu  fo¿or- 
ro  venía,  y  fize  tomar  toda  la  Artillería,  y  me  fortale- 
cí con  ella :  por  manera  ,  que  fin  muertes  de  Hombres 
mas  de  dos,  que  un  tiro  mató,  en  una  hora  eran  prefos 
todos,  los  que  fe  habían  de  prender,  y  tomadas  las  Ar- 
mas á  todos  los  demás,  (i)  y  ellos  prometido  fer  obe- 
dientes á  la  Jufticia  de  Vueftra  Mageftad:  diciendo,  que 
fafta  allí  habían  fido  engañados,  por  que  les  habían  di- 
cho, que  trahían  Proviíiones  de  Vueftra  Alteza,  y  que 
yo  eftaba  alzado  con  la  Tierra  ,  y  que  era  Traidor  á 
Vueftia  Mageftad,  é  les  habían  hecho  entender  otras  mu- 
chas cofas.  E  como  todos  conocieron  la  verdad,  y  mala 
intención,  y  dañada  voluntad  de  el  dicho  Diego  Velaz- 
quez,  y  del  dicho  Narvacz:  y  como  fe  habían  movido 
con  mal  propófíto,  todos  fueron  muy  alegres,  porque  afsí 
Dios  lo  había  hecho,  y  proveído.  Porque  certifico  á  V.  M. 
que  si  Dios  mifteriofaraente  efto  no  proveyera,  y  la  vic- 

LL  toria 


(  i )     En  eíh  acción  ¿e  Cortes  fe  maaiGefta  fu  valer,  y  pericia  militar,  pues 
vencía  unas  dificultades  insuperables. 


¡*3o  CARTA  DE  RELACIÓN 

loria  fuera  de  el  dicho  Narvaez,  fuera  el  mayor  daño, 
que  de  mucho  tiempo  acá  en  Efpañoles  tantos  por  tan- 
tos fe  ha  hecho.  Porque  él  executara  el  propóíito,  que 
trahía,  y  lo  que  por  Diego  Velazquez  le  era  mandado: 
que  era  ahorcarme  á  mi,  y  á  muchos  de  los  de  mi 
Compañía,  porque  no  hubieífe,  quien  de  el  fecho  dieíle 
razón.  E  fegun  de  los  Indios  yo  me  informé,  tenían  acor- 
dado, que  í¡  á  mi  el  dicho  Narvaez  prendieífe,  como  él 
les  había  dicho,  que  no  podría  fer  tan   fin  daño  fuyo, 
y  de  fu  Gente,  que  muchos  de  ellos,  y  de  los  de   mi 
Compañía  no  murieílen.  E  que  entre  tanto  ellos  matarían 
á  los  que  yo  en  la  Ciudad  dejaba,  como  lo  acometie- 
ron* E  defpues  fe  juntarían,  y  darían  fobre  los  que  acá 
quedaíkn,  en  manera,  que  ellos,  y  fu  Tierra  quedaíTen 
libres,  y  de  los  Efpañoles  no  quedafie  memoria.  E  pue- 
de Vueftra  Alteza  fer  muy  cierto,  que  fi  afsí  lo  ficieran, 
y  faüeran  con  fu  propófito ,  de  hoy  en   veinte  años  no 
fe  tornara  á  ganar ,  ni  á  pacificar  La  Tierra,  que  eftaba 
ganada,  y  pacífica. 
XXXVIIL  Dos  días  defpues   de  prefo   el  dicho  Narvaez: 

De  amo  embió   porque  en  aquella  Ciudad    no  fe   podía    foftener  tanta 
Cortés  á  bitf-  Gente  junta,  mayormente,  que  ya  eftaba  caí!  deftruida,  por 

TfofcTul  í°? los  ^je  con  el  dicho  Narvaez  e° elk  eftaban  la  ha- 

„es°co/tréd¿-  D''an  robado:  y  los  Vecinos  de  ella  eftaban   aufentes,  y, 

tos    Hombres  fus  Calas  folas:  defpaché  dos  Capitanes  con  cada   dof- 

cada  une, y  los  cientos  Hombres,  él  uno,   para  que  fueífe  ha   hacer  el 

mandó  bolver  p^jo  en  el  Puerto  de  Qucicacalco,  (i)  que  como  á  Vuef- 

áÍU%biindfei  »a  Ató  hé  dicho>  antes  emb¡aba  á  hacer:  y  el 
Rebelión deTe'  otro  á  aquel  Rio,  que  los  Navios  de  Francifco  de  Ga- 
mixtitán,y<]ite  ray  ,  dixeron  que  habían  vifto  ,  porque  ya  yo  le  tenía 
los  Indios  com  fegaro,  £  afsímifmo  etnbie  otros  dofcientos  Hombres  á 
batían  el  Jh  j.  vm¡|  de  la  Vera-Cruz,  donde  fize,  que  los  Navios, 
j¿í"n  "Jueliado  qi,e  c^  dicho  Narvaez  trahía  vinieíTeo.  E  con  la  Gente 
l«s  bergante  demás  me  quedé  en  la  dicha  Ciudad  para  proveer,  lo 
nes:  y  Guarní-  qr)e  al  Servicio  de  Vueftra  Mageftad  convenía .  E  def- 
don,  que  dejó  puché  un  Menfajero  á  la  Ciudad  de  Temixtitán,  y  con 

en    la     Vera    r  ,. 


cion, 
en  í 
Cruz. 


{i)    Guakcaíüco, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  iyq 

él  hice  faber  á  los  Efpañoles,  que  allí  había    dejado,  lo 
que  me  había  fucedido.  El  qual  dicho  Menfajero  bolvió 
de  ahí  á  doce  días,  y  me  trujo  Cartas  de  el  Alcalde, 
que  allí  había  quedado,  en  que  me  hacía  faber ,   como 
los  Indios  les  habían  combatido  la  Fortaleza  por  todas 
las  partes  de  ella:  y  pueíloles  fuego  por  muchas   par- 
tes ,  y  hecho  ciertas  minas ,  y  que  fe   habían   vifto  ert 
mucho  trabajo,  y  peligro:  y  todavia  los   mataran, -fi  el 
dicho  Mureczuma  no  mandara  cefar  la  Guerra :  y    que 
aun  los  tenían  cercados,  puefto  que  no  los    combatían, 
íín  dejar  íalir  ninguno  de  ellos  dos  pafos   fuera  de  la 
Fortaleza.  Y  que  les  habían  tomado  en  el  combate   mu- 
cha parte  de  él  baftímento,  que  yo  les  había  dejado,  y 
que  les  habían  quemado   los   quatro   bergantines ,    que 
yo  allí  tenía:  y  que  eftaban  en  muy  efhema   neceíidad, 
y    que    por    amor    de    Dios   los    focorrieífe  á   mucha 
priefa.  E  vifta  la  neceíidad ,  en  que  eftos  Efpañoles  ef- 
taban, y  que  fi  no  los  focorría,  demás  de  los  matar  los 
Indios,  y  perderfe  todo  el  Oro,  (i)  y  Plata,  y   Joyas, 
que  en  la  Tierra  fe  habían  habido,  afsí  de  Vueftra  Al- 
teza, como  de  Efpañoles,  y  mios:  fe  perdía  la   mejor, 
y  mas  Noble  Ciudad   de  todo   lo  nuevamente   deícu- 
bíerto  del  Mundo:  y  ella  perdida,  fe  perdía,  todo  lo  que 
citaba  ganado»  por  fer  la  Cabeza  de  todo,  y  á  quien  to- 
dos obedecían.  Y  luego  dcfpaché  Menfajeros  á  los  Ca- 
pitanes, que  había  embiado  con  la  Gente,  haciéndoles 
faber,  lo  que  me  habían  eferito  de  la  gran  Ciudad;  para 
que  luego  dondequiera,  que  los  alcanzaflen  bolvieíTen:  y 
por  el  Camino  mas  cercano  fe  fueíTen  á  la  Provincia  de 
Tlafcaltecal,  donde  yo  con  la  Gente  eftaba  en  Compa- 
ñía, y  con  toda  la  Artillería,  que  pude,  y  con   fetenta 
de  Caballo  rae  fuy  á  juntar  con  ellos,  y  allí  juntos,  y 
hecho  alarde  fe  hallaron  los  dichas  fetenta  de  Caballo, 
y  quinientos  Peones.  E  con  ellos  á  la  mayor  priefa,  que 

LL  z  pu- 


( t  )  Calí  todo  el  Oro,  y  Joyas,  que  tenían  Corte's ,  y  los  Efpañoles  fe 
perdieron,  y  quando  fe  ganó  i  México  por  fuerza,  los  Indios  todo  lo  arrojaron) 
á  el  Agua,  por  que  caíi  nuda  parecii,  porque  Dios  «noftrA  en  ffto;  que  la  Gen- 
qnifta  más  había  íido  por  ganar  las  Almas,  1»c  los  í&caUs» 


•I51  CARTA  DE  RELACIÓN 

pude  me  partí  para  la  dicha  Ciudad:  y  en  todo  el  Ca- 
mino nunca  me  falió  á  recibir  ninguna  Perfona  de  el  di- 
cho Muteczuroa,  como  antes  lo  folian   facer:  y  toda  la 
Tierra  eftaba.  alborotada,  y  caíi  defpoblada:  de  que  con- 
cebí mala  fofpecha ,  creyendo  que  los  Efpañoles ,   que 
en  la  dicha  Ciudad  habían  quedado,  eran  muertos,    y 
que  toda  la  Gente  de  la  Tierra  eftaba  junta  efperando- 
me  en  algún  pafo,  ó  parre  donde  ellos  ie  pudielíen  apro- 
vechar mejor  de  mi.  E  con  efte  temor  fuy  al  mejor  re- 
caudo, que  pude  fafta,  que  llegué  á  la  Ciudad  de  Tef- 
nacán,  (i)  que  como  ya  hé  hecho  Relación  á  Vueftra  Ma- 
geftad,eftá  en  la  Cofta  de  aquella  gran  Laguna.  E  allí 
pregunté  á  algunos  de  los  Naturales  de  ella  por  los  Ef- 
pañoles ,  que  en  la  gran  Ciudad  habían  quedado.    Los 
quales  me  dijeron,  que  eran  vivos:  y  yo  les  dije,  que  me 
trujeffen  una  Canoa,  porque  quería  embiar  un   Efpañol 
á  lo  faber:  y  que  en  tanto,  que  él  iba  había  de  quedar 
con  migo  un  Natural  de  aquella  Ciudad ,  que   parecía 
algo  Principal,  porque   los  Señores,    y  Principales    de 
ella,  de  quien  yo  tenía  noticia,  no  parecía  ninguno.  Y  él 
mandó  traher  la  Canoa,  y  embió  ciertos  Indios  con  el 
Efpañol,  que  yo  embiaba;  y  fe  quedó  con  migo.  Y  ef- 
tandofe  embarcando  efte  Efpañol  para  ir  á  la  dicha  Ciu- 
dad de  Temixtirán:  vio  venir  por  la  Mar  (i)  otra  Ca- 
noa, y  efperó  á  que  llegafle  al  Puerro,  y  en  ella  venía 
uno  de  los  Efpañoles,  que  habían  quedado  en  la  dicha 
Ciudad:  de  quien  fupe  que  eran  vivos   todos,  excepto 
cinco,  ó  feis,  que  los  Indios  habían  muerto,  y  que  los 
demás  eftaban  todavía  cercados,  y  que  no  los    dejaban 
falir  de  la  Fortaleza,  ni  los  proveían  de  cofas,  que  ha- 
bían menefter,  fino  por  mucha  copia  de  refeate:  aunque 
defpues ,  que   de  mi  ida  habían  fabido,  lo  hacían  algo 
mejor  con  ellos:  y  que  el  dicho   Muteczuma  decia:  que 
no  cfperaba,  fino  yo  que  fueííe,  para  que  luego  tornaffen  á 

an- 


íi)    Tefcuco. 

(i)     Por  la  Laguna,  que  llamaban  Mar,  como  e»  la  Sagrada  Efcritura  fe  llama 
Mar,  la  Laguna  de  Tiberias, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  133 

andar  por  la  Ciudad,  como  antes  folian.  Y  con  el  dicho 
Efpaüol  me  ernbió  el  dicho  Mutcczuma  un  Menfajero  fu- 
yo,  en  que  me  decía,  que  yá  creía,  que  debía  faber  lo 
que  en  aquella  Ciudad  había  acaecido;  y  que  él  reñía 
penfamiento,  que  por  ello  yo  venía  enojado ,  y  yahía 
Voluntad  de  le  hacer*  algún  daño,  que  me  rogaba  per- 
¿ieíTe  el  enojo:  porque  á  él  le  había  pefado  tanto,  quan- 
to  á  mi,  y  que  ninguna  cofa  fe  había  hecho  por  fu  vo- 
luntad, y  coníentimiento;  y  me  embió  á  decir  otras  mu- 
chas cofas,  para  me  aplacar  la  ira,  que  él  creía  que  yo 
trahía,  por  lo  acaecido,  y  que  roe  fuelTe  á  la  Ciudad 
á  apofeotar,  como  antes  eftaba,  porque  no  menos  fe 
haría  en  ella  lo  que  yo  mandafle,  que  antes  fe  folia  fa- 
cer. Yo  le  embié  á  decir,  que  no  trahía  enojo  ninguno 
de  él,  porque  bien  fabía  fu  buena  voluntad,  y  que  afsí 
como  él  lo  decía,  lo  haría  yo. 

E  otro  día  fíguiente,  que  fué  vífpera  de  S.  luán     XX%&-  &* 

t>       -a  <         j         '»/->•/  i  como  Cortéslle 

Bautilta,  me  partí,  y  dormí  en  el  Camino,  a  tres  leguas    ¿  ¿  fem¡xt-, 

de   la  dicha  gran  Ciudad:  y  día  de  San  Juan,  defpues  tánty  entró  en 

de  haber  oido  Mifa,  me  partí,  y  entré  en    ella  cafi   á  fu  Ahjamun; 

medio  día,  y  vi  poca  Gente  por  la  Ciudad,  y  algunas  *°*  í  '*  multim 

Puertas  de  las  encrucijadas,  y  traviefas  de  las  Calles  qui-  tud  fe  In,d!os 

,  •'   u-  ri.  i      quele<¡faHó,y 

tadas,  que  no  me   pareció  bien,   aunque   penle  que   lo  como  fué  re/if. 

hacían  de  temor  de  lo  que  habían  hecho,  y  que  entran-  t¡da,y embeffi» 
do  yo,  los  afeguraría.  E  con  efto  me   fuy  á  la  Fortale-  áa->  y  «pagado 
za,  en  la  qual,  y  en  aquella  Mezquita  Mayor,  que  ef-  ef  fuef0'  Qut 
taba  junto  á  ella,  (i)  fe  apofentó  toda  la  Gente,  que  con    '  r"iuron* 
migo  venía;  é  los  que  eftaban  en  la  Fortaleza  nos  reci- 
bieron con  tanta  alegría,  como  fi  nuevamente  les  diera- 
mos las  vidas,  que  yá  ellos  eftimaban  perdidas:  y  con 
mucho   placer  eftubímos  aquel  día ,     y     noche,     cre- 
iendo,  que  ya  rodo  eftaba  pacífico.  E  otro  día,  defpues 
de  Mifa,  embiaba  un  Menfajero  á  la  Villa  de  la  Vera- 
Cruz,  por  les  dar  buenas  nuevas,  de  como  los  Chrifa 

MM  tÚH 


(  I  )  Eñe  es  el  Sitio,  que  lioy  ocupan  la  Santa  Igleíia  Metropolitana,  el  Palacio 
Je  los  Exmos.  Señores  Virreyes,  y  Cafas  de  el  Eftad©  de  el  Señor  Marquet  de  el 
Valle. 


fl'34  CARTA  DE  RELACIÓN 

tlarios  eráñ  vivos,  y  yo  había  entrado  en  la  Ciudad,  y 
citaba  fegura.  El  qual  Menfajero  bolvió  dendc  á  media 
hora  todo  defcalabrado,  y  herido  dando  voces,  que  to- 
dos los  Indios  de  la  Ciudad  venían  de  Guerra,  y  que 
tenían  todas  las  Puentes  alzadas:  é  junro  tras  él  dá  fo- 
bre  nofotros  tanta  multitud  de  Gente  por  todas  partes, 
que  ni  las  Calles,  ni  Azoteas  fe  parecían  con  Gente;  U 
qual  venía  con  los  mayores  alaridos,  y  grita  mas  efpan- 
lable,  que  en  el  Mundo  fe  puede  penfar:  y  eran  tantas 
las  Piedras,  que  nos  echaban  con  Hondas  dentro  en  la 
Fortaleza,  que  no  parecía  fino  que  el  Cielo  las  llovía; 
é  las  Flechas,  y  Tiraderas  eran  tantas,  que  todas  las 
¡paredes,  y  Patios  eftaban  llenos,  que  cafi  no  podíamos 
andar  con  ellas.  E  yo  falí  fuera  á  ellos  por  dos,  ó  tres 
partes,  y  pelearon  con  nofotros  muy  reciamente,  aunque 
por  la  una  parte  un  Capitán  falíó  con  docientos  Hom- 
bres, y  antes  que  fe  pudieíTe  recoger,  le  mataron  quatro, 
^  hirieron  á  el,  y  á  muchos  de  los  otros:  é  por  la  par- 
te que  yo  andaba,  me  hirieron  á  mi,  y  á  muchos  de  los 
Efpañoles.  E  nofotros  matamos  pocos  de  ellos,  porque 
íc  nos  acogían  de  la  otra  parte  de  las  Puentes,  y  dcfde 
las  Azoteas,  y  Terrados  nos  hacían  daño  con  piedras,  de 
las  quales  ganamos  algunas,  y  quemamos.  Pero  eran  tan- 
tas, y  tan  fuertes,  y  de  tanta  Gente  pobladas ,  y  tan 
baftecidas  de  piedras,  y  otros  géneros  de  Armas ,  que 
no  bailábamos  para  ge  las  tomar  todos ,  ni  defender, 
que  ellos  no  nos  ofendielTen  á  fu  placer.  En  la  Forta- 
leza daban  tan  recio  combate,  que  por  muchas  partes 
nos  pulieron  fuego,  y  por  la  una  fe  quemó  mucha  par-. 
te  de  ella,  fin  la  poder  remediar,  hafta  que  la  ataja-, 
mos,  cortando  las  paredes,  y  derrocando  un  pedazo, 
que  mató  el  fuego.  E  fi  no  fuera  por  la  mucha  Guar- 
ida, que  allí  pufe  de  Efcopeteros,  y  Balleneros,  y  otros 
tiros  de  pólvora,  nos  entraran  á  efcala  vifta,  fin  los  po» 
'de?  reíiítir.  Afsí  eftubimos  peleando  todo  aquel  día,  haf- 
ta que  fue  la  noche  bien  cerrada;  c  aun  en  ella  no  nos 
¡dejaron  fin  grita,  y  rebato  hafta  el  día.  E  aquella  no- 
jehe  hice  reparar  los  £gjtillg$  ás  aquellg  quemado,  y; 

to- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  *$j 

todo  lo  demás,  que  me  pareció,  que  en  la  Fortaleza  ha-; 
bis  flaco:  é  concerté  las  Eftancias,  y  Gente,  que  en  ellas 
había  de  eftár,  y  la  que  otro  día  habíamos  de  falír  á 
pelear  fuera,  é  hize  curar  los  heridos,  que  eran  mas  de 
ochenta. 

E  luego  que  fué  de  día,  yá  la  Gente  de   los      XL-  *»'fl 
Enemigos   nos  comenzaba   á  combatir  muy  mas  recia-  ven  los,  ~?. 

°  ,    it  r   1  n  t  -jj   canes  a  a  altar 

mente,  que  el  día  paíado,  porque  erraba  tanta  cantidad  ejjtJoiamifas 

de  ellos,  que  los  Artilleros  no  tenían  necefidad  de  pun-  /fí/e  de  él  cv« 

tería,  fino  afeftár  en  los  Efquadrones  de  los  Indios.  Y  tésfydámuer, 

puedo  que  el  Artillería  hacía  mucho  daño,  porque   ju-  teimuebos^^ 

gabán   trece  Arcabuces,  fin  las  Efcopctas,   y  Balleftas,  g^^SS 

hacían   tan   poca   mella,   que    ni  fe    parecía  que    no  r¡dos  cincueta 

lo  fentían,  porque  por  donde  llevaba   el  tiro  diez  ,  ó  CafitUanes,Mé 

doce  Hombres,  fe  cerraba  luego  de  Gente,  que  no  pa-  £«"'»<«  conque 

recia  que  hacía  daño  ninguno.  Y  dejado  en  la  Fortale-  b°¡vieT0"  4  f* 

1  «  c  \'      %  ■  '    "J"  (i  pelear^  y 

za  el  recaudo  que  convenía,  y  le  podía  dejar,  yo  torne  mutr¡edeMu*. 

á  falír,  y  les  gané  algunas  de  las  Puentes,  y  quemé  al-   teauma    dc: 
gunas  Cafas,  y  matamos  muchos  en  cilas,  que  las    de-  »napedradg9 
rendían:  y  eran  tantos,  que  aunque  mas  daño  fe  hicie- 
ra, hacíamos   muy  poquita  mella.  E  á  nofotros  conve-. 
nía  pelear  todo  el  día,  y  ellos  peleaban  por  horas,  que 
fe  remudaban,  y  aun  les  fobraba  Gente.  También  hirie^ 
ron  aquel  día  otros  cincuenta,  ó  íefenta  Efpañoles,  aua^ 
que  no  cnurió  ninguno,  y  peleamos  hafta  que  fue  noche, 
que  de  canfados  nos  rctruximos  á  la  Fortaleza.  E  vien-i 
do  el  grjm  daño,  que  los  Enemigos  nos  hacían,  y  comoi 
nos  herían,  y  mataban  á  fu  falvo,  y  que  puerto  que  no-í 
forros  ha<  íámos  daño  en  ellos,  por  fer  tantos  no  fe  pa«i 
recia,  tod  a  aquella  noche,   y  otro  día  gaftámos  en  ha-i 
cer  tres  Ingenios  de  Madera,  y  cada  uno  llevaba  veini 
te  Hombí  es,  los  quales  iban  dentro,  porque  coa  las  picH 
dras,  ajuc  nos  tiraban  dcfde  las  Azoteas,  no  los  pudieífeoj 
ofender,  ;porque  iban  los  Ingenios  cubiertos  de  tablas,  y] 
los  que  iban  dentro,  eran  Balleneros,  y  Efcopeteros,  Jj 
los  demás;  llevaban  Picos,  y  Azadones,  y  Varas  de  HieH 
ro  para  horadarles  las  Cafas,  y  derrocar  las  Albarradas; 
que  tenía  a  hechas  en  las  Calles.  Y.  en  tanto  que  eftos 


i3¿  CARTA  DE  RELACIÓN! 

Artificios  fe  hacían,  no  cefaba  el  combate  de  los  Con- 
trarios: en  tanta  manera,  que  como  nos   falíamos   fuera 
cíe  la  Fortaleza,  fe  querían  ellos  entrar  dentro,  á  los  qua- 
les  refiftimos  con  harto  trabajo.  Y  el  dicho  Muteczuma, 
(i)  que  todavía  eftaba  prefo,  y  un  Hijo  fuyo,  con  otros  mu- 
chos Señores,  que  al  principio  fe   habían  tomado,  dijo, 
qué  le  facafíen   á  las   Azoteas  de  la  Fortaleza,  y  que  él 
hablaría  á  los  Capitanes  de  aquella  Gente,  y  les  harían 
que  cefafíe  la  Guerra.  E  yo  lo  hice  facar,  y  en  llegando 
á  un  Petril,  que  falla  fuera   de  la  Fortaleza,   queriendo 
hablar    á  la    Gente,  que  por  alli   combatía,  le    dieron 
una  Pedrada  los  fuyos  en  la  cabeza,  (i)  tan  grande,  que  de 
allí  á  tres  días  murió;  é  yo  le  fice  facar   afsí  muerto  á 
dos  Indios  de  los  que  eftaban  prefos,  é  acueftas  lo  lle- 
varon á  la  Gente,  y  no  fé  lo  que  de  él  fe  hicieron;  fal- 
vo  que  no  por   eíTo  cefó    la  Guerra,  y  muy  mas  recia, 
y  muy  cruda  de  cada  día. 
XLT.   Lia-  Y  eíle  día  llamaron  por  aquella  parte  po  r  don- 

vian  los  Indios  de  habían  herido  al  dicho  Muteczuma  ,  diciende  > ,  que 
de -Paz  á  Cor  n\c  allcgaííe  yo  alli,  que  me  querían  hablar  ciett  os  Ca- 
tér.  h  que  le  p¡taneS)  y  afsí  j0  hize ,  y  pafamos  entre  ellos,  y  mi, 
tlndiT' ^ Salen  ,nucnas  razones,  rogándoles,  que  no  peleaífen  coi  i  migo, 
con  las  MdquiJDQzs  ninguna  razón  pata  ello  tenían,  é  que  mir  aíTen  las 
ras  los  Ctf/?e -Quenas  obras,  que  de  mi  habían  recibido,  y  ce  >mo  ha- 
lianos,  comba-   b£3n  fi¿0  muy  5¡en  tratados  de  mi.  La  refpue  fta  fuya 

ten'y dial"""-  era'  ^UC  me  fucííc'  y  Sqe  les  deiaíl[e  la  Tierra »  y  que 

ie  Cortés  de  el  luego  dejarían  la  Guerra;  y  que  de  otra  mane  ra ,  que 
Alojamiento^  creieífe  que  habían  de  morir  todos,  ó  dar  fin  de  no- 
tomauna  Tor  fotros.  Lo  qual,  fegun  pareció,  hacían,  porqm  :  yo  me 
re,yelTempio,  fa]¡eflfe  <je  ]a  Fortaleza,  para  me  tomar  á  fu  j  placer  al 
y  t  fon  j  i  ^j.f  je  ja  Qyjjj^  cntre  las  Puentes.  E  yo  lea  refpon- 
dí,  que  no  penfaíTen  que  les  rogaba  con  la  F  az,  por 

te- 


(  i  )     Muteczuma.   fegundo. 

(  i )  Los  Indios  le  mataron  por  cobarde,  pero  lo  cierto  es,  que  Día  ?  le  abrió  al- 
go el  conocimiento  para  que  no  eftorvaire  la  propagación  da  la  Fé,  }  '  fuerte  cau- 
ía  con  la  refiftencia  de  que  perecieíTen  tantos  millares  de  Jíndios,  co.  mo  murieron 
defpues  por  la  dureza,  y  terquedad  de  QuarecmocíUin  fu  Succefor. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  iU 

tercer,  que  les  tenía  (i)  fino  porque  me  pefaba  del  da- 
ño, que  les  facía,  y  les  había  de  hacer.  E  por  «no  def- 
tsuir  tan  buena  Ciudad  como  aquella  era:  é  todavía  ref- 
pondian,  que  no  ccfaúan  de  me  dar  Guerra  harta,  que 
íalk-íTé  dé  la  Ciudad.  Dcfpues  de  acabados  aquellos  in- 
genios, luego  otro  día  fali  para  les  ganar  ciertas  Azo- 
teas ,  y  Puentes :  é  yendo  los  ingenios  delante ,  y  tras 
ellos  quatfo  tiros  de  fuego,  y  otra  mucha  Gente  de  Ba- 
lleneros, y  Rodeleros,  y  mas  de  tres  mil  Indios  de  los 
Naturales  de  Tafcaltccal,  que  habían  venido  con  migo, 
y  (avían  á  los  Efpañoles:  y  llegados  á  una  Puente,  pu- 
limos los  ingenios  arrimados  á  las  Paredes  de  unas  Azo- 
teas, y  ciertas  efcalas,  que  llebabamos  para  las  fubir:  y 
era  tanta  la  Gente ,  que  eííaba  en  defenfa  de  la  dicha 
Puente,  y  Azoteas,  y  tantas  las  piedras,  que  de  arriba 
tiraban,  y  tan  grandes ,  que  nos  defeoncertaron  los  in- 
genios, y  nos  mataron  un  Efpañol,  y  hirieron  muchos, 
fin  les  poder  ganar  un  pafo,  aunque  puñabamos  mucho 
por  ello,  porque  peleamos  defde  la  mañana  fafta  medio 
día,  que  nos  bolvimos  con  harta  trrfteza  á  la  Fortaleza. 
De  donde  cobraron  tanto  ánimo,  que  caíí  á  las  Puertas 
nos  llegaban,  y  tomaron  aquella  Mezquita  grande:  y  en 
la  Torre  mas  alta,  y  mas  principal  de  ella  íe  fubieron 
fafta  quinientos  Indios,  que  fegun  me  pareció,  eran  Per- 
íonas  Principales .  Y  en  ella  fubieron  mucho  manten'H 
miento  de  Pan,  y  Agua,  y  otras  cofas  de  comer,  y  mu- 
chas piedras;  é  todos  los  roas  tenían  lanzas  muy  largas 
con  unos  hierros  de  pedernal  (i)  mas  anchos ,  que  los 
de  las  nueftras,  y  no  menos  agudos:  é  de  allí  hacían  mu- 
cho daño  á  la  Gente  de  la  Fortaleza,  porque  eftaba  muy 
cerca  de  ella.  La  qual  dicha  Torre  combatieron  los  Ef- 
pañoles dos,  ó  tres  vezes,  y  la  acometieron  á  fubir:  y  co- 

NN  mo 


(í)  Efta  Fortaleza  caíí  no  tiene  exemplar,  par  que  un  Hombre  con  poca  Gen- 
te, cercado  con  millones  Je  Enemigos,  (itiado  por  Agua,  (in  baftímentos,  ni  Ar- 
mas, mantener  ella  Conftancia,  folo  cabía  en  Cortés;  y  loi  que  minoran  el  mé» 
Tito  de  la  Conquifta,  no  han  reflexionado  Cobre  eftas  circunftancias. 

(i)  En  mj  Libreí ía  tengo  doi  puntas  de  Pedernal  de  eftas  Lanzas,  de  Iarg«* 
demás  ds  un  palmo,  y  rao  fuírtes,  y  peaengates  coma  hierro.- 


1|g  CARTA  DE  RELACIÓN 

nto  era  muy  alta,  y  tenía  la  fubida  agrá,  porque  tiene 
ciento,  y  tantos  efcalones:  y  los  de  arriba  citaban  bien 
pertrechados  de  piedras,  y  otras  armas,  y  favorecidos  á 
caufa  de  no  haberles  podido  ganar  las  otras  Azoteas. 
Ninguna  vez  los  Efpañoles  comenzaban  á  Albir,  que  no 
bolvían  rodando,  y  herían  mucha  Gente:  y  los  que  de 
las  otras  partes  los  vían,  cobraban  tanto  ánimo,  que  fe 
ros  venían  harta  la  Fortaleza,  fin  ningún  temor.  E  yo  vien- 
do, que  fi  aquellos  fallan  con  tener  aquella  Torre,  de- 
más de  nos  hacer  de  ella  mucho  daño,  cobraban  esfuer- 
zo para  nos  ofender:  falí  fuera  de  la  Fortaleza,  aunque 
manco  de  la  mano  izquierda  de  una  herida,  que  el  pri- 
mer cí^  me  habían  dado:  y  liada  la  rodela  en  el  brazo 
fuy  á  la  Torre  con  algunos  Efpañoles,  que  me  figuieron, 
Y  hicela  cercar  toda  por  bajo ,  por  que  fe  podía  muy 
bien  hacer:  aunque  los  cercadores  no  eftaban  de  balde, 
que  por  todas  partes  peleaban  con  los  contrarios,  de  los 
quales  por  favorecer  á  los  fuy  os,  fe  recrecieron  muchos: 
y  yo  comenzé  á  fobir  por  la  Efcalera  de  la  dicha  Tor- 
le,  y  tras  mí  ciertos  Efpañoles*  Y  puerto,  que  nos  defen- 
dían la  fubida  muy  reciamente,  y  tanto,  que  derrocaron 
tres,  ó  quarro  Efpañoles:  con  ayuda  de  Dios,  y  de  fu 
Giorioía  Madre,  por  cuya  Cafa  aquella  Torre  fe  había  fe- 
ííalado,  y  puerto  en  ella  fu  Imagen:  (i)  les  fubimos  la 
dicha  Torre,  y  arriba  peleamos  con  ellos  tanto,  que  les 
fué  forzado  faltar  de  ella  abajo  á  unas  Azoteas,  que  te- 
ñía al  derredor,  tan  anchas  como  un  pafo.  E  de  eftas 
tenía  la  dicha  Torre  tres,  ó  quatro,  tan  altas  la  una  de 
la  otra  cerno  tres  eftados.  Y  algunos  cayeron  abajo  del 
todo,  que  demás  de  el  daño,  que  recibían  de  la  cayda, 
los  Efpañoles,  que  eílaban  abajo  al  derredor  de  la  Torre 
íos  mataban.  E  los  que  en  aquellas  Azoteas  quedaron,  pe- 
learon defdeallí  tan  reciamente,  que  cftubimos  mas  de 
tres  horas  en  los  acabar  de  matar:  por  manera,  que  mu- 

ffPTora 


(r;  Por  eda  razón  fe  conf.igró  allí  el  Templo  Metropolitano  en  h.mor  de 
Santa  María:  eíh  Imagen  de  que  habla  fué  la  iiiifma  ,  que  hoy  fe  venera  en  el 
Santuario  de  los  Remedios,  fegun  algunos,  ó  la  pintada  en  un  Damaíco  de"  una 
Bandera,  que  recogió  el  Señor  Botmíni,  y  eftá  en  la  Secretará  del  Virreynato,  y; 
lo  primero  es  lo  mas  fundado.  *■ 


DÉ  í>.  FERNANDO  COÜTÉS.  í  5  ? 

rieron  todos,  que  ninguno  efeapó.  Y  crea  Vueftra  Sjcra 
Magcltad,  que  fue  tanto  gmalles  efta  Torre,  que  ü  Dios 
no  les  quebrara  las  alas,  baíhban  veinte  de  ellos  para  re- 
fluir la  fubida  á  mil  Hombres,  como  quiera  que  pelea- 
ron muy  valientemente,  harta  que  murieron:  e  hice  po- 
ner fuego  á  la  Torre,  y  á  las  otras,  que  en  la  Mezquita 
había;  los  quales  habían  ya  quitado;  y  llevado  las  Imá- 
genes, que  en  ellas  teníamos. 

Algo  perdieron  del  orgullo  con  haberles   toma-    XLÍt.  r)eter> 
do  cita  fuerza:  y  tanto,  que  por  todas  partes  aflojaron   minados  los  In' 
en  mucha  manera ,  é  luego  torné  á  aquella  Azotea ,    y   d'9S  f  at^ar 
hable  a  los  Capitanes,  que  antes  habían  hablado  con  mi-   hs  fa¡en  ef¡os 
go,  que  eítaban    algo  defmayados,  por    lo  que  habían   de  fu   Aloja. 
viíto.  Los  quaies  luego  llegaron,  y  les  dije,  que  miraf-   miento,  y  que- 
fen  que  no  fe  podían  amparar:  y  que  les  hacíamos  de   '"""     muc^i 
cada  día  mucho  daño ,  y  morían  muchos    de   ellos ,  y   r"s     Azotea' 
quemábamos,  y  derruíamos  fu  Ciudad:  é  que  no  había   ciegan  a, airé 
ác  parar  falta  no  dejar  de  ella,  ni  de  ellos  cara    algu-    Puentes, y  que' 
na.  Los  quales  me  reípondieron,  que  bien  veían,    que   d<>" mudos bs* 
recibían  de  nos  mucho  daño:  y  que  morían  muchos  de   '      ' 
ellos;  pero,  que  ellos  eftaban  ya  determinados  de  mo- 
iir  todos  por  nos  acabar.  Y  que  mira  (Te  yo  por   todas 
aquellas  Calles,  y  Plazas,  y  Azoteas  quan  llenas  de  Gen- 
te eftaban ,    y   que  tenían    hecha  cuenta,  que   á    morir 
veinte  y  cinco  mil  de  ellos,  y  uno  de  los  nueftros,  nos 
acabaríamos  nofotros  primero,  porque  éramos  pocos,  y 
ellos  muchos,  y  que  me  hacían  faber,  que  todas  las  Cal-» 
zadas  délas  entradas  de  la  Ciudad  eran  deshechis,  co^ 
rao  de  hecho  paílaba,  que  todas  las  habían  deshecho* 
excepto  una.  E  que  ninguna  paite  teníamos  por  dó  fa- 
lir,  fino  por  el  agua:  é  que  bien  fabian ,  que    teníamos 
pocos  mantenimientos,  y  poca  Agua  dulce,  que  no  po- 
díamos durar  mucho,  que  de  hambre  no  nos  murieííemos, 
aunque  ellos  ño  nos  mataflen .   Y  de  verdad,  que  ellos 
tenían  mucha  razón,  que  aunque  no  tubieramos  otra  Guer- 
ra, lino  la  hambre,  y  necefidad  de  mantenimientos,  baf- 
taba  para  morir  todos  en   breve   tiempo.    E    palamos 
otras  muchas  razones,  favoreciendo,  cada,  uno  fus  partí- 

HNa  do! 


i4ó  CARTA  DE  RELACIÓN 

dos.  Ya  que  fue  de  noche  fali  con  ciertos  Efpaííoles,  y 
como  los  tomé  defeuidados,  ganárnosles  una  Calle:  don- 
de les  quemamos  mas  de  trecientas  Cafas.  Y  luego  bol- 
vi  por  otra  ya  que  allí  acudía  la  Gente,  aísimiímo  que- 
mé muchas  Cafas  de  ella  ,  en  efpecial  ciertas  Azoteas, 
que  eftaban  junto  á  la  Fortaleza,  de  donde  nos  hacían 
mucho  daño.  E  con  lo  que  aquella  noche  fe  les  hizo, 
recibieron  mucho  temor;  y  en  efta  mifma  noche  hize 
tornar  á  aderezar  los  ingenios,  que  el  día  antes  nos  ha- 
bían  defeoncertado. 

.ron"  Y  por  feguir   la  Vitoria ,  que  Dios  nos  daba, 

ios  Caflelienos  r      .    »  ..     '   .. f  ,       ,      , 

otras  Puentes,  lali  en  amaneciendo  por  aquella  Calle,  donde  el  día  an- 

yfaiidaquebi'tti  nos  habían  desbaratado,  donde  no   menos  defenfa 

chrtn   de  la  hallamos,  que  el  primero;  pero  como  nos  iban  las  vidas, 

C%f1¡ÍNcH  Y  la  h°nra '  P°rqUe  P°r  3qUelIa  CaHe  eftabS  faiU  W 
¡rific* tou/iew  Calzada,  que  iba  á  la  Tierra  firme:  (i)  aunque  haílá  lle- 

do  muchos,  y  gar  á  ella  había  ochó  Puentes  muy  grandes,  y  hondas, 
perdiendo  tod»  y  toda  la  Calle  de  muchas,  y  altas.  Azoteas,  y  Torres: 
el  Oro,  y  Ri  pUfímos  tanta  determinación ,  y  ánimo,  que  ayudando- 
san^iot  ai't  nos  Nueftro  Señor, les  ganamos  aquel  día  las  quatro,  y 
quedaran,  pe-  fe  quemaron  todas  las  Azoteas,  y  Cafas,  y  Torres,  que  ha- 
Jeando,  á  Ta»  bía  hafta  la  poftrera  de  ellas.  Aunque  por  lo  de  la  noche 
eub*.  pafada  tenían  en  todas   las  Puentes   hechas  muchas,   y 

muy  fuertes  albarradas  de  adobes,  y  barro,  en  manera, 
que  los  tiros,  y  balleftas  no  les  podían  fazer  daño.  Las 
quales  dichas  quatro  Puentes  cegamos  con  los  adobes,  y 
tierra  de  las  albarradas,  y  con  mucha  piedra,  y  madera 
de  las  Cafas  quemadas.  E  aunque  todo  no  fué  tan  fin 
peligro,  que  no  hitieflen  muchos  Efpañoles:  aquella  no- 
che pufe  mucho  recaudo  en  guardar  aquellas  Puentes; 
porque  no  las  tornaíTcn  á  ganar.  E  otro  día  de  mañana 
torné  á  falir:  y  Dios  nos  dio  afsímifmo  tan  buena  dicha, 
y  victoria,  aunque  era  innumerable  Gente,  que  defendía 
las  Puentes,  y  muy  grandes  Albarradas,  y  ojos,  que  aque- 
lla noche  habían  hecho,  fe  las  ganamos  todas,  y  las  ce- 
gamos. 

(i)     Eíh  Calle  es  U  de  Tncuba,  que  es  la  Tierra  firme,  que  entonces  tenían, 
fues  por  todas  las  demás  partes  era  Laguna. 


DE  D.FERNANDO  CORTES.  í|§ 

jarnos.  Afsímifmo  fueron  ciertos  de  Caballo,  fíguiendo 
el  alcanze,  y  victoria  hada  la  Tierra-firme:  y  eftando  yo» 
reparando  aquellas  Puentes,  y  haciéndolas  cegar,  vínica 
ronrne  á  llamar  á  mucha  priefa,  diciendo:  que  los  Indios 
combatían  la  Fortaleza,  y  pedían  pazes ,  y  me  eftaban 
efperando  allí  ciertos  Señores  Capitanes  de  ellos.  E  de* 
jando  allí  toda  la  Gente,  y  ciertos  tiros,  me  fuy  folo  con 
dos  de  Caballo  á  verlo  que  aquellos  Principales  querían. 
Los  quales  me  dixeron,  que  íl  yo  les  afeguraba  ,  que 
por  lo  hecho  no  ferian  punidos:  que  ellos  harían  alzar  eí 
Cerco,  y  tornar  á  poner  las  Puentes,  y  haces  las  Calzadas, 
yferviríain  á  Vueílra  Mageftad,  como  antes  lo  facían.  E 
rogáronme ,  que  ficieífe  traher  allí  uno  como  Religiofo 
de  los  fuyos,  que  yo  tenía  prefo:  el  qual  era  como  Ge-. 
nenl  de  aquella  Religión,  (i)  El  qual  vino,  y  les  habló,  y 
dio  concierto  cutre  ellos,  y  mi :  é  luego  pareció ,  que 
embiaban  Menfajeros,  fegun  ellos  dijeron  á  los  Capi- 
tanes, y  á  la  Gente,  que  tenían  en  las  Efrancias  á  de- 
cir, que  cefaíTe  el  combate,  que  daban  á  la  Fortaleza,  y 
toda  la  ctr3  Guerra.  E  con  eíto  nos  dcfpedimus,  é  yo 
metíme  en  la  Fortaleza  á  comer:  y  en  comenzando  vi- 
nieron á  mucha  prieía  á  me  decir,  que  los  Indios  ha- 
bían tornado  á  ganar  las  Puente;:,  que  aquel  día  les  ha- 
bíamos ganado,  y  habían  muerto  ciertos  Efpaíioles,  de  que 
Dios  fabe  quanta  alteración  recibí,  porque  yo  no  penfé, 
que  habíamos,  que  hacer  con  tener  ganada  la  falida:  y 
cabalgué  á  la  mayor  priefa,  que  pude,  y  corrí  por  toda 
la  Calle  adelante  con  algunos  de  Caballo,  que  me  C\-\ 
guieron,  y  fin  detenerme  en  alguna  parte,  torné  á  rom- 
per por  los  dichos  Indios,  y  les  rorr.é  á  ganar  las  Puentes,' 
efuy  en  alcanze  de  ellos  hafta  la  Tierra-firme.  Y  como  los 
Peones  eftaban  canfados,  y  heridos,  y  atemorizados,  y, 
vi  al  prefenre  el  grandílímo  peligro,  ninguno  me  figuió; 
A  cuya  caufa  defpues  de  paladas  yo  las  Puentes,  ya 
que  me  quife  bolver,  las  hallé  tomadas  ,  y  ahondadas 
mucho,  de  lo  que  habíamos  cegado.  Y  por  la  una  par- 

00  te,' 


(  i  )     Religión  verdadera,  ó  faifa,  que  en  Griego  fe  llama  Eu/elna;  y  Religiofos 
como  muy  atados,  y  adidos  á  el  Cultot 


fgpt  CARTA  DE  RELACIÓN 

te,,  y  por  la  otra  de  toda  la  Calzada  llena  de  (Senté,  afsi 
en  la  Tierra,  como  en  el  Agua  en  Canoas :  la  qual 
nos  garrochaba,  y  pedreaba,  en  tanta  manera  ,  que  fí 
Dios  mifterioíamente  no  nos  quifiera  falvar ,  era  impo- 
sible eícapar  de  allí,  é  aun  ya  era  público  entre  los 
que  quedaban  en  la  Ciudad  ,  que  yo  era  muerto . 
Y  quando  llegué  á  la  poflrera  Puente  de  hicia  la  Ciu- 
dad, hallé  á  todos  los  de  Caballo,  qué  con  migo  iban, 
caídas  en  ella,  y  un  Caballo  fuelto*  Por  manera,  que  yo 
no  pude  pafar,  y  me  fue  forzado  de  rebolver  folo  con- 
tra mis  Enemigos,  y  con  aquello  fice  algún  tanto  de  lu- 
gir,  para  que  los  Caballos  pudieííen  pafar:  y  yo  hallé 
la  Puente  defembarazada,  y  pafé,  aunque  con  harto  tra- 
bajo, porque  había  de  la  una  parte  á  la  otra  cafi  un 
citado  de  laltar  con  el  Caballo;  los  quales,  por  ir  yo, 
y  él  bien  armados,  no  nos  hirieron,  mas  de  atormentar 
el  cuerpo.  E  afsi  quedaron  aquella  noche  con  victoria, 
y  ganadas  las  dichas  quatró  Puentes:  é  yo  dejé  en  las 
otras  quatro  buen  recaudo,  y  ruy  á  la  Fortaleza,  y  hize 
hacer  una  Puente  de  Madera,  que  llevaban  quarenta  Hom- 
bres; y  viendo  el  gran  peligro  en  que  eftáb.mios,  y  el 
mucho  daño,  que  cada  di  i  los  Indios  nos  hacían,  y 
temiendo  que  también  deshicieren  aquella  C  tizada,  co- 
mo las  otras:  y  deshecha,  era  forzad  >  morir  todos ;  y 
porque  de  todos  los  de  mi  Compañía  fjy  requerido  mu- 
chas veces,  que  me  falieífej  é  porqje  todos,  ó  los  mas 
eftában  heridos,  y  tan  mal,  que  no  podím  pelear,  acor- 
dé de  lo  hacer  aquella  noche:  é  tomé  rodo  el  Oro,  y 
joyas  de  Vueftra  Magrítad,  ¡que  fe  podían  ficar,  y  pú- 
lelo en  una  Sala,  y  allí  lo  entregué  en  ciertos  líos  á  los 
Oficiales  de  Vueftra  Alteza,  que  yo  en  fu  Real  Nombre 
tenía  feñaladosí  y  á  los  Alcaldes,  y  Regidores,  y  á  to- 
da la  Gente,  qué  allí  eftaba,  les  rogtié ,  y  requerí,  que 
me  ayudaiTen  á  lo  Tacar,  y  falvar,  é  di  una  Yegua  mía 
para  ello,  en  la  qual  fe  cargó  tanta  parre,  quanta  yo 
podía  llevar:  é  feñalé  ciertos  E 'pañoles,  afsí  Criados  míos, 
como  de  los  otros,  que  vinieííen  con  el  dicho  Oro,  y 
Yegua,  y  lo  demás  los  dichos  Oficiales,  y  Alcaldes ,  y 

Re- 


DE  D.FERNANDO  CORTES.  143 

Regidores,  y  yo  lo  dimos,  y  repartimos  por  los  Efpa- 
ñoles,  para  que  lo  facaílen.  E  defamparada  la  Fortaleza} 
con  mucha  Riqueza,  aísí  de  Vueftra  Alteza,  como  de 
los  El  pañoles,  y  mía,  me  falí  lo  mas  fecreto  que  yo 
pude,  Tacando  con  migo  un  Hijo,  y  dos  Hijas  del  di- 
cho Muteczuma,  y  á  Cacamacin,  Señor  de  (1)  Aculuacán¿ 
y  al  otro  fu  Hermano,  que  yo  había  puerto  en  fu  lu- 
gar, y  á  otros  Señores  de  Provincias,  y  Ciudades,  que 
allí  tenía  prefos.  E  llegando  á  las  Puentes,  que  los  In- 
dios tenían  quitadas,  á  la  primera  de  ellas  fe  echó  la 
Puente,  que  yo  trahía,  hecha  con  poco  trabajo,  porque 
no  hubo  quien  la  reíiftkfíe,  excepto  ciertas  Velas,  que  en 
ella  eítaban,  las  q.'ates  apellidaban  tan  recio,  que  antes 
de  llegar  á  la  íegunda,  citaba  infinito  número  de  Gen- 
te de  los  Contrjrios  fobre  nofotros,  combatiéndonos  poc 
todas  partes,  afsí  defde  el  Agua*  como  de  la  Tierra:  £ 
yo  pafé  pieíto  con  cinco  de  Caballo,  y  con  cien  Peo- 
nes, con  los  quales  pafé  á  nado  rodas  las  Puentes,(i)  y  las 
gané  harta  la  Tierra-firme.  E  dejando  aquella  Gente  eii 
la  delantera,  torné  á  la  rezjga,  donde  hallé,  que  pelea- 
ban reciamente,  y  que  era  fin  comparación  el  daño,  que 
los  nueftrns  recibí tn,  afsí  los  Efp moles,  como  los  In- 
dios de  Taf  alrecdl,  que  con  nofotros  eftaban,  y  afsi  á 
todos  los  untaron,  y  á  muchos  Naturales  los  Efpaño- 
les:  é  3fsimifmo  habían  muerta  muchos  Efpañ'des ,  y 
C  b  los,  y  perdido  todo  el  Oro,  y  joyas,  y  Ropa,  y 
orrj<  muchas  cofas,  que  facábamos,  y  toda  el  Artille* 
ti?.  Y  recogidos  los  q  ie  eftaban  vivos,  échelos  delante, 
y  yo  con  tres,  ó  quatro  de  Caballo,  y  harta  veinte  Peo- 
nas, que  ofaron  quedar  con  migo,  me  fuy  en  la  reza* 
ga,  peleando  con  los  Indios,  harta  llegar  á  una  Ciudad, 
que  fe  dice  Tacuba,  que  ertá  fuera  de  toda  la  Calzada, 
de  que  Dios  fabe  quanto  trabajo,  y  peligro  recibí:  por- 
que todas  las  veces,  que  bolvía   fobre    los  ContrarioSj 

OO2»  fa* 


(1)     Culhu.icán,   ¡unto  á    México. 

(.i)     Los  rlelgos  á  que   le  expillo  Cortés  fon  innumerables,  y  de  los  mayores, 
canco  qué  coa  ceuez.i  fe  puede  decn :    Véxter*  £>omim  fetit  virt.tttm. 


144  CARTA  DE  RELACIÓN 

{'alia  lleno  de  Flechas,  y  Viras,  (i)  y  apedreado;  porque  co¿ 
rao  era  Agua  de  la  una  paite,  y  de  otra,  herían  á  fu 
falvo,  fin  temor:  é  los  que  falían  á  tierra,  luego  bolviá- 
raos  fobre  ellos,  y  faltaban  al  agua,  afsí  que  recibían 
muy  poco  daño,  lino  eran  algunos,  que  con  los  mu- 
chos eftropezaban  unos  con  otros ,  y  caían,  y  aquellos 
morían.  Y  con  cite  trabajo,  y  fatiga  llevé  toda  la  Gen- 
te hafta  la  dicha  Ciudad  de  Tacaba,  fin  me  matar,  ni 
herir  ningún  Efpáñoí,  ni  Indio,  lino  fué  uno  de  los  de 
Caballo,  que  iba  con  migo  en  la  rezaga,  y  no  menos 
peleaban,  afsí  en  la  delantera,  como  por  los  lados,  aun- 
que la  mayor  fuerza  era  en  las  efpaldas,  por  dó  venía 
la  Gente  de  la  gran  Ciudad.  4 

jLir.  Loque  Y  llegado  á  la  dicha  Ciudad  de  Tacuba  ,  hallé 

h    fucedió ^  á  t0(ja  ]a  Gente  remolinada  en   una  Plaza,  que  no  fabíar» 
Cortés,  /alten.  ¿Qn¿Q   jr.  g  jos  qtn]es  y0  ¿^  priefa,  que  fe    falieífen  al 

do  de  Tacuba.  c  •   rr  r-  ij-i 

Es  combatido,  Campo,  antes  que  íe  rccrecieíle  mas  Gente  en  la  dicha 
fortificada  en  Ciudad,  y  tomaííen  las  Azoteas,  porque  nos  harían  def- 
un  Cerro.  Ef  fe  ellas  mucho  daño.  E  los  que  llevaban  la  delantera 
panoles,  ¿  In-  ¿\^erons  que  no  fabían  por  donde  habían  de  falir,  y  yo 
Uos  el  Wio' é  ^os  h*ce  cJuei^ar  ea  'a  rezaga,  y  tomé  la  delantera,  hafi 
Hija  de  Mutlc-  ta  los  facar  fuera  de  la  dicha  Ciudad,  y  efperé  en  unas 
zumaque  mu-  Labranzas:  y  quando  llegó  la  rezaga,  fupe,  que  habían 
rieron.  Cami  recibido  algún  daño,  y  que  habían  muerto  algunos  Ef- 
nan  ordenados      -  j  Indios,  y  que  fe  quedaba   por  el  Camino 

los    Efpano/es,    £  h    '  '   '     *1  ^  r 

peleando.  Lh-  mueno  Oro  perdido,  lo  qual  los  Indios  cogían  >  y  allí 
gan  á  un  buen  eftube,  harta  que  pafó  toda  la  Gente,  peleando  con  los 
Alojamiento,  Indios:  en  tal  manera,  que  los  detuve,  para  que  los  Peo- 
donde  fe  fortr  ncs  tomaflfen  un  Cerro,  donde  eftaba  una  Torre,  (i)  y, 
Jlca"'  Apofento  fuerte,  el  qual  tomaron,  fin  recibir  ningún  da- 

ño, porque  no  me  partí  de  allí,  ni  dejé  pafar  los  Con» 
trarios,  hafta  haber  ellos  tomado  el  Cerro,  en  que  Dios 
fabe  el  trabajo,  y  fatiga,  que  allí  fe  recibió,  porque  yá 
no  había  Caballo,  de  veinte,  y  quatro  que  nos  habían 

que* 


(  i  )  Vira  es  Ballefta  mas  larga,  y  delgada,  fe  dice  de  Fis,  por  la  mucha  Ejer- 
za con  que  íe  arrojaba. 

(i.)  Ceno  llamad»  de  Muteczums.  En  elle  Gerro  eftá  el  ce'lebre  Santua- 
rio^ de  nueftra  Señora  de-  los  Remedios  de  poco  f uerpo?  irahíJa  por  los  EC- 
pañoles, 


DE  D.  FERNANDO    CORTES.  r4T 

quedado,  que  pidieíTe  correr,  ni  Caballero,  que  puditffe 
alz^r  el  brazo,  ni  Peón  fano,  que  pudkíTe  menearfe;  y 
llegados  al  dicho  Apofenro,  nos  fortalecimos  en  él,  y 
a!  i  i  nos  cercaron,  y  tubicron  cercados  harta  noche,  fío 
nos  dejar  defeanfar  una  hora:  En  efte  desbarato  fe  ha- 
lló por  copia,  que  murieron  ciento,  y  'cincuenta  Efpa- 
fiolcs,  y  quarenta,  y  cinco  Yeguas,  y  Caballos ,  y  mas 
de  dos  mil  indios,  que  fervían  á  los  Españoles :  entre 
los  quales  mataron  al  Hijo,  y  Hijas  de  Muteczuma  ,  y 
á  todos  los  otros  Señores,  que  trahiamos  prefos.  Y  aque- 
lla noche  (i)á  media  noche,  crciendo  no  fer  fentidos,  fa- 
llimos del  dicho  Apofento  muy  calladamente ,  dejando 
en  él  hechos  muchos  fuegos,  fin  íaber  Camino  ninguno, 
ni  para  donde  íbamos,  mas  de  que  un  Indio  de  los  de 
Talcaltecal  (i)  que  nos  guiaba,  diciendo,  que  él  nos  facaría. 
á  fu  Tierra;  íi  el  Camino  no  nos  impedían:  y  muy  cerca 
citaban  Guardas,  que  nos  fíntieron,  y  afs?mifmo  apelli- 
daron muchas  Poblaciones,  que. había  á  la  redonda,  de 
las  quales  fe  recogió  mucha  gente,  y  nos  fueron  fíguien- 
do  hafta  el  día,  y  yá  que  amanecía,  cinco  de  Caballo, 
que  iban  adelante  por  Corredores,  dieron  en  unos  Ef- 
quadrones  de  Gente,  que  efiaban  en  el  Camino,  y  ma- 
taron algunos  de  ellos:  los  quales  fueron  desbaratados, 
crciendo  que  ¡ba  mas  Gente  de  Caballo,  y  de  Pie.  Y 
porque  vi,  que  de  todas  partes  fe  recrecía  Gente  délos 
Contrarios,  concerté  alli  la  de  los  nueftros:  y  de  la  que 
había  fana  para  algo,  hice  Efquadrones  ,  y  pufe  en  las 
delantera,  y  rezaga,  y  lados,  y  en  medio  los  heridos,  c 
sfsímifmo  repartí  los  de  Caballo;  y  afsí  fuimos  todo 
aquel  día  peleando  por  todas  partes,  en  tanta  manera, 
que  en  toda  la  noche,  y  día  no  andubimos  mas  de  tres  le- 

PP  guas. 


(  i  )  Aquella  noche,  que  kafta  el  prefente  fe  llama  la  Noche  trille,  y  def- 
j>r.ici.ida. 

(  i )  Mejor  fe  puede  decir  un  Ángel  de  Guarda,  ó  San  Pedro,  come  «tros 
c|iiiercn,  ó  Santiago  Apoftel,  como  en  la  Batalla  de  las  Nayas  de  Talóla,  en  fi- 
gura de  Paftor. 


l4'6  CARTA  DE  RELACIÓN 

gius.  (i)E  quifo  nueftro  Señor,  ya  que  la  noche  fobre* 
venía,  moftrarnos  una  Torre ,  y  buen  Apofento  en  un 
Cerro,  donde  afsírnifmo  nos  hicimos  fuertes:  é  por  aque- 
lla noche  nos  dejaron,  aunque  ca/i  al  Alba  hubo  otro  cierto 
rebato,  fin  haber,  de  que  mas  del  temor,  que  yá  todos 
llevábamos,  de  la  multitud  de  la  Gente,  que  á  la  con- 
tinua nos  feguía  el  alcance. 
XLV.  Proji-  Otro  dia  me  partí  á  una  hora  de  el  día  par  h 

gue  Cortés  el  orc|en  y3  dicha,  llevando  mi  delantera,  y  rezaga  á  buen 
^ábZehlnáo  re"udo:  y  ^mpre  nos  feguian  de  una  parte,  y  otra 
/¡cmlrr,  y  au  los  Enemigos ,  gritando,  y  apellidando  toda  aquella 
mtntandofe los  Tierra,  que  es  muy  poblada.  É  los  de  Caballo,  aun- 
Jndios:  es  be  que  éramos  pocos  arremetíamos,  y  hacíamos  poco  daña 
ndo  de  dos  pe-   eil  en0<;  porque,  como  por  allí  eta  la  Tierra  ateo  frago- 

dradns,  y  como    r     r  r      ^     ,         ,    .  *_.¿-,  „     ,        „  °  ?. 

quedó  ví&orio-  *a»  'c  nos  acogían  a  los  Cerros.  Y  de  ella  manera  fiu- 
fo-  en  la  Ba  naos  aquel  día  por  cerca  de  unas  Lagunas  (z)  hada  que 
talla  de  Otum  llegamos  á  una  población  buena  á  donde  penfamos  ha- 
**•  ber  algún  reencuentro  con  los  del  Pueblo.  E  coció  Ileí 

gamos  lo  defaniparaton,  y  fe  fueron  á  otras  poblaciones, 
que  eftaban  por  allí  á  la  redonda:  é  allí  eftube  aquel 
día,  y  otro ,  porque  la  Gente ,  afsí  heridos ,  como  los 
fanos  venían  muy  canfados  ,  y   fatigados ,  y  con   mu- 
cha hambre,  y  fed:  y  los  Caballos  aísímifrno  tra ruamos 
bien  canfados,  é  por  que  allí  hallamos  algún  maiz,  que 
cernimos,  y  llevamos  para  el  Camino  cocido,  y  cortado. 
Y  otro  día    nos  partimos ,  y  fiempre  acompañados  de 
Gente  de  los  contrarios:  é  por  la  delantera ,    y  rezaga 
nos  acometían,  gritando,  y  haciendo  algunas  arremeti- 
das. E  feguímos  nueftro  Camino  por  donde  el  Indio  de 
Tafcaltecal  nos  guiaba:  por  el  qual  Rebabamos  mucho  tra- 
bajo, y  fatiga ,  porque    nos  conbenía  ir  muchas    vezes 
fuera  de  Camino:  é  ya  que  era  tarde  llegamos  á  un  Llano, 
donde  había  unas  Cafas  pequeñas,donde  aquella  noche  ñus 

apo- 


(  i  )  En  el  Mapa,  que  eftá  a  el  principio  de  efte  Tomo,  eftá  feñalada  la  Ru- 
ta, ó  Camino,  que  trujo  Cortés,  quando  vino  á  México  la  primera  vez,  fu  falí- 
J.i  de  que  aquí  habla,  harta  llegar  á  Tlaxcála,  y  la  fegunda  Jornada,  en  que  ga- 
n&  á    la  Ciudad. 

(i)     EÍUs  Lagunas  fon  Lis  de  Zuinpango,  Xaltocán,  y  San  ChiiftobaL 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  147 

apofentamos  con  harta  nercfidad  de  comida.  E  otro  día 
luego  por  la  mañana  comenzamos  á  andar ,  y  aun  no 
éramos  falidos  al  Camino,  quando  ya  la  Gente  de  los 
Enemigos  nos  feguía  por  la  rezaga :  y  efearamuzando 
con  ellos,  llegamos  á  un  Pueblo  grande,  que  eftaba  dos 
leguas  de  allí :  y  á  la  mano  derecha  de  él  eftaban  al- 
gunos Indios  encima  de  un  Cerro  pequeño.  E  crcíendo 
de  los  tomar,  porque  eftaban  muy  cerca  de  el  Camino, 
y  también  por  defcubrír  fi  había  mas  Gente,  de  la  que 
parecía  detrás  de  el  Cerro,  me  fuy  con  cinco  de  Ca- 
ballo, y  diez,  ó  doce  Peones,  rodeando  el  dicho  Cerro. 
E  detrás  de  él  eftaba  una  gran  Ciudad  de  mucha  Gen- 
te, con  los  quales  peleamos  tanto,  que  por  fer  la  Tierra, 
donde  eftaban  algo  áfpera  de  piedras,  y  la  Gente  mucha, 
y  nofotros  pocos,  nos  convino  retraher  al  Pueblo,  donde  los 
nueftros  eftaban.  E  de  allí  faií  yo  muy  mal  herido  en 
Ja  Cabeza  de  dos  pedradas:  y  defpues  de  me  haber  atado 
las  heridas,  hice  falir  los  Efpañoles  de  el  Pueblo»  porque 
me  pareció ,  que  no  era  íeguro  Apofento  para  nofo- 
tros. E  afsí  caminando,  íiguiendonos  todavía  los  Indios 
en  harta  cantidad,  los  quales  pelearon  con  nofotros  tan 
reciamente,  que  hirieron  quatro,  ó  cinco  Efpañoles ,  y 
otros  tantos  Caballos :  y  nos  mataron  un  Caballo ,  que 
aunque  Dios  fabe  qnanta  falta  nos  hizo,  y  quanta  pena 
recibimos, con  habérnosle  muerto,  porque  no  teníamos 
defpues  de  Dios,  otra  feguridad,  fino  la  de  los  Caballos., 
nos  confaló  fu  carne,  porque  la  comimos,  fin  dejar 
cuero,  ni  otra  cofa  de  él  fegun  la  neceíídad,  que  trailla- 
mos: porque  defpues,  que  de  la  gran  Ciudad  íalímos  nin- 
guna otra  cofa  comimos,  fino  maiz  toftado,  y  cocido; 
y  efto  no  todas  vezes,  ni  abafto,  y  yervas,  que  cogía- 
mos de  el  Campo.  E  viendo,  que  de  cada  día  fobreve- 
nía  roas  Gente,  y  mas  recia ;  y  nofotros  Íbamos  enfla- 
queciendo, hice  aquella  noche,  que  los  heridos,  y  do- 
1  lientes,  que  llebabamos  á  las  ancas  de  los  Caballos,  y 
|  acueftas,  hicicífen  maletas,  y  otras  maneras  de  ayudas, 
I  como  fe  pudieflen  foftener,  y  andar,  porque  los  Caba- 
llos, y  Efpañoles  fanos  eftuvieílcn  libres  para  pelear.  Y 

PP  z  pa- 


1 48  CARTA  DE  RELACIÓN 

parceló,  que  el  Elpiritu  Santo  me  alumbró  (1)  con  eíre 
avifo  ,  fegun  lo  que  á  otro  día  fíguiente  fucedió;    que 
habiendo  partido  en   la  mañana   de  efte    Apofento ,  y 
tiendo  apartados  legua,  y  media  de  él,   yendo  por  mi 
Camino,  falieron  al  encuentro  mucha  cantidad  de  Indios, 
y  tanta,  que  por  la  delantera,  lados,  ni  rezaga,   ningu- 
na cofa  de  los  Campos,  que  fe  podían  ver  había  de  ellos 
vacía.  Los  quales  pelearon  con  nofotros  tan  fuertemen- 
te por  todas  partes,  que  cafi  no  nos  conocíamos    unos 
á  otros,  tan  juntos,  y  embueltos  andaban  con  nofotros. 
(2)  Y  cierto  creímos  fer  aquel  el  último  denueftrosdías, 
fegun  el  mucho  poder  de  los  indios ,  y  la  poca    refif- 
tencia ,  que  en  nofotros  hallaban,  por  ir,   como  Íbamos 
muy  canfados,  y  cafi  todos  heridos,  y  deltmyados    de 
hambre.  Pero  quifo  nueftro  Señor  moftrar  fu   gran  po- 
der, y   mifericordia  con  nofotros:  que  con  roda  nueftra 
flaqueza  quebrantamos  fu  gran  orgullo,  y    febervia,    en 
que  murieron  muchos  de  ellos,  y  muchas  Perfbnas  muy 
principales,  y  feñaladas;  porque  eran  tantos,  que  los  unos 
á  los  otros  fe  eftorbaban,que  no  podían  pelear,  ni  huir. 
E  con  efte  trabajo  fuimos    mucha  parte  de  él  día,  haf- 
ta  que  quifo  Dios,  que  murió  una  Perfona  de  ellos,  que 
debía  fer  tan  Principal ,   que  con  fu  muerte  cefó    toda 
aquella  Guerra.  Afsí  fuimos  algo    mas  defeanfados,  aun- 
que todavía  mordiéndonos  harta  una  Cafa  pequeña,  que 
eítaba  en  el  Llano,  adonde  por  aquella  noche  nos  apo- 
fentamos,  y  en  el  Campo.  E  yá  defde  allí  fe  percibían 
ciertas  Sierras  (3)  de  la  Provincia  de  Tafcaltecal,  de  que 
no  poca  alegría  llegó  á  nueftro  Corazón:  porque  yá  co- 
nocíamos la  Tierra,  y  fabíamos  por  donde  habíamos  de 
ir.  Aunque  no  eftabamos  muy  fatisfechos   de  hallar   los 
Naturales  de  la  dicha  Provincia  feguros,  y  por  nueftros 

Ami- 


(1)  Dice  bien,  pues  folo  D.ios  pudo  haber  obrado  femejsnres  maravillas,  y 
con  eflo  fe  deben  confundir,  los  que  minoran  el  mérito  de  la  Conquifta.  Era  otro 
Moyfes,  quando  dijo  á  el  Pueblo  el  Sevor  pelear* por  -vojetros.  Cap.  14.  Exodi. 

(ij     La  Batalla  junto  á  Otumba. 

(3)  Los  Pueblas,  y  Campes  donde  fueron  ellas  Batallas,  eftán  antes  de  llegar 
á  Puebla,  y  entre  Otumba,  y  dicha  Ciudad;  y  llaman  los  Llanos  de  Apan;  y  allí 
fe  Jefcabre    la  Sierra  de  Tlajccála. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  r^ 

Amigos:  porque  creíamos,  que  viéndonos  ir  tan  defba* 
ratados,  quifieran  ellos  dar  fin  á  nueftras  vidas,  por  co- 
brar la  libertad,  que  antes  tenían.  El  qual  penfamiento¿ 
y  fofpecha  nos  pufo  en  tanta  aflicción,  quanta  trahía- 
mos  viniendo  peleando  con  los  de  Culúa. 

El  día  íiguiente,  íiendo  ya  claro,  comenzamos  á  XLM.ÍUg* 
andar  por  un  Camino  muy  llano,  que  iba  derecho  á  la  £rtU'*£ft¡' 
dicha  Provincia  de  Tafcaltecal,  por  el  qual  nos  H^  pL,lnia'p,l 
muy  poca  Gente  de  los  Contratios,  aunque  había  muy  vincia  de  Tjbx- 
cerca  de  él  muchas,  y  grandes  Poblaciones,  puefto  que  cala, y  es  bien 
de  algunos  Certillos,  y  en  la  rezaga,  aunque  lejos,  to-  recibido,  y  víjím 
davía  nos  gritaban.  E  afsí  falimos  efte  día,  que  Fué  Do-  '****•  s* 
mingo  a  ocho  de  Julio,  de  teda  la  Tierra  de  Cultia,  uas  •preún* 
y  llegamos  á  Tierra  de  la  dicha  Provincia  de  Taf-  e/«»  y  k  efre- 
caltecal,  á  un  Pueblo  de  ella,  que  fe  diceGualípan,  (i)  cen  llevar  dfú 
de  hafta  tres,  ó  quatro  mil  Vecinos,  donde  de  los  Na-  CJard*d*  do"dg 

,  .       ,,     c.  ..  lLtJ  i        de  canje:    labe 

turales  de  el  fuimos  muy  bien  recibidos,  y  reparados  /as  muertes  ¿t 
en  algo  de  la  gran  hambre,  y  caafancio,  que  trahíamos:  un  Criado  /»• 
aunque  muchas  de  las  Provifiones,  que  nos  daban,  eran  yo,  y  algunos 
por  nueftros  dineros,  y  aunque  no  querían  otro,  fino  de  ^/paño/es,  que 
Oro,  y  éranos  forzado  darfelo,  por  la  mucha  necefidad  llevab&  el  ~?rQi 

*  J     V  *V    QtVGS  COJAS  A 

en     que  nos  víamos.  En  efte   Pueblo   eftube  tres  días,  México,  y  qut 
donde   me  vinieton  á  ver,  y  hablar  Magifcacín ,   y   Si-  los  de  la  Pera- 
cutengal,  y  todos  los  Señores  de  la  dicha  Provincia,  y  Cr,lz   */?***» 
algunos  de  la  de  Guazucingo;  (¿)  los  quales  moftraron  mu-  *"•""'• 
cha  pena,  por  lo  que  nos  había  acaecido,  é   trabajaron 
de  me  confolar,  (5)  diciendome,  que  muchas  veces  ellos  me 
habían  dicho,  que  los  de  Culúa  er.m  Traydores,  y  que 
me  guardarte  de  ellos,  y  que  no  lo  había  quetido  creer* 
Pero  que  pues  yo   había  efeapado  vivo,  que  me   ale- 
grarte,   que  ellos  me    ayudarían   harta   morir,   para   fa» 
tisfacerme  de  el  daño,   que  aquellos  me   habían  hecho: 
Porque   demás  de  les   obligar  á  ello ,   fer  Vafallos  de 
¡Vueftra  Alteza,  fe  dolían    de  muehos  Hijos,  y  Herma-i 

QQ  nos, 

(  i  )     Hueyothtipan  de  la  Señoría,  ó  República  de  Tlaxcala. 

(1)     Huajocin^o  otra  de  las  Señorías,  ó  Repúblicas. 
(  }  )  Eira  prueba  de  fide!idad,y  honr.ide'r  de  ellas  Señorías,es  digna  de  alabar,  y  tsas 
viendo  á  Hernán  Corees  herido,  deshechos  les  luyes,  pobres,  y  muertes  de  harofetCi 


1 5o  CARTA  DE  REL ACIÓN 

nos,  qué  en  mi  compañía  les  habían  muerto,  y  de  otras 
muchas  injurias,  que    los  tiempos    pafados  de  ellos  ha- 
bían recibido;  y  que  tubieífe  por  cierto,  que  me    ferian 
muy  ciertos,  y  verdaderos  Amigos,  harta   la  muerte.   E 
que   pues  yo  venía   herido,  y  todos  los  demás  de   mi 
Compañía  muy  trabajados,  que  nos  fueíícmos  á  la  Ciu- 
dad, que  eftá  quatro   leguas  de  efte   Pueblo,  é  que  allí 
defeanfaríamos,  y  nos  curarían,  y  nos  repararían  de  nuef- 
tros  trabajos,  y  canfancio.  E  yo  fe  lo  agradecí,  y  acep- 
té fu  ruego,  y  les  di  algunas  pocis  cofas  de  Joyas,  que 
fe  habían  efeapado,  de  que  fueron  muy  contenros,  y  me 
fuy   con  ellos  á   la  dicha  Ciudad,  donde  afsímifmo  ha- 
llamos  buen   recebimiento ;  y  Magifcacin  me   trajo  una 
Cama  de  Madera  cncafada,  (r)  con  alguna  Ropa  de  la  que 
ellos  tienen,  en  que  durmieíTe,  porque  ninguna  trajimos: 
y  á  todos  hizo  reparar  de  lo  que  él  tubo,  y  pudo.  Aquí 
en  efta  Ciudad  había  dejado   ciertos  enfermos,   quando 
pafé   á  la  de   Temixtitán,  y  ciertos    Criados  míos   con 
Plata,  y  Ropas   mías,  y  otras  cofas  de  Cafa,  y   Provi- 
íiones,  que  yo  llevaba,  por  ir  mas  defocupado,  íí  algo 
fe  nos  ofrecieíTe:  y  fe  perdieron  todas  las  Efcrituras,   y 
Autos,  que  yo  habla  hecho  con  los  Naturales   de  eftas 
Partes,  é  quedando  afsímifmo  toda  la  Ropa  de  los  Efpa- 
ñoles,  que  con    migo   iban,    fin   llevar   otra   cofa   mas 
de  lo  que   llevaban    venido ,    con   fus  Camas :  é  tupe 
como  había  venido  otro  Criado  mío  de  la  Villa  de  la 
Vera-Cruz,  que  trahía  Mantenimientos,  y  cofas  para  mí, 
y  con  él,  cinco  de  Caballo,  y  quarenra,  y  cinco  Peones, 
el  qual  había  llevado  afsímifmo  configo  á  los  otros,  que 
yo  allí  había  dejado  con  toda  la  Plata,  y  Ropa,  y  otras 
cofas,   afsí  mías,  como  de   mis  Compañeros,  con   fíete 
mil  Pefos  de  Oro  fundido,  que  yo  había  dejado  allí  en 
dos  Corres,  íín  otras  Joyas,  y  mas  otros  catorce  mil  Pe- 
fos de  Oro  en  piezas,  que  en  la  Provincia  de  Tuchitc- 
beque  fe  hablan  dado  á  aquel  Capitán,  que  yo  cmbi.i- 

ba 

-  (.  i  )  Encufar  ei  fegun  Covarrubtas  balver  un  Huefo  £  fu  lugar,  y  por  lo  bien 
hecha,  pudo  ufar  Cortés  efte  te'nnino  para  la  Cama;  aunque  es  natural,  que  dijeíTe 
encaxar,  que  ce  ufado  en  obras  de  Tarazea. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  rjt 

ba  á  hacef  el  Pueblo  de  Quacucalco  ,  y  otras  muchas 
cofas,  que  valían  mas  de  treinta  mil  Pefos  de  Oro :  y 
que  los  Indios  de  Culúa  los  habían  muerto  en  el  Cami- 
no á  todos,  y  tomado  lo  que  llevaban;  y  afsímifmo  fu- 
pe,  que  habían  muerto  otros  muchos  Efpañoles  por  los 
Caminos,  los  quales  iban  á  la  dicha  Ciudad  de  Temix- 
tirán,  creíendo  que  yo  eífaba  en  ella  pacífico,  y  que 
Jos  Caminos  eftaban,  como  yo  antes  los  tenía  feguros. 
De  que  certifico  á  Vueftra  Mageftad,  que  hubimos  to- 
dos tanta  trifteza,  que  no  pudo  fer  mas;  porque  allen- 
de de  la  pérdida  de  eíros  Efpañoles,  y  de  lo  demás  que 
fe  perdió,  fue  renovarnos  las  muertes,  y  perdidas  de 
los  Efpañoles,  que  en  la  Ciudad,  y  Puentes  de  ella,  y 
en  el  Camino  nos  habían  muerto:  en  efpecial  que  rae 
pujo  en  mucha  fofpecha,  que  afsímifmo  hubielTen  dado 
en  los  de  la  Villa  de  la  Vera-Cruz,  y  que  los  que  te- 
níamos por  Amigos,  fabiendo  nueítro  desbarato,  fe  bu- 
bielícn  rebelado.  E  luego  defpachc,  para  faber  la  ver- 
dad, ciertos  Menlajeros,  con  algunos  Indios,  que  los 
guiaron:  á  los  quales  les  mandé,  que  fueífen  fuera  de 
Camino,  hafta  llegar  á  la  dicha  Villa,  y  que  muy  bre- 
vemente me  hicieífen  faber  lo  que  allá  pafaba.  E  quifo 
nueftro  Señor,  que  á  los  Efpañoles  hallaron  muy  bue- 
nos, y  á  los  Naturales  de  la  Tierra  muy  feguros.  Lo 
qual  fabido,  fue  harto  reparo  de  nueftra  pérdida,  y  trif- 
teza: aunque  para  ellos  fue  muy  mala  nueva,  faber  nuef- 
tro  fucefo,  y  desbarato.  En  efta  Provincia  de  Tafcalte- 
cal  eftube  veinte  días,  curándome  de  las  heridas  (i)  que 
trahía,  porque  con  el  camino,  y  mala  cura,  fe  me  ha- 
bían empeorado  mucho,  en  efpecial  las  de  la  cabeza,  y 
haciendo  curar  afsímifmo  á  los  de  mi  Compañía,  que 
cíbban  heridos ;  algunos  murieron,  afsí  de  las  heridas, 
como  del  trabajo  pafado,  y  otros  quedaron  mancos,  y¡ 
cojos,  porque  trahían  muy  malas  heridas,  y  para  fe  cu- 
rar   había  muy   poco  refrigerio:  é  yo   afsímifmo  quedé 

QQz  man- 

.       — _ — —  — —  _________________ — _ — .  ______ 

( i )     Cortes  fue  herido  guvemeiite  una  yez  en  la  Cabeza,  otra  en  «na  Pierna,  y 
otra  en  una  Mano. 


i5¿  CARTA  DE  RELACIÓN 

manco  cíe  idos  dedos  de  la  mano  izquierda. 

XLFII.  Re-  Viendo  los  de  mi  Compañía,  que  eran  muertos 

quiere  los  Caf    muchos,  y  que  los  que  reftaban,  quedaban  flacos,  y  he- 

telionos  á  Cor*  rjj0Sj  y    atemorizados  de   los    peligros,   y   trabajos  en 

tés  fe  bueha  a  r    l   l'  -n.  •      j      i  •  r 

la  Vira  Cruz  ■  ÍH*?  'e  naDlan  viíto,  y  temiendo  los  por  venir,  que  el- 
yaquietSdoios,  tában  á  razón  muy  cercanos,  fuy  por  muchas  veces  re- 
vd  contra  Te  querido  de  ellos,  que  me  fueffe  á  la  Villa  de  la  Vera- 
ne/* :  vence ^  QruZj  y  que  ai¡í  nos  haríamos  fuertes,  antes  que  los  Na- 
j  '"'y  rr  turales  de  la  Tierra,  que  teníamos  por  Amigos,  viendo 

muchos  por  Lf  «         ,     ,  M  r  V  rj/r 

clavos ,  y  en  nucítro  desbarato,  y  pocas  tuerzas,  le  confederaren  con 
veinte  días  fw  los  Enemigos,  y  nos  tomaflen  los  Puettos,  que  habíamos 
jeta  muchas  t 'o   ¿e  pafafj  y   dieiTen  en  nofotros  por   una  parte,  y  por 

hlTT¡aVcra-  otra  en  Ios  de  ,a  Villa  de  ,a  Vera"Cruz»  Y  que  eftando 
SCruz  un  Capí'  £°dos  juntos,  y  allí  los  Navios,  eftaríamos  roas  fuertes, 
tan  de  Franci/-  y  nos  podríamos  mejor  defender;  puerto  que  nos  aco- 
co de  Garay,  metielíen,  hafta  tanto  que  embiáííemos  por  focorro  á  las 
derrotado  ,   y  js|as<   r¿  vo    viendo,  que   moftrar  á  los  Naturales  poco 

con  fu    Gente    ,    .  r       •  \   >  n.         a     •  r     j 

herida  animo,  en  elpecial  a  nueítros  Amigos,  era  caula  de  mas 

ayna  dejarnos,  y  fer  contra  nofotros,  acordándome,  que 
íiempre  á  los  ofados  ayuda  la  fortuna,  y  que  éramos 
Chrifttianos,  y  confiando  en  la  gtandíísima  Bondad,  y 
Mifericordia  de  Dios ,  ( i )  que  no  permitiría ,  que  del 
todo  petecieíTemos ,  y  fe  perdieíTe  tanta,  y  t3n  noble 
Tierra ,  como  para  Vueftra  Mageftad  eftaba  pacífica , 
y  en  punto  de  fe  pacificar ;  ni  fe  dejafle  de  hacer  tan 
gran  fervicio,  como  fe  hacía,  en  continuar  la  Guerra,  por 
cuya  caufa  fe  había  de  feguir  la  pacificación  de  la  Tier- 

i  ra,  como  antes  eftaba  >   me  determiné  de  por  ninguna 

manera  bajar  los  Puertos  hacia  la  mar:  antes  pofpuefto 
todo  trabajo,  y  peligros,  que  fe  nos  pudielTen  ofrecer;  les 
dije :  que  yo  no  había  de  defamparar  eíla  Tierra:  por 
que  en  ello  me  parecía,  que  demás  de  fer  vergonzofo 
á  mi  Perfona,  y  á  todos  muy  peligrofo:  á  Vueftra  Ma- 
geftad hacíamos  muy    gran  Traición .  E  que    me    de- 

* :  terminaba  de  por  todas  las  partes,  que  pudieífe   bolvef 

fobre  los  Enemigos,  y  ofenderlos  por  quaotas  vías  á  mí 

fuer- 


ir 


(i)    Dios  Us  dio  foiulewi  Jgi/c  dnkit  Virmttm,  &  fmtwdinem  ílebi  fn*j 


DÉ  D.  FERNANDO  CORTES.  iy$ 

füefle  pofiblc.  E  habiendo  eftádo  en  efta  Provincia  vein-» ' 
te  días,  aunque  ni  yo  eíhba  muy  fánó  de  mis  heridaSi 
y  ios  de  mi  Compañía  todavía  bien  flacos:  falí  de  ella 
para  otra,  que  fe  dice  Tepeaca,  qué  era  de  la  liga ,  y 
conforcio  de  los  de  Cülúa  nucftros  Enemigos.  De  donde 
eftaba  informado,  que  habían  muerto  diez,  ó  doce  Efpa- 
ñoleSj  que  venían  de  la  Vera-Cruz  á  la  gran  Ciudad;  por 
que  por  allí  es  el  Camino*  La  qual  dicha  Provincia  dé 
Tepeaca  (í)  conñtia,  y  parte  términos  con  la  de  Tafcal- 
tecal,  y  Chururtecal,  porqué  es  muy  gran  Provincia.  Y 
en  entrando  por  Tierra  de  la  dicha  Provincia,  falió  mu- 
cha Gente  de  los  Naturales  de  ella  á  pelear  con  nofo- 
troSj  V  pelearon,-  y  nos  defendieron  la  entrada,  qüanto  á 
ellos  fue  pófiblé,  pouiendofe  en  los  Apofentos  fuerteSj  y 
peligrofos.  E  pof  no  dar  cuenta  de  todas  las  particu-* 
laridades,  que  nos  acaecieron  en  efta  Guerra,  que  feria 
prolijidad:  no  diré,  íí  no  qué  defpues  de  hechos  los  re- 
quírimienros,  para  que  vmíeífen  á  obedecer  los  manda- 
mientos, que  de  parte  de  Vueftra  IVügeftad  fe  les  hacíaa 
i  cerca  de  la  paz,  y  río  los  quiííeron  cumplir:  y  les  hi- 
cimos la  Guerra,  y  pelearon  muchas  vezes  con  riofocros¿ 
Y  con  la  ayuda  de  Dios,  y  de  la  Real  ventura  de  Vuef- 
tra  Alteza,  íiempre  los  desbaratamos,  y  matamos  muchos^ 
íra  que  en  toda  la  dicha  Guerra  me  mataífen,  ni  hirief- 
fen,  ni  un  Efpañol.  Y  aunque  como  hé  dicho,  efta  dicha 
Provincia  es  muy  grande:  en  obra  de  veinte  días  ove 
pacíficas  muchas  Villas,  y  Poblaciones  á  ella  fujetas.  B 
los  Señores,  y  Principales  de  ellas  han  venido  á  fe  ofre- 
cer, y  dar  pof  Vafalíos  de  Vueftra  Mageftad,  y  demás 
de  efto  he  echado  dé  todas  ellas  muchos  de  los  de  Cu- 
lúa,  qué  habían  venido  de  efta  dicha  Provincia  á  favore- 
cer á  los  Naturales  de  ella  para  nos  hacer  Guerra:  é  auit 
eftorbarles,  que  por  fuerza,  ni  por  grado,  no  fuellen  nuef- 
tros  Amigos*  Por  manera,  que  hafta  agora  he  tenido,  ets 
que  entender  en  efta  Guerra,  y  aürf  todavía  na  es  aca- 

RR  badáy 


( i )      Tepeaca  es  de  h  Dtecsíís  de  U  Puei?!a;  coma  íambisc  TiaícM*í  f 
Ch¡olul£¿- 


i54  CARTA  DE  RELACIÓN 

•bada,  porque  aun  quedan  algunas  Villas,  y  Poblaciones,- 
que  pacificar.  Las  quales  con  ayuda  de  nueftro  Señor, 
preño  citarán,  como  eftas  otras,  fujetas  al  Real  dominio 
de  Vueftra  Mageftad»  En  cierta  parte  de  efta  Provincia, 
que  es  donde  mataron  aquellos  diez  Efpañoles,  porque  los 
Naturales  de  allí  íiempre  eftubieron  muy  de  Guerra ,  y 
tnuy  rebeldes,  y  por  fuerza  de  armas  fe  tomaron  ,  hice 
ciertos  Efclavos,  de  que  fe  dio  el  quinto  á  los  Oficiales 
de  Vueftra  Mageftad;  porque  demás  de  haber  muerto  á 
los  dichos  Efpañoles,  y  rebeladofe  contra  el  Servicio  de 
Vueftra  Alteza,  comen  todos  earne  humana,  por  cuya  no- 
toriedad no  embio  á  Vueftra  Mageftad  probanza  de  ello.  Y, 
también  me  movió  á  facer  los  dichos  Efclavos,  por  po- 
ner algún  efpanto  á  los  de  Gulua :  y  porque  también 
hay  tanta  Gente,  que  ñ  no  ficiefle  grande,  y  cruel  caf- 
tigo  en  ellos,  nunca  fe  emendarían  ¿amas.  En  efta  Guerra 
nos  andubimos  con  ayuda  de  los  Naturales  de  la  Provincia 
de  Tafcaltecal,  y  Chururtecal,  y  Guafuzingo,  donde  han 
bien  confirmado  la  amiftad  con  nofotros,  y  tenemos  mu- 
cho concepto,  que  feí viran  íiempre  como  leales  Vafallos 
de  Vueftra  Alteza.  Eftando  en  efta  Provincia  de  Tepeai 
ca,  faciendo  efta  Guerra,  recibí  Cartas  de  la  Vera-Cruz^ 
por  las  quales  me  hacían  faber,  como  allí  al  Puerto  de 
ella  habían  llegado  dos  Navios  de  los  de  Franciíco  de 
Garay  desbaratados:  que  fegun  parece  él  había  tornado 
á  embiar  con  mas  Gente  á  aquel  Rio  grande,  de  que  yo* 
hice  Relación  á  "Vueftra  Alteza:  y  que  los  Naturales  de 
ella  habían  peleado  con  ellos,  y  les  habían  muerto  diez, 
y  fíete,  ó  diez,  y  ocho  Chriftianos,  y  herido  otros  mu- 
chos. Afsímifmo  les  habíao  muerto  fíete  Caballos,  y  que 
los  Efpañoles ,  que  quedaron  fe  habían  entrado  á  nado 
á  los  Navios,  y  fe  habían  efeapado  por  buenos  pies:  é 
que  el  Capitán,  y  todos  ellos  venían  muy  perdidos,  y, 
heridos,  y  que  el  Teniente,  que  yo  había  dejado  en  la 
Villa,  los  había  recibido  muy  bien,  y  hecho  curar.  E  por 
que  mejor  pudicílen  convalecer,  había  émbiado  cierta 
parte  de   los   dichos  Efpañoles  á  Tierra  de   un  Señor, 

8>uef- 


DE  D.  FERNANDO  CORTÉS  i  y  5 

íiueítro  Amigo,  que  e(H  eerca  de  allí,  donde  eran  bien  ■ 
probeidos.  De  lo  qual  todo  nos  pefo  tanto ,  como  dé 
nueftros  trabajos  pafados:  é  por  ventura  no  les  acaecie- 
ra efte  desbarato,'!!  la  otra  vez  ellos  vinieran  á  mí,  co- 
mo ya  he  hecho  Relación  á  Vueftra  Alteza.  Porque  co- 
mo yo  eftaba  muy  informado  de  rodas  las  cofas  de 
eftas  parteSj  pudieran  haber  de  mí  tal  avifo,  por  don- 
de no  les  acaeciera,  lo  que  lesfucedió:  efpecialmente¿ 
que  eí  Señor  de  aquel  Rio,  y  Tierra,  que  fe  dice  Panu- 
co, fe  había  dado  por  Va  fallo  de  Vueftra  Msgeftad.  Ert 
cuyo  reconocimiento  me  había  embiado  á  la  Ciudad  de 
Temixtitán,  con  fus  Menfajeros,  ciertas  cofas,  como  ya 
he  dicho.  Yo  hé  eferito  ala  dicha  Villa,  que  ü  el  Ca- 
pitán de  el  dicho  Fiancifco  de  Garay,  y  fu  Gente  fe  qui- 
fieflen  ir,  les  den  favor,  y  les  ayuden  para  fe  defpachar 
ellos,  y  fus  Navios. 

Defpues  de  haber  pacificado,  lo  que  de  toda  eíh  ^tFITI.Da 
Provincia  de  Tepeaca  fe  pacificó,  y  fujetó  al  Real  Ser-  %""^lc¡0  Qor¿ 
vicio  de  Vueftra  Alteza,  los  Oficiales  de  Vueftra  M,igef-  tés,  con  pare 
tad,  y  yo  platicamos  muchas  vezes  la  orden,  que  íe  de-  céV  de  ¡os  fu* 
bía  de  tener  en  la  íeguridad  de  efta  Provincia.  E  vjeñt-  yos%  hacer  und 
do  como  los  Naturales  de  ella ,  habiendofe  dado  por  c,u<l«d  *H  Te~ 
Vafaílos  de  Vueflra  Alteza,  fe  habían  rebelado,  y  muer-  ^laSegurTdé 
to  los  Efpañoles:  y  como  eflán  en  el  Camino,  y  pafo  ¡a  Frontera,  i 
por  donde  la  contratación  de  todos  los  Puertos  de  la  ¡¡ombra  Jup 
Alar  es  para  la  Tierra  dentro :  y  confiderando ,  que  íi  t,cia->  y  ReS'* 
efta  dicha  Provincia  fe  dejafle  fola,  como  de  antes,  los  f^T^ 
^atúrales  de  la  Tierra,  y  Señorío  de  Culúa,  que  eftiri 
cerca  de  ellos,  los  tornarían  á  inducir,  y  atraher  á  que 
otra  vez  fe  lebantaífen,  y  rebelaflen:  de  donde  fe  fegui- 
íía  mucho  daño ,  y  imp?dÍraiento  á  la  pacificación  de 
eftas  partes,  y  al  Servicio  de  Vueftra  Alteza,  y  cefaría 
la  dicha  contratación:  mayormente,  que  para  el  Cami- 
no de  la  Cofta  de  la  Mar ,  no  hay  m3s  de  dos  Puer- 
tos muy  agros,  y  áfperos,  que  confinan  con  efta  dicha 
Provincia:  y  los  Naturales  de  ella  los  podrían  defendeí 
con  poco  trabajo  fuyo.  E  afsí  por  efto,  como  por  otras 
razones,  y  caulas  muy  combenientes,  dos  pareció,  que 

RR  2?  para 


cofas. 


i  j  6  CARTA  DE  RELACIÓN 

para  evitar  lo  ya  dicho,  fe  debía  hacer  ert  eíía  dicha 
Provincia  de  Tepeaca  una  Villa  en  la  mejor  parte  de 
ella,  á  donde  concurriefíen  lis  calidades  necefarías  para 
los  Pobladores  de  ella.  E  poniéndolo  en  efecto,  yo  en 
nombre  de  Vueftra  Mageftad  pufe  nombre  á  la  dicha 
Villa,  Segura  de  la  Frontera:  (i)  y  nombré  Alcaldes,  y 
Regidores,  y  otros  Oficiales,  conforme  á  lo  que  fe  acos- 
tumbra. E  por  mas  feguridad  de  los  Vecinos  de  efta 
Villa  en  el  lugar  donde  la  feñalé,  fe  ha  comenzado  á 
traher  materiales  para  facer  una  Fortaleza,  porque  aquí 
los  hay  buenos .  y  fe  dará  erí  ella  toda  la  priefa,  que 
fea  mas  pofible. 
XLlX.Deía  Eftando  eferibiendo  efta  Relación,  vinieron  á  mí 

Prcvinda  de  c;Crtos  Menfajeros  de  el  Señor  de  una  Ciudad,  que  eftá 
uacac  ua,y  ¿>mco  jeguas  ¿e  eftá  Provincia,  que  fe  llama  Guacahula: 
como  fus  Caer  i1)  V  es  a  la  entrada  de  un  Puerto,  que  le  pala  para  en- 
ques  informa  trar  á  la  Provincia  de  México  por  allí,  fos  quales  de 
ron  á  Cortés  parte  del  dicho  Scñó'f,  me  dijeron:  que,  porque  ellos,- 
baber    treinta  $  ¿^  ^      habb(J  venjd(y  ¿  ^  ¿   aaj.  ja  Obedíen- 

mil  Indios  de   * .  /    .,      n        .  .        n     ,    ,  ...  r     i    t  t  r 

Cuiíia%y yendo  cu>  °iue  a  Vueftra  Mageftad  debían:  y  le  habían  ofre-i 

¡os  Efpañoies  cido  por  fus  Vafallos,  y  que  porque  yo  no  los  cuípafie,; 

contra    ellos ,  creyendo,  que  por  fu  confentimiento  era*   me  kacíart  fa- 

prendieron    á  jx,f)  como  cn  \z  dicha   Ciudad  eftaban  apofentados  cler-: 

os.      fiC,aii"  ros  Capitanes  de  Culúa.  E  que  en  ella,  y  á  una  legua 

referidos,  y  ¡os      f      ■     T  .  .  n  *   1      .  ,  5 

bahieroíi  Cor  ^e  e"aJ  eftaban  treinta  mil  Hombres  en  guarmciorr,  guar- 
tés,elquai  les  dando  aquel  Puerto  ,  y  pafo,  para  que  no  pudieífemos 
día  libertad,  y  entrar  por  él:  y  también  para  defender ,  que  fos   Natu- 

Z'ldkhí  h  ra!cs  dc  h  dicha  Ciudad'  ni  de  otras  Provincias  á  ellas 
Comarcanas'  íírvieflen  a  Vueftra  Alteza,  ni  fuefierí  nuef- 
tros  Amigos.  E  que  algunos  obieran  venido  á  fe  ofre- 
cer á  fu  Real  Servicio,  fi  aquellos  no  lo  impidicílen:  é 
que  me  \o  hací  ¡n  faber,  paraque  lo  remediarle;  porque 
demás  del  impedimento,  que  era  á  los  que  buena  volun- 
tad tenían,  los  de  la  dicha  Ciudad,  y  todos  los  Comar- 
canos* 


(  r  )     No  conferva  hoy  el  nombre  de  Segura,  ííno  el  antiguo  de  Tepeaca» 
t.  *)     Huaquecbula  otra  de  las  Repúblicas» 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  Tff 

canos,  recibían  mucho  daño.   Porque  como   citaba  mu» 
chj  Gente  junta,  y  de  Guerra,  eran  muy  agraviados,  y 
maltratados ,  y  les  tomaban  fus  Mugeres,  y  Haciendas, 
y  otras  cofas:  y  que  vieíle  yo,    que  era  lo  que  manda- 
ba, que  ellos  hL'ieííen,    y  que   dándoles  favor,  ellos    lo 
harían.   E  luego,  defpues    de    los    haber  agradecido  fu 
aviío,  y  ofrecimiento,  les  di  trece  de  Caballo,  y  docieñ- 
tos  Peones,  que  con  ellos  fueífcn,  y  harta  treinta  mil  Indios 
de  nueftros  Amigos.  Y  fué  el  concierto,  que   los  llevarían 
por  parte  que  no  foeífen  fentidos:  é  que  defpues  que  llegaífé 
junto  á  la  Ciudad  el  Señor,  y  los  Naturales  de  ella,  y  los 
demás  fus  Vafallos,  y  Valedores,  eftarían  apercebidos,  y 
cercarían  los  Apofentos,  donde  los   Capitanes   eftaban 
apofentados,  y  los  prenderían,  y  matarían,  antes  que  la 
Gente  los  pudielTe  focorrer:  é  quando  la  Gente  vinief- 
fe,  yá  los  Efpañoles  eftarían  dentro  la  Ciudad  ,   y  pe- 
learían   con  ellos,  y  los  desbaratarían.  E  idos  ellos ,   y 
los  Efpañoles,  fueron  por  la  Ciudad  de  Churultecal,  y 
por   alguna  parte  de  la  Provincia  de    Guafucingo,    que 
confína  con   la  Tierra  de   cita  Ciudad  de   Guacachula, 
halla  quatro  leguas  de  ella  ;  y  en  un  Pueblo  de  la  di- 
cha  Provincia  de  Guafucingo,  dizque  dijeron  á  los  Ef- 
pañoles,  que  los   Naturales  de    eíra   Provincia   eftaban 
confederados  con  los  de  Guacachula,  y  con  los  de  Cu- 
lúa,  para  que  debajo  de  aquella  cautela,  llebaiTen  á  los 
Efpañoles  á  la  dicha  Ciudad,    y  que   allá  todos  juntos 
dieílen  en  los  dichos  Efpañoles,  y  los  mataflen.  E  co-: 
mo  aun  no  del   todo  era   falidó  el    temor,    que  los  de 
Culta  en  fu  Ciudad,  y  en  fu  Tierra  nos  pulieron,  pu- 
fo efpanto  efta  información  á  los  Efpañoles;  y  el  Capi- 
tán, que  yo  embiaba  con  ellos,  hizo  fus  pefquifas,  ccr- 
mo  lo  fupo  entender,  y  prendieron  todos  aquellos   Se- 
ñores de  Guafucingo,  que  iban  con  ellos,  y  á  los  Men- 
fajeros  de  la  Ciudad  de  Guacachula:  y  prefos,  con  ellos 
le  bolvieron  á  la  Ciudad  de  Churultecal,  que  cíU  qua-> 
tro  leguas    de  allí:  é  defde  allí  me  embiarort   todos  los 
prefos  con  cierta  Gente  de  Caballo,  y  Peones,  con  la 

corj* 
SS 


*! 


«'  i 


*>  ii 


n58  CARTA  DE  RELACIÓN 

confirmación  que  habían  habido.  E  demás  de  efto  me 
efcribió  el  Capitán,  que  los  nueftros  eftaban  atemoriza- 
dos, que  le  parecía  que  aquella  jornada  era  muy  difi- 
cultofa.  E  llegados  los  prefos,  les  hablé  con  las  Len- 
guas que  yo  tengo;  y  habiendo  puefto  toda  diligencia 
para  faber  la  verdad,  pareció  que  no  los  había  el  Ca- 
pitán bien  entendido.  E  luego  los  mandé  foltar,  y  les 
fatisfice,  con  que  creía,  qué  aquellos  eran  leales  Vafa- 
lios  de  Vueftra  Sacra  Mageftad,  y  que  yo  quería  ir  cu 
Perfona  á  desbaratar  aquellos  de  Culúa;  y  por  no  mof- 
trar  flaqueza,  ni  tensor  á  los  Naturales  de  la  Tierra,  afsí 
á  los  Amigos,  como  á  los  Enemigos,  me  pareció,  que 
no  debía  ceíar  la  jornada  comenzada.  E  por  quitar  al- 
gún temor  de  el  que  los  Efpañoles  tenían,  determiné 
de  dejar  los  negocios,  y  defpacho  para  Vueftra  Magef- 
tad,  en  que  entendía,  y  á  la  hora  me  partí,  á  la  ma- 
yor priefa  que  pude,  é  llegué  aquel  día  á  la  Ciudad 
Churaltccal,  que  cftá  ocho  leguas  de  efra  Villa,  donde 
hallé  álos  Efpañoles,  que  todavía  fe  afirmaban  fer  cier-, 
ta  la  Traición. 
i'r   Cr'uT'á  ^  otro  día  fuy  á  dormir  al  Pueblo  de  Guafucin- 

Guacachula  ,  g°j  donde  los  Señores  habían  fido  prefos.  El  día  fi- 
fehan  fus  In.  guiente,  defpues  de  haber  concertado  con  los  Menfa- 
áíos  con  los  Cu  jeros  ¿e  Guacachuta,  el  por  donde,  y  como  habíamos 
lúas,  y  "^w  de  entrar  en  la  dicha  Ciudad,  me  partí  para  ella  una 
enaian  en  hora  antes  que  amanecieííe,  y  fuy  íbbre  ella  caí!  á  las 
la  Ciudad ;  y  diez  del  día.  E  á  media  legua  me  falieron  al  Camino 
como  desbarató  ciertos  Menfajeros  de  la  dicha  Ciudad,   y  me   dijeron, 

Cortés  el  focar  como  eftaba  todo  muy  bien  probeído-,  y  á  punto,  y 
to  de  los  Mext-  .         ,    ^  . ,  r',¿  , '      ,  n  *.  , 

„„  ...  que  los  deCulua  no  labian  nada  de  nucítra  venida,  por- 

canos,  quejen         .  ,  .    >r 

tirados  á  «»  que  ciertas  tipias,  que  ellos  teman  en  los  Caminos,  los 
Monte,  fueron  Naturales  de  la  dicha  Ciudad  las  habían  prendido :  é 
derrotados,  y afsímifmo  habían  hecho  á  otros,  que  los  Capitanes  de 
muertos, y  Jus \Qj]ua  embiaban  á  fe  afomar  por  las  Cercas,  y  Torres 
quLdas  y  aue'^e  fa  Ciudad  á  defeubrir  el  Campo:  é  que  á  efta  cau- 
maflos.  ia*toda  la  Gente  de  los  Contrarios  eftaba  muy  defeui- 

dada,  creyendo,  que  tenían  recaudo  en  fus  Velas,  y  Ef- 
S'Uchas:»  por  tanto,  que  llegaífe,  que  no  podía  fer  lénti- 

do. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  159? 

tío.  E  afá  roe  di  mucha  priefa,  por  llegar  á  la  Ciudad 
fin  fer  fentido,  porque  Íbamos  per  un  Llano,  donde  def- 
de  allá  nos  podrían  bien  ver.  E  fegun  pareció,  como 
de  los  de  la  Ciudad  fuimos  viítos,  viendo  que  tan  cer- 
ca eítábamos,  luego  cercaron  los  Apofentos,  donde  los 
dichos  Capitanes  eftaban,  y  comenzaron  á  pelear  coa 
los  demás  ,  que  por  la  Ciudad  eftaban  repartidos.  E 
quando  yo  llegué  á  un  tiro  de  Balleíta  de  la  dicha  Ciu- 
dad, ya  me  trahían  harta  quarenta  Prisioneros  ,  é  toda-i 
vía  me  di  priefa  á  entrar  dentro.  En  la  Ciudad  andaba 
muy  gran  grita  por  todas  las  Calles,  peleando  con  los 
Contrarios,  é  guiado  por  un  Natural  de  la  dicha  Ciu- 
dad, llegué  al  Apofento,  donde  los  Capitanes  eftaban,' 
el  qual  hallé  cercado  de  mas  de  tres  mil  Hombres,  que 
peleaban  por  entrarles  por  la  Puerta,  é  les  tenían  to-: 
triados  los  Altos,  y  Azoteas;  é  los  Capitanes,  y  la  Gen- 
te, que  con  ellos  fe  halló,  peleaban  tan  bien,  y  tan  es- 
forzadamente, que  no  les  podían  entrar  el  Apofento, 
pueíío  que  eran  pocos,  porque  demás  de  pelear  ellos 
como  valientes  Hombres,  el  Apofento  era  muy  fuerte» 
y  como  yo  llegué  luego,  entramos,  y  entró  tanta  Gen-, 
te  de  los  Naturales  de  la  Ciudad,  que  en  ninguna  ma- 
nera los  podíamos  focorrer,  que  muy  brevemente  no 
fueflen  muertos;  porque  yo  quificra  tomar  algunos  á  vU 
da,  para  me  informar  de  las  cofas  de  la  gran  Ciudad,' 
y  de  quien  era  Señor  defpues  de  la  muerte  de  Mutec-: 
zuma,  y  de  otras  cofas,  y  no  pude  tomar  fíno  á  uno 
mas  muerto  que  vivo,  de  el  qual  me  informé  ,  como 
adelante  diré.  Por  la  Ciudad  mataron  muchos  de  ellos,' 
que  en  ella  citaban  apofentados:  y  los  que  eftaban  vU 
vos,  quando  yo  en  la  Ciudad  entré,  fabiendo  mi  ve-: 
nída,  comenzaron  á  huir  hacia  donde  eftaba  la  Gentes 
que  tenían  en  Guarnición  :  y  en  el  alcance  aísimifmo 
murieron  muchos.  E  fué  tan  prefto  oído,  y  fabido  efte; 
tumulto  por  la  dicha  Gente  de  Guarnición,  porque  ef-> 
taban  en  un  alto,  que  fojuzgaba  toda  la  Ciudad,  y  Ioi 
llano  de  alderredor,  que  cafi  á  una  fazon  llegaron  los 
que  falían  huyendo  de  la  dicha  Ciudad,  y  la  Gente  que 


íi  6o  CARTA  DE  RELACIÓN 

venía  en   focorro,  y    á  ver  qué  cofa  era  aquella ,   Ids 
qüales  eran  mas  de   treinta  mil  Hombres,  y  la  mas  lu« 
cida  Gente ,  que   hemos    vifto,  porque  trahían  muchas 
Joyas  de  Oro,  y  Plata,  y  Plumajes;  y  como   es  grande 
la  Ciudad,  comenzaron  á  poner  fuego  en  ella,  por  aque- 
lla parte  por  dó  entraban:  lo  qual  fué  muy  prefto  he- 
cho faber  por  los  Naturales ,  y  falí  con  fola  la   Gente 
de  Caballo,  porque  los  Peones  eftaban   yá  muy  canfa, 
dos,  y  rompimos  por  ellos,  y  retrujeroníé  á   un  pafo, 
el  qnal  les  ganamos,  y  íalimos  tras  ellos,    alcanzando 
muchos  por  unaCuefta  arriba  muy  agrá:  y  tal,  que  quan- 
do  acabamos  de   encumbrar  la  Sierra,  ni  los  Enemigos, 
ni    nofotros  podíamos  ir  atrás,  ni  adelante:  e  afsí  caíc- 
ron  muchos   de  ellos  muertos,  y  ahogados  de  la  calor, 
fin  hetida  ninguna,  y  dos  Caballos  fe  eftancaron,  y  el  uno 
murió;  y  de  efta  manera  hicimos   mucho  daño,  porque 
ocurrieion    muchos  Indios  de  los  Amigos  nueftros:  y 
como  iban  defeanfados,  y  los  Contrarios   caíi   muertos, 
mataron  muchos.  Por  manera,  que  en  poco   rato  citaba 
el  Campo  vacío  de  los  vivos,  aunque  de  lbs  muertos  al- 
go ocupado:  y  llegamos  á  los  Apofentos,  y  Albergues, 
que  tenían   hechos  en  el  Campo  nuebamentc  ,  que  en 
tres  partes  que  eftaban,  parecía  cada  una  de  ellos  uní 
razonable  Villa;  porque  demás  de  la  Gente   de  Guerra, 
tenían  mucho   aparato   de  Servidores  ,  y   fornecimiento 
para   fu  Real:  porque  fegun  fupe  defpues,  en  ellos  ha- 
bía Perfonas  Principales;  lo  qual  fué  todo  delpojado,  y 
quemado  por  los  Indios  nueftros  Amigos,  que  certifico 
á  Vueftra  Sacra  Mageftad,  que  había  yá  juntos  de   los 
dichos  nueftros  Amigos  mas  de  cien   mil  Hombres,  (i) 
V  con  efta  victoria,  habiendo  echado  todos  los  Enemi- 
gos de  la  Tierra,  hafta  los  pafar  allende  unas  Puentes,  y 
malos  pafos,  que  ellos  tenían,  nos   bolvimos  á  la  Ciu- 
dad,  donde  de  los  Naturales  fuimos  bien  recibidos ,  y 
apofentados:  é  defeanfamos  en  la  dicha  Ciudad  tres  días, 
de  que  teníamos  bien  neceíidad. 

En 

(  i  )     Por  eftas  Acciones  de  los  de  Huauquechula,  íe  les  han  concedido  muchos 
Píiirilegios,  y  fe  les  confervan  el  día  dé  hoy. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.   \  i¿i 

En  efte  tiempo  vinieron  á  fe  ofrecer  al  Real  Ser-        LI.  Piden 
vicio  de  Vueftra  Magertad  los  Naturales  de  una   Pobla-  Perdo"  á7  cfr' 

,  J p,  .  ,  ,,        c.  ,         tés  los    indios 

cion  grande ,  que  efta  encima  de  aquellas  Sierras ,    dos  dg  Qcapatü«a% 

leguas  de  donde  el  Real  de  los  Enemigos  eftaba,  y  tam-  qUe  habían  fe- 

bien  al  pie  de   la  Sierra ,    donde  he    dicho  ,   que  fale  guido  á  los  de 

aquel  fumo,  que  fe  llama  efta  dicha  Población  Ocupatuyo.  Cldúa>  y  Pj°m 

(i)  E  dijeron,  que  el  Señor,  que  allí  tenían  fe  había  ido  í>onen  j"r.  rü. 

i        j     A   i'        i     •  ir    i         Lwf        mano  de  futa' 

con  los  de  Culua  al  tiempo ,   que  por  allí    los   había-   c¡auei  „ue  bu- 

mos  corrido:  creyendo  que  no  paráramos  hafta  fu  Pueblo.  E  yó.para  que  los 
que  muchos  días  había,  que  ellos  quiíieran  mi  amiftad,  gobierne  en  fu 
y  haber  venido    á   fe  ofrecer    por  Vafallos  de    Vueftra   ¡¡¡^¡¿¿^¿"j! 
Mageftad,  fino  que  aquel  Señor  no  los  dejaba,  ni  había   J^  sitio   de 
querido :  puerto,  que  ellos    muchas    vezes  fe    lo  habían    Guacacbula. 
requerido,  y  dicho.  Y  que  agora  querían  fervir  á  Vuef- 
tra  Alteza;  é  que  allí  había   quedado  un  Hermano  de 
el  dicho  Señor,  el  qual  fiempre  había  íulo  de    fu  opi- 
nión, y  propóíito:  y  agora  afsímifmo  lo  era.  E  que  me 
rogaban,  que  tubieííe  por  bien,  que  aquel  fucedieífe  en 
el  Señorío;  é  que  aunque  el  otro  bolvieífe,  que  no  con- 
ííntiefie,  que  por  Señor  fuerte  recibido,  y  que  ellos  can 
poco  lo  recibirían.  E  yo   les  dije,  que  por  haber    (ido 
harta  allí  de  la  liga,  y  parcialidad  de  los  de    Culúa,  y 
fe  haber  rebelado  contra  el  Servicio  de  Vuertra  Magef- 
tad eran  dignos  de  mucha  pena:  y  que  afsí  tenía  pen- 
fado  de  la  ejecutar  en  fus  Perfonas,  y  Haciendas.  Pero 
que  pues  habían  venido,  y  decían,  que  la  caufa  de    fü 
rebelión,  y  alzamiento  había  fido  aquel  Señor,  que  te- 
nían, que  yo  en  nombre  de  Vuertra  Mageftad  les   per- 
donaba el  yerro  pafado,  y  los   recibía,  y  admitía  á  fu 
Real  Servicio.  Y  que  los  apercibía,  que  íi  otra  vez  fe- 
mejante  yerro  cometieiTen,  jerían  punidos,  y  caftigados; 
Y  que  fi  leales  Vafallos  de  Vuertra  Alteza  fuellen,   fe- 
rían  de  mí,  en    fu   Real  nombre ,  muy   favorecidos ,   y 
ayudados;  é  afsí  lo  prometieron.   Efta  Ciudad  de  Gua- 
cachula  eftá  afentada  en  un  Llano,  arrimada  por  la  una 
parre  á  unos  muy  altos,  y  áfperos  Cerros;  y  por  la  otra 

TT  to- 


(«)    Ocuituco,  que  eftá  á  el  pie  de  el  Volcán. 


16i  CARTA  DE  RELACIÓN 

todo  el  Llano  la  cercan  dos  Ríos,  dos  tiros  de  Balles- 
ta, el  uno  del  otro,  que  cada  uno  tiene  muy  altas,  y 
grandes  barrancas»  E  tanto,  que  para  la  Ciudad  hay 
por  ellos  muy  pocas  entradas,  y  las  que  hay  íon-áfpe- 
ras  de  bajar,  y  fubir,  que  á  penas  las  pueden  bajar,  y 
fubir  cabalgando.  Y  toda  la  Ciudad  eftá  cercada  de  muy 
fuerte  Muro  de  cal  y  canto,  tan  alto,  como  quatro  eftados 
por  de  fuera  de  la  Ciudad:  é  por  de  dentro  eftá  caíi 
igual  con  el  fuelo.  Y  por  toda  la  Muralla  va  fu  petríl, 
tan  alto,  como  medio  citado,  para  pelear  tiene  quatro 
enriadas,  tan  anchas,  como  uno  puede  entrar  á  Caballo: 
y  hay  en  cada  entrada  tres,  ó  quatro  bueltas  de  la  cer- 
ca, que  encabalga  el  un  lienzo  en  el  otro :  y  hacia  i 
aquellas  huchas  hay  también  encima  de  la  Muralla  fu 
pcuíl  para  pelear.  En  toda  la  cerca  tienen  mucha  can- 
tidad de  piedras  grandes,  y  pequeñas,  y  de  rodas  ma- 
neras, con  que  pelean.  Será  cita  Ciudad  de  hafta  cin- 
co, ó  feís  mil  Vecinos;  c  terna  de  Aldeas,  á  ella  fujetas 
otros  tanros,  y  mas.  Tiene  muy  gran  faio,  porque  de  den- 
tro de  ella  hay  muchas  Huertas,  y  Frutas,  y  Olores  á  fu 
coft  timbre. 
L1I.  De  la  E  defpues   cíe  haber  repofado  ,  en   cita    dicha 

Couquifla    de  Ciudad  tres  días,  fuimos  á   otra  Ciudad  ,  que    fe  dice 
Izzticmuy  fi-  Yzzucú.0,  que  eftá  quatro  leguas  de  efta  de  Guacachula: 

tuaaon  ríe  ella.  t       •   i  j        ^    *  51        r '     -r.         11' 

Vienen  á  dar  porque  ruy  informado,  que  en  ella  alsimiímo  había  mu- 

ja  obediencia  á  cha  Gente  de  los  de  Culúa  en  guarnición:  y  que  los  de 

Cortés  los Pue    ja  dicha  Ciudad,  y  otras  Villas,  y  Lugares  fus  fufragá* 

„„  i!os  ccn'nrca'  neos  eran,  y  fe  moftraban  muy  parciales  de  los  de  Cu- 

poriucefor  de  ^1,  porque  el  Señor  de  ella  era  fu  Natural,  y  aun    Pa- 

Izzuciíh  á  un  riente  de  Muteczuma.  E  iba  en  mi  Compañía  tanca  Gen- 

Nieto  del  Ca    te  de  los  Naturales   de  la    Tierra  Vafallos  de    Vueftra 

vique.  Mageftad,  que  cafi  cubrían  los  Campos^  y  Sierras,  que 

podíamos  alcanzar  á  ver.  E  de   verdad    había   mas  de 

i»''  ciento,  y  veinte  mil  Hombres.  Y  llegamos  fobre  la  dicha 

*n  Ciudad  de  Yzzucán  á  hora  de  la  diez,  y  eftaba  dcfpo- 

blada  de  Mugeres,  y  de  Gente  menuda:  é  había  en  ella 
hafta  cinco ,  ó  fcis  mil  Hombres  de   Guerra    muy   bien 
aderezados.  Y  como  los  Efpañoles  llegamos  delante  co- 
men- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i£$¡ 

méhzaron  algo  á  defender  fu  Ciudad;  pero  en  poco  ra- 
to la  defampararon ,  porque  por  la  parre ,  que  fuimos 
guiados  para  entrar  en  ella  eftaba  razonable  entrada.  E 
ícguimoslos  por  toda  la  Ciudad  harta  los  facer  faltar 
por  encima  de  los  adarves  (i)  á  un  Río,  que  por  la  otra 
parre  la  cerca  toda:  del  qual  reñían  quebradas  las  Puen- 
tes, y  nos  detubimos  algo  en  pafar,  y  feguímos  el  al- 
canze  harta  legua,  y  media  mas:  en  que  creo  fe  efea- 
paron  pocos  de  aquellos,  que  allí  quedaron.  Y  bueltos 
a  la  Ciudad  embié,  dos  de  los  Naturales  de  ella,  que 
eftaban  prefos,  á  que  hablaífen  á  las  Pcrfonas  principa* 
les  de  la  dicha  Ciudad,  porque  el  Señor  de  ella  fe  ha- 
bía también  ido  con  los  de  Culúa,  que  eftaban  allí  en 
gu-jrnicion,  para  que  los'hicieíTe  bolver  á  fu  Ciudad;  y 
que  yo  les  prometía  en  nombre  de  Vueftra  Mageftad, 
que  fiendo  ellos  leales  Vafallos  de  Vueftra  Alteza,  de  allí 
adehíRtc  ferian  de  mí  muy  bien  tratados,  y  perdonados 
del  rebelión,  y  yerro  pafado.  E  los  dichos  Naturales 
fueron  ,  y  dende  á  tres  días  vinieron  algunas  Perfonas 
principales,  y  pidieron  perdón  de  fu  yerro,  diciendo, 
que  no  habían  podido  mas,  porqie  habían  hecho,  lo 
que  fu  Señor  les  mandó;  y  que  ellos  prometían  de  ahí 
adelante,  pues  fu  Señor  fe  había  ido,  y  dcjadolos,  de 
fervir  á  Vueftra  Mageftad  muy  bien,  y  lealmentc.  E  yo 
les  afeguré,  y  dije,  que  fe  vinieífen  á  fus  Cafas,  y  tru- 
jeiTen  á  fus  Mugeres,  y  Hijos,  que  eftaban  en  otros  Lu- 
gares, y  Villas  de  fu  parcialidad;  y  les  dije,  que  hablaf- 
fen  afsímifmo  á  los  Naturales  de  ellas,  para  que  vinief- 
fen  á  mi:  y  que  yo  les  perdonaba  lo  pafado,  y  que  no 
quiííeflen,  que  yo  obieífe  de  ir  fobre  ellos,  porque  re- 
cibirían mecho  daño,  de  lo  qual  me  pafaría  mucho.  E 
afsí  fue  fecho,  de  ahí  á  dos  días,  fe  tornó  á  poblar  la 
dicha  Ciudad  de  Yzzucán :  é  todos  los  Sufragáneos  á 
ella  vinieren  á  fe  ofrecer  por  Vafallos  de  Vueftra  Al- 
teza; é  quedó  toda  aquella  Provincia  muy  fegura,  y  por 
nueftros  Amigos ,  y  Confederados  con    los   de  Guaca- 

TTr  chul3. 


(i)     Adarve  es  te'rmino  arábigo,  que  es  el   efpacio,  que  hay  en  los  Muro? 
donde  fe  [eb.intaii  las  Almenas. 


i64  CARTA  DE  RELACIÓN 

chula.  Porque  hubo  cierta  diferencia  fobre  á  quien  píf-í 
tenecía  el  Señorío  de  aquella  Ciudad  ,  y  Provincia  de 
Yzzucán  por  aufencia,  del  que  fe  había  ido  á  México. 
E  puerto,  que  hubo  algunas  contradicciones,  y  parcia- 
lidades entre  un  Hijo  baftardo  del  Señor  Natural  de  la 
Tierra,  que  había  íído  muerto  por  Muteczuma,  y  puer- 
to, el  que  á  la  fazon  era:  y  cafadole  con  una  Sobri- 
na fuya;  y  entre  un  Nieto  de  el  dicho  Señor  Natural, 
Hijo  de  fu  Hija  legítima,  la  qual  eftaba  Cafada  con  el 
Señor  de  Guacacbula,  y  habían  habido  aquel  Hijo  Nie- 
to de  el  dicho  Señor  Natural  de  Yzzucán:  fe  acordó 
entre  ellos,  que  heredaífe  el  Señorío  aquel  Hijo  del  Se- 
ñor de  Guacachula,  que  venía  de  legítima  línea  de  los 
Señores  de  allí.  E  puedo  que  el  otro  fuerte  Hijo,  que 
por  íer  baftardo  (i)  no  debía  de  fer  Señor, afsí  quedó.  E 
obedecieron  en  mi  prefencia  á  aquel  Muchacho,  que  es  dé 
edad  de  hafta  diez  años;  á  que  por  no  fer  de  edad 
para  gobernar,  que  aquel  fu  Tío  baftardo,  y  otros  tres 
Principales,  uno  de  la  Ciudad  de  Guacachula,  y  los  dos 
de  la  de  Yzzucán  fueífen  Gobernadores  de  la  Tierra,  y 
tubieííen  el  Muchacho  en  fu  poder  harta  tanto,  que 
fuerte  de  edad  para  gobernar.  Eira  Ciudad  de  Yzzucán  fe- 
rá  de  harta  tres,  óquatro  mil  Vecinos,  es  muy  concertada 
en  fus  Calles,  y  Tratos,  tenía  cien  Cafas  de  Mezquitas, 
y  Oratorios  muy  fuertes  con  fus  Torres:  las  quales  to- 
das fe  quemaron.  Eftá  en  un  Llano  á  la  halda  de  un 
Cerro  mediano,  donde  tiene  una  muy  buena  Fortaleza: 
„  y  por  la  otra  parte  de  hacia  el  Llano  ertá  cercada  de 

un  hondo  Río,  que  pafa  junto  á  la  cerca:  y  eftá  cerca- 
da de  la  Barranca  del  Río,  que  es  muy  alta,  y  fobre  Ii 
Barranca  hecho  un  petríl  toda  la  Ciudad  en  torno  tan 
alto,  como  un  eftado:  tenía  por  toda  efta  cerca  muchas 
piedras.  Tiene  un  Valle  redondo  muy  fértil  de  Frutas, 
.»►*  y  Algodón ,   que  en  ninguna  parte  de  los  Puertos  ar- 

'.•ii  riba  íe  hace  por  la  gran  frialdad:  y  allí  es  Tierra  calien- 

te, y  caufalo,  que  eftá  muy  abrigada    de  Sierras;  todo 

cite 


(i)     Aquí   fe  advierte,  que  reconocían    legítimo    Matrimonia,  y  excluían   á  loS 
Batíanlos  de  la  Suceííon,  como  fe  manda  en  las  Leyes  de  Efpaña. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  x¿¡ 

eñe  Valle  fe  liega  por  muy  buenas  Azcqnias,  que  tienen 
muy  bien  Tacadas,  y  concertad,  s. 

En  erta  Ciudad  eftube  halía  la  dejar  muy  pob!a«  Lili.  Lie- 
da,  y  pacífica:  é  á  ella  vinieron  aíVimiímo  á  fe  ofrecer  §"'1  de  Paz  les 
por  Vafallos  deVueftra  Mageftad,  el  Señor  de  una  Clu-  i>eno.resdcGua 
dad,  que  le  dice  Guaxocingo,  y  el  Señor  de  otra  Ciu-  áeotraCiudad* 
dad,  que  eflá  á  diez  leguas  de  efta  de  Yzzucán,  y  fon  diftame  diez 
fronteros  de  la  Tierra  de  México.  También  vinieron  de  leguas,  y  los  de 
ocho  Puebles   de  la  Provincia  de  Coaftoaca,  (i)  que  es  ff^*#« 

,  i        /-      -     i  j        n      {_•  (¡l!"es    de    las 

lina,  de  que  en  los  Capítulos  antes  de  eíte  hice  men-  prov¡nc¡as  ¿6 
cion,  que    habían  viílo  los  tapiñóles,   que  yo  embié  á  Coojloaca,Zu- 
bufear  Oro  á  la  Provincia  de  Zuzula,  (i)   donde,  y   en  zula, y  Tama, 
la  de  Tamazula,  (3)  porque  eflá  junto  á  ella,  dije,  que  *»'«»  */*'<»• 
había  muy  grandes  Poblaciones,  y  Caías  muy  bien  obra- 
das, de  mejor  Cantería,  que  en  ninguna    de    eftas  Par- 
tes fe  había  viílo:  la  qual  dicha   Provincia  de  Coaftoa- 
ca eirá  quarenta  leguas  de  allí  de   Yzzu  án:  é  los  Na- 
turales de  los  dichos   ocho  Pueblos   fe   ofrecieron  afs¡- 
mifmo  por  Vafallos  de  Vuefira  Alteza,  é   dijeron ,  que 
otros  quatro,  que  refhban  en  la  dicha  Provincia,    ver- 
nían  muy  prefro:   é    me    dijeron ,  que    les   perdónala, 
por  que  antes  no  habían  venido,  que    la    caula    había 
fido  no  ofar,  por    temor    de    los    de    Culúi ,    pruque 
ellos    nunca    habían    tomado    Armas    contra    mi ,     ni 
h  b  an    lulo    en    muerte    de     níngun    Eípañol.    £  que 
íumprc,  defpues  que  al    férvido  de  Vucítra  Alteza    fe 
habían  ofrecido,  habían  fido   buenos,  y  leales   Vafallos 
fuyos   en  fus  voluntades,  porque    no  las   habían  oíado 
jmnifvíbr,  por  temor  de  los  deCulúa.  De  manera,  que 
puede  Vueírra  Alteza  fer  muy  cierto,  que  fiendo  nuef- 
tro  Señor   férvido  en  fu   Real  ventura,  en   muy    breve 
tiempo  fe  tornaiá  á  ganar  lo  perdido,  ó    much3  parre 
«le  ello,  porque  de  cada  día  fe  vienen  á  ofrecer  por  Va- 
fallos  de  Vueílra  Mageftad,   de   muchas  Provincias ,    y 

ua  cíu- 


(1)     E?  Onitne.r.   ■ 

(i)     Puede  fer  Z.icatula  de  el  Obifpado  de  Miclv*ican« 

(3)    Tamazul*  eft*  en  la  Provincia  de  Sinaloa  á  la  Corta  del  Sur, 


tá¿  .     CARTA  DE  RELACIÓN 

Ciudades,  qué  antes  eran  fujetas  á  Muteczuma,  viendo; 
que  los    que  aísí  lo  hacen,  fon  de  mi  muy   bien  reci- 
bidos, y  tratados:  y  los   que  al  contrario,  de  cada  día 
deftruídos» 
Lrr'f"!?rer  De  los  que  en  la  Ciudad  de  Guacachula  fe  pren- 

Tecllma-  ent"a  dieron,  en  efpecial  de  aquel  herido,  fupe  muy  por  es- 
é  reynarenMétcnCo  las  cofas  de  la  Gran  Ciudad  de  Temixtirán ,  é 
xieo,  y  fe  pre- como  defpues  de  la  muerte  de  Mutcczuma  había  fuce-, 
i>itne  Cortés  á  ¿\¿Q  cn  ci  Señorío  un  Hermano  fuyo,  Señor  de  la  Ciu- 
1*  Guerra.  ¿^  ¿e  Izcapalapa^  que  fe  llamabaCuetravacin,  (i)  el  qual 
i  fucedió  en  el  Señorío,  porque  murió  en  las  Puentes  el 

Hijo  de  Mutcczuma,  que  heredaba  el  Señorío,  y  otros 
dos  Hijos  fuyos,  que  quedaron  vivos,  el  uno  dizque  es 
loco,  y  el  orro  perlático:  é  á  efta  caufa  decían  aque- 
llos, que  había  heredado  aquel  Hermano  fuyo,  é  tam,- 
bien  porque  él  nos  había  hecho  la  Guerra ,  y  porque 
lo  tenían  por  valiente  Hombre  muy  prudente.  Supe  af- 
símífmo,  como  fe  fortalecían,  afsí  en  la  Ciudad,  como 
en  todas  las  otras  de  fu  Señorío,  y  hacía  muchas  Cer- 
cas, y  Cavas,  y  fofados,  y  muchos  géneros  de  Armas. 
En  efpecial  fupe,  que  hacían  Lanzas  largas,  como  Picas, 
para  los  Caballos,  é  aun  ya  habernos  vifto  algunas  de 
•  ellas,  é  porque  en  efta  Provincia  de  Tepeaca  fe  halla- 
ron algunas ,  con  que  pelearon:  y  en  los  Ranchos ,  y. 
Apofentos,  en  que  la  Gente  de  Culúa  eftaba  en  Gua- 
cachula, fe  hallaron  afsímifmo  muchas  de  ellas.  Otras 
muchas  cofas  fupe,  que  por  no  dar  á  Vueftra  Alteza 
importunidad,  dejo. 
«i.  Yo  embio  á   la  Isla  Efpañola  quatro  Navios,  pa- 

ra que  luego  buelvan  cargados  de  Caballos,  y  Gente 
para  nueítro  focorro:  é  afsímifmo  embia  á  comprar 
otros  quatro,  paraque  defde  la  dicha  Isla  Efpañola,  y 
Ciudad  de  Santo  Domingo  traigan  Caballos,  y  Armas,  y 
Ballenas,  y  Pólvora,  porque  efto  es  lo  que  en  eftasPar- 
'f,  tes  es  mas  necefario;  porqué  Peones  Rodeleros  aprove- 

chan 


(i)    Giich.")huatzin, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ttf 

chan  muy  poco  folos,  por  fer  tanta  cantidad  de  Gente, 
y  tener  tan  fuertes,  y  grandes  Ciudades,  y  Fortalezas: 
y  efcribo  al  Lie.  Rodrigo  de  Figueroa,  y  á  los  Oficia- 
les de  Vueftra  Alteza,  que  refiden  en  la  dicha  Isla,  que 
den  para  ello  todo  el  favor,  y  ayuda,  que  fer  pudiere, 
porque  afsí  conviene  mucho  al  fervicio  de  Vueftra  Alteza, 
y  á  la  feguridad  de  nueftras  Pcríonas:  porque  viniendo  ef- 
ra  ayuda,  y  focorro,  pienfo  boiver  fobre  aquella  gran 
Ciudad,  y  fu  Tierra:  é  creo,  como  ya  á  Vueftra  Magef- 
tad  he  dicho,  que  en  muy  breve  tornará  al  cftado,  en 
que  antes  yo  la  tenía,  é  fe  reftaurarán  las  pérdidas  pa- 
íadas.  Y  en  tanto,  yo  quedo  haciendo  doce  Berganti- 
nes, para  entrar  por  la  Laguna,  y  eftafe  labrando  ya 
la  Tablazón,  (i)  y  Piezas  de  ellos,  porque  afsí  fe  han 
de  llcbar  por  tierra,  porque  en  llegando  fe  liguen ,  y 
acaben  en  breve  tiempo:  é  afsímiímo  fe  hace  Clavazón 
para  ellos,  y  eftá  aparejada  Pez,  y  Eftopa,  y  Velas,  y 
Remos,  y  las  otras  cofis  para  ello  necefarias.  E  certifi- 
co á  Vueftra  Mageftad,  que  hafta  confeguir  efte  fin,  no 
pienfo  tener  defeanfo,  ni  cefar  para  ello  todas  las  for- 
mas, y  maneras  á  mi  pofibles,  pofponicndo  para  ello 
todo  el  trabajo,  y  peligro ,  y  cofta  que  fe  me  puede 
ofrecer. 

Habrá  dos,  ó  tres  días,  que  por  Carta  del  Te-  LV-  tltg» 
niente,  que  en  mi  lugar  eftá  en  la  Villa  de  la  Vera-  "'"P'™  Crue 
Cruz,  fupe,  como  al  Puerto  tle  la  dicha  Vüla  había  lie-  va  ¿  avt0  Pr 
gado  una  Caravela  pequeña,  con  hafta  treinta  Hombres  ray,  y  embía 
«.le  Mar,  y  Tierra,  que  dizque  venía  en  buíca  de  la  Gen-  Cortés áhufear 
te,  que  Francifco  de  Garay  había  embrado  á  efta  Tier-  le  al  Río  p¿' 
va,  de  que  ya  á  Vueftra  Alteza  he  hecho  Relación,  y  "!¡J£  *£™' 
como  había  llegado  con  mucha  necefidad  de  Baftimcn-  Je  México  con. 
tes:  y  tanta,  que  fi  no  hobieran  hallado  allí  focorro,  fe  tra  los  Efpa* 
murieran  de  fed,  y  hambre:  é  fupe  de  ellos,  como  ha-  poielts^y  prr 
bían   llegado  al  Río  de  Panuco,  y  eftado  en  él  treinta  t¡fii»*Cirt& 

r-rrT  j'       oe   focorrer   a 

UUi  días  i     a  ■ 

¡os  Amtgou 


(  í  )     Eíto  por  confiante   tradición   fe   trabajó  en  un  Barrio  de  Hueyothlipanj 
que  llaman  Qitatifimalán,  ciiie  quiere  decir,  donde  labran  los  Palos, 


i¿g  ...     :  CARTA  DE  RELACIÓN 

días  furtos,  y  no  habían  vifto  Gente  en  todo  el  Río,  ni 
Tierra:  de  donde  fe   cree,    que  á  caufa  de  lo   que  allí 
fuecdio,  fe   ha  defpoblado  aquella  Tierra.   E  afsímifma 
dijo  la  Gente  de  la  dicha  Ciravela,  que  luego  tras  ellos 
habían    de  venir  otros  dos  Navios  del    dicho  Francifco 
de  Garay  con  Gente,  y  Caballos,    y  que  creían ,    que 
eran  ya  paíados  la  Cofta  abajo:  é  parecióme,  que  cum- 
plía al  férvido  de  Vueftra  Alteza,  porque  aquellos  Na- 
vios, y  Gente,  que  en  ellos  iba,  no  fe  pierda,  é  yendo 
defprobeídos  de  avifo  de  las  cofas  de  la  Tierra,  los  Na- 
turales no  hiciefTcn  en  ellos  mas  daño  de  lo  que  en  los 
primeros    hicieron,  embiar   la  dicha  Caravela  en    bufca 
de  los  dos  Navios,  para  que  los  avifen  de  lo   pifado, 
y  fe  vioielTen  al  Puerro  de  la  dicha  Villa,  donde  el  Ca- 
pitán, que  embió  el  dicho  Francifco  de  Garay,  primero 
citaba  efpetandolos,  plcga  á    Dios   que  los  halle,  y  á 
tiempo  que  no  ayan  íulido  ú  Tierra:  porque    fegmi  los 
Naturales  ya  eir.ab.in  lobre  avifo,  y  los  Efpañoles  íin  él, 
temo  recibirían  mucho  daño,  y  de  ello  Dios  nueítro  Se- 
ñor,  y  Vueftra  Alteza    fciían  muy  defervidos,   porque 
feria  encarnar  mas  aquellos  Perros,  de  lo  que  eftán  en- 
carnados, y  darles  mas  ánimo,  y  ofadsa,  para  acometer 
á  los  que  adelante  fueren. 

En  un  Capítulo  antes  de  eftos  hé  dicho,  como  ha- 
bía íabido,  que  por  muerte  de  Muteczuma  habían  alzado 
por  Señor  á  fu  Hermano,  que  fe  dice  Quetravácin,  (r)  el 
qual  aparejaba  muchos  géneros  de  Armas,  y  fe  fortalecía! 
en  la  gran  Ciudad,  y  en  otras  Ciudades  cerca  de  la  La- 
«h,  guna.  E  ahora  de  poco  acá,  hé  afsímifmo  fabido,  que  el 

dicho  Cuetravacin  ha  embiado  fus  Menfajeros  por  rodas 
las  Tierras,  y  Provincias,  y  Ciudades  fujetas  á  aquel  Se- 
ñorío, á  decir  y  certificar  á  fus  Vafallos,  que  él  les  hice 
gracia  por  un  año  de  todos  los  Tributos,  y  Servicios,  que 
ion  obligadas  á  le  hacer,  y  que  no  le  den,  ni  le  paguen  co- 
J,  fa  alguna:  con  tanto,  que  por  todas  las  maneras  que  pn- 

did- 


(  t  )    Cukkahuauin. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ifcj 

ídieflen,  hlcieflen  muy  cruel  Guerra  á  todos  los  Omitía- 
nos, hártalos  matar,  ó  echar  de  toda  la  Tierra:  é  que  af- 
símifmo   la    hicieílen    á  todos  los  Naturales,  que  fuefleri 
nueftros  Amigos,  y  Aliados;  y  aunque  tengo  efperanza  en 
nueftro  Señor,  que  en  ninguna  cofa  faldran  con  fu  inten- 
ción, y  p'opóíuo,  hallóme  en  muy  eftrema  necefidad  para 
íbeorrer,  y  ayudar  á  los  Indios  nueftros  Amigos,  porque 
cada  día  vienen  de  muchas  Ciudades,  y  Villas,  y  Pobla- 
ciones á  pedir  focorro  contra  los  Indios    de  Culúi  fus 
Enemigos,  y  nueftros,  que  les  hacen  Guerra,  quanta  pue- 
den á  caufa  de  tener  nueíha   amiftad,  y  alianza,  é    yo 
no  puedo  focorrer  á  todas  partes,  como  querría.  Pero 
como  digo,  placerá  á  nueftro  Señor,  fuplirá  nueftras  po- 
cas fuerzas,  y  embiará  prefto  el  focorro,  afsí  el    fuyo, 
como  el  que  yo  embio  á  pedir  á  la  Efpañola. 

Por  lo  que  yo  hé  vifto,  y  comprehendido  cer- 
ca de  la  (ímilitud ,  que  toda  efta  Tierra  tiene  á  Efpa- 
ña,  afsí  en  la  fertilidad,  como  en  la  grandeza,  y  fríos, 
que  en  ella  hace,  y  en  otras  muchas  cofas,  que  le  equi- 
paran á  ella:  me  pareció,  que  el  mas  conveniente  nom- 
bre para  efta  dicha  Tierra,  era  llamarfe  la  Nueva  Efpaña 
del  Mar  Océano  :  y  afsí  en  nombre  de  Vueftra  Magef- 
tad  fe  le  pufo  aquefte  nombre;  humildemente  fuplico  á 
Vueftra  Alteza  lo  tenga  por  bien,  y  mande,  que  fe 
nombre  afsí. 

Yo  he  eferito  á  Vueftra  Mageftad,  aunque  mal 
dicho,  la  verdad  de  todo  lo  fucedido  en  eftas  partes, 
y  aquello,  que  demás  necefidad  hay  de  hacer  faber  á 
Vueftra  Alteza:  y  por  otra  mía,  que  va  con  la  prefen- 
te  embio  á  fuplicar  á  Vueftra  Real  Excelencia ,  mande 
embiar  una  Perfona  de  confianza,  que  haga  inquiíicion, 
y  pefquiía  de  todo,  é  informe  á  Vueftra  Sacra  Magef- 
tad de  ello;  también  en  efta  lo  torno  humildemente  i 
fuplicar,  porque  en  tan  feñalada  merced  lo  temé,  como 
en  dar  entero  crédito,  á  lo  que  eferibo. 

Muy  alto,  y  muy  Excelentífsimo  Príncipe,  Dios 
Nueftro  Señor  la  Vida,  y  muy  Real  Perfona,  y  muy  Po- 
derofo  Eftado  de  Vueftra  Sacra  Mageftad  conferve,  y 

XX  tu- 


t» 

*« 


Pfé  CARTA  DE  RELACIÓN 

aumente  por  muy  largos  tiempos  con  acrecentamiento 
de  muy  mayores  Reynos ,  y  Señoríos,  como  fu  Real 
Corazón  defea .  De  la  Villa  Segura  de  la  Frontera  de 
cita  Nueva  Efpaña  á  treinta  de  Octubre  de  mil  quinien-- 
tos  veinte  años. 

De  Vuejlra  Sacra  Mageftad  muy  humilde  Siervo,  y  Va- 
fallo,  que  los  muy  Reales  Pies.,  y  Manos  de  Vuejlra 

Alteza  befa 

Fernán  Cortés. 

Defpues  de  efta  en  el  mes  de  Marzo  primero, 
que  pafó  vinieron  nuevas  de  la  dicha  Nueva  Efpaña,  co- 
mo los  Efpañoles  habían  turnado  por  fuerza  la  grande 
Ciudad  de  Temixtitán:  (i)  en  la  qual  murieron  mas  In- 
dios, que  en  jeruíalcn  Judíos  en  la  deftruccion,  que  hi- 
zo Vcfpafiano;  y  en  ella  afsímiímo  había  mas  número  de 
Gente,  que  en  la  dichi  Ciudad  Santa.  Hallaron  poco  te- 
foro  ácaufa,que  los  Naturales  lo  hibían  echado,  y  fífnti- 
¿o  en  las  aguas;  folos  dofcientos  mil  pefos  tomaron,  y  que- 
daban muy  fortalecidos  en  la  dicha  Ciudad  los  Efpaíio- 
]es,  de  los  quales  hay  al  prefente  en  ella  mil ,  y  qui- 
nientos Peones,  y  quinientos  de  Caballo ;  é  tiene  mas 
de  cien  mil  Indios  de  los  Naturales  de  la  Tierra  en  el 
Campo  en  fu  favor.  Son  cofas  grandes,  y  ertrafus,  y 
es  otro  Mundo  fin  duda ,  que  de  íolo  verlo  tenemos 
harta  codicia,  los  que  á  los  confines  de  él  citamos.  Ef- 
tas  nuevas  fon  harta  principio  de  Abril  de  mil  quinien- 
tos, y  veinte,  y  dos  años,  las  que  acá  tenemos  diñas 
de  fé. 

La  prefente  Carta  de  Relación,  fué  Lnprcfa  en 

la 


(i)  Eíta  toma  fué  el  día  de  San  Hypólico  Martyr  treze  de  Agofto  ano  de  mil 
quinientos  veinte,  y  uno,  con  todas  las  Fuerzas,  que  tenía  penfadas  Hernán  Cor- 
tés, Bergantines,  que  navegaron  la  Laguna  hafta  México,  y  los  Aliados  de  Tlaxcá- 
la,  y  fas  Comarcas;  era  Emperador  Quaticmoc,  6  Quatictnoctzin,  pues  el  fys  es 
reverencial,  y  elle  fué  defpues  muerto  por  los  Efpañoles,  con  lo  míe  acabó  el  Iifi- 
¡7 crio  Meík.ui», 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i7¿> 

h  Muy  Noble,  y  muy  Leal  Ciudad  de  Sevilla  por  Ja- 
cobo  Croirbreger  Alemán,  á  och»  días  de  Noviembre! 
año  de  mil  quinientos,  y  veinte  y  dos.  (i) 

FRAGMENTOS 

De  un  Mapa  de  Tributos,  ó  Cordillera  de  los  Pue» 
blos,  que  los  pagaban,  en  que  género,  en  que   can- 
tidad, y  en  qu  •  tiempo,  á  el  Emperador  Mutec- 
zuma  en  fu  Gentilidad. 

0 

ESTA  en  Papel  muy  gruefo   de  Metí,  ó   Maguey^ 
,  que  íe  Ihma  Pita  en  Efpaña. 

Los  Indios  no  fabían  eferibir  en  fu  Gentilidad, 
y  el  modo  de  er.tcn^eríe,  era  figurar,  ó  pintar,  lo  qae 
querían  decir  con  varios  caracteres,  y  figuras;  íl  eran 
Guerras,  ponían  arroyos  de  finare,  para  ligiincar  el  ef- 
trago ;  y  aun  la  Doctrina  Cbiftiana  fué  ríe  ce  fa  rio  á  el. 
principio  enfeñarfela  con  figuras. 

Los  nombres  de  los  Pueblos  todos  fon  fignifí- 
cativos  de  la  mifma  figura,  con  que  los  pintaban,  y  por 
efte  motivo  delpues  de  la  Converíiun  de  los  Naturales, 
y  de  haberles  entenado  á  eferibir  las  palabras,  que  pro- 
nunciaban ,  ó  por  algún  Indio  inítruido ,  ó  por  algún 
Miiioncro,  que  fabía  ya  el  Mexicano,  pudo  ponerfe  al- 
guna explicación  de  el  M^pa  de  Tributos,  aunque  fe 
esnoce,  que  no  acertó  con  la  exprefion  de  muchos  Pue- 
bles, efpcualmente,  los  que  no  eran  Cabeza  de  Par-i 
tido. 

El  modo  de  figurar,  ó  eferibir  de  los  Indio*; 
ícgun  va  dicho,  era  empezando  defde  abajo  para  ar- 
riba, y  afsí  lo  primero,  que  eftá  en  cada  plana,  es  el 

XXi  Pue- 


(  i  )  Por  efta  fecha  fe  conoce,  que  la  Impreíion  de  clh  Carta  fué  las  Primi- 
cias de  el  Arte  de  la  Imprenta  en"  Sevilla,  y  acafo  de  coda  Efpaña,  pues  la  Biblia 
Cfimplutenle  es  la  primera  Obra,  que  fe  celebra  hecha  4  COÍk  de  d  £fan  Caide-j 
nal  Den  Fray  Fiancifco  Xiincnei  de  Qfneroí, 


iji  CARTA  DE  RELACIÓN 

Pueblo  principal,  Cabecera  de  todos,  los  que  eftan  pin- 
tados en  la  orla,  y  eílaban  fujetos  á  fu  Jurifiiccion. 

El  original  le  recogió  Don  Lorenzo  Boturiní,  y 
Benaduci,y  para  en  una  de  las  Secretarías  de  Gobierno 
de  el  Virreyn  tta:  eftá  pintado  con  diverfos  colores,  to- 
dos apropriados  á  el  género  de  Tributo,  que  fe  paga- 
ba: el  Algodón  en  fu  figura;  las  Tilmas,  Mauras,  ó  Huí- 
piles, fegun  los  labores,  y  colores,  que  habían  de  te- 
ner. Los  zurrones  de  Grana  con  las  manchas  de  efta: 
los  vertidos,  ú  adornos  Milirares,  fegun  habían  de  pagar- 
fe,  y  lltbarfe  hechos  á  México,  unos  con  cabeza,  y  minchas 
de  Tigre,  otros  de  Lobo,  ó  Coyote,  otros  de  León,  y 
otros  Animales»  otros  con  Plumages,  otros  de  Pieles: 
dichos  adornes  Militares  eíhn  pintados  en  dos  piezas, 
ó  mitades,  una  para  medio  cuerpo  arriba,  de  modo, 
que  metían  la  cabeza  los  Indios,  y  parecían  cabezas  de 
León,  Tigre,  Lobo,  ú  otra  de  las  figuras,  con  que  fe 
hacían;  otra  mitad  era  para  medio  cuerpo  abajo  á  mo- 
do de  faldón.  Entre  los  Indios  había  fu  efpecie,  y  dis- 
tinción de  Ordenes  Militares:  una  de  Principes,  que  ufa- 
ba de  Plumajes,  otra  de  las  Águilas,  otra  de  Leones,  y 
otra  de  Tigres,  porque  ufaban  eftas  Infignias. 

Parece  increíble  el  número  de    Ropas,  Tilmas, 
Mantas,    y  Huípiles,  que  pagaban    cada  ochenta    días, 
muchos  Pueblos,  y  fervían  para  veftir  todos  los  Depen- 
dientes de  Palacio,  que  eran  muchos. 

Los  Pueblos,  y  Barrios  cerca  de  México  eílaban 
obligados  á  la  fábrica,  y  reparos  de  los  Templos,  y  Ca- 
fas Reales,  que  en  México  eran  fíete  con  las  de  recrea- 
ción: á  poner  manos,  y  material,  y  fe  juntaban  muchos 
millares  de  Indios,  porque  para  edificar  Templos,  y  Ca- 
fas Reales,  elevaban  mucho  el  terreno,  haciendo  un  Mon- 
te de  tieira  artificial ,  y  efto  eo  parte  era  advertencia 
para  libertarfe  de  inundaciones  de  Agua  en  México, 
Yztapalapa,  Yztapaluca ,  y  otras  Ciudades ,  que  eílaban 
fundadas  fobre  las  Lagunas;  hoy  fe  ven  pocas  ruinas  de 
cftos  Edificios,  porque  Hernán  Cortés  les  mandó  afolar, 
pataque  no  firvieííen  de  refguardo  á  los  Indios,  quan- 

do 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  175 

do  conquiító  á  México:  otros  B.irrios   llevaban  los  co- 
meftibles;  Yzupaluca,  é  Yztapalapa  mucha  Sal, 

El  Mapa  da  una  idea  cabal  de  el  Gobierno  Gen- 
tílico Mexicano,  y  fe  demueftra,  que  trabajaban  mucho 
los  Naturales,  y  aun  fe  refiere,  que  á  los  pobres  de  Mé- 
xico les  obligaban  á  coger  Piojos,  y  Hormigas,  que  aquí 
deftruyen  las  Miefes,  y  Edificios,  y  que  cada  femana  lle- 
vaban muchos  coftales  de  eftos  Animales. 

Quando  vioo  Cortés,  había  Señores  en  Tetzccco, 
Yztapalapa,  é  Yztapaluca  ,  Parientes  muy  cercanos  de 
Muteczuma,  que  les  tenía  feñaladas  cftas  Ciudades,  pe- 
ro le  reconocían  por  fu  Rey. 

El  Oro,  que  le  contribuían  algunas  Provincias, 
era  baftanre  porción,  y  fabían  los  Indios,  el  modo  de 
fundirle,  haciendo  Platos,  y  algunas  Figuras  primorofas, 
que  embió  Cortés  á  Efpaña,  y  fue  áprelada  por  los  Fran- 
celes  la  primera  Nao,  en  que  iba  lo  mas  efpecial. 

En  el  concepto  de  el  Emperador  Muteczuma, 
debían  reconocerle  por  Rey  los  Tlaxcaltecas,  y  otras  Pro- 
vincias, que  fe  hicieron  Repúblicas,  y  le  negaron  el  Ser- 
vicio, que  fe  exprefa  en  el  Mapa;  comerciaban  por  si 
íolos,  y  era  muy  grande  fu  Mercado,  ó  Feria  en  Cho- 
lula,  y  Tlaxcala,  tanto  que  el  ídolo  de  Cholula  llama- 
do Quetzaalcoatl  era  el  Dios  de  las  Mercadurías,  y  otro 
Mercurio  de  los  Romanos. 

Eftas  Guerras  eran  tan  fangríentas,  que  ademas 
de  los  que  morían  en  ellas,  ¡aerificaban  á  los  Diofes  á 
los  que  le  cautivaban  en  ellas;  por  efta  razón  tenían  tan- 
ta enemifíad  con  los  Tlaxcaltecas,  y  eftos  fueron  inftru- 
mento  para  la  Conquifta. 

En  el  Barrio  de  Tlatelulco  de  México  hubo  Se- 
ñor, y  defpues  fe  incorporó  en  el  Emperador  Mexicano. 
Los  Pueblos  principales,  ó   Cabezeras,  que  fe 
exprefan   en  el    Mapa  fon  los  ilguientes. 

I.  TUttlulct  Barrio  de  México,  donde  había  un  gran 
Templo. 

II.  Ttpetlailak*  contribuía  Maíz,  Mantas  Vertidos.' 

yx  mi 


X 


174  CARTA  DE  RELACIÓN 

III.  Acolman     Maiz,   Tilmas,  Vertidos. 

IV.  Cvemalaca,  ó  ghiaunahunt    Maiz,  Papel,  Tecomates; 
Mantas,  Vertidos,  &c. 

V.  Huaxtepic   Maiz,  Tecomates,  Vertidos,  Mantas,&c. 

VI.  ¿¡hiaubtitlan  Petates,  Vertidos,  Mantas,  Maiz,  &c. 

VII.  Huipüxtla    Maiz,  Vertidos,  Mantas,  &c. 

VIII     jitotonilco  el  Grande    Maiz  ,  Vertidos,  Mantas,  &c 
ÍX.       Xllotepec   Muchas  Tilmas,  Mantas,  Vertidos,  Frixo- 
les,  &c. 

J^uahuacan    Maíz,  Maderas,  Mantas,  Veftidos,&c. 
loluca    Maiz,  Vertidos,  Tilmas,  &c. 
Ocuild   Sal,  Maiz,  Vertidos,  Mantas,  &c. 
MaWnalco    Mantas,  Maiz,  &c. 
1'lacko    contribuía  Míel  virgen,  Aromas,  Scc. 
Tepequaquilco    contribuía  Copal,  Piedras  finas,  dcc¿ 
Guathlan,  é  ííuautUa  contribuía  Cacao,  &c. 
Tlapan    contribuía  Barras  de  Oro,  &c. 
XVIII  Tlacozautitlan    contribuía  Rosilla  ,  y  cofas  de  rter-: 
ro,  &c. 

Ckalco   mucho  Maiz,  Vertidos,  Tilmas,  &c. 
Tepeaca   contribuía  Piedras  finas,  Aromas,  &c. 
Cohaaxtaca,  ú  Oaxaca    contribuía  Oro,  Gra«a,&c. 
Ceyoílapan    Oro,  Grana,  y  otras  cofas. 
Soeonufce   contribuía   Cacao,  Piedras   finas,  Páxa- 
rós,  Pieles  de  Tigre,  y  otras  cofas  de  Plumas.    . 
J^uatocko    también  contribuía  Cacao. 
Có'tjxUa     también   contribuía  Piedras  finas ,   Ca- 
cao, &:c- 
Tiapacoya    Vellidos,  y  Mantas,  Scc. 

XXVII  Tíatihquitepec    Ocozote,  ó  Goma  de  olor,    Vertir 
dos,  y  Mantas. 

XXVIII  Tuxpa   contribuía  Piedras  finas,  y  otras  cofas. 

XXIX  Axila    Algodón,  Mantas,  Bragas,  &c. 

XXX.     Taece    Algodón,  Chile,  Vertidos,  Mantas,  &c. 

La  Cordillera  no  eftá  completa,  y  pueden  fal-; 
tar  algunas  ojas  fegun  lo  maltratada,  y  cafi  inlegiblc, 
que  eftá:  folo  á  cofta  de  mucho  defvelo  fe  ha  acertado  algo, 
cuyo  trabajo  hé  tomado  con  el  mayor  gufto,  coníiderando, 

que 


XI. 

XII. 

XIII. 

XIV 

XV. 

XVI 

XVII 


XIX. 
XX. 

XXI 

XXII 
XXIII 

XXIV 

XXV. 

XXVI 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  17^ 

que  en  eftos  Fragmentos  fe  ve  el  mas  auténtico  refrimonio 
de  la  opulencia,  grandeza,  y  Mageftad  de  eíre  Imperio  Me- 
xicano; con  lo  qual  pienfo  quedarán  fatisfechos  los  mas 
rígidos  Ariftarcos,  especialmente  fi  fe  acuerdan  de  lo  que 
tengo  ya  dicho,  que  también  fe  ven  diferentes  veftigios  de 
Edificios  muy  magníficos,  en  cuyas  ruinas  fe  percibe,  que 
había  Torres,  Baluartes,  y  Fortalezas  bien  aderezadas ,  y 
proviftas  de  gente  de  Guerra,  las  que  demolió  Cortés  pa- 
ra quitar  las  fuerzas  á  tanta  multitud  de  Enemigos,  y  afsí, 
aunque  hoy  no  tengamos  Agujas,  Pirámides,  Panteones,  ni 
otros  Monumentos,  que  refervaban  los  Romanos  para  eter- 
niza! la  memoria  de  fus  Conquiftas,  no  hay  que  poner  en 
duda  haber,  fido  efta  la  mayor,  que  fe  lee  en  las  Hiítoriasí 
pues  el  incomparable  Cortés  dejó  en  eftas  Tierras  erigido 
el  eterno  preciofo  Obelifco  de  la  Religión  Católica,  zan- 
jada fobre  el  inexpugnable,  y  fiempre  triunfante  Caftillo  de 
Ja  Cruz,  que  ignorando,  como  dice  S.Ambrofio,  (1 )  los  fo- 
bervios  trofeos  de  la  Gentilidad,  dejó  á  eíte  vafUísimo  Im- 
perio roas  ennoblecido,  que  quedaron  los  Pirineos  con  la 
Argolla  de  Pompeyo,  y  que  la  mifma  Roma  GefttH  con  to- 
da la  Vanidad  de  el  Capitolio,  por  lo  que  es  muy  acreedor 
á  que  todos  le  aplaudamos  tan  gloriólos  triunfos  con  Iris 
rendimientos  mas  religiofos,  y  agradecidos;  y  para  moftiar 
yo  también  el  debido  reconocimiento ,  á  todos  los    que 
meiluftran,  y  fubminiftran  Noticias,  debo   manífeítar, 

que 


(  í  )  In  Cotcrn.  ¡n  cap.  23.  Luce  lib.  io.  Nos  autemt  quoniant 
tropbaum  jam  videmus,  ¿5  quod  currum  fuum  triumpbatot  afcenditi 
Confideremus  quod  non  Arborum  trutich,  non  Quadrijugis  p'aujlri  ma* 
nublas  de  mortaii  Iwjle  quafítas',  fed  patíbulo  triumpbali  captiva  de  fie* 
culo  fpoliafufpendit. Non  b'ic  getes  bracb;\s  po (i  ttrga  revindis^nec  ex» 
cifarum  urbium  Imirgines, oppidcrutnque  captor  um  fimulacra  cernimus^ 
0¡utfubmi(fa  captivorum  Regum  colla  miramur^qua/ii  bumanorum  folet 
efe  fpecies  ttiüpborum^iec  victoria  términos 'egionis  fine  di/Iinclos;  fed 
tvantes  Populos  rationumy  quifitos  nonad  fuppliciutit',fed  ad  prmmiunt 
Reges  liberis  aff~e£tibus  adorantes^  voluntarijs  urbes  fludijs  detí¡tas<& 
in  melius  reff'ormatas  Imagines  oppidorum,  auas  non  fusus  txpreferii\ 
fed  develio  coiorarit,  cjfc. 

YY* 


i7  5  DE  D-  FERNANDO  CORTES. 

que  el  Iluftrífsimo  Señor  Don  Francifco  Fabián,  y  Fue- 
-to dignísimo  Obifpo  de  la  Puebla  de  los  Angeles  con 
lu  penetración  tan  viva,  cultivada  en  las  Ciencias,  y 
en  el  Mexicano  ,  ha  contribuido  para  la  perfección  no 
Jólo  de  efta  Obra,  fino  también  de  \h  imprefion  de 
los  Concilios,  corrigiendo,  añadiendo,  y  emmendando  mis 
borrones. 

También  es  jufto  haga  momoria  de  los  Bachi- 
lleres Don  Carlos  de  Tapia  Cathedrátko  de  Lengua 
Mexicana  en  efta  Univerfidad,  y  Seminario  Trídentino, 
Sugeto  de  virtud,  venerable  por  fus  Canas,  y  recomen- 
, dable  por  faber  tan  bien  el  Idioma  Huafteco,  en  que  fe 
conlumó,  íiendo  Párroco  de  el  Pueblo  de  Tampamolon; 
y  ha  dado  á  luz  un  Arte  de  efta  Lengua,  y  de  la  Me- 
xicana: de  Don  Domingo  Jofeph  de  la  Mota,-  Cura  de 
Tochimiko,  Indio  Cacique,  y  de  el  eftilo  mas  elegante 
Mexicano:  de  Don  Luis  de  Ncve,  y  Molina  Cathedrá- 
tico  de  Lengua  Othomí,  en  el  Colegio  Seminario  ,  que 
áfsímifmo  ha  roto  el  hielo  dando  á  luz  un  Arte  de  efte 
Idioma;  de  los  que  me  hé  valido  para  leer  varios  Inf- 
trumentos,  faear  citas,  corregir  erratas,  reconocer  los 
Papeles  de  Bbtutini,  y  traducir  los  Caracteres,  que  por 
muy  antiguos  fon  diferentes  del  moderno  Mexicano:  Y 
particularmente  ha  trabajado  para  la  imprefion  de  los 
tres  Tomos  el  Rdo.  Padre  Prefentado  Fr.  Gerónimo 
Camps  de  el  Sagrado  Orden  de  Predicadores,  y  fu  De- 
finidor, Calificador  de  eí  Santa  Oficio ,  y  nueftro  Exa- 
minador Synodal;  que  fin  perdonar  días  ,  ni  horas,  ha 
hecho  la  Corrección  de  la  Obra ,  Tacando  las  Autori- 
dades de  las  citas,  y  ayudando  en  lo  formal,  y  mate- 
jial ,  para  que  falga  á  luz"  con  menos  defeclos» 


GAR- 


Lam.  2, 


CORDILLERA 

DE  LOS 

PUEBLOS, 

QUÉ 

ANTES  DE  LA  CONQUISTA 

PAGABAN  TRIBUTO 

Á  EL  EMPERADOR 

MUCTEZUMA, 

Y 
EN  QJJE  ESPECIE, 

•  » 

Y 

CANTIDAD. 


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; 


nr 


.  - 


, 


Coatí. 
Cultera. 


^CocoriOKCO 


Nopal  o  Higuera  de  Incitar  . 


Tlacoxcalan. 
Corsa  donde  fe  duerme . 


Tunal  en  Piedra. 


¿S 


^Aílan. 
L  ugar  de  Agua . 


r 


. 


■ 


■  ■ 
■ 


■ 


Tcocatli  cexiccA/ica 
m  Tía :i loteo. 
Trrnplc  de  Ttotilulco.j. 
cada  año/e  temponfa- 


,f  »*L__ 


la  bebida  del  Cacao,  en  grano. 


2  o.  diar. 


wt$mm> 


v\N,\5<V«sS».VV^ 


H&*^¡«&Í&lsfc! 


NWÍft 


macacatte. 


Ve/iido  au. 

dee¡Cue\ 
lio  aba 


Vtfliao  ae  riumat  para  de  me; 
dto  Cuerpo  aba* o . 

Cuaui/alua.     .  ~f  ~^  ^ 
J>uehlo  /^-x>i  " 
'«1 


Veflido  adornado  con  conchar. 


Tlatitulcatl. 


Aíoquthuix. 

■Sr.deTlatilulco. 


■ 


Hoyar  u  Horno 


■gN 


«H 


m  c  C  oéiJa/WiH     de  <M uge%W  ret  . 
Pefacas  oTcrcioi  de  Aíatitar.  i Huipiler  para  lar  Mutjtrer.  que  paga:  ^j 

ban  cada  año  lor  de  Tepetlacalco . 


Puebiot 


T  ribu  tortor  ftguradoi 


M°™.l-vM~>Uw  ft-M*.  S.Dt,.  I7í9 


■1y_ 


•I* 
»« 


y  teñidor     de  colo.rer 

Inin  mochi  tíahuixtli  cniuhiica  inauica/taquiaia 


Todo  efio  era  el Tributo  de  lor  Pueblo/  de  Acolman.d  pagaban  ca-V§ 
da  año  i{ |  Tilmar,  Braga/,  Hu ¡pt/¿e/y  /Plantar. 


Acó  i  meca  t 


otro/  Pueblo/  JYtbuturíof^M  Jigu--í 


h 


i 


,'.. 


; 


... 


■ 


Tetcalnrnit 

Quaunahuat.      ' 


Huiuilttm- 

Acatldtpat.       Atiyacalk.    MaTtHa. 


1 


i    ■■■ 


■ 


i 


á  *•• 


r 


Tercio/  cfí-^e  topar  la  \^éradar.¿/j&Sr'ntdar  de  vi^Brior  colores)***  :  c 
Huartepec^    oV  otro/  Pueblof  Tr^téufarior    que  re  Aliqur^an--gh''}-p^ 

1  nu  Fi 


ueñuejj 


Huaxtepec 


Qttau&ttk.        '¿Inerfecuiíco."7  '^l'     ,    T*?Aac°    • 


ví&m 


Matlactzo 


Aíaiz . 

ntli.yPet/at/yuatt  te-. 
g  potro  Vepalli.  __- 
^  guatro  mil  eftei 

tai  o  petate/. y  otr£ 

tantán 

Sillar 

de  tules 


,  !a/  Plumai  o  la/  Vanderai  eran  fe  -- 
nal  deTrthuto  H  eal  encima  de  lar  ter- 
cio/ ó  petaca/. 


Centtontli  A'acawa.  min qui.  Centmtontli  Ten 
¿roa.ATantat     Mredoaar.  4ooWlíMant 


are/. 


qui . 
rnecidtxr  en  la  or/a . 


Centzon/ii  Canauac  ■ 
too  Manta/  finar. 


Inin  ■Mupohualtica  Inquicaliaquiaia  Aiexico  Ynquauhtit/anquj  ■ 
£fl°  es  Jo  qucTnbutabnn  á  México  íoj  de  Quauhtitlan  . 


Quauhtitlan.  y  otro/  Pú^eblos  aquí  figurados 


.*■. 


■  HAi 


i  ...\ 


I 


ISISsS 


I 


liiülii 

■    .-■/."  ' 

' ■  v.  tvs,  >V  Qlu&n'V 


■• 


40 


Centiontü 

4oo.Ttna/t 

d» 


Jlfeucf/t. 
'tar  o  Jarra/- 
t€l. 


VeJhdor,y  ador  %»  fímnor  militarer  c 


cuerpo  arrtha.y  medio  cuerpo  aé^nco. 


m 


HueypoxthlAn.  E/to  e,  loque  anualmente  7>¡¿L       A*°°M*»t£J7pm 
m  tor  de  Hutpupia. 


puji/a.y  otro,  PueéíofTnéuíaHk 


- 


■ 


-* 


«nw 


Vcftidot¿/  adornar   Militare/. 


OntzontU -Aacazmmqut. 
feo  o-   Montar. 


OntzontU    JBíquacbtli. 
ffo  o :  mantatSfcOrdinar 


OntzontU  Canauac. 
&oo;  Jiña/. 


Inin  machi  JVappoualticajnquicailaqutaya . 


Cflo  er  lo  que  entraban  cada  ochenta  dios. 


Ato  ¿j anticuo  eijjrar&de.y  Otros  Pueblo r  Tributarior 


Huey  Atotontlco  ■ 


^ 


-• 


Cuezcomaü.y  tt  zintli . 


\«nc/:Jh 


J~ME/crine/  ó  ¡ 
medida/  de  Fnjolei. 


Q.uaunt/i 

Mai/actet/  Inqutualcaliaaquic- 
ya  México  Ynxtlptetepecar/. 
Diez  Aguilar  que  trahian  vivas 
lo/  de  Y.ilvtepec  á  /VI  exico. 


unm  mochi  Afappt 
'r!iua(tica.yquitequitiaXi 
\  iotepac.  E/lo  repapaéa  d. 
quarenta  en  quarenta 
por  lo/  de  Xi/otepec  ■ 


Wentzont/i  tlapal 
CcíiuA,\qui- 


'antas- 


Cenfzont/i  ^/ácazminqui  ■ 

\4o  o-  guarnecí  ádn/. 


...antli  Cut£.0Centzontíi )V_ 
Xical  Coliuhqi&ÁcouacoUuhqui 
ihuan  huypilíi.  Aoo.J^aguaidt: 

4  o  o.  Maguas  de  =  \  di**™,,  colore/. 

Mugcr  labradaryoito/^ 
tantuíjluypt  rr^//*'  • 


wJCentcontli  C 
|  cocueití- 


Wmm 

.-■•-'.íí'-n'ii.-.fA 


Ontzontíi  Dc^Pellolilmaiti. 
íoo.  jVtanta/iabradar  con  man. 

4oo,teñidarde.¡  cha/  de  Tigre, 
negro. 


X  ilotepef,    MJchmaloian.y  olror  Pueblo/  aqui  figurados. 


■ 


■ 


Medidas  de  Maii  - 

=A 


I  i  I 


i 


J 


Yctzint/i  X  opetlatl  - 
3oo.  Planchar  o  tablar 
r—^-Tefto  n  tec  pantfi.  de  madera . 

Yetzothpanth  quautn  Jf/a--.     jJ[uepantli. 
tiloni.    11  oo.  tercios  de -JuSa   iá f _  _  rr.: 
Leña  para,  quemar. 


fSeñidor.y   adornos 


ónnoiJttU  nacazmin    aut-  0»t gontti  tJTmatt*. 

Joo.  ñMatar  guarne  f^dar.      &oo  .18  Mantas 


Inin  nappoualtica  ynquicalfaquiaya  quabuacan- 

Ejfv  e>  lo  que  cada  Qc    hcnta  días  entraban  los  W\°*  <^o.huacan 


Qjsañuacan  ,y  otros 


Pueblas  Tributarios  Jigurador efl  ■> 


Qjuahuacan- 


i 


Vi. 


i 


■ 


. 


aYaÜ 


a>  .w'^oVuví 


/  '  . 


%W&2 


Ccnlzontlil  chtilmalli-. 


íoaunauac. 
loo.  Tilmas  finar. 


leczoniti  Ychülmatlt . 
Jlourri/mcu. 


Cenizo  mntlt  Ocuitieca 
yo  ich^tilmat/i. 
'antar 


imnJvappoualtua  ínquicallaquiaya  Tollocatí. 

€fio  es  lo  que  cada  Ochenta  diar  pagaban  /os  de  To  luco. 


Tolutca.y  otros  Pueblos  figurados  en    cfla-  Orla- 


Metepec . 


i 


-   ■  :-  :• 


•.  .s 


'W^ 


fe 


-~u~._ 


■ 


I 


i 


I 


,0\^U« 


Matzonrít Cuel %ztacomi- 

tlt. 
^Oor  mil  cania  roí  de  fal  ■ 


Jmn  nappoualíica  mquicalla 
auiaya  Occuiitecati . 
Efío  entraban  cada  ochen 
ta  dios  fot  de  Ocuiln. 


Adorno,-  Militare/. 


Centzontli  hutr^  Centzontlihrrm- 

tziteitía  Tlacthuf-  tlacuilloli- 

/■ec/i.  4oo.Afan~  4o o.  de  vario  s - 

tas  ¿aerada/-  colores. 


C  entiont/iiftu  Centlontlt  Ychtilrnaili 

Utecayo  .  4oo. Montar  rejulartr. 
4 oo  de  dijeréz 
telavov. 


Oc  ^ui(a,  y  otror  Pueblo/  Tributarios  aoui  figurados 


1 

t\°i 

■> 

I     . 


i       :■? 


I 


i 


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»  i 
r 


¿ctzonth.yecotilmatli^ nquicatlaquiaya  A/appouat- 

íica. 
Do/  rnily  quairocientaj  Manías  de  Pita  que  paya- 
ban cada  ochenta  dios  ior  Pueblos  de  Mamnaícc  SZum  -. 
pango.y  Xocatitlan^. 


11 


-■:■'.'.•■ . 

:'■■'■  ■  -*v*V.  '.:':'■}" 

■■■■a-.-r, 


Medidor  de 
Matm. 


^3 


Mat/i-T-Jca- 


T^zompanco. 


Xocatttlan . 


•VfeuwfgMt  ayotu^uW  v.  íiuyn  V  *WW  kwMta  j. 


.mu 


r»n\V*U. 


■A       E 


-i 


¡e- 


W   lenontíi  -ikallícomafí- 

24 oo  tecompairr  oXicatar. 


C  enfronta  matli  %tac  \o 
Matlactecpantli  auauhncuctli  inqut-.  putU  loo  trpuertarde 
nccamt.a.  Ordenes  de  tinaja,  de  Mi'-  copal  oXnctenso  blanco 
el  ffirgen . 


ynm  Nappoualtictt)nqu\catlquiaya  in  tlachcoiecatl 
eftopagahan  cada  Ochenta  dtar  lor  de  Tloxco. 


Torco. y  otro/  Pue 


Tíof  Th  ihutarioi  figurado/  ert  'fiarla. 


Talco- 


■ 


„*'• 


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I  m  '-; 


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■ 


■■ 


jetean  t/t  Xica/tecorr/pt/. 
JZo&o.tecomAa/ex. 


«§y  Macuil  tozcatl  Chalchiuitl ■ 
Cenxtquflfcpxllt  Copa:  atlC0  ^rtaj.  je p¡rdrarfmaiueK 

cienfo. 


^Macuil  terpantliiepoz 

^  rumen/ br: 


NaulthttontU  qua  kchtit.  .¿h  ^\tíi.  cinco  inflru 

r<d!££  r^mm  íM1^  rv^u^^^- 

..  H  A  %  :  rl 


H 


JlllÜ 

uüMantaM  4oo. teñidas-     4oo.de*mz]0>~-     ^coKuipih'ef.  ^oo^Mantar 
la  rM^dajr-        de  ne  faro .  (a   ¡U¡or„.  A  jft  V    9,  rar. 


TepoquacitiicCi . 


■* 


Ccnfzófli  Ttcpamini/amamatli  Coyo-. 
ichcatl.  4oo  .     $$  tercios  de  Algodón. 


12. 


v»  ♦  ^  ■*  •»  .r  ^c  •*  ■_■- 


Jfauchicc 
~sZoehicacO\ 

Oníonf/t  TapachW.  jar  cíe 

800.  Conchar  de  Macar. 


Tan  ilamamatli 
uatí.  4  o  o.  car. 
cacao . 


Naieztionfli  Gexhuahuaqui  J/ancrnmatí 
lioo.  Atontar  o  TUmafr. 


í  m 


fr* 


Z  acato/an  ■ 
Ttacaiitla  ■ 


Zocohwpilecan 


Apacaíe 


can. 


chicua  Ccntzontli  quaxtli  inquicattaquíaya  Gualecatí  nappocu 
a/tica.  Eftar  Af  antas  /ar  pagaban  cada  Ochenta  diar  lor  JeCtú- 
autnla  . 


Huauthía,  y    o 


'ueh/or  ^Tributarios  figutador en  Vi 

Xf/inuacan. 


Gmafhlan . 


©      © 


vv  .-%.•-' 


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v.  r  - . 
■    ■  . 


*  ■  f 


m 


Ti  "•   - 


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Ontionth Ayotecth. 
íoo   callaba  ¿lar. 


flP 


Ve/hdor  Militares. 


"—--•*'-"■  -<-•"•»• 


sssa 


son 
teocuitlatl 


Ttaaiiltatl  Coz  tic  mar. 
lattli.  dien  hartar  de : 

/rj)fA//i 

coz  tic   in.ttla.ta.tla.ti 
Cierta/  medidas  o  teco 
rnatei  lienor  de  arenar 
de  Oro. 

oo.  hui%füitr.    íoo 


*mm>#:- 


800 .  ri/i 


fnin  nappoua/tita,yrtquicat¿aqutaya  Tíáppanetecatt.       . 
•¡lo pagaban  cada  ochenta  diat  ¿or  de  Tiapan  en  la  Dtocec'de 
Pueétes  corj'irie.-  de  Tamatuüuaan . 


*lapan,y  otros  Pueblas  Tributarios  figurad'os  en  ejla  Orla. 


% 


kftA 


* 


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mfom 


■nAwTT 


Venidos  Adiliíarer . 


Veftidof  Afth'tarer. 


T  talco  zauttt/an-^^ 


Quiyauhteopan —   y  otroÁ  Pueblos  aquí figura&r . 


o£ 


* 


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1 


-S_: 


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nm  Cenca  rmet ynt.'aol'hXnethl \ra7iqutca/iaqut iyá  furtezjDRUá 
o.'aili.  Cita  son  lar  medidor  irrumetao/es  de  AStÜZ. 


CJ\ 


íniílautz  Cexiftuttl  tn  ouicaHaqur- 
aya. Tributo  arfual de  befiidof- 
Mr/ttare/  $  de  A* mador. 


Onzontli  tilmaihnap 
pohualixca  yrtquicaiiaí 
quiaya   Calcaií ■ 


Calcatl- 


koo.Ttífna;  a\  cada  c 
cnenta  atar  metían  O 
pagaba  lo/  de  Clínico . 


halco.y  otros  Pueblo/  Tributario/  figurados  aqut  abaxp.y  el  q-  entendiere  perfec- 
amenté  elMexicany  conozca  ía/ignifitacion  de  los  Pueblos  recriara  'os  que  ron  ■ 


■ 

*  — 

■ 


1  I 


ni 


Efe 


■ 


:     ■> 


y- 


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•    *?\ 


Ozloc. 


Cenxi 


yeti.  Mil  Canutar, 
de  Arpmar. 


AAwkkilactz  OH  °li 

Cataar  de 
Cal 


/lAatlactzontlama. 

ma'ii  Otlall .  4iet.Ca 

ryar  Je  Ptater &&. 


lo. 


'f  atie 


Ih 


aman  aju 


/ebpant/an 


.tf 


^ 


imana/a  po 


O  ya  oteomtia  ijuin  fucalcauaya  mimalhi— 

a. leca,  in  Cholulteeail,  ¡n  nuexafiÁneatl  "/ntcaauiíxtla    "íecolltaya  yn  : 
rnoteuczorna.   irte   era  el  JtrSicio,  que  reconocían     ct  el  imperador. 
Jriontezurna    lor    "ÍTlarcalUeoí;  ó  ae  Tlarcalo\   Cnoluía,  y  Huaxo-zingt 


Icpeiacac- 


lepe 


V^ 


■^5 


.  q 


cpeaca,     yotroi    fucilo/  figurados    en  ata      Orla.,   que  propnarnentc   nO   eran 


■k 


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J 

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Jj.'fe^p 


vx^tO">  tnr.) 


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■tVi;v  V. 


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.-'i- 


Mtt    tv- 


Tla-íocna'r'íuH} '  mat/atfet!  Ornóme  Cextnuití . 
arrie  Sartai  de  pie drar finar  f~en¿er. 


2.3. 


Teocuit/aW\tI  Coztíc 
cenltc  pa'fí^xicalli  z 
Xica  ¿z¿!Mi£±rur~ 
medí, 
de  Oro 


Ontzonflí  quettatlí. 
car ve* de ir. 


untar  rt  - 


Onttc  parvciautpi/li  nochezlh  . 
do/Zurrones  de  Grana. 

m  %nautca/¿a^utaya.¿cic  oertiau 
aue  pagaban    cada   año. 


Onltttlt/i-      TlapaltoctiiU&cayo .     Tlílpapatlauae .       4oo  Mat^ 
Canauac .        Ao«.¡r\lantar.¿ai>ra-      1°* /¡Cantar  nt-       rae 


íoo  Mantat       dar,  y  teñidor 

finari 


jyar  anc, 


har  . 


brajas . 


Ota  er  Oaxaca   (jue  ¡lama  Cárter    Cuartaooaca,  y  aquí  se  cria 
la  mexor  arana .  • 


Cóhuax.  ttau  a  can 


Tarnarzolapan  .  TepqT.coto¿an 


/T5\ 


^ 

^ 

£ 

^ 

S 


ConuaKítauaca 


"JarnarLula 


Tepozcoluia,  y 


,.i- 


■ 


14- 


Centec  panfWKTM  coztic  Teocuitta 
Comal!?.  Vh    WJjS&S&Orden  de  cazuelas, 
O  contales  cié  l'fiSííiiSB  Orv  ■ 


tílÉÉlfeL, 


wmm, 


*?a/;?¿?. 


Centec pa*ii¡uipilU  nJL  je he%- 
íli.  Vrjz,urron  e/c  Qr\l*Úana 


loo  Titmnsq'- 


Wmm 


O  moni  ti  Quachtli. 
goo.  Mantas: 


lnin     *ÍllacallaauiI  nappoualihuihl  in  Coyof/apartecatl. 
Cstto  payaban  Cada  ochenta  días  los  de    Coyollapan. 


Coyolicipan,   y  ofrot  Jurólos    tributarios      yiattradpr  m  erta   Or/a 


* 


■ 


- 


.Wj< 


■ 


■ 


...'"-v 


Oh 


E .-  • 


fíumy 

Ctntt^nttxTlawz  fue. 

chol  tío  Piimar  encamada!- 


90 

\*¡l4rdei 

(int-zontli  Xuth 
Molí.  "íoo fíumgi  azu/er 


Chaiclukuitl  Centezcat!  crppa  ¿Juta  De/  Sarta/  Je  Piedra/  Jiñas 


ruurcq  y     ofror     Ai 


/ributartof  figurado/      en  e/la      Oria 


■f. 


.i,'.     S\ 


-»  '■• 


- 

■ 


■ 


3 


'-a*i   "U«6i 


oiatft 

huí 


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15?  ' 

nv.  t-s 


..A 


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|  •    i       ■ 


omv-iv.  B"»S»\ttV> 


i<tk>«  i'.íi.-,    \btta 


—    ■:  - 


2Q 


ia\m. 


OntíonÜi  Ahmmatl. 
Soo   sftantfjfáar  Han 
car. 


CentccpacTÜ^mama  ■ 
¡ti  Cacauaií^l/ha  Cana 
ae  Cacao, 


ésjfjtjráfjt¿-i. 


^VlmI** 


Ontzon  tli  JÍeim \ma. 

xlk  *#$&, 

ti.  ¿í" 

¿arpar  de  Ji! 
fijan 


/•Kquicn  miteqmuh    quaun  Tochcatl  napoual- 
tua    Ynquuahaowaya .  ¿¡to   ex  toque  fr'ibutahan. 
Cada    ochenta     atar    lo/  Je       maucAtoKeo- 


.•  -  - 


luautoc 


Tozt/an. 


fuautorTuo,     Tóztan,   y   ohoj    PueUot  Tributartor  yiguraioi    en  c/ta  Orla 


- 


I 


V--* 


■ 

■ 


I 


T    i 


I 


■ 


>:*AM^ 


'Gn  i  { 


Cmlrc  cari  tlcfzochalch'thwtl. l¿>a. 
Caraanúlla  de     Piedra/  finar. 


íezacahht 
.jaDorcz-h, 


Tíauiztli  ce-Kt 
uitJ  Adorno/. 
Milihrer. 


íentzcn . 
!r   Juefza 

íkunaincas. 


Chlauequimi'í!. 
Ocho  fardor  de  Man  tai  presto  Jat. 

mm,  wm  i™ 

luH'',|      '..,>„«     1  ,.,i,J 


y/ifztmth  Tli'/paWlatlaiiac.  Moa  fiMTntar  negras. 

^MéplaráeJi.  ^P°É^-  CenÍT-OrAlllOmaÜ-  \ 

■  reidor.      /C\  Ahomdon.  itomlabradar         ioo^/JJrdtnarl 


212222 


Ynin    nappoualíica  %'itlacallaouil       (uefla^tecctl.     £*fo  er ¡o que pagaban: 

cada  ochenta  diar  lq¿  de    Cc1af.ua. 


euayocan 


lL.hnf!a,        y        otro. 


/     ñirílof  Tributarte t     fijuradój  en  rita    OrJa    Dtocen  JtAfllU 


• 


. 


:>';•.. 


2£- 


lexihuiil  jf/auiz. 
Adornos  A/rutares, 
con   infirmar. 


Ontzontli  Juach 
tn-  /oo  Manlaf, 


antas. 


Yr, 


?/•, 


Ynauícallaquiaya  Tlapa 


'n/n    natifouaitrca 
coyantlacatl-   J:stto   es/eoue   caja  acnen/a. 
aiar  pagaoan  los  ae    Tlacacoja. 


J /apa  coy  o 


jfapacoya  ■    D/ocrJí    Je  ñ/eé/a,   y   oíroj    Aei/ox    tn¿L/fartos  -fiauraJo/  en    erta  Úr/a. 


-.',-■ 


2? 


CeKiuitl     Mlatiuii* 
Adorna  O    )hiiyn'ior: 
Afi/itarfs. 


&nx.tauwiílt  Xoc/iocotzotl. 

I¿ra  talega  Je    Ocoxote  o-  Coma  Je: 

¿i  Olor. 


/Vautírzontli   tlupapatíahuac    iifmath. 


Jnrn   nape  oua  tuca    Ytla  calla au't/    ftatlauhout      7éf*catl . 
¿isio  e/  /c  Qt/e  paaaían     caja    ocAentá   Jiat  /o/  JeTTat/aunouitepee  - 
en  Ja  Diócesi  c/e    Puf  ¿la.  l»' 


■s  >; 


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TTat/au/tfUitepec,    y    orre/       AteíJos    Jiguraa'oj 


en  esfm     Or/a 


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Ce/t/ss  oaKiatttpifli'- 

e  ¿Tanto    y¿ftcat/   fh. 


£/ifo  es  lo  0&e  rada  cenen ta  atas. 
paaaoan   ¿o/  ae  7üxoa. 


3  ter/iaj  a'eAíanl&rfinai.   1  tema/  faJOada/,  y  fot  i  Jai  lintd^/rraír. 


Tt/Kpa      y   otro/       Piteé/e/     frilutano/     figurado/    en    ertá     0//a. 


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21°a  7¿r 


mama/ti    jtnotft 
'//es  Je  Alaodt 


WAJfágMMs^*^. 


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Gnteonf/i  %ra:         frnlzo/itll .         foitzonf/i  como . 
4»o.       JfaxM//a//.       pa/Uwíñ'/mat/i. 

\teñiJaí.       foo  wjL&myas-.     "foo  W$ÍAfanfaf- 


Ynin  nappcualtica    snauícal/aguiaya   A?/ahtrcatl.  £/fo  es  ¿renes 
pagaban   cada  ochenta    atar  ios  ¿/e  JtAf/a. 


/It/itL 


Jx/fa  t  jf  ofr&    A/ei/o  /rt¿u'^' 


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áentzortlli  7Tamam  a  : 
//i  cAiii .  $|  "foo  Tercios: 

Je  CAí  ^IMp^**/^,  c  : 


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Centzontlam  a 
malii  YcAcat/. 
foo  Teraoj 
Je  Mjoi 


32 


\do. 


Cexiuitftla  Yt/auitl. 
AJornot  militares. 


./>///*    rtappoualtíca    Xzquica/iaauíaya     7zta7.ee/tecatl.  JEsto  es  te  que   joaoaoan: 
cada  ocAenta  Jiaj  /a/  Je  7axa>. 


7aa. 


a3.ee . 


f-at'tan    en  esta   /¿'arte?  /rtucAar   figuras   Je  />¿¿e¿/ór  tr/. 
¿utar/os    y  no  ye  jouee/en  /eir/jiesi  /es  /e/reras. 


CARTA  TERCERA7 

DE  RELACIÓN 

EMBIADA 

POR  FERNANDO  CORTÉS, 

CAPITÁN,  Y  JUSTICIA  MAYOR  DEL  YUCATÁN, 

LLAMADO 

LA  NUEVA  ESPAÑA  DEL  MAR  OCÉANO, 

AL   MUY   ALTO,    Y   POTENTISSIMO    CESAR, 

Y  INVICTISSÍMO  SEÑOR 

DON  CARLOS, 

EMPERADOR  SEMPER  AUGUSTO, 

V  REY  DE  ESPAÑA  NUESTRO  SEÑOR. 

DE  LAS  COSAS  SUCEDIDAS,  T  MUT  DIGNAS 

de  admiración  en  la  Conquifta,  y  Recuperación  de  la  muy  grande, 
y  maravillo/a  Ciudad  de  Temixtiían:  y  de  las  otras  Provincias  á 
ella  fujetas,  que  fe  rebelaron  En  la  qual  Ciudad,  y  dichas  Pro  ■ 
vincias,  el  dicho  Capitán,  y  E/pañoles,  configuieron  grandes,  y  fe' 
ñaladas  Vitorias  dignas  áe  perpetua  memoria.  Afslmifmo  hace  Re' 
lacion  como  han  de/cubierto  el  Mar  del  Sur:  y  otras  muchas,  y 
grandes  Provincias  muy  ricas  de  Minas  de  Oro,  y  Per  ¡as,  y  Piedras 
preciofas',  y  aun  tienen  noticia,  que  hay  efpeceria. 

ZZ 


i78  CARTA  DE  RELACIÓN 

MUY  ALTO,  Y  POTENTÍSIMO  PRINCIPE, 

MUY    CATÓLICO,   Y    INVICTJSSJMQ 

EMPERADOR,  REY,  Y  SEÑOR. 

I.  Teniendo  ^— ^QN  ALONSO  DE  MENDOZA  (i)  NATÜw 
nifi  Cortés,  MT  ^  j  de  McdclUn  e  defpaché  dc  efta  Nue- 
deauelasCiw  M  _  ,  .  »  M  r  ... 
dakes deCeca  fP  va  Etpana  a  cinco  de  Marzo  del  ano  pa- 
tea»/, y  AV<j-  w^  4  k°°  ^e  quinientos,  y  veinte,  y  uno,  hLe 
ciitgoje  habla  ^^aa^fi  fegunda  Relación  á  Vueftra  Mageflad  de  to- 
rebelado,  em-  do  ,Q  fucedido  eo  clIa  .  U  quaj  yo  tenía  acabada  de 
¿;«  a  ellas   un  .              ,    .              .           *v    .«.'.»  '        ,   .      m       . 

Capitán.     Lo  naL'er  a  >os  treinta  de  Octubre  del  ano  de    quinientos, 

que   bizo   en  y  veinte,  y  á  caufa  de  los  tiempos  muy  contrarios.,  y  de 

Chohila.'-  Ha'  perderfe  tres  N.ivíos,   que  yo  tenía    para  embiar  en  el 

¡la  en  T/axca^  uno  ¿  Vueftra  Mageftad  la  dicha  Relación:  y  en  los  otros 

a    muer  10     a    ^^    emj)jar    p0f    focorro    á    ja   Is¡a    Eípañola.   Hjbo   fflU- 

da  d  fu  Hijo  c^ia  dilación  en  la  partida  del  dicho  Mendoza,  fegun 
el  Eftade.  que  también  mas  largo  con  él  lo  eícribí  á  Vueftra  Ma- 
geftad: y  en  lo  úlrimo  de  la  dicha  Relación  hice  faber 
á  Vueftra  Mageftad,  como  defpues,  que  los  Indios  de 
la  Ciudad  de  Temixritan  (i)  nos  habían  echado  por 
fuerza  de  ella,  yo  había  venido  fobre  la  Provincia  de 
Tepeaca ,  que  era  fujeta  á  ellos ,  y  eftaba  rebelada;  y 
con  los  Bfpañoles,  que  habían  quedado,  y  con  losJn- 
dios  nuéftros  Amigos,  le  había  hecho  la  Guerra,  y  re- 
ducido al  Servicio  de  Vueftra  Mageftad;  y  que  como 
la  Traycion  palada,  y  el  gran  daño,  y  muertes  de  Ef- 
pañoles ,  eílabán  tan  recientes  en  nuéftros  Corazones , 
mi  determinada  Voluntad  era,  rebolver  fobre  los  de 
aquella  gran  Ciudad,  que  de  todo  había  fido  la  caufa: 
y  que  para  ello  comenzaba  á  hacer  trece  bergantines, 
para  por  la  Laguna  hacer  con  ellos  todo  el  daño,  que 
pudicífe,  íi   los  de   la  Ciudad    pcrfeveraííen  en  fu    mal 

pro- 


co    Efte  es  el  qae  llevó  á  Efpaña  la  Relación  con  treinta  mil  pefos  de  ÓFo 
de  Quintes,  y  <le  Servicio,  defpues  de  la  Guerra  de  Tepeaca. 
(  i )     Tenoxtitlan,  México» 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  179 

propóííto.  Eí'ctibí  á  Vueftra  Mageftad,  que  entre  canco, 
que  los  tachos  bergantines  fe  hacían,  y  yo,  y  los  Indios 
nueílros  Amigos  nos  aparejábamos  para  boher  fobre  les 
Enemigos,  embeba  á  la  dicha  Efp.iño!a  por  íocoiro  de 
Gente,  y  Caballos, y  Artillería,  y  Armas,  y  que  íobre 
ello  eíciibía  á  los  Oficiales  de  Vueftra  Mageftad,  que 
allí  reíiden:  y  les  embuba  dineros  para  todo  el  gafto,. 
y  expenfas,  que  para  el  dicho  focorro  fucile  necefario, 
y  certifiqué  á  Vueftra  Mageftad,  que  hafta  confegnir 
Vidoria  contra  los  Enemigos,  no  penfaba  tener  defean- 
ío,  (1)  ni  refar  de  poner  para  ello  toda  j.  íolLimd 
pofible:  pofponiendo  quanto  peligro,  trabajo,  y  cofta 
fe  me  pudieile  ofrecer,  y  q'je  con  efta  deterrninacim 
eíbba,  adeiczando  de  me  partir  de  la  dicha  Provincia 
de  Tepeaca. 

Afsímifmo  hice  faber  á  Vueftra  Mageftad,  co- 
mo al  Puerto  de  la  Villa  de  la  Vera-Cruz,  había  lle- 
gado una  Carabela  de  Franciíco  de  Caray,  Teniente  de 
Gobernador  de  la  Isla  de  Jamayca,  con  mucha  necefidad: 
la  qual  trahía  hafta  treinta  Hombres;  y  que  habían  di- 
cho, que  otros  dos  Navios  eran  partidos  para  el  Rio 
de  Panuco,  donde  habían  desbaratado  aun  Capitán  del 
dicho  Francifco  de  Giray:  y  que  temían,  que  íí  allá 
apottaílen,  habían  de  recibir  daño  de  los  Naturales  del 
dicho  Río.  E  afsímifmo  eícribí  á  Vueftra  Mageftad,  que 
yo  había  probeido  luego  de  embiar  una  Carabela  en 
bufea  de  los  dichos  Navios,  para  les  dar  avifo  de  lo 
pafado;  é  defpues,  que  aquello  eferibí,  plugo  á  Dios, 
que  el  uno  de  los  Navios  llegó  al  dicho  Puerto  de  la 
Vera-Cruz,  en  el  qual  venía  un  Capitán  con  obra  de 
ciento,  y  veinte  Hombres:  y  allí  fe  informó,  como  los 
de  Garay,  que  antes  habían  venido,  habían  fido  desba- 
ratados, y  hablaron  con  el  Capitán,  que  fe  halló  en  el 
desbarato,  y  fe  les  certificó,  que  ü  iba  al  dicho  Rio  de 

ZZ2.  Pá- 


(  I  )  Morí  fío t tus,  quam  ¡nferre  crimen  Glorit  noftrt.  Valerofo  Juilas  Maclia- 
beo.  Otro  Gedeon  en  las  Batallas  de  el  Señor,  y  con  fu  ayuda:  Dominas  tecuhi 
Virorum  fo'tifsime,  venció  á  los  Enemigos  de  la  Fé,  á  los  fuyos,  y  defendió  coa 
telón  fu  crédito,  heuor,  y  fidelidad  á  el  Soberano. 


1 8o  CARTA  DE  RELACIÓN 

Panuco,  no  podía  fer,  fin  recibir  mucho  daño  de  los 
Indios.  Y  citando  afsí  en  el  Puerro  con  determinación 
de  fe  ir  al  dicho  Rio ,  comenzó  un  tiempo ,  y  viento 
muy  recio,  y  hizo  la  Nao  falir,  quebradas  las  amarras, 
y  fue  á  tomar  Puerto  doze  leguas  la  Coila  atriba  de  la 
dicha  Villa  á  un  Puerto,  que  íe  dice  San  Juan:  é  allí 
defpues  de  haber  defembarcado  toda  la  Gente,  y  fie- 
te,  ó  ocho  Caballos,  y  otras  tantas  Yeguas,  que  trahían, 
dieron  con  el  Navio  á  la  Corta ,  porque  hacía  macha 
Agua,  y  como  efto  fe  me  hizo  faber,  yo  efevibí  luego 
al  Capitán  de  él  haciéndole  faber,  como  á  mi  me  ha- 
bía pefado  mucho,  de  lo  que  le  había  fucedido:  y  que 
yo  había  embiado  á  decir  al  Teniente  de  la  dicha  Villa 
de  la  Vera-Cruz,  que  á  él,  y  á  la  Gente,  que  con  figo 
trahía,  hicíeíTc  muy  buen  acogimiento,  y  les  dieíle  todo 
lo  que  habían  menefter;  y  que  vicííen,  que  era  lo  que 
determinaban;  y  que  ñ  rodos,  ó  algunos  de  ellos  fe 
quifieílen  bolver  en  los  Navios,  que  allí  eftaban,  que  les 
dieííe  licencia,  y  les  defpachaífe  á  fu  placer.  Y  el  dicho 
Capitán,  y  los  que  con  él  vinieron,  determinaron  de  íe 
quedar,  y  venir  |  donde  yo  eftaba;  y  del  otro  Navio 
no  hemos  fabido  haíla  agora,  y  como  ha  ya  tanto  tiem- 
po, tenemos  harta  duda  de  fu  falvamentOi  plegad  Dios 
lo  haya  llebado  á  buen  Puerto. 

Eftando  para  me  partir  de  aquella  Provincia  de 
Tepeaca,  fupe  como  dos  Provincias,  que  fe  dicen  Ce- 
catami ,  y  Xalazingo*  (i)  qué  fon  fujetas  al  Señor  de 
Temixritan,  eftaban  rebeladas,  y  que  como  de  la  Villa 
de  la  Vera-Cruz  para  acá  es  por  allí  el  Camino;  ha- 
bían muerto  en  ellas  algunos  Efpañoles,  y  que  los  Na- 
turales eftaban  rebelados,  y  de  muy  mal  propófíto.  E 
por  afegurar  aquel  Camino,  y  hacer  ert  ellos  algún  caf- 
tigo,  ü  no  quifieífen  venir  de  paz;  defpaché  un  Capi- 
tán con  veinte  de  Caballo,  y  dofcientos  Peones,  y  con 
Gente  de  nueftros  Amigos,  al  qual  encargué   mucho,  y 

roan- 


(  i  )     Cecatami,  y  Xalazingo,  hoy  llamado  Xilonzingo. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i  f  fj 

frian^é  de  parre  de  Vueftra  Mageftad,  que  rcquHefíe  á 
los  Na  rurales  de  aquellas  Provincias,  que  vinieífen  de 
paz  á  fe  dar  por  Vaíallos  de  Vueftra  Mageftad,  como 
antes  lo  habían  hecho,  y  que  tubieííe  con  ellos  toda  la 
templanza,  que  fucile  poííble:  y  que  fí  no  quiííeílen  re- 
cibirle de  paz,  que  les  hícieííe  la  Guerra,  y  que  hecha; 
y  allanadas  aquellas  dos  Provincias  fe  bolvieííe  con  toda 
la  Gente  á  la  Ciudad  de  Tafealtecal,  á  donde  le  ef- 
taría  efperando  .  E  alsí  fe  partió,  enrrante  el  mes  dé 
Diciembre  de  quinientos,  y  veinte,  y  figuió  fu  Camino 
para  las  dichas  Provincias,  que  eftán  de  allí  veinte  le-¡ 
guas. 

Acabado  ello,  muy  Podérofo  Señor,  mediado  el 
mes  de  Diciembre  del  dicho  año,  me  partí  de  la  Villa 
de  Segura  la  Frontera,  que  es  en  la  Provincia  de  Te- 
peaca,  y  dejé  en  ella  un  Capitán  con  feíenta  Hombres, 
porque  los  Naturales  de  allí  me  lo  rogaron  mucho  :  y 
embié  toda  la'  Gente  de  Pie  á  la  Ciudad  de  Tafcalte- 
cal,  adonde  fe  hacían  los  Bergantines,  que  eftá  de  Te- 
peaca  nueve,  ó  diez  leguas:  y  yo  con  veinte  de  Caba- 
llo me  fuy  aquel  día  á  dotmir  á  la  Ciudad  de  Cholu- 
la,  ( i )  porque  los  Naturales  de  allí  defeaban  mi  veni- 
da; porque  á  caula  de  la  enfermedad  de  las  Viruelas', 
que  también  comprehendió  á  los  de  citas  Tierras,  como 
á  les  de  las  Islas,  eran  muertos  muchos  Señores  de  allí, 
y  querían,  que  por  mi  mano,  y  con  fu  parecer ,  y  el 
mío,  fe  pufk'ífen  otros  en  fu  lugar.  E  llegados  allí,  fui- 
Bios  de  ellos  muy  bien  recibidos:  y  del  pues  de  haber 
dado  concluíion  á  fu  voluntad  en  elle  negoc/o,  que  há 
dicho,  y  haberles  dado  á  entender,  como  mi  Camino  era 
para  ir  á  entrar  de  Guerra  por  las  Provincias  de  Méxi- 
co,  y  Teirsixtitan,  les  rogué,  que  pues  eran  Vafallos  de 
Viniera  Mageftad,  y  ellos,  como  rales,  habían   de  con- 

AAA  fer- 


(  i  )  Cholula  era  la  principal  Señoría,  ó  República,  fué  poblada  por  lotTheo- 
chicñiirecas:  en  fu  Cerro  hecho  á  mano,  ie  facriñeaban  cada  año  á  el  Demonio  feig 
mil  Niñcs;  eít.iba  repartida  en  fcis  Barrios,  de  los  que  tres,  feguo  Torquemada  lib. 
4.  cap.  55.  tom.  1.  del»  Monarquía  Indiana,  obedecían  á  Mureczuma  Emperador 
de  México. 


1 8 1  CARTA  DE  RELACIÓN 

fervar  fu  anrsiíiad  con  nofotros  ,    y  noletros  coa  ellos, 
harta  la  muerte,  o,ue  les  rogaba,  que  para  el  tiempo  que 
yo  hubielTe  de  hacer  la  Guerra,  me  ayudaífen  con  Gen- 
te: y  que  á  los  Efpañoles,  que  yo  embiafle  á  fu  Tier- 
ra, y  fucilen,  y  vinieflen  por  ella,  les  hicieífen  el  trata- 
miento, que  como  Amigos  eran  obligjdos.  Edefpuesde 
habérmelo  prometido  afsí,  y  haber,  citado  dos,  ó   tres 
días  en  fu  Ciudad,  me  partí  para  la  de  Tafcaltecal,  que 
eftá  á  feis  leguas;  y  llegado  á  ella,  allí  juntos  todos  los 
Efpañoles,  y  los  de  la  Ciudad, y  huvieron  mucho  pla- 
cer con  mi  venida.  E   otro   día  todos  los  Señores   de 
eíta  Ciudad  ,  y  Provincia  me  vinieron  á  hablar ,  y   me 
decir,  como  Magiícacin,  (i)  q;ie   era  el  Principal  Señor 
de  todos    ellos ,    había  fallecido  de  aquella  enfermedad 
de  las  Viruela?,  (z)  y  bien  fabían,  que  por   fer  tan  mi 
Amigo,  me   pefaría  mucho  ;  pero   que  allí  quedaba  mi 
Hijo   fuyo,   de  hada  doce,  ó  trece  años,  y  que  á  aqm  l 
pertenecía  el  Señorío  del  Padre,  que  me  rogaban,  q%e 
á  él,  como  á  heredero,  fe  lo  dieííe;  y    yo,  en  nombre 
de  Vueftra  Magefiad,  lo  hice  afsí:  y  todos  ellos  queda- 
ron muy   contento?. 

Quando   á  eíta  Ciudad  llegué  ,    hillé  ,  que   los 
//.    E/tan-  Mauros      y  Carpinteros  de    los  Bergantines    fe    daban 

dofe  Acabando  .    i  »  . 

ios   Beresntt-  mucha  prieta  en  hacer  la  ligazón,  y  tablazón  pata  ellos, 

nes  ,     provee  y  que   tenían  hecha  razonable  obra;  y  luego  proveí  de 

otras  cofasCor  embiar  á  la  Villa  de  la  Vera-Cruz  por  todo  el  Fierro, 
tés.  De  la  Con-       Clavazón  que  hobicíTe,  y  Velas,  y  Xarcia,  y  otras  co- 

auifíade  Ceca-    r  r-    .  n  /  ,     i_' 

y    ■       v  ;-    tas    necelanas  para  ellos ;  y  proveí ,    porque  no  había 
cin<ro,y  perdón  Pez,  la  hicteílen  cienos  blpanoles,  en  una  Sierra  cerca 
¿te  algunos  Ca-  de  allí;  por  aunen,  que  todo  el  recaudo  que  fuetTe  ne» 
tiques  rebeldes  cefar¡0  para  los    dichos  Bergantines,  eftubiefle  apareja- 
do, paraque  defpues  que  placiendo  á  Dios,  yo  eftubieífe 
en  las  Provincias  de  México,  y  Temixtitan,  pudielTe  em- 
biar 


(i)  Gobernador  de  Tlaxcala,  Señor  de  Ocotelulco:  íirvió  mucho  á  Cortés,  y  le 
hofpedó  en  fu  Cafa,  y  fe  llamó  Lorenzo  en  el  Bautilmo. 

(  i  )  Las  Viruelas  era  un  mal  no  conocido  entie  los  Indios,  y  dicen,  cjue  le  tra- 
jo un  Negro  de  Narvacz.  Tonjuem.  cora,  i.  lib.  4.  cap.  So. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  j8¿ 

bíar  por  ellos  dcfde  allá,  que  ferian  diez,  ó  doce  le- 
guas haíta  la  dicha  Ciudad  de  TafcaLtecal:  y  en  quinze 
días,  que  en  ella  eftube,  no  entendí  en  otra  cofa,  (alvo 
en  dar  priefa  á  los  Maeítros,  y  en  aderezar  Armas,  pa- 
ra dar  orden  en    nueftro  Camino. 

Des  días  antes  de  Navidad  llegó  el  Capiran  con 
la  Gente  de  Pie,  y  de  Caballo,  que  habían  ido  á  las 
Provincias  de  Zacarami,  y  Xalacingo,  y  fupe,  como  al- 
gunos Naturales  de  ellas  habían  peleado  con  ellos  :  y 
que  al  cabo,  de  ellos  por  voluntad,  de  tilos  por  fuer- 
za, habían  venido  de  Paz,  y  trujeronme  algunos  Seño- 
res de  aquellas  Provincias,  á  los  quales,  no  embargan- 
te que  eran  muy  dignos  de  culpa  por  fu  alzamiento, 
y  muertes  de  Chriftianos,  porque  me  prometieron,  que 
de  ahí  adelante  ferian  buenos,  y  leales  Vafallos  de  fu 
Mageítad,  yo,  en  fu  Real  Nombre,  les  perdoné,  y  los 
embié  á  fu  Tierra:  y  afsí  fe  concluyó  aquella  Jornada, 
en  que  Voeítra  Mageítad  fue  muy  íerviJo,  afsí  por  la 
pacificación  de  los  Naturales  de  allí,  como  por  la  fegu- 
ridad  de  los  Efpañolcs,  que  habían  de  ir,  y  venir  por 
las  dichas  Provincias  á  la  Villa  de  la  Vera-Cruz.  '  .    "? 

El  fegundo  día  de  la  dicha  Paícua  de  Navidad,  te  de  Cortés,  y 
hice  Alarde  en  la  dicha  Ciudad  de  Tafcaltecal,  y  hallé  ¡o  que  los  d¡jot 
quarenta  de  Caballo,  y  quinientos,  y  cincuenta  Peones:  infundiéndola 
los  ochenta  de  ellos  Ballefteros,  y  Efcopeteros,  y  ocho,  «"'""";  Granm 

1  t-  j      r-  !_•  n'i  des  ofertas  que 

o  nueve    Tiros  de  Campo,  con  bien  poca  Pólvora  :    y  ¡e  ¿¡c¡ergn  /,. 
hice  de  los  de   Caballo  quatro    Quadrillas,  de  diez  en  Señores  dcTiax 
diez  cada  una,  y  de  los   Peones  hice  nueve   Capitanías  coia,y  como/a' 
de  á  feíenta  Efpañoles  cada  una;  y  á  todos  juntos,  en  l,á  de  e//a">  y 
el  dicho    Alarde,   les    hablé,    y  dije:  "  Que  ya  fabían,  ^/ 7"cm°5 
M  como  ellos,  y  yo,  por  fervir  á  Vueftra  Sacra  Magef- 
u  Md,  híbíamos  poblado  en  efla  Tierra:   y  que  ya  fa- 
**  bían,  como  todos  los  Naturales  de  ella  fe  habían  da- 
"  do  pof  Vafallos  de  Vueftra  Mageítad  ,  y  como    tales 
"  habían  perfeverado   algún  tiempo  ,   recibiendo  buenas 
"  obras  de  noíorros ,  y  nofotros   de  ellos:  y  como  íin 
11  caufa  ninguna  todos  los  Naturales  de  Culúa,  que  lou 
"  los  de  la  gran  Ciudad   de  Temixútan,  y   los  de  to- 

AAAz  "  das 


1 84  CARTA  DE  REtACIÓR 

"  das  las  otras  Provincias  á  ellas  fujetas,  no  fofamente  fe 
"habían  rebelado  contra  Vueftra  Mageftad,  mas  aun 
"nos  habían  rmierto  muchos  Hombres,  Deudos, y  Ami- 
"gos  nueftros,  y  nos  habían  echado  fuera  de  toda  fu 
"Tierra:  y  que  fe  acordaííen  dequantos  peligros,  y  tra« 
íl  bajos  habíamos  pafado:  y  vieífen  quanto  convenía  al 
"  fervicio  de  Dios  ,  y  de  Vueftra  Católica  Mageftad, 
rs  tornar  á  cobrar  lo  perdido,  pues  para  ello  teníamos 
tc  de  nueftra  parte  juftas  caufas,  y  razones:  lo  uno,  por 
í£  pelear  en  aumento  de  nueftra  Fé5  y  contra  Gente  bár- 
Cí  bara:  (i)  y  lo  otro,  por  fervír  á  Vueftra  Mageftad ■:. 
•Cí  y  lo  otro  por  feguridad  de  nueftras  vidas:  y  lo  otro, 
€c  porque  en  nueftra  ayuda  teníamos  muchos  de  los  N;í- 
"  rurales  nueftros  Amigos,  que  eran  caufas  pc-tífiimas 
"  para  animar  nueftros  corazones:  por  tanto,  que  les  ro- 
"  gaba,  que  fe  alegraflen,  y  esfotzaiíen  ;  y  qae  porque 
"  yo,  en  nombre  de  Vueftra  Mageftad,  había  fecho  cier- 
"  tas  Ordenanzas,  para  la  buena  orden,  y  cofas  tocan- 
t(  res  á  la  Guerra,  las  quales  luego  allí  fice  pregonar 
fe  publicamente,  y  que  también  les  rogaba,  que  las  guar- 
íc  duííen,  y  cumpiieffcn,  porque  de  ello  redundaría  mu- 
tf  cho  fervicio  á  Dios,  y  á  Vueftra  Mageftad.  ff  Y  to- 
dos prometieron  de  lo  facer,  y  cumplir  afsí-  y  que  de 
muy  buena  gana  querían  morir  por  nueftra  Fé  ,  y  por 
íervicio  de  Vueftra  Mageftad  ,  ó  tornar  á  recobrar  lo 
perdido,  y  vengar  tan  gran  Traición  ,  como  nos  ha- 
bían hecho  los  de  Temixtitan,  y  fus  Aliados.  Y  yo,  era 
nombre  de  Vueftra  Mageftad,  fe  lo  agradecí;  y  afsí,  cor 
mucho  placer ,  nos  bolvimos  á  nueftras  Pofadas  aquel 
día  del  Alarde. 

Otro 

(  i  )  EíTe  fué  e!_  principal  fin  que  fíempre  tubo  Cortés:  efte  el  que  movió  á  ía 
Reyna  Católica  Doña  Ifabel  para  dar  fu  perinifo:  efte  el  que  perfuadió  á  la  mifm* 
Reyna  el  gran  Cardenal  D.  Pedro  de  Mendoza  con  ellas  palabras:  Señora,  en  daría 
licencia,  y  Naves,  y  gente  poco  fe  va  á  perder;  y  íi  fe  gana  aquella  Tierra  fe  va  á 
adelantar  mucho:  efta  mjíma  máxima  ííguió  defpues  el  gran  Cardenal  I).  Fr.  Fran- 
rifeo  Ximenez  de  Cifneros  Confefordc  la  mifma  Reyna  Católica  Doña  Ifabel:  eñe 
promovió  el  gran  Carlos  I.  y  V.  del  Imperio,  conforme  a  una  Cláufula  de  el  Tefb- 
mento  de  la  Reyna  Católica,  enriqueciendo  eoo  Ornamentos,  y  Vafos  Sagrados  á  la* 
Iglefías  de  Nueva  Efpaña,  que  hoy  fe  confervan,  y  edificando  muchas  cao  la  mayor 
magnificencia,  y  Eftru&ura  admirable, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  if  5 

Otro  día  fíguiente,  que  fue  día  de  S.  Joan  Evan- 
geliza, hice  llamar  á  todos  los  Señores  de  la  Provincia 
de  Tafcaltecal;  y  venidos,  dijeles:  "  Que  y^  fabian,  co- 
'■  mo  yo  me  habia  de  partir  otro  día,  para  entrar  por 
"  la  Tierra  de  nueftros  Enemigos,  y   que  ya  veían  co- 
"  mo  la  Ciudad  de  Temixtitan  no  fe   podía  ganar   fin 
"  aquellos  Bergantines,  que  allí  fe  eftaban  faciendo,  que 
4Í  les  rogaba,  que  á  los  Maeftros  de  ellos,  y  á  .los  otros 
"  Efpañoles,  que  allí  dejaba,  les  dieíTen  lo  que  hobief- 
"  fen  menefter,  y  les  ricielTen  el  buen  tratamiento,  que 
"  ílempre  nos  habían  fecho ,  y  que  eftubieííen  apareja- 
"  dos,  para  quando  yo,  defde    la   Ciudad  de    Tefaico, 
"  (i)  íí    Dios  nos  dielíe  victoria,  embiaífe  por  la  liga- 
*'  zon,  y   tablazón,  y  otros  aparejos  de  los  dichos  Ber- 
■f  gantines.  "  Y  ellos  me  prometieron,  que  afsí  lo  fa- 
rían ,    y    que  también   querían   ahora  embiar  Gente  de 
Guerra    con  migo,  y  que  para  quando  fuclTen  con  los 
Eergantines ,   ellos  todos  irían  con  toda  ^quanta  Gente 
tenían  en  fu  Tierra,  y  que  querían  morir  donde  yo  mu- 
tieíTe,  ó  vengarle  de  los  de  Culúa,  fus  capitales  Enemi- 
gos. E  otro  día,  que  fueron  veinte   y  ocho  de  Diciem- 
bre, día  de  los  Inocentes,  me  partí  con  toda  la  Gente 
puefta  en  orden,    y  fuimos   á  dormir  á  feis  leguas   de 
Tafcaltecal,   en  una  Población,  que  fe   dice  Tezmoluca, 
que   es  de  la  Provincia  de  Guaxocingo ,  los  Naturales 
de  la  qual  han    fiempre  tenido,  y  tienen    con  nofotros 
la  miíma  amiftad,  y  alianza,  que  los  Naturales  de  Taf- 
caltecal: y  allí  repofamos  aquella  noche.  IF.PerteQtr* 
En  la  otra  Relación,  muy  Católico    Señor,    dije   tés  ¿e  Tezm$i 
como  había  fabido,  que  los   de  las  Provincias    de  Me-   '"'*'  y  ,"  * 
xico,  y  Temixtitan  aparejaban  muchas  Armas,  y  hacían  Z9  en  e¡  Cami* 
por  toda  íu  Tierra  muchas  cavas,  y  albarradas,  y  fuet-   no:  pelean  ¡os 
zas  para  nos  tefílir  la  entrada,  porque  ya  ellos  fabían   Indios  con éi,y 
que  yo  tenía   voluntad   de  rebolver  fobre  ellos .    E  yo  mueftos  alR"* 
íabiendo  efto ,  y  quan  mañofos,  y   ardides  fon  en    las  VJ^J^  °rea¡o' 
cofas  de  la  Guerra,  hjbía  muchas  vezes  penfado,   por  j„n  t»  Cow 

BBB  don-  fegtft. 

1  ■■  -  -^^mum^am^mmr.gmtmmmmt^- www— —i    i  i         i  II 

li  j     lexcuto. 


igó  CARTA  DE  RELACIÓN 

donde  podríamos  entrar,  para  tomarlos  con  algún  def- 
cuydo.  E  porque  ellos  fablan,  que  nofotros  teníamos 
noticia  de  tres  Caminos,  (i)  ó  entradas:  por  cada  una 
de  las  quales  podíamos  dar  en  fu  Tierra,  acorde  de 
entrar  por  efte  de  Tefmoluca;  porque  como  el  Puerto 
de  él  era  mas  agro,  y  ftagofo,  que  los  de  las  otras  en- 
tradas, tenía  creído,  que  por  allí  no  temíamos  mucha 
renitencia,  ni  ellos,  no  eftarían  tan  (obre  avilo.  E  otro 
día  defpues  de  los  Inocentes ,  habiendo  oído  MiíTa,  y 
encomendádonos  á  Dios,  partimos  de  la  dicha  Población 
de  Tefmoluca:  y  yo  tome  la  delantera  con  diez  de  Ca- 
ballo, y  fefenta  Peones  ligeros,  y  Hombres  diedros  en 
la  Guerra;  é  comenzamos  á  feguir  nueílro  Camino,  el 
Puerto  arriba  con  toda  la  orden,  y  concierto,  que  nos 
era  pqfible,  y  fuimos  á  dormir  á  quatro  leguas  de  la 
dicha  población  en  lo  alto  del  Puerto,  que  era  ya  tér- 
mino de  los  de  Culúa:  y  aunque  hacía  grandífsimo  frió 
en  él,  con  la  mucha  leña,  que  había  nos  remedíamos 
aquella  noche;  é  otro  día  Domingo  pot  la  mañana  co- 
menzamos á  feguir  nueftro  Camino  por  el  Llano  de  el 
Puerto:  y  embié  quatro  de  Caballo,  y  tres,  ó  quatro 
Peones,  paraque  defcubrieífen  la  Tierra;  e  yendo  nuef-i 
tro  Camino  comenzamos  de  á  bajar  el  Puerto,  y  yo  man* 
dé,  que  los  de  Caballo  fuellen  delante,  y  luego  los  Ba- 
llefteros,  y  Efcopeteros:  y  afsí  en  fu  orden  la  otra  Gente, 
porque  por  muy  d  e  fe  uyd  a  dos,  que  tomáífemos  los  Enemi- 
gos, bien  teníamos  por  cierto,  que  nos  habían  de  falir  á  reí 
cíbir  al  Camino  por  tenernos  ordida  alguna  celada,  ó  otro 
ardid  para  nos  ofender.  E  como  los  quatro  de  Caballo, 
y  los  quatro  Peones  figuieron  fu  Camino,  halláronle  cet-. 
radp  de  Arboles,  y  Rama,  y  cortados,  y  arrabefados 
en  él  muy  grandes,  y  gruefos  Pifios,  y  Ciprefes,  (i)  que 

P^ 

(  i  )  Defde  Tlaxcála  á  México  podían  venir,  ó  entre  el  Volcan,  y  la  Sierra, 
©  á  el  lado  de  efta  por  Río  frió,  ó  por  Calpulalpar  efte  no  es  el  que  eligió  para 
acometer   á  la  Ciudad,  fino  que  pafó  entre  el  Volcan,  y  Sierca. 

(  i )  Hay  Ciprefes  en  efta  América^  propiamente  tales  como  los  de  E(pañas 
y  otros  que  fon  cafi  lo  milmo,  y  llaman  Ahuebuetes.  En  Atlifco  hé  vifto  uno, 
que  dentro  la  concavidad  de  el  Tronco  caben  doce,  ó  trece  Hombres  á  Caba- 
llo, y  en  preferida  de  los  Iluftrífsimos  Señores  Arzob'fpo  de  Goatemala,  y  Obrij 
yo  de  la  Puebla  suturen  dentro  inag  de  cien  Muchachos,  y  aun  cabían  mas. 


DE  D.  FENANDO  CORTES.  187 

parecía,  que  entonces  fe  acababan  de  cortar:  y  creyen- 
do, que  el  Camino  adelante  no  elfo  ría  de  aquella  ma- 
nera, procuraren  de  feguir  fu  Camino ,  y  quanto    mas 
iban  mas  cerrados  de  Pinos,  y  de  Rama  le  hallaban.  E 
como  por  todo  el  Puerto  iba  muy  efpefo   de  árboles, 
y  matas  grandes:  y  el  Camino  hallaban  con   aquel  ef- 
torbo,  pafaba-n  adelante    con    mucha  dificultad,  (1)   c 
viendo,  que  el  Camino  eftaba  de  aquella  manera,  obie- 
ron  muy  gran   temor,  y  creían,  que    tras   cada  árbol 
citaban  los  Enemigos.  E  como  á  caufa  de  las  grandes 
Arboledas  no   fe  podían   aprovechar  de  los  Caballos, 
quanto  mas  adelante  iban,  mas  el  temor   fe  les  aumen- 
taba. E  ya  que  de  eíta  manera  habían  andado  gran  ra- 
to ,  uno  de  los   quatro  de  Caballo  dijo  á   los  otros; 
„  Hermanos,  no  paíemos   mas  adelante,  i!  os   parece; 
j,  que  ferá  bien,  y  bolvamos  á  decir  al  Capitán  el  cf-i 
„  torbo,  que  hallamos,  y  el  peligro  grande,  en  que  to- 
,,  dos  venimos ,  por  no  nos  poder  aprovechar  de  los 
„  Caballos:  y  íi  no,  vamos  adelante,  que  ofrecida  ten-* 
„  go  mi  vida  á  la  muerte,  también  como  todos,    hafta 
,,  dar  fin  á  eíta  jornada.  „  E  los   otros  tefpondieron: 
„  Que  bueno  era  fu  confejo,  pero  que  no  les  parecía 
„  bien  bolver  á  mi,  hafta  ver  alguna  Gente  de  los  Enc- 
,,  mrgos,  ó  faber  que  tanto  duraba  aquel  Camino.  „  E 
comenzaron  á  pafar  adelante:  y  como  vieron,  que  din 
raba  mucho,  detuvicronfe,  y  con  uno  de  los  Peones  íi- 
cieronwe  faber  lo  que  habían  vifto:  y  como  yo  traía  la 
Avanguarda  con  la  Gente  de  Caballo,  encomendando^ 
nos  á  Dios,  feguímos  por  aquel  mal  Camino  (z)  adelante, 
y  embié  á  decir  á  los  de  la  Retroguarda,  que  fe   dief- 
fen  mucha  priefa,  y  que  no  tubieífen  temor,   porque 
prefto  faldríamos  á  lo  rafo.  E  como  encontré  á  los  qua-- 

BBBz  tro» 


(1)  A  doce  leguas  de  México,  poco  mas,  eftán  los  dos  Volcanes,  el  mas  alto 
es  de  fuego,  el  otro  es  de  Agua,  y  le  llaman  la  Sierra:  y  en  alguna  ocaíion  há 
,-irrojjdo  gran  copia  de  Aguas,  que  han  afuftado  á  México;  el  de  Orizaba  es  mas 
alto,  y  el  de  Toluca  es  muy  frió,  eftos  tres  principales  Volcanes  de  Mcsico,  Ori« 
aaba,  y   Toluca  fe  eftán  viendo  defde  lo  alto. 

(*•)     Y  tan  malo,  que  es  admiración,  el  que  bajáis»  por  el. 


Pg8  CARTA  DE  RELACIÓN 

tro  de  Caballo,  comenzamos  de  pafar  adelante,  aunque 
con  harto  eftorbo,  y  dificultad;  y  al  cabo  de  media  le- 
gua, plugo  á  Dios,  que  abramos  4  \0  raf0)  y  am  mc 
reparé  á  efptrar  la  Gente;  y  llegados,  dijeles  á   todos, 
que  dicflln  gracias  á  nueítro  Señor,  pues  nos  había  tra- 
hidoenfalvo  harta  allí,  de  donde  comenzamos  áver(i) 
todas  las  Provincias  de  México,  y  Temixtiran,  que  eftáti 
en  las  Lagunas,  y  en  torno  de  ellas.  Y  aunque   obimos 
mucho  placer  en  las  ver,  coníiderando  el  daño  pafado, 
que  en  ellas  habíamos  recibido,  reprefentófenos  alguna 
tirfteza  por  ello,  y  prometimos  todos  de  nunca  de  ella 
falrr,  fin  Victoria,  ó  dejar  allí  las  vidas.  Y  con  efta  de- 
terminación Íbamos  todos  tan  alegres,   como  íi   fuéra- 
mos á  cofa  de  mucho  placer.  Y  como   ya  los  Enemi- 
gos nos  fintieron ,   comenzaron   de  improvifo  á    hacer 
Hiuchas,  y  grandes  ahumadas  por  toda  la  Tierra;  y  yo 
torné  á  rogar,   y  encomendar   mocho  á  los  Efpañoles, 
que  hicieflen,  como  fiempre  habían  hecho,   y  como  fe 
eíperaba  de  fus  Perfonas:  y  que  nadie  no  fe   defman- 
<daflc,y  que  fucilen  con  mucho  concierto,  y  orden  por 
fu  Camino.  E  ya  ios  Indios  comenzaban  á  darnos  grita 
de  unas  Eftancias,  y  Poblaciones  pequeñas,  apellidando 
á  toda  la  Tierra,  paraque  fe  juntafle  Gente,  y  nos  ofen- 
dieíítn  en  unas  Puentes,  y  malos  pafos,  que  por  allí  ha- 
bía. Pero  noíotros  nos  dimos  tanta  priefa,  que  íin  que 
tubiefíen  lugar  de  fe  juntar,  ya  eftábamos  abajo  en  todo 
lo  llano.  Y  yendo  afsí,  pufietonfe  adelante  en  el  Cami- 
.«y  no  ciertos  Elquadrcnes  de  Indios:  é  yo   mandé  á  quin- 
ce de  Caballo,  que   rompteffen  por  ellos,   y  afsí  fueron 
alanceando  en  ellos,  y  mataron  algunos,  fin  recibir  nin- 
gún peligro.  E   comenzamos  á   feguir  ñueftro   Camino 
para  la  Ciudad  de  Teíaico,  (i)  que  es  una  de  las  mayores, 
y  mas  hermoías,  que  hay  en  todas  tftas  parres.  E  como 
la  Gente  de  pie  venía  algo  canfada,  y  fe  hacía  tarde,  dor- 
mimos 


(1)     Dcfde  la  falda  de  el  Volcan  fe  vé  k  México  en  un  día  claro.  ¡  '» 

(z)    Tezcuco,  arravefando  por  las  faldas  de  los  Montes,  en  que  eftáo  Hucxa- 
tbl.i,  CoaihlinchaB,  y  Goatepef,  que  es  el  que  aquí  nombra. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ífffl 

raímos  en  una  Población,  que  fe  dice  Coatepeque,  que 
es  fujeta  á  efta  Ciudad  de  Tefaico,  y  eirá  de  ellas  tres 
leguas,  y  hallárnosla  defpoblada.  E  aquella  noche  tubi*; 
mos  penfamiento,  que  como  efta  Ciudad,  y  fu  Provin-; 
cía,  que  fe  dice  Aculuacan,  es  muy  grande,  y  de  tanta 
Gente,  que  fe  puede  bien  creer,  que  había  en  ella  á  la  fa- 
zon  mas  de  ciento,  y  cincuenta  mil  Hombres,  (i)  que 
quiíieran  dar  fobre  nofotros:  é  yo   con  diez  de  Caballo 
coraenzé  la  Vela,  y  Ronda  de  la  prima,  y  hice,  que  to- 
da la  Gente  eftubieífe  muy  apercibida.  ^  Llegan  A 
E  otro  día  Lunes,  al  último  de  Diciembre  fe-  C°rtés  <?"""« 
güimos  nueftro  Camino,  por  la  orden  acoftumbrada ;  y  ^ñáéraáeOta 
á  un  quarto  de  legua  de  efta  Población  de  Coatepeque,  e„  „om¿re  ¿¿ 
yendo  todos  en  harta  pcrplexidad,  y  razonando  con  no-    Guanacadn  , 
¡otros,  (i  faldrían  de  Guerra,  ó  de  Paz  los  de  aquella  Ciu-  pidiendo  Paz; 
dad,  teniendo  por  mas  cierta  la  Guerra;  falicron  al  Ca-  »  "■#*"£"  *f 

•.  t  *••«••      i  t>       .         j     ^        "*  did  Cortés. 

mino  quatro  Indios  ljnncipales  con  una  Bandera  de  Oro  ¿)e  ¿asTicrrat 
en  una  Vara,  que  pefaba  quatro  Marcos  de  Oro,  é  por  de  CoBthcbént 
ella  daban  á  entender,  que  venían  de  Paz;  (i)  la  qual  Dios  y  Guaxuta  > 
fabe  quanto  defeabamos,  y  quanto  la  habíamos  menef-  LUga  a  Tefat- 

k'         "       r  jj  i      i       w ,  j     ¿ande 

tet:  por  fer  tan  pocos,  y  tan  apartados  de  qualquier  que„andá ÍUm 
focorro,  y  metidos  en  las  fuerzas  de  nueftros  Enemigos.  ¿/¿C/Jr, 
E  como  vi  aquellos  quatro  Indios,  al  uno  de  los  qua- 
lcs  yo  conocía,  hice  que  la  Gente  fe  dctubieíTe,  y  lle- 
gué á  ellos.  E  deí'pues  de  nos  haber  faludado,  dijéron- 
me,  que  ellos  venían  departe  del  Señor  de  aquella  Ciu- 
dad, y  Provincia,  el  qual  fe  decía  Guanacacin,  (3)  y  que 
de  fu  parte  me  rogaban,  que  en  fu  Tierra  ño  hideiTe, 
ni  coníintieiTe  hacer  daño  alguno,  porque  de  los  daños 
pafados,  que  yo  había  recibido,  los  culpantes  eran  los 
de  Temixtitan,  y  no  ellos,  y  que  ellos  querían  fer  Va- 
fallos  de  Vueftra  Mageftad,  y  nueftros   Amigos,  porque 

CCC  íiem- 


(1)  Aun  hoy  eftá  muy  poblada,  y  hay  muchos  Pueblos  en  las  cercanías  de  Tez- 
cuco  con  Haziendas  muy  hermoCis. 

(i)     Los  de  Tezcuco  por  efta  fidelidad  tienen  muchos  privilegios. 

(3)  Conozco  á  unos  Indios  Caciques,  que  tienen  unos  Ranchos  como  Dcfcerl- 
dientes  de  los  Señores  de  Tezcuco,  y  les  llaman  de  Apellido  Sánchez;  y  efti  aí'sf 
declarado  por  la  Real  Audiencia,  viven  en  la  Doctrina  de  Coathlhichan, 


i9o  CARTA-.DE  relación 

ííempre  guardarían,    y  confervarían    nueftra  ámiftad  ,  y 
que  nos  fueíícmos  á  la  Ciudad,  y  que  en  fus  obras  co- 
noceríamos   lo  que  teníamos   en  ellos.    Yo  les  refpondí 
con  las  Lenguas,  que  fuellen  bien  venidos,  que  yo  hol- 
gaba con  toda  paz,  y  amiftad  fuya:  y  que  ya  que  ellos 
fe  efcufaban  de  la  Guerra,   que  me   habían  dado   en  la 
Ciudad  de  Teroixtitan,  que  bien  fabían,  que  á  cinco,  ó 
feis  leguas  de  allí  de  la  Ciudad  deTefaico,  (i)  en  cierras 
Poblaciones  á   eHa    fujetas,    me  habían  muerto    la  otra 
vez  cinco  de  Caballo,  y  quarenta  y  cinco  Peones,  y  mas 
de   trecientos   Indios  de  Tafcaltecal,  que   venían  carga- 
dos, y  nos  habían  tomado  mucha  Plata,  y   Oro,  y  Ro- 
pas, y  otras  cofas :  que  por  tanto,  pues  no  fe  podían 
efcufar  de  efta  culpa,    que  la    pena  fueífe  bolvcrnos   lo 
nneftro:  é  que  de  efta  manera,  aunque  todos  eran  dig- 
nos   de   muerte,    por  haber    muerto  tantos  Chriftianos-, 
yo  quería  paz  con  ellos,  pues  me  convidaban  á  ella;  pe- 
ro que  de    otra    manera  yo   había    de  proceder    contra 
ellos  por   todo  rigor.  Ellos  me  refpondieron,   que  todo 
lo  que  allí  fe  había  tomado,  lo  habían  llevado  el  Señor, 
y  los  Principales  de  Temixtiran  ;  pero  que   ellcs  bufca- 
lían  todo  lo  que   pudieííen,  y  me  lo  darían.  E  pregun- 
táronme, íi  aquel  día  iría  á  la  Ciudad,  ó  me  apnfen- 
taría   en  una  de  dos   Poblaciones,  que    fon  como  Arra- 
bales de  la   dicha  Ciudad,  las  quales   fe    dicen  Coatin- 
chan,  y  Guaxura,  (2.)  que  eftán  á  una  legua,  y  media  de 
ella,  y  fiempre  va  todo  poblado:  lo  qual  ellos  defeaban, 

por 

(i)  Tezcuco  fue  Reyno  reparado  de  el  de  México  anees  de  venir  Corte's,  que 
perdió  fu  Monarca  por  la  divilion,  que  hubo,  quande  quiberon  heredarle  tres  Her- 
manos, y  el  último  Rey  de  Tezcuco  fue  Nezahualpilli,  Padre  del  Señor,  que  man- 
daba, quando  entió  Hernán  Corte's. 

(  i  )  Coathlinchan,  y  Huexothla,  y  todo  parece  una  Población  defde  Chiaurhla, 
y  Tezcuco  Lilla  Coatepcc,  por  la  continuación  de  Pueblos,  y  Haziendas.  En  Tez- 
cuco  le  reconocen  hoy  fragmentos  de  la  Cafa  de  el  Señor,  junto  á  la  Parroquia,  J 
un  grande  Eílanque.  En  Huexothla  fe  ven  mayores,  y  una  Cerca,  ó  Muralla  de  ad- 
mirable Eftruílura,  pero  muy  arruinada:  era  Cafa  de  recreo,  y  á  el  miímo  tiempo» 
"fortificación  bien  hecha,  y  la  Muralla  mexor,  que  algunas  de  las  Ciudades  de  Ef- 
paña;  muy  alta,  de  Mampoftería,  y  en  el  último  cuerpo  piedra  labrada  como  Bo- 
llos de  Chocolate:  á  1a  piedra  llaman  Tefomhle,  y  toda  e*  igual,  como  de  un  pal- 
mo de  largo  poco  mas,  metida  la  punta  contra  la  Muralla,  y  á  lo  exterior  lulo  la- 
lc  la  figura  redonda, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  1 9 1 

por  lo  que  adelante  fucedi'ó.  Y  yo  les  dije,  que  no  me 
había  de  detener,  hafta  llegar  á  la  dicha  Ciudad  de  Tefai- 
co;  y  ellos  dijeron,  que  fuefíe  en  buen  hora,  y  que  fe  que» 
rían  ir  adelante  á  aderezar  la  Pofada  para  los  Efpaño- 
les,  y  para  mi:  y  afsí  fe  fueron;  y  llegando  á  eftas  dos 
Poblaciones,  faliéronnos  á  recibir  algunos  Principales  de 
ellas,  y  á  darnos  de  comer;  y  á  hora  de  medio  día  lle- 
gamos al  cuerpo  de  la  Ciudad,  donde  nos  habíamos  de 
apofentar,  que  era  en  nna  Cafa  grande,  que  había  fido 
de  fu  Padre  de  Guanacacin,  Señor  de  la  dicha  Ciudad. 
Y  antes  que  nos  apofentaffemos,  citando  toda  la  Gente 
junta,  mandé  apregonar,  fo  pena  de  muerte:  "  Que  nin- 
"  guna  Perfona,  íín  mi  licencia  falieífe  de  la  dicha  Cafa, 
„y  Apofentos:  "  la  qual  es  tan  grande,  que  aunque  fue- 
ramos  doblados  los  Efpañoles,  nos  pudiéramos  apofen- 
tar bien  á  placer  en  ella.  Y  efto  hice,  porque  los  Na- 
turales de  la  dicha  Ciudad  fe  afeguraífen,  y  eítubicfTen 
en  fus  Cafas:  porque  me  parecía,  que  no  víamos  la 
decima  parte  de  la  Gente,  que  folia  haber  en  la  dicha 
Ciudad,  ni  tampoco  veíamos  Mugeres,  ni  Niños,  que 
era  leñal  de  poco  fofíego. 

Efte  día,  cjue  entramos  en  efta  Ciudad,  que  fue    yj.  Dejan Ü 
vífpera  de   Año-nuevo,  defpues  de   haber  entendido  en  Ciudad  los  dt 
nos    apofentar,  todavía    algo  efpantados    de   ver .  poca  *«««»«»«/ 
Gente,  y  eíía  que  víamos  muy  rebotados,  teníamos  pen-   /"T*  y , 
íamiento,   que  de  temor  dejaban  de  parecer  ,  y   andar   Quaxuta 
por  fu  Ciudad,  y  con  efto  e dábamos  algo  defeuidados.  Autego  llegan 
E  ya  que  era  tarde,  ciertos  Efpañoles  fe  fubieron  á  al-  A  ofrecerfe  ¿ 
gunas  Azoteas  altas,  de  donde  podían  fojuzgar  toda  la  Co,i^  Prendí 
Ciudad,  y  vieron,  como  todos  los  Naturales  de  ella  la  ,0Í  í  \      , 
defamparaban,  y  unos  con  lus  haciendas   le  ib3n  a  me-  res  de  México, 
ter  en  la  Laguna  con  fus  Canoas,  que  ellos  llaman  Acá-  y  Temixtitan, 
les,  y  otros  fe  fubieron  á  las  Sierras.  E  aunque  yo  lúe-  y  los  llevan  d 
eo    mande  proveer   en  eftorvarles  la  ida,  como  er3  ya  Co^tés-y!o^u' 

íítl £T OH  *     *V       i¿t 

tarde,  y  fobrevino  luego  la  noche,  y  ellos  fe  tlieron  mu-  refpueaa     ¿t 
cha  priefa,  no  aprovechó  cofa  ninguna.  E  afsí  el  Señor  Cortés, y  liUr 
de  la  dicha  Ciudad,  que  yo  defeaba,  como  á   la  falva-  tadquchsáii 
cion,  haberle  á  las  manos,  con  muchos  de  los  Principa- 

CCC¿  les 


-' 


i9,¿  CARTA  DE  RELACIÓN 

les  de  ella ,  fe  fueron  á  la  Ciudad  de  Temíxtítari  j 
que  eftá  de  allí  por  la  Laguna  feis  leguas,  y  llevaron 
coníígo  quanto  tenían.  E  á  efta  caufa,  por  hacer  á  fu 
l3lvo  lo  que  querían,  falieron  á  mi  los  Menfajeros,  que 
arriba  dije,  para  me  detener  algo,  y  que  no  entraífe  ha- 
ciendo daño;  y  por  aquella  noche  nos  dejaron ,  afsí  á 
nofotros,  como  á  fu  Ciudad. 

Defpues  de  haber   eftado  tres  días  de  efta  ma-f 
ñera  en  efta   Ciudad,  fin   haber   Recuentro  alguno  con 
los  Indios,  porque  por  entonces,  ni  ellos  ofaban  venir- 
nos á  acometer,  ni  nofotros  curábamos   de  falir  lejos  a 
los  bufear;  porque  mi  final   intención  era,  fiemprc  que 
quifieíTen  venir  de  Paz,  recibirlos,  y  á  todos  tiempos  re- 
querirles con  ella,  viniéronme  á  fablar  el  Señor  de  Coa- 
t fóchán, y  Guaxuta,  y  el  de  Aurcngo,  (i)que  fon  tres  Po- 
blaciones bien  grandes,  y  eftán,  como  hé  dicho,  incor- 
poradas, y  juntas  á  efta  Ciudad,  y  dijeronme,  llorando, 
que  los   perdonsífe,  porque  fe  habían  aufentado   de  In 
Tierra:  y  que  en  lo  demás,  ellos  no  habían  peleado  con 
migo,  á  lo  menos  por    fu  voluntad  :    y  que  ellos   pro-i 
metían  de  hacer  de  ahí  adelante,  todo  lo  que  en  nom„- 
bre  de   Vueftra  Mageftad    les  quifieíTe    mandar.  Yo   les 
dije  por  las  Lenguas,  que   ya  ellos  habían  conocido  el 
buen  tratamiento,  que  ííempre  les  hacía,  y  que  en  de- 
jar fit  Tierra,  y  en  lo  demás,  que  ellos  tenían  la  culpa; 
y  que  pues  me  prometían  fer  nueftros  Amigos,  que  po- 
blaifen  fus  Cafas,  y  trujefien   fus  Mugeres ,  é  Hijos ,  y 
que  como  ellos  fícieííén  las  obras,  alsí   los  trataría  :  y( 
afsí  fe  bolvieron,  á  nueftro  parecer,  no  muy  concentos. 

Como  el  Señor  de  México,  y  Temixtitan,  y  to- 
dos los  otros  Señores  de  Culúa  (que  quando  efte nom- 
bre de  Culúa  fe  dice,  fe  ha  de  entender  por  todas  las 
Tierras,  y  Provincias  de  eftas  partes,  fujetas  á  Tcmix- 
titan)  fupieron  que  aquellos  Señores  de  aquellas  Pobla- 
ciones fe  habían  venido  á  ofrecer  por  Vafallos  de  Vuef- 
tra 


(i)    Coathlinchan,  Huexothla,  y  Atengo,  que  hoy  es  Parroquia  principal,  y  fo 
$lama  Tcnango  Jepopula, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  195 

tra  Mageftad,  embiaronlcs  ciertos  Menfajeros,  á  los  'qualcs 
mandaron,  que  les  dijeíTen,  que  lo  habían  fecho  muy  mal; 
y  que  Ci  de  temor  era,  que  bien    fabían  que  ellos  eran 
muchos,  y  tenían  tanto  poder,  que  á  mí,  y  á  todos  los 
Efpañoles,  y  á  todos  los  de  Tafcaltccal  nos  lubían  de 
matar,  y  muy  preíTo;  y  que  fi  por  no   dejar  fus  Tier- 
ras lo  habían  hecho,  que  las  dejaíTen,  y  fe  fueíTen  á  Te- 
mixtitan,  y  allá  les  darían  otras  mayores,  y  mejores  Po- 
blaciones, donde  viviefTen.  Eílos  Señores  de  Costino  han, 
y  Guaxuta  tomaron  á  los  Menfajeros,   y  atáronlos ,.  y 
trujéronmelos:  y  luego  confefaron,  que  ellos  habían  ve- 
nido de  parte  de  los  Señores  de  Temixutan;   pero  que 
había  íído  para  les  decir,  que  fueílen  allá,  para  como 
terceros,  pues  eran  mis  Amigos,  á  entender  en  las  Pa- 
ces, entre  ellos,  y  mi;  y  los  de  Guaxuta,  y  Coatnchan 
dijeron,  que  no  era  afsí,  y  que  los  de  México,    y  Te- 
mixtitan  no  querían  fino  Guerra ;  y  aunque   yo   les    di 
crédito,  y  aquella  era  la  verdad,  porque  defeaba  atra- 
her  á  los  de  la  Ciudad   á  nueftra   amiíhd,  porque  de 
ella  dependía  la  Paz,  ó  la  Guerra   de  las  otras  Provin- 
cias, que  eftaban  alzadas,  fice  defatar  aquellos  Menfaje- 
ros,  y   díjeles:  que   no  tubieífen    temor,  porque  yo  les 
quería  tornar  á  embiar  á  Temixtitan:  y  que  les  rogaba, 
que  dijeíTen  á  los   Señores ,   que   yo   no   quería  Guer- 
ra con  ellos ,  aunque  tenía  mucha  razón ,   y   que   fuef- 
femos  Amigos,  como   antes  lo  habíamos  fido  ;    y   por 
mas   los    afegurar,   y  atraher    al  Servicio  de    Vueítra 
Mageftad  ,  les  embié  á  decir ,  que  bien  fabía  ,  que  los 
Principales,   que    habían    íído   en   hacerme    la    Guerra 
pafada,  eran  ya  muertos:  y  que  lo  pafado  fuefTe   pafa- 
do,  y  que  no  quifíeífen  dar  caufa  á  que  deítruyeíTe  fus 
Tierras,  y  Ciudades,  porque  me  pefaba  mucho  de  ello; 
y  con  efto  folté  eflos  Menfajeros,  y    fe  fueron,  prome- 
tiendo de  me  traher  refpuefta.  Los  Señores  de  Coatin- 
chan,  y  Guaxuta,  y  yo,  quedamos  por  efta  buena  obra 
mss  Amigos ,  y  Confederados :  y  yo  ,  en  nombre    de 
Vueftra  Mageftad,  les  perdoné  los  yerros  pafados,  y  afsí 
quedaron  contentos. 

DDD  Def- 


Vil.  Fa  Corté: 
á  Iztalapa,  y 
refríen  los  <n~ 
dios,  que  lie* 
gue.  Echan  fü' 
bre  él  la  La' 
gtma ,  y  cw 
tra  con  ellos  en 
la  Ciudad,  y  la 
pone  fuego,}  fe 
bttelve  ci  Tez* 
cuco  con  gran 
trabajo. 


i ?4  CARTA  DE  RELACIÓN 

Defpues  de  haber  citado  en  eíta  Ciudad  de  Te- 
faico  (i)  fíete,  ó  ocho  días,  fin  Gueira,  ni  reencuentro 
alguno,  fortaleciendo  nueftro  Apofento ,  y  dando  orden 
en  otras  cofas  neceíari.is  para  nueítra  defeirfon,  yoren- 
fa  de  los  Enemigos,  y  viendo  que  ellos  no  venían  con- 
tra mi,  falí  de  la  dicha  Ciudad  con  dofcientos  Efpaño- 
Ics,  en  los  quales  había  diez,  y  ocho  de  Caballo,  y 
treinta  Ballefteros ,  y  diez  Efcopcteros ,  y  con  tres,  ó 
quatro  mil  Indias  nueftros  Amigos,  y  fuy  por  la  Cof- 
ta  de  la  Laguna  ,  ha  fia  una  Ciudad  ,  que  fe  dice  Izra- 
palapa,  (2.)  que  eflá  por  el  Agua  dos  leguas  de  b  Gran 
Ciudad  de  Temixriran ,  y  feis  de  eíta  de  Tefdco  :  la 
qual  dicha  Ciudad  ferá  de  hafla  diez  mil  Vezinos,  y  la 
mitad  de  ella,  y  aun  las  dos  tercias  partes,  puedas  cu 
el  Agua:  y  el  Señor  de  ella,  que  era  Hermano  de  M'> 
teczuma,  á  quien  los  Indios,  defpues  de  fu  muerte,  ha- 
bían alzado  por  Señor,  había  fido  el  principa!,  que  nos 
había  hecho  la  Guerra  ,  y  echado  fuera  de  la  Ciudad. 
E  afsí  por  eílo,  como  porque  había  fabido,  que  citaban 
de  muy  mal  propófíto  los  de  eíta  Ciudad  de  Iztapala- 
pa,  determiné  de  ir  á  ellos.  E  como  fu  y  fentido  de  la 
Gente  de  ella,  bien  dos  leguas  antes  que  llegaííe,  lue- 
go parecieron  en  el  Campo  algunos  Indios  de  Guerra, 
y  otros  por  la  Laguna  en  fus  Canoas ,  y  afsí  fuimos 
rodas  aquellas  dos  leguas  rebuekos,  peleando,  afsí  con 
los  de  la  Tierra,  como  con  los  que  falían  del  Agua, 
fafta  que  llegamos  á  la  dicha  Ciudad.  E  antes,  caíi  dos 
tercios  de  legua,  abrían  una  Calzada,  como  Prefa,  que 
eflá  entre  la  Laguna  dulce,  y  la  falada,  (3)  fegun,  que 
por  la  figura  de  la  Ciudad  de  Temixtitan,  que  yo  embié  á 
V.  M.  fe  podrá  haber  viílo.  E  abierta  la  dicha  Calzada,  ó 

Pie- 


(1)     Tezcuco. 

(  í)  Afsí  fe  llama  hoy  por  la  Sal,  ó  Teqiicfquíre,  que  fe  coje  de  la  Haz  Je  la 
Tierra:  hoy  tiene  carta  Población  como  Je  trecientos  Vecinos;  pero  fe  ven  chú- 
mente las  ruinas  de  las  Cafas  de  el  Hermano  de  Muteczuma,  cerca  de  donde  cita  I,t 
Parroquia,  mirando  á  la  Laguna  de  Tezcuco. 

(5)  Se  ha  dicho  en  la  otra  Gaita,  que  por  un  lado  del  Sur  llega  á  Iztabpi  la 
Laguna  de  Chalco,  que  es  de  Agua  dulce,  y  por  el  Norte  la  de  Tezcuco,  que  es 
lalada. 


DE  D.  HERNANDO  CORTES.  r  <j  f 

Prefa,  comenzó  con  mucho  ímpetu,  á  laür  Agua  de  !.j  ¡La- 
guna Talada,  y  correr  hacia  la  dulce,  ¡moque  eftán  las 
Lagunas  defviadas,  la  una  de  la  otra,  mas  de  me  lia 
legua,  y  no  mir.nJo  en  aquel  engaño,  con  la  coji  ia 
de  la  Victoria,  que  llevábame,  pifamos  muy  bien,  y 
feguímos  mieítio  alcanze,  taita  entrar  dentro,  rebuelns 
cen  los  Enemig  s,  en  la  dicha  Ciudad.  E  como  eíLban 
ya  íobre  el  aviío,  todas  las  Cafas  de  la  Tierra  firme  ef- 
taban  deí  pobladas,  y  toda  la  Gente,  y  deípojo  de  ellas 
metidos  en  las  Cafas  de  la  Laguna,  y  allí  fe  recogieron 
los  que  iban  huyendo,  y  pelearon  con  noíorros  noy 
reciamente;  pero  quifo  Nueftro  Señor  dar  tanto  esfuer- 
zo á  los  fuyos,  que  les  entramos  fafta  los  meter  por  el 
Agoa^  á  las  vezes  á  los  pechos,  y  otras  nadando,  y  les 
tomamos  muchas  Cafas,  de  las  que  eftán  en  el  Agua, 
y  murieron  de  ellos  mas  de  feis  mil  ánimas,  entre 
Hombres,  y  Mugeres,  y  Niños:  porque  los  Indios  nuef- 
tros  Amigos,  viíta  la  Victoria,  que  Dios  nos  dsba,  no 
entendían  en  otra  cofa,  fino  en  matar  á  dieftro,  y  á  íi- 
nicího.  E  porque  fobrevino  la  noche,  recogí  la  Gente 
y  puíe  fuego  á  algunas  de  aquellas  Cafas;  y  eíhndoias 
quemando,  pareció  que  Nueftro  Señor  me  inípiró,  y 
trujo  á  la  memo'ia  la  Calzada,  ó  Prefa,  que  había  vif- 
to  rot3  en  el  Camino,  y  reprefentófeme  el  gran  daño, 
que  era:  y  á  mas  andar,  con  mi  Gente  junta,  me  tor- 
né á  falir  de  la  Ciudad,  ya  noche  bien  obfeuro.  Coran- 
do llegué  á  aquella  Agua,  que  ferian  cafi  las  nueve  de  la 
nnche,  había  tanta,  y  corría  con  tanto  ímpetu,  que  la 
paíamos  á  volapié,  (i)  y  fe  ahogaron  algunos  ludios  de 
nueftros  Amigos,  y  fe  perdió  todo  el  defpojo,  que  en 
la  Ciudad  fe  había  tomado;  y  certifico  á  Vueftra  Ma- 
geftad  ,  que  fi  aquella  noche  no  pafaramos  el  Agua, 
ó  aguardáramos  tres  horas  mas,  que  ninguno  de  n>fo- 
tros  efeapara,  (2)  porque  quedábamos  cercados  de  Aguí, 
fin  tener  pafo  por  parte  ninguna.  E  quando   amanee. ó, 

DDDi  vi- 

(1)  Volapié:  efto  es  con  tanta  ligereza,  que  no  hacían  Pie.  Diccionario  de  la 
.Lengua  Elp.iñou. 

(1)  Parte  de  el  Pueblo  de  Iztapalapa  eirá  en  Tierra,  y  parte  en  Aguí,  y  los 
Indios  foliaron  los  diques  para  la  cornuücacion  de  las  dos  Lagunas. 


1 96*  CARTA  DE  RELACIÓN 

vimos  como  el  Agua  de  la  una  Laguna  eftaba  en  el  pe- 
ío  de  la  otra,  y  no  corría  mas:  y  toda  la  Laguna  Ta- 
lada eftaba  llena  de  Cañáis  con  Gente  de  Guerra,  cre- 
yendo de  nos  tomar  allí.  £  aquel  día  me  bol  vi  á  Te- 
faico,  peleando  algunos  ratos  con  los  que  fahan  de  la 
Mar,  aunque  poco  daño  les  podíamos  hacer,  porque  fe 
acogían  luego  á  las  Canoas;  y  llegando  á  la  Ciudad  de 
Tcíaico,  hallé  la  Gente,  que  había  dejado  muy  fegura, 
y  fin  haber  habido  reencuentro  alguno:  y  obieron  mu- 
cho placer  con  nueftra  venida,  y  vi'ótoria.  E  otro  día, 
que  llegamos,  falleció  un  Eipañol,  que  vino  herido,  y 
aun  fue  el  primero,  que  en  Campo  los  Indios  me  han 
muerto  fafta  agora. 

Otro  día  figuicnte  vinieron  á  cfta    Ciudad  cíer- 
h      í    "    de   tos  Menfajeros  de  la  Ciudad  de  Otumba,  (1)  y  otras  qua- 
Otumba%  y  de   lro  Ciudades,  que  eftán  junto  á  ella,    las   quales  eftán 
otras     qwtro   á  quatto,  y  á  cinco,  y  á  íeis  leguas  de  Tefaico:  y  di- 
Ciudades    lie    jeronme,  que  me  rogaban  les  perdonafle  la  culpa,  (i  al- 
gan   a    peen    güna  tenjan  por  \¡  Guerra  pafada,  que  me  fe  había  fe- 
tés  y  ofrecer-    cno;  porque  allí  en  Otumba  fue   donde  fe  juntó    todo 
fe  le.  Como  fe   el  poder  de    México ,  y   Temixtitan ,  quando   fallamos 
efeufaron,    y   desbaratados  de  ella,  creyendo  que  nos  acabaran.  E  bien 
fueron  refpo/r   vjan  crj.os  ¿Q  Otumba ,   que  no   le  podían    relevar   de 
culpa,  aunque  fe  efeufaban  con  decir,  que  habían  fido 
mandados:  é  para  me  inclinar  mas  á  benevolencia,  di- 
jeron me,  que  los  Señores  de  Temixtitan  les  habían  em- 
biado  Meníajercs  á  les  decir,  que  fuellen  de  fu  parcia- 
lidad, y  que  no  ficieflen  ninguna  amiftad  con  nofotros, 
íi  no,  que  veruíarj  fobre  ellos,  y  los  deftruirían:  y  que 
ellos  querían  íer  antes  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  y 
facer,  lo  que  yo  les  man  dalle.  E  yo  les  dije,  que  bien 
labían  ellos   quan  culpantes  eran  en   lo    paíado:  y  que 
pa raque   yo  les  perdonafle ,  y  creyelíe,  lo  que  me   de- 
cían, que  me  habían  de  traher  atados  primero  aquellos 
Mtnfajeros,  que   decían,  y  á  todos   los  Naturales    de 

Me- 


(i)  Afsí  fe  llama  hoy,  y  cerca  de  ella  efth  San  Juan  Theothihuacan, '  Axa 
pufeo,  Quaclilanzingo,  que  anres  fue  muy  grande,  y  Oíloticpac,  v  TefcpayUcaní 
Xalrepcc,  Nopakepec,  y  la  Hazienda  de  Ometufco. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  197 

México,  y  Temixtitan,  que  eíhibicflen  en  fu  Tierra;  y 
que  de  otra  manera  yo  no  los  había  de  perdonar,  y 
que  fe  bolvieííen  á  fus  Cafas,  y  las  pobbíícn,  y  fícief- 
íen  obras  por  donde  yo  conocieííe ,  que  eran  buenos 
Vafaüos  de  Vueftra.Mageftad;  y  aunque  pafamos  otras 
razones,*1  no  pudieron  Tacar  de  mi  otra  cofa :  y  afsí  fe 
bolvieron  fá  fu  Tierra,  certificándome,  que  ellos  harían 
iiempre,  lo  que  yo  quiííeíTe:  é  de  ahí  adelante  ííempre 
han  íido ,  y  fon  leales ,  y  obedientes  al  Servicio  de 
Vueftra  Mageftad»  &  H"ye  fe 

En  la  otra  Relación,  muy  Vemurofo,  y  Es&e*  Í?$"¿£¡l 
lentífsimo  Príncipe,  dije  á  Vueftra  Mageftad,  como  al  caci'n' Señor  di 
tiempo,  que  me  desbarataron,  y  echaren  de  la  Ciudad  Tezcnco,  y  ca- 
de Temixcitan,  facaba  con  migo  un  Hijo,  y  dos  Hijas  mo  fue  muerto. 
de  Muteczuma,  y  al  Señor  de  Teíaico,  (1)  que  fe  decía  f'"¿'fl  Cortés 

01   3      ■,  1  r  '  1        c-       a    Gonzalo    ele 

camacm,  y  a  dos  Hermanos  luyes,  y  a  otros  muchos  Se-  sandovat  ó  la 

fiores,  que  tenía   prefos ,   y  como  á  todos    los   habían  Prmjimia    de 

muerto  los  Enemigos,  aunque  eran  de   fu  propria    Na-  Aculuacan,  y 

cion,  y  fus  Señores  algunos  de  ellos,  excepto  á  los  dos  por  qué?  De 

Hermanos  del  dicho  Lacamacin,  que   por  gran  . ventura*^ ,L"7t'7//?  I"6 
r  j*  r  1  \        cv        j         i,  í  tubo  con  los In- 

ie  pudieron  eícapar:  y  el  uno  de  eítos  dos   Hermanos,  (¡¡os  ¿ecia¡co 

que  fe  decía  Ipacfuchi!,  y  en  otra   manera    Cucafcacin:  y  como  fueron 

al  qual    de  antes  yo,  en  nombre  de  Vueftra  Mageftad,  los  Principales 

y  con  parecer  de  Muteczuma,  había  hecho  Señor  de  ef-  de  ella,a°fr<;~ 

/-•jjjT-r-  r>        •      •       j       a      i  1    cer'e  a  i-orles^ 

ta  Ciudad  de  Teíaico  ,  y  Provincia  de  Aculuacan ,  al  con  ¿  ge, 
tiempo  que  yo  llegué  á  la  Provimia  de  Tafcaltecal,  te-  ga¡9% 
riéndolo  en  fon  de  prefo,  fe  foltó,  y  fe  bolvió  á  la  di- 
cha Ciudad  de  Tefaico;  y  como  ya  en  eHa*  habían  alza- 
do por  Señor  á  otro  Hermano  fuyo,  que  fe  dice  Gua- 
nacacin,  de  que  arriba  fe  ha  hecho  mención,  dicen,  que 
hizo  matar  al  dicho  Cucafcacin,  fu  Hermano,  de  efta  ma- 
nera: Que  como  llegó  á  la  dicha  Provincia  de  Tefaico, 
Jns  Guardas  lo  tomaron,  y  hiriéronlo  faber  á  Guanaca- 
iin,  fu  Señor,  el   qual  también  lo  hizo  faber  al  Señor 

EEE  de 


(1)  El  Señor  de  Tetzcuco  Cacamacin  era  Deudo  de  Muieczuma,  y  fu  Tiibuta» 
rio,  Hijo  de  Nezahualp illi,  en  quien  celó  la  efuccie  de  Soberanía,  y  recayó  en 
Muteczuma. 


-i  9  8  CARTA  DE  RELACIÓN 

de  Temixtitan:  el  qual,  como  fupo  que  el  dicho  Cucaf- 
cacin  era  venido,  creió,  que  no  fe  pudiera  haber  fal- 
tado, y  que  debía  de  ir  de  nueftra  parte,  para  defde 
allá  darnos  algún  aviíb:  y  luego  erabió  á  mandar  al  di- 
cho Guanacacin,  que  mataííen  al  dicho  Cucafcacin,  fu 
Hermano,  el  qual  lo  hizo  afsí,  fin  lo  dilavar :  el  otro; 
que  era  Hermano  menor  que  ellos,  fe  quedó  con  migo, 
y  como  era  Muchacho,  imprimió  mas  ea  él  nueítra  con- 
verfacion,  y  tornófe  Chriftiano,  (i)  y  pufímosle  Nom- 
bre D.  Fernando;  y  al  tiempo  que  yo  partí  de  la  Pro- 
vincia de  Tafcaltecal  para  eftas  de  México,  y  Temixti- 
tan, déjele  allí  con  ciertos  Efpañoles;  y  de  lo  que  con 
el  defpues  fucedió,  adelante  haié  Relación  á  Vueftra  Mar 
geftad. 

El  día  figuiente,  que  vine  de  Iztapalapa  á  efta 
Ciudad  de  Tefaico ,  acordé  de  embiar   á  Gqnzalo    de 
Sandova!,  (2.)  Alguacil  Mayor  de  Vueftra  Mageftad  ,   por 
Capitán,  con  veinte  de  Caballo  ,  y  docicntos    Hombres 
de  Pie,  entre  Balleneros ,  y  Efcopeteros ,  y   Rodeleros, 
*para  dos  efe¿tos  muy  necefarios;  el  uno  paraqae  echaf- 
íen  fuera  de  efta  Provincia  á  ciertos  Meníajeros,  que  yo 
embiaba  á  la  Ciudad  de  Tafcaltecal,  para  faber  en  que 
términos  andaban  los  trece  Bergantines,  que  allí  fe  ha- 
cían, y  proveer  otras  cofas  necefarias,  afsí  para  los  de 
la  Villa  de    la  Vera-Cruz,  como  para  los  de  mi  Com- 
pañía;   y   el  otro,  para    afegurar  á  aquella  parte,   para 
que  pudieífen  ir,  y  venir  los  Efpañoles  feguros;  porque 
por    entonces,  ni  nofotros    podíamos  falir  de  efta  Pro- 
vincia  de  Aculuacan,  fin  pafar  por  Tierra  de  los  Ene- 
migos: ni  los  Elpañoles,  que  citaban  en  la  Villa,  y  en 
otras  partes,  podían*venir  á  nofotros,  fin    mucho  peli- 
gro de  los  Contrarios.  E  mandé  al  dicho  Alguacil  Ma- 
yor ,  que   defpues  de  pueftos  los  Menfajeros  en  falvo  , 

lie- 


(1)     T)efpuej  de  el  Raitifmo  de  los  quatro  Señores  de  Tlaxcala,    es  el  mas  cé- 
lebre el  de  Femando  Señor  de  Terzcuco. 

(z)     Gonzalo  de  Sandoval  natural  de  Medellin,  Regidor,  y  Alguacil  Mayor  de 
S^ila-Rica,  ó  Vera-Cruz,  por  Cortes, 


DE  D.  FERNANDO  CORTÉS,  19$ 

llegarte  á  una  Provincia,  que  fe  dice  Calco,  (1)  que  confí- 
na con  efta    de  Aculuacan,  porque   tenía  certificación* 
que  los  Naturales  de  aquella  Provincia,  aunque  eran  de 
la  liga  de  los  de  Culúa,  fe  querían  dar  porVafallos  de 
V.  M.  y  que  no   lo  ofaban  hacer ,  á  caufa   de  cierta 
Guarnición  de  Gente,  que  los  de  Culúa  tenían  puerta 
cerca  de  ellos.  Y  el  dicho  Capitán  fe  partió,  y  con  él 
iban    todos  los  Indios  de  Taícaltecal ,  que  nos  habían 
trahído  nueftro  Fardage:  y  otros,  que  habían  venido  á 
ayudarnos,  y  habían  habido  algún  defpojo  en  la  Guer- 
ra. E  como  fe  adelantaron  un  poco  adelante,  el  dicho 
Capitán,  creiendo  que  en  venir  en  la  rezaga  los  Efpa- 
íioles,  los  Enemigos  no  ofarían  falir  á  ellos :  corno  los 
vieron  los  Contrarios,  que  eftaban  en  los  Pueblos  de  la 
Laguna,  y  en  la  Corta  de  ella,  dieron  en   la  rezaga  de 
los  de  Taícaltecal,  y  quitáronles  el  defpojo,  y  aun  ma- 
taron algunos  de  ellos.  E  como  el  dicho  Capitán  llegó 
con  los  de  Caballo,  y  con  los  Peones,  dieren  muy  re- 
ciamente en  ellos,  y  alanzearon,  y  mataron  muchos :  y. 
los  que  quedaron  desbaratados  fe  acogieron  al  agua,  y 
á  otras  Poblaciones,  que  eftan  cerca  de  ella;  y  los  Indios 
de  Tafcaltecal  fe   fueron  á  fu  Tierra,  con  lo   que    les 
quedó,  y  también   los  Menfajeros,   que  yo  embiaba ;  y 
puertos  todos  en   falvo,  el  dicho  Gonzalo   de  Sandoval 
íiguió  fu  camino  para  la  dicha  Provincia  de  Calco,  que 
era  bien    cerca  de   allí.  E   otro  día  de  mañana  juntófe 
mucha  Gente  de  los  Enemigos,  para  los  falir  á  recibir: 
y  puertos  los  unos,  y  los  otros  en  el  Campo,  los  nuef- 
tros  arremetieron  contra  los  Enemigos,  y  desbaratáronles 
dos  Efquadrones  con  los  de  Caballo:  (1)  en  tal  manera, 
quc'en  poco  rato  les  dejaron  el  Campo,  y  fueron  que* 
mando,  y  matando  en  ellos.  Y  fecho  erto,   y  defemba- 
razado  aquel  Camino,  los  de  Calco  falieron  á  recibir  á 

EEEi  los 

(1)  Clínico,  cuya  Provincia  confina  con  la  de  Ivléxieo,  ó  Culhuacan  fegun  l.t 
llama  Corics  ;  y  el  Pueblo  de  Culhuacan  eftá  muy  cerca  de  México  como  dos 
leguas,  y  por  agua  menos. 

(1)  Efta  Batalla  fue  en  el  Llano,  que  hay  en  el  camino,  defde- Tetzcuco  $ 
Cha  Ico. 


loo  CARTA  DE  RELACIÓN 

los  Efpañoles:  y  los  unos,  y  los  otros  fe  holgaron  mucho; 
E  los  Principales  dijeron, que  me  querían  venir  á  ver,  y 
hablar:  y  aísí  fe  partieron,  y  vinieron  á  dormir  á  Tefaicoí 
y  llegados^  vinieron  ante  mí  aquellos  Principales  con  dos 
Hijos  del  Señor  de  Calco,  y  diéronrros  obra  de  trecien- 
tos Pefos  de  Oro,  en  piezas:  y  dijeronme,  como  fu  Pa- 
dre era  fallecido,  y  que  al  tiempo  de  fu  muerte  les  ha- 
bía dicho,  que  la  mayor  pena  que  llevaba,  era  no  ver- 
me primero  que  murieífe,  y  que  muchos  días  me  había 
eftado  eíperando:  y  que  les  había  mandaáo  ,  qne  lue- 
go como  yo  á  efta  Provincia  vinielfe,  me  vinielfen  á  ver,' 
y  me  tubieífen  por  fu  Padre;  y  que  como  ellos  habían 
fabido  de  mi  venida  á  aquella  Ciudad  de  Tefaico,  lue- 
go quiíieran  venir  á  verme;  pero  que  por  temor  de  los 
de  Culúa  no  habían  ofado  :  y  que  tampoco  entonces 
ofáran  venir,  fi  aquel  Capitán,  que  yo  había  embiado, 
no  hobiera  llegado  i  fu  Tierra;  y  que  quando  fe  ho- 
bieílen  de  bolver  á  ella,  les  había  de  dar  otros  tantos 
Efpañoles,  para  los  bolver  en  falvo.  E  dijeronme,  que 
bien  fabía  yo,  que  nunca  en  Guerra,  ni  fuera  de  ella, 
habían  íido  contra  mi:  y  que  también  fabía,  como  al 
tiempo  que  los  de  Culúa  combarían  la  Fortaleza,  y  Cafa 
de  Temixtitan,  y  ios  Efpañoles,  que  yo  en  ella  había 
dejado,  quando  me  fuy  á  ver  á  Cempoal  (i)  con  Narvaez, 
que  eftaban  en  fu  Tierra  dos  Efpañoles,  en  guarda  de 
cierto  Maíz,  que  yo  les  había  mandado  recoger  en  fu 
Tierra,  y  los  habían  facado  faíta  la.Provincia  de  Gua- 
xocingo ,  porque  fabían,  que  los  de  allí  eran  nueftros 
Amigos;  porque  los  de  Culúa  no  los  mataflen,  como 
hacían  á  todos  los  que  fallaban  fuera  de  la  dicha  Cafa 
de  Temixtitan.  E  todo  eílo,  y  otras  cofas  me  dijeron, 
llorando:  y  yo  les  agradecí  mucho  fu  voluntad,  y  bue- 
nas obras,  y  les  prometí,  que  haría  íiempre  todo  lo  que 
ellos  quifíeííen,  y  que  ferian  muy  bien  tratados;  y  fafta 

aho- 


■     (t)    Efte  Cempoal  es  el. que  eftá  en  la  Diocelis  de  Puebla,  y  no  el  del  Ar- 
&obiÍ£ado» 


DE  D.  FERNANDO  CORTES»  ¿oí 

ahora  fíempre  nos   han  moftrado  muy  buena  voluntad, 

y  cftan  muy  obedientes  á  todo  lo  que  de  parte  de  V. 

Mageftad  fe  les  manda. 

Eftos  Hijos  del  Señor  de  Calco,  (r)  y  los  que  Vi-     %■    Nombra 

nieron  con  ellos,  eftubieron  allí  un  día  con  migo,  y  di-    Cortés  á  Don 

jeronme,  que  porque  fe  querían  bolver  á  fu  Tierra,  que   JJ¡¡  £  ¿^ 

me   rogaban  que  les   diefte   Gente,  que  los  puíiefle  en   camatin,    'por 

falvo:  y  Gonzalo  de  Sandoval,  con  cierta  Gente  deCa-  SeñordelaPro 

bailo,  y  de  Pie,  fe  fue  con  ellos;  al  qual  dije,  que  def-   vintiadeAcu. 

pues  de  los  haber  puefto  en  fu  Tierra,   fe  llegaííe  á  la   l"acf'-y  ••*■ 
£       .     .       ,      -^-  ,-     ,         i  ■  re  r        i  ¡an  losdeGua- 

Provincia  de  Talcaltccal,  y  que  trujelle  condgo  a  cier-   xut„,yCoat¡n* 

tos  Efpañoles,  que  allí  eftaban,  y  aquel  D.  Hernando,   chande  las  pre 

Hermano  de  Cacamacin ,  de  que  arriba  he   fecho  men-    véchnes  délos 

clon.  E  dende  á  quatro,  ó  cinco  días  el  dicho  Algua-    f'2tmig°s  Re- 

....  ,     ,    ./  i        rr     -    i  ...  i     j-  i        belanfe  dosPut 

cil  Mayor    bolvio  con  los  Eipanoles,   y   trujo  al  dicho   y calida- 

D.  Fernando  coníigo.  E  dende  á  pocos  días  fupe,  co-  dos  por  Cortés^ 
mo  por  fer  Hermano  de  los  Señores  de  efta  Ciudad,  le  los  perdona. 
pertenecía  á  él  el  Señorío,  aunque  había  orros  Hermanos: 
é  afsí  por  cíto,como  porque  cftaba  efta  Provincia  íin  Señor, 
á  caufa  que  Guanacucín,  Señor  de  ella,,  fu  Hermano,  la 
había  dejado ,  y  idofe  á  la  Ciudad  de  Temixtitan  ;  y 
afsí  por  eflas  caufas,  como  porque  era  muy  Amigo  de 
los  Chtiftianos ,  yo,  en  nombre  de  Vueftra  Mageftad, 
fice  que  lo  iccibieílen  por  Señor .  E  los  Naturales  de 
efta  Ciudad,  aunque  por  entonces  había  pocos  en  ella, 
lo  ficicron  afsí:  y  dende  ahí  adelante,  le  obedecieron, 
y  comenzaron  á  venirfe  á  la  dicha  Ciudad,  y  Provin- 
cia de  Aculuacan  muchos  de  los  que  eftaban  aufentes, 
y  huidos ,  y  obedecían ,  y  fervían  al  dicho  Don  Fer- 
nando:  y  de  ahí  adelante  fe  comenzó  á  reformar,  y 
poblar  muy  bien  la  dicha  Ciudad. 

Dende  á  dos  días,  que  efto  fe  hizo,  vinieron  á 
mi  los  Señores  de  Coatinchan,  y  Guaxuta,  (i)  y  dijeron- 
me ,  que  fupieífe  de  cierto ,  como  todo  el  poder  de 
Culúa  (3)  venía  fobre  mi,  y  fobre  los  Efpañoles,  y  que  to- 

FFF  da 

(1)     Chalco  aunque  tubo  Señor,  era  Tributario  á  el  Imperio  Mexicano^ 
(1)     Los  Caciques  de  Coathlinchan,  y  Huexotla* 
($)    De  los  Mexicanos. 


zoi  CARTA  DE  RELACIÓN 

da  la  Tierr*  eftaba  llena  de  los  Enemigos:  y  que  viefíe 
íí  rjaherían  á  fus  Mugeres ,  y  Hijos  adonde  yo  efttba, 
ó  fi  los  llevarían  á  la  Sierra,  porque  tenían  muy  gran 
temor.  E  yo  les  animé,  y  dije,  que  no  obieííeo  ning<m 
miedo,  y  que  fe  eítuyieíTen  en  las  Cafas,  y  no  hícief- 
fen  mudanza:  y  qué  no  holgaba  de  cofa  mas  que  de 
verme  con  los  de  Culúa  en  Campo;  y- que  eílubieífen 
apercibidos,  y  puueííen  fus  velas,  y  Efcuchas  por  toda 
la  Tierra,  y  eri  viendo,  ó  íabiendo;  que  venían  los  con- 
trarios, me.  lo  ficiefíen  faber;  y  afsí  fe  fueron  llevando 
muy  á  cargo,  lo  que  les  había  mandado.  E  yo  aquclU 
noche  apercibí  toda  la  Gente,,  y  pule  muchas  velas,  y  efen- 
ohasen  t-mlas  las  partes,  que  era  necelíario;  y  en  toda  !a 
noc-he  nunca  dormimos,  ni  entendimos  fino  en  cito*  Eafsi 
eítubimos  efperando  toda  efta  fioche,  y  día  íkuicntc, 
creyendo  lo  que  nos  habían  dicho  los  de  Guaxura,  y 
Guarinchan;  y-otro  día  fupe  como  pot  la  Coíh  de  la 
Laguna,  andaban,  algunos  indios  de  los  Enemigos,  fa- 
ciendo faltos,  (r)  y  efperando  tomar  algunos  Indios  de 
Tafcalteeal,  que  iban,. y  venían  por  cofas  para  el  Ser- 
yicio  de  el  Real:  y  fupe  como  fe  habían  confederado 
con  dos  Pueblos  fujetos  á  Tefaico,  que  eftaban  allí  jau- 
to al  Agua,  para  dende  allí  facer  todo  el  daño,  que 
pudieflen.  E  facían  para  íe  fortalecer  en  ellos  Aibar- 
radas,  y  Azeqnias,  y  otras  cofas  para  fu  defenfa;  é  co- 
mo fupe  efto,  otro  día  temé  doce  de  Caballo,  y  dof- 
cientos  Peones,  y  dos  tiros  pequeños  de  Campo,  y  fuy 
allí  á  donde  andaban  los  contrarios,  que  feria  legua,  y 
media  de  la  Ciudad.  Y  en  faliendo  de  ella  topé  con 
ciertas  efpia.s  de  los  Enemigos,  y  con  otros,  que  ef- 
taban  en  falto,  y  rompimos  por  ellos:  y  alcanzamos,  y 
matamos  algunos  de  ellos;  y  los  que  quedaron  fe  echa- 
ron al  Agua,  y  quemamos  parte  de  aquellos  Pueblo*;:  y 
afsí  nos  Solvimos  al    Apofento   con  mucho    placer ,    y 

vic- 


(i)  La  Laguna  de  Tezcuco  llegaba  entonces  harta  la  mifma  Ciud.nl,  y  hoy 
cítá  retinada  una  legua;  pero  fe  advierte,  que  Cortés  hizo  llegar  ei  Agua,  haft* 
la  Ciudad,  abriendo  un  Caz,  ó  Azequia  para  echar   los  Bergantines. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  2.03 

vidoria.  E  Otro  día,  tres  Principales  de  aquellos  Pue- 
blos vinieron  á  pedirme  perdón,  por  lo  paiado:  y  ro- 
gáronme, que  no  los  deítruycíle  mas,  y  que  ellos  me 
prometían  de  no  recibir  mas  en  fus  Pueblos  á  ninguno 
de  los  de  Temixtitan.  E  porque  eftas  no  eran  Perfonas 
de  mucho  cafo,  y  etan  Vaíallos  de  Don  Fernando,  yo 
les  perdoné  en  nombre  de  Vueftra  Mageftadi  é  luego 
otro  día  ciertos  Indios  de  efta  Población  vinieron  á  mí 
medio  defcahbrados,  y  maltratados,  y  dijeronme  como 
los  de  México,  y  Temixtitan  habían  vuelto  á  fu  Pue- 
blo: y  como  en  ellos  no  hallaron  el  recibimiento,  que 
folian,  los  habían  maltratado,  y  llevado  prefos  algunos 
de  ellos,  y  que  íi  no  fe  defendieran,  llevaran  á  todos;  que 
me  rogaban,  que  cítubicíie  fobre  avilo,  por  manera, 
que  qu.indo  los  de  Temixtitan  volvieflén,  yo  lo  pudief- 
fc  fabtt  á  tiempo,  que  íes  pudielTc  ir  á  focorrer,  y  ahí 
fe  partieron  para  fu  Pueblo. 

La  Gente,  que  había  dejado  en  la  Provincia  de  XI.  Como  fue 
Tafcalrccal,  haciendo  los  bergantines,  tenían  nuevas  co-  avifado  Cortés 
mo  al  Puerro  de  la  Villa  de  la  Vera-Cruz  había  ¡lega-  del  Socorro , 
do  una  Nao,  en  que  venían,  fin  los  Marineros,  treinta,  q^ebaUa  lie- 
o  quarenu  típanoies,  y  ocho  Caballos,  y  algunas,  m-  ctazr  y  (¡e  ¡a 
licitas,  y  Ebopetas,  y  pólvora,  y  como  no  habíarí  íabi-  Liga  que  hizo 
do,  como  nos  iba  en  la  Guerra,  ni  había  feguridad  para  hacer  á  los  de 
pafar  á  nofotro.s,  tenían  mucha  pena,  y  eíhban  allí  dete-    Cbako  ton  los 

•  11  r-  r     -    1  ri  _•  de     Gttaxocin* 

nidos  algunos  hi panoles,  que  no  olaban  venir    aunque  n 

defeaban  traherme  tan   buena  "  nueva.  E  como  untio    un   c^¡,;,h  y    r>gr 

Criado  mió,  que  había  dejado  allí,  que  algunos  fe  que-   qué? 

rían  atteber  á  venir  donde  yo  eftaba,  mandó  apregonar 

fo  graves  penas,  que  nadie  faliefle  de  allí  fafta,  que  yo 

lo  embiafie  á  mandar:  y  un  Mozo  mío,  como  vio,  que 

con  cofa  del  Mundo  no  habría  mas  placer,  que  con  ía- 

ber  la   venida  de  la  Nao ,   y    del  focorro ,  qué  trahía, 

aunque  la  Tierra  no  eftaba  feguta,  de  noche  fe    falió, 

y  vino  á  Tefaico,  de  que  nos  efpantamos  mucho   haber 

llegado  vivo:  y  obimos  mucho  placer  con   las   nuevas, 

porque  teníamos  extrema  neccíidad  de  focorro. 

Efte  mifmo  día,  muy  Católico  Señor,  llegaron 
FFFi  allí 


104  CARTA  DE  RELACIÓN 

allí  á  Tefaico,  ciertos  Hombres  de  bien,  Menfajeros  de 
los  de  Calco:  y  dijeronme  como  á  caufa  de  haberfe 
venido  á  ofrecer  por  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  to- 
dos los  de  México,  y  Temixtitan  venían  íobre  ellos 
para  los  deftruir,  y  matar;  y  que  para  dio  habían  con- 
vocado, y  apercibido  á  todos  los  cercanos  á  fu  Tierra, 
y  que  me  rogaban,  que  los  focorrielíe,  y  ayudaííe  en 
tan  gran  neceíídad,  porque  penfaban-verfe  en  grandífsimo 
eftrecho,  íi  afsí  no  lo  hacía.  Y  certifico  á  Vueftra  Magef- 
tad, que  como  en  la  otra  Relación  eferibí,  allende  de  nuef- 
tro  trabajo, y  neccíidad,  la  mayor  fatiga,  que  tenía  era,  no 
poder  ayudar,  y  íocorrer  á  los  Indios  nueftros  Amigos, 
que  por  fer  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  eran  raolef- 
tados,  y  trabajados  de  los  de  Culúa:  aunque  en  efto  yo 
y  los  de  mi  Compañía  poníanlos  toda  nueftra  poíibili- 
dad,  porque  nos  parecía,  que  en  ninguna  cofa  podía- 
mos mas  fervir  á  Vueftra  Cefárea  Mageftad,  que  en  fa- 
vorecer, y  ayudar  á  fus  Vafallos,  y  por  la  coyuntura, 
en  que  eftos  de  Chalco  me  tomaron ,  no  pude  hacer 
con  ellos,  lo  que  yo  defeaba;  pero  dijeles,  que  porque 
yo  á  la  fazon  quería  embiar  por  los  bergantines,  y  p  j- 
ra  ello  tenía  apercibidos  á  todos  los  de  la  Provincia 
de  T%fcaltecal,  de  donde  fe  habían  de  traheren  piez.is> 
y  tenía  necelidad  de  embiar  para  ello  Gente  de  Caba- 
llo, y  de  Pie:  que  ya  fabían»  que  los  Naturales  de  las 
Provincias  de  Guaxoctngo,  y  de  Churoltecal,  y  Guica- 
hula  eran  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad ,  y  Amigos 
nueftros,  que  fueífen  á  ellos,  y  de  mi  parte  les  rogaf- 
fen,  pues  vivían  muy  cerca  de  fu  Tierra ,  que  les  vl- 
nieften  á  ayudar,  y  íocorrer:  y  embiaften  allí  Gente  de 
guarnición,  con  que  pudieífen  eftar  feguros,  en  tanto, 
que  yo  les  focorría,  porque  otro  remedio  al  preferiré 
yo  no  les  podía  dar.  E  aunque  ellos  no  quedaron  Mn 
latisfechos,  como  íi  les  diera  algunos  Efpañoles,  agrade* 
cieronmelo,  y  rogáronme,  que  porque  fuellen  creídos,  les 
diefle  una  Carta  mia,  y  también  paraque  con  mas  fe- 
guridad  fe  lo  ofaflen  rogar;  porque  entre  eftos  de  Chal- 
co, y  los  de  dos  Provincias  de  aquellas,  como  eran  de  di- 

verfaá 


DE  D.  FERNANDO  CORTES,  lo? 

Verfas  Parcialidades,  habían  fiempre  diferencias.  Y  eftaa* 
do  afsí  dando  ordenen  efto,  llegaron  ácafó  ciertos Men> 
fajeros  de  las  dichas  Provincias  deGuaxocingo,  y  Guaca- 
chula:  (i)  y  eftando  prefehtes  los  de  Chalco,  dijeron,  cómo 
los  Señores  de  aquellas  Provincias  no  habían  vifto,  ni  fa* 
bido  de  mi,  defpues  que  había  partido  de  la  Provin- 
cia deTafcaltecal,  como  quiera  que  dios  íiempre  tenían 
puefto  fus  Velas  por  las  Sietras,  y  Cerros,  que  confinan 
con  fu  Tierra,  y  íojuzgan  las  de  México,  y  Temixtitan¿ 
paraque  viendo  muchas  ahumadas,  que  fon  las  feñaleS 
de  la  Guerra,  me  vinieifen  á  ayudar,  y  focorrer  cori  fus 
Vafallos,  y  Gente;  y,  porque  de  poco  acá  habían  viítd 
mas  ahumadas  que  nunca,  venían  á  faber  corrió  eftabá, 
y  fí  tenía  necefidad,  para  luego  proveer  de  Gente  de 
Guerra»  E  yo  fe  lo  agradecí  mucho, y  les  dije,  que  ben- 
dito nueftto  Señor,  los  Efpañoles,  y  yo  eíhbamos  hue- 
llos, y  íiempre  habíamos  habido  victoria  contra  IosEne«» 
migos  >  y  que  demás  de  holgar  mucho  con  fu  volun- 
tad, y  prefencia,  que  holgaba  mas  por  los  confederar,  y 
hacer  Amigos  cori  los  de  Chalco ,  que  eftaban  prefen» 
tes:  y  que  afsí  les  rogaba,  pues  los  unos,  y  los  otros 
eran  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  que  fueííen  buenos 
Amigos,  y  fe  ayudaífen,  y  focorríelfen  contra  los  de  Cu- 
lúa,  qué  eran  malos,  y  perverfos,  efpecialmente  ahora/ 
que  los  de  Chalco  tenían  necefidad  de  focorro,  porque 
los  de  Culúa  querían  venir  fobre  ellos:  y  afsí  queda- 
ron muy  Amieos,  y  Confederados:  E  defpues  de  haber  ^,tf  ■  , 
citado  dos  días  allí  con  migo  los  unos,  y  los  otros,  íe  me  Gonzalo  de 
fueron  muy  alegres,  y  contentos*  y  fe  ayudaron,  y  fo¿  Sandovnl  bíz» 
corrieron  los  unos  á  los  otros.  tunebos  Efcia- 

Dénde  á  tres  días,  porque  ya  fabíamos  que  los  v°s  ie  los  *** 
trece  Bergantines  ellaríari  acabados  de  labrar,  y  la  Gen-    ,os^ue  aJ"a 

i       l  l'     j  u  -L-j  L"    '    r*  i      mutrto     cinco 

te  que  los  había  de  traher  apercibida,  embie  a  Gonzalo  Eípaño lesjra- 
de  Sandoval,  Alguacil  Mayor,  con  quince  de  Caballo,  y  hiendo  los  Bet 
docientcS  Peones,  para  los  traher,  al  qual  mandé,  que  gantínes  á  Mi 
deftruyefle,  y  afolaífe   üri  Pueblo  grande,   fujeto  á  efta  *^J  comli 


GGG  Ciu- 


(.  I  )     Guajocingo,  y    Huacpechu!;:. 


■ 


lü6  CARTA  DE  RELACIÓN 

Ciudad  de  Tefaico,  que  ürtda  con  los  Términos  dé  la  Pro- 
vincia de   Tafcaltecal ,  porque   los  Naturales  de  él  me 
habían  muerto  cinco  de  Caballo,  y  qüarenta    y   cinco 
Peones,  que   venían  de  la  Villa  de   la  Vera-Cruz,  á  la 
Ciudad  deTemixtitan,  quando  yo  eftaba  cercado  eri  ella, 
no  creiefído  que  tan  gran  Traición  fe  nos  había  de  ha- 
cer: y  como  al  tiempo  que    efta  vez  entramos  en   Te. 
f2*ieo ,  hallamos  en  los  Adoráronos ,  ó  Mezquitas  de  la 
Ciudad  los  cueros  dé  las  cinco  Caballos,  con  fus  pies, 
y  manos,  y  herraduras  eofidos ,  y  tan  bien  adobados, 
como  en  todo  el  Mundo  lo  pudieran  hacer,  y  en  fenal 
de  victoria  ellos,   y  mucha  ropa,^  y   cofas  de  los  Efpa- 
ñolcs,   ofrecido  á  Jfas   ídolos  >  y  hallamos  la  fangre  de 
nutftros  Compañeros^  y  Hdnnanos  derramada,  y  {aerifi- 
cada por  todas  aquellas  Torres,  y  Mezquitas:  fue  cofa 
de   tanta  laítima,  qae  ños  renovó   todas  nueftras  tribu- 
laciones pafadas.  E  los  Traidores  de  aquel  Pneblo,  y  de 
otros  a  él  comarcanos,  al  tiempo  que  aquellos  Chtiília- 
nos  por  allí  pafaron,  hicíeronles  buen  recébiraiento,  pa- 
ra los  afeguraT,  y  hacer  en  ellos  la  mayor  crueldad,  que 
nunca  fe  hizo,-  porque  abajando  por  una  Cuefta,  y  mal 
pafo,  todos  á  pie,  traycndo'los  Caballos  de  dieftro,  de 
manera,  que  no  fe  podían  aprovechar  de  ellos,  puertos 
los  Enemigos  en  celada,  de  una  parte,  y  de  otra   del 
mal  pafo,  los  tomaron  en  medio,  y  de  ellos  mataron,  y 
de  ellos  tornaron  á  vida,  para  traher  á  Tefaico  á  facrí- 
fiear,  y  facarles  los  corazones  delante  de  fus  ídolos;  (i) 
y  efto  parece  que  fue  a  fsí,  porque  quando  el  dicho  Al- 
guacil Mayor  por  allí- pafó,  ciertos  Efpañoles,  (i)  que  iban 
con  él,  en  una  Cafa  de  urt  Pueblo,  que  efiá  entre  Te- 
faico, y  aqncl  donde  mataron,  y  prendieron  los  Chrif- 
tianos,  hallaron  en  una  pared  blanca,  eferitas  con  Car- 
bón, eftas  palabras:  '!  Aquí  eftubo  prefo  el  fin  ventura 

*  "de 


(i)     Los  ídolos  fe  arrufaban  con  fangre  humana,  ó  fe  roc'-'ban  con  ella. 

(i)~  Es  el  Pueblo  de  Zulrepec  antes  de  el  que  citaba  efcritq;con  carbón:  "  Aquí 
*'  efrubo  prefo  el  lin  ventura  de  Juan  de  Yufte:  "  que  es  el  que  aconfejó  á  Narvaez, 
que  prendiefl'e  á  Juan  Velazquez, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES*  Wf 

"  de  ]uan  Yufte.  w  Que  era  un  Hidalgd  dé  los  cinco 
de  Caballo,  que  fin  duda  fue  cofa  para  quebrar  el  corazón 
á  los  que  lo  vieron. -Y  llegado  el   dicho  Alguacil  Ma- 
yor á  efte  Pueblo,  como  los  Naturales  de  él  conocieron 
fu  gran  yerro,  y  culpa,  comenzaron  á  ponerfe  en  hny* 
da,  y  los  de  Caballo,  y  los  Peones  Efpañoles,  y  Indios 
nueftros  Amigos  figuíeron  el  alcance,iy  mataron  muchos, 
y  prendió,  y  cautivó  muchas  Mugeres,  y  Niños,  que  fe 
dieron  por  Efelavosí  aunque  movido  á  compafion,  no 
quifo  matar,  ni  deftruir  qUanto  pudiera;  y  aun  antes  que 
de  allí  particíTej  hizo  recoger  la  Gente  que  quedaba,  y 
que  fe  viniefien  á  fu  Pueblo:  y  afsí  eftá  hoy  muy  po- 
blado, y  arrepentido  de  lo  pafado.  El  dicho  Alguacil 
Mayor  pafó  adelante  cinco,  ó  feis  leguas,  á  nna  Pobla* 
cion  de  Tafca!tecal¿  que  es  la  mas  junta  á  los  Térmi- 
nos de  Culúa¿  y  allí  halló  á  los   Efpañoles*  y  Gente, 
que  trahían  los  Bergantines.  E  otro  día  que   llegó,  par- 
tieron   de  allí  con  la   tablazón,  y   ligazón  de  ellos,  h 
qual  trahían  con  mucho  concierto  mas  de  ocho  mil  Hom- 
bres, que  era  cofa,  .maravillofa  de  vérs  y  afsí  me  parece 
que  es  de  oir,  llevar  trece  Fuftas  diez  y  ocho  leguas  pof 
Tierra:  que  certifico  á  Vueítra  Mageftad,  que  dende  la 
Abanguarda  á  la  Retroguarda  había  bien  dos  leguas  de 
diftancia.  E  como  comenzaron  fu  Camino,  llevando  en 
la  delantera  ocho   de  Caballo,  y    cien  Efpañoles,  y 
en   ella ,    y  en  los   lados    por    Capitanes    de    mas    de 
diez  mil  Hombres  de  Guerra,  á  Yuteead ,  y  Teutipil, 
(i) que  fondos  Señores  de  los  Principales  de  Tafcaltecal: 
y  en  la  rezaga  venían  otros  ciento,  y  tantos  Efpañoles, 
con  otros  ocho  de  Caballo;  y  en  ella  venía  por  Capi- 
tán con  otros  diez  mil  Hombres  de   Guerra,  muy  bien 
aderezados,  Chichimecatecle,  que  es  de  los  Principales 
Señores  de  aquella  Provincia,  con  otros  Capitanes  que 
trahía  configos  el  qual,  al  rienipo  que  partieron  de  ella; 
llevaba  la  delantera  con  la»  tablazón,  y  la  tezaga  trahían 

GGGi-  los 


.( 1 )  .  Aiutecul,  y  Tcutepil  en  la  Vanguatdia,  y  Chichimecatl  en  la  Retaguar^ 
da:  cftos  eran  de  1©í  Principales  de  Tlaxcal», 


¿og  CARTA  DE  RELACIÓN 

los  otros  dos  Capitanes  con  ]a  ligazón:  y  cOm«  entrad 
ron  en  Tierra  de  Culúa^  los   Maeftros  de   los  Berganti- 
nes  mandaron  llevaí  ert-  la  delantera  la  ligazón  de  ellos, 
y  que  la  tablazón  fe  qüedafíe  atrás,  porqué  era  cofa  de 
mas  embarazo,  fi  alguno  ki  acaecieffe:  lo  qual*  íi  fuera* 
había  de   fer  en  la  delantera.   É  Chichimecatecle  ,  que 
trahía   la  dicha  tabiazon,  como  fiempte  fafta  allí ,  con 
fu  Genre  de  Guerra,  había  rrahído  la  delantera,  tomólo' 
por  afrenra,  y  fue  cofa  recia  acabar  con  él,  que  fe  que- 
daííe  en  la  Retroguarda,  porque  éí  quería  llevar  el  pe* 
ligrp,  qne  fe  pudkffe  recibir;  y  como  ya    lo  concedió, 
tampoco  quería  que  en  la  rezaga  fe  quedaiTen  en  guar- 
da ningunos  Efpañoles,   poique  es  Hombre  de   mucho 
esfuerzo,  y  queiíaél  ganar  aquella  honra.  (i)E  llevaban 
eftoS  Capitanes  dos  mil  Indios  cargados!  con  fu  Vitua- 
lla. E  afsí  con  eíía  orden,  y  concierto  fueron  fu  Cami- 
no, erf  ef  qual  fe  detubíerón  tres  días,  y  al  qiíarío  en- 
traron en  efta  Ciudad  con  mucho  placer,    y   eíítuendo 
de  Atabales,  y  yo  los  falí  á  recibir.  E  como  arriba  di- 
go, eftendíafe  tanto  la  Gente,  que  dende  que   los  pri- 
meros comenzaron  á  ehtfar,  haíto  que  íos  poítreros  ho- 
bieron  acabado,  fe  pafaron  mas  de  feís  horas:   fin  que- 
brar el  hilo  de  la  Gente.  E  defpues  de  llegados,  y  agra- 
decido á  aquellos  Señores  las  bueñas  obras  que  nos  ha- 
cían, hicelos  apofentar,  y  proveer  lo  mejor  qué  fer  pií- 
do: y  ellos  me  dijeron,  que  trahíaii  defeo  de  fe  ver  cotí  íos 
de  Culúa,  y  que  viefle  lo  que  mandaba,  que  ellos,  y  aque- 
lla Gente  venían  con  de  feos,  y  voluntad  de  fe  vengar,  ó 
rrorir  con  ñofotros;  y  yo  les  di  las  gracias,  y   les  dije, 
que  repofalíen,  y  que  preíto  les  daría  las  manos  Herías. 

E 


(i)  Los  Indios  de  Tlaxcala  fon  fuertes,  y  muy  honrados,  y  lo  prueba  eíle  Su- 
tfefo;  y  fueron  los  mas  fervorofos  en  la  Fe',  mereciendo  confagrar  á  Dios  las  Primi- 
cias de  fu  Converlion  con  el  Martytio  de  los  tres  Niños  Cfiriflobal,  Antonio,  y 
Juan:  Chriícobal  fue  Hijo  de  Acxotecal,  Cacique,  ó"  Señor  del  Pueblo  de  Atly- 
huetza   legua,   y  n.edia   de  Tlaxcala,  que  fui  apaleado,  arrojado  en  el  fuego,  y 

muetto  por  fu   mifrnp    Padre:   fu    cuerpo  eílá    en  el  Convento  de  Tlaxcala. 

Antonio  fue  Nieto  de    JCicontecatí,  Señor  Principal   de  Tlaxcala;  Juan,  Criada 

de  Antonio;  fueron    martyi izados  en  Quautfnchan.  les   fepultaton  los  Ricligiofo» 

Ecmínicos  en  Tccalli  diñante  una-  legua  de  Quatinchan, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.             ¿09 
E  defpues,  que  toda  efta  Gente  de   Guerra  de       xni  H  u 
Yafcaltecal  obo  repofado  enTefaico,  tres  ó  quatro  días,  Cortés, '/alien- 
que  cierto  era  para  la  manera  de  ata  muy  lucida   Gen-  do  de  la  an- 
te, hice  apercebir  veinte,  y    cinco  de  Caballo,  y   tref-  dad,   «**    hf- 
cienros  Peones,  y  cinquenta  Ballefteros,  y    Efcopeteros,  c¡t,a;iron  flcfn' 

r  .       .  .         1       /-  r      \      •      1  V»     r  dios,  y  le  aer~ 

y  leis  tiros  pequeños  de  Campo,  y  íin  decir  a  Perlona  rolay¿amuer 
alguna  donde  Íbamos,  falí  de  efta  Ciudad  á  las  nueve  u  i¡  muchos. 
del  día,  y  con  migo  falieron  los  Capitanes  ya  dichos,  Entra  pelean' 
con  mas  de  treinta  mil  Hombres,  por  fus  Efquadrones  doe«  Xa/tocan, 
muy  bien    ordenados,  fegun   la   manera  de   ellos.   E   á  £  "  Jace, f°,ner 

1  /-••     1  JueS°-    Llega, 

quatro  leguas  de  efta  Ciudad,  ya  que  era  tarde,  encon-  perfegtiiJo  de 
tramos  un  Efquadron  de  Gente  de  Guerra  de  los  Ene-   los  ludios,  á 
migos,  y  los  de  Caballo  rompimos  por  ellos,  y  desba-    Guatincban.d 
ratamoslos.  E  los  de  Tafcaltecal,   como  fon  muy    lige-    Tenayúca »    y 
ros,   fguieronnos,  y  matamos  muchos  de  los  Contrarios:     comofue afal 
y  aquella  noche  dormimos  en  el  Campo  muy  fobre  avi-   tado  por  los  de 
fo.  E  otro  día  de  mañana  feguimos  nueftro  Camino,  y   Tacuba. 
yo  no  había  dicho  aun  adonde  era  mi  intención  de  ir: 
lo  qual  hacia,  porque  me  recelaba  de  algunos  de  los  de 
Telaico,  que  ib3n  con  nofotros,  que  no  dieflen    aviío, 
de  lo  que  yo  quería  hacer,  á  los  de  México,  y  Temix- 
titan,  porque  aun  no  reñía  ninguna  feguridad    de  ellos: 
y  llegamos  á  una  Población,  que  fe  dice  Xaltoca ,  (t) 
que  eftá  afentada  en  medio  de  la  Laguna,  y  al  rededor 
de  ella  hallamos  muchas,  y  grandes  Azequias  llenas  de 
Agua:  y  al  rededor  hacían  la  dicha  Población  muy  fuer- 
te, porque  los  de  Caballo  no   podían  entrar  á   ella,   y 
los  Contrarios  daban  muchas  gritas,  tirándonos  muchas 
Varas ,  y  Flechas ;  é   los  Peones ,  aunque  con   trabajo, 
entráronles  dentro,  y  echáronlos  fuera,  y  quemaron  mu- 
cha parte   del  Pueblo.    E  aquella  noche   nos  fuimos  á 
dormir  una  legua  de  allí:  y  en  amaneciendo,  tomarms 
nueftro  Camino,  y  en  él  hallamos  los  Enemigos,  y  de 
lejos  comenzaron  á  gritar,  como  lo  fuelen  hacer  en   la 

HHH  Guer- 


(1)     X.iltocán,  que  eftá  muy   cerca  de   Zumpango,  y   rodeado  de  una  Lagii» 
na,  era  antes  Tributario  á  Tezcuco. 


XIF.E fiando 
Cortés  en  Ta- 
cuba,  tiene  va' 
ríos  reencueii' 
(ios  con  los  {li- 
dias, y  lo  que 
¡es  decía,  y  fus 
refpueftas:  der' 
roíalos,  bolvie' 
do  á  Tefaico, 
con  muerte  de 
mudos. 


2,10  CARTA  DE  RELACIÓN 

Guerra,  que  cierto  es  cofa  efpantofa  oíllos,  y  noforros 
comenzamos  de  Teguillos:  y  íiguiendolos,  llegamos  á  uña 
grande,  y  herrnofa  Ciudad,  que  fe  dice  Guaticlán,  (r) 
y  hallárnosla  deípoblada,  y  aquella  noche  nos  apofen- 
tamos  en  ella. 

Otro  día  figuiente  pafamos  adelante,  y  llegamos 
á  otra  Ciudad,  que  fe  dice  Tenaínca,  (2.)  en  la  qual  no 
hallamos  reíiílencia  alguna,  y  fin  nos  detener  pafamos 
á  otra,  que  fe  dice  Acapuzalco,  (3)  que  rodas  ellas  e/tán 
al  rededor  de  la  Laguna,  y  tampoco  nos  detubimos  en 
ella,  porque  defeaba  mucho  llegar  á  otra  Ciudad,  que 
eítaba  allí  cerca,  que  fe  dice  Tacuba,  (4)  que  eítá  muy 
cerca  de  Temixtitan:  y  ya  que  citábamos  junto  á  ella, 
fallamos  también  al  rededor  muchas  Azequias  de  Agua, 
y  los  Enemigos  muy  á  punto:  y  como  los  vimos,  ñor 
fotros,  y  nueftros  Amigos,  arremetimos  á  ellos ,  y  en- 
trárnosles la  Ciudad,  y  matando  en  ellos,  los  echamos 
fuera  de  ella:  y  como  era  ya  tarde,  aquella  noche  no 
hicimos  mas  de  nos  apofentar  en  una  Cafa,  que  era  tan 
grande,  que  cupimos  todos  bien  á  placer  en  ella;  (5)  y  en 
amaneciendo  los  Indios  nueftros  Amigos  comenzaron  á 
faquear,  y  quemar  toda  la  Ciudad,  falvo  el  Apofento 
donde  eftábamos,  y  pulieron  tanta  diligencia,  que  aun 
de  él  fe  quemó  un  Quarto:  y  ello  fe  hizo,  porque  quando 
íalimos  la  otra  vez  desbaratados  de  Temixtitan,  pafando 
por  efta  Ciudad,  los  Naturales  de  ella  juntamente  con  los 
de  Temixtitan,  nos  hicieron  muy  cruel  Guerra,  y  nos  ma-5 
taron  muchos  Efpañoles. 

En  feis  días,  que  eíhibimos  en  efta  Ciudad  de 
Tacuba,  ninguno  obo,  en  que  no  tubielTemos  muchos 
reencuentros,  y  efearamuzas  con  los  Enemigos.    E  los 

Ca- 


(1)     Guautithlan  tres  leguas  Je  México. 
(1)     Tizayiica,   ó  Tenayúcan. 

(3)  Efcapuzalco  una  legua  corta  de  Me'xico. 

(4)  Una  legua  corta  de  México. 

(f)  El  Pueblo  Je  Tacuba  es  Je  el  Señor  D.Jofeph  Muteczuma  Defcendienté  Jé 
los  Emperadores,  y  ellas  Galas,  que  aquí  fe  refieren  eran  las  de  el  Emperador: 
elle  Pueblo  en  Mexicano  fe  llama  Tlacupa,  que  fue  Cabeza  de  Keytio  de  Ioí 
Tecpanecas.  y  deipues  fue  fujero  por  Ah.uk. 


DED.  FERNANDO  CORTES.  tft 

Capitanes  de  la  Gente  de  Tafcaitecal,  y  los  fuyos  ha- 
cían muchos  defafios  con  los  de  Temixtitan:  y  pelea-) 
ban  los  unos  con  los  otros  muy  hermoíamente,  y  pafa- 
ban  entre  ellos  muchas  razones,  amenazandofe  los  unos 
con  los  otroSj  y  diciendofe  muchas  injurias,  que  fin  du- 
da era  cofa  para  ver,  y  en  todo  efte  tiempo  liempre 
morían  muchos  de  los  Enemigos,  fin  peligrar  ninguno 
de  los  nuefiros ,  porque  muchas  vezes  les  entrabamos 
por  las  Calzadas,  y  Puentes  de  la  Ciudad,  aunque  co- 
mo tenían  tantas  defenfas  nos  refiftían  fuertemente.  E 
muchas  vezes  fingían,  que  nos  daban  lugar  paraque  en- 
trañamos dentro,  diciendonos:  „  Entrad,  entrad  á  hol- 
„  garos; ,,  y  otras  vezes  nos  decían:  ,,  Penfais,  que  hay 
„  agora  otio  Muteczuma,  para  que  haga  todo,  lo  que 
,,  quifieredes?  Y  eftando  en  eftas  pláticas,  yo  me  llegué 
una  vez  cerca  de  una  Puente,  que  tenían  quitada,  y  ef- 
tando ellos  de  la  otra  parte,  hice  feñal  á  los  nueftros, 
que  eftubicífen  quedos;  y  ellos  tambiera ,  como  vieron 
que  yo  les  quería  hablar,  hicieron  callar  á  fu  Gcnre,  y 
dijeles:  ,,  Que  porqué  eran  locos,  y  querían  {cr  def- 
„  truidos?  Y  fi  había  allí  entre  ellos  algún  Señor  Prin- 
„  cipal  de  los  de  la  Ciudad,  que  fe  llegaífe  allí,  por- 
„  que  le  quería  hablar.  „  Y  ellos  me  refpondieron: 
„  Que  toda  aquella  multitud  de  Gente  de  Guerra,  que 
'„  por  allí  veía,  que  todos  eran  Señores:  por  tanto,  que 
„  dijeífe,  lo  que  quería.  „  Y  como  yo  no  refpondí  co- 
fa alguna,  comenzáronme  á  deshonrar;  y  no  sé  quien 
de  los  nueftros,  dijoles :  „  Que  fe  morían  de  hambre, 
9i  y  que  no  les  habíamos  de  dejar  falir  de  allí  á  buf- 
a,  car  de  comer.  „  Y  refpondieron:  „  Que  ellos  no  te- 
},  nían  neceíídad;  y  que  quando  la  tubielfen,  que  de  no- 
„  forros ,  y  de  los  de  Tafcaitecal  comerían .  „  E  uno 
de  ellos  tomó  unas  tortas  de  Pan  de  Maíz,  y  arrojólas 
facia  nofotros,  diciendo:  „  Tomad,  y  comed,  fi  reneis 
„  hambre,  que  nofotros  ninguna  tenemos;  „  y  comen- 
zaron luego  á  gritar,  y  pelear  con  nofotros.  E  como 
mi  venida  á  efta  Ciudad  de  Tacuba  había  íido  princi- 
palmente para  haber  plática  con  los  de   Temixtican,  y 

HHHi  j  fa; 


ti¿  CARTA  DE  RELACIÓN 

faber,  que  voluntad  tenían,  y  mí  eftada  allí  no  apro- 
vechaba ninguna  cofa  ,  á  cabo  de  los  feis  días  acor- 
dé de  me  bolver  á  Telaico ,  para  dar  priefa  en  ligar, 
y  acabar  los  Bergantines,  para  por  la  Tierra,  y  por  la 
Agua  ponerles  Cerco;  y  el  dia,  que  partimos,  venimos 
adormir  á  la  Ciudad  de  Goatitán,  (i)de  que  arriba  fe 
ha  hecho  mención,  y  los  Enemigos  no  hacían  fino  fe- 
guirnos:  y  los  de  Caballo,  de  quando  en  quando,  re- 
solvíamos fobre  ellos,  y  afsí  nos  quedaban  algunos  en- 
tre las  manos.  E  otro  día  comenzamos  á  caminar:  y 
como  los  Contrarios  vían ,  que  nos  veníamos ,  creían 
que  de  temor  lo  hacíamos:  y  juntóíc  gran  número  de 
ellos,  y  comenzáronnos  de  feguir.  E  como  yo  vi  eíto 
mandé  á  la  Gente  de  Pie,  que  íe  rueífen  adelante,  y 
que  no  fe  detubieíTen:  y  que  en  la  rezaga  de  ellos  fuef- 
fen  cinco  de  Caballo ,  y  yo  me  quedé  con  veinte,  y 
mandé  á  feis  de  Caballo,  que  fe  puíic-ífen  en  una  cier- 
ta parte  en  celada,  y  otros  feis  en  otra,  y  á  otros  cin- 
co en  otra,  y  yo  con  otros  tres  en  otra;  y  qué  como 
los  Enemigos  pafaíTen,  penfando,  que  todos  Íbamos  jun- 
tos adelante,  en  oyéndome  el  apellido  de  el  Señor  San- 
tiago, falieííen,  y  les  dieíTen  por  las  efpaldas.  E  como 
fue  tiempo  íalimos,  y  comenzamos  á  lanzear  en  ellos, 
y  duró  el  alcanze  cerca  de  dos  leguas  todas  llanas,  co- 
mo la  palma,  que  fue  muy  hermofa  cofa:  y  afsí  murie- 
ron muchos  de  ellos  á  nueftras  manos,  y  de  los  Indios 
nueftros  Amigos,  y  fe  quedaron,  y  nunca  mas  nos  Cu 
guieron,  y  nofotros  nos  bolvítnos,  y  alcanzamos  á  la 
Gente ;  y  aquella  noche  dormimos  en  una  gentil  Po- 
blación, que  fe  dice  Aculman,  (i)  que  éftá  dos  leguas 
de  la  Ciudad  de  Tefaico  para  donde  otro  día  nos  par- 
timos, y  á  medio  día  entramos  en  ella,  y  fuimos  muy 
bien  recibidos  de  el  Alguacil  mayor,  que  yo  había  de- 
jado 


(i)     Guatithlán. 

(x)  Gculman,  eñe  Pueblo  eftk  arruinado  enteramente  á  caufa.de  que  por  li- 
bertar á  México  de  las  Aguas  fe  ha  hecho  una  Prefa,  y  echado  una  Compuerta 
en  los  mefes  de  Lluvias,  y  por  efto  ha  queda  Jo  fola  la  Iglefía,  que  es  una  Fábri- 
ca admirable  an  medio  de  las  Aguas. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  nf 

jado  por  Capitán,  y  de  toda  la  Gente,  y  holgaron  mu- 
cho con  nueftra  venida;  porque  dende  el  día,  que  de  allí 
hablamos  partido,  nunca  habían  Tábido  de  nofotros ,  y 
de  lo  que  ños  había  fucedido,  y  eftaban  con  muy  gran- 
dísimo défeo  de  lo  faber.  E  otro  día,  que  hobimos  lle- 
gado, los  Señores,  y  Capitanes  de  la  Gente  de  Tafcal- 
tecal,  me  pidieron  licencia,  y  fe  partieron  para  íu  Tierra 
rr.uy  contentos,  y  con  algún  defpojo  de  los  Enemigos. 

Dos  días  defpues  de  entrados  á  efta  Ciudad  de 
TefaicOj  llegaron  á  mi  ciertos  Indios,  Menfajeros  de  los 
Señores  de  Calco,  y  díjeronme¿  como  les  habían  mari- 
dado, que  me  hicieííen  íaber  de  fu  parte,  que  los  de 
México,  y  Temixtitan  iban  fobre  ellos  á  los  deftruir,  y 
que  me  rogaban  les  embiaíTe  focórro,  como  otras  veces 
me  lo  habían  pedido.  Y  yo  proveí  luego  de  embiar  con 
Gonzalo  de  Sandoval  Veinte  de  Caballo,  y  trecientos  Pro* 
nesí  al  qual  encargué  mucho,  que  fe  diclfe  priefa,  y  lle- 
gado, trabajarte  de  d3t  todo  el  favor,  y  ayuda ,  que 
fueííe  pofiblej  á  aquellos  Vafallos  de  Vueftra  Magef- 
tad  ,  y  nueftros  Amigos;  y  llegado  á  Calco,  halló  mu- 
cha Gente  junta,  afsí  de  aquella  Provincia,  como  de  las 
de  Guaxocingo,  y  Guácachula  ,  que  eftaban  efperando; 
y  dado  orden  en  lo  que  fe  había  de  hacer,  partieronfe 
y  tomaron  fu  camino  para  una  Población,  que  fe  dice 
Guaftepeque,  (i)  donde  efbba  la  Gente  de  Cülúa  en  Guar- 
nición, y  de  dónde  hacían  daño  á  los  de  Calco,  y  á  üri 
Pueblo  que  eftaba  éri  el  Camino  falió  mucha  Gente  de 
los  Contrarios;  y  como  nueftros  Amigos  eran  muchos^ 
y  tenían  en  ventaja  á  los  Efpañoles,  y  á  los  de  Caba-« 
llo^  todos  juntos  rompieron  por  ellos,  y  defampáraronj 
el  Campo  :  y  matando  en  ellos,  figuieron  á  los  Enemi-» 
gos;  y  en  aquel  Pueblo,  que  efta  antes  de  Guaftepeque^ 
repofaron  aquella  noche,  y  otro  día  le  partieron:  y  ya 
que  llegaban  junto  á  la  dicha  Población  de  Guaftepeque^ 
los  de  Culúa  comenzaron  de  pelear  con  los  Efpañolesí 

III  pe- 


(i)    Huaftepec 


/ 


ii4  CARTA  DE  RELACIÓN 

pero  en  poco  rato  los  desbarataron,;  y  matando  en  ellos 
los  echaron  fuera  del  Pueblo,  y  los  de  Caballo  fe  apea- 
ron para  dar  de  comer  á  fus  Caballos  ,  y  apofentarfe. 
Y  eftando  afsí  defeuldados  de  lo  que  fucedió,  llegan  los 
-Enemigos  hafta  la  Plaza  del  Apofeato  ,  apellidando,  y 
gritando  muy  fieramente,  echando  muchas  Piedras,  y  Va- 
ras, y  Flechas,  y  los  Efpañoles  dieron  al  Arma;  y  ellos, 
y  nueftros  Amigos,  dandofe  mucha  priefa,  Calieron  á  ellos, 
y- echáronlos  fuera  otra  vez,  y  rigiiieron  el  alcance  mas 
de  una  legua,  y  mataron  muchos  de  los  Contrarios,  y 
bolvieronle  aquella  noche  bien  canfados  á  Guaííepeque, 
adonde  eílubieron  repofando  dos  días* 

Enefte  tiempo  el  Alguacil  Mayor  fupo,  como  en 
un  Pueblo  mas  adelante,  que  fe  dke  Acapichtla,  (i)  había 
mucha  Gente  de  Guerra  de  los  Enemigos,  y  determinó 
de  ir  allá,  a  ver  fí  fe  darían  de  Paz,  y  á  les  requerir  con 
ella;  y  efte  Pueblo  era  muy  fuerte,(i)  y  puerto  en  una  al- 
tura, y  donde  no  pudieííeo  fer  ofendidos  de  los  de  Ca- 
ballo: y  como  llegaron  los  Efpañoles,  ¡os  del  Pueblo,  íín 
efperar  á  cofa  alguna,  comenzaron  á  pelear  con  ellos,  y 
dende  lo  alto  echar  muchas  Piedras;  y  aunque  iba  mu*: 
cha  Gente  de  nuertros  Amigos  con  el  dicho  Alguacil  Ma- 
yor, viendo  la  fortaleza  de  la  Villa,  no  ofaban  acometer, 
ni  llegar  á  los  Contrarios.  E  como  ello  vio  el  dicho 
Alguacil  Mayor,  y  los  Efpañoles*  determinaron  de  mo» 
rir,  ó  ftibilies  por  fuetza  á  lo  airo  del  Pueblo,  y  con 
el  apellido  de  Señor  Santiago,^)  comenzaron  á  fubipy  plu- 
go á  Dios  dalles  tanto  esfuerzo,  que  aunque  era  mucha 
la  o&nfa,  y  renitencia,  que  fe  les  hacía,  les  entraron,  aun- 
que 

ti)     AyncapifíliLT  camino  hacia   él  Sur. 

(i)  Y  aun  hoy  lo  es,  porque  riene  nn  Fofo  muy  profundo,  que  le  cercas 
en  tiempo  de  Corte's  le  hizo  la  magnífica  Iglelía  Parroquial  tan  fuerte,  que  en- 
cima pulo  Artilten'a,  y  defpues  fe  mandó  apear,  y  fundir  los  Cañones:  hé  vif- 
to  donde  eft.ib.in  afentades,  y  es  qn  CaÜillo  muy  fuerte  la  Iglelia:.  en  el  Fofo, 
o  Barranca  había  Puentes  levadizas,  pero  hoy  fon  de  piedra:  eñe  Arroyo  fe 
tirio  en    fangre    de   los  Mexicanos. 

(3)  Elle  apellidar  los  Efpañoles  á  Santiago  era  muy  ufado  en  las  Batallas  contra 
los  Moros,  y  por  interecísion  del  Saúco  fe  ganó  en  la  Rfoja  la  inligne  de  Clavijo  pof 
el  Rey  de  León  D.  Ravpiro  I:  en  Simancas  por  D,  Ramiro  II:  en  las  Navas  de  Toji 
lula  por  Alonfo  VIII.  y  otras  muy  feñaladas, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  us 

que  hubo  muchos  heridos.  E  como  los  Indios  ¡nueftros 
Amigos  los  íiguieron,  y  los  Enemigos  fe  vieron  de  ven- 
cida, fue  tanta  la  matanza  de  ellos,  á  manos  de  los  nuef- 
tros,  y  de  ellos  defpeñados  de  lo  alto,  que  todos  los  que 
allí  fe  hallaron  afirman,  que  un  Río  pequeño,  que  cerca- 
ba caíi  aquel  Pueblo,  por  mas  de  una  hora  fue  teñido  en 
íangre,  y  les  eítorvó  de  beber  por  entonces,  porque  co- 
mo hacía  mucha  calor,  tenían  necefidad  de  ello.  E  dado 
conclnfion  á  efto,  y  dejando  al  fin  eftas  dos  Poblaciones  de 
Paz,  aunque  bien  caftigados,  por  haberla  al  principip  ne- 
gado, e!  dicho  Alguacil  Mayor,  fe  volvió  con  toda  la. Gen- 
te á  Tefoico;  y  crea  Vueftra  Católica  Mageítad,  que  efta 
fue  una  bien  feñalada  victoria,  y  donde  los  Efpañoles  mof-  XV  Emhía 
traron  bien  fingularmente  fu  esfuerzo.  Cortés  focorro 

Como  los  de  México,  y  Temixritan  fupieton,  que  "  /fíS  í!e  Calca 
los  Efpañoles,  y  los  de  Calco  habían  hecho,  ranto  daño  en  "nSa,idoval,y 

r     r^  i  j  i  •      r  i  ■       n"  r*  —         balín  la  rielo» 

la  Gente,  acordaron  de  embiar  lobre  ellos  ciertos Capio  r¡a  ptr^¡{os  ¿j 
res,  con  mucha  Gente;  y  como  los  de  Calco  tubieron  avi»  íra  ¡os  Mexi- 
íb  de  efto,  embiaron  á  rogarme,  á  mucha  piiefa,  que  les  canosa  muchos 
embiaííe  focorro:  y  yo  torné  luego  á  defpachar  al  dicho  f»*f**'-  Stobr* 
Alguacil  Mayor,  con  cierta  Gente  de  Pie,  y  de  Caballo;  ^X'/S-íf 
pero  quando  llegó,  ya  los  de  Culúa,  y  los  de  Calco  fe  „  av¡f0  ¿t  „& 
habrán  tifto  en  el  Campo,  y  habían  peleado  los  unos,  y  habla»  llegado 
los  otros  muy   reciamente:    y    plugo  á  Dios,  que  los  tres  Navios  al 
de  Calco  fueron  vencedores*  y  mataron  muchos  de  los  Ptt-rtaco"yem 
Contrarios,  y  prendieron  bien  quarenta  Pcrfonas  de  ellos,     '  * 
entre  los  quales  había  un  Capitán  de  los  de  México,  y 
otros  dos  Principales,  los  quales  todos  entregaron  los  de 
Calco  al  dicho  Alguacil  Mayor,  para  que  me  los  trujeííe, 
el  qual  me  embió  de  ellos,  y  de  ellos  dejó  con/ígo,  por- 
que por  feguridad  de  los  de  Calco  eflubo  con  toda  te 
Gente  en  PO  Pueblo  fuyo,  que  es  Frontera  de  los  de  Mé- 
xico. E  defpues  que  le  pareció,  que  no  había  necefidad 
de  fu  eftada,Te  bolvió  á  Tefaico,  y  trajo  configo  á  tos 
otros  Priíioneros,  que  le  habian  quedado.  En  efte   me^ 
dio  tiempo  hubimus   otros  muchos  Rebatos,  y  Recuen- 
tros con  los  Naturales  de  Culúa:  y  por  evitar  prolixidad, 
los  dejo  de  cfpecifícar. 

CÍA  Coj 


ítt  CARTA  DE  RELACJON 

Corno  ya  el  Camino  para  la  Villa  de  la  Vera-Cruz, 

dende  eft.3  Giudad  de  Tefaico,  eftaba  feguro,  y  podían  ir, 

y  venir  por  él,  los  de  la  Villa  tenían  cada  día  nuevas  de 

nofotros,  y  nofotros   de  ellos,  lo  qual  antes  cefaba.  E 

con  un  Menfajero  embiarohme  ciertas  Balleftas,  y  Efco- 

petas,  y  Pólvora,  con  que  hubimos  grándífsimo  placer:  y 

dende  á  dos  días  me  entibiaron  otro   Menfajero,  con  el 

qual  me  hicieron  faber,  que  al  Puerto  habían  llegado  tres 

Navios,  y  que  rrahían  mucha  Gente,  y  Caballos;  y  que 

luego-  los  defpachatían  para   acá:   y  fegun  la    neceíidad 

que  teníamos,  milagrofaraente   nos  fembió  Dios  cite  fo- 

corro* 

XVL  Emfra  Ye  bufeaba  ííempfe,  muy  Poderofo  Señor,  todas" 

Cortés  dos  liv  ]as  nlilneras>  y  formas  que  podía,  pata  atraher  á  uuek 

(hosckioscfiír        amiftad  á  eftos  de  Temixtitan :  lo  uno,  porque  no 

iivos  en  Laho  .  '    r     n 

á  Tw'txtimh  "leflen  caula  a  que  fuellen  deitruidos ;  y  lo  otro,  por 
ditiefiflo/es  fe  defeanfar  de  los  trabajos  de  todas  las  Guerras  pafadas, 
rwd'ujjtn,  Bir  y  principalmente,  porque  de  ello  fabía,  que  redundaba 

thsáfh°Z.!co   í'ervicio  á  Vueftra  Mageftad.  E  donde  quiera  que  podía 
yh'iisoanEm'  haber  alguno  de  la  Ciudad,  gelo  tornaba  á  entibiar,  para 
tajadores  -de   les  amoneftar,  y  requerir,  que  fe  dieíTen  de  Paz.  Y  el 
Tnpnzaiu  Ma'  Miércoles  Santo,  que  fueron  veinte  y  fíete  de  Mario  de 
catango^ jiVf«  ej  a(-10  ¿e  quinientos  y  veinte  y  uno,  hice  traher  ante 
¿ñi  a  o/, t        ^j  ¿  3-qUejjos  príncipales  de  Temixtifan,  que  los  de  Cal- 
co habían  prendido:  y  dijeles,  íi  querían  algunos  de  ellos 
ir  á  la  Ciudad,  y  hablar  de  mi  parte  á  los  Señores  de 
ella,  y  rogalles,  que  no  curaííen  de   tener  mas  Guerra 
con  migo,  y  que  fe  dieíTen  por  Vafallos  de  Vueftra  Ma- 
geftad, como  antes  lo  habían,  porque  yo  no  les  quería  def- 
rrnir,  tino  fer  fu  Amigo.  E  aunque  fe  les  hizo  de  mal,  por- 
que tenían  temor,  que  yendoles  con  aquel  Menfaje  los  ma- 
tarían, dos  de  aquellos  Prisioneros  fe  determinaron  de  iry 
y  pidiéronme  una  Carta:  y  aunque  ellos  no  habían  de  en-» 
tender  lo  que  en  ella  iba,  fabían  que  entre  nofotros  (e 
aeoftuir.braba,  y  que  llevándola  ellos,  los  de  la  Ciudad  les 
darían  ctédko.  Pero  con  las  Lenguas  yo  les  di  á  enten- 
der lo  que  en  la  Carta  decía,  que  eta  lo  que  yo  á  ellos  les 
había  dicho.  E  afsí  fe  partieron,  y  yo  rn.ajn.de  á  cinco 

de 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  iif 

de  Caballo,  que  falieííen  con  ellos  falta  poraerlosínfalvo. 

El  Sábado  Santo  los  de  Calco,  y  otros  fus  Alia- 
dos, y  Amigos  me  embiaron  á  decir,  que  los  de  Mé- 
xico venían  fobre  ellos,  y  moftraronme  en  un  paño 
blanco  (i)  grande  la  figura  de  todos  los  Pueblos,  que 
contra  ellos  venían,  y  los  Caminos,  que  trahían:  que 
me  rogaban,  que  en  todo  cafo  les  embiafle  focorro,  é 
yo  les  dije ,  que  dende  á  quatro ,  ó  cinco  días  fe  io 
embiaría,  y  que  íí  entretanto  fe  vían  en  necefidad,  que 
me  lo  hiciefíen  faber,  y  que  yo  les  focorrería;  y  el  ter- 
cer día  de  Pafqua  de  Refurreccion  bolvieronme  á  decir, 
que  me  rogaban,  que  brevemente  fuefle  el  focorro,  por- 
que á  mas  andar  le  acercaban  los  Enemigos.  Yo  les  di-¡ 
je,  que  yo  quería  ir  á  les  focorrer,  y  mandé  apregonar, 
que  para  el  Viernes  figuiente  eftubieífén  apercibidos 
veinte,  y  cinco  de  Caballo,  y  trefeientos  Hombres  de  Pie. 

El  Jueves  antes  vinieron  á  Tefayco  ciertos  Men- 
fajeros  de  las  Provincias  de  Tazápan,  (i)  y  Mafcalzingo, 
y  Nautan,  y  de  otras  Ciudades,  que  eftán  en  fu  Comar- 
ca: y  dijeronme,  que  fe  venían   á  dar  por  Vafallos  de 
Vueftra  Mageftad,  y  á  fer  nueftros  Amigos,  porque  ellos       Xrlí.  .?*/• 
nunca  habían  muerto  ningún  Efpañol,  ni    fe  habían  al-  Cortés  de  Tez- 
zado  contra  el  Servicio  de  Vueftra  Mageftad,  y  trujeron  cuco  con  trein» 
cierta    ropa   de   Algodón :   yo   fe   lo    agradecí,  y    les  Zesfí /ik/a 
prometí,  que  fí  fuellen  buenos  le  les  haría  buen  trata-  e„  Tamanaico. 
miento,  y  afsí  fe  bolvieron  contentos.  Habla,  que  bi- 

El  Viernes  figuiente,  que  fueron  cinco  de  Abrií  ««  á  l°s  $***• 
de  el  dicho  año  de  quinientos  veinte,  y  uno,  falí  de  r¡,$  da„^eak°a\ 
efta  Ciudad  de  Tefaico  con  los  treinta  de  Caballo,  y  r¡f¡™ '«,/*%. 
Jos  trefeientos  Peones,  que  eftaban  apercibidos:  y  dejé  ¿ios  en  el  Ca- 
en ella  otros  veinte  de  Caballo,  y  otros  trefeientos  Peo-  mino:  a  falta  un 
nes ,  y  por  Capitán  á  Gonzalo  de  Sandoval,  Alguacil  Peño1  m»y  *?' 
Mayor.  Y  falieron  con  raigo  mas  de  veinte  mil  Hom-  *™¿  '"muñen 
bres  de  los  de  Tefaico:  y  en  nueftra  ordenanza  fuimos  muebot  Indios. 

KKK  á 


(i)     El  modo  de  eferibir  los  Mexicanos  era  figurar    los  Pueblos  con  aque- 
llas feñas,  ó  cofas  qué  fígniflcabah  fus  nombres.  Veafe  el  Mapa  de  Tributen 
( t )    Pueden  fer  Tizápau,  Mexicalzingo,  y  Naucálpan,  mas  c»  mtty  dudólo* 


•■ 


%íi  CARTA  DE  RELACIÓN 

á  dormir  á  una  Población  de  Calco,  que  fe   dice  Tal-J 
manalco,  (i)  donde  fuimos   bien  recibidos,  y  apofen- 
tados:   y  allí,  porque  cftá  una  buena  Fuerza,    defpues. 
que  los  de  Calco  fueron  nueítros  Amigos ,  fiemprc  te-i 
nían  Gente  de  guarnición,    porque  es   frontera  de  los 
de  Culúa :    y   otro  día  llegamos  á  Calco  á  las    nueve 
del  día,  que  no  nos  detubimos  mas  de  hablar  á  los  Se- 
ñores de  allí,  y  decirles  raí  intención,  que  era  dar  una 
vuelta  en  torno  xle  las  Lagunas,  porque  creía,  que  aca- 
bada efta  jornada,  que  importaba  mucho,  fallaría  fechos 
los  treze  Bergantines,  y  aparejados  para  los   hecbar  al 
Agua.  Y  como    obe  hablado  á  los   de  Calco  parémo- 
nos aquel  día  á  vífperas,  y   llegamos  á  una  Población 
fuya,  donde  fe  juntaron  con  nofotros  mas  de  quarenta 
mil  Hombres  de  Guerra  nueítros  Amigos,  y  aquella  no- 
che dormimos  allí.  Y  porque  los  Naturales  de  la  dicha 
Población  me  dijeron,  que  los  de  Culúa  me  eílaban  ef- 
perando  en  el  Campo,  mandé,  que  al  quarto  de  el  Al- 
ba toda  la  Gente  eftubieífe  en  pie,  y  apercibida;  y  otro 
día  en  oyendo  Miífa  comenzamos  á  caminar:  y  yo  to- 
mé la  delantera  con  veinte  de  Caballo,  y  en  la  rezagí 
quedaron   diez,  y  afsí  pafamos  por   entre  unas   Sierras 
muy  agras.  E  á  las  dos  defpues  de  medio  día  llegamos 
á  un  Peñol  muy  alto,  y  agro,  y  encima  de   él  efhba 
mucha  Gente  de  Mugeres,  y   Niños,  y  todas  bs  lade- 
ras llenas  de  Gente  de  Guerra:  y  comenzaron  luego  á 
dar  muy  grandes  ateridos,  haciendo  muchas  ahumadas, 
tirándonos  con  Hondas,  y  fin  ellas,  muchas  Piedras,   y 
Flechas,  y  Varas:  por  manera,  que  en  llegándonos  cer- 
ca, recibíamos  mucho  daño.  Y  aunque   habíamos  vifto, 
que  en  el  Campo  no  nos   habían  ofado   efperar,    pa- 
recíame ,    aunque  era    otro  nueftro   Camino ,   que    era 
poquedad  pafar  adelante ,    fin   hacerles    algún    mal  fa- 
bon  y  porque  no  creyeífen  nuefiros   Amigos,    que  de 
cobardía  lo   dejábamos  de  hacer,  comenzé  á  dar    una 
yifta  en  torno  de  el  Peñol,  que   había  caíi   una   legua: 


¿i)    Hoy  TJalmanalco,  peco  roas  ¿9  legua  de  Chata», 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  tíf 

y  cierto  era  tan  fuerte,  que  parecía  locura  querernos  poner, 
en  ganarfelo,  é  aunque  les  pudiera,  poner  cerco,  y   ha-- 
cerles  darle  de  pura  necefidad,  yo  no  me  podía   dete- 
ner. E  afsí  citando  en  efta  confufion,  determiné   de  le 
fubir  el  rifeo    por  tres  partes,  «que  yo  había   vifto ,  é 
mandé  á  Chriftoval  Corral,  Alférez  de  fefenra  Hombres 
de  pie,  que  yo  trahía  fiempre  en   mi  Compañía,   qué 
con  fu   bandera  acometiefle,  y  fubieífe  por  la  parte  mas 
agrá:  y  que  ciertos  Efcopetéros,  y  Ballefteros  le  figuief- 
fcn.  E  á  Juan  Rodríguez  de  Villafuertc,  y  á   Francifco 
Verdugo  Capitanes,  que  con  fu   Gente,  y  con   ciertos 
Ballefteros,  y  Efcopetéros  fubieífen  por  la  otra  parte.  Es 
á  Pedro  Dircio,  y  Andrés  de  Monjaraz  Capitanes,  acón 
metieííen  por  la  otra  parte  con  otros  pocos  Ballefteros, 
y  Efcopetéros :  y  que  en   oyendo  fpltar   una  Efcopeta; 
todos  deterroinaífen  fubir,  y  haber  la  viótoria,  ó  morir. 
E  luego,  en  foltando  la  Efcopeta   comenzaron  á   fubir:; 
y  ganaron  á  los  Contrarios  dos  bueltas  de  el  Peñol,  que 
no  pudieron  fubir  mas,   porque  con  pies,  y  manos   no 
fe  podían  tener,  porque  era  fin  comparación  la'afpere- 
za,  y  agrura  de  aquel  Cerro.  Y  echaban  tantas  Piedras 
de  lo  alto,  con  las  manos,  y  rodando,  que  aun  los  pe- 
dazos ,  que  fe  quebraban,  y  fembraban  hacían  infinito 
daño;  é  fue  tan  recia  la  ofenfa  de  los  Enemigos ,    que 
nos  mataron  dos  Efpañoles,  y  hirieron  mas    de  veinte; 
y  en  fin  en  ninguna  manera  pudieron  pafarde  allí.   E 
yo  viendo,  que  era  impofible  poder  mas   hacer  de   1q 
hecho,  y  que  fe  juntaban  muchos  de  los  Contrarios  en 
focorro  de  los  de  el  Peñol,  que  todo  el  Campo  eftaba 
lleno  de  ellos,  mandé  á  los  Capitanes,  que  fe   bolviefc 
fen,  y  abajados  los  de  Caballo  arremetimos,  á  los  que 
eftaban  en  lo  llano,  y  echárnoslos  de  todo  el  Campo,  alan-: 
zcando,  y  matando  en  ellos,  c  duró  el  alcanze  mas  de 
hora,  y  media.  E  como  era  mucha  la  Gente,  losdeCa-i 
bailo  derramáronle  á  una  parte,  y  á  otra,  y  defpues  de 
recogidos,  de  algunos  de  ellos  fuy  informado,    como 
habían  llegado  obra  de  una  legua  de  allí,  y  habían  vif-t 
to   otro  Peñol  con   mucha   Gente ;   pero  que  no  era] 

£KKa      *"  '"■     • r  '  ?arj 


xio  CARTA  DE  RELACIÓN  ,  >- 

tan  fuerte,  y  que  por  lo  llano  cerca  de  él  (i)  había  muchS 
Población ,  y  que  no  faltarían  dos  cofas ,  que  en  efte 
otro  nos  habían  faltado :  la  una  era  Agua ,  que  no  la, 
había  acá;  y  la  otra,  que  por  fer  tan  fuerte  el  Cerro,' 
no  habría  tanta  reííftencia,  y  fe  podía  fin  peligro  to-> 
mar  la  Gente.  E  aunque  con  harta  ttifteza  de  no  haber 
alcanzado  Victoria  partimonos  de  allí,  y  fuimos  aque- 
lla noche  á  dormir  cerca  de  el  otro  Peñol,  adonde  pa- 
famos  harto  trabajo,  y  necefidad,  porque  tampoco  fi- 
liamos Agua,  ni  en  todo  aquel  día  la  habíamos  bebido 
noíbtros,  ni  los  Caballos:  y  afsí  nos  eftubimos  aquella, 
noche,  oyendo  hacer  á  los  Enemigos  mucho  eftruendo 
de  Atabales,  y  Bocinas,  y  gritas. 
XVIII  ACaitM  en  ^ent^°  c^  ^ía  claro,  ciertos   Capitanes,  y 

Cortés  otro  Pe-  y°>  comenzamos  á  mirar  el  rifco,  el  qual  nos  parecía 
nal,  y  fe  rinden  caíi  tan  fuerte,  como  el  otro;  pero  tenía  dos  Padraftros 
Jos  Indios: y  los   mas  altos,  que  no  él,  y  no  tan  agros  de  fubir,  y  en  ef- 

IttY^HnZ  tOS  eftaba   mUcha  Ge0tC  de  Gucrra    Para   loS    dcfendcr- 

p'edirupe'rd»*  E  aquell°s  Capitanes,  y  yo,  y  otros  Hidalgos,  que  allí 

y  deípues  los  de  eftaban,  tomamos  nueftras  Rodelas,  y  fuimos  á   pie  ha- 

Jatepeque\  y  cía  allá,  porque  los  Caballos  los  habían  llevado  á  beber 

de  lo  que  fuce  una  jegua  de  allí:  no  para  mas  de  ver  la   fuerza  de  el 

iUtn  Giltepr  peñd  ^  y  pQr  don(Je  fe   podfía  combatir .  y  h    Gente  § 

como  nos  vieron  ir,  aunque  no  los  habíamos  dicho  co- 
fa alguna,  figuieronnos .  Y  como  llegamos  al  pie  de  el 
Peñol,  los  que  eftaban  en  los  padraftros  de  él,  creyeron 
que  yo  quería  acometer  por  el  medio,  y  defampararon- 
los  por  focorrer  á  los  fuyos.  Y  como  yo  vi  el  defeon- 
cierto,  que  habían  hecho,  y  que  tomados  aquellos  dos 
padraftros  fe  les  podía  hacer  de  ellos  mucho  daño,  íirt 
hacer  mucho  bullicio ,  mandé  á  un  Capitán  ,  que  de 
prefto  fubiefte  con  fu  Gente,  y  tomafle  el  un  padraftro 
de  aquellos  mas  agro,  que  habían  defamparado,  y  afsí 
fue  hecho.  Y  yo  con  la  otra  Gente  comenzé  á  fubir  el 

Cer- 


(i)  Cerca  de  México  hay  dos  Cerros,  que  llaman  el  uno  Peñol  de  los  Ba- 
ños, porque  los  hay  allí  de  Agua  mineral:  y  el  otro  mas  diftante,  que  llaman  de 
el  Marques,  y  no  es  cfte  el  de  que  habla  aquí  Cortés,  y  que  por  efto  le  dieííen 
áefpues  el  nombre  de  el  Marques  de  el  Valle,  fina  los  Cenus,  que  citan  aates  <le 
H«*t*pec,  Yautepee,  Jtutepcc,  y  XocUitep«c, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  zir 

Cerro  arriba,  allí  donde  citaba  la  mas  fuerza  de  la  Gen- 
re:  y  plugo  á  Dios,  que  les  gané  una  buelta  de  él,  y  pulí- 
mclnos  en  una  altura,  que  cati  igualaba  con  lo  alto  de  don- 
de ellos  peleaban;  lo  qaal  parecía  que  era  cofa  impoíible 
pcdelles  ganar,  á  lo  menos  fin  infioito  peligro.  E  ya  un 
Capitán  había  puerto  fu  Bandera  en  lo  mas  alto  de!  Cerro: 
é  de  allí  comenzó  á  íoltar  Efcopetas,  y  Balleftas  en  los 
Enemigos.  Y  como  vieron  el  daño  que  recibían,  y  con- 
federando el  por  venir,  hicieron  feñal  que  fe  querían  dar, 
y  pufieron  las  Armas  en  el  fuelo.  Y  como  mi  motivo 
fea  fiempre  dar  á  entender  á  efta  Gente,  que  no  les 
queremos  hacer  mal,  ni  daño,  por  mas  culpados  que 
fean,  efpecialmente  queriendo  ellos  fer  Vafallos  de  V. 
Mageftad,  y  es  Gente  de  tanta  capacidad,  (í)  que  todo  lo 
entienden,  y  conocen  muy  bien,  mandé,  que  no  fe  les  hi- 
cieííe  mas  daño:  y  llegados  á  me  hablar,  los  recibí  bien. 
Y  como  vieron  quan  bien  con  ellos-  fe  había  hecho,  hi- 
cieron'.o  faber  á  los  del  otro  Peñol:  losquales,  aunque 
habían  quedado  con  victoria,  dererminaron  de  fe  dar  por 
Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  y  viniéronme  á  pedir  per- 
don  por  lo  pafado.  En  efta  Población  de  cabe  el  Peñol 
cftubc  dos  días,  y  de  allí  erobié  á  Tefaico  los  heridos, 
y  yo  me  partí,  y  á  las  diez  del  día  llegamos  á  Guaf- 
tepeque,  de  que  arriba  he  hecho  mención;  y  en  la  Ca- 
fa de  una  Huerta  del  Señor  de  allí,  nos  apofentamos 
rodos,  la  qual  Huerta  es  la  mayor,  y  mas  hermofa,  y 
frefca,  que  nunca  fe  vio,  porque  tiene  dos  leguas  de 
circuito,  (2.)  y  por  medio  de  ella  vá  una  muy  gentil  Ribe-» 
ra  de  Agua,  y  de  trecho  á  trecho,  cantidad  de  dos  ti- 
ros de  Ballefta,hay  Apofentamientos,  y  jardines  muy  fref- 
ces,  y  infinitos  Arboles  de  diverfas  Frutas,  y  muchas  Yer- 

LLL        '  vas, 


(i)     No  fon  los  Indios  tan  rudos  como  les  quieren  hacer,  y  quien  les  oMerve  re- 
conocerá 1*  capacidad,  que  conoció  en  ellos  Cortés:  algunas  veces  fé  hacen  bobos, 
y  es  por  que  les  tiene  cuenta. 
' 

(i)    La  Qfa,  y  Huerta  de  Huaxtepec, 


ití  CARTA  DEBELACIÓN 

vas,  y  Flores  olorofas,(i)  que  cierto  es  cofa  dé  admira- 
ción ver  la  gentileza,  y  grandeza  de  toda  efta  Huerta.; 
E  aquel  día  repofamos  en  ella,  donde  los  Naturales  nos 
hicieron  el  placer,  y  férvido,  que  pudieron.  E  otro  día 
nos  partimos,  y  á  las  ocho  horas  del  día  llegamos  á  una 
buena  Población,  que  fe  dice  Yaufepeque,(z)  en  la  qual  ci- 
taban efperandonos  mucha  Gente  de  Guerra  de  los  Ene- 
migos, E  como  llegamos,  pareció  que  quifieron  hacernos 
alguna  feñal  de  Paz,  ó  por  el  temor  que  tubieron*  ó  por 
nos  engañar.  Pero  luego  en  continente,  fin  mas  acuerdo 
comenzaron  á  huir>  defamparando  fu  Pueblo;  y  yo  no 
curé  de  detenerme  en  él,  y  con  los  treinta  de  Caballo 
dimos  tras  ellos  bien  dos  leguas,  hafta  íos  encerrar  en 
otro  Pueblo,  que  fe  dice  Gilutepeque,($)  donde  alancea- 
mos, y  matamos  muchos.  Y  en  eíte  Pueblo  hallamos  la 
Gente  muy  defeuidada,  porque  llegamos  primero  que  fus 
Efpías,  y  murieron  algunos,  y  fontaronfe  muchas  Muge- 
íes,  y  Muchachos,  y  todos  íos  demás  huyeron:  y  yo  ef- 

tu-i 


(i)  Las  Frutas  dé  América  regularmente  no  fe  logran  en  Efpaña  á  excepción  da 
hs  Tunas,  que  flauian  Higos  de  Indias;  y  las  de  Eipaña  todas  prenden-  en  la"  Ame. 
rica,  folo  fi  fe  advierte  menos  fubftancia.' 

Las  particulares  de  América  fon  P'rña$,  Chirimoyas,  Zapotes  prietos,  y  blancos, 
Aliuacates,  Cocos,  Guanábanas,  Anonas,  Guayabas,  Plátanos1,  Guineos,  Mameyes, 
Pirayas,  Safatasj  cuyas  rama»  arroja*/  leche,  Dátiles  muy  grander,  Sapuches,  Garavn»- 
bullos,  Cumaros,  Bachatas,  de  cuyoArbol  la  raíz  ílrve  para  labar  corno  el  Jabón, 
Papayas,   Texocotes,  que  tiene  ef  mifmo'huefo,  que  la  Azerofa,  pero  es  amarillo, 

En  Toluca  hay  un  Árbol  muy  ungular,  qué  IFanwrn  Mafikas,  poFque  cada  hoja  e» 
una  ficr  de  figura  cali  perfe&arde  una  mano  de  hombre. 

Balfamo  blanco,  bermejo,  verde,  y  negro:  el  puro,  que  los  Herbolarios  llaman 
OpobaHanioJ  es  la  lagrima,  que  deftifa  un  Árbol  como  el  Granado;  el  Licof  que  fe 
Jaca,  de  elle  Árbol  hiriendo,  y  fajando  la- Corteza,  hojas  exprimidas,  y  cocidas  a  el 
fuego,  fe  UamaXilobalfamo:  eirá  declarado  por  la  Sede  Ápoftolica,  que  con  el  Bal- 
famo de  Indias  fe  puede  hacer  la'Confagracion  deF Santo  Crrrifma:  el  mejor  de  eftc 
Reyno  viene  de  Goathemala,  y  chiapa,  y  el  blanco  es  muy  apreciado  por  reas  pee- 
feeio. 

De  las  Plantas,  y  Yervas ,  Licores,  y  cofas  medicinales  de  Indias  trata  largamente 
el  Dr  Franeifco  Hernández,  cuya  Qbra  le  hizo  de  orden  de  el  Rey,  pintando  á  e! 
natural  todas  las  Plantas,  que  pawn  de  mif,  y  dociemas:  y  le  refiere  que  el  cofie  de 
la  Obra  paíó  de  fefenta  mil  ducados:  la  exrraító  el  Dr  Nardo  Antonio,  Médico 
Italiano;  y  es  razón  que  los  Lipaaol.es  hagan  el  debido  aprecio  de  til*,  guando  ha 
dattb'luz  ávk)s  Eftrangeros^ 

(i)    Afsi  fe  llama  hoy,  y  es  Camino  á  la  Corta  del  Sur. 

(3)  Xilorepec,  cite,  y  los  Pueblos  de  arriba  eftán  antes  de  Cuernabaca,  pero  pu* 
do  haber  equivocación  en  el  nombre  por  poder  Xiuátef  ec?  6  Xuchiiepec 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  lif 

tobe  dos  días  en  efte  Pueblo,  crciendo  que  el  Señor  de 
él  fe  viniera  á  dar  por  Vafallo  de  Vueftra  Magefiad  :  y 
como  nunca  vino,  quando  partí  hice  poner  fuego  al  Pue- 
blo; y  antes  que  de  él  falieffe,  vinieron  ciertas  Períonas 
del  Pueblo  antes,  que  fe  dice  Yaflepeque,  y  rogáron- 
me, que  les  perdonalíe,  y  que  ellos  íe  querían  dar  por 
Vaíallos  de  Vueílra  Mageftad:  Yo  les  recibí  de  buena  vo- 
luntad, porque  en  ellos  fe  había  hecho  ya  buen  cafHgo. 

Aquel  día  que  partí,  á  las  nueve  del  día  llegué  á 
vifra  de  un  Pueblo  muy  fuerte,  que  fe  llama  Coadnabaced, 
(r)  y  dentro  de  él  había  mucha  Gente  de  Guerraí  y  era 
tan  fuerte  el  Pueblo,  y  cercado  de  tantos  Cerros,  y  Barran* 
cas,  que  algunas  había  de  diez  eílados  de  hondura:  y  no 
podía  entrar  ninguna  Gente  de  Caballo,  falvo  por  dos  par- 
tes, y  eftas  entonces  no  las  fabíamos,  y  aun  para  entrar 
por  aquéllas  habíamos  de  rodear  mas  de  legua,  y  media: 
también  fe  podía  entrar  por  Puentes  de  madera,  pero  te- 
níanlas alzadas,  y  eítaban  tan  fuertes,  y  tan  á  fu  falvo, 
que  aunque  fuéramos  diez  veces  mas,  no  nos  tubieran 
en  nada;  y  llegándonos  hacia  ellos,  tirábannos  á  fu  pla- 
cer muchas  Varas,  y  Flechas,  y  Piedras:  y  eftando  afsí 
muy  rebueltoá  con  uofotros,  un  Indio  de  Tafcaltecal  pa- 
fó  de  tal  manera,  que  no  le  vieron,  por  un  pafo  muy 
peligrofo.  E  como  los  Enemigos  le  vieron  áfsí  de  fúpito, 
creieron  que  los  Efpañoles  les  entraban  por  allí:  y  afsí 
ciegos,  y  efpantados  comienzan  á  ponerle  eu  huyda,  y 
el  Indio  tras  de  ellos,  y  tres,  ó  qu3tro  Mancebos,  Cria'* 
dos  míos,  y  otros  dos  de  una  Capitanía,  como  vieron 
pafar  al  Indio,  figuíeronle,  y  pafaron  de  la  otra  parte,  y 
yo  con  los  de  Caballo  comenzé  á  guiar  hacia  la  Sierra* 
para  bufear  entrada  al  Pueblo,  y  los  Indios  nueftros  Ene- 
migos no  hacían  fino  tirarnos  Varas,  y  Flechas;  porque 
entre  ellos,  y  nofotros  no  había  mas  de    una  Barranca, 

co- 
LLLi 


XIX.  Cóh- 
quifla  de  ¡a  Ciu 
dad  de  Cuer- 
nabaca  ,  y  có* 
pío  fe  efeufa- 
batí  ¡os  Itidiot 
de  baler  di/a' 
todo  rendirfe. 
Toma  Cortés  ¡o 
mejor  de  Sucbi 
mi/co^y  peligrt 
gue  carricuba» 
biendo/e  jun* 
lado  los  Indtot 
centra  él. 


(i)  Cuernabaca,  antes  Qttaunahuie,  es  aroetnfsimo,  tnüy  fuerte,  y  hoy  fe  con- 
fervan  las  Cafas  de  Cortés  a  modo  de  Fortaleza,  ton  otras  Memorias  de  la  Coa? 
«juifta. 


. 


2i4  CARTA  DE  RELACIÓN 

comoCavü;  (i)  y  como  eftaban  embebecidos  en  pelear 
con  nofotros,  y  eftos  no  habían  vífto  los  cinco  Efpaño- 
les, llegan  de  improvifo  por  las  efpaktas,  y  comienzan  á 
ciarles  de  cuchilladas:  y  como  los  tomaron  de  tan  fobrefal- 
to,y  fin  peníamíento  que  por  las  efpaldas  fe  les  podía  hacer 
ninguna  ofenfa,  porque  ellos  no  fabían  que  los  Tuyos  ha- 
bían defamparado  el  pafo,  por  donde  los  Efpañoles,  y 
el  Indio  habían  pafado,  eftaban  efpantados,  y  no  ofaban 
pelear,  y  los  Efpañoles  nr.taban  en  ellos:    y  defque  ca- 
ieron  en  la  burla,  comenzaron  á  huir.  E  ya  nueftra  Gen- 
te de  Pie  efíaba  dentro  en  el  Pueblo,  y  le  comenzaban  á 
quemar,  y  los  Enemigos  todos  á  le  defampafar :  y  afsí 
huyendo,  fe  acogieron  á  la  Sierra,  aunque  murieron  mu- 
chos de  ellos;  y  ios  de  Caballo  figuieron,  y  mataron  mu- 
chos. E  defpues  que  hallamos,  por  donde  entrar  al  Pue- 
blo, que  feria  medio  día,  apofentamonos  en  ías  Cafas 
de  una  Huerta,  porque  lo  hallamos  ya  caí!  todo  que- 
mado. E  ya  bien  tarde,  el  Señor,  y  algunos  otros  Prin- 
cipales, viendo  que  en  cofa  tan  fuerte  como  fii  Pueblo 
no  fe  habián  podido  defender,  temiendo  que  allá  en  li 
Sierra  los  habíamos  de  ir  á  matar,  acordaron  de  fe  ve- 
nir á  ofrecer  por   Vafallos  de  Vueftra  Mageffad,  y  yo» 
los  recibí  pof  tales  y  prometiéronme  de  ahí  adelante  lee 
ííempre  nueltros  Amigos.   Eftos  indios,  y  los  otros  que 
venían  a  fe  dar  por  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad,  defpues 
de  los  haber  quemado,  y  deftruído  fus  Cafas,  y  Hacien- 
das,  nos  dijeron,  que    la  caufa  porque    venían  tarde  á 
■'rmcftra  arr.iítad,  era,  porque  penfaban  que  fatisfácían  fus 
*culpas  en  confentir  primero  hacerles  daño,  creiendo  que 
hecho,  no  temíamos  defpues  tanto  enojo  de  ellos. 

Aquella  noche  dormimos  en  aquel  Pueblo,  y  por 
la  mañana  feguimos  nueího  camino  por  una  Tierra  de 
Finales,  despoblada,  y  fin  ninguna  agoa,  la  qual,  y  un 
Puerto  pafamos  con  grandíísimo  trabajo,  y  fin  beber: 
tanto,  que  muchos  de  los  Indios  que  iban  con  nofotros 

pe- 


(i)    Eíta  Barranca  permanece,  y  fe  obferva  hoy  cedo  lo  que  dice  Cortes. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  iif 

perecieron  de  íed;  é  á  fiete  leguas  de  aquel  Pueblo  en 
unas  Ertancias  paramos  aquella  noche.  Y  en  amanecien- 
do tomamos  nueftro  Camino  (i)  y  llegamos  á  vifta  de 
una  gran  Ciudad,  que  fe  dice  Suchimilco,  que  efti  edi- 
ficada en  la  Laguna  dulce:  é  como  los  Naturales  de  ella 
eíbban  avifados  de  nueftra  venida,  tenían  hechas  muchas 
Albarradas,  y  Azequias,  y  alzadas  las  Puentes  de  todas 
las  entradas  de  la  Ciudad,  la  qual  eftá  de  Temixritan 
tres,  ó  quatro  leguas,  y  eftaba  dentro  mucha,  y  muy 
lucida  Gente,  y  muy  determinados  de  fe  defender,  ó 
morir.  E  llegados,  y  recogida  roda  la  Gente,  y  puerta 
en  mucha  orden,  y  concierto,  yo  me  apeé  de  mi  Caba- 
llo,  y  feguí  con  ciertos  Peones  hacia  una  Albarrada, 
.que  reñían  hecha;  y  detras  eftaba  infinita  Gente  de  Guer- 
ra; é  como  comenzamos  á  combatir  el  Albarrada,y  los 
Bdlefteros,  y  Efcopeteros  les  hacían  daüo,  desampará- 
ronla, y  los  Efpañoles  fe  echaron  al  Agua,  y  paíaron 
adelante,  por  donde  hallaron  Tierra  firme.  Y  en  media 
hora,  que  peleamos  con  ellos  les  ganamos  la  principal 
parte  de  la  Ciudad:  é  retrahidos  los  Contrarios  por  las 
Calles  de  et  Agua,  y  en  fus  Canoas  pelearon  harta  la 
noche.  E  unos  movían  Pazes,  y  otros  por  eflb  do  deja- 
ban de  pelear:  y  moviéronlas  tantas  vezes  fin  ponerlo 
por  obra,  que  caímos  en  la  cuenta,  porque  ellos  lo  ha» 
cían  para  dos  efectos:  el  uno  para  alzar  fus  Haziendas, 
en  tanto  que  nos  detenían  con  la  Paz;  el  otro  por  di- 
latar tiempo  en  tanto,  que  les  venía  focorro  de  Méxi- 
co, y  Tcmixtitan.  E  efte  día  nos  mataron  dos  Efpañoles, 
porque  fe  defmandaron  de  los  otros  á  robar,  y  vieron- 
fe  con  tanta  necefidad,  que  nunca  pudieron  fer  focor- 
ridos.  E  en  la  tarde  penfaron  los  Enemigos,  como  nos 
podrían  atajar,  de  manera,  que  no  pudieflemos  falir  de 
fu  Ciudad  con  las  vidas.  E  juntos  mucha  copia  de  ellos 

MMM  de- 


(l)  Defde  Cuern.ili.ica  volvieron  hacia  México,  y  pararon  en  Xochimilco,  que 
eftí  ¡unto  á  la  Laguna  de  Cha  Ico,  y  hoy  hay  muchas  Familias  de  Indios,  que  por 
A«u  i,  y  Tierra  comercian  en  México.  En  efte  Puebloes  donde  refiere  el  Señor  Obis- 
po Garzas,  que  le  oyó  cantar  á  los  Angeles  la  Gloria  en.  Mexicano,  defpues  de  fu 


tonveiíion,  y  Bautifuio. 


zi?  CARTA  DE  RELACIÓN 

determinaron  de  venir  por  la  parre,  que  nofotros  han 
bíamos  entrado,  y  como  los  vimos  venir  tan  fúpiro  cf-í 
panta monos  de  ver  fu  ardíz,  y  prefteza:  y  feis  de  Caballo,  y 
yo,  que  citábamos  mas  á  punto,  que  los  otros, arremetimos 
por  medio  de  ellos.  E  ellos  de  temor  de  los  Caballos 
pufícronfe  en  huida,  y  afsí  falimos  de  la  Ciudad  tras 
ellos,  rmtando  muchos,  aunque  nos  vimos  en  harto 
aprieto;  porque  como  eran  tan  valientes  Hombres,  muchos 
de  ellos  ofaban  efperar  á  los  de  Caballo  con  fus  Efpadas, 
y  Rodelas.  E  como  andábamos  rebueltos  con  ellos,  y 
había  muy  gran  priefa,  el  Caballo ,  en  que  yo  iba,  fe 
dexó  caer  de  canfado:  y  como  algunos  de  los  Contra- 
rios me  vieron  á  pie  rebolvieron  (obre  mi,  é  yo  con  lí 
lanza  comenzéme  á  defender  de  ellos:  y  un  Indio  de 
los  de  Tafcaltecal,  como  me  vio  en  necefidad,  llegófe  á 
me  ayudar,  y  él,  y  un  Mozo  mió,  que  luego  llegó  le- 
bantamos  el  Caballo.  E  ya  en  efto  llegaron  los  É(pa-> 
ñoles,  y  los  Enemigos  defampararon  todo  el  Carnpj ; 
y  yo  con  los  otros  de  Caballo ,  que  entonces  habíai 
llegado,  como  citábamos  muy  canfados,  nos  bolvimos  á 
lá  Ciudad.  E  aunque  era  ya  caíi  noche,  y  razón  de  re- 
pofar,  mandé  que  todas  las  Puentes  alzadas,  por  do  ib* 
el  Agua,  fe  cegaífen  con  piedra,  y  adobes ,  que  hibía 
allí,  porque  los  de  Caballo  pudieífen  entrar,  y  falir  íin 
eftoibo  ninguno  en  la  Ciudad:  y  no  me  partí  de  allí 
falla ,  que   todos  aquellos  paíos    malos   quedaron    muy, 

XX  Deliberan  ^en  aderezados;  y  con  mucho  avifo,  y  recaudo  de  ve-i 

¡os  Mexicanos  las  pafamos  aquella  noche. 

cercar porTier  Otro  día,  como  todos  los  Naturales  de  la  Pro-? 

re,  y  Agua  á   vjncja  ¿c  México,  y  Temixtitan  fabían  ya,  que  cftaba-i 

Sucjimico.ej  Suchimilco ,  acordaron  de  venir  con  gran   po- 

barátalos  Cor-    *  '  &  r 

tés,  y  á  etros   der   por  el  Agua,  y  por  la  Tierra,  a  nos  cercar,  por- 

¿os  Efquadro-  que  creían,  que  no  podíamos  ya  efeapar  de  fus  minos: 

t¡es,  y  quemada  y  y0  me  fub£  á  una  Torre  (i)  de  fus  ídolos   para    ver 


la  ttudad,  je  coffio  vema  la  Gente,  y  por  donde  nos  podían  acome- 

iuelve     a    Ju  ni  •    •  rr      r- 

ReaL  ter  Para  Proveer  etl  e"°>  ">  1ue  nos   convmieile.  E  ya, 


£i)    Los  ídolos,  y  Amoratónos  les  tenían  en  Lugares  elevados. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  U% 

que  en  todo  había  dado  orden,  llegamos  por  el   Agua 
á  una  muy  grande  flota  de  Canoas,  que  creo,  que   pa- 
faban  de  dos  mil:  y  en  ellas  venían  mas  de  doce   mil 
Hombres  de  Guerra:  é  por  la  Tierra  llega  tanta  multi- 
tud de  Gente,  que  todos  los  Campos  cubrían.   E  los 
Capitanes  de  ellos,  que  venían  delante,  traían  fus  Efpa- 
das  de  las  nueftras  en  las  manos,  y  apellidando  íusPro«i 
vincias,  decían:  „  México,  México,  Temixtitan,  Temix-: 
¡j,  ritan;  „  y  decíannos  muchas  injurias,  y  amenazando»; 
nos,  que  nos  habían  de  matar  con  aquellas  Efpadas, 
que  nos  habían  tomado  la  otra  vez  en  la  Ciudad    de 
Temixtitan.  E  como  ya  había  proveído  á  donde   había* 
de  acudir  cada  Capitán:  y  porque  hacia  la  Tierra  firmé 
había  mucha  copia  de  Enemigos,  íalí  á  ellos  con  vein-í 
te  de  Caballo,  y  con  quinientos  Indios  de  Tafcaltecal,; 
y  repnrtimonos  en  tres  partes;  y  mándeles,  que   defde; 
que  obicílen  rompido,  que  fe  recogieílen  ai  pie  de   un 
Cerro,  que  eíhba  media  legua  de  allí,  porque  también 
había  allí  mucha  Genre  de  los  Enemigos.  E  como  nos 
dividimos,  cada  Efquadron  figuió  á  los  Enemigos  por  fu 
cabo:  y  defpues  de  desbaratados,  y  alanzeados,  y  muer- 
tos muchos,  recogimonos  al  pie  de  el  Cerro;  é  yo  man- 
dé á  ciertos  Peones,  Criados  roios,  que  me  habían  fér- 
vido, y  eran  bien  fueltos,    que  por  lo  mas  agro  de  el 
Cerro  trabjjaílen  de  lo  fnbir.  E  que  yo  con  los  de  Ca- 
ballo rodearía  por  detras,  que  era  mas  llano,  y  los  to- 
maríamos en  medio :  y  afsí  fue,  que  como   los  Enemi- 
gos vieron,  que  los  Efpañoles  les  fubían  por  el   Cerro,' 
Solvieron  las  efpaldas,  creyendo,  que  huían  á  fu  íalvo; 
y  topan  con  nofotros,  que  feriamos  quinze  de  Caballo, 
y  comenzamos  á  dar  en  ellos,  y  los  de  Tafcaltecal  afsí 
mifroo.  Por  manera,  que  en  poco  eípacio  murieron  mas 
de  quinientos  de  los  Enemigos,  y  todos  los  otros  fe  fal- 
varon,  y  huyeronfe  á  las  Sierras.  Y  los  otros  feis  de  Caba- 
llo acertaron  á  ir  por  un  Camino  muy  ancho,  y  llano,; 
alanzeando  á  los  Enemigos,  y  á  media  legua  de  Suchi- 
milco  dan  fobre  un  Efquadron  de  Gente   muy  lucida,; 
<que  venía  en  fu  focorro,  y  desbaratáronlos,  y  alanzea-i 

MMM¿  *°9 


/ 


i  2  8  CARTA  DE  REL  ACIÓN 

ron  algunos:  é  ya  que  nos  obimos  juntado  todos  los  dt 
Caballo,  que  ferian  las  diez  del  día,  bolvimos  á  Suchi- 
milco,  y  i  la  entrada  hallé  muchos  Eípaúoles,  que    de- 
feaban  mucho  nueftra  venida,  y  faber,  lo  que  nos  había 
fucedido:  y  contáronme  como  fe  habían  villo   en   mu- 
cho aprieto,  y  hab-'an  trabajado  todo  lo  poíible  por  he- 
char  fuera  ios  Erferaigos,  de   los  quales   habían   muerto 
mucha  cantidad.  E  dieronme  dos  tfpadas  de  las  ouef-' 
tras,  que  les  habían  tomado,  y  dijeronme  como  los  Ba- 
Jlcfteros  no  tenían  faetas,  ni  almazen  alguno.  Y  eítando 
en  efto,  antes  que  nos  apeaflemos,  afomaron  por    una 
Calzada  muy  ancha  un  gran  Efquadron  de  los  Enemigos 
con  muy  grandes  alaridos.  E  de   prefta    arremetimos   á 
ellos,  y  como  de  la  una  parte,  y  de  la  otra  de  la  Cal- 
zada era  todo  Agua,  lanzironfe  en  ella:  y  afsí  los  def- 
baratamos,  y  recogida  la  Gente  bolvimos  á  la   Ciudad 
bien  canfados,  y  mándela  quemar  toda,  excepto  aquello 
donde  eftabamos  apofentados.  Y  afsí  eftubimos  en  efta 
Ciudjd  tres  días,  que  en   ninguno  de  ellos  dejimos  de 
pelear:  y  a!  cabo    dejándola  toda    quemada,  y   afolada 

XXI.Saknal  nos  part¡mos;  y  cierto  era  mucho  para  ver,  porque  te- 
tncuttro  á  Cor'  '       ,        ^  r  —  jttji        j         i 

téshsdeSuch'r   mz  muchas  Calas,  y  Torres  de  íus  ídolos  de  cal,  y  can- 

müco,v  lospre    to>  Y  por  no  me  alargar,  dejo   de  particularizar  otras 

tifa,  peleando   cofas  bien  notables  de  efta  Ciudad. 

á  echarte  e»  la  £|  día,  que  me  partí,  me  falr  fuera  á  una  Pla- 

Laguna.Llega  cftá    ^    Ja    Tierra     firm£    .      tQ   ¿    efta    Cjudad 

conoce   á   Tr  (lue  cs  donde  los  Naturales  hacen    fus  mercados:  y  ef- 

mixtttan,  y  fe  taba  dando  orden  como  diez   de  Caballo  fueíTen  en  la 

apodera  de  una  delantera,  y  otros  diez  en  medio    de  la  Gente  de  pie, 

Puente,    con  y  yo  con  otros  jj^  cn  ja  rezaoa.  E  los   de   Suchimil- 

tnuerte  de  mu-  .  P     ,  ,    .  , 

cboslndios.Fa  co  como  vieron,  que  nos  comenzábamos  a  ir,  creyendo 

é  Tacaba,  y  que  de  temor  fuyo  era:  llegan  por  nueftras  efpaldas  con 

derrota  á    ¡os  mucha  grita:  y  los  diez  de  Caballo  ,  y  yo  bolvimos  á 

Indios,  que  le  ellos,  y  feguimoslos  harta    meterlos  en  el  Agua:  en   tal 

tm  ijieron,y  maner3j  que  no  curaron  mas  de  nofotros,    y    afsí   noS 

y  os  euedá  caw  bolvimos  nueftro  Camino.  E   á  ¡as   diez  del  día    llega* 

tivos.  mos  á  la  Ciudad  de  Cuyoacan,  que  eftá  de  Suchimilco 

dos 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  229 

dos  leguas,  y  de  las  Ciudades  de  Temixtitan,  (i)y  Cu- 
luacan,  y  Uchilubuzco,  y  Iztapalapa ,  y  Cuitaguaca ,  y 
Mizqucque,que  todas  eftan  en  elAgua:  la  mas  lejos  de  eftas, 
tibí  una  legua  y  media,  y  hallárnosla  defpoblada,  y  apo- 
ic  r  támonos  en  laCafa  del  Señony  aquí  eítubimos  el  día  que 
l!cgamos,y  otro.  E  porque  en  íiendo  acabados  los  Berganti- 
nes había  de  ponerCerco  á  Temixtitansquife  primero  ver  la 
diípoíicion  de  efla  Ciudad,  y  las  entradas,  y  falidas,  y 
por  donde  los  Efpañoles  podían  ofender,  ó  íer  ofendi- 
dos. E  otro  día  que  llegué*,  tomé  cinco  de  Caballo  ,  y 
d<  cientos  Peones,  y  fuime  harta  la  Laguna,  que  eíbba 
muy  cerca,  por  una  Calzada  (2.)  que  entra  á  la  Ciudad 
de  Temixtitan,  y   vimos  tanto  numero  de   Canoas  por 
el   Agua,  y  en  ellas  Gente  de  Guerra,  que  era  infinito: 
y  llegamos  á  una  Albarrada,  que  reñían  hecha  en  la  Cal- 
íala, y  los  Peones   comenzáronla  á  combatir;  y  aunque 
fue  muy  recia,  y  hubo  mucha  renitencia,  y  hirieron  diez 
Eípaíioles,  al  fin  fe  la  ganaron,   y  mataron    muchos  de 
los  Enemigos.,  aunque  los  Ballefteros,  y  Eícopeteros  que- 
daron fin  Pólvora  ,  y  fin  Saetas.    E    donde  allí   vimos» 
cerno    iba  la  Calzada    derecha  por    el  Agua,    Kifta  dar 
en  Temixtitan    bien  legua  y  media,  y  ella,  y  la  otra,  (3) 
que  va  á  dar  álztnpalapa,  llenas  de  Gente  fin  cuento:  y 
como  yo  hube  confiderado  bien  lo  que  convenía  verfe, 
porque  aqui  en  eíta  Ciudad  había  de  eftar  uua  Guarni- 
ción de  Gente  de  Pie,  y  de   Caballo,   hice  recoger  los 
nütílrcs:   y  afsí  nos  volvimos,   quemando  las  Cafas,  y 
Torres  de  fus  ídolos.  Y  otro  día  nos  partimos  de  cita 
Ciudad  á  la  de  Tacuba,  que  cítá  dos  leguas,  y  llegamos 
á  las  nueve  del  día,  alanceando  por  unas  partes,  y  por 
otras,  poique  los  Enemigos  falían  de  la  Laguna,  por  dar 
en  los  Indios,  que  nos  trahí.m  el  Fardage,  y  hallabanfe  bur- 

NNN  la- 


O)  México,  Culrmacan,  Cliurubufco,  que  antes  fe  llamaba  Ocholopozco, 
UtapalfljH,  lhl.ilm.ic,  antes  Cilit.ihu.ic,  y  Mizquic  telas  eftán  en  la  Laguna  de 
Chalco. 

(i)     Efh  Calzada   es   la  que  hoy   llaman  de  la   Piedad.  ' 

<3j     La  otra  Calzada,  que  vá  á  tetapalapa,  es  la  que  llaman  hoy  de  S.  Antoa, 


t ;  o  CARTA  DE  RELACIÓN 

lados:  y  áfsí  nos  dejaron  ir  en  paz.  Y  porque,  como  hé 
dicho,  tui  intención  principal  había  íido  procurar  de  Mar 
vuelta  á  todas  las  Lagunas,  por    calar,    y  faber  mejor 
la    Tierra ,    y    también  por  locorrer    aquellos  nueftros 
Amigos,  no  curé  de  pararme  en  Tacuba.    Y  como  los 
de  Temixtitan,  que  eftá  allí  muy  cerca,  que  caí!  fe  efi- 
tiende  la  Ciudad  tanto,  que  llega  cerca   de  la  Tierra- 
firme  de  Tacuba,  como  vieron  que  pafabaraos  adelante, 
cobraron  mucho  esfuerzo,  y  con  gran  denuedo  acome- 
tieron á  dar  en  medio  de  nueftro  Fardage:  y  como  los  de 
Caballo  veníamos   bita  repartidos,  y  todo  p-;>r  allí  era 
llano,  aprovéchabamonos  bien  de  los  Contrarios,  íin  re* 
cibir  los  nueftros  ningún   peligro;  y  como  corríamos  á 
unas  partes,  y  á  otras,  y  como  unos  Mancebos,  Criados 
mios,  me  feguían  algunas  veces,  aquella  vez  doside  ellas 
no  lo  hicieron,  y  hallaroníe  en  parte  donde  los  Enemi- 
gos  los  llevaron  ,  donde  creemos  que  les   darían  muy 
cruel  muerte,  como   acoftumbran:  de  que   fibe  Dios  e¡ 
fentimicnto  que   hube,  afsí  pot  fer   Chriftianos  ,  como 
porque    eran  valientes   Hombres ,  y    le   habían   férvido 
muy  bien  en  eíla  Guerra    á    Vueftra    Mageftad.    Y    fa- 
lidos  de  eíla  Ciudad  comenzamos  á  feguir  nueftro  Cami- 
no por  entre  otras  Poblaciones  cerca  de  allí,  y  alcanzamos 
á  la  Gente:  y  allí  fupe  entonces,  como  los  Indios  habían 
llevado  aquellos  Mancebos;  y  por  vengar  fu   muerre,   y 
porque  los  Enemigos  nos  feguían  con  el  mayor  orgullo 
del  Mundo,  yo  con  veinte  de  Caballo  me  pufe    detrás 
de   unas  Cafas  en  celada,  y  como  ios  Indios  vían  á  los 
otros  diez  con  toda  la  Gente,  y  Fardage  ir  adelante,  no 
hacían  fino  feguirlos  por  un  camino  adelante  ,  que  era 
muy  ancho,  y  muy  llano,  no  fe  temiendo  de  cofa  nin- 
guna. Y  como  vimos  pafar  ya  algunos,   yo  apellide   en 
nombre  del  Apoflol  Santiago,  (i)  y   dimos  en   ellos  muy 

re- 


(i)  Es  digno  de  reparo  que  Cortes  antes  de  empezar  fus  Batallas,  niiheñ  fe  o!- 
yidaíTe  de  la  eoñumbte  Efpaííola,  de  invocar  á  Santiago,  pues  fe  ha  verificado  !e<nm 
el  Cap.  1 1 .  lib.  i.  Macal»,  que  fe  lia  aparecido  á  losElp.iiíoles:  Prxiedexsc-.s  faites 
iíi  vejlt  c.rr.dtdx. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  tft, 

reciamente.  Yantes  que  fe  nos  metieflcn  en  las Azequias, 
que  había  cerca,  habíamos  muerto  de  ellos  mas  de  cíen 
Principales,  y  muy  lucidos:  y  no  curaron  de  mas  nos 
feguir.  Eíle  día  fuimos  á  dormir  dos  leguas  adelante  á 
la  Ciudad  de  Coatinchan,  bien  canfados,  y  mojados, 
porque  había  llovido  mucho  aquella  tarde,  y  hallamos- 
la  despoblada:  y  otro  día  comenzamos  de  caminar,  alan- 
ceando de  coda  en  quando  á  algunos  Indios,  que  nos  fa- 
lían  á  gritar:  y  fuimos  á  dormir  á  una  Población,  que  fe 
dice  Gilotepeque,  y  hallárnosla  delpoblada.  E  otro  día 
llegamos  á  las  doce  horas  del  día  á  una  Ciudad,  que  fe 
dice  Aculman,  (i)  que  es  del  Señorío  de  la  Ciudad  de 
Teíaico,  adonde  fuimos  aquella  noche  adormir,  y  fuimos 
de  los  Españoles  bien  recibidos,  y  fe  holgaron  con  nucf-  XKÍÍ.  Em- 
tra  venida,  como  de  la  falvacion;  porque  defpues  que  yo  bia  el  Oohema 
me  había    partido  de  ellos,   no   habían  fabido  de  mi,  ^ordeTepeaca 

r  .,  .  '  ,;  ,,  i     t  -  •  i  i         <i    Cortés     ¿ns 

raíta  aquel  día  que  llegamos ,  y  habían  tenido  muchos  Carta!  (¡e  ¡Bt 
rebaros  en  la  Ciudad.  E  los  Naturales  de  ella  les  decían  Efpafohs  de 
cada  día,  que  les  de  México,  y  Tcrnixíitan  habían  de  Cb\nantla$f* 
venir  fobre  ellos ,  en  tanto  que  yo  por  allí  andaba  ;  y  contenido.  Aan 
afsí  fe  concluyó,  con  el  ayuda  de  Dios,  cita  Jornada,  ?"  ^ue !t  r  ¡os 
y  fué  muy  gran  cofa,  y  en  que  Vueftra  Mageíhd  reci-  Bergantines  en 
bió  mucho  íervicio,  por  muchas  caufas,  que  adelante  fe  la  Laguna  Pa 

dirán.  fa  mnejlra  Cor 

Al  tiempo  que  yo,  muy  Poderofo,  y  Invicrif-  tó'  y  ex°rta\ 

r         r  -  n   <  i    /-•    j    j    j     t-      •     •  i  /    ctonque  hizo  a 

fimo  Señor,  citaba  en  la  Ciudad  de  Temixtitan,  luego  a  ru  ¿ente.  Pida 

la  primera  vez  que  á  ella  vine,  proveí,  como  en  la  otra  indios  á  Tlax- 

Relación  hice  faber  á  Vueftia  Mageftad,  que   en  dos,  ó  ew/«,  Guaxocin 

tres  Provincias,  aparejadas  para  ello,  fe    hiciefíen    para  g0,yCho¡ula->y 

, ,      n       . «        n     t      •  /-»   r        j*^  '  ¡legan    mas   de 

Vueftra  Mageftad  ciertas  Caías  de  Grangenas,  en   que  c¡„cue„ta    ,nil 

NNNz  ho-  ¿  ayudarle. 


(i)  Oculman  dos  leguas  cortas  de  Tetzcuco  en  un  Valle  arrenífsimo,  pero  inun» 
dado,  á  caufa  de  que  por  libertar  á  México,  fe  hizo  en  tiempo  de  el  lllmo.  Sr.  D» 
Domingo  Ticípr.lrcios/'dc  orden  del  Exilio. Señor  Virrey  una  Prela  para  contener  la. 
Corriente  del  Rio  de  Tcothihuacan,  y  en  los  nicles  de  Aguas  fe  cierra  la  Compuerta, 

•y  es  láftima  ver  anegada  la  Iglclia  Parroquial,  que  es  un.i  de  las  mejores  Fábricas  del 

Atzobifpaúo,y  aun  creo  de  el  Reyno. 


¿jz  CARTA  DE  RELACIÓN 

hobieffen  labranzas,  y  otras  cofas,  conforme  á   la  caK* 
dad   de  aqueles  Provincias.  E  á  una  de  ellas  que  fe  di- 
ce Chinama,  (i)  embié  para  ello  dos  Efpañoles:  y  eíhi 
Provincia  no  es  fujeta  á  los  Naturales  de  Culúa;  y  en  Us 
Otras  que    lo  eran  al  tiempo  que  me  daban  Guerra  en 
la  Ciudad  de  Temixtitan,  mararon  á  los  que  eftaban  en 
aquellas  Grangerías,  y  tomaron  lo  que  en  ellas  había, 
que  era  cofa  muy  gruefa,  fegun  la  manera  de  la  Tierra; 
y  de  eftos  Efpañoles,  que  eftaban  en  Chinama,  fe  palo 
caíi  un  año,  que  no  fupe  de  ellos;  porque  como  todis 
aquellas  Provincias    eftaban  rebeladas ,  ni  ellos  pulían 
faber  de  nofotros,  ni  nofotros  de  ellos.  Y  eftos  Natu- 
rales de  la  Provincia  de  Chinanra,  coma    eran  V  .dallos 
de  Vueftra  Mageftad,  y  Enemigos  de  los  de  Culúi,  di- 
jeron á  aquellos  Chriftianos,  que  en  ninguna  manera  fa- 
lieífen  de    fu    Tierra,  porque  ñas   habían  dado  los  de 
Culúa  mucha  Guerra,  y  creían,  que  pocos,  ó  ningunos 
de  nofotros  había   vivos.  E  afsí  fe  eftubieron  eftos  doS 
Efpañoles  en  aquella  Tierra,  y  al  uno  de  ellos,  que  era 
Mancebo,  y  Hombre  para  Guerra,  hicieronle  fu  Capitán: 
y  en  efte  tiempo  falía  con  ellos  á  dar  Guerra  á  fus  Ene- 
migos, y  las  mas  Veces  él,   y  los  de  Chinama  eran  ven- 
cedores; y  como  defpnes  plugo  á  Dios,  que  nofotros  vol- 
vimos á  nos  rehacer,  y  haber  alguna  victoria  contra  los 
Enemigos,  que  nos  habían  desbaratado,  y  echado  de  Te- 
mixtiran,  eftos  de  Chinanta  dijeron   á  aquellos  Chriftia- 
nos, que  habían    fabido,  que  en  la  Provincia  de  Tepca- 
ca  había  Efpañoles,  y  que  fí    querín   faber  la  verdad, 
que  ellos  querían  aventurar  dos   Indios,  aunque  habían 
de  paíar  por  mucha  Tierra  de  fus  Enemigos;  pero  que 
andarían  de  noche,  y  fuera  ce!   Camino,  hafta  llegar  á 
Tepeaca.  E  con  aquellos  dos  Indios,  el  uno  de  aquello*  Ef- 
pañoles, que  era  el  mas  fu  mbre  de  bien,  eferibió  ui;a  Car- 
ta, cuyo  tenor  es  el  figuiente» 

"No* 


(i)  Chinantla  eirá  hacia  Vera  Cruz,  mas  adelante  de  la  Isla  de  Sacrificios;  y  á 
efra  Provincia  fue  embiado  Hernando  Barrientos;  y  en  ella  mandó  Cortes  h.icer  las 
Lanzas  tras  largas,  y  fi-ttes;  y  por  los  Pedernales  negros  de  que  hacían  Lis  Lanza* 
K  Hamo  Chinanthla. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  233 

,,  Nobles  Señores,  dos,  ó  rres  Carras  he  efcriro 
3,  á  vueíhas  Mercedes,  y  no  fé  li  han  aporrado  allá,  ó 
,,  no:  y  pues  de  aquellas  no  he  habido  refpuefta,  tam- 
„  bien  pongo  en  duda  havella  de  cita.  Hagoos,  Seño- 
,,  res,  faber:  como  todos  los  Naturales  de  efta  Tierra 
,,  de  Culúa  andan  levantados,  y  de  Guerra,  é  muchas 
„  vezes  nes  han  acometido;  pero  íiempre,  loores  á  nuef- 
,,  tro  Señor,  hemos  (ido  vencedores.  Y  con  los  de  Tux- 
„  repeque,  y  fu  parcialidad  de  Culúa  cada  oía  tenemos 
,,  Guerra;  los  que  eftan  en  Servicio  de  fus  Altezas,  y 
,,  por  fus  Vafallos  fon  fiete  Villas  de  los  Tenez:  (1)  y 
,,  yo,  y  Nicolás  íiempre  eíhmos  en  Chinaotla  ,  que  es 
„  la  Cabezeta ;  mucho  quiíiera  faber  adonde  eflá  el 
„  Capitán  para  le  poder  eferibir,  y  hacer  faber  las  co- 
„  fas  de  acá.  Y  fi  por  ventura  me  eferibiéredes  de  don- 
„  de  él  eftá,  y  embiáredes  veinte,  ó  treinta  Efpañoles, 
„  irme  ya,  con  dos  Principales  de  aquí,  que  tienen  de- 
,,  feo  de  ver,  y  fablar  al  Capitán;  y  feria  bien,  que  vi- 
„  nieífen,  porque  como  es  tiempo  agora  de  cojer  el  Ca- 
„  cao  (1)  eílorban  los  de  Culúa  con  las  Guerras.  Nuef- 
„  tro  Señor  guarde  las  Nobles  Per  lonas  de  Vueítras  Mer- 
„  cedes,  como  defean  .  De  Chinantla  á  no  sé  quantos 
„  de  el  mes  de  Abril  de  mil  quinientos,  y  veinte,  y  un 
„  años.  A  férvido  de  Vueíhas  Mercedes:  Hernando  de 
„  Barrientos.  (3) 

E  como  los  dos  Indios  llegaron  con  efta  Carta  á 
la  dicha  Provincia  de  Tepeaca,  el  Capitán,  que  yo  allí  ha- 
bía dejado  con  ciertos  Efpañoles  embiómela  luego  á  Te- 
faico:  y  recibida,  todos  recibimos  mucho  placer,  porque 
aunque  íiempre  habíamos  confiado  en  la  amiftad  de  los 
de  Chinama,  teníamos  penfamiento,  que  íi  fe  confede- 

OOO  raban 


(1)  Eftas  Villas  eftan  en  la  Provincia  de  Tabaleo,  y  parte  de  el  Obifpado  de 
Chiapn,  donde  le  coge  mucho  Cacao. 

(i)  La  mejor  Colecha  de  Cacao  es  en  eftas  Provincias,  que  hoy  llamamos  So- 
conulco,  Surhitepec,  Tabafco,  y  otras  á  la  Corta  de  el  Sur,  excepto  la  de  Tabaf- 
o,  que  edá  i  el  Mar  de  el  Norte,  ó  Golfo   Mexicano. 

(3)  Efte  Hernando  Je  Barrientos,  es  de  quica  Delciende  la  muy  Noble  F»r 
ruilia  de  los  Barrientos  de  México. 


c 


¿34  CARTA  DE  RELACIÓN 

raban  con  los  de  Culúa,  que  habrían  muerto  aquellos 
dos  Efpañoles:  á  los  quales  yo  luego  efcribí,  dándoles 
cuenta  de  lo  pafado ,  y  que  tubieííen  efperanza  ,  que 
aunque  eftaban  cercados  de  todas  partes  de  los  Enemi- 
gos, prefto,  placiendo  á  Dios,  fe  veúan  libres,  y  podrían 
ialír,  y  entrar  feguros. 

Defpues  de  haber  dado  buelras  á  las  Lagunas; 
en  que  tomamos  muchos  avifos  para  poner  el  Cerco  á 
Temixtitan  por  la  Tierra,  y  por  el  Agua:  yo  eftube  en 
Tela  ico,  forneciendome  ío  mejor,  que  pude  de  Gente, 
y  de  Armas :  y  dando  príefa ,  en  que  fe  aeabaíTen  los 
bergantines,  y  una  Zanja ,  que  le  hacía  para  los  llevar 
por  ella  faíla^  la  Laguna ,  la  qual  Zanja  fe  comenzó  á 
facer,  luego,  que  la  ligazón,  y  tablazón  de  los  bergan- 
tines fe  trajeron,  en  una  Azequía  de  Agua,  que  iba  por 
cabe  los  Apofentamicntos  fafta  dar  en  la  Laguna,  (r) 
E  defde  donde  los  bergantines  fe  ligaron,  y  la  Zanja 
fe  comenzó, á  hacer  hay  bien  media. legua  nafta  la  La>> 
guna;  y  en  efta  obra  andubieron  cinquenta  días,  mas  de 
ocho  mil  Perfonas  cada  día  de  los  Maturales  de  la  Pro- 
vincia de  Aculuacan,  y  Tefaico*  porque  la  Zanja  tenía 
mas  de  dos  eftados  de  hondura,  y  otros  tantos  de  an- 
chura, y  iba  toda  chapada ,  y  eftaeada ,  por  manera, 
que  -el  Agua,  que  por  ella  iba,  la  pulieron  ea  el  peío 
de  la  Laguna:  de  forma,  que  las  fuftas  fe  podían  llevar 
fin  peligre,  y  fin  trabajo  falta  el  Agua,  que  cierto  que 
fue  obra  grandífsima,  y  mucho  para  ver.  E  acabados  los 
bergantines,  y  puertos  en  efta  Zanja,  á  veinte,  y  ocho 
de  Abril  de  el  dicho  año,  fice  alarde  de  toda  la  Gen- 
te, y  hallé  ochenta,  y  feis  de  Caballo,  y  ciento,  y  diez 
y  ocho  Balleneros,  y  Efcopeteros,  y  fetecientos,  y  tan- 
tos Peones  de  Efpada,  y  Rodela,  y  tres  tiros  grueífos 
de  hierro,  y  quince  tiros  pequeños  de  bronze,  y  diez 
quintales  de  pólvora.  Acabado  de  hacer  el  dicho  alar- 
de, 
- 

(i)  Efta  Azecjuia,  donde  fe  echaron  los  Bergantines,  cftá  junto  á  Tezcuco,  y 
le  ve  hoy  como  un  Puente:  la  Azequía  fue  echa  de  órdeu  de  Cotte's,  y  la  Laguna 
diftaba  media  legua;  pero  ahora  eftá  ciega,  y  feria  wuy  útil  á  el  Pueblo,  .q,ue 
fe  abriera. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  tyj 

de,  yo  encargué,  y  encomendé  mucho  á  todos  los  Ef- 
paúoles,  que  guardaífen,  y  cumplieífen  las  Ordenanzas3 
que  yo  había  hecho  para  las  cofas  de  la  Guerra  en  to- 
do quanto  les  fuelle  poíible:  y  que  fe  alegraííen,  y  ef- 
forzalfen  mucho,  pues  que  veían,  que  nueftro  Señor  nos 
encaminaba  para  haber  victoria  de  nueftros  Enemigos: 
porque  bien  fabían,  que  quando  habíamos  entrado  en 
Tefaico,  no  habíamos  trahido  mas  de  quarenta  de  Ca- 
ballo, y  que  Dios  nos  había  focorrido  mejor,  que  lo 
habíamos  penfado,  y  habían  venido  Navios  con  los  Ca- 
ballos, y  Gente,  y  Armas,  que  habían  vifto;  y  que  ello, 
y  principalmente  ver,  que  peleábamos  en  favor,  y  au- 
mento de  nueftra  fé,  y  por  reducir  al  Servicio  de  Vuef- 
tra  Mageftad  tantas  Tierras,  y  Provincias,  como  fe  le 
habían  rebelado,  les  había  de  poner  mucho  ánimo,  y 
esfuerzo  para  vencer,  ó  morir.  E  todos  refpondieron , 
y  moftraron  tener  para  ello  muy  entera  voluntad,  y 
defeo :  y  aquel  día  del  alarde  pafamos  con  mucho 
placer,  y  defeo  de  nos  ver  ya  fobre  el  Cerco,  y  dar 
conclufion  á  ella  Guerra,  de  que  dependía  toda  la  paz, 
ó  defaíoíiego    de  ellas  partes. 

Otro  día  ííguiente  fice  Menfajeros  á  las  Provin- 
cias de  Tafcaltecal,  (O  Goaxucingo,  y  Chururtecal  ales 
facer  faber,  como  los  bergantines  eran  acabados,  y  que 
yo,  y  toda  la  Gente  citábamos  apercibidos,  y  de  Ca- 
mino para  ir  á  cercar  la  Gran  Ciudad  de  Temixntan: 
por  tanto,  que  les  rogaba,  pues  que  ya  por  mi  eftaban  avi- 
fados,  y  tenían  fu  Gente  apercibida,  que  con  toda  la 
mas,  y  bien  armada,  que  pudieífen,  fe  particífen,  y  ví- 
nieflen  allí  á  Tefaico,  donde  yo  los  efperaiía  diez  días» 
y  que  en  ninguna  manera  excedieffen  de  eíto,  porque 
feria  gran  deívio,  para  lo  que  eííaba  concertado.  Y; 
como  llegaron  los  Meníajeros,  y  los  Naturales  de  aque- 
llas Provincias  eftaban  apercibidos,  y  con  mucho  defeo 
de  fe  ver  con  los  de  Culóa:  los  de  Guaxucingo,  y  Chu- 
rultccal  fe  vinieron  á  Calco,  porque  yo  fe  lo  había  afsí 

OOOz  man- 


(  i )    Tl.iscal3,  Htuxoeingo,  y  dolida. 


%WL  Orde- 
nanza de  lelrr 

f(inttría,y  Ca 
balleria  ,  que 
¿izo  Coríészdr 
vide  ¡os  Ata 
(¡ues  de  Te  mi x 
titán  entre  fus 
Capitanes  por 
Tacaba,  Cu- 
yoecau,  y  ¡z- 
tapalnpa-Rñpe 
un  Capitán  lu- 
yo ¡os  Encaña' 
des  eíe  ¡a  Citi' 
da<'s  l  Ríe ii' 
cuetros  con  hs 
Indios  tocios  los 
días. 


i3é  CARTA  DE  RELACIÓN 

mandado,  porque  junto  por  allí  había  de  entrar  á  poner  el 
Cerco.  Y  los  Capitanes  de  Tafcaltecal  con  toda  fu  Gen- 
te, muy  lucida,  y  bien  armada,  llegaron  á  Tcfaico  cin- 
co, ó  feis  días  antes  de  Pafqua  de  Efpíritu  Sanco,  que 
fue  el  tiempo,  que  yo  les  aíigne:  é  como  aquel  día  Tu- 
pe que  venían  cerca,  falílos  á  recibir  con  mucho  placer; 
y  ellos  venían  tan  alegres,  y  bien  ordenados ,  que  no 
podía  fer  mejor.  Y  fegun  la  cuenta»  que  los  Capitanes 
nos  dieron,  pafaban  de  cinquenta  mil  Hombres  de  Guer- 
ra, los  quales  fueron  por  nofotros  muy  bien  recibidos, 
y  apofentados. 

El  fegundo  día  de  Pafqua  mandé  falír  á  toda  la 
Gente  de  Pie,  y  de  Caballo  á  la  Plaza  de  eíía  Ciudad 
de  Tcíaico,  para  la  ordenar,  y  dar  á  los  Capitanes,  la 
que  habían  de  llevar  para  tres  Guarniciones  de  Gente, 
que  fe  habían  dé  poner  en  tres  Ciudades,  que  eftan  en 
tGrno  de  Temixtitan;  y  de  la  una  Guarnición  hice  Ca-. 
pitan  á  Pedro  de  Albarado,  (i)  y  di  le  treinta  de  Ca- 
ballo, y  diez  y  ocho  Balleneros,  y  Efcopeteros,  y  ciento,' 
y  cinquenta  Peones  de  Efpada,  y  Rodela:  y  mas  de  vein-, 
te,  y  cinco  mil  Hombres  de  Guerra  de  los  de  Tafcaltecal, 
y  eftos  habían  de  afentar  fu  Real  en  la  Ciudad  de  Tacuba. 

X3e  ía  otra  Guarnición  fice  Capitán  á  Chriftoval 
Olid,  (z)  al  qual  di  rreinta,  y  tres  de  Caballo,  y  diez, 
y  ocho  Balleneros,  y  Efcopeteros,  y  ciento,  y  fefenta 
Peones  de  Efpada,  y  Rodela:  y  mas  de  veinte  mil  Hom- 
bres de  Guerra  de  nueflros  Amigos,  y  eftos  habían  de 
afentar  fu  Real  en  la  Ciudad  de  Cuyoacan. 

De  la  otra  tercera  Guarnición  fice  Capitán  á 
Gonzalo  de  Sandoval,  (5)  Alguacil  mayor,  y  dile  veinte 
y  quatro  de  Caballo,  y  quatro  Efcopeteros,  y  treze  Ba- 
lleneros, y  ciento  y  cinquenta  Peones  de  Efpacfa,  y  Ro- 
dela: los  cinqüent3  de  ellos  Mancebos  efeogidos,    que 

yo 


(1)     Eñe  inlígnc  Capitán  fue  e!   que  defpues   ganó  á  Guatemala. 

(  %  )  Efre  iníígne  Capitán  mereció  defpues  fer  Conquiftador  de  otras  Provin- 
cias, fue   embiado  á  las   Hibueus,  ú  Honduras;  pero   fe  levantó  contra  Corte's. 

(3)  Efie  Iníígne  Capitán  fue  Padrino  en  el  Bautiimo  de  uno  de  los  Señor» 
de  Tlaxcala;  y  de  otros  dos  Señores  Cac¡ques>  fueron  Padrinos  Albarado,  y  Olid. 


DE  D.  FERNANDO  CORTE!?.  í 37 

yo  trahía  en  mi  Compañía,  y  toda  la  Gente  de  Guaxo- 
cingo,  y  Churultecal,  y  Calco,  que  había  mas  de  treinta 
mi!  Hombres:  y  eftos  habían  de  ir  pot  la  Ciudad  de  Izta- 
palapa  á  derruirla,  y  pafar  adelante  por  una  Calzada  de 
la  Laguna,  con  favor,  y  efpaldas  de  los  Bergantines,  y  jun- 
rarfe  con  la  Guarnición  de  Cuyoácan ,  paraque  defpues 
que  yo  entrañe  con  los  Bergantines  por  la  Laguna,  el  di- 
cho Alguacil  Mayor  afentafle  fu  Real,  donde  le  parecieíle 
que  convenía. 

Para  los  trece  Eef  gamínes,  con  que  yo  había  de 
enrrar  por  la  Laguna,  dejé  trecientos  Hombres,  todos  los 
mas  Gente  de  la  Mar,  y  bien  dieftra;  de  manera,  que  en 
cada  Bergantín  iban  veinte  y  cinco  Efpañoles,  y  cada  Fuf- 
ta  llevaba  fu  Capitán,  y  Veedor,  y  feis  Ballefteros,  y  Ef- 
copetetos* 

Dada  la  orden  í ufodícha,  íos  dos  Capitanes,  que 
habían  de  eftar  con  la  Gente  en  las  Ciudades  de  Tacu- 
ba,  y  Cuyoácan ,  defpues  de  haber  recibido  las  Ins- 
trucciones de  lo  que  habían  de  hacer,  fe  partieron  de  Te- 
faico  á  diez  días  del  mes  de  Mayo,  y  fueron  á  dormir  dos 
leguas  y  medía  de  allí,  á  una  Población  buena,  que  fe  di- 
ce Aculman.  E  aquel  día  fupe,  como  entre  los  Capitanes 
había  habido  cierta  diferencia  fobre  el  apofentamiento,  y 
proveí  luego  eílá  noche  para  lo  remediar,  y  poner  en  paz: 
y  yo  embié  una  Perfona  para  ello,  que  los  reprehendió,  y 
apaciguó.  E  otro  día  de  mañana  fe  partieron  de  allí,  y  fue- 
ron á  dormir  á  otra  Población,  que  fe  dice  (1)  Gilotepe- 
qne,  la  qual  hallaron  defpoblada,  porque  era  ya  Tierra  de 
los  Enemigos.  E  otro  día  ílguiente  figuieron  fu  camino  en. 
fu  ordenanza,  y  fueron  á  dormir  á  una  Ciudad,  que  fe  di- 
ce Guatklan,    de   que  antes  de  efto  hé  hecho  Relación 

k 


(O  Hay  Xiutepee,  Xilotepecy  y  Jautepec-tcrdos  diftinfos  Pueblos,  y  es  preri/To 
advertir,  que  hay  muchos  Pueblos  de  efte  nombre,  pero  de  el  q.oe  fe  habla  aquí 
no  clt.i  al  Sor¡  fino  entre  el  Oriente,  y  Norte  de  México  i  una  jomada  d< 
fcuati'Úan,  y  es  Xiutepec. 


23S  CARTA  DE  RELACIÓN 

á  Vueftra  Mágeftad,  la  qual  a  fsí  mi  fmo  hallaron  defpobla.; 
da:  y  aquel  día  pafaron  por  otras  dos  Ciudades,  y  Po- 
blaciones, que  tampoco  hallaron  Gente  en  ellas.  E  á  ho* 
ra  de  Vífperas  entraron  en  Tacuba,  que  también  eftaba 
deípoblada ,  y  apofentaronfe  en  las  Cafas  del  Señor  de 
allí,  que  fon  muy  her mofas,  (r)  y  grandes:  y  aunque  era 
ya  tarde,  los  Naturales  de  Tafcaltecal  dieron  una  vida 
por  la  entrada  de  dos  Calzadas  de  la  Ciudad  de  Temij¿ 
litan,  y  pelearon  dos,  ó  tres  horas  valientemente  con  los 
de  la  Ciudad:  y  como  la  noche  los  defpartió,  volviéron- 
te, fin  ningún  peligro,  á  Tacüba- 

Otro  día  de  mañana,  los  dos  Capitanes  acorda- 
ron, como  yo  les  había  maridado,  de  ir  á  quitar  el  Agua 
dulce,  que  por  Caños  (z)  entraba  á  la  Ciudad  de  Temix- 
titan:  y  el  ano  de  ellos,  con  veinte  de  Caballo,  y  cier- 
tos Balleneros,  y  Efcopeteros,  fue  al  nacimiento  de  la 
Fuente,  que  eftaba  un  quarto  de  legua  de  allí,  y  cortó, 
y  quebró  los  Caños,  que  eran  de  Madera,  y  de  Cal,  y 
Canto,  y  peleó  reciamente  con  los  de  la  Ciudad,  que 
fe  lo  defendían  por  la  Mar,  y  por  la  Tierra:  y  al  fin 
los  desbarató,  y  dio  conclufíon  á  lo  que  iba,  que  era 
quitarles  el  Agua  dulce,  que  entraba  á  la  Ciudad,  que 
fue  muy  grande  ardid, 

Efte  mtfmo  día  los  Capitanes  hicieron  aderezar 
algunos  malos  pafos,  y  Puentes-,  y  Azequias,  que  eíía- 
han  por  allí  alrededor  de  la  Laguna,  porque  los  de  Ca-; 
bailo  pudrcíTen  libremente  correr  por  una  parte,  y  otra. 
Y  hecho  efto,  én  que  fe  tardaría  tres',  ó  quatro  días,  en 
l'os  quales  fe  hubieron  muchos  Reencuentros  con  los  de 
h  Ciudad,  eri  que  fueron  heridos  algunos  Efpañoles,  y 
muertos  hartos  de  los  Enemigos,  y  les  ganaron  muchas 
Albarrada?,  y  Puentes,  y  hubo  hablas,  y  defafíos  entre 
tes  de  la  Ciudad,  y  los  Naturales  de  Tafcaltecal ,  que 
eran  cofas  bien  notables,  y  para  ver.  El  Capitán  Chrií- 

ro- 


(i)     Ya  cftá   dicho  arriba,   (fie  aun  hoy  ion   Señores    de]   Tacuba  los  Mo- 
teczuraas,  yero  la  jutifdicicn  es- de  el  Rey.. 

'  ,(  i  )    Eíla  Cañería  eftá  hoy  de  mejor  Fábrica,,  y  enera  per  la  Trafpana,  y  es  de 
la  que  fe  bebe  comunmente  en  México.  .  „        .      ■    •- 


DE  D,  FERNANDO  CORTES.  ,    259 

tpb.il    Dolid,  ( 1  )  con  la  Gente;  que  había  de  eftar  en 
Guarnición  en  la  Ciudad  de  Cuyoacan,  que  eftá  dos  le- 
guas deTacuba,  fe  partió;  y  el  Capitán  Pedro  de  Alvara- 
do  fe  quedó  en  Guarnición  con  fu  Gente  en  Tacuba,  adon- 
de cada  día  tenía  efearamuzas,  y  peleas  con  los  Indios.  E 
aquel  día,  que  Ghriftobal  Dolid  fe  partió  para  Cuyoacan, 
él,  y  la  Gente  llegaron  á  las  diez  del  día,  y  apofentaronfe 
en  las  Cafas  del  Señor  de  allí,  y  hallaron  defpoblada  la 
Ciudad.  E  otro  día  de  mañana  fueron  á  dar  una  viíta  á  la 
Calzada,  que  entra  en  Temixrkan,  con  harta  veinte  de  Ca- 
ballo, y  algunos  Balleneros,  y  con  fcis,  ó  fiete  mil  Indios 
de  Tafcaltecal,  y  hallaron  muy  apercebidos  los  Contrarios, 
y.  rota  la  Calzada,  y  hechas  muchas  Albarradas,  y  pelea- 
ron con  ellos:  y  los  Balleneros  hirieron,  y  mataron  algu- 
nos; y  efto  continuaron  feis,  ó  fiete  días,  que  en  cada  uno 
de  ellos  hubo  muchos  Recuentros,  y  Efearamuzas.  En  una 
noche,  á  media  noche,  llegaron  ciertas  Velas  de  los  déla 
Ciudad,  a  gritar  cerca  del  Real,  y  las  Velas  de  los  Efpa- 
ñoles  apellidaron  al  Arma,  y  falió  la  Gente,  y  no  hallaron 
ninguno  délos  Enemigos,  porque  dende  muy  lejos  del  Real 
habían  dado  la  grita,  la  qual  les  había  puerto  en  algún  te- 
mor. E  como  la  Gente  délos  nuertros  eftaba  dividida: en 
tantas  pattes,  los  de  las  dos  Guarniciones  defeaban  miJle- 
gada  con  los  Bergantines,  como  la  íalvacioa:  y  con  efta 
efperanz3  eftubieron  aquellos  pocos  días,  harta  que  yo  lie-    xxir.  £m* 
gué,  como  adelante  diié.  Y  en  eftos  íeis  días,  los  de  el  h¡a   c'ortés  ¿ 
ign  Real,  y  de  el  otro,  fe  juntaban  cada  día,  y  los  de  Ca-  Sandtval  con- 
bailo  corrían  la  Tierra,  como  eílaban  cerca  los  unos  de  fr*    Iztapaia* 
los  otros,  y  fiempre  alanceaban  muchos  de  los  Enemigos,  Va%lentIa.  e* 
y  de  la  Sierra  cogían  mucho  Maíz  para  fus  Reales,  que  es  lB^j¡^"^ 
el  Pan,  y  Mantenimiento  de  eftas  Partes,  y  hace  mucha  tu¡,0  e„  e/;a,y 
ventaja  á  lo  de  las  Islas.  1  'Ja Laguna,con 

En  los  Capítulos  precedentes  dije,  como  yo  me  muerte  de  mu* 
quedaba  en  Teíaico,  con  trecientos  Hombres,  y  los  tre-  ^í*  Im?.'°J'Z 
ce  Bergantines,  porque  en  labiendo  que  las  Guarniciones  fu¡Qama¡ 

PPPx  efta- 


(i)    Chriftobal  dcOW.  '   • 


j?4«  CARTA  DE  RELACIÓN 

citaban  en  los  Lugares,  donde  habían  de  afentar  fus  Rea-í 
Jes,  yo  me  embarcafíe,  y  dieífe  una  vifta  á  la  Ciudad,  y 
hícieíTe  algún  daño  en  las  Canoas:  y  aunque  yo  defeaba 
mucho  irme  por  la  Tierra,  por  dar  orden  en  los  Reales, 
cómo  los  Capitanes  eran  Petfonas  de  ejuien  fe  podía  muy 
bien  fiar  lo  que  tenían  entre  manos,  y  lo  de  los  Bergan- 
tines importaba  mucha  importancia,  y  fe  requería  gran 
concierto,  y  cuidado,  determiné  de  me  meter  en  ellos, 
porque  la  mas  aventura,  y  riefgo  era  el  que  fe  efperaba 
por  el  Agua,  aunque  por  la9  Perfonas  Principales  de  mí 
Compañía  me  fue  requerido  en  forma,  que  me  fieífe  con 
las  Guarniciones,  porque  ellos  penfaban*  que  ellas  lleva-* 
ban  lo  mas  peligrofo*  E  otro  día  defpues  de  (a  FieíU 
de  Corpus  Chrifti,  Viernes,  al  quarto  del  Alba,  hice  fa-* 
lir  de  Tefaico  á  Gonzalo  de  Sandoval  ,  Alguacil  Mayor 
con  fu  Genre,  y  que  fe  fueífe  derecho  á  la  Ciudad  de 
Iztapalapa,  que  eftaba  de  allí  feis  leguas  pequeñas;  y  á 
poco  máS  de  medio  día  llegaron  á  ella,  y  Comenzaron] 
á  quemarla,  y  á  pelear  Cofí  la  Gente  de  ella ;  y  como 
vieron  el  gwn  poder,  que  el  Alguacil  Mayor  llevaba, 
porque  iban  con  él  mas  de  treinta  y  cinco,  ó  quarentav 
mil  Hombres  nueftros  Amigos,  acogieronfe  al  Agua  en  fus 
Canoas:  y  el  Alguacil  Mayor,  con  toda  la  Gente  que  lle- 
vaba, fe  apofentó'  en  aquella  Ciudad,  y  eftubo  en  ella  aquel 
día,  efperando  lo  que  yo  le  había  de  mandar,  y  me  fu- 
cedía* 

Como  hube  defpacíradó  aí  Alguacil  Mayor,  lue- 
go me  mcrí  en  los  Bergantines,  y  nos  hicimos  á  la  Ve- 
la, y  al  Remo:  y  al  tiempo  que  el  Alguacil  Mayor  com- 
batía, y  quemaba  la  Giudad  de  Iztapalapa  ,  llegamos  á 
vifta  de  un  Cerro  (f)  grande,  y  fuerte,  que  eftá  cerca  de 
la  dicha  Ciudad,  y  todo  en  el  Agua,  y  eftaba  muy  fuer- 
te, y  habrá  mucha  gente  en  él,  afsí  de  los  Pueblos  de  al 
rededor  de  la  Laguna,  Como  de  Temixtican.  porque  vi 

ellos 


(  i )    Cerro,  6  Peñol  de  el  MarquéV  que  efti  dentro  de  1*  Laguna  de  Tetzcueo. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  241 

ellos  fíibían,  que  el  primer  Reencuentro  había  de  fer  con 
los  de  Iztapalapa,  y  eftaban  allí  para  defenía  fuya,  y  pa- 
ra nos  ofender,  íi  pudieííen.  E  como  vieron  llegar  la  Fiota, 
comenzaron  á  aperlillar,  y  hacer  grandes  ahumadas,  por- 
que todas  las  Ciudades  de  las  Lagunas  lo  fupieíTen,  y  ef- 
tubieílen  apercebidas.  E  aunque  mi  motivo  era  ir  á  com- 
batir la  parte  de  la  Ciudad  de  Iztapalapa,  que  eftá  en  el 
Agua,  revolvimos  iobre  aquel  Cerro  ,  ó  Peñol,  y  falté  en 
él  con  ciento  y  cincuenta  Hombres :  aunque  era  muy 
agro,  y  alto  ,  con  mucha  dificultad  le  comenzamos  á  íu- 
bir,  y  por  fuerza  les  ganamos  las  Albarradas,  que  en  lo  al- 
to tenían  hechas  para  fu  defenfa.  E  entrárnoslos  de  tal 
manera,  que  ninguno  de  ellos  fe  efeapó,  excepto  las  Mu. 
geres,  y  Niños:  y  en  efte  combare  me  hirieron  veinte  y  cin- 
co Efpañoles,  pero  fue  muy  hermofa  Victoria. 

Como  los  deYztapalapa  habían  hecho  ahumadas 
defde  unas  Torres  de  ídolos,  que  eftaban  en  un  Cerro  (1) 
muy  alto  junto  á  fu  Ciudad,  los  de  Temixtitan,  y  de 
las  otras  Ciudades ,  que  eftan  en  el  Agua,  conocie- 
ron, que  yo  entraba  ya  por  la  Laguna  con  los  bergan- 
tines: y  de  irnproVifo  júntófe  tan  grande  flota  de  Ca- 
noas para  nos  venir  á  acometer,  y  á  tentar,  que  cofa 
eran  los  bergantines:  y  á  lo  que  podiinos  juzgar  pafa- 
ban  de  quinientas  Canoas.  E  como  yo  vi,  que  trahían 
fu  derrota  derecha  á  nofotros,  yo,  y  la  Gente,  que  ha- 
bíamos faltado  en  aquel  Cerro  grande,  nos  e'mbarcamos 
á  mucha  priefa:  y  mandé  á  los  Capitanes  de  los  ber- 
gantines, que  en  ninguna  manera  fe  movieíTen,  porque 
los  de  las  Canoas  fe  determinaflen  á  nos  acomete^  y 
creyeíTen ,  que  nofotros  de  temor  no  ofabamos  falir  á 
ellos,  y  afsi  comenzaron  con  mucho  ímpetu  de  enca- 
minar fu  flota  hacia  nofotros.  Pero  á  obra  de  dos  titos 
de  Ballefta  reparáronte,  y  eftubieron  quedos:  y  como 
y©  deíeaba  mucho,  que  el  primer  reencuentro,  que  con 

QQQ  ellos 


(  T  )  Efte  Térro  es  el  trmnediaro  á  Iztapalapa;  y  para  defterrar  la  Idolatría,  eftá 
&  l.i  filda  la  Imagen  devotísima  de  |efu-Clirill:o  ea  el  Sepulchio  ,  metida  en  unas 
Cuebas  del  Geucilifmo  hechas  á  pico  en  la  Peña. 


í4í  CARTA  DE  RELACIÓN 

ellos  obieflfemos,  fueife  de  mucha  vicio  ría:  y  fe  hicieffe 
de  manera,  que  ellos  cobra  fíen  mucho  temor  de  los  ber- 
gantines, porque  la  llave  de  toda  la  Guerra  eftaba  en 
ellos;  y  donde  ellos  podían  recibir  mas  daño,  y  aun  no- 
fotros  también  era  por  el  Agua:  plugo  á  nueftro  Señor, 
que  efíándonos  mirando  los  unos  á  los  otros,  vino  un 
viento  de,  la  Tierra  muy  favorable  para  ernbeftir  con  ellos, 
y  luego  mandé  á  los  Capitanes,  que  rompiefíen  por  la  flota 
de  las  Canoas,. y  ííguiefíen  tras  ellos  fafta  los  encerrar? 
en  la  Ciudad  de  Temixtitan;  y  como  el  viento  era  muy 
bueno,  aunque  ellos^  huían  quanto  podían,  embebimos 
por  medio  de  ellos a  y  quebramos  infinitas  Canoas,  y 
matamos,  y  ahogamos  muchos  de  los  Enemigos,  que  era 
la  cofa  del  Mundo  naas  para  ver.  Y  en  efte  alcanzo  los 
feguímos  bien  tres  leguas  grandes  fafía  los  encerrar  en 
las  Cafas  de  la  Ciudad:  é  a(sí  plugo  á  nueftro  Señor 
de  nos  dar  mayor,  y  mejor  vidoria,  que  nofctros  había- 
mos pedido,  y  defeado. 

Los  de  la  Guarnición  de  Cuyoacan,  que  podían 
mejor,  que  los  de  la  Ciudad  de  Tacuba  ver  como  ve- 
níamos con  los  bergantines,  como  vieron  todas  las  treze 
Velas  por  el  Agua,  y  que  trahíamos  tan  buen  tiempo,  y 
que  desbaratábamos  todas  las  Canoas  de  los  Enemigos, 
fegun  defpucs  me  certificaron,  fue  la  cofa  de  el  Mundo, 
de  que  mas  placer  obieron,  y  que  mas  ellos  defcaban: 
porque  como  he  dicho,  ellos,  y  los  de  Tacuba  (i)  te- 
nían muy  gran  de  feo  de  mi  venida,  y  con  mucha  razón, 
porque  eftaba  la  una  Guarnición,  y  la  otra  entre  tanta 
multitud  de  Enemigos,  que  milagrofamente  los  animaba 
nueíko  Señor,  y  enflaquecía  los  ánimos  de  los  Enemi- 
gos, paraque  no  fe  determirsaífen  á  los  falir  acometer  á 
fu  Real,  lo  qual  íí  fuera,  no  pudiera  fer  menos  de  reci- 
bir los  Efpañoles  mucho  daño,  aunque  fiempre  eftaban 
muy  apercibidos,  y  determinados  de  morir,  ó  fer  ven- 
cedores, como  aquellos  que  fe  hallaban  apartados  de  to- 
da manera  de  focorro,  falvo  de  aquel,  que  de  Dios  ef- 

. _ Pe- 

(t)    Los  Efpañoles,  y  Tlafcalcecas,  q'ie  cfhban  en  Tacuba, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  •  14$ 

peraban.  Aísí  como  los  de  las  Guarniciones  de  Cuyoa- 
can  nos  vieron  feguir  las  Canoas,  tomaron  íu  Camino,  y 
los  mas  de  Caballo,  y  de  Pie,  que  allí  eftaban  para  la 
Ciudad  de  Ttmixtitan,  y  pelearon  muy  reciamente  con 
los  Indios,  que  eftaban  en  la  Calzada,  (i).y  les  ganaron  las 
Altanadas,  que  tenían  hechas,  y  les  tomaron,  y  paíaroa 
á  Pie,  y  á  Caballo  muchas  Puentes,  que  tenían  quitadas,  y 
con  el  favor  de  los  bergantines,  que  iban  cerca  de  la  Cal- 
zada: los  Indios  de  Tafcalteca!,  nueftros  Amigos,- y  los 
Eíp¿ñoles,  feguian  á  los  Enemigos,  y  de  ellos  mataban, 
y  de  ellos  fe  echaron  al  Agua  de  la  otra  parte  de  la 
Calzada,  por  dó  no  iban  los  bergantioes.  Afsí  fueron 
con  efta  viótoria  mas  de  una  gran  legua  por  la  Calza- 
da, nafta  llegar  donde  yo  había  parado  con  los  bergan- 
tines, como  abajo  haré  Relación. 

Con  los  bergantines  fuimos  bien  tres  leguas,  dan>       .,,-,.  _ 
,  '!/->!  r  r  i!  JLJÍr.  Joma 

áo  caza  a  las  Canoas;  lasque  le  nos  eicaparon,  allega-    ConésdosTof 

ronfe  entre  las  Cafas  de  la  Ciudad,  y  como  era  ya  def-  ret.Embiftenle 

pues  de  Vífperas,  mandé  recojer  los  bergantines,  y  lie-  los  Indios  ame' 

gamos  con  ellos  á  la  Calzada,  y  allí  determiné  de  faN  (ha  'l0chc-  V«m 

tar  en  Tierra  con  treinta  Hombres  por   les  «anar   unas  "os    eenc 

.  .     r         ,  r  t>  trosy  con  gran 

dos  Torres  de  íus  ídolos  (2.)  pequeñas,  que  citaban  cer-  ¿a^0  ¿e  c¡¡0St 

cadas  con  fu  Cerca  baja  de  cal,  y  canto:  y  como  falta-  Quema  fe  una 

mos,  allí  pelearon  con  nofotros  muy  reciamente  por  nos  Ciudad,  y  mu- 

las  defender:  y  al  fin  con  harro  peligro,  y  trabajo  gana-  c  as    ¿1%* 

r   %  1     i  1   •  c  »—•  *  ii«  V¿€}'63¡  ¿7  ¿{¡CÍO* 

naos  lelas;  e  luego  hize  tacar  en  Tierra  tres  tires  de  hierro  val  m  un  p¡h 
grueíío,  que  yo  trahía.  E  porque  lo  que  reliaba  de  la  Cal- 
zada defde  allí  á  la  Ciudad,  qvie  era  media  legua,  citaba 
todo  lleno  de  los  Enemigos,  y  de  la  una  parte,  y  de  la 
otra  de  la  Calzada,  que  era  Agua,  todo  lleno  de  Canoas 
con  Gente  de  Guerra,  fice  afeitar  el  un  Tiro  de  aquer 
líos,  y  tiró  por  la  Calzada  adelante,  y  fizo  mucho  da- 
ño en  los  Enemigos:  y  por  defeuido  de  el  Artillero  en 

Q3Q2.  aquel 

t-  '  ■  -     1  I  -.^M.^^— ^— M— — 1^ 

O)  En  la  Cnlrada  <!e  la  Piedad,  que  va  á  Cuyoacan  hay  ocho,  ó  nueve  Puen- 
tes, aun  el  día  de  hoy. 

(i)  Efta?  Torres  de  l^s  ídolos  eftaban  donde  hoy  eftá  la  Hermita  pequeña, 
en  el  Camino,  como  i  la  mitad;  y  media  legua  de   México. 


144  CARTA  DE  RELACIÓN 

aquel  mifmo  punto,  que  tiró,  fe  nos  quemó  la  pólvora* 
que  allí  teníamos,  aunque  era  poca.  E  luego  eíTa  noche 
proveí  un  bergantín  -,  que  fuefle  á  Yztapalapa,  adonde 
citaba  el  Alguacil  Mayor,  que  feria  dos  leguas  de  allí; 
y  que  trujefle  toda  la  pólvora,  que  había.  E  aunque  al 
principio  era  mi  intención  luego ,  que  entrañe  con  los 
bergantines,  irme  á  Cuyoacan,  y  dejar  proveído,  corno 
andubieflen  á  mucho  recaudo,  haciendo  todo  el  mas  da- 
ño, que  pudieílen;  como  aquel  día  falté  allí  en  la  Cal- 
zada» y  les  gané  aquellas  dos  Torres,  determiné  de  afen- 
tar  allí  el  Real,  y  que  los  bergantines  fe  eftubieííen  allí 
junto  á  las  Torres:  y  que  la  mitad  de  la  Gente  de  Cu- 
yoacan, y  otros  cincuenta  Peones  de  los  de  el  Alguacil 
Mayor,  fe  viníefíen  allí  otro  día.  E  proveydo  efto  aque- 
lla noche  eftubimos  á  mucha  recaudo,  poique  eft.iba- 
mos  en  gran  peligro,  y  toda  la  Gente  de  la  Ciudad  acu- 
día alií  por  la  Calzada,  y  por  el  Agua;  y  á  medía  no- 
che llega  mucha  multitud  de  Gente  en  Canoas,  (i)  y  por 
la  Calzada  á  dar  fobre  nueftro  Real;  y  cierto  nos  pu- 
íieron  en  gtan  temor,  y  rebato,  en  efpecial,  porque  era 
de  noche,  y  nunca  ellos  á  tal  tiempo  fuelen  acometer, 
ni  fe  ha  vifto,  que  de  noche  hayan  peleado,  falvo  con  mu- 
cha fobra  de  Victoria*  E  como  nofotros  eftabamos  muy 
apercibidos,  comenzamos  á  pelear  con  ellos,  y  dende  los 
bergantines,  porque  cada  uno  trahía  un  Tiro  pequeño 
de  Campo,  comenzaron  á  foltallos,  y  los  Balleneros,  y 
Efcopeteros  á  hacer  lo  mifmo;  y  de  efta  manera  no  ofa- 
ron  llegar  mas  adelante^  ni  llegaron  tanto,  que  nos  hi- 
cieííen  ningún  daño,  y  afsí  nos  dejaron,  lo  que  quedó 
de  la  noche,  fin  nos  acometer  mas. 

Otro  día  en  amaneciendo  llegaron  al  Real  de  la 
Calzada,  donde  yo  eftaba,  quinze  Balleneros,  y   Efcope- 
teros, y  cinquenta  Hombres  de  Efpada,  y  Rodela,  y  He- 
te, ó  ocho  de  Caballo  de  los  de  la  Guarnición  de  Cu- 
yo- 


ir)    Hay  Canoas  pequeñas,  medianas,  y  grandes,  que  llaman  de  Tranfporcét 
que  igualan  algunas  á  las  Barcas  de  Efpatu¿ 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  itf 

yoacan:  é  ya  quando  ellos  llegaron,  los  de  la  Ciudad  en 
Canoas,  y  por  la  Calzada  peleaban  con  nofotros,  y  era 
tanta  la  multitud,  que  por  el  Agua,  y  por  la  Tierra  no 
víamos  íino  Gente,  y  daban  tantas  gritas,  y  alaridos,  que 
parecía  que  fe  hundía   el  Mundo.  E  nofotros  comenza- 
mos á  pelear  con  ellos  por  la  Calzada  adelante,  y  ganá- 
rnosles una  Puente,  que  tenían  quitada,  y  una  Albarrad3, 
que  tenían  hecha  á  la  entrada.  E  con  los  Tiros,  y  con  los 
de  Caballo  ,  hicimos  tanto  daño  en  ellos ,  que  caíi  los 
encerramos  hafta  las  primeras  Cafas  de  la  Ciudad.  ( i ) 
E  porque  de  la  otra  parte  de  la  Calzada,  como  los  Ber- 
gantines  no   podían  pafar  ,   andaban   muchas  Canoas, 
y   nos  hacían    daño  con  Flechas ,    y  »Varas ,    que    nos 
tiraban  á  la  Calzada,   hice  romper   un  pedazo   de  ella 
junto   á  nueítro  Real ,   y  hice   pafar    de   la  otra  parte 
quatro  Bergantines,  los  quales,  como  pafaron,  encerraron 
las  Canoas  todas  entre  las  Cafas  de  la  Ciudad: ,  en   tal 
manera,  que  no  ofaban  por  ninguna  viá  falir  á  lo  largo.  E 
por  la  otra  parte  de  la  Calzada,  los  otros  ocho  Berganti- 
nes peleaban  con  las  Canoas,  y  las  encerraron  entre  las  Ca- 
fas, y  entraron  por  entre  ellas,  aunque  hafta  entonces  no  lo 
habíaa  ofado  hacer,  porque  había  muchos  bajos,  y  cftacas, 
que  les  eftorvaban.  E  como  hallaron  Canales,por  donde  en- 
trar feguros,  peleaban  con  los  de  las  Canoas,  y.  tomaron 
algunas  de  ellas,  y  quemaron  muchas  Cafas  del  Arrabal:  y 
aquel  día  todo  defpendimos  en  pelear  de  la  manera  ya  di-, 
cha. 

Otro  día  figuiente  eJ  Alguacil  Mayor  con  la  Gen- 
te, que  tenía  en  Iztapalapa,  afsí  EfpañoJes,.  como  nueftros 
Amigos,  fe  partió  para  Cuyoacan,  y  dende  allí  hártala 
Tierra-firme  viene  una  Calzada,  que  duraobrade  legua  y 
media.  Y  como  el  Alguacil  Mayor  comenzó  á  caminar,  á 
obra  de  un  qaarto  de  legua  llegó  á  una  Ciudad  pequeña, 
que  también  eftá  en  el  Agua,  y  por  muchas  partes  de  ella 

RRR  fe 


(i)    Hafta  cerca  de  donde  boy  ella  la  Carita  ¿*  lo*  Guarda», 


246  CARTA  DE  RELACIÓN 

fe  puede  andar  á  caballo,  y  los  Naturales  de  allí  comen- 
zaron á  pelear  con  élvy  él  los  desbarató,  y  mató  muchos, 
y  les  deítruyó,y  quemó  toda  la  Ciudad.  Y  porque  yo  había 
rábido,  que  los  Indios  habrán  rompido  mucho  de  la  Cal- 
zada, y  la  Gente  no  podía  palar  bien,  embiéle  dos  Ber- 
gantines, pava  que  les  ayudaííen  á  pafar,  de  los  quales  hi- 
cieron Puente,  por  donde  los  Peones  pafaron.  E  defque  hu- 
bieron pafado,  fe  fueron  á  apolentar  á  Cuyoacan,  y  el  Al- 
guacil Mayor,  con  diez  de  Caballo,  tomó  el  camino  de  la 
Calzada,  donde  teníamos  nueítro  Real,  y  quando  llegó,  ha- 
llónos peleando:  y  él,  y  los  que  venían  con  él,  fe  apearon; 
y  comenzaron  á  pelear  con  los  de  la  Calzada ,  con  quien 
nofotros  andábamos  rebueltos.  E  como  el  dicho  Alguacil 
Mayor  comenzó  á  pelear,  los  Contrarios  le  atravefaron  un 
pie  con  una  Vara:  y  aunque  á  él,  y  á  otros  algunos  nos  hi-: 
rieron  aquel  día,  con  los  Tiros  gr(iiefos,  y  con  las  Balleftas; 
y  Efcopetas  hicimos  mucho  daño  en  ellos;  en  tal  manera, 

Y        ,     que  ni  los  de  las  Canoas,  ni  los  de  la  Calzada  no  ofaban 
XXFl.   Acaba    ,¡         r  <        c  ..  n.    u 

c   ti    l    e-  i'egar'e  tanto  a  nolotros,  y  molrraban  mas  temor,  y  menos 

car  á  Temixtl-  orgullo,  que  folian.  E  de  efta  manera  eftubimos  feis  días; 
tíin,yembia  á  en  que  cada  día  teníamos  combate  con  ellos:  é  los  Ber-: 
Sandoval  a  gantines  iban  quemando  al  rededor  de  la  Ciudad  todas  las 
guardarla  Pu  ¿afas' que  podían',  y  defeubrieron  Canal,  por  donde  po- 
*entraban  y/a-  dían  entrar  alrededor,  y  por  los  Arrabales  de  la  Ciudad, 
lian  los  Indios,  y  llegar  á  lo  gruefo  de  ella,  que  fue  cofa  muy  provechofa, 
Ciudades  iebe-  y  hizocefar  la  venida  de  las  Canoas,. que  ya  no  ofaba  afo- 
iadaí,  y  que  mar  n¡nguna  con  un  quarto  de  legua,  á  nueftro  Real. 
*yu*abanáiM    ,  Q       día  pedro,de  Alvarado,  que  eftaba  por  Ca- 

Mextcanos.  To      .  »    1      .  r* 

man    muebas  Pltan  ae  'a  Gente,  que  eítaoa  en  Guarnición  en  Tacuba; 

Caizadas,Tor-  me  hizo  faber,  como  parla  otra  parte  de  la  Ciudad,  por, 

resy  y  Puentes  una  Calzada,  que.  vá  á  unas  Poblaciones  de  Tierra'firme, 

¿os  Efpano/es^  r  Qtra  pequeña,  que  eftaba  junto  á  ella,  los  de  Ten 

pelean  cruelme       .'.    .  *     ,l  \.  .,  '  , 

te  en  el  Merca-  naixtitan  entraban,  y  ialian  quando  querían:  y  que  creía; 
¿o  dos  veces,  que  vieadofe.  en  aprieto;  fe  habían  de  falir  todos  por 
con  gra  riefgo,  allí:  aunque  yo  defeaba  mas  fu  falida ,  que  no  ellos: 
y  fe  retiran  pe-  p0rqUe  mi)y  mejor  nos  pudiéramos  aprovechar  de  ellos  en 
u*ndo^panJio  lj  Tierra-firme,  que  no  en  la  Fortaleza  grande,  que  tenían 
iasmefonfca'  Qa  el  Agua:  raero  porque  eftubieflen  del  todo  cercados, 
fas  ...  y 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  A47» 

y  no  fe  pudieííen  aprovecharen  cofa  alguna  de  la  Tierra- 
firme  ;  aunque  el  Alguacil  Mayor  eftaba  herido,  le 
mandé,  que  fuerte  á  afenrar  fu  Real  á  un  Pueblo  peque* 
ño,  á  dó  iba  á  falir  la  una  de  aquellas  dos  Calzadas  :  el 
qual  fe  partió  con  veinte  y  tres  de  Caballo,  y  cien  Peones, 
y  diez  y  ocho  Balleneros,  y  Efcopeteros,  y  me  dejó  otros 
cincuenta  Peones,  de  los  que  yo  trahía  en  mi  Compañía » 
y  en  llegando,  que  fué  otro  día,  afentó  fu  Real,  adonde 
yo  le  mandé.  E  dende  allí  adelante  la  Ciudad  de  Temixri- 
tan  quedó  cercada  por  todas  las  partes,  que  por  Calza- 
das podían  falir  á  la  Tierra- firme. 

Yo  tenía,  muy  Poderofo  Señor,  en  el  Real  de  la 
Calzada  docientos  Peones  Efpañoles,  en  que  había  veinte 
y  cinco  Balleneros,  y  Efcopeteros,  eftos  fin  la  Gente  de 
los  Bergantines,  que  eran  mas  de  docientos,  y  cincuenta.  E 
como  teniamosalgo  encerrados  á  los  Enemigo:,  y  teníamos 
mucha  Gente  de  Guerra  de  nueftros  Amigos,  determiné  de 
entrar  por  la  Calzada  á  la  Ciudad,  todo  lo  mas  que  pu- 
dieííe:  y  que  los  Bergantines,  al  fin  de  la  una  parte,  y  de 
la  otra,  fe  eftubicíTen  para  hacernos  efpaldas.  E  mandé, 
que  algunos  de  Caballo,  y  Peones,  de  los  que  eftaban  en 
Cuyoacan,  fe  vinieífen  al  Real,  para  que  entraífen  con  no- 
fotros,  y  que  diez  de  Caballo  fe  quedaífen ala  entrada  de 
la  Calzada,  haciendo  efpaldas  á  nofotros:  y  algunos,  que 
quedaban  en  Cuyoacan,  porque  los  Naturales  de  las  Ciu- 
dades de  Suchimilco,  (1)  y  Culuacan,  y  Iztapalapa,  y  Chi- 
lobuíco,  y  Mexicalcingo,  y  Cuitaguacad,  y  Mizquique, 
que  eítán  en  el  Agua,  eftaban  rebelados,  y  eran  en  favor 
de  los  de  la  Ciudad;  y  queriendo  eftos  tomarnos  las  ef-: 
paldas,  eftábamos  feguros  con  los  diez,  ó  doce  de  Ca-! 
bailo,  que  yo  mandaba  andar  por  la  Calzada ,  y  otros 
ranros,  que  fiempre  eftaban  en  Cuyoacan,  y  mas  de  diez 
mil  Indios  nueftros  Amigos.  Afsímifmo  mandé  al  Alguacil 
Mayor,  y  á  Pedro  de  Alvarado,  que  por  fus  Eftancias  aco- 
metieflen  aquel  día  á  los  de  la  Ciudad,  porque  yo  quería 
por  mi  parte  ganallcs  todo  lo  que  mas  pudiefle.  Afsí  falí 

RRRz  por 


(i)    Xochiiniko,  Culkuacan,  Iztapalapa,  Clmwbufco,  _Tlahuac,  y  Miz^uicrf 


148  CARTA  DE  RELACIÓN 

por  la  mañana  del  Real,  y  feguimos  á  pie  por  la  Calzada 
adelante:  y  luego  hallamos  los  Enemigos  en  detenía  de 
una  quebradura,  que  tenían  hecha  en  elia,  tan  ancha  co- 
mo una  Lanza,  y  otro  tanto  de  hondura;  y  en  ella  tenían 
hecha  una  Albarrada,  y  peleamos  con  ellos,  y  ellos  con  no- 
forros  muy  valientemente.  E  al  fin  fe  la  ganamos,  y  feguk 
mos  por  la  Calzada  adelante,  hafta  llegar  á  la  entrada  de 
la  Ciudad,  donde  eítaba  una  Torre  de  fus  ídolos,  y  al  pie 
de  ella  una  Puente  muy  grande,  alzada,  y  por  ella  atrave- 
faba  una  Calle  de  Agua  muy  ancha,  con  otra  muy  fuerte 
Albarrada.  E  como  llegamos,  comenzaron  á  pelear  con 
nofotros.  Pero  como  los  Bergantines  citaban  de  la  una  par- 
te, y  de  la  otra,  ganamofela  fin  peligro:  lo  qual  fuera  im- 
pofible,  fin  ayuda  de  ellos.  E  como  comenzaron  á  defam- 
parar  el  Albarrada,  los  de  los  Bergantines  faltaron  en  Tier- 
ra, y  nofotros  pafamos  el  Agua,  y  también  los  deTaf- 
caltecal,  y  Guaxocingo,  y  Calco,  y  Tefaico,  qne  eran  mas 
de  ochenta  mil  Hombres.  Y  entre  tanto,  que  cegábamos 
con  Piedra,  y  Adobes  aquella  Puente,  los  Eípañolcs  gana- 
ron otra  Albarrada,  que  eífaba  en  la  Calle,  que  es  la  prin- 
cipal, y  mas  ancha  de  toda  la  Ciudad:  c  como  aquella  no 
tenía  Agua,  fue  muy  fácil  de  ganar,  y  figuieron  el  alcan- 
ce tras  los  Enemigos  por  la  Calle  adelante,  hada  llegar 
á  otra  Puente,  que  tenían  alzada  ,    falvo  una  Viga  an- 
cha, por  donde  pafaban.  E   puertos  por  ella,  y   por  el 
Agua  en  falvo,  quitáronla  de  prefto.  E  de  la  otra  par- 
te de  la  Puente  tenían  hecha  otra  grande  Albarrada  de 
Barro,  y  Adobes.  E  como  llegamos  á  ella,  y  no   pudi- 
mos pafar  fin  echarnos  al  Agua,  y  efto  era    muy  peli- 
grofo,  los  Enemigos  peleaban  muy  valientemente.  E  de 
la  una  parte,  y  de  la  otra  de  la  Calle  había  infinitos  de 
ellos  peleando  con  mucho  corazón,  defde  las  Azoteas:  é 
como  fe  llegaron  copia  de  Ballefteros,  y  Efcopeteros,  y 
tirábamos  con  dos  Tiros  por  la  Calle  adelante ,    hadá- 
rnosles mucho  dapo.  E  como  lo  conocimos,  ciertos  Es- 
pañoles fe  lanzaron  al  Agua,  y  pafaron  de  la  otra-  parte, 
y  duró  en  ganarfe  mas  de  dos  horas.  E  como  los  Ene- 
migos Iqs  vieron  pafar,  desampararon  el  Albarrada,  y  las 

Azo- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i4? 

Azoteas ,  y  ponenfe  en  huida  por  la  Calle  adelante ,  y 
aísí  pafó  toda  la  Gente.  E  yo  hice  luego  comenzar  á  ce- 
gar aquella  Puente,  y  deshacer  el  Albarrada:  y  en  tanto  los 
ifpañoíes,  y  los  Indios  nueftros  Amigos  fíguieron  el  alcan- 
ce por  la  Calle  adelante,  bien  dos  tiros  de  Ballefta,  hafta 
otra  Puente,  (i)  que  eftá  junto  á  la  Plaza  de  los  principa- 
les Apofentaraientos  de  la  Ciudad:  y  efta  Puente  no  la  te- 
nían quitada,  ni  tenían  hecha  Albarrada  en  ella :  porque 
ellos  no  penfaron  que  aquel  día  fe  les  ganara  ninguna  co- 
fa de  lo  que  fe  les  ganó,  ni  aun  nofotros  penfamos  que 
fuera  la  mitad.  E  á  la  entrada  de  la  Plaza  afeftófe  un  Tiro, 
y  con  él  recibían  mucho  daño  los  Enemigos,  que  eran  tan- 
Jos,  que  no  cabían  en  ella.  E  los  Efpañoles,  como  vieron 
que  allí  no  había  Agua,  de  donde  fe  fuele  recibir  peligro, 
determinaron  de  les  entrar  la  Plaza.  E  como  los  de  la  Ciu- 
dad vieron  fu  determinación  puerta  en  obra,  y  vieron  mu- 
cha multitud  de  nueftros  Amigos,  y  aunque  de  ellos  fin  no- 
fotros, no  tenían  ningún  temor,  vuelven  las  efpaldas,  y  los 
Efpañoles,  y  nueftros  Amigos  dan  en  pos  de  ellos,  hafta  los 
encerrar  en  el  circuito  de  fus  ídolos,  el  qual  es  cercado  de 
Cal,  y  Canto:  (i)  é  como  en  la  otra  Relación  fe  habrá  vif- 
to,  tiene  tan  gran  circuito,  como  una  Villa  de  quatrocien- 
tos  Vecinos:  y  efte  fue  luego  delamparado  de  ellos,  y  los 
Efpañoles,  y  nueftros  Amigos  fe  lo  ganaron,  y  eftubieron 
en  él,  y  en  las  Torres  un  buen  rato.  E  como  los  de  la  Ciu- 
dad vieron  que  no  había  Gente  de  Caballo,  volvieron  fo- 
bre  los  Efpañoles,  y  por  fuerza  los  echaron  de  las  Torres, 
y  de  todo  el  Patio,  y  circuito;  en  que  fe  vieron  en  muy 
grande  aprieto,  y  peligro:  y  como  iban  mas  que  retraien- 
dofe,  hicieron  roftro  debajo  de  los  Pórtales  del  Patio.  E 
como  los  Enemigos  los  aquejaban  tan  reciamente,  los  de- 
farnpararoo,  y  fe  retruxeron  á  la  Prstza,  y  de  allí  los  echa- 

SSS  ron 


<i)  Antes  de- llegar  á  la  Plaza  de  la  Vniveríidad  hay  muchos  Puentes,  y 
naturalmente   habla  aquí   de   ella  Plaza,   ó  Mercado,  que  era  muy  grande. 

(i)  Elle-Templo  grande  eltaba  donde  hoy  la  Iglelia  Cathedral,  Cafas  del 
Eft.ido  del  V'.illo,  y  Palacio  de  los  tjtceleatífsimos  Senore»  Virreyes;  y  fe  ex- 
plica en    la  Fig.   primera, 


i,yo  CARTA  DE  RELACIÓN 

ron  por  fuerza,  hafta  los  meter  por  la  Calle  adelante  :  éri 
tal  manera,  que  el  Tito  que  allí  eílaba,  lo  defampararon. 
E  los  Efpañoles,  cemo  no  podían  fufrir  la  fuerza  de  los 
Enemigos,  fe  rctiaxeron  con  mucho  peligro:  el  qual  de 
hecho  recibieran,  íino  que  plugo  á  Dios,   que  en  aquel 
pnnto  llegaron  tres  de  Caballo  ,  y  entran  por  la  Plaza 
adelante;  y  como  los  Enemigos  los  vieron,  creieron  que 
eran   mas,  y  comienzan  á  huir,    y  mataron  algunos  de 
ellos,  y  ganáronles  el  Patio  y  circuito,  (i)  que  arriba  dije. 
Y  en  la  Torre  mas  principal ,  y  alta  de  él ,   que  tiene 
ciento  y  tantas  gradas,  haíla  llegar  á  lo  alto,  hicieronfe 
fuertes  allí  diez,  ó  dece  Indios  Principales  de  los  de  la 
Ciudad,  y  quatro,  ó  cinco  Efpañoles  fubierongela  por  fuer- 
za: y  aunque  ellos  fe  defendían  bien,  ge  la  ganaron,  y  los 
mataron  á  todos.  E  defpues  víniaon  otres  cinco,  ó  feis 
de  Caballo,  y  ellos,  y  los  otros  echaron  una  celada,  en 
que  mataron  mas  de  treinta  de  los  Enemigos.   E  como 
ya  era  tarde,  yo  mandé  recoger  la  Gente,  y  que  fe  retru- 
SceiTen,  y  al  rctraher  cargaba  tanta  multitud  de  los  Enemi- 
gos, que  fino  fuera  por  los  de  Caballo,  fuera  impofible  no> 
recibir  mucho  á¿ño  los  Efpañoles.  Pero  como  todos  aque- 
llos malos  pafos  de  la  Calle,  y  Calzada,  donde  fe  efperaba 
el  peligro,  al  tiempo  del  retraher  yo  los  tenía  muy  bien 
adobados,,  y  aderezados,  y  los  de  Caballo  podían  por 
ellos  muy  bien  entrar,  y  falir,  é  como  los  Enemigos  venían 
dando  en  nueftra  Retroguarda,  ¡os  de  Caballo  revolvían  fo- 
bre  ellos,  que  fiempre  alanceaban,  ó  mataban  algunos:  é  co- 
mo la  Calle  era  muy  larga,  (2.)  hubo  lugar  de  hacerce  eíto> 
quatro, -ó  cinco  Veces.  E  aunque  los  Enemigos  vían  que  re- 
cibían daño,  venían  los  Perros  tan  rabiofos,  que  en  ningu- 
na manera  los  podíamos  detener,  ni  que  nos  dejaffen  de  fe-, 
guir.  E  todo  el  día  fe  fijara  en  eíto,  fino  que  ya  ellos  te- 
nían tomadas  muchas  Azoteas,  que  falen  á  la  Calle,  y  los 
de  Caballo  recibían  á  efta  caufa  mucho  peligro  :  y  afsí  nos 
fuimos  por  la  Calzada  adelante  á  nueftro  Real,  fm  peligrar 

nin- 

■  ii         I  1 ■ rilr  ■  i         ,:....  1  .       . 

(i)-_   El- . Patio,  ó  Atrio  en  que  vivían  los  Sacerdotes  de  los   ídolos. 

(x)  Es  tan  larga  cita  Calle,  que  contando  defde  la  Garita  de  la  Piedad, 
halfo  la  falida  de  Nueftra  Señora  de  Guadalupe  hay  ma*  de  inedia  legua, 
líutNjue  hoy  eftá  en  otra  diif oficien  la  Ciudad.*  . 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  iyr 

ningún  Efpañol,  aunque  hubo  algunos  heridos:  é  dejamos 
puerto  fuego  á  las  mas,  y  mejores  Cafas  de  aquella  Calle, 
porque  quando  otra  vez  entraflemos,  dende  las  Azoteas  no 
nos  hicielTen  daño.  Efte  mifmo  día,  el  Alguacil  Mayor ,  y 
Pedro  de  Alvarado  pelearon  cada  uno  por  fu  Eftancia  nrfuy 
reciamente  con  los  de  la  Ciudad:  é  al  tiempo  del  comba* 
te  citaríamos  los  unos  de  los  otros  á  legua  y  media,  (i)  y  á 
una  legua;  porque  fe  eftiende  tanto  la  Población  de  la  Ciu- 
dad, que  aun  diminuio  la  diftancia  que  hay:  y  nucílros 
Amigos,  que  eftaban  con  ellos,  que  eran  infinitos,  pelearon 
muy  bien,  y  fe  retruxeron  aquel  día,  fin  recibir  ningún 
daño. 

En  efte  comedio,  D.  Hernando,  Señor  de  la  Ciu-  %XP1t.  Ev$ 
dad  de  Tcfaico,  y  Provincia  de  Aculuacan,  de  que  arriba  bia  *******  ">M 
hé  hecho  relación  á  Vueftra  Mageftad,  procuraba  de  atraher        osn  de{oce* 

'        j        i      vt  i      j    r    <■"   j    j       n       •     •         c       •  i     roa  Cortés  D» 

a  todos  los  Naturales  de  lu  Ciudad,  y  Provincia,  eípccial-  Femando*  Sr. 

mente  los  Principales,  á  nueftra  amiftad,  porque  aun  no  de  Tezcuco,  y 
citaban  tan  confirmados  en  ella,  como  defpues  lo  eftubie-  f*  ¡e  juntan 
ron,  y  cada  día  venían  al  dicho  D.  Hernando  muchos  Se-  9trV  -*"* *• 
ñores,  y  Hermanos  fuyos,  con   determinación  de  fer  en  Su'chm¡¡co  % 
nueftro  favor,  y  pelear  con  los  de  México,  y  Temixtitan:  y  Otumpafe  re- 
como D.  Hernando  era  Muchacho,  y  tenía  mucho  amor  á  ducsn.Dá  Cor 
JosEfpañoles,  y  conocíala  merced,,  que  en  nombre  de  V.  téstresB"g<»t 
Mageftad  fe  le  había  hecho  en  darle  tan  gran  Señorío,  ha-  'J"f'á  s*"do' 
hiendo  otros  que  le  precedían  en  el  derecho  de  él,  traba-  Alvarade.  To. 
yaba  quanto  le  era  políble,  como  todos  fus  Yafallos  vinief-  man  los  Efpa* 
len  á  pelear  con  los  de  la  Ciudad,  y  ponerfe  en  Jos  pcli-  ño¡es   *?g«a*s 
gros,  y  trabajos,  que  nofotros:  é  habló  con  fus  Het roanos,  (j*Jzadas*  P*' 
que  eran  feis,  ó  líete,  todos  Mancebos  bien  difpuefros,  y  mutbaTcafás 
dijoles,  que  les  rogaba,  que  con  toda  la  Gente  de  fu  Se-  y  ¡as  de  fu  an> 
ñorío  vinieífen  á  me  ayudar.  E  á  uno  de  ellos,  que  fe  llama  *{guo  Alojamit 
lílrifuchil,  que  es  de  edad  de  veinte  y  tres,  ó  veinte  y  qua-  te% 
tro  años,  muy  esforzado,  amado,  y  temido  de  todos,  em- 
bióle  por  Capitán,  y  llegó  al  Real  de  la  Calzada  con  mas 
de  treinta  mil  Hombres  de  Guerra,  muy  bien  aderezados  á 

SSSz  fu 


No  exagera  cofa  alguna  en  cito,  porque  defde  la  Garita  de  San  Antón, 
O  de  .  la  Piedíil  fe  puede  ir  por  Calles  fin  faltar.  Edjíjcios  hafta  Tacuba  t 
y  aíjí  cuenta  bien  legua,  y  media/  y  aun  do;  leguas, 


(0 

6  d 


¿y i  CARTA  DE  RELACIÓN 

fu  manera:  y  á  los  otros  dos  Reales  irían  otros  veinte  mil. 
E  yo  los  recibí  alegremente,  agradeciéndoles  fu  volun- 
tad, y  obra.  Bien  podrá  Vueftra  Cefarea  Mageítad  confía 
derar,  íi  er3  buen  íbeorro,  y  buena  amiftad  la  de  D.  Fer- 
nando, (i)  y  lo  que  fentirían  los  deTemixtitan,  en  ver  vei 
nir  contra  ellos  á  los  que  ellos  tenían  por  Vafallos,  y  por 
Amigos,  y  por  Parientes,  y  Hermanos,  y  aun  Padres,  y 
Hijos. 

Dende  á  dos  días,  el  combate  de  la  Ciudad  fe  dio, 
como  arriba  he  dicho:  y  venida  ya  efta  Gente  en  nueftro. 
focorro,  los  Naturales  de  la  Ciudad  deSuchimilco,  que  ef- 
tá  en  el  Agua,  y  ciertos  Pueblos  de  Utumies,  (2.)  que  es> 
Gente  Setrana,  y  de  mas  copia  que  los  de  Suchimilco,  y 
eran  Eíclavos  del  Señor  de  Temixtitan,  fe  vinieron  á  ofre- 
cer, y  dar  por  Vafa.Uos  de  Yueftra  Mageftad,  rogándome, 
que  les  perdonaífe  la  tardanza;  y  yo  los  recibí  muy  bien» 
y  holgué  mucho  con  fu  venida:  porque  fi  algún  daño  po- 
dían recibir  los  de.  Cuyoacan,  era  de  aquellos. 

Como  por  el 'Real  de  la  Calzada,  donde  yo  eflaba; 
habíamos  quemado  con  los  Bergantines  muchas  Cafas  de  los 
Arrabales  de  la  Ciudad,  y  no  ófaba  afomar  Canoa  ningu- 
na por  todo  aquello,  parecióme,  que  para  nueftra  feguri- 
dad  bailaba  tener  en  torno  de  nueftro  Real  (íete  Berganti- 
nes, y  por  elfo  acordé  de  embiar  al  Real  del  Alguacil  Ma- 
yor, y  al  de  Pedro  de  Alvarado,  cada  tres  Bergantines :  y. 
encomendé  mucho  á  los  Capitanes  de  ellos,  que  porque 
por  la  parte  de  aquellos  dos  Reales  fe  aprovechaban  mu- 
cho de  la  Tierra  en  fus  Canoas,  y  metían  Agua,  y  frutas, 
y  Maiz,  y  otras  Vituallas,  que  corrieííen  de  noche,  y  de  día 
los  unos,  y  los  otros  del  un  Real  al  otro;  y  que  demás  da 
cfto,  aprovecharían  mucho  para  hacer  efpaldás  á  la  Gente 

de 


■ 

V 

V 

-. 


'. 


— 


.  I  1  • 

.  (i)  D.  Fernando, Señor  de  Tetzcuco  recjen  Bautízalo,  hizo  una  Acción,  que 
°i  e'  JH2L  feíYSÍPÍP.  Chrjftiano,  ni  el  mas  valiente  Capitán  pudo  haberla  he- 
cho con  mas  honor,  y  por  ellos  gloriofos  hechos  ,  y  no  por  mentiras  fe  h» 
de  definir  á  los   Indios. 

i»    OtLomjtes,  <j«e  euigiezap  en  le$  Montes,  que  cercan  á  Máxifo   por  el 
Poniente,      ,„. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i  y  5 

deles  Reales  todas  las  vezes,  que  qui/iefíen  entrar  á  com- 
batir la  Ciudad.  E  afsí  fe  fueron  eftos  feis  bergantines  á 
los  otros  dGS  Reales,  que  fue  cofa  necefaria,  y  provechofa, 
porque  cada  día,  y  cada  noche  hacían  con  ellos  faltos 
maravillofos,  y  tomaban  muchas  Canoas,  y  Gente  de  los 
Enemigos. 

Probeydo  eíto,  y  venida  en  nueftro  focorro,  y 
de  Paz  la  Gente,  que  arriba  hé  fecho  mención,  habléles 
á  todos,  y  dijelescomo  yo  determinaba  de  entra»- á  com- 
batir la  Ciudad  dende  á  dos  días:  por  tanto,  que  todos 
viniefíen  para  entonces  muy  á  punto  de  Guerra,  y  que 
en  aquello  conocería  fi  eran  nueftros  Amigos ,  y  ellos 
prometieron  de  lo  cumplir  afsí.  E  otto  día  fice  adere- 
zar ,  y  apercibir  la  Gente ,  y  eferibí  á  los  Reales ,  y 
bergantines,  lo  que  tenía  acordado,  y  lo  que  habían  de 
hacer. 

Otro  día  por  la  mañana  defpues  de  haber  oy  io 
Miíía,  (1)  é  informados  los  Capitanes,  de  lo  que  habían 
de  facer,  yo  falí  de  nueftro  Real,  con  quínze,  ó  veinte 
de  Caballo,  y  trefeientos  Efpañoles,  y  con  todos  nuef- 
tros Amigos ,  que  era  infinita  Gente ;  y  yendo  por  U 
Calzada  adelante,  á  tres  tiros  de  Balleíía  del  Real,  ef-, 
taban  ya  los  Enemigos,  efperándonos  con  muchos  ala- 
ridos: y  como  en  lo*  tres  días  antes  no  fe  les  había  da- 
do combate,  habían  desfecho,  qu3nto  habíamos  cegado 
de  el  Agua,  y  teníanlo  muy  mas  fuerte,  y  peligroío  de 
ganar,  que  de  antes:  y  los  bergantines  llegaron  por  la 
una  parte,  y  por  la  otra  de  la  Calzada:  y  como  con  ellos 
fe  podían  llegar  muy  bien  cerca  de  los  Enemigos,  con 
los  Tiros,  y  Efcopetas,  y  Ballenas  hacíanles  mucho  da-* 
ño.  Y  conociéndolo  faltan  en  Tierra,  y  ganan  el  Albar- 
rada,  y  Puente,  y  comenzamos  á  pafar  de  la  otra  parte, 
y  dar  en  pos  de  los  Enemigos,  los  quales  luego  fe  for-» 
talecían  en  las  otras  Puentes,  y  Albarradas¿  que   tenían 

TTT  he- 


(1)    ^uxilium  mettm  ¿  Domino, 


454  CARTA  DE  RELACIÓN 

hechas;  las  quales,  aunque  con  mas  trabajo,  y  peligro, 
que  la  otra  vez,  les  ganamos,  y  les  echamos  de  toda 
la  Calle,  y  de  la  Plaza  de  los  Apofentamícntos  grandes 
de  la  Cu-.dad.  E  de  allí  mandé,  que  no  pafaflen  los  Ef- 
pañoles,  porque  yo  con  la  Gente  de  nueftros  Amigos- 
andaba  cegando  con  piedra,  y  adobes  toda  el  Agua,  que 
era  tanto  de  hacer,  que  aunque  para  ello  ayudaban  mas 
de  diez  mil  Indios,  quando  fe  acabó  de  aderezar  era  ya 
hora  de  Vífperas.-y  en  todo  efte  tiempo  fiempre  losEf- 
pañoles^  y  nueftros  Amigos,  andaban  p-leando,  y  efea- 
ramuzando  con  los  de  la  Ciudad,  y  echándoles  celadas, 
en  que  murieron  muchos  de  ellos.  E  yo  con  los  de  Ca- 
ballo aridube  un  rato  por  la  Ciudad ,  y  alanztabamos 
por  las  Calles  dó  rro  había  Agua,  los  que  alcanzábamos; 
de  manera,  que  los  teníamos  reírahidos ,  y  no  ofabarj 
llegar  á  lo  firme.  Viendo  que  eftos  de  la  Ciudad  ef- 
taban  rebeldes^  y  moílraban  tanta  determinación  de  moi 
rir,  ó  defenderfe,  colegí  de  ellos  dos  cofas:  la  una,  que 
habíamos  de  haber  poca,  ó  ninguna  de  la  riqueza,  que 
nos  habían  tomado;  y  la  otra*  que  daban  ocalion,  y  nos 
forzaban  á  que  totalmente  les  defíruyeííemos.  E  de  eíía 
poftrera  tenía  mas  fentimíento,  y  me  pefaba  en  el  almaj 
y  penfaba  que  forma  temía  para  los  atemorizar,  de  ma- 
nera, que  vinieííen  en  conocimienro  de  fu  yerro,  y  de 
el  daño,  que  podían  recibir  de  nofotros,  y  no  hacía  fino 
quemalles,  y  derroealks  las  Torres  de  fus  ídolos,  y  fus 
Cafas.  E  porque  lo  fintieííen  mas,  efíe  día  fice  poner 
fuego  á  eftas  Gafas  grandes  (i)  de  la  Plaza  donde  U 
©tra  vez,  que  nos  echaron  de  k  Ciudad, los  EfpañoleSjí 
y  yo  citábamos  apofentados:  que  eran,  tan  grandes,  que 
un  Principe,  con  mas-  de  fciftientas  Perfonas  de  (a  Cafa, 
y  fervicio  fe  podían  apofentar  en  ellas;  y  otras,  que 
eítaban  junto  á  ellas,  que  aunque  algo  menores,  eran 
muy  mas  frefeas,  y  gentiles,  y  tenía  en  ellas  Muteczm 
sna  todos  los  lioages  de  Aves ,  que  en  eftas  partes  ha- 


(1)    En  la  Plaza  mayor,  y  (¡ció  de  Santa  Iglelüu 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  %$$ 

bí,i,  (i)  y  aunque  á  mi  me  pefo  mucho  de  ello,  porque  á 
elios  !es  pcfaba  mucho  mas,  determiné  de  las  quemar,  de 
que  los  Enemigos  moftraron  harto  pefar,  y  también  los 
otros  fus  Aliados  de  las  Ciudades  de  la  Laguna,  porque 
crtos,  ni  otros,  nunca  penfaron,  que  nueftra  fueraa  baf- 
tara  ales  entrar  tanto  en  la  Ciudad, y  efto  les  pufo  har- 
to defmayo. 

TTTi  Puef- 


(i)    Hny  en  América  muchas  Aves  de  Europa,  y  fon  muy  particulares  las  fí-< 
guiantes,  que  no  fon  conocidas,  fino  en  Nueva  Efpaña. 

Pajaro  ArcoEris,  es  de  muy  hermofos  colores ,  encarnados,  dorados,  y 
azules. 

Águila  de  dds  Cabezas,  fe  mató  por  un  Cazador  cerca  de  Orioy  y  la  lle- 
varon á  Efpaña  año  de  mil  fececiemos  quarenta  y  uno,  y  no  es  fola  sita,  la  que 
fe  lia  viíto,. 

Pilo  Real  es  de  el  tamaño  de  un  Papagayo,  de  dos  colores,  negro,  y  ama- 
tillo,  afsí  las  plumas  como  el  pico,  el  que  es  defmefurado,  pues  tiene  mas  do  me- 
dio palmo  de  largo,  aunque  corbe,  y  quatro  dedo*  de  ancho;  tieno  también  de  el 
niilnio  largo  la  lengua*  y  de  figura  de  una  pluma  delgada. 

Chupa  Mirtos,  á  quien  otros  IlamAn  Pajaro  Mofea,  afsí  por  fer  como  un 
Mofcardon  grande,  como  por  el  luido,  c[ue  mete  quando  vaela:  tiene  el  pico  muy 
largo,  y  delgado,  como  un  alfiler,  y  la  lengua  muy  fútil,  con  la  que  chupa,  vo- 
lando, el  jugo  de  las  flores,  y  aunque  algunos  dicen;  que  es  el  verdadero  Phenix, 
porque  fe  muere  en  el  Invierno,  y  renace  con  el  calor;  yo  affeguro  haber  viíto 
■  en  los  nidos  los  huevos,  los  Pajaritos  pequeños,  y  en  toda  la  eftacion  del  año, 
andar  volando  en  la  Cafa  de  Campo  dé  Tacubaya;  tiene  muy  vivos,  diferentes,  y 
hermolüsiinos  colores. 

Sopilote  Rey,  fe  cogió  en  eí  Rio  de  Guafacualco,  y  hay  algunos  en  la 
Huafteca,  es  de  varios,  y  hermofos  colores,  y  tiene  c-orona  de  plumas  en  la  ca- 
beza: los  demás  Sopilotes  fon  como  Pabos,  aunque  mas  negros,  feos,  y  torpes;  en 
algunas    partes  fe  llaman  Auras,  y  de  otros  modos. 

Cardenales,  fon  del  tamaño,  y  figura  de  un  Gorrión,  ílamanfe  afsí  por  fu 
color,  que  es  encarnado; 

Alcatraces,  tienen  un  pico,  y  buche  muy  grande;  en  Panamá  es  digno  de 
ver,  como  pelean  las  Sardinas,  y  defpues  otras  Aves  de  Rapiña  fe  las  hacen  vo« 
mirar,  y  las  cojeo  en  el  Ayre  ,  conforme  las  van  arrojando  tos  Alcatraces  per- 
leguidos. 

Senlontles,  forí  poco  menores,  que  una  Tórtola,  y  de  el  mifmo  color,  fe 
llaman  afsí  por  los  varios  tonos,  qué  aprehenden,  pues  Ztni^nthli  en  Mexicano 
quiere  deciry  quatrecientos  tonos. 

Los  Guacamayos,  Papagayos,  grandes,  y  pequeños,  fon  bien  conocidos  en 
todas  partes  de  lá  Europa  donde  viven  barrantes  años. 

De  las  plumas  de  cftos,  y  otros  Pájaros  hacían  los  Indios  fus  Plumages,  y 
aun  Imágenes  dq  pluma  tan  particulares  en  l'átzquaro  de  la  Díocefí  de  Mechoa- 
cán,  que  fegnn  refiere  Acofta,  fe  admiró  el  Sr.  Phelipé  II.  de  tres  Eftampas,  que  diát 
á  el  Sr.  Phcltpe  III,  fu  Maeltro-,  la  mifma  admiración  caufó  á  el  Papa  Sixto  V¿ 
un  quadro  de  S.  Francifco,  que  embiaron  á  fu  Santidad  hecho  de  plumas  por  loi 
Indios,  quienes  arrancando  de  na  Pajaro,  muerto  con  unas  pinzas  las  plumas,  y 
pegándolas  á  la  tabla,  ó  lámina  fe  valen  de  fus  naturales  colores  para  dar  las 
ioii.brai,  y  demás  necéffarios  primores,  que  caben  en  el  Arte* 


256  CARTA  DE  RELACIÓN 

XXFIlí.Reti'  Puefto  fuego  á  eftas  Cafas,  porque  ya  era  tarde, 

raudo  fe  ios  Ef    recogí  la  Gente  para  nos  bolvcr  á  nucftro  Real,  y  como 
paitóles, pitean   ¡^  d?  Ja  £fafo¿  vcían    que    nos  retrahñmos,  cargaban 

cnn  los  Lnemí      .-..,,  ,  ^  j       j 

pos. que  hs em  infinitos  de  ellos,  y  veman  con  mucho   ímpetu,  dando- 

bifkn  por   la  nos  en  la  retroguarda.  E  como  toda  la  Calle  eftaba  bue- 

efpaida.  Suc-  na  p3ra  correr  tos  de  Caballo  Solvíamos  fobre  ellos,  y 

cefos    de    los  aianZeabamos  ¿e  ca¿3  vuelta  muchos  de    ellos,   y   poc 

berpeit.'ties.vja'       ^  ...  ,  •       .       t  •        '    i  r     i 

na   Cutis  la  e''°  no  dejaban  de    nos  venir  dando  grita  a  las   elpah 

mayor  patte  de  das.  Eíle  día  fuñieron,  y    medraron    macho   defmayo, 

la  Ciudad  con  efpecialmente  viendo  entrar  por  íu  Ciudad,  quemando- 

grádes  ritfgos.  ]a>  v  deftruyendola,  y  peleando  con  ellos  los  de  Tefai- 

talTüdollos  co'  y  ^alco>  Y  Suchimílco,-  y  los  Otumtes:  y  nombrin- 

dias  de  ganar  dofe  cada  uno  de  donde  era,  y  por  otra  parte  íos  deTaf- 

las  Calzada s,y  caltecal,  que  ellos,  y  íos  otros  les  moftraban  los  de  fu 

Puentes,  y  pe-  Qudad  hechos  pedazos,  díciendoíeSí  que  los  habían  de 

ligias  al  ten  ccnar  aqUe¡|a  noche,  y  almorzar  otro  día,  como  de  he- 

rar/e. Los  otros      ,        ,     7       /        c      r  >  •  /  n.       vf     i "  '    J   r 

dos  Campos  pe-  cno  »°  hacían.  E  aísi  nos  venimos  a  nueftro  Reala  dei- 
¡ean  profiera-  canfar,  porque  aquel  día  habíamos  trabajado  mucho,  f 
menta.  los  fíete  bergantines ,  que  yo  tenia  entraron   aquel    día 

por  las  Calles  de  el  Agua  de  la  Ciudad,  y  quemaron 
mucha  parte  de  ella*  Los  Capitanes  de  los  otros  Reales, 
y  los  ieis  bergantines  pelearon  muy  bien  aquel  día:  y 
de  lo  que  les  acaeció  me  pudiera  muy  bien  alargar;  y 
por  evitar  prolijidad,-  lo  dejo;  mas  de  que  con  viótoria 
fe  retrujeron  á  fus  Reales,  fin  recibir  peligro  ninguno. 

Otro  día  figuiente  luego  por  la  mañana  defpues 
de  haber  oydo  MiíTa  (i)  torné  á  la  Ciudad  por  la  mif- 
mo  orden  con  toda  la  Gente,!  porque  los  contrarios  no 
tubiciíen  lugar  de  defcegar  las  Puentes,  y  hacer  las  Al- 
barradas:  y  por  bien  que  madrugamos,  de  las  tres  par- 
te*,  y  Calles  de  Agua,  que  atraviefan  la  Calle,  que  va 
del  Rea!  fafta  las  Cafas  grandes  de  la  Plaza,  las  dos  de 
ellas  eftaban  como  los  días  antes,  que  fueron  muy  re- 
cias de  ganar:  y  tanto,  que  duró  el  combate  defde  las 
ocho  horas  fafta  la  una  defpues  de  medio  día:  en   que 

fe 


¡ 

(i)     A  Dios  recurría  íiemprs,  que  es  el  Señor  de   las  Batallas,  y  ExércitOK   Vomir 
tws  Dfiís  Sab.iutl),  Domimts  Veus  Exercituum. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  z57 

fe  gaftaron  can"  todas  las  Saetas,  y  Almacén,  y  Pelotas, 
que    los  Balleíleros ,    y    Efcopetetos    llevaban.    Y    crea 
Vueftra  Mageftad  ,   que    era    fin   comparación    el    peli- 
gro en  que  nos  víamos  todas  las  veces  que  les  ganába- 
mos eftas  Puentes,  porque  para  ganallas  era  forzado  echar- 
fe  á  nado  los  Efpañoles,  y  pafar  de  la  otra  parte ;  y  efto 
no  podían,  ni  ofaban  hacer  muchos,  porque  á  cuchilladas, 
y  á  botes  de  Lanza  reííftían  los  Enemigos,  que  no  falieffen 
de  la  otra  parte.  Pero  como  ya  por  los  lados  no  tenían 
Azoteas,  de  donde  nos  hicieffen  daño,  y  de  efta  otra  par- 
te los  afaeteabamos,  porque  citábamos  los  unos  de  los 
otros  un  tiro  de  herradura,  y  los  Efpañoles  tomaban  de 
cada  día  mucho  mas  ánimo,  y  determinaban  de  pafar,  y 
también  porque  vían,  que  mí  determinación  era  aquella, 
y  que  cayendo,  ó  levantando  no  fe  había  de  hacer  otra 
cofa.  Parecerá  á  Vueftra  Mageftad,  que  pues  tanto  peli- 
gro recibíamos  en  el  ganar  de  eftas  Puentes,  y  Albarradas, 
que  éramos  negligentes,  ya  que  las  ganábamos,  no  las  fof- 
tcner,  por  no  tornar  cada  día  de  nuevo  á  nos  ver  en  tan- 
to peligro,  y  trabajo,  que  fin  duda  era  grande,  y  cierto  afsí 
parecciá  á  los  aufentes;  pero  fabrá  Vueftra  Mageftad,  que 
en  ninguna  manera  fe  podía  facenperque  para  ponerfe  afsí 
en  efe  do,  fe  requerían  dos  cofas:  ó  que  el  Real  pifára- 
mos allí  á  la  Plaza,  y  circuito  de  las  Torres  de  los  ídolos: 
ó  que  Gente  guardara  las  Puentes  de  noche;  y  de  lo  uno, 
y  de  lo  otro  fe  recibiera  gran  peligro,  y  no  había  poííbi- 
Jidad  para  ello;  porque  teniendo  el  Real  en  la  Ciudad  ca- 
da noche,  y  cada  hora,  como  ellos  eran  muchos,  y  nofo- 
tros  pocos,  nos  dieran  mil  rebatos,  y  pelearan  con  nofo- 
tros,  y  fuera  el  trabajo  incomportable,  y  podían  darnos  por 
muchas  partes.  Pues  guardar  las  Puentes  Gente  de  noche, 
quedaban  los  Efpañoles  tan  canfados  de  pelear  el  día,  que 
no  fe  podía  fufrir  poner  Gente  en  guarda  de  ellos;  y  á  efta 
caufa  nos  era  forzado  ganarlas  de  nuevo  cada  día  que  en 
trabamos  en  la  Ciudad.(i) Aquel  día,  como  fe  tardó  mucho 

UUa  en 

(  i  )  Aquí  fe  prueba  la  pericia  Milkar,  pues  el  que  vea  tantas  Albarra- 
das, y  Azequias  como  rodean  á  México,  conocerá  que  fi  fe  hubiera  quedado  den- 
tro, hubieran  perecido  de  hambre,  y  luiados  por  todas  partes,  ¡o  que  no  es  cor- 
dura en  un  General, 


i  5  8  CARTA  DE  RELACIÓN 

en  ganar  aquellas  Puentes,  y  en  las  tornar  á  cegar:  y  no  hu-. 
bo  Tugar  de  hacer  inas:  ialvo,  que  por  otra  Calle  princu 
pal,  que  va  á  dar  á  la  Ciudad  de  Tacuba,  fe  ganaron  otras 
dos  Puentes,  y  fe  cegaron,  y  fe  quemaron  muchas,  y  bue- 
nas Cafas  de  aquella  Calle;  y  con  efto  fe  llegó  la   tarde, 
y  hora  de  retrahernos,  donde  recibíamos  fiempre  poco  me- 
nos peligro,  que  en  el  ganar  de  las  Puentes:  porque  en 
viéndonos  resaber,  Cra  tan  cierto  cobrar  los  de  la  Cí'ím 
dad  tanto  esfuerzo,  que  no  parecía  fino  que  habían  habi- 
do toda  la  victoria  del  Mundo,  y  que  nofotros  íbamos  hu- 
yendo: é  páraefte  rctraher  era  necefario  eftar  las  Puentes 
bien  cegadas,  y  lo  cegado  igual  al  fuelo  de  las  Calles,  de 
maneray  que' los  de  Caballo  pudielíen  libremente  correr  a 
una  parte,  y  á  otra:  y  afsí  en  el  rerraher,  como  ellos  ve* 
nían  tan  golofos  tras  nofotros,  algunas  veces  fingíamos  íc 
huyendo,  y  revolvíamos  los  de  Caballo  fobre  ellos,  y  fiem- 
pre tomábamos  doce,  ó  trece  de  aquellos  mas  esforzados; 
y  con  efto,  y  con  algunas  celadas,  que  fiempre  les  echá- 
bamos, continuo  llevaban  lo  peor:  y  cierto  verlo  era  cofa 
de  admiración;  porque  por  mas  notorio  que  les  era  el  mal, 
y  daño,  que  al  rctraher  de  nofotros  recibían,  no  dejaban 
de  nos  feguir,  hafta  nos  verfaüdos  de  la  Ciudad,  (r)  E  con 
efto  nos  volvimos  á  nueftro  Real:  y  los  Capitanes  de  los 
otros  Reales  me  hicieron  faber,  como  aquel  día  les    ha- 
bía fucedido  muy  bien,  y  habían  muerto  mucha   Gente 
¡por  la  Mar,  y  por  la  Tierra;  y  el  Capitán  Pedro  de  Alva- 
rado,  que  eftaba  en  Tacuba,  me  eferibió,  que  había  ga- 
nado dos,  ó  tres  Puentes:  porque  como  era  en  la  Calzada, 
que  lale  del  Mercado  de  Temixtitan  á  Tacuba,  y  los  tres 
Bergantines,  que  yo  le  había  dado,  podían  llegar  por  la 
una  parte  á  zabordar  en  la  mifma  Calzada,  no  había  teni- 
do tanto  peligro,  como  los  días  pafados:  y  por  aquella  par- 
je  de  Pedro  de  Alvarado  había  mas  Puentes,  y  mas  Que- 

bra- 


(i)  Efre  es  el  acertado  medio  que  elidió  Cortés,  ¡r  debilitando  infcníible- 
mente  á  los  Enemigos,  quemar,  y  arruinar  las  Cafas,  y  valerfe  de  fu  mifma  ce- 
guedad para  aniquilarles,  ya  que  no  fe  'querían  entregar:  Fue  otro  Emperador 
Tito  cómpalívo  de 'los  habitantes  de  Jerufalen;  pero  viendo  fu  dureza,  le  va- 
lió de  elle   iníhuraento  para  arruinarla,  y  do  dexar  piedra  fobre  piedra,  ' 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ±0 

bradas  en  la  Calzada,  aunque  había  menos  Azoteas,  que 
por  las  otras  partes,  (i) 

En  todo  efte  tiempo,  los  Naturales  de  Iztapalapa, 
y  Oichilobuzco,  y  Mexicacingo,  y  Culuacan,  y  Mizquique, 
y  Cuitaguaca,  que  como  hé  hecho  relación,  eftan  en  la  La-   j    r  ,    ñ'"3 
guna  dulce,  nunca  habían  querido  venir  de  paz,  nt  tampoco  nos  de  ¡a  Lagu 
en  todo  eíte  tiempo  habíamos  recibido  ningún  daño  de  "a, y  hacen  mu 
ellos;  y  como  los  de  Calco  eran  muy  leales  Vafailos  de  chas  Cafas  en 
iVueílra  Mageftad,  y  veían  que  nofotros  teníamos  bien  que  e/CamP9  Par<* 
hacer  con  los  de  la  gran  Ciudad,  juntaronfe  con  otras  Pob«  ñjeu ¿rcknafii 
laciones,    que  eftan  al  rededor  de  las  Lagunas,  y  hacían  el  Afano ,    y 
todo  el  daño,  que  podían  á  aquellos  del  Agua:  y  ellos,  queda  vilorto» 
viendo  como  de  cada  día  habíamos  victoria  contra  los  f°¡  añueltiia,y 
de  Temixtitan,  y  por  el  daño  que  recibían,  y  podríante-  e  ''Su,ente' 
cibir  de  nueftros  Amigos,  acordaron  de  venir,  y  llega- 
ron á  nueftro  Real,  y  rogáronme,  que  les  perdonaíTc  lo 
pafado,  y  que  mandaífe  á  los  de  Calco,  y  á  los  otros  fus 
¡Vecinos,  que  no  les  hicieíTen  mas  daño.  Y  yo  les  dije,  que 
me  placía,  y  que  no  tenía  enojo  de  ellos,  íalvo  de  los  de 
la  Ciudad;  y  que  para  que  creiefien  que  fu  amiífod  era 
verdadera,  que  les  rogaba,  que  porque  mi  determinación 
era  de  no  levantar  el  Real,  halla  tomar  por  paz,  ó  por 
guerra  á  los  de  la  Ciudad,  y  ellos  tenían  muchas  Canoas 
para  me  ayudar,  que  hicieíTen  apercebir  todas  las  que  pu- 
dieífen,  con  toda  la  roas  Gente  de  Guerra,  que  en  fus  Pob- 
laciones había,  para  que  por  el  Agua  vinielfen  en  nueftra 
ayuda  de  allí  adelante.  Y  también  les  rogaba,  que  porque 
los  Eípañoles  tenían  pocas,  y  ruines  Chozas,  y  era  tiem- 
po de  muchas  Aguas,  que  hicieíTen  en  el  Real  todas  las 
mas  Cafas,que  pudieííen,y  que  trujeííen  Canoas,para  tr3hec 
Adobes,  y  Madera  de  las  Cafas  de  la  Ciudad,  que  citaban 
mas  cercanas  al  Real.  Y  ellos  dijeron,  que  las  Canoas,  y 
Gente  de  Guerra  cíhban  apercebidos  para  cada  día:  y  en 
el  hacer  de  las  Cafas  íírvieron  tan  bien,  que  de  una  par- 

UUÜi  te, 


( i )        DefJe  la  Igleíí.»  mayor  íále  derecha  una  Oil'.c  para  Tacuba,  y  qa 
efto  no  ha  habido  variación. 


2  ¿o  CARTA  DE  RELACIÓN 

te,  y  de  la  otra  de  las  dos  Torres  de  la  Calzada,  donde 
yo  ertaba  apnfentado,  hicieron  tantas,  que  dende  la  pri- 
mera Cafa,  harta  la  portrera,  habría  mas  de  tres,  ó  quatro 
tiros  de  Ballefta.  Y  vea  Vueftra  Mageftad,  qué  t3n  ancha 
puede  íer  la  Calzada,  que  va  por  lo  mas  hondo  de  la  La- 
guna, que  de  la  una  parte,  y  de  la  otra  iban  eftas  Cafas,  y 
quedaba  en  medio  hecha  Calle,  que  muy  á  placer  á  pie,  y 
á  caballo  Íbamos,  y  veníamos  por  ella;  y  había  á  la  conti- 
nua en  el  Real,  con  Efpañoles,  y  Indios,  que  les  fervían, 
mas  de  dos  mil  perfonas,  porque  toda  la  otra  Gente  de 
Guerra,  nueftros  Amigos ,  fe  apofenraban  en  Cuyoacan, 
que  ertá  legua,  y  media  del  Real,  y  también  eftos  de  ef- 
tas  Poblaciones  nos  proveían  de  algunos  Mantenimientos, 
de  que  teníamos  harta  neceíídad  ,  efpecialmente  de  Pef- 
cado,  y  de  Cerezas,  (i)  que  hay  tantas,  que  pueden  baf- 
tecer  en  cinco,  ó  feis  mefes  del  año,  que  duran,  á  doblada 
Gente  de  la  que  en  efta  Tierra  hay. 

Como  dos,  ó  tres  días  arreo  habíamos  entrado  por 
la  parte  de  nucího  Real  en  la  Ciudad,  fin  otros  tres,  ó  tea- 
tro, que  habíamos  entrado,  y  ííempre  habíamos  visoria 
contra  los  Enemigos,  y  con  los  Tiros,  y  Balleftas,  y  Efco- 
petas  matábamos  infinitos,  penfábamos,  que  de  cada  hora 
fe  movieran  á  nos  acometer  con  la  Paz,  la  qual  defeábamns 
como  á  la  falvacion:  y  ninguna  cofa  nos  aprovechaba  para 
los  atraher  á  efte  propóíito;  y  por  los  poner  en  mas  nece- 
íídad, y  ver  íl  los  podría  conrtreñir  de  venir  á  la  Paz,  pro- 
pufe  de  entrar  cada  día  en  la  Ciudad,  y  combatilles  con  la 
Gente  que  llevaba,  por  tres,  ó  quatro  partes,  y  hice  ver  ir 
toda  la  Gente  de  aquellas  Ciudades  del  Agua  en  fus  Ca- 
noas: y  aquel  día  por  la  mañana  había  en  nuertro  Real  mas 
de  cien  mil  Hombres,  nueftros  Amigos.  E  mandé,  que  los 
quatro  Bergantines,  con  la  mitad  de  Canoas ,  que  ferím 
harta  mil,  y  quinientas,  fuelíen  por  la  una  parre:  y  que  los 
tres,  con  otras  tantas,  que  fuefien  por  otra,  y  corrieííen  to- 
da 


(i)     Capulines   fe  llaman  las  Zerezas,  pero  de  mal   fabor,  y   muy  ¡nfcuurec 
■4,  las  de  Eípaña. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i6r 

da  la  mas  de  !a  Ciudad  en  romo,  y  quemalTen,  y  hicief- 
Icn  todo  el  mas  daña,  que  pudieílcn.  E  yo  entré  por 
la  Calle  principal  adelante,  y  fallárnosla  toda  defemba- 
razada  fafta  las  Cafas  grandes  de  la  Plaza,  que  ninguna 
de  las  Puentes  eftaba  abierta,  y  pafé  adelante  á  la  Calle, 
que  va  á  falir  á  Tacuba,  en  que  había  otras  feis,  ó  líe- 
te Puentes.  E  de  allí  probeí,  que  un  Capitán,  entrafle 
por  otra  Calle  con  fefenta,  ó  fetenta  Hombres,  y  feis 
de  Caballo  fuellen  á  las  eípaldas  para  los  afegurar:  y 
con  ellos  iban  mas  de  diez,  ó  doce  mil  Indios  nueftros 
Amigos;  y  mandé  á  otro  Capitán,  que  por  otra  Calle 
hicieflé  lo  mifmo:  y  yo  con  la  Gente,  que  me  queda- 
ba feguí  por  la  Calle  de  Tacuba  adelante,  y  ganamos 
tres  Puentes,  las  quales  fe  cegaron:  y  dejamos  para  otro 
día  las  otras,  porque  era  tarde,  y  fe  pudicíTen  mejor 
ganar,  porque  yo  defeaba  mucho,  que  toda  aquella  Ca- 
lle fe  ganalTe ,  porque  la  Gente  de  el  Real  de  Pedro 
de  Albarado  fe  comunicafle  con  la  nueítra,  y  pafaífen 
de  el  un  Real  al  otro ,  y  los  Bergantines  ficieífen  lo 
mifmo.  Y  efte  día  fue  de  mucha  Victoria,  afsí  por 
el  Agua ,  como  por  la  Tierra ,  y  óbofe  algún  defpojo 
de  los  de  la  Ciudad ,  en  los  Reales  del  Alguacil  Ma- 
yor, y  Pedio  de  Albarado  fe  obo  también  mucha  Vic- 
toria. 

Otro  d'3  figuiente  bolví  á  entrar  en  la  Ciudad 
por  la  orden,  que  el  día  pafado,  y  dionos  Dios  tanta 
Victoria,  que  por  las  partes,  donde  yo  entraba  con  la 
Gente,  no  parecía,  que  había  ninguna  reíiftencia:  y  los 
Enemigos  fe  retrahían  tan  reciamente,  que  parecía,  que 
les  teníamos  ganado  las  tres  quartas  partes  de  la  Ciu- 
dad; y  también  por  el  Real  de  Pedro  de  Albarado  les 
daban  mucha  priefa,  y  íín  duda  el  día  pafado,  y  aquei- 
te  yo  tenía  por  cierto,  que  vinieran  de  Paz,  de  la  qual 
yo  ííempre  con  Vi&oria,  y  íín  ella  hacía  todas  las  muef- 
tras,  que  podía.  Y  nunca  por  efíb  en  ellos  hallábamos 
alguna  ferial  de  Paz:  y  aquel  día  nos  bolvímos  al  Real 
con  mucho  placer,  aunque  no  nos  dejaba  de  pefar    en 

XXX  el 


ili  5  CARTA  DE  RELACIÓN 

el  Alina,  por  ver  tan   determinados  de   morir  á  los  de 

la  Ciudad,  (i) 

XXX.  T«ma  En  e^os  días  pafados  Pedro  de  Albarado  había 

Alborada  gran   ganado  muchas  Puentes,  y  por  las  fuftentar,  y  guardar 

paitedelaCiw   ponía  Velas  de  Pie,  y  de  Caballo  de  noche  en  ellas:  y 

da4:y  precifa-   j3  Qtfa  Gente  iba  fe  al  Real,  que  citaba  tres  quartos  de 

t¡  "ule l  Cuatro   legua  de  allí.  E  porque  eñe  trabajo»  era  incomportable, 

Efpañiks ;   y   acordó  de  pafar  el  Real  al  cabo  de  la  Calzada,  que  va 

orden  que  dio   á  dar  al  Mercado  de  Temixtitan,  que  es  una  Plaza  har- 

Cortés     para   t0  nllyor)  que  la  de  Silamanca,  y  toda  cercada  de  Por- 

«faltarlaCiw    ^  ¿  ^  redooda.   ¿  para   llegaf  á  dh   nQ   Je  falt¡lba  de 

ganar  lino  otras  dos,  ó.  tres  Puentes;  pero  eran  muy  an- 
chas, y  pdigrofas  de  ganar,  y  afsí  eftubo  algunos  díis, 
que  fiempre  peleaba,  y  había  Victoria.  E  aquel  día,  que 
digo  en  el.  Capitulo  antes  de  eíte,  como  vía,    que  los 
Enemigos  moftraban  flaqueza,  y  que  por  donde  yo  ef- 
taba les  daba  muy  continuos,  y  recios  combates,  cebó- 
te tanto  en    el  fabpr  de  la   Victoria ,  y    de  las   murhas 
Puentes,  y  Albarradas,  que  les  había  ganado,    que    de- 
terminó de  les  pafar,  y,  ganar  una-Puente,  en  que  había 
mas  de  fefe.nta  pafos  desfechos  de  la  Calzada   todo  de 
Agua,  de  hondura  de  citado,  y  medio,  y  dos:  ¿como 
acometieron  aquel  mífmo  día,  y  los  bergintines  ayuda- 
ron mucho,  pafaron  el  Agua,  y  ganaron    la    Puente,   y 
ííguen  tras  Los  .Enemigos ,    que  iban  pueílos  en    huida. 
É  Pedro  de,  Albarado  daba  mucha    prieía  ,  en    que    fe 
cegaflfe  aquel  pafo,  porque  pafaílen  los    de   Caballo :  y 
también,  porque  cada  día  por  eferito,  y  por  palabra  le 
amonedaba,  que  no  ganaíTe  un  palmo  de  Tierra,  finque 
qued.iffe  muy  feguro  para  entrar,  y  falir  los  de  Caballo, 
porque  eftos  facían  la  Guerra.  E  como  los  de  la  Ciudad 
vieron,  que  no  había  mas  de  quarenta,  ó  cinquenta  Ef- 
pañoles  de  la  otra  parte,  y  algunos  Amigos  nueftros:  y 

que 


(i)  Cortes  fe  compadeció  (iempre  mucho  He  la  terquedad  de  los  Indios,  en  lo 
que  fue  culpado  fu  Emperndar,  y  Caudillo  Quatemoc,  que  primero  quería  ruorir, 
que  entregaríe,  por  evitar  la  nota  de  Cobarde,  que  pulieron  á  Muceczuma,  y  en 
verdad  fue  prudencia. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  i7,f. 

que  los  de  Caballo  no  podían  pafar,  rcbuelven  íobrc 
ellos  tan  de  fúpito,  que  los  hicieron  bolver  las  efpa Idas, 
y  echar  al  Agua:  y  tomaron  vivos  tres,  ó  quatro  Efpa- 
ñolcs,  que  luego  fueron  á  facrihxar,.y  mataron  algunos 
Amigos  nueftros.  E  al  fin  Pedro  de  Albarado  fe  recru- 
jo á  fu  Real:  y  como  aquel  día  yo  llegué  al  nueftro,  f 
fupe,  lo  que  habia°acaecido,  fue  la  cofa  de  el  Mundo, 
que  mas  me  pefó,  porque  era  ocaíion  de  dar  esfuerzo 
á  los  Enemigos,  y  creer,  que  en  ninguna  manera  les  ofa- 
ríamos  entrar.  La  caufa  porque  Pedro  Albarado  quifo 
tomar  aquel  mal  paio,  fue  como  digo,  ver  que  había 
ganado  mucha  parte  de  la  fuerza  de  los  Indios,  y  que 
ellos  moftraban  alguna  flaqueza:  é  principalmente,  por- 
que la  Gente  de  fu  Real  le  importunaban,  que  ganaf- 
fen  el  Mercado,  porque  aquel  ganado,  era  toda  la  Ciu- 
dad caí!  tomada,  y  toda  fu  fuerza,  y  efperanza  de  los 
Indios  tenían  allí;  y  como  los  del  dicho  Real  de  Albarado, 
veían  que  yo  continuaba  mucho  los  combates  de  la  Ciu- 
dad, creían  que  yo  había  de  ganar  primero,  que  ellos 
el  dicho  Mercado:  y  como  eftaban  mas  cerca  de  él,  que 
nofotros,  tenían  por  cafo  de  honra  no  le  ganar  primero. 
E  por  efto  el  dicho  Pedro  de  Albarado  era  muy  impor- 
tunado, y  lo  mifmo  me  acaecía  á  mi  en  nueftro  Real: 
porque  todos  los  Efpañoles  me  ahincaban  muy  recio, 
que  por  una  de  rres  Calles,  que  iban  a  dar  al  dicho  Mer- 
cado enfrailemos,  porque  no  teníamos  reílftencia,  y  ga- 
nado aquel,  temíamos  menos  trabajo;  y  yo  difimulaba 
por  todas  las  vías,  que  podía  por  no  lo  hacer,  aunque 
les  encubría  la  caufa:  y  efto  era  por  los  inconvenien- 
tes, y  peligros,  que  fe  me  reprefentaban;  porque  para 
entrar  en  el  Mercado  había  infinitas  Azoteas,  y  Puentes, 
V  Calzadas  rompidas:  y  en  tal  manera,  que  en  cada  Ca- 
fa, por  donde  habíamos  de  ir,  eftaba  hecha  como  lila 
en  medio  de  el  Agua. 

Como  aquella  tarde,  que  llegué  al  Real  fupe  de 
el  desbarato  de  Pedro  de  Albarado ,  otro  día  de  ma- 
ñana acordé  de  ir  á  fu  Real  para  le  reprehender  lo  pa- 
fado,  y  para  ver  lo  que  habían  ganado,  y  en  aue  par- 

XXXz  te 


i¿4  CARTA  DE  RELACIÓN 

te  había  pafado  el  Real:  y  para  le  avifar  lo  que  fucíFe 
mas  necefario  para  fu  feguridad  ,  y  ofenfa  de  los  Ene- 
migos. E  como  yo  llegué  á  fu  Real,  fin  duda  me  efpan- 
té  de  lo  mucho,  que  eíhba  metido  en  la  Ciudad:  y  de 
los  malos  pafos,  y  Puentes,  que  les  había  ganado;  y 
vifto,  no  les  imputé  tanta  culpa,  como  antes  parecía  te- 
ner, y  platicado  cerca,  de  lo  que  íhbía  de  hacer,  yo 
me  bolví  á  nueftro  Real  aquel  día. 

Pafado  efto,  yo  fice  algunas  entradas  en  la  Ciu- 
dad por  las  partes  que  folia:  y  combinan  los  Bergan- 
tines, y  Canoas  por  dos  partes,  y  yo  por  la  Ciudad  por 
otras  quatro,  y  íiempre  habíamos  Victoria,  y  le  mataba 
mucha  Gente  de  los  Contrarios,  porque  cada   día  venía 
Gente  fin  nú¡nero  en  nueftro  favor.  E  yo  dilataba  de  me 
meter  mas  adentro  en  la  Ciudad;  lo  uno  por   fi    revo- 
carían el  propóííto,  y  dureza,  que  los  Contrarios  tenían; 
y  lo  otro  porque  nueftra  entrada  no  podía  fer  fin  mu- 
cho peligro,  porque  ellos  eftaban  muy  juntos,  y  fuertes, 
y  muy  determinados  de  morir.  Y  como  los    Efpañoles 
veían  tanta  dilación  en  efto,  y  que  había  mas  de  vein- 
te días,  que  nunca  dejaban  de  pelear:  importunábanme 
en  gran  manera,  como  arriba  hé  dicho,  que  entrañemos, 
y  toniaíTemos  el  Mercado,  porque  ganado ,  á  los   Ene- 
migos les  quedaba   poco  lugar,  por  donde  fe   defender, 
y  que  fi  no  fe  quiíieflen  dar,  que  de  hambre,  y  fed  fe 
morirían,  porque  no  tenían,  que  beber  fino  Agua  fala- 
da  de  la  Laguna.  Y  como  yo  me  efe  ufaba,  el  Teforero 
de  Vueftra  Mageftad  me  dijo:  que  todo  el  Real  afirma- 
ba aquello,  y  que  lo  debía  de  hacer;  y  á  é!,  y  á  otras 
Perfonas  de  bien,  que  allí  eftaban,  les  refpondí:  que  fu 
propólito,  y  defeo  era  muy  bueno:  y  yo  lo  defeaba  mas 
que  nadie;  pero  que  yo  lo  dejaba  de  hacer,  por  lo  que 
con  importunación  me  hacía  decir:  que  era,  que  aunque 
él,  y  otras  Perfonas  lo  hicieflen  como  buenos,  como  en 
aquello  fe  ofrecía  mucho  peligro,  habría  otros  que    no 
lo  hicieífen.  Y  al  fin  tanto  me  forzaron,  que  yo  conce- 
dí, que  íe  haría  en  efte  cafo,  lo  que  yo  pudiefte:  concer- 
tándofe  primero  con  la  Gente  de  los  otros  Reales. 

Otro 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  zéf 

Otro  día  me  junté  con  algunas  Perfonas  Princi- 
pales de  nueftro  Real,  y  acordamos  de  hacer    faber   al 
Alguacil  Mayor,  y  á  Pedro  de  Albarado,  como  otro  día 
ilguiírnte  habíamos  de  entrar  en  la  Ciudad,  y  trabajar  de 
llegar  al  Mercado ;  y  efcribiles  lo  que  ellos  habían    de 
hacer  por  la  otra  parte  de  Tacuba,  y  demás  de  lo  es- 
cribir, paraque  mejor  fueífen  informados ,  embiéles    dos 
Crudos  míos,   paraque  les  avifaiíen  de  todo  el  negocio; 
y  la  orden,  que  habían  de  tener  era,  que  el    Alguacil 
Mayor  fe  vinieífe  con  diez  de  Caballo,  y   cien    Peones, 
y  quince  Balleneros,  y  Eícopeteros  al  Real  de  Pedro  de 
Albarado:  y  que  en  el  fuyo  qucdaífen  otros  diez  de  Ca- 
ballo, y  que  dejafíe  concertado  con  ellos,  que  otro  día 
que  había  de  fer  el  combate,  fe  puííeííen  eja  celada  tras 
unas  Cafas,  y  que  hicieífen  alzar  todo  fu  fardaje,  como 
que  levantaban  el  Real,  porque  los  de  la  Ciudad  falief- 
k~n  tras  de  ellos,  y  la  celada  lesdieífeen  las  efpaldas.  Y, 
que  el  dicho  Alguacil  Mayor  con  los   tres   Bergantines, 
que  reñían,  y  con  los  otros  rres  de  Pedro  de   Albara- 
do ganaífen  aquel  pafo  malo,  donde  desbarataron  á  Pe- 
dro de  Albarado,  y  dieííe  mucha  priefa  en  lo  cegar:  y 
que  pafaflen  adelanre,  y  que  en  ninguna  manera  fe  ale- 
jaíTen,  ni  ganaífen  un  pifo,  fin  lo  dejar  primero   ciego, 
y  aderezado;  y  que  íi  pudieííen  fin  mucho' rieígo,  y  pe- 
ligro ganar  harta  el  Mercado,  que  lo  trabajaífen  mucho, 
poique  yo  había  de  hacer  lo  mifmo:  que  míraiTen,  que 
aunque  efto  les  embiaba  a  decir,  no  era  para   los  obli- 
gar á  ganar  un  pafo  folo,  de  que  les  pudicífe  venir  al- 
gún desbarato,  ó  defman;  y  ello  les  aviíaba  porque  co* 
nocía  de  fus  Perfonas,  que  habían  de  poner  el    roftro, 
donde  yo  les  dijeífe,  aunque  fupieífen  perder  las  vidas. 
Defpachados  aquellos  dos  Criados  mios  con  elle  recau- 
do, fueron  al  Real,  y  hallaron   en  él  á  los   dichos   Al- 
guacil Mayor,  y  á  Pedro  de  Albarado,  á  los  quales  fíg- 
nifícaron  todo  el  cafo,  fegun  que  acá  en  nueftro  Real  lo 
teníamos  concertado.  E  porque  ellos  habían  dé  comba- 
tir por  fola  una  parte,  y  yo  por  muchas;  embiéles  á  decir,; 
que  me  enabiaíTen  fetenta,  ú  ochenta  Hombres  de  Pie,  pa- 

jl  Y  i.  ra 


rz66  CARTA  DE  RELACIOSI 

ra  que  otro  día  tntraílcn  con  raigo:  los  quales  con  aquellos 

dos  Criados    míos   vinieron  aquella    noche  á  dormir    á 

nueího  Reai,  como  yo  les  habu  embiado  á  mandar. 

XXXI  Entra  Dada  la  orden  ya  dicha,  otro    día  delpues    de 

Cortés  en    la   haber  oydo  Miíía  (i)  falieron  de  nueftro  Real  los    fíete 

Ciudad,  y  en  Bergantines  con  mas  de  tres  mil  Canoas  de  nueftros  Ami- 

<¡ue  maño  divi-  „QS.  y  y0  con  ve¡nre  y  cinco  de  Caballo,  y  con  la  Gen- 

áió  fu  Gente,y   Ee  tenía,  y  los  fetenta  Hombres  de  el  Real  de  Ta- 

ioguehadvtr:        '   n /•        -  a        r-       •  ..  i     r- 

tió.etfando pe  Clllja  leguimos  nuelrro  Camino,  y  entramos  en  la  du- 
kando.  R.*tos  dad,  á  la  qual  llegados  yo  repartí  la  Gente  de  efta  ma- 
¡os  Efpnñoks,  ñera:  había  tres  Calles  dende  lo  que  temarnos  ganado, 
fe  ve  Lories  en  ^[K  j^  £  t|a¡.  aj  Cercado,  al  qual  los  Indios  llaman 
Scom \  ía'llé  de  Tianguizco,  (i)  yá  todo  aquel  litio  donde  eftá,  llaraan- 
¿L  aunque  be  le  Tlaltclulco;  y  la  una  de  eftas  tres  Calles  era  la  prin- 
rido.  Efpaño-  cipal,  que  iba  á  dicho  Mercado:  y  por  ella,  dije  al  Te- 
to, é  Indios,  forer0j  y  Contador  de  Vueílra  Mageftad,  que  enfrailen 
que  murieron,       a  fctenta  Hombres,  y  con  mas  de  quince,  ó    veinte 

y    faertficaron        .,    ,      .  «        .  ir»  ¡      ,,        ^ 

As  Indios.  mll  Amigos  nueftros:  y  que  en  la  Retroguarda  llevaíien 
fíete,  ú  ocho  de  Caballo,  y  como  fueíTen  ganando  las 
Puentes,  y  Albarradas, las  fuellen  cegando;  y  llevaban 
una  docena  de  Hombres  con  fus  azadones,  y  mas  nuef- 
tros Amigos,  que  eran,  los  que  hacían  al  cafo  para  el 
cegar  de  las  Puentes.  Las  otras  dos  Calles  van  dende  la 
Calle  de  Tacuba  á  dar  al  Mercado,  y  fon  mas  angadas, 
(y  demás  Calzadas,  y  Puentes,  y  Calles  de  Agua.  Y  por 
la  mas  ancha  de  ellas  mandé  á  dos  Capitanes,  que  en- 
tralfen  con  ochenta  Hombres,  y.. mas  de  diez  mil  indios 
nueftros  Amigos:  y  al  principio  de  aquella  Calle  de  Ta- 
cuba dejé  dos  Tiros  gruefos  con,  ocho  de  Caballo  en 
guarda  de  ellos.  E  yo  con  otros  ocho  de  Caballo,  y  con 
obra,  de  cien  Peones,  en  que  había  mas  de  veinte  y  cin- 
co Balleneros,  y  Efcopeteros,  y  con  infinito  número  de 

nuef- 


__ 


(i)     En  e(  C.impo,  en  una  Cak.iih,  entre  Enemigos,  trabajando  dij,  y  noclie, 
"nunca  fe  omrrí.i  Li  Miíía,  p'araque  rock  la  obr.i  te  'arnbuyeiíe  á    Dios,  y  mas  en 
qijgs  Mofes,  en  que   incomodan  las  Aguas  de  el  Cielo;  y  encima  del    Agua   la 
Habitaciones;  ó  nulas  Tiendas. 

(i)     Tiarfgjiz  fe  llama  el  Meicado:  y  el  mayor  era  en   la  Plaia  de  Tlste!iilcos 
gue  es  donde  eílá  la  Parroquia  de  ¡jaaiiago,  mas  effe  hoy  no  fe  treqiienta. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  'zéf. 

nuefrro.s  Amigos,  fegiú  m¡  Camino,  para   entrar  por   la 
otra  Calle  angefta  todo  lo  mas  que  pudieiíe.  E  á  la  bo- 
ca, de  ella  hice  detener  á  los  de  Caballo,  y   mándeles, 
que  en  ninguna  manera  pafaífen  de  allí,  ni  vinieíTen  tras 
mi  fino  íe  lo  embiaffe  á  mandar  primero:  y  yo  me  apee, 
y  llegamos  á  una  Albarrada,  que  tenían  de  el  cabo  de 
una  Puente,  y  con  un  Tiro  pequeño  de  Campo,  y  con 
Jos  Balleneros,  y  Efcopeteros  fe  la  ganamos,  y  p2famos 
adelante  por  una  Calzada,  que  tenían   rota  por  dos,  ó 
tres  partes.  E  demás  de  eftos  tres  combates,  que  dába- 
mos á  los  de  la  Ciudad,  era  tanta  la  Gente  de  nueftros 
Amigos,  que  por  las  Azoteas,  y  por  otras  partes  les  en- 
traban, que  no  parecía,  que  había  cofa,  que  nos  pudief- 
íe  ofender.  E  como  les  ganamos  aquellas  dos   Puentes, 
y  Albarradas,  y  la  Calzada  los  Efpaiíoles:  nueftros  Ami- 
gos fíguieron  por  la  Calle  adelanre  fin  fe    les   amparar, 
cofa  ninguna,  y  yo  me  quedé  con  obra  de  veinte  Efpa- 
iíoles en  una  Isleta,  que  allí  fe  hacía,  porque  veía,  que 
ciertos  Amigos  nueftros  andaban  embueltos  con  los  Ene- 
migos: y  algunas  vezes  los  retrahían  harta  los  echar  al 
Agua,  y  con  nueftro  favor  rebolvían  (obre  ellos.  E  de- 
irías  de  efto  guardábamos,  que  por  ciertas  traviefas  dé 
Calles  los  de  la  Ciudad  no  falicffen  á  tomarlas  efpaldas 
á  los  Efpañoles,  que  habían  feguido  la  Calle    adelante,. 
los  qualcs  en  efta  fazon  me  embiaron  á  decir,  que  ha- 
bían ganado  mucho,  y  que  no  eftaban  muy  lejos  de  la 
Plaza  de  el  Mercado:  que  en  todo  cafo   querían    pafar 
adelanté,  porque  ya  oían  el  combate,  que   el   Alguacil 
Mayor,  y  Pedro  de  Albarado  daban  por  fu  Ertancia.  E 
yo  les  emb/é  á  decir:  que  en  ninguna   manera   dieffcn 
pafo  adelante,  fin  que  primero  las  Puentes  quedaífen  muy; 
bien  ciegas:  de  manera,  que  fi  tubiefícn  necefidad  de  fe 
rctraher,  el  Agua  no  les  fícíeffe  eftorbo,  ni  embarazo  al- 
guno, pues  fabían,  que  en  todo  aquello  eftaba   el  peli- 
gro; y  ellos  me  tornaron  á  decir,  que  todo  lo  que  ha- 
bían ganado  citaba  bien  reparado,  que  ftseffe  allá,  y  lo 
vena  íi  era  afsí.  Y  yo  con  rezclo,  que  no  fe  defmandai- 
fen,  y  dejaífen  ruin  recaudo  en  el  cegar  de  las  Puentes 

YYYi  fuy, 


i¿8  CARTA  DE  RELACIÓN  ' 

fny.-illáj-y  hi\\é,  que  habían  pafado  una  quebrada  de  la 
Calle,  que  era  de  diez,  ó  doce  pafos  de  ancho:    y  el 
Aguaique  por  ella  paíaba  era  de  hondura  de  mas  de  dos 
eftados,  y  al  tiempo  que  h  palaron  habían    echado  en 
ella  madera,  y  cañas  de  carrizo,  y  como  pafaban  pocos 
á  pocos,  y  con  tiento,  no  fe  había  hundido  la  madera, 
y  cañas :  y  ellos  con  el  placer  de  la   Vi&oria  iban    tan 
embebecidos,  que  penfaban,  que  quedaba  muy  fijo.  E  al 
punro,  que  yo  llegué  á  aquella  Puente  de  Agua  cuytada,(i) 
vi  que  los  Eípañoles,  y  muchos  de  nueftros  Amigos  venían 
puertos  en  muy  gran  huida:  y  los  Enemigos  como  Per- 
ros, dando  en  ellos:  y  como  yo  vi  tan  gran  defman  co- 
menzé  á  dar  vozes  Tener,  tener:  y  ya  que  yo  eftaba  jun- 
to al  Agua,  hállela  toda  llena  de  Eípañoles,  y  Indios:  y 
de  manera,  que  no  parecía  que  en  ella  obieflen  echado 
una  paja:  é  los  Enemigos  cargaron  tanto,  que  matando 
en  los  Eípañoles,  íe  echaban  al  Agua  tras  ellos:  y  ya  por 
la  Calle  de  el  Agua  venían  Canoas  de  los  Enemigos,  y 
tomaban  vivos  los  Eípañoles.  E  como  el  negocio  fue  tan 
de  íúpito,  (i)  y  vi  que  mataban  la  Gente,  determiné   de 
me  quedar  alH,  y  morir  peleando:  y  en  lo  que  mas  apro- 
vechábamos yo,  y  los  otros,  que  allí  eftaban  conmigo, 
era  en  dar  las  manos  á  algunos  triftes  Eípañoles,  que  íe 
ahogaban,  paraque  íalieíTen  afuera:  y  los  unos  falían  he- 
ridos, y  los  otros  medio  ahogados,  y  otros  fin  Armas, 
y  embiabalos  que  fuellen  adelante:  y  ya  en  efto  cargaba 
tanta  Gente  de  los  Enemigos,  que  á  mi,  y  á  otros  doce, 
ó  quince,  que  con  migo  eílaban  nos  tenían  por  todas  par- 
tes cercados.  E  como  yo  eftaba  muy   metido  en  foeor- 
rer  á  los  que  fe  ahogaban,  no  miraba,  ni  me  acordaba 
de  el  daño,  que  podía  recibir:  y  ya  me  venían   á  afir 
ciertos  Indios  de  los  Enemigos;  y  me  llevaran,  íi  no  fue- 
ra pot  un  Capitán  de  cincuenta  Hombres,  que  yo  tra- 
hía  fiempre  con  migo:  y  por  un  Mancebo  de  fu  Compa- 
ñía, el  qual  deípues  de  Dios,  me  dio   la  vida;   é   por 

dar- 

: 
■       i  —  ■ 

(i)     Llama  Cortés  á  la  Puente  cuytada,  noá  la  Agua,  que  es  lo  milmo  que  decir. 
Puente  de  aflicción,  ó  miferable  por  las  defgracias,  ó  cuytas,  que  fucedieroo. 
\i)     De  Íúpito,  es  lo  miimo  que  de  lubito,  ó  ¡mprovifo. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  'ic9 

ciármela,  como  valiente  Hombre,  perdió  allí  la  ftiya.  En  ef- 
te  comedio  (1)  los  Efpañoles,que  falún  desbarbados,  iban- 
fe  por  aquella  Calzada  adelante.*  y  como  era  pequeña, 
y  angoftj,  y  igual  á  la  Agua,  que  los  Perros  la  habían  he- 
cho afsí  de  induftria,  y  iban  por  ella  también  desbarata- 
dos muchos  de  los  nueftros  Amigos,  iba  el  Camino  tari 
embarazado,  y  tardaban  tanto  en  andar,  que  los  Enemigos 
tenían  lugar  de  llegar  por  el  Agua  de  la  una  parte,  y  de 
Ja  otra,  y  tomar,  y  matar  quantcs  querían.  Y  aquel  Capi- 
tán, que  citaba  con  migo,  que  fe  dice  Antonio  de  Quiño- 
nes, dijtme:  "  Vamos  de  aqui,  y  falvémos  vueftra  Perfonay 
"  pues  fjbeís  que  fin  ella  ninguno  de  noíbtfos  puede  ef- 
"  capar;  "  y  no  podía  acabar  con  migo,  que  me  fik'ífc  de 
allí.  Y  como  efto  vio,  afióme  de  los  brazos,  para  quedief- 
femos  la  buelta;  y  aunque  yo  holgara  mas  con  la  muerte, 
que  con  la  vida,  (z)  por  importunación  de  aquel' Capitán, 
y  de  otros  Compañeros  que  allí  eftaban,  nos  comenzamos 
á  retraher,  peleando  con  nueírras  Eípadas,  y  Roddás  con 
los  Enemigos,  que  venían  hiriendo  en  nofotros.  Y  eii  efto 
llega  un  Criado  mió  á  caballo,y  hizo  algü  poquito  dé  lugar? 
pero  luego  dende  una  Azotea  baja  le  dieron  Una  lanzada 
por  la  garganta,  que  le  hicieron  dar  la  buelfa;  y  eftando  en 
efte  tan  gran  conflito,  efperando  que  la  Gente  pafaííe  poC 
aquella  Calza dilla  á  ponerfe  en  falvo,  y  nofotros  detenien- 
do los  Enemigos,  llegó  un  Mozo  mió  con  un  Caballo,  pa- 
ra que  cavalgafle;  porque  era  tanto  el  lodo,  que  había  erí 
la  Calzadill.i,  délos  qué  entraban,  y-  falían  por  él  Agua, 
que  no  había  perforta  que  fe  pudiefle  tener,  mayormente 
con  los  empellones,  que  los  unos  á  otros  fe  daban,  por  CaU. 
varfe.  E  yo  cabalgué,  pero  no  para  pelear,  porque  allí  era; 
impofíble  podetlo  hacer  á  caballo;  porque  fí  pudiera  fer, 
antes  de  la  Calzadilla,  en  una  Isleta  fe  habían  hallado  los! 
Oi.ho  de  Caballo,  que  yo  había  dejado,  y  no  habían  poJ 
elido  hacer  menos  de  fe  volver  por  ella;  y  aun  la  vuelta  era 

tan, 
til 


(1)     En  efte  intermedio. 
•     (i)     Los   que-  minoran  éí  mérito  de  la  Conquifh,  reflexionen  ("Are  ío  que  squí 
eipieííi   Cortés,  pues  fue  tan  grande  el  rieígo,   que  es  tnar;}Y¡ll»f  <pé  fe  h<J£ 
»¡eíTe  libertado  de  él. 


lio  CARTA  DE  RELACIÓN 

tan  peligrofa,  que  dos  Yeguas,  en  que  iban  dos  Criados 
m¡os,  cayeron  de  aqueiia  CalzadiHa  en  el  Agua»  y  la  una- 
mataron  los  Indios,  y  la  otra  falvaron  unos  Peonas;  y 
c;ío  Mancebo,  Criado  mío,  que  fe  decía  Chriftoval 
de  Guzman,  cabalgó;  en  un  Caballo,  que  allí  en  h 
Islcta  le  dieron  y  para  me  lo  llevar,  en  que  me  pu- 
dieííe  falvar ,  y  á  él,  y  al  Caballo,  antes  que  ám! 
llegaífe,  mataron  los  Enemigos:  la  muerte  del  qual  pufo 
á  todo  el  Real  en  tanta  trifteza,  que  harta  hoy  eftá  recien- 
te el  dolor  de  los  que  lo  conocían.  E  ya  con  todos  nuef- 
tros  trabajos,  plugo  -á  Dios,  que  los  que  queda  mis",  fili- 
mos  á  la  Calle "'de  Tacaba,  que  era  bien  ancha;  y  recogidí 
la  Gente,  yp,  con  nueve  de  Caballo,  me  quedé  en  la'Re- 
troguarda:  yjos  Enemigos  venían  con  tata  victoria,  y  orgu- 
llo, que  no  parecía  fino  que  ninguno  habían  de-  dejar  á 
vida;  y  jetrayendorne  lo  mejor  que  pude,  embié  á  decir  al 
Tcíbrero,  y  al  Contador,  que  fe  rétruxelTen  á  la  Plaza  con 
mucho  concierto:  lo  mifmo  embié  á  decir  á  los  otros  dos 
Capiwnes,  que  habían  entrado  por  la  Calle,  que  iba  al 
Mercado;,  y  los  unos,,  y  los  otros  habían  peleado  valiente- 
mente, y  ganado  muchas  Albarradas,  y  Puenres,  que  ha-:, 
bían  muy  bien  cegado;  lo  q'ual  fue  caufa  de  no  recibir  da- 
ña alretraber.  E  antes  que  el  Teforero,  y  Contador  fe  re- 
truxeffefl,  yalos  de  la  Ciudad,  por  encima  de  una  Albar- 
rada,  cjotfde  peleaban,  les  habían  echado  dos,  ó  tres  ca- 
bezas díÉ  Chriftjanos,  aunque  no. fupieron  por  entonces  íi 
eran  de'los  del  Rea!  de  Pedro  de  Alvarado,  ó  del  nueftro. 
Y, recogidos  todos  á  lar Plaza,  cargaba  por  todas  partes 
tanta, Gente  de  los  Enemigos  fobre  nofottos,  que  teníamos 
bien  que  hacer  en  los  defviar :  y  por  lugares,  y  partes; 
donde  ante-s  de  eíie,  desbarato  jip  <)fáran  efperar  á  tres  de 
Caballo,  y  á  diez  Peones;  y  incontinente,  en  una  Torre  al- 
ta de;  fus  ídolos,  que  eftaba  allí  junto  á  la  Plaza,  pufíe- 
ron  muchos  perfumes;  y  faumerios  de  tinas  Gomas,  que 
hay  en  efta  Tierra,  que  parece  mucho  á  Anime:  (i)  lo  qual 

ellos 


(i)  Son  Gomas,  Liquidambar,  y  gotas  de  Arboles  muy  clorólas,  y  hay 
también  A-nime,  ó- Aniípef.Copal,  afsí  ,d,ic|íO  .de!  Mexicano.,  Copallr",  y  Xociico- 
pal,  que  es  como  Elrcuque.  ^   '     ' 

.la  sb  o1- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  z7r 

ellos  ofrecen  á  fus  ídolos,  en  leñal  de  viclorij;  y  aunque 
qniíieramos  mucho  eftorvarfelo,  no  fe  pudo  hacer,  porque 
ya  la  Gente  á  mas  andar,  fe  iban  hacia  el  Real.  En  eñe  des-, 
barato  mataron  los  Contrarios  treinta  y  cinco,  ó  quaren- 
ta  Efpañoles,  y  mas  de  mil  Indios  nueftros  Amigos,  y  hi- 
rieron mas  de  veinte  Ghriflianos,  y  yo  falí  herido  en  una 
pierna:  perdiófe  el  Tiro  pequeño  de  Campo,  que  habia«\ 
mos  llevado,  y  muchas  Ballenas,  y  Efcopetas,  y  Armas. 
Los  de  la  Ciudad,  luego  que  hubieron  la  victoria,  por  ha-, 
cer  dcfmayar  al  Alguacil  Mayor,  y  Pedro  de  Alvarado, 
rodos  los  Efpañoles  vivos ,  y  muertos  que  tomaron,  los 
llevaron  al  (i)  Tatebulco,  que  es  el  Mercado,  y  en  unas 
Torres  altas,  que  allí  eftán,  defnudos  los  facrificaron,  y¡ 
abrieron  por  los  pechos,  y  les  facaron  los  corazones  para, 
ofrecer  á  los  ídolos;  ló.qual  los  Efpañoles  del  Real  de  Peí 
dro  de  Alvarado  pudieron  ver  bien  de  donde  peleaban, 
y  en  los  cuerpos  defnudos,  y  blancos,  que  vieron  facrirT* 
car,  conocieron  que  eran  Chriftianos:  y  aunque  por  ello 
hubieron  gran  trifteza,  y  defmayo,  fe  retraxeron  á  fu  Real, 
habiendo  peleado  aquel  día  muy  bien,  y  ganado  cafi  haf-j 
ra  eldicho  Mercado:  el  qual  aquel  día  fe  acabara  de  ganar* 
ñ  Dios,  por  nueftros  pecados,  no  permitiera  tan  gran  def- 
man:  noíbtros  fuimos  á  nueftro  Real  con  gran  triíteza,  al- 
go mas  temprano  que  los  otros  días  nos  foliamos  retrae 
her:  y  también  porque  nos  decían,  que  los  Bergantines  eran 
perdidos,  porque  los  de  la  Ciudad  con  las  Canoas  nos  to-i 
maban  las  efpaldas,  aunque  plugo  á  Dios,  que  no  fue  afsí^ 
puefto  que  los  Bergantines,  y  las  Canoas  de  nueftros  AmU 
gos  fe  vieron  en  harto  eftrecho:  y  tanto,  que  un  Bergantiti 
je  erró  poco  de  perder,  y  hirieron  al  Capitán,  y  Maeftre: 
de  él,  y  el  Capitán  murió  defde  á  ocho  días.  Aquel  día,  y 
la  noche  figuiente  los  de  la  Ciudad  hacían  muchos  rego-n 
cijos  de  Bocinas,  y  Atabales,  que  parecía  que  fe  hundían,- 
y  abrieron  todas  las  Calles,  y  Puentes  del  Agua,  como  de 
antes  las  tenían,  y  llegaron  á  poner  fus  Fuegos,  y  Velas  de 

ZZZi  no-í 


• 

m.      >m 


,       x  TI  II 

(0     lUclulco. 


*$g  CARTA  DE  RELACIÓN 

noche  á  dos  tiros  de  Ballefta  de  nucflro  Real;  y  cómo  ro- 
dos falímos  tan  desbaratados,  y  heridos,  y  fin  Armas, 
h  >bía  neceíidad  de  defearifar,  y  rehacernos.  En  eíte  come- 
dio los  de  la  Ciudad  tubicrori  lugar  de  embiar  fus  Men- 
sajeros á  muchas  Provincias  á  ellos  íüjetas,  á  decir,  como 
habían  habido  mucha  victoria,  y  muerto  -muchos  Chriftia- 
nos,  y  que  muy  prefto  nos  acabarían?  qae  en  ninguna  ma- 
nera trataCTen  Paz  con  noforros;  y  la  creencia  que  llevaban 
eran  las  dos  cabezas  de  Caballos,  que  mataron.,  y  otras  al- 
gunas de  los  Chriftianos,  las  quales  andubieron  moftrando 
por  donde  á  ellos  parecía  c(ue  convenía,  que  fue  mucha 
ocaíion  de  poner  en  mas  contumacia  á  los  rebelados,  que 
de  antes:  mascón  todo,  porque  los  de  la  Ciudad  no  to- 
maífen  roas  orgullo,  ni  íintieífen  nueftra  flaqueza,  cada  día 
algunos  Efpañoles  de  píe,  y  de  caballo,  con  muchos  de 
nueílros  Amigos,  iban  á  pelear  á  la  Ciudad,  aunque  nun- 
ca podían  ganar  mas  de  algunas  Puentes  de  la  primera 
Calle,  antes  de  llegar  á  la  Plazas 
WtS.ttiÉfH*  Dende  á  dos  días  del  desbarato,  que  ya  fe  fabía 

ufTn°  C°r  por  toda  la  Comarca,  los  Naturales  de  una  Población,  que 

tés  á  Quema-  \.     ,.  '       v  _  .  ,  .     _.    , ""* 

vaca  i  y  logra  íe  dice  Quarnaguacar,  (í)  que  eran  iujetosala  Ctudad,  y, 
Victoria,  AíU  fe  habían  dado  por  nueílros  Amigos,  vinieron  al  Rea!,  y  dn 
mitabie  faedo,  jeronme,  como  los  de  la  Población  de  Marioalco  (z)  qua 
que  hizo  el  Se-  eran  fos  yecjnoSj  ies  hácíari  mucho  daño,  y  les  deíhiiían 
ratéele  en'^úñ  ^u  Tierra,  y  que  agora  fe  juntaban  cOn  los  de  la  Provincia 
d falto   á  Te-  de  Cuifco,  (3)  que  es  grande^  y  querían  venir  fobre  ellos 
toixtftaá.         gj  los  matar,  porque  fe  habían  dado  por  Vafallos  de  Vuef- 
ífa  Mageftad,  y  nueílros  Amigos:  y  que  decían,  que  def- 
pues  de  ellos  deítruidos,  habían  de  venir  fobre  noforros; 
y  aunque  lo  pafado  era  can  de  poco  tiempo  acaecido,  y  te- 
níamos necefidad  antes  de  fer  focorridos,  que  de  dar  fo- 
corroj  porque  ellos  meló  pedían  con  mucha  inftancia, de- 
terminé de  fe  lo  dar;  y  aunque  tube  mucha  contradicion,y¡ 
decían  que  me  deítruía  en  Tacar  Gente  del  Real,  defpaché^ 

con 


¿.  i  . 

11  11  1-  1  11  ■  — — — »<h— ■— — Jl     1 1      1» >.- 


(1)  Cuern.ib.ici. 
(1)  Maiinalco. 
¿5)    Puede  fer  Huifon» 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  tyg 

con  aquellos,  que  pedían  focorro  ochenta  Peones,  y  diez 
de  Caballo,  con  Andrés  de  Tapia  Capitán:  al  qual  en- 
comendé mucho,  que  ficiefle,  lo  que  mas  convenía  al  Ser* 
vicio  de  Vueftra  Mageftad,  y  noeftra  feguridad,  pues 
veía  la  neceíídad,en  que  eftabamos,  y  que  en  ir  y  bol- 
ver  no  eftubiefle  mas  de  diez  días;  y  él  fe  partió,  y  lle- 
gado á  una  Población  pequeña  que  eftá  entre  Marinalco, 
y  Coadnoacad  (i)  halló  á  los  Enemigos,  que  le  eftaban 
eíperando:  y  él  con  la  Gente  de  Coadnoacad,  y  con  la 
que  llebaba  comenzó  fu  Batalla  en  el  Campo,  y  pelea- 
ron también  los  nueftros,  que  desbarataron  los  Enemn 
gos,  y  en  el  alcanze  los  ííguieron  fafta  los  meter  en  Ma- 
rinalco:  que  eftá  afentado  ea  un  Cerro  muy  alto,  y  don- 
de los  de  Caballo  no  podían  fubir;  y  viendo  efto  deí- 
fruyeron  lo  que  eíbba  en  el  Llano,  y  bolvieronfe  á  nuef- 
tro  Real  con  efta  Victoria  dentro  de  los  diez  días;  en  lo 
alto  de  efta  Población  de  Maiinalco  hay  muchas  Fuentes 
de  muy  buena  Agua,  y  es  muy  frefea  cofa. 

En  tanto  que  efte  Capitán  fue,  y  vino  á  efte  fo- 
corro, algunos  Efpañoles  de  Pie,  y  de  Caballo,  como  hé 
dicho,  con  nueftros  Amigos  entraban  á  pelear  á  la  Ciu- 
dad fafta  cerca  de  las  Cafas  grandes,  que  eftan  en  la 
Plaza:  y  de  allí  no  podían  paíar,  porque  los  de  la  Ciu- 
dad tenían  abierta  la  Calle  de  Agua,  que  eftá  á  la  bo- 
ca de  la  Plaza,  y  eftaba  muy  honda,  y  ancha:  y  de  la 
otra  parte  tenían  una  muy  grande,  y  fuerte  Albarrada, 
y  allí  peleaban  los  unos  con  los  otros,  fafta  que  la  no- 
che los   defpartió. 

Un  Señor  de  la  Provincia  de  Tafcaltecal,  que  fe 
dice  Chichimecatecle,  de  que  atrás  hé  fecho  Relación,  que 
trujo  la  Tablazón,  que  fe  hizo  en  aquella  Provincia  pa- 
ra los  Bergantines,  defde  el  principio  de  la  Guerra  ren- 
día con  toda  fu  Gente  en  el  Real  de  Pedro  de  Albara- 
do:  y  como  vía,  que  por  el  desbarato  pafado  los  Ef- 
pañoles, no  peleaban  como  folian,  determinó   fia  ellos 

AAAA  de 


(i)    Enere  Maiinalco,  y  Cucrrubaca. 


i74  CARTA  -DE  RELACIÓN 

de  entrar  el  con  fu  Gente  á  combatir  los  dé  la  Ciudad,- 
dejando  quatrocientos  Flecheros  délos  fuyos  á  una  Puen- 
te quitada  de  Agua  bien  peligrofa,  que  ganó  á  los  de 
la  Ciudad,  lo  qual  nunca  acaecía  fin  ayuda  nueftra,  pa- 
fó  adelante  con  los  fuyos,  y  con  mucha  grita ,  apelli- 
dando, y  nombrando  á  f u  Provincia,  y  Señor,  pelearon 
aquel  día.  muy  reciamente,  y  obo  de  una  parte,  y  otra 
muchos  heridos  5. y  muertos;  y  los  de  la  Ciudad  bien 
tenían  creído,. que  los  tenían  afidos,  porque  como  es 
Gente,  que  al  rerraher,  aunque  fea  fin  Viétoria  fíguc  con 
mucha  determinación,  penfaron  que  al  pafar  del  Agua, 
dónde  íuele  (er  cierto  el  peligro,  fe. habían  de  vengar, 
muy  bien  cíe  ellos.- E  para  efte  efeclo,  y  íocorro  Chichi- 
roecateck  había  dejado  junto  al  pafo  de  el  Agua  los 
quatrocientos  Flecheros:  y  como  ya  fe  venían  retrayen- 
do, los  deja  Ciudad  cargaron  fobre  ellos  muy  de  goI-J 
pe,  .y  los  dG.Tafcjjltccal  echaronfe  al  Agua,  y  con  el 
favor  de  los  Flecheros  pafaron;  y  los  Enemigos,  con  la 
-rclifleacia  que  en  ellos  fallaron,  fe  quedaron,  y  aun  bien 
efpantadqs  de  la  ofadía  ,  que  había  tenido  Chichimer 
-catéele.  (1)  ■ 
XXXIII.  Cor-  Dende  á  dos  duts,  que  los  Efpañoles  vinieron  de 

™  /°,co.,re  .  hacer  Guerra  á  los  de  Marinalco,  fegun  que  Vueílra  Ma- 
Sandoval:  ven-  ge"a  habrá  vtíto  en  ¡os  Capítulos  antes  de  efte,  llega- 
ce, y  fe  dan  por  ron  á  nueftro  ileal  diez  Indios  de  los  Otumies,  que  eran 
Subditos  ¡os  Se  JEfclavos.de  los  de  la  Ciudad:  y  como  hé  dicho,  ha-: 
forestyto  de  bjando(-e  dado  por  Vaf41os  de  Vueftra  Mageftad.y  cz- 
Quifcon,  ^a  "Ia  venlan  e0  nueílra  ayuda  a  pelear;  y  dijeronme, 

como  los  Señores  de  la  Provincia  de  Matalcingo,  (2)  que 
fon  fus  Vecinos,  les  facían  Guerra,  y  des  deftruían  fu 
•Tierra,  y  les  habían  quemado  un  Pueblo,  y  llevadoles 
alguna  Gente,  y  que  venían  deflruycndo  quanto  podbn, 
•y  con  intención  de  venir  á  nueftros  Reales,  y  dar  fobre 
iiofotros,  porque  los  de  la  Ciudad  faücííen,  y  nos  aca- 
•baífen;  y  á  lo  mas  de  eíto  dimos  crédito,  porque  de  po- 
cos 


(1)     Eíta  acción   prueba,  que  en  los   Indios  hay   esfuerzo,  y  valor. 
(»)    Puede  fer  Temaícalzingo, 


DE  O.  FERNANDO  CORTES.  i75> 

eos.  días  á  aquella  parte,  cada  vez  que  cintrábamos  á  pe- 
lear, nos  amenazaban  con  los  de  efta.  Provincia  de  ¡Vía- 
talcimgo;  de  la  qual,  aunque  no  teníamos  mucha  noticia^ 
bien  rabiamos  que  era  grande,  y  que  cftaba  veinte,  y 
dos  leguas  de  nueftros  Reales;  y  en  la   queja  que   eftos 
Otumics  nos  daban  de  aquellos  íus  Vecinosj  daban  á  en-t 
tender,  que  los  dieilemos  focorro,  y  aunque   lo   pedían 
en  muy-  recio  tiempo,  confiando  en  el    ayu  la  de   Diosrj 
y  por  quebrar   algo  las  alas  á  los  de  la  Ciudad  ,    que 
cada  día  nos  amenazaban  con  eftos,  y  moftraban  tener 
efperanza  de  fer  de  tilos  foeorridos:  y  efte  focorro  de 
ninguna  parte  les  podía  venir,  fi  de  eftos  no,   derermi-^ 
né  de  embiar  allá  á  Gonzalo  de  Sandoval  Alguacil  Ma-; 
yor  con  diez  y  ocho  de  Caballo,  y  cien  Peones,  en  que 
había  folo  un  Ballenero,  el  qual  fe  partió  con  ellos,  y 
con  otra  Gente  d.e  los  Otumies  nueftros  Amigos;  y  Dios 
fabe  el  peligro,  en  que  todos  ellos  iban,  y  aun  el    er* 
que  noíotros  quedábamos;  pero  como  nos  convenía  mof* 
trar  mas  esfuerzo,  y  ánimo,  que  nunca,  y  morir  pelean* 
do,  disimulábamos  nueftta  flaqueza  afsí  con  los  Amigos 
como  con  los  Enemigos;  pero  muchas,  y  muchas  vezes 
decían  los  E'pañoles,  que  plugieífe  á  Dios,  que  con  las 
vidas  los  dejaííen,  y  fe  vieííen  vencedores  contra  los  de 
la  Ciudad,  aunque  en  ella,  ni  en  toda  la   Tierra,  no 
obieífen  otro  ínteres,  ni  provecho,  por  dó  fe  conocerá 
la  aventura,  y  necefidad  extrema,  en  que  teníamos  nuel- 
tras  Perfonas,  y  vidas.  El  Alguacil  Mayor  fue  aquel  día 
á  dormir  á  un  Pueblo  de  los  Otumics,  que  eftá  fronte- 
ro de  Marinalco:  y  otro  día  muy  de  mañana  fe  partió^ 
y  llegó  á  unas  Eftancias  de  los  dichos  Otumies,  las  qua- 
les  halló  fin  Gente,  y  mucha  parte  de  ellas  quemadas:' 
y  llegando  mas  á  lo  Llano,  junto  á  una  Ribera  halló  mucha 
Gente  de  Guerra  de  los  Enemigos,  que  habían  acaba- 
do de  quemar  otro  Pueblo:  y  como  le  vieron  comenza- 
ron á  dar  la  vuelta,  y  por  el  Camino,  que  llevaban  en 
pos  de  ellos,  hallaban  muchas  cargas  de  Maiz,  y  de  Ni-, 
ños  aíTados,  que  t sabían  para  fu  Provilion,  las  quales  h¿H 

AAAÁi  íuarj 


%ii  CARTA  DE  RELACIÓN 

bian  dejado,  como  habían  fentido   ir   los  Efpañoles;  y, 
pafado  un  Rio,  que  allí  eftaba  más  adelante  en  lo  Llano, 
los  Enemigos  comenzaron  á  reparar»  y  el  Alguacil  Ma- 
yor con  los  de  Caballo  rompió  por  ellos,  y  desbarató- 
los: y  puertos  en  huydá  tiraron  fu  Camino  derecho  á  fu 
Pueblo  de  Mátalcingo,  qué  eftaba  cerca  de  tres    leguas 
de  allí :  y   en  todas  duró  el  alcarize  de  los  de  Caballo 
fafta  los  encerrar  en  el  Pueblo ,  y  allí  efperaron   á    los 
Efpañoles,  y  á  nueftros  Amigos,  los  qaales  venían  ma- 
tando   en  los  que  los  de  Caballo  atajaban,   y    dejaban 
atrás.  Y  en  efte  alcánze  murieron  más  de  dos  mil   de 
los  Enemigos,  llegados  los  de  Pie  donde  eíhban  los  de 
Caballo,  y  nueftros  Amigos,  que  pafaban  de  fcfenta  mil 
Hombres  comenzaron  á  huir  hacia  el  Pueblo,  adonde  los 
Enemigos  hicieron  roftro,  en  tanto  que  las  Mugercs,  y 
los  NiñoS,  y  fus  Haciendas  fe  ponían  en  falvo  en   una 
Fuerza,  que  eftaba  en  un  Cerro  muy  alto,   que   eftaba 
allí  junto.  Pero  como  dieron  de  golpeen  ellos,  hiriéron- 
los también  retraher  á  la  Fuerza,  que  reñían  en  aquella 
altura,  que  era  muy  agrá,  y  fuerte}    y  quemaron,  y  ro- 
baron el  Pueblo  en  muy  breve  efpacio,  y  como  era  tan- 
de  el  Alguacil  Mayor  no  quifo  combatir  la   Fuerza,  y 
también  porque   tftaban    muy  canfados,    porque    todo 
aquel  día  habían  peleado;  los  Enemigos  toda  la  mas  de  la 
iioche  defpendieron  en  dar  alaridos,  y  hacer  mucho  ef- 
truendo  de  Atabales,  y  Bocinas. 

Otro  día  de  mañana  el  Alguacil  Mayor  con  to- 
da la  Gente  comenzó  á  guiar  para  fubirles  á  los  Ene- 
migos aquella  Fuerza,  aunque  con  temor  de  fe  ver  en 
trabajo  en  la  refiftencia,  y  llegados;  no  vieron  Gente  nin- 
guna de  los  Contrarios;  é  ciertos  Iridios  Amigos  nuef- 
tros defcendían  de  lo  alto,  y  dijeron,  que  no  había  na- 
die, y  que  al  quafto  de  el  Alba  fe  habían  ido  todos 
los  Enemigos.  Y  eftando  afií  vieron  por  todos  aquellos 
Llanos  de  la  redonda  mucha  Gente,  y  eran  los  Octimies: 
c  los  de  Caballo  creyendo,  que  eran  los  Enemigos  cor- 
rieron hacia  ellos,  y  alanzeáron  tres,  ó  quarro;  y  como 
la  Lengua  ¿e  los  Otumies  es  diferente  de  efta  otra  de 

Cu- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  l77 

Culúa,  no  los  entendían,  mas  de  como  echaban  las  Ar- 
mas y  fe  venían  para  los  Efpañoles:  y  todavía  alancea- 
ron tres,  ó  quatroi  pero  ellos  bien  entendieron,  que  ha- 
bía fido  por  no  los  conocer.  E  como  los  Enemigos  no 
efperaron,  los  Efpañoles  acordaron  de  fe  volver  por  otro 
Pueblo  fuyo,  que  también  efteba  de  Guerra;  pero  como 
vieron  venir  tanto  poder  fobre  ellos,  falieronle  de  paz;  y 
el  Alguacil  mayor  habló  con  el  Señor  de  aquel  Pueblo,  y 
dijole,  que  ya  fabía,  que  yo  recibía  con  buena  voluntad  á 
todos  los  que  fe  venían  á  ofrecer  por  Vafallos  de  Vueftra 
Mageftad,  aunque  fueííen  muy  culpados:  que  le  rogaba,que 
fuellé  á  hablar  con  aquellos  de  Matalcingo,  (i)  para  que 
fe  vinieífen  á  mi:  y  profirióle  de  lo  hacer  afsí,  y  de  frahec 
de  paz  á  los  de  Marinalco;  y  afsí  fe  volvió  el  Alguacil  Ma- 
yor con  efta  Vi&oria  á  fu  Real.  E  aquel  di'a  algunos  Efpa- 
ñoles citaban  peleando  en  la  Ciudad,  y  los  Ciudadanos  ha- 
bían embiado  á  decir,  que  fueffe  allá  nueftra  Lengua,  por- 
que querían  hablar  fobre  la  Paz:  la  qual,fegun  pareció,ellos 
no  querían  lino  con  condición,  que  nos  fueffemos  de  toda  la 
Tierra:  lo  qual  hicieron  á  fin  que  los  dejalíemos  algunos 
días  defeanfar,  y  fornecerfe  de  lo  que  habían  meneírer, 
aunque  nunca  de  ellos  alcanzamos,  dejar  de  rener  voluntad 
de  pelear  fíempre  con  nofotros;  y  eftando  afsí  platicando 
con  la  Lengua  muy  cerca  los  Nueftros  de  los  Enemigos, 
que  no  había  fino  una  Puente  quitada  en  medio,  un  Vie- 
jo de  ellos,  allí  a  vifta  de  todos,íacó  de  fu  Mochila,(i)  muy; 
de  efpacio,  ciertas  cofas,  que  comió,  por  nos  dar  á  en- 
tender, que  no  tenían  necefidad,  porque  nofotros  les  de** 
ciamos,  que  allí  fe  habían  de  morir  de  hambre;  y  nuef- 
tros Amigos  decían  á  los  Efpañoles,  que  aquellas  Paces 
eran  faifas,  que  peleaffen  con  ellos:  y  aquel  día  no  fe  pe- 
leó mas,  porque  los  Principales  dijeron  á  la  Lengua,  que 
me  habla  líe. 

Dende  á  quatro  días,  que  el  Alguacil  Mayor  vino 
de  la  Provincia  de  Matalcingo,  los  Señores  de  ella,  y  de 
Marinalco,  y  de  la  Provincia  de  Cuifcon,  que  es  gtande,  y. 

BBBB  mu- 

»-  .       ....       ■  ' '  '       >.     '      —         i  ■ 

(i)     M.ithhlcingo. 

(z)     Mochila  fegun  Cobarrubias  íe  llama  la  Taleguilla,  en  que  el  Soldado  lie-* 

ba  fu  Reheleo,  ó  fu  Ropa. 


278  CARTA  DE  RELACIÓN 

mucha  cofa,  y  citaban  también  rebelados,  vinieron  á  nuef- 
tro  Real,  y  pidieron  perdón  de  lo  pafado,  y  ofrecieronfe 
de  fervir  muy  bien:  y  afsí  lo  hicieron,  y  han  hecho  haíta 
ahora. 
XaXIK  Emm  En  tanto  qué  el  Alguacil  Mayor  fue  á  Matakingo, 

hallen  de  noche  jos  ¿¡£  |a  Ciudad  acordaron  de  falir  de  upehe,  y  dar  en 
í°¡  cítpTZ  ^  Real  de  Alvarado:  y  al  quarto  del  Alba  dan  de  golpe. 
Pedro  de  Aha  E  como  las  Velas  de  Caballo,  y  de  Pie  lo  fintieron,  apelli-  • 
rado\y  reflfli  daron  de  llamar  al. Arma  :  y  los  que  allí  citaban  arremetie- 
dos,  fe  vuelven  ron  á  eÜQSi  y  como  los  Enemigos  fintieron  los  de  Caballo, 
a  la   Ciudad.  echarotlfe  aj  Agua;  y  en  tanto  llegan  los.  nueítros,  y  pelea- 

Re/uche  Cor*  j     '        i.  u  r  ..  •  r 

tés  derribar  cu  ron  mas  de  tres  hora¡s  con  ellos:  y  nolotios  oímos  en  ouef- 
nuto ganafe  en  tro  Real  un  Tiro  de  Campo,  que  tiraba,  y  como  teníamos 
ella.  recelo,  no  lqs  desbarataífen,  yo  mandé  armar  ía  Gente  pa- 

ra entrar  por  la  Ciudad,para  que  aflojaííen  en  el  combate  de 
Alvarado;  y  como  los  Indios  hallaron  tan  recios  á  Jos  Eí- 
pañoles,  acordaron  de  fe  volver  á  fu  Ciudad:  y  noiotros 
aquel  día  fuimos  á  pelear  á  ]a  Ciudad. 

En  eíta  fazon,  ya  los  que  habíamos  falido  heridos 
del  desbarato,  eítabamos  buenos,  y  á  la  Villa  Rica  habí* 
aportado  un  Navio  de  Juan  Ponce  de  León,  que  habían 
'desbaratado  en  la  Tierra,  ó  Isla  Florida:  y  los  de  la  Villa; 
embiáronme  cierta  Pólvora,  y  Balleítas,  de  que  temamos 
nmy  cítrema  necefidad:  y  ya,  gracias  á  Dios,  por  aquí  á  U 
redonda  no  teníamos  Tierra,  que  no  fuelfe  en  nueftro  fa- 
vor; y  yo,,'  viendo  como  eítos  de  la  Ciudad  citaban  tan 
rebeldes,  y  con  la  mayor  mueítra,  y  determinación  de  rno- 
'rir,  que  nunca  Generación  tubo.,  (i)  no  fabía  qué  media 
tener  con  ellos,  para  quitarnos  á  nofotros  de  tantos  peli- 
gros, y  tFabajos,,y  á  ellos,  y  á  fu  Ciudad  no  los  acabar  de. 
ideftiuir,  porque  era  la  , mas  hermofa  cofa  del  Mundo:  y 

i. 

..  i    ,  i  i, i         i,,    .....i  mi      i,     . 

(i)  Por  efto  fe  dijo  con  verdad, 'que  los  Indios  eflubieron  tan  pert'tnaciK 
én  'enrregarfe  corto.  \ds  Judíos  en'  Jerutálen,  pues  afsí  como  Tito  Hijo  Je 
Veípalíano  proprjfo.  muchas  veces  ta  Paz  á  los  Judíos,  ¡y  la  defprecíaron,  lo 
irnimo  execiitaron  lo*s  Indios  can  Cortés :  la  Hambre,  Pefte,  y  Cuchillo  to- 
Sfr ''recayó  (obre  los  milerables  ludios,  mas  no  creo  que  pueda  animarle,  qua 
murieron  un  millón,  "y  "cierr  mU-Perfonay,  que  íe  refiere  de  el  Sitio  de  Jeru- 
ülen,  pero  es  hiuy  veíoíímíl  <jue  fucedielfe. 

.i.y...  .. 


DE  D.  FERNANDO-  CORTES.  t7? 

nonos  aprovechaba  decirles,  que  no  habíamos  de  levan- 
tar los  Reales,  ni  los  Bergantines  habían  de  cefar  de  les  dar 
Guerra  por  el  Agua,  ni  que  habíamos  deftrutdo  á  los  de 
Matalcingr»,  y  Marinalco,  y  que  no  tenían  en  toda  la  Tier- 
ra quien  Jos  pudieííe  focorrer,  ni  tenían  de  donde  haber, 
Maiz,  ni  Carne,  ni  Frutas,  ni  Agua,  ni  otra  cofa  de  man- 
tenimiento. E  quanto  mas  de  eftas  cofas  les  decíamos,  me-' 
nos  mueftra  víamos  en- ellos  de  flaqueza:  mas  antes  en  el 
pelear,  y  en  todos  fus  ardides,  los  hallábamos  con  mas 
ánimo,  que  nunca.  E  yo,  viendo  que  el  negocio  pafaba  de 
efta  manera,  y  que  había  ya  mas  de  quarenta  y  cinco  días 
que  eítabamos  en  el  Cerco,  acordé  de  tomar  un  medio 
pata  nueftra  feguridad,  y  para  poder  mas  eíhechar  á  los 
Enemigos;  y  fue,  que  como  fuellemos  ganando  por  las  Ca- 
lles, de  la  Ciudadi  que  fueíTen  derrocando  todas  las  Cafas 
de  ellas,  del  un  lado,  y  del  otro;  por  manera,  que  no  fuefo 
femos  nn  palo  adelante,  fin  lo  dejar  todo  afolado,  y  lo; 
que  era  .Agua,  hacerlo  Tierra- firme,  aunque  hobiefle  toda 
Ja  dilación,  que  fe  pudi.eífe  feguir.  E  para  efto  yo  llamé  a 
todos  los  Señores,  y  Principales  nueílros  Amigos,  y  dije- 
Íes  lo  que  tenía  acordado:  por  tanto,  que  hicieílen  venic 
mucha  Gente  de   fus  Labradores,  y  trujelfen  fus  Coas,v 
que  fon  unos  Palos,  de  que  fe  aprovechan  tanto  como  los 
Cavadores  en  Efpaña  de  Azada;  y  ellos  me  refpondterooy 
que  afsí  lo  harían  de  muy  buena  voluntad,  y  que  era  muy; 
buen  acuerdo:  y  holgaron  mucho  con  efto,  porque  les  pa^ 
recio,  que  era  manera,  para  que  la  Ciudad  fe  aíolafle;  (r)¡ 
lo  qual  todos  ellos  defeaban.  mas  que  cofa  del  Mundo. 

Entre  tanto  que  efto  fe  concertaba,  pafaronfe  trés¿ 
óquatrodías:  los  de  la  Ciudad  bien  penfaron  que  orde- 
nábamos algunos  ardides  contra  ellos  3  y  ellos  también, 
fegun  defpucs.  pareció,  ordenaban  lo  que  podían  psra  fu 
defenfa,fegun  que  también  lo  barrunrabamos.(i)E  concerta- 
do con  nueftros  Amigos,  que  por  la  Tierra,  y  por  la  Mac 

BBBBi  los 


(1)  Afsí  fe  txecuró,  porqué  oo  fe  vé  hoy  en  México  raiíra  de  cf  Gen* 
tilifmo,  y  todos  fus  Edificios   fueron   afolados. 

<  i)  Barruntar  es  ifn.iginar,  ó  conjeturar,  y  fegun  la  Ley  n.  tic,  xí. partida  &f' 
fe  llaman  Barruntes  á  las  Efoías. 


i8o  CARTA  DE  RELACIÓN 

los  habíamos  de  ir  á  combatir,  otro  día  de  mañana,  def- 
pues  de  haber  (i)  oído  Mifa,  tomamos  el  camino  para 
íá  Ciudad:  y  en  llegando  al  pafo  del  Agua,  y  Albarrda, 
que  eftaba  cabe  las  Cafas  grandes  de  la  Plaza,  queriendo- 
la  combatir,  los  de  la  Ciudad  dijeron,  que  eírubieffemos 
quedos,  que  querían  paz:  y  yo  mandé  á  la  Gente,  que'no 
peleaíle,  y  dijeles,  que  vinieííe  allí  el  Señor  de  la  Cíudai 
á  me  hablar,  y  que  fe  daría  orden  en  la  Paz:  y  con  decir- 
me, que  ya  le  habían  ido  á  llamar,  me  detubieron  mas  de 
una  hora;  porque  en  la  verdad  ellos  no  habían  gana  de  la 
Paz,  y  afsí  lo  mofíraron,  porque  luego,  eftando  nofotros 
quedos,  nos  comenzaron  á  tirar  Flechas,  y  Varas,  y  Pie- 
dras. E  como  yo  vi  efto,  comenzamos  á  combatir  el  Algar- 
rada, y  ganárnosla;  y  en  entrando  en  la  Plaza,  hallárnosla 
toda    fembrada  de  Piedras  grandes ,   porque  los  Caba- 
llos no  pudiefTen  correr  por  ella,  porque  por  lo  firme  eftos 
fon  los  que  les  hacen  la  Guerra,  y  hallamos  una  Calle  cer- 
rada con  Piedra  feca,  y  otra  también  llena  de  Piedras, 
porque  los  Caballos  no  pudieífen  correr  por  ellas.  E  den- 
ele  eíie  día   en  adelante  cegamos  de  tal  manera  aquella 
Galle   del   Agua,   que   falía   de  la  Plaza,  que    nunca 
defpues  los  Indios  Ja  abrieron:  y  de  allí  adelante  comen- 
zamos á  afolar  poco  á  poco  las  Cafas,  y  cerrar,  y  cegar, 
muy  bien  lo  que  teníamos  ganado  del  Agua;  y  como  aquel 
día  llevábamos  mas  de  ciento  y  cincuenta  mil  Hombres 
de  Guerra,  hizofe  mucha  cofar  y  afsí  nos  volvimos  aquel 
día  al  Real ,  y  los  Bergantines ,   y  Canoas   de  oueftros 
Amigos  hicieron   mucho  daño  en  la  Ciudad  ,  y  volvte- 
ronfe  á  repofar. 

Otro  día  ííguiente,  por  la  mifma  orden,  entramos 
en  la  Ciudad:  y  llegados  á  aquel  circuito,  y  Patio  gran- 
de, (z)  donde  eftán  las  Torres  de  los  Indios ,  yo  man- 
dé 

1  ■  I  i  -  ■  -   i     - 

(i)  Qiiando  eí  Señor  de  los  Señores  habitaba  en  el  Campo  :  Arca 
T>ei  habitat  in  Papilionibits-.  y  ni  aun  Tiendas  de  Campaña  tenía  Cortés  T 
nunca   fe   olvidó   de   que  el    principio  de.  todo   había   de  lar  de   Dios. 

(i)  tire  Patio  grande,  ó  Plazue'a  era  tan  capaz,  que  fe  refiere  por  los 
Hiftoiiadorcs,  que  en  las  feftividades  Gentílicas  cabían  en  ella  die2  mil  Per- 
fonas  celebrando  fus  Danzas,  que  llamaban  Mythotes. 


DE  D.  ttftNiíÑDO  COATES,  í*  t 

dé  a  los  Capitanes,  que  con  fu  Gente  no  h'Icieífen  fíntí 
cegaí  las  Calles  de  Agua,  y  allanar  los  pafos  malos*  qué 
teníamos  ganados,  y  que  nueftros  Amigos,  dé  ellos  que-; 
inailen,  y  allanaíTen  las  Cafas,  y  otros  fucilen  á  pelear  poc 
las  partes  que  foliamos,  y  que  Tos  de  Caballo  güardaííerí 
á  todos  las  efpaldas.  E  yo  me  fubí  en  una  Torre  mas  al- 
ta de  aquellas,  porque  los  Indios  me  conocían,  y  fabíá 
que  les  pefaba  mucho  de  vetme  fuBido'en  lá  Torre:  y  de 
allí  animaba  á  nueftros  Amigos,  y  hlcíales  focórrer,  quan- 
do  era  necefano  ,  porqufc  c o tícto  peleaban  a  la  continua; 
aveces  los  Contrarios  fe  retrahíari,  y  I  vete1  s  los  nueftros^ 
los  quales  luego  eran  focorridos  con  tres,  ó  qtfatro  de  Ca*. 
bailo,  que  les  ponían  itifmlta  ánimo,  para  revolver  fpbrc 
los  Enemigos;  y  de  eíh'  manera,  y!ppr  eíh  orden  entramos 
en  la  Ciudad  cinco,  ó  feis  días  arreo,  y  íiempreal  retrahec 
echábamos  á  nueftros  Amigos  delante,  y  hacíamos  á  algu- 
nos de  los  Efp3ñoles  fe  metieíTeo  en  celada  en  unas  Cafas;' 
y  los  de  Caballo  quedábamos  atrás,  y  hacíamos  que  nos 
retrahíamos  de  golpe,  por  Tacarlos  á  la  Plaza/ Y  con  erto* 
y  con  las  celadas  de  los  Peones  cajda  tarde  alanceábamos 
algunos:  y  un  día  de  eftos  había  en  la  Plaza  fíete,  ú  ocho 
de  Caballo,  y  ertuoieron  efperaudo,  que  los  Enemigos  fa^ 
lieffcfi:  y  como  vieron  que  no  fallan,  hicieron  que  fe  vol- 
vían; y  los  Enemigos,  con  receto  que  ala  vuelta  no  los 
álanceaílen,  como  folian,  eftaban  puertos  por  unas  Pafe-s 
des,  y  Azoteas,  y  había  infinito  número  de  ellos;  y  comd 
los  de  Caballo  revolvían  tras  ellos,  que  eran  ocho,  ó  nue-i 
Ve,  y  ellos  íes  tenían  tomada  de  lo  alto  uda  boca  de  ía  Ca» 
íle,  no  pudieron  feguír  tras  los  Enemigos,  que  iban  por 
tila,  y  hubreronfe  de  retraher.  E  los  Enemigos,  con  favor 
de  como  los  habían  hecho  retraher,  venían  muy  eacarnH 
zados,  y  ellos  eftaban  tan  fobre  avifo,  que  fe  acogíao,  don- 
de no  recibían  daño,  y  los  de  Caballo  lo  recibían  de  los 
que  eflaban  puertos  en  las  Paredes,  y  hubieronfe  de  re- 
traher, é  hhieron  dos  Caballos!  lo  qual  rne  dio  ocaííonr 
para  les  ordenar  unahuena  celada,  como  adelante  haré  re- 
lacioo  á  Vuertra  Mageffad;  y  aquel  día  en  la  tarde  nos 
Volvimos  a  nueftro  Rea},  con  dejar  bien  feguro,  y  Harto 
todo  lo  ganado,  y  á  los"  de  la  Ciudad  muy  ufanos,  por- 

CCCC  que 


i£$  CARTA  DE  RELACIÓN       , 

que  creían,  que  de  temor  nos  retrahíúrrtas.  E  aquella  taf-    • 
de  hice   un  Metifajero  al  Alguacil  Mayor,  para  que  antes 
del  día  vinieífe  ¡tjjí  á  naeíW  Real  cor»  quince  de  Caballo 
de  los  íuyos,  y  de  los  de  Pedro  de  Al  varado. 
kXÉFÍ  áfiu'  ¿tro  día  por  fo  mañana  llcaó  al  Real  el  Alguacil 

cía  «e  LPr?íf' Mayor  ce  n  I03  quince  de  Caballo,  y  yo  tenía  dejos  de 

conque   murió  j?is   ■    r;<    JQ.Y1^  .  .       •"■'■' 

„  C(intidad  Quyoacanallirotro^  veiriie  y  cinco,  que  eran  quarenta:  y  a. 
áe  Indios,  Se-  diez  de  ellos  mandé,  que,  luego  por  la  mañana  falieíTt'n  con 
puimra  rica  q  teda  la  otra  Gcnre^-y  que  ellos  i  y  los  Bergantines 
baUaroniosEffej^  por  j3  órcjen  paf4¿a  á 'combatir,  y  á  derrocar,  y 
fano.eu  fgjtfit.  todo.  lo;. que  pudieífen;  porquero,  qnando  fuerte 

tterripo  de.retra'nerfe,  iríü  allá  con  los  otros  treinta  de  Ca- 
ballo; y  que,  pues  facían  que  temónos  mucha  parte  de  la 
Ciudad  allanada,  que  quanto  .pudieíTerí,  figuieífen  de  tro- 
pel á  los  Enemigos,-  harta  los  encer/ar  en  fus  Fuerzas,  y 
Calles  de  Agaa^  y  que. allí  fe  ektubieffen  con  ellos,  harta 
que  fuerte  hora  de  letraber.  E  yo,  y  los  otros  treinta  de 
Caballo,  fin  fer  virtos,-pudiefíernos  meternos  en  la  cela- 
dayen  unas.  Cafas  ¡grande^  que  citaban  cerca  de  las  otras 
grandes  de  la  Pla^a:  y  Jos  Efpañoles  lo  hicieron  como  yo 
íes-  a-vifé ;  y  á«  la  un3  h<?ra  s  defpues  de  medio  día, 
tomé  el  camino  para  la  Ciudad  con  3o$  íreínt3  de  Caba- 
llo: y  allegados,  déjelos  metidos  en  aquellas  Cafas,  y  yo 
me  fuy,  y  mc-fijbí  en  la  Torre  Alta,-  como  folia;  y eftan- 
do  allí  unos  Efpañoles,  abrieron  una  Sepultura,  y  hallaron 
en  ella,  en  cofas  de  Oro,  mas  de  mil  y  quinientos  Cartella- 
rios;  y  venida  ya  \$.  hora  de, retraher,m3ndéles,que con  mu- 
cho concierto?  fe  eomenzaffen  de  retrahery  y  que  los  de 
Caballo,  defque  ertubierten  retrahidos  en  la  Plaza,  hicief- 
fen  que  acometían,  y  que  no  ofaban  llegar:  y  erto  fe  hí- 
£ic fíe,  quando  vierten  mucha  copia  de  Gerrte  al  rededor  de 
h  Plaza,  y  en  ella;  y  los  de  la  celada  citaban  ya  defean- 
¿a  que  fe  llegarte  la  hora,  porque  tenían  defeo  de  ha* 
cerlo  bien,  y  eftaban  ya  caufados  de  efperar:  y  yo  üieti- 
ftic  con  dios,  y  ya  fe  venían  retrayendo  por  la  Plaza,  fos 
Efpañoles  de  Pie,  y  de  Caballo,  y  los  Indios  nueítros  AmiJ 
gas,  que  habían  entendido  ya  lo  de  la  celada:  y  los  Ene- 
muíjos  venía»  con  tantos  alaridos,  que  parecía  éjue,  eon- 

.   fer 


DE, D.  FERN ASIDO  CORTÉS.  i$f 

fcguían  toda  la  Vidona  del  Muncror  y  los  nueve  cíe  Ca- 
ballo hicieron  que  arremetían  tras  elíos-por  la  Plaza  ade- 
lante, y  retrahianfe  de  golpe;  y  como  hobieron  hecho  ef^ 
to  dos  veces,  los  Enemigos  trahían  tanta  furor,  que  á  las 
sncas  de  les  Caballos  les  venían  dando,  hafta  los  meter, 
por  la  boca  de  la  Calle,  conde  eftabarros.la  celada.  E  co- 
mo vimos  'a  los  Efpañoles  pafar  adelante  de  nofotros,  y 
oímos  folrar  un  tiro  de  Efcopeta,  que  teníamos  por  feñal> 
conocimos,  que  era  tiempo  tic  falir:  y  con  el  Apellido  de 
Señor  Santiago,  (i)  damos  de  íupito  (obre  ellos,  y  vamos 
por  la  Plaza  adelante  alanceando,  y  derrocando,  y  atajan- 
do muchos,  que  por  nueíhos  Amigas,  que  nos  feguían¿ 
eran  tomados;  de  manera,  que  de  eíla  celada  fe  mataron 
mas  de  quinientos;  todos  los  mas  Principales,  y  esforza- 
dos,, y  valientes  Hombres:  y  aquella  noche  tubieron  bien 
que  cenaf  nueftms  Amigos,  porque  todos  los  que  fe  mata-* 
ron,  tornaron",  y  llevaron  hechos  piezas  para  comer.  Fue 
tanto  ci  efpanto,-y  admiración  que  tomaron  en  verfe  tari 
de  fúpito  afsí  decantados,  que  ni  hablaron,  ni  gritaron  en 
toda  cíTa  tarde,  ni  ofaron  alomar  en  Calle,  ni  en  Azotea, 
donde  no  eírubieifen  muy  á  fu  falvo,  y  feguros.  E  ya  que 
era  cafi  noche,  que  nos  rerrahnmos,  parece  que  los  de  la 
Ciudad  mandaron  á  ciertos  Eíelavos  (i)  fuyos,  que  miraífert 
íl  nos  retrasarnos,  ó  qué  hacíamos.  E  como  fe  alomaron 
por  tina  Calle,  arremetieron  diez,  ó  doce  de  Caballo,  y  íí« 
guieronlos  de  manera,  que  ninguno  fe  les  efeapó.  Cobra- 
ron de  efh  nueftra  Victoria  los  Enemigos  tanto  temor,  que 
minea  mas  en  todo  el  tiempo  de  la  Guerra  ofaron  entra? 
en  la  Plaza  ninguna  vez  que  nos  retrahíamos,  aunque  fo* 
lo  uuo  de  Caballo  no  mas  vinieífe,  y  nunca  ofaron  (alir; 
á  Indio,  ni  á  Peón  de  los  nücííros,  creyendo,  que  de.  entre 
los  pies  fe  les  había  de  levantar  otra  celada.  Y  efta  de  efte 

CCCCí  ¿ítj 


(  i  )     Santi.i"o  como  Pfoteclor  de  Efpáiía    fue  el    cjue  defendió  á   los  fu> 

yes. 

(  %.  )     La   Servidumbre   es  de   Detechc  de    Gentes    fecund.irio,    fupueftas    las 
Gueiras  ,   y   ambición   de  los   Hombres  ,     y   aúí    la   incroduxeron  los  Mexie** 


.  . 


A  $4  CARTA  DE  RELACIOH 

día,  y  Vitoria  que  Dios  nueftro  Señor  nos  dio,  fue  bien 
principal  caufa  para  que  ia  Ciudad  mas  prefto  fe  ganaííe, 
porque  los  Naturales  de  ella  recibieron  mucha  defmayo, 
y  nueftros  Amigos  doblado  ánimo ;  y  afsí  qos  fuimos  á 
nueftro  Real,  con  intención  de  dar  mucha  priefa  en  hacer 
fa  Guerra,  y  no  dejax  de  entrar  ningún  día,  harta  la  aca- 
bar* E  aquel  día  ningún  peligro  hubo  en  los  de  nueftro 
Real,  excepto  que  al  tiempo  que  fálimos  de  la  celada,  fe  en- 
contraron unos  de  Caballo,  y  cayó  uno  de  Una  Yegua,, 
y  ella  fuefe  derecha  á  los  Enemigos,  los  quales  la  fle- 
charon, y  bien  herida,  como  vio  la  mala  obra  que  re- 
cibía, fe  volvió  hacia  nofotros,(i)  y  aquella  ofoche  fe  mu-i 
rió:  y  aunque  nos  pelo  mucho,  porque  los  Caballos,  y 
Yeguas  nos  daban  la'  vida,  no  fue  tatito  el  pefar,  como» 
íi  murkra  en  poder  de  los  Enemigos ,  como  penfamos 
que  de  hecho  pafára;  porque  fi  afsí  fuera ,  cííos  hubie- 
ran mas  placer,  que  no  pefar,  po.r  los  que  les  mataba-, 
mos:  ios  Bergantines,  y  las  Canoas  de  nueftros  Amigo* 
hicieron  grande  cftrago  en  la  Ciudad  aquel  día,  fía  rc- 

MtVÍ.   Ém  cibír  ^gro  alguno,      _  ,,,.,, 

ira  Cortés  ai  Como  ya  conocimos,  que  los  Indios  de  la  GruM 

amanecer  en  la  dad  eftabao  muy  amedrentados,  fupímos  de  unos  do* 
Ciudad^  hace  fc  ellos  de  poca  manera,  (z)  que  de  noche  fe  habían  falfe 
Sra„ dañónos  do  áe  h  ciudad,  y  fe  habían  venido  á  nueftto  Real,. 
lando,  y  pren.  ^e  »*  ™>nan  de  hambre,  que  fallan  de  noche  a-  pef- 
dkndo  muchos.'  cst  por  entre  fas  Gafas  de  la  Ciudad,  y  andaban  por  la 
7b?/;*  toda  la  parre,  que  de  elTa  les  teníamos  ganada,  bufcando  Lefia* 
Calle  de  Taca  y  f|jérbas ,  y  Ralees,  que  comer-  E  porque"  ya  tenían 
Ca^Táe^rm*  mQ$  muchas  Calles  de  Agua  cegadas,  y  aderezados  mu- 
umotzin^íer  dios  matos  pafos,  acordé  de  entrar  al  quarro  del  Alba* 
yiba  otras.  y  hace»  rodo  el  daño  que  pudiefiéraos.  E  los  Berganti- 
nes* latieron  antes  del  día,  y  yo  con  doce,  ó  quince  áe 


(i)  Er  hiftindo  J«  loi  Caballos,  y  Yeguu  es  tan  grande,  qae  fe  puede 
tener  por  el  maj  vivo  defpües  de  el  de  los  Elepíiamci,  de  los"  qiie,  y  de  lo» 
Caballos  fe  íefieien  cofas  maravillofas,  particularmcrue  en.  el-  rCííiflociiBiento  * 
flis    Dueños,   y   no   querer   «dinitir   á   los  eftíañoj. 

(¡l)     Perloiias  de  poca  irnportaudac 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  rjf, 

Caballo,  y  ciertos  Peones,  y  Amigos  nueftrós,  entramos 
de  golpe,  y  primero  pulimos  ciertas   efpías:  las  quales 
íiendo  de  día,  eftando  nofotros  en  celada,  nos  ficieron 
feñal,  que  (alienemos,  y  dimos  fobre  infinita  Gente;  pe- 
ro como  eran  de  aquellos  mas  miferables,  y  que  falían 
á  bufear  de  comer,  los  mas  venían  defarmados,  y  eran 
Megeres,  y  Muchachos;  é  ficimos  tanto  daño  en   ellos, 
por  todo  lo  que  fe  podía  andar  de  la  Ciudad,  que  pre- 
fos,  y  muertos  pafaron  de  mas  de  ochocientas  Perfonas; 
é  los  Bergantines  tomaron  también  mucha  Gente,  y  Ca- 
noas, que  andaban  peleando,  y  ficieron  en  ellas  mucho 
eftrago.  E  como  los  Capitanes,  y  Principales  de  la  Ciu- 
dad nos  vieron  andar  por  ella  á  hora  noacoftumbrada,; 
quedaron  tan  efpantados  como  de  la  celada  pafada,   y 
ninguno  ofó  falir  á  pelear  con  nofotros,  y  afsí  nos  bol- 
vimos  á  nueííro  Real  con  harta  prefa ,  y  manjar   para 
nueftrós  Amigos. 

Otio  día  de  mañana  tornamos  á  entrar  en  la 
Ciudad:  y  como  ya  nueftros  Amigos  veían  la  buena  or- 
den que  llevábamos  para  la  deftruccion  de  ella,  era  tan-i 
ta  la  multitud  que  de  cada  día  venían,  que  no  tenían 
cuerno.  E  aquel  día  acabamos  de  ganar  toda  la  Calle; 
de  Tacuba,  y  de  adobar  los  malos  pafos  de  ella:  en  tal 
manera,  que  los  de  el  Real  de  Pedro  de  Albarado  fe  po- 
día,n  comunicar  con  nofotros  por  la  Ciudad;  é  por  la 
Calle  principal,  que  iba  al  Mercado,  fe  ganaron  otras  dos 
Puentes,  y  fe  cegó  muy  bien  el  Agua,  y  quemamos  las 
Cafas  de  el  Señor  de  la  Ciudad,  que  era  Mancebo  de 
edad  de  diez,  y  ocho  años,  que  fe  decía  Guatimucin  (i) 
que  era  el  fegundo  Señor  defpues  de  la  muerte  de  Mu- 
teczuma:  y  en  eftas  Cafas  tenían  los  Indios  mucha  for- 
taleza, porque  eran  muy  grandes,  y  fuertes,  y  cercadas 
de  Agua.  También  fe  ganaron  otras  dos  Puentes  de 
otras  Calles,  que  van  cerca  de  efta  de  el  Mercado,  y 
fe  cegaron  muchos  pafos:  de  manera,  que  de  quatro  par- 

DDDD  tes 


(i)    Quatecmotzin.  Veafe  la  Serie  de  el  Imperio  Mexicano* 


*86  CAUTA  DE  RELACIÓN 

tes  de  lá  Ciudad  las  tres  eftaban  ya  pof  nofotros,  y 
los  Indios  no  hacían  fino  retraherfe  hacia  lo  mas  fuer- 
te, que  eta  á  las  Cafas,  que  citaban  mas  metidas  en  el 
Agua. 

Otro  día  íiguiente,  que  fue  día  de   el   Apóftol 
Santiago,  entramos  en  la  Ciudad  por  la  orden  que  an- 
tes, y  feguímos  por  la  Calle  grande,  (i)  que  iba  á  dar 
al  Mercado:  y  ganárnosles  una  Calle  muy  ancha  de  Agua, 
en  que  ellos  penfaban,  que  tenían  mucha  feguridad,   y 
aunque  fe  tardó  gran  rato,  y  fue  peligrofa  de  ganar,  y 
en  todo  cite  día  no  fe  pudo,  como  era  muy  ancha,  de 
acabar  de  cegar:  por  manera,  que  los  de  Caballo   pu- 
dieflen  pafar  de  la  otra  parte.  É  como  eftabamos  todos 
á  Pie,  y  los  Indios  veían,  que  los  de  Caballo    no   ha- 
bían pafado,  vinieron  de  refrefeo  fobre  nofotros,  muchos 
de  ellos  muy  lucidos:  y  como  les  fiamos  roftro,  y  te- 
níamos muchos  Bjllefteros,  dieron  la  vuelca  á  fus  Álbar- 
radas,  y  Fuerzas,  que  tenían  aunque  fueron  hartos  afae- 
teados.  E  demás  de  efto,  todos  los  Efpañoles    de    Pie 
llevaban  fus  Picas,  las  quales  yo  había  mandado  ficer 
defpues,  que  me  desbarataron,  que  fue  cofa  muy  pro- 
vechofa.  Aquel  día  por  los  lados  de  la  una  parte,  y  de 
la  otra  de  aquella  Calle  principal  no  fe    entendió    fino 
en  quemar,  y  hallanar  Cafas,  que  era  láítima  cierto  de 
lo  ver;  pero  como  no  nos  convenía  hacer  otra  cofa,  era- 
nos  forzado  íeguir  aquella  orden.  Los  de  la  Ciudad  co- 
mo veían  tanto  cftrago,  por  esforzarfe,  decían  á  nueftius 
Amigos,  que  no  ficieíTen    fino  quemar,  y    deftruir,    que 
ellos  fe  las  harían  tornar  á  hacer  de   nuevo,  porque    íi 
ellos  eran  vencedores,  ya  ellos  fabían,  que  había  de  fer 
afsí,  y  ík no,  que  las  habían  de  hacer  para  nofotros:  y  de 
efto  poftrero  plugo  á  Dios,  que  falíeron  verdaderos,  aun- 
que ellos  fon  los  que  las  tornan  á  hacer. 

Otro 


(i)  Efh  Calle  grande,  que  iba  a  el  Mercado  de  Tlatelulco,  es  en  mi  juicio,  \i 
qne  ligue  por  S.  Francilco  junco  á  la  Azequia  principal  Iwfta  la  Plaza  de  Santla* 
•o  Tlatelulco  en  derechura,  y  en  medio  efti  la  Parroquia  ^de  nucítra  Señora  de 
la  Redonda.  .  . 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  lg7 

Otro  día  luego  de  mañana  entramos  en  la  Ciu-  XXXFIL  Éh* 
dad  por  la  orden  acofhmbrada ,  y  llegados    i  la    Ca-   ^an  peleando 
He  de  Agua,  que  habíamos  cegado  el  día  antes,   falla-    "  ¡a'^^dad 
mosla  de  la  manera,  que  la  habíamos  dejado:  y  pafamos   muchas  vezes. 
adelante  dos  tiros  de  Ballefta,  y  ganamos  dos  Ázequias   Liega  Pedro  d* 
grandes  de  Agua,  que  tenían  rompidas  en  lo  fano  de  la    ¿Morado     al 
mifma  Calle ,  y  llegamos  á  una  Torre  pequeña  de    fus  wcUudoltVeTm 
ídolos,  y  en  ella  hallamos  ciertas  cabezas  de  los  Chrif-   ¿e pu ¡^eaj  v*a 
tianos,  que  nos  habían  muerto,  que  nos  pufíeron  harta   Cortés  a  él-,  y 
láftima.  E  dende  aquella  Torre  iba  la  Calle  derecha,  que  t°  que  re/pon- 
era  la  mifma  adonde  eítabamos  á  dar  á  la  Calzada  de  el  dianlos  Meki' 
Real  de  Sandoval;  é  á  la  mano  izquierda  iba  otra  Calle  X^/íí /«/»"* 
á  dar  al  Mercado,  en  la  qual  ya  no  había  Agua    nin-   ni*  Paz. 
guna,  excepto  una  que  nos  defendían,  y  aquel    dia    no 
pafamos  de  allí;  pero  peleamos  mucho  con  los   Indios, 
E  como  Dios  nueftro  Señor  cada  día  nos  daba  Victoria, 
ellos  ííempre  llevaban  lo  peor:  y  aquel  día  ya  que  era 
tarde,  nos  bolvimos  a!  Real. 

Otro  día  ííguiente  eítando  aderezando  para  bol- 
ver  á  entrar  en  la  Ciudad  á  las  nueve  horas  del  día, 
vimos  de  nueítro  Real  falir  humo  de  dos  Torres  muy 
airas,  que  citaban  en  el  Tarebulco,  (i)  ó  Mercado  de  la 
Ciudad,  que  no  podíamos  penfar ,  que  fueífc,  y  como, 
parecía ,  que  era  mas  que  faumerios ,  que  acoftumbran 
los  Indios  á  hacer  á  fus  Uolos,  barruntamos,  que  la  Gen- 
te de  Pedro  de  Albarado  había  llegado  allí,  y  aunque 
afsí  era  la  verdad,  no  lo  podíamos  creer.  E  cierto  aquel 
día  Pedro  de  Albarado,  (2.)  y  fu  Gente  lo  hicieron  valien- 
temente, porque  teníamos  muchas  Puentes,  y  Albar- 
radas  de  ganar,  y  íiempre  acudían  á  las  defender  toda 
la  mas  parte  de  la  Ciudad.  Pero  como  él  vio,  que  por 
nueftra  Eíbncia  íbamos  eíhechando  á  los  Enemigos,  rra- 

DDDDz  bajó 


TT 


(1)     En  Tlatelulco. 

(i)  Efte  Pedro  de  Albarado,  de  que  fe  ha  hablado  antes,  fue  infigne  en  rodas 
fus  acciones,  y  aun  fe  conferva  el  nombre  de  el  Salto  de  Albarado,  que  fue  á  la 
entrada  de  la  Tfafpana,  donde  falt*  la  Azeg^ia  muy  ancha,  eftdvando  fobie  la, 
lanza.  ...  -     •   - 


188  CARTA  DE  RELACIÓN 

bajó  todo  lo  pofible  por  entrarles  al  Mercado,  porque 
allí  tenían  toda  fu  fuerza:  pero  no  pudo  mas  de  lle- 
gar á  vifta  de  él ,  y  ganalles  aquellas  Torres ,  y  otras 
muchas,  que  eftan  junto  al  mifmo  Mercado,  y  es  ranto 
cali  como  el  circuito  de  las  muchas  Torres  de  la  Ciu- 
dad: y  los  de  Caballo  fe  vieron  en  harto  trabajo,  y  les 
fue  forzado  retraherfe,  y  al  retraher  les  hirieron  tres  Ca- 
ballos, y  afsí  fe  bolvieron  Pedro  de  Albarado,  y  fu  Gen- 
te á  fu  Real :  y  nofotros  no  quiíimos  ganar  aquel  día 
una  Puente,  y  Calle  de  Agua,  que  quedaba  no  mas  pa- 
ra llegar  al  Mercado,  falvo  allanar,  y  cegar  todos  los 
malos  pafós,  y  al  retrahernos  apretaron  reciamente;  aun- 
que fue  á  fu  coila» 

Otro  día  entramos  luego  por  la  mañana  en  la 
Ciudad,  y  como  no  había  por  ganar  falta  llegar  al  Mer- 
cado fino  una  traviefa  de  Agua  (i)  con  fu  Albarrada, 
que  eftaba  junto  á  la  Torrecilla,  que  he  dicho:  comen- 
zárnosla á  combatir,  y  un  Alférez,  y  otros  dos,  ó  tres 
Efpañoles  echaronfe  al  Agua,  y  los  de  la  Ciudad  de- 
fampararon  luego  el  pafo,  y  comenzófe  á  cegar,  y  ade- 
rezar paraque  pudieíTemos  pafar  con.  los  Caballos:  y  ek 
tandofe  aderezando,  llegó  Pedro  de  Albarado  por  la 
mifma  Calle  con  quatro  de  Caballo,  que  fue  fin  com- 
paración el  placer,  que  obo  la  Gente  de  fu  Real,  y  del 
nueítro,  perqué  era  Camino  para  dar  muy  breve  con- 
clufion  á  la  Guerra.  Y  Pedro  de  Albarado  dejaba  recau- 
do de  Gente  en  las  efpaldas  hilados,  afsi  pora  confer- 
Var  lo  ganado,  como  para  fu  defenfa:  y  como  luego  fe 
aderezó  el  pafo,  yo  coo  algunos  de  Caballo  me  fuy  á 
Ver  el  Mercado,  y  mandé  á  la  Gente  de  nueítro  Real, 
que  no  pafaífen  adelante  de  aquel  pafo.  E  defpues,  que 
andubimos  un  rato  pafeandonos  por  la  Plaza,  mirando 
los  Portales  de  ella,  los  quales  por  las  Azoteas  eftaban 
llenos  de  Enemigos;  é  como  la  Plaza  era  muy  grande, 
y  veían  "por  ella  andar  los  de  Caballo  no  ofaban  llegar: 
y  yo  fubí  en  aquella  Torre  grande,  que   eftá  junto  al 

Mer- 


(i)    Fnd»  íer  donde  hoy  efti  el  Puente,  que  llaman  de  1»  Guerras. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ig$, 

Mercado,  y  en  ella  también,  y  en  otras  hallamos  ofre- 
cidas ante  fus  ídolos  las  cabezas  de  los  Chríftianos,  que 
nos  habían  muerto,  y  de  los  Indios  de  Tafcaltecal  nuef- 
tros  Amigos,  entre  quien  fiempre  ha  habido  muy  anti-; 
gua,  y  cruel  cnemiftad.  E  yo  miré  dende  aquella  Torrea 
lo  que  teníamos  ganado  de  la  Ciudad,  que  fin  duda  de 
ocho  partes  teníamos  ganado  las  fietc:  é  viendo,  que  tan-* 
to  número  de  Gente  de  los  Enemigos,  no  era  pofible  fufrir* 
fe  en  tanta  angoftura,  mayormente  que  aquellas  Cafas,' 
que  les  quedaban  eran  pequeñas,  y  puefta  cada  una  de 
ellas  fobre  íi  en  el  Agua;  y  fobre  todo  la  grandífsimít 
hambre,  que  entre  ellos  había,  y  que  por  las  Calles  ha-- 
liábamos  roídas  las  raízes,  y  cortezas  de  los  Arboles,' 
acordé  de  los  dejar  de  combatir  por  algún  día,  y  mon 
vclles  algún  partido,  por  donde  no  pereciefle  tanta  mul- 
titud de  Gente:  que  cierro  rae  ponía  en  mucha  láítima; 
y  dolor  el  daño,  que  en  ellos  fe  hacía,  y  continuamen- 
te les  hacía  acometer  con  la  paz;  y  ellos  decían,  que 
en  ninguna  manera  fe  habían  de  dar,  y  que  uno  folo, 
que  quedaífe,  había  de  morir  peleando,  y  que  de  todo 
lo  que  tenían,  no  habíamos  de  haber  ninguna  cofa,  y  xXXníI.'Pa*. 
que  lo  habían  de  quemar,  y  echar  al  Agua,  donde  nun-  hican  los  Ef- 
ca  parecieífe,  y  yo  por  no  dar  mal  por  mal,  diíímulaba  p'ñoies  una 
en  no  los  dar  combate.  Máquina. Cor- 

^  ,  ,,  ,     .  ,  tés  combate  ¡a 

Como  temamos  muy   poca   pólvora,   habíamos  ciudad    reco» 

puerto  en  plática,  mas  había  de  quince  días,  de  hacer  nociendo fingi- 

un  Trabuco:  (i)  y  aunque   no   había  Maeítrcs,  que  fu-  das  fas  refpuep 

pieífen  hacerle,  unos  Carpinteros  fe  profirieron   de   ha-  ,/u'  1ue  le  ela~ 

cer  uno  pequeño,  y  aunque  yo  tube  penfamiento,  que  p",     j^    a 

no  habíamos  de  falir  con  eíta  obra,  confentí,  que  lo  fi-  mas  de  doce  mil 

cieífen:  y  en  aquellos  días,  que  teníamos  tan  arrincona-  Mexicanos  L» 

dos  los  Indios,  acabófe  de  hacer,  y  llevóle  á  la   Plaza  9t,e  dijeron  á 

de  el  Mercado  para  lo  afentar  en  uno  como  Teatro,  (2)  Cortéts  l9iPri* 

FPPP  ™    C'pi,les    dt    la 

hhtb  que    Ciudad.      Del 


Ídolo    Ocbilt» 
bus. 


(1)     Eft.i  invención  de  Trabuco  de  palo  no  era  fácil  de  ennfeguir,    aunque  fe 
conoce  la  ingeniosidad  de  Cortés,  y  que  había  leído  Matemáticas. 

(i)     tile  Teatro  pudo  citar  en  el  milmo  iitip,  que  boy  la  IicrtniU  junto  i> 
Santiago,  que  tiene  un  Atrio  elevado. 


t 


' 


CARTA  DE  REDICIÓN 

que  eirá  en  medio  de  ella  fecho  de  cal,  y  canto  qtfc* 
citado,  de  altura  de  dos  citados,  y  medio,  y  de  efquina 
a  efquina habrá  treinta  pafos:  el  qüal  tenían  ellos  para 
quando  hacían  algunas  fieftas,  y  juegos,  que  los  repre- 
fentadores  de  ellos  le  ponían  allí,  porque  toda  Gente 
de  el  Mercado,  y  los  que  eftaban  en  bajo,  y  encima  de 
los  Portales  pudieííen  ver,  lo  que  fe  hacía:'  y  trahido 
allí,  tardaron  en  lo  afentar  tres,  ó  quatro  días;  y  los  In- 
dios nueftros  Amigos  amenazaban  con  él  á  los  de.  li 
Ciudad,  diciendoles,  que  con  aquel  ingenio  les  habíamos 
de  matar  á  todos.  Y  aunque  otro  fruto  no  hiciera,  co- 
mo no  hizo,  fino  el  temor,  que  con  él  fe  ponía,  por  el 
qual  penfabamos  que  los  Enemigos  fe  dieran,  era  harto, 
y  lo  uno,  y  lo  otro  cefó,  porque  ni  los  Carpinteros  fa* 
lieron  con  fu  intención,  ni  los  de  la  Ciudad,  aunque 
tenían  temor,  movieron  ningún  partido  para  fe  dar,  y  la 
falta,  y  defecto  de  el  Trabuco  diíimulámosla,  con  que 
movidos  de  compafíon,  no  los  queríamos  acabar  de 
matar. 

Otro  día  defpues  de  afentado  el  Trabuco,  bol- 
Vimos  á  la  Ciudad,  y  como  ya  había  tres,  ó  quatro  días, 
que  no  los  combatíamos,  hallamos  las  Calles,  por  donde 
íbamos,  llenas  dé  Mugeres,  y  Niños,  y  otra  Gente  mi- 
ferable  (i)  que  fe  morían  de  hambre,  y  falían  trafpa- 
fados,  y  flacos,  que  era  la  mayor  láftima  de  el  Mundo 
de  los  ver:  y  yo  mandé  á  nueftros  Amigos,  que  no  les 
ficieífen  daño  alguno;  pero  de  la  Gente  de  Guerra  no 
falla  ninguno,  adonde  pudieífe  recibir  daño,  aunque  los 
veíamos  eftar  encima  de  fus  Azoteas,  cubiertos  con  fus 
mantas,  que  ufan,  y  fin  Armas:  y  fize  efte  día  que  fe 
les  requirieífe  con  la  Paz,  y  fus  refpueftas  eran  diíimu- 
laciones;  y  como  lo  mas  del  día  nos  tenían  en  efto,  em- 
biéles  á  decir,  que  les  quería  combatir,  que  fícieflen  re- 
traher  toda  fu  Gente,  fi  no,  que  daría  licencia,  que  nuef- 
tros 


(t)-    Propriamente  lo  que  fuceilió  en  el  litio  de  jerufalen,  fegun  refiere  Jofe- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  191] 

fftft  Amigos  los  marañen.  Y  ellos  dijeron,  que  querían 
Paz:  y  yo  les  repliqué,  que  yo.  no  veía  allí  el  Señor, 
con  quien  fe  había  de  rrarar,  que  venido,  para  lo  qual 
le  d;>.r¿a  rodo  el  feguro  que  quiííeiTe,  que  hablaríamos 
eh  la  Paz.  E  como  vimos  que  era  burla,  y  que  todos 
eftaban  apercibidos  para  pelear  con  rofotros:  defpues  de 
fe  la  haber  muclus  vezes  amoneftado,  por  mas  los  ef- 
trechar,  y  poner  en  mas  extrema  necefídad ,  naandé  £ 
Pedro  de  Albarado,  que  con  toda  fo  Gente  entrarte  por 
la  parte  de  un  gran  Barrio,  que  los' Enemigos  tenían,  en 
que  habría  mas  de  mil  Cafas:  y  yo  por  la  otra  parte 
entré  á  Pie  con  la  Gente  de  nueího  Real,  porque  3 
Caballo  no  nos  podíamos  por  allí  aprovechar.  Y  fue  tan 
recio  el  combite  nueítro,  y  de  nueftros  Enemigos,  que 
les  ganamos  todo  aquel  Barrio;  (r)  y  fue  tan  grande  la 
mortandad,  que  fe  hizo  en  nueftros  Enemigos,  que  muer- 
tos,  y  prefos  pafaron  de  doce  mil  Animas,  con  los 
quales  ofabnn  de  tanta  crueldad  nueftros  Amigos,  que 
por  ninguna  vía  á  ninguno  daban  la  vida,  aunque  mas 
reprendidos,  y  caftigadós  de  nofotros  eran. 

Otro  día  figuiente  tornamos  á  la  Ciudad,  y  man- 
dé, qi.ie  no  pdeaffen,  ni  fícieAen  mal  á  los  Enemigos:  y¿ 
como  ellos  veían  tanta  multitud  de  Gente  fobre  ellos,' 
y  conocían,  que  los  venían  á  matar  fus  Vafallos,  y  los 
que  ellos  folian  mandar,  y  veían  fu  extrema  neceíídad, 
y  como  no  tenían  donde  eftar  fino  fobre  los  cuerpos 
muertos  de  los  fuyos,  con  deíeo  de  verfe  fuera  de  ran- 
ta  defvenrura,  decían:  que  porque  no  los  acabábamos 
ya  de  matar,  (z)  y  á  mucha  priefa  dijeron,  que  me  lla« 
maífen,  que  me  querían  hablar.  E  como  rodos  los  Efpa- 
ñoles  defeaban,  que  ya  efta  Guerra  fe  concluyeíTe,  y  ha- 
bían láftima  de  ranto  mal,  cómo  fe  hacia,  holgaron  mu-< 
cho,  penfando  que  los  Indios  querían  Paz:  y  con  mucho 
ptacer  viniéronme  á  llamar,  y  importunar,  que  me  lle- 
garte á  una  Albarrada,  donde  eftaban  ciertos  Principales; 

EEEEz  por«i 
1 

(1)     Cerc»  ¿e  Tlatelolco  eíti  el  Barrio  ¿e  S.inconpinca, 
(i)     Lili  fue  excccacion,  y  dureza  «le  Corazón, 


%9£  CARTA  DE  RELACIÓN 

porque  «querían  hablar  conmigo.  E  aunque  yo  fabía,  que 
había  de  aprovechar  poco  mi  ida,  determiné  de  ir  co- 
mo quiera,  que  bien  fabía,  que  el  no  darfe  eílaba  fo- 
jamente en  el  Señor,  y  otros  tres,  ó  quatro  Principar- 
les de  la  Ciudad,  porque  la  otra  Gente  muertos,  ó  vh 
vos  defeaban  ya  verfe  fuera  de  allí.  Y  llegado  al  Albar- 
rada,  dijeronme:  „  Que  pues  ellos  me  tenían  por  Hijo 
„  del  Sol,  y  el  Sol  en  tanta  brevedad  como  era  en  un 
„  día,  y  una  noche  daba  vuelta  á  todo  el  Mundo,  que 
,',' porque  yo  afsí  brevemente  no  los  acababa  de  matar, 
¿j.  (O  y  l°s  quitaba  ^e  penar  tanto,  porque  ya  ellos  te- 
¿  nían  defeos  de  morir,  y  irfe  al  Cielo  para  fu  Ochi-i 
,,  lobus ,  (z)  que  los  eílaba  efperando  para  defcanfar; 
ye  fie  ídolo,  es  el  que  en  mas  veneración  ellos  tienen." 
Yo  les  refpondí  muchas  cofas  para  los  atraher,  á  que 
fe  dieífen,  y  ninguna  cofa  aprovechaba,  aunque  en  no- 
fotros  veían  mas  mueftras,  y  feñales  de  Paz,  que  jamas 
á  ningunos  vencidos  fe  moftraron,  íicndo  nofotros  con  el 
ayuda  de  ntieftro  Señor  los  Vencedores. 
tXT/Y  Emm  Pueílos  los  Enemigos  en  el  último  extremo,  co- 

bia  Cortés  un  mo  de  lo  dicho  fe  puede  colegir,  para  los  quitar  de  fu  mal 
Cautivo  Prin>  propófíto,  como  era  la  determinación,  que  tenían  de  mo- 
cipal  á  hablar  r¡,:  hablé  con  una  Perfona  bien  Principal  entre  ellos, 
con  Quttmoc  ^ue  teníamos  prefo,  al  qual  dos,  ó  tres  días  antes  ha- 
h  bacefacrifi-  kía  Pendido  un  Tío  de  Don  Fernando,  Señor  de  Te- 
car,  y  manda  faico,  peleando  en  la  Ciudad  ,  y  aunque  eftaba  muy 
pelear  fur¡ofa-  herido,  le  dije:  íi  quería  balver  á  la  Ciudad;  y  él  me 
mente.  Ofrecen  refpondió,  que  sí,  y  como  otro  día  entramos  en  ella, 
/oí  Mexicanos,  ^^iéle  con  c¡ertos  Efpañoles,  los  quales  lo  entregaron 
^Quautimoc  á  4  los  de  la  Ciudad;  y  á  efte  Principal  yo  le  había  ha- 
hablar  á  Cor  blado  largamenre,  paraque  hablaífe  con  el  Señor,  y  con 
tés,  y  fe  k  pre-  otros  Principales  fobre  la  Paz:  y  él  me  prometió  de  ha- 
dara el  recibí-   cer  foDre  eu0    toj0  \0  que  pudieíTe.  Los  de  la  Ciudad 

miento',  y  por-  *     -  • 

que    tío    qu'ifo  '° 

venir,  y  lo  que  ; 

•'*  .  (i)     Grande   láftima,    pero  altífsimos   juicios  de   Dios,  pues   mor.iltnente  er* 

\0Ortes»  jmpoííble,  que  íín  deftruccion   de  el   Imperio  Mexicano  entrañe  el  de  oueftros  Ca- 

tólicos Soberanos,  pues  los  Naturales  ííempre  habían  de  reclamar  por  fu  Señor. 

(1)     Huitzilopozthli  primer  Caudillo  de  los  Mexicanos,  y  el  Dios  principal 
de  México,  y  de  1»  Guerra:  otro  Mane  de  los  Romanos, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  29  f 

lo  recibieron  con  mucho  acatamiento,  como  á  Perfona 
Principal;  y  como  lo  llevaron  delante  de  Guatimucin  fu 
Señor,  y  él  le  comenzó  á  hablar  fobre  la  Paz,  dizque 
luego  lo  mandó  matar,  y  (aerificar;  y  la  refpueíh  que 
eílabamos  efperando ,  nos  dieron  con  venir  con  gran» 
diísitnos  alaridos  ,  diciendo;  que  no  querían  fino  morir: 
y  comienzan  á  nos  tirar  Varas,  Flechas,  y  Piedras,  y 
á  pelear  reciamente  con  nofotros:  y  tanto,  que  nos  mataron 
un  Caballo  con  un  Dalle,  (Oque  uno  trahia  hecho  de  una 
Efpada  de  hs  nueftras;y  al  fin  les  cortó  caro,  porque 
murieron  muchos  de  ellos:  y  ajsí  nos  volvimos  á  nuef- 
tros  Reales  aquel  día. 

Otro  día  tornamos  á  entrar  en  la  Ciudad,  y  ya 
citaban  los  Enemigos  tales,  que  de  noche  ciaban  quedar 
en  ella  de  nueíbos  Amigos  infinitos  de  ellos.  Y  llegados 
á  vida  de  los  Enemigos,  no  quifimos. pelear  con  ellos,  fino 
andarnos  paíeando  por  fu  Ciudad,  porque  teníamos  pen- 
famienro,  que  cada  hora,  y  cada  rato  fe  habían  de  falir 
á  noíotros..  E  por  los  inclinar  á  ello,  yo  me  llegué,  cabal- 
gando cabe  una  Albarrada  fuya,  que  tqnían  bien  fuerte,  y 
llamé  á  cierros  Principales,  que  eitaban  detras,  á  ios  qua- 
les  yo  conocía,  y  dijeles:  u  Que  pues  fe  vían  tan  perdi- 
tc  dos,  y  conocían,  que  (i  yo  quifieííe,  en  una  hora  no  que- 
"  daría  ninguno  de  ellos,  q.ie  porque  no  venía  á  me  ha- 
"  bl.ir  Guautimucin  fu  Señor,  que  yo  le  prometía  de  no 
"  hacerle  ningnn  mal:  y  qu  riendo  él,  y  ellos  venir  de  Piz, 
"que  ferian  de  mi  muy  bien  recibidos,  y  tratados.  „  Y¡ 
pafé  con  ellos  otras  razones,  conque  los  provoqué  á  muchas 
lágrimas:(2)y  llorando  me  relpondieron:  "  Que  bien  cono- 
"  cían  fu  yerro,  y  perdición,  y  que  ellos  querían  ir  á  ha-< 
"  blar  á  fu  Señor,  y  me  volverían  prefto  con  la  refpuef- 
"  ta,  y  que  no  me  fuellé  de  allí.  ,,E  ellos  fe  fueron,  y 
volvieron  dende  á  uo  raro,  y  dijeronme:  tc  Que  porque  ya 
'*  era  rarde,  fu  Señor  no  había  venido;  pero  que  otro  día 
"  á  medio  da  vendría  en  todo  cafo  á  me  hablar  en  la  Pla- 
"  za  del  Mercado:  „  y  afsí  nos  fuimos  á  nueftro  Real.  Y 

FFFF  yo 

(1)     D.-.üe  es  efnecle  Je  Daga  puerta  en  una  Hafta. 

(2.)     Oriundos  de  el  terror  con, o  tos  iniler.ibles  Gnbaonitas.  Jofue  cap.  i.  vtrf.  s¿ 
Áunqus  Corlé:  imitó  la  taaafednmbfe  de  Jolué.  cap.  $» 


194  CARTA  DE'RELACTON 

yo  mandé,  para  otro  día,  que  tubicífen  aderezado  allí  en 
aquel  Quadrado  alto,  que  eirá  en  medio  de  la  Plaza,  para 
el  Señor,  y  Principales  de  la  Ciudad  un  Eflxado,  como 
ellos  lo  acoítumbran,  y  que  también  tes  tubieflen  adereza- 
do de  comer:  y  afsí  fe  pufo  por  obra. 

Otro  día  de  mañana  fuimos  á  la  Ciudad,  y  yo  avi- 
fé  á  la  Gente,  que  eítabieile  apercebida,  porque  íi  los  de 
la  Ciudad  acomerieífen  alguna  Traición,  no  nos  rotnáffen 
deícuydados.  E  á  Pedro  deAlvarado,  que  eftaba  allí  le 
avífé  de  lo  miímo:  y  como  llegamos  al  Mercado,  yo  embié 
á  decir,  y  hacer  faber  á  Guautimucin,  como  le  eftaba  eípe- 
tando:  el  qiial,  íegun  pareció,  acornó  de  no  venir;  y  era- 
bióme  cinco  de  aquellos  Señores  Principales  de  la  Ciudad, 
cuyos  Nombres,  porque  no  hacen  mucho  al  cafo,  no  digo 
aquí.  Los  quales  llegados,  dijeron,  que  fu  Señor  me  em« 
biaba  á  rogar  ccri  ellos,  que  le  perdonaíle,  porque  no  ve- 
nía, que  tenía  mucho  miedo  Je  parecer  ante  mí,  y  tam- 
bién eftaba  malo,  y  que  ellos  eíhban  allí,  que  vi.ffe  te  qae 
mandaba,  que  ellos  lo  harían;  y  aunque  el  Señor  no  vino, 
holgamos  mucho,  que  aquellos  Principales  vinieíTcn,  par- 
que parecía,  que  era  camino  de  d  ir  prefto  conclafioa  á  to- 
do el  negocio.  Yo  los  recibí  con  fembíante  alegre,  y  mán- 
deles dar  luego  de  comer,  y  de  beber:  en  lo  quil  moftra- 
ron  bien  el  defeo,  y  neccrrdsd.que  de  ello  tenían.  E  dzf- 
pr.es  de  haber  comido,  dijeles,  que  hiblaffen  á  fu  Señor,  y 
que  no  tubiefíe  temor  ninguno:  y  que  le  prometí  *,  que  aun* 
que  unte  mi  vinielfc,  que  no  le  feria  hecho  enojo  alguno, 
ni  feria  detenido,  porque  fin  fu  prefencia  en  ninguna  coía 
fe  podía  dar  buen  aliento,  ni  coruierto:  y  mándeles  dar  al-' 
gunas  cofas  de  refrefeo,  que  le  llevaíTen  para  comer;  y  pro- 
metierenme  de  hacer  en  el  cafo  todo  Ir»  qne  pudieffen  :  y 
afsí  fe  fueron.  E  dende  á  dos  horas  volvieron,  y  trajeron- 
me  unas  Mantas  de  A'godon  buenas,  de  las  que  ellos  ufan: 
y  dij.ronme,  que  en  ninguna  ñutiera  Guautimucin,  fu  Se- 
ñor, vendría,  ni  quería  venir,  y  que  era  éfeufado  hablar  en 
ello.  Y  yo  les  torné  á  repetir,  que  no  íahía  la  caula,  por- 
que éi  !e  recelaba  venir  anre  mi, pues  veía  que  á  ellos, que  yo 
fabía  q  habían  (ido  los  cauíadores  principales  de  la  Guerra, 

y 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  295 

y  que  la  habían  Iuítentado,  les  hacía  buen  trocamiento,  que 
les  dejaba  ir,  y  venir  feguramente,  íin  recibir  enojo  alguno: 
que  les  rogaba,  que  le  fiorflafíen  á  hablar,  y  tniraílcn  mu- 
cho en  cito  de  iu  venida,  pues  á  él  le  convenía,  y  yo  lo 
hacía  por  fu  provecho;  y  ellos  refpondieron,  que  ahí  lo 
harían,  y  que  otro  día  me  volverían  con  la  refpuefta;  y 
aísi  fe  fueron  ellos,  y  también  nofotros  á  nueftres  Reales.    XL.    Cortés 
Otro  día  bien  de  mañana  aquellos  Principales  vi-  viendo  que  no 
nieron  á  nuefíro  Real,  y  dijeronme,  que  me  f'.i  -fíe  á  la  venia  Quauir- 
Plaza  del  Mercado  de  la  Ciudad,   porque  fu  Señor  me  "/'^/J*'^ 
quería  irá  hablas  allí;  y  yo,  creyendo  que  fuera  afsí,  ca-  ciudad,  y  fon 
balgué,  y  tomamos  nueíiro  camino,  y  eitúbde  eíperando,  muertos,  y  cau 
donde  quedaba  concertado,  mas  de  tres,  ó  quacro  horas,  tivosmasdecin 

y  nunca  g'lMÍo  venir,  ni  parecer  ante  mi.  Eco.no  yo  vi  la  cuetlta  y  c,nc* 
,      .  ,  .  *  h.     r  .  mil  Indios,')  de 

burla,  y  que  era  ya  tarde,  yque  ni  los  otros  Menfijeros,  bawbre^  .;  fcd 

ni  el  Señor  venían,  (1)  embiéá  llamar  á  los  ludios  nueftros  mueren  mas  de 
Amigos,  que  habían  quedado  á  la  entrada  de  la  Ciudad,  otros  cincuenta 
caíi  una  legua  dp  donde  citábamos,  i  losábales  yo  había  m,L     Garcla 
mandado,  que  no  pafaífen  de  allí,  porque  los  de  la  Ciudad    *c'iut'?  Pren' 
me  hbí  1;  pedido,  que  para  hablar  en  las  Paces,  no  eftu-  m0c,yal  Rey 
bit  líe   ninguno  de  ellos  dentro:  y  ellos  no  fe  tard. ¡ron,  ni  defacuba. 
tampoco  los  del  Real  de  Pedro  de  Alvarado.  E  como  lle- 
garon, comenzamos  á  combatir  unas  Abarradas,  y  Calles 
de  Agua,  que  tenían,  que  ya  no  les  qaedaba  otra  mayor 
fuerza:  y  entrárnosles,  ahí  nofotros,  como  nueitros  Ami- 
gos, todo  lo  que  quiíirnos.  E  al  tiempo  que  yo  falí  de  el 
Real,  había  proveído,  que  Gonzalo  de  Sandoval  enfraile 
con  tas  Bergantines  por  la  otra  parte  de  las  Cafas,  en  que 
los  Indios  citaban  fuertes:  por  manera,  que  los  tubiefíe- 
mos  cercados,  y  que  no  los  combatieífe,  haíta  que  vieíTc 
que  nofotros  combatíamos;  por  manera,  que  por  citar  afsí 
cercado*,  y^  apretados,  no  tenían  pafo  por  donde  andar, 
fino  por  encima  de  los  muertos,  y  por  las  Azoteas,  que  les 

que- 
FFFFi 


(1)     Es  de  alabar  la  Paciencia,  y  Caridad   de  Cortc's ,   viendofe   burlado  tari- 
tas  veces. 


i  9  6  CARTA  DE  REL ACT  ON 

quedaban:  y  á  eíta  canfa,  ni  tenían,  ni  hallabm  Flechas*  ni 
Varas,  ni  Piedras,  con  que  nos  ofender:  y  andaban  con  no- 
fotros  nueftros  Amigos  áEfpada,  y  Rodela;  y  era  tangía 
mortandad  ,  que  en  ellos  (e  hizo  por  la  Mar,  y  por"  la 
Tierra,  que  aquel  dia  fe  mataron,  y  prendieron  mas  de 
quarenta  mil  Animas:  y  era  tanta  la  gata,  y  llcro  de  los 
Ñiños,  y  Mugeres,  que  no  había  Perfona,  á  quien  no  que* 
brantaífe  el  corazón;  (i)  é  ya  noíotros  teníamos  masque 
hacer  en  eftorvar  á  nueftros  Amigos,  que  no  mataflen,  ni 
hicieííen  tanta  crueldad,  que  no  en  pelear  con  los  Indios: 
la  qual  crueldad  nunca  en  Generación  tan  recia  fe  vio,  ní 
tan  fuera  de  toda  orden  de  naturaleza,  como  en  los  Natu- 
rales de  eftas  Partes:  nueftros  Amigos  hubieron  efte  día 
muy  gran  defpcjo,  el  qual  en  ninguna  manera  les  podíamos 
rendir,  porque  noíotros  eramos  obra  de  nuevecientos  Efpa- 
ñoles,  y  ellos  más  de  ciento,  y  cincuenta  mil  Hombres:  y 
ningun  recaudo,  ni  diligencia  bailaba  para  los  eftorvar 
que  no  rob-ilfen,  aüque  de  nueftra  parte  fe  hacía  todo  lo  po* 
ííble.  Y  una  de  las  cofas  porque  los  días  antes  yo  rehufá* 
ba  de  no  venir  en  tanta  rotura  con  los  de  la  Ciudad,  era 
porque  tomándolos  por  Fuerza,  habían  de  echar  lo  que  to- 
bieííen  en  el  Agua,  y  ya  que  no  lo  hicieífen,nueftros  Ami- 
gos habrían  de  tobar  todo  lo  mas  que  hallaífen;  y  á  efta 
caufa  temía,  que  fe  habría  para  Vueftrá  Mageftad  poca 
parte  de  la  mucha  Riqueza,  que  en  efta  Ciudad  había  ,  y 
fegun  la  que  yo  antes  para  Vueftra  Alteza  tenía ;  y  por- 
que ya  era  tarde, y  no  podíamos  fnírir  el  mal  olor  de  los 
muertos,  que  había  de  muchos  días  por  aquellas  Calles, 
que  era  la  cofa  del  Mundo  mas  peftilencial,  nos  fuimos  á 
nueftros  Reales.  Y  aquella  rarde  dejé  concerrado,  que  para 
ctro  día  íígüiente,  que  habíamos  de  volver  á  enrrar,  fe 
aparejaííen  tres  Tiros  gruefos,  que  teníamos  para  llevar- 
los 


( i  )  Gens  dur/t  Cervuis,  Gens  abfqtte  Conflir:  Pero  no  hay  que  admirarle» 
pues  por  no  entregarfe  los  Numantinos,  y  Sagunrlnos,  que  fon  los  primeros 
los  de  Solía.  Y  los  fegundos  los  de  MnrvieJro  en  jEípaña,  fe  quemaron  to- 
dos vivos,  Bieres,  y  Cafas,  y  euo  le  refiere  por  Heroicidad  contra  tos  Ro- 
manos, y  otro  exeiuplar  Icffiéjante  fe  refiere  de  los  Naturales  de  la  Villa  de  Valderas! 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ±97 

los  á  la  Ciudad,  porque  yo  temía,  que  como  citaban 
Jos  Enemigos  nn  juntos,  y  que  no  tenían  por  donde  fe 
rodear,  queriéndoles  entrar  por  fuerza,  fin  pelear  podrían 
entre  si  ahogar  los  Efpañoles,  y  quería  dende  acá  ha- 
cerles con  los  Tiros  algún  daño,  porque  falieílen  de  allí 
para  nofotros.  E  al  Alguacil  Mayor  mandé,  que  afsímif- 
mo  para  otro  día,  que  eftubieífe  apercibido  para  entrar 
con  los  Bergantines  por  un  Lago  de  Agua  grande,  que 
fe  hacía  entre  uoas  Cafas,  donde  eftaban  todas  las  Ca- 
noas de  la  Ciudad  recogidas:  y  ya  tenían  tan  pocas  Ca- 
fas, donde  poder  eftar,  que  el  Señor  de  la  Ciudad  an- 
daba metido  en  una  Canoa  con  ciertos  Principales,  que 
no  íabían ,  que  hacer  de  íí ,  y  de  efta  manera  quedó 
concertado,  que  habíamos  de  entrar  otro  día  por  la 
mañana. 

Siendo  ya  de  día  hize  apercibir  toda  la  Gente, 
y  llevar  los  Tiros  gruefos:  y  el  día  antes  había  man- 
dado á  Pedro  de  Albarado ,  que  me  efperaífe  en  la 
Plaza  de  el  Mercado,  y  no  dieíTe  combate  fafta  que 
yo  llegaíTe;  y  eftando  ya  todos  juntos,  y  los  Berganti- 
nes apercibidos  todos  por  detras  de  las  Cafas  de  el 
Agua,  donde  eftaban  los  Enemigos,  mandé,  que  en  oyen- 
do foltar  una  Efcopeta,  que  enfrailen  por  una  poca  par- 
te, que  eftaba  por  ganar,  y  echaíTen  á  los  Enemigos  al 
Agua  hacia  donde  los  Bergantines  habían  de  eftará  pun- 
to: y  aviféles  mucho,  que  miralfen  por  Guautimucin,  (t) 
y  trabajaren  de  lo  tomar  á  vida,  porque  en  aquel  pun- 
to cefaría  la  Guerra.  E  yo  me  fubí  encima  de  una  Azo-i 
tea,  y  antes  del  combate  hablé  con  algunos  de  aque- 
llos Principales  de  la  Ciudad,  que  conocía,  y  les  dije: 
„  Que  era  la  caufa,  porque  fu  Señor  no  quería  venir, 
3,  que  pues  fe  veían  en  tanto  extremo,  que  no  dieílen 
„  caufa,  á  que  todos  perecielíen,  y  que  lo  llamaflen,  y 
„  no  obielíen  ningún  temor;  „  y  dos  de  aquellos  Prin- 
cipales pareció,  que  lo  iban  á  llamar.  E  dende  á  poco 

GGGG  bolr 


(1)     Por  el  Emperador  QuatecmotziB, 


i98  CARTA  DE  RELACIÓN 

bolvió  con  ellos  uno  de  los    mas  Principales  de   todos 
aquellos,  que  fe  llamaba  Ciguacoacin,  y  era  el  Capitán, 
y  Gobcrnadot  de  todos  ellos,  é  por  íu  Conftjo  fe  fe-, 
guían  todas  las  colas  de  la  Guerra;  y  yo  le  moftré  bue- 
na voluntad,  porque  fe  afeguraffe,  y  no  tubiefíe  temor: 
y  al  fin  me  dijo,  que  en  ninguna  manera  el  Señor  vei<- 
nía  ante  mi:  y  antes  quería  por  allá  morir,  y  que  á    él 
pefab3  mucho  de  efto,  que  hicieffe  yo  lo  que  quifiefle; 
y  como  vi  en  efto  fu  determinación,  yo  le  dije:  que  fe 
bolvL-fíe  á  los  fuyos,   y  que  él,  y  ellos  fe   aparejaffen, 
porque  los  quería  combatir,  y  acabar  de  matar,  y  afsí 
fe  fue.  Y  como  en  eflos  conciertos  fe  pafaron   mas  de 
cinco  hora1;,  y  los  de  la  Ciudad  eftaban  todos  enci/ra 
de  los  muertos,  y  otros  en  el  Agua,  y  otros   andaban 
nadando,  y  otros  ahogandofe  en  aquel  Lago,  donde  ef- 
taban las  Canoas,  que  era  grande:   era  tanta  la    pena, 
que  teman,  que  no  bailaba  juicio  á  penfar,  como  lo  po- 
dían fuñir;  y  no  hacían  fino  falirfe  infinito  número   de 
Hombres,  y  Mugeres,  y  Niños  hacia   nofottos.  Y  por 
darfe  prieía  al  falir,  unos  á  otros  fe  echaban   al  Agua, 
y  fe  ahogaban  entre  aquella  multitud  de  muertos,   que 
fegun  pareció,  de  el  Agua  falada,  que  bebían,  y  de   la 
hambre,  y  mal  olor,  había   dado    tanta  m;  rtandad    en 
ellos,  que  murierou  mas  de  cincuenta  mil  Animas:  Los 
cuerpos  de  las  quales,  porque  nofotros  no  alcanzaremos 
fu  neceíidad,  ni  los  echaban  al  Agua,  porque  los   Ber- 
gantines no  topaffen  con  ellos,  ni  los  echaban  fuera  de 
fu  converíacion,  porque  nofotros  por  la  Ciudad  no  lo 
vieffemos:  y  afsí  por  aquellas  Calles,  en  que  eftaban,  ha- 
llábamos los  montones  de  los  muertos,    que    no   había 
Perfona,  que  en  otra  cofa  pudieffe  poner    los  pies;  y 
como  la  Gente  de  la  Ciudad  fe  falía  á  nofotros,  yo  ha- 
bía proveído,  que  por  todas  las  Calles  eftubieffen  Efpa- 
ñoles  para  eftorbar,  que  nueftros  Amigos,  no    mataffen 
á  aquellos  triíte>,  que  ialinn,  que  eran  iin  cuento.  Y  tam- 
bién dije  á  todos  los    Capitanes   de    nueftros    Amigos, 
que  en  ninguna  manera  confinticffen   matar,  á  los   que 

fa* 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  19  o 

falían:  y  no  fe  pudo  tanto  eftorbar,  como  eran  tantos, 
que  aquel  día  no  mataron,  y  facrificaron  mas  de  quin- 
ce mil  Animas;   y  en  efto  todavía  los  Principales,  y  G.en- 
te  de  Guerra  de  la  Ciudad    fe  eftaban    arrinconados,  y 
en  algunas  Azoteas,  y  Cafas,  y  en  el  Agua,  donde  ni 
les  aprovechaba  difimülacion,  ní  otra  cofa ,  porque    no 
vieífemos  fu  perdición ,  y    fu  flaqueza   muy  á  la  clara: 
viendo  que  fe  venía  la  tarde,  y  que  no  fe  querían  dar 
fize  afentar  los  dos  Tiros  grueíTos  hacia  ellos,  para  ver 
íi  fe  darían,  porque  mas  daño  recibieran  en  dar  licen- 
cia á  nueftros  Amigos,  que  les  entraran,  que  no  de  los 
Tiros,  los  quales  ficieron  algún  daño.  E  como   tampo- 
co efto  aprovechaba,  mandé    foltar  la    Efcopeta:    y    en 
foliándola,  luego  fue  tomado  aquel  rincón,  que  tenían, 
y  echados  al  Águ¿,  los   que  en  él  eftaban ,  otros,  que 
quedaban  fin  pelear,  fe  rindieron;  é  los  Bergantines  en- 
traron de  golpe  por  aquel  Lago,  y  rompieron  por  me- 
dio de  la  Flota  de  Canoas,  y  la  Gente  de  Guerra,  que 
en  ellas  eftaba,  ya  no  ofaban  pelear :  y  plugo  á  Dios, 
que   un  Capitán  de   un  Bergantín ,    que   fe  dice   Garci 
Holguin,  llegó  en  pos  de  una  Canoa,  en  la  qual  le  pa- 
reció, que  iba  Gente  de  manera:  y  como  llevaba  dos, 
ó  tres  Ballefteros  en  la  Proa  de  el  Bergantín,  y  iban  en- 
carando en  los  de  la    Canoa,  ficieronle  feñal,   que    ci- 
taba allí  el  Señor,  que  no  riraífen,  y  faltaron  de  prefto, 
y  prendiéronle  á  él,  y  aquel  Guautimucin,  (t)  y  aquel 
Señor  de  Tacuba,  y  á  otros  Principales,  que  con  él  ef- 
taban: y  luego  el  dicho  Capitán  Garci  Holguin  me  tru- 
jo allí  á  la  Azotea  donde  eftaba,  que  era  junto  al  La- 
go al   Señor  de  la  Ciudad ,  y  á   los  otros  Principales 
prefos:  el  qual  como  le  fize  fentar,  no  moftrandole  ri- 
guridad ninguna,  llegófe  á  mí,  y  dijome  en  fu  lengua: 
„  Que  ya  él  había  hecho  todo,  lo  que  de  fu  parre  era 
„  obligado  para    defenderfe  á  fi,  y    á  los  fuyos,  harta 

GGGGr  ,,  ve- 


(1)  Efte  Quarsctnotiin  fue  prefo,  y  dio  fu  Puñal,  como  defpues  fe  dirj  para 
que  le  maullen:  y  es  mucho  que,  como  el  Emperador  Othoa,  qo  fe  maulle  á 
<¡  mifino. 


joo  CARTA  DE  RELACIÓN 

„  venir  en  aquel  eftado:  que  ahora  ficieíTe  de  él  lo  qué 
„  yo  quifietíe,  „y  pufo  la  mano  en  un  puñal,  que  yo 
tenía,  diciendome,  que  le  dieífe  de  puñaladas, y  lema-; 
taíí£  (i)  E  yo  le  animé,  y  le  dije,  que  no  tubiefle  te- 
mor ninguno:  y  afsí  prefo  efte  Señor,  luego  en  tíTe  pun- 
to ceíló  la  Guerra,  á  la  qual  plugo  á  Dios  nueftro  Se- 
ñor, dar  conclufion  Martes,  día  de  Santo  Hypólito,  que 
fueron  trece  de  Agofto  (2.)  de  mil,  y  quinientos,  y  vein- 
te, y  un  años.  De  manera,  que  defde  el  día,  que  fe  pu- 
fo Cerco  á  la  Ciudad,  que  fue   á  treinta  de  Mayo  del 
dicho  año,  hafta  que  íe  ganó,  pafaron  fetenta  y   cinco 
días:  en  los  quales  Vueftra  Magíftad   verá  los   trabajos, 
peligros,  y  defventuras,  que  ellos  fus  Va  fallos  padecie-. 
ron,  en  los  quales  moftraron  tanto  íus  Períbnas,  que  las 
obras  dan  buen  Teftimonio  de  ello. 

Y  en  todos  aquellos  fetenta,  y  cinco  días  de  el 
Cerco  nií  guno  fe  pafó,  que  no  fe  tubieííe  combate  con 
XLI.Oro^que  loS  de  la  Ciudad  poco,  ó  mucho.  Aquel  día  de  la  pri- 
fejunfó  en  Te  ^on  ¿e  Guaut¡mucin)  y  toma  de  la  Ciudad,  dcfpues  de 
Tlae¡a,Rey  de  ^er  recoJ^°  e*  defpojo,  que  fe  pudo  haber,  nos  fui- 
MecbuacñEm-  mos  al  Real,  dando  gracias  á  nueftro  Señor  por  ran  fe- 
bajadores     á  ñalada  merced ,  y  tan  defeada  Victoria,  como  nos  ha- 

ofrecerfe á  Cor    \j[¿    dado.  (3) 

tés,  y   buelven  m  cn     j  Reaj  eftube  ,  •      dí        d 

can    ellos    dos  »         T  » 

E/pañoles,  y  d   d°  orden  en  muchas   colas,  que  convenían,  y   delpues 
que.  nos  venimos  á  la  Ciudad  de  Cuyoacan,  doade  hafta  aho- 

ra hé  eftado,  entendiendo  en  la  buena  orden   goberna- 
ción, y  pacificación  de  eftas  partes. 

Recojido  el  Oro,  y  otras  cofas,  con  parecer  de 

los 


(1)  Palabras  verdaderamente  de  un  ánimo  defpechado;  pero  que  prueban  fu 
2;rande  valor,  y  eftas  intimas  íe  refieren  en  las  Hiliorias  de  otros  Capitanes  Ge- 
nerales de  Naciones  muy  cultas.  D.  Pedro  el  Cruel,  y  D.  Enrique  vinieron  á  las 
manos,  y  eran  Hermanos  naturales.  Cleopatra  fe  mató  con  Afpides:  de  los  Em- 
peradores Romanos  fe  lee  mayor  crueldad  en  haberfe  matado  á  si  mitinos,  por  no 
fer   muertos  por  los  Vencedores. 

(2)  Er>  éfte  día  va  el  Excelentífslmo  Señor  Virrey,  Real  Acuerdo,  Nobilií- 
ma  Ciudad,  y  Caballeros  4  el  Hofpital  de  San  Hipólito  con  el  Eftandarte,  que 
lleva  el  Alférez  mayor  ríe  la  Ciudad  a  tributar  á  Dios  gracias. 

(3)  üextera  Dotnitú  fecit  Vvituum,  y  afsí  el  triunfo,  y  Cooquift*  fe  atribuyo 
principalmente  á  »¡08, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  jór 

los  Oficiales  de  Vueftra  Mageftad,  fe  hizo  fundición  de 
ello:  y  montó,  lo  que  fe  fundió  mas  de  ciento,  y  trein- 
ta mil  Carelianos,  de  que  fe  dio  el  quinto  al  Teforero 
de  Vueftra  Mageftad,  fin  el  quinto  de  otros  derechos,  que 
á  Vueftra  Mageftad  pertenecieron  de  Efclavos,  y  otras  co- 
fas, fegun  mas  largo  fe  verá  por  la  Relación  de  todo  lo  que 
á  Vueftra  Mageftad  perteneció,  que  irá  firmado  de  aueftros 
nombres.  Y  el  Oro,  que  reftó,  fe  repartió,  en  mi,  y  en  los 
Efpañoles,  fegun  la  manera,  y  férvido,  y  calidad  de  cada 
uno;  demás  del  dicho  Oro  fe  hubieron  ciertas  Piezas,  y 
)oyas  de  Oro,  y  de  las  mejores  de  ellas  fe  dio  el  Quinto  al 
dicho  Teforero  de  Vueftra  Mageftad. 

Entre  el  defpojo  que  fe  hubo  en  la  dicha  Ciudad, 
hubimos  muchas  Rodelas  de  Oro,  (i)  y  Penachos,  y  Piu-^ 
mages,  y  cofas  tan  maravillofas,  que  por  efcríto  no  fe  pue- 
den fignifícar,  ni  fe  pueden  comprehender,  fino  fon  viftas: 
y  por  fer  tales,  parecióme,  que  no  fe  debían  quintar  ,  ni 
dividir,  fino  que  de  todas  ellas  fe  hiciefíe  férvido  á  V. 
Mageftad:  para  lo  qual  yo  hice  juntar  todos  los  Efpaño- 
íes,  y  les  rogue,que  tnbielTen  por  bien,  que  aquellas  co- 
fas fe  embíaíTen  á  Vueftra  Mageftad;  y  que  de  la  parre,  que 
á  ellos  venía,  y  á  mí,  íirviefTemos  á  V.  M.,  y  ellos  holgaron 
de  lo  hacer  de  muy  buena  vo!ürad:y  con  tal  ellos,y  yo  eni- 
biamos  el  dicho  íer vicio  á  Vueftra  Mageftad  con  los  Pro- 
curadores, que  los  Confejos  de  efta  Nueva-Efpaña  embían. 

Como  la  Ciudad  de  Temixtitan  era  tan  principal, 
y  nombrada  por  todas  citas  Parces,  parece  que  vino  á  no- 
ticia de  un  Señor  de  una  muy  gran  Provincia,  que  eftá  fe- 
tenta  leguas  de  Temixtitan,  que  fe  dice  Mechuacán,  (i) 

HHHH  co- 


(i)  Rodelas  de  Ora  es  prueba  evidente  de  h  grandeza1,  y  magnificencia 
de  los  Mexicanos,  y  fe  admiraron  en  toda  la  Europa  tas  Piezas,  que  embiá 
Cortés. 

(x)  La  Provincia  de  Michoacan  es  la  que  coroprehende  cf  Obifpado'  de 
Valbdolid,  y  otras  diftintas:  es  Frontera  de  los  Chichimecas :  fu  Etimología 
quiere  decir\Tierra  de  Peleado,  ó  Mtchi;  es  abundante  de  todos  Frutos,  y  ía 
eofecK*  de  Trigo  muy  grande.  La  piinclpat  Ciudad  de  elta  Provinsia  era 
I'áuquaro,  donde  afluían  los  Reyes  Gentiles:  allí  fe  pufo  at  principio  la  Silla 
tpifcopal:  á  la  pane  del  Sur  eftá  la  Colla  de  Zacatula,  de  que  antes  biio 
memoria  Cortés» 


•jai  CARTA  DE  RELACIÓN 

corito  la  habíamos  deftruído,  y  afolado}  y  confíderandc* 
ía  grandeza,  y  fortaleza  de  la  dicha  Ciudad3  al  Señor  de 
aquella  Provincia  le  pareció,  que  pues  que  aquella  no  fe 
nos  había  defendido,  que  no  habría  cofa  que  fe  nos  am- 
pararte: y  por.  temor,  ó  por  lo  que  á  él  le  plugo,  embió- 
me  ciertos  Menfajeros,  y  de  fu  parte  me  dijeron  por  los 
íntéfpretes  de  fu  Lengua,  que  fu  Señor  había  fabido, 
que  noforros  eradnos  Vaíallos  de  un  gran  Señor  í  y  que  fi 
yo  íubieífe  por  bien,  él,  y  los  fuyos  lo  querían  rambíea  fer, 
y  tener  mucha  amiftad  con  noforros.  Y  yo  le  refpondí, 
que  era  verdad,  que  todos  eramos  Vaíallos  de  aquel  gran 
Señor,  que  era  Vueftra  Mageftad,  y  que  á  todos  los  que  no 
lo  quifieífen  fer,  les  habíamos  de  hacer  Guerra  :  y  que  fu 
Señor,  y  ellos  lo  habían  hecho  muy  bien.  Y  como  yo,  de 
poco  acá,  tenía  alguna  noticia  de  la  Mar  del  Sur,  infórme- 
me también  de  ellos,  fi  por  fu  Tierra  podían  ir  alíáí  y  ellos 
me  refpondíeron,  que  fi:  y  rogueles,  que  porque  pudiefféí 
informar  á  Vueftra  Mageftad  de  U  dicha  Mar,  y  de  fu  Pro- 
vincia, ¡íeváffen  confígo  dos  Efpañoíes,que  les  daría:  y  ellos 
dijeron,  que  íes  placía  de  muy  buena  voluntad;  pero  que 
2LIL  Cortés  p2ra  pafa?  al  Mar  había  de  fer  por  Tierra  de  im  gran  Se- 

£f%Je"at'or  "oí»  cotí  cIl"cn  cl'os  ceaian  Guerra:  y  que  á  cita  caufa  no> 
dofpart",  pa~  podían  por  ahora  llegar  á  la  Mar.  Eftos  Menfajeros  de  Me- 
ra ckfcubrir  el  chuacan  cftubíeron  aquí  con  migo  fres,  ó  quatro  díis,  y; 
Mar  del  Sur,  ¿Telante  de  ellos  hice  efearamuzar  los  de  Caballo,  para  que 
\tr'utña  ""  aIIá  ÍO  ¿dnfaííen:  y  habiéndoles  dado  ckttu  }oyas¿  á  ellos, 
7k?ade?Js  par  y  á  losí  dós  Efpañoks  defpaché  para  la  dicha  Provincia  de 
tkuiaridades  Mechuacan. 

de  las  Provine  Como  en  el  Capítulo  antes  cíe  efte  hé  dicho,  yo  te« 

ciasqut  andw  fáa,  muj?  Poderofo  Señor,  alguna  noticia,  poco  había,  de 

¡ras0d¡/or7Í  h  mtf  Maf  dd  ,Suf3  ?  hbí,*>  *UC  P°f  á™>  Ó  tfCS  P*rCeS  ef- 

ia¡  Minas,  de. taDa  á  doce,  y  á  trece,  y  á  catorce  jornadas  de  aquí,  efta- 
jundo    tomada  ba  muy  ufano,  porque  me  parean,  que  en  la  defeubrir  fe 
poTefíS  de  aquel  hacía  á  Vueftra  Mageftad  muy  grande,  y  fcf?3Íado  férvido:  - 
Mar (  por  el  cfpecialmcnte,  que  todos  los  que  tienen  alguna  ciencia,  V 

Rey,  y  lebatU     r      .       .  «  V,  .         *     ,      T     ..       °t  .  .      ,   J 

tajo  Cmces  en  experiencia  en  la  Navegaeron  de  las  Indias,  bar»  témdo  por 
fu  «tilla.         muy  cierto,  que  defeubriendo  por  eftas  Partes  la  Mar  del 

Sur, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.     ^       f% 
Sur,  (0  Te-  habían  de  hallar  muchas  Islas  ríds  3é  Uro,  f 
Perlas,  y  Piedras  preciólas,  y  Efpecería,  y  fe  habían  de 
defeubrir,  y  hallar  otros  muchos  fecretos,  y  cofas  admi- 
rables: y  efto  han  afirmado,  y  afirman  también  Perfonas 
de  Letras,  y  experimentadas  en  la  Ciencia  de  la  Cofmo- 
grafia.  E  con  tal  defeo,  y  con  que  de  mi  pudieffe  Vuef- 
tra  Mageflad  recibir  en  ello  muy  fingular,  y  memorable 
férvido,  defpáché  quatro  Efpañoíes,  los  dos  por  ciertas? 
Provincias,  y  los  otros  dos  por  otras:  y  informados   da 
las  vías ,  que  habían  de  llevar ,  y  dadoles  Perfonas  dé 
r.üeílros  Amigos,  que  los  guiaíTen  ,  y  fueffen  con  ellos* 
fe  parrieron,  E  yo  les  mandé,  que  no  paraíTen,  hada  lle- 
gar á  la  Mar:  y  que  en  dcfcubriendola,  tomaifen  la  pofe^ 
íion  Real,  y  corporalmente  en  nombre  de  Vueftra  Magef-, 
fad;  y  los  unos  andubleron  cerca  de  ciento  y  treinta  le-\ 
guas,  por  muchas,  y  buenas  Provincias,  fin  recibir  nin-< 
gun  etlorvo:  y  llegaron  *á  la  Mar ,  y  tomaron  la  pofe- 
íion,  y  en  ferial  pulieron  Cruces  en  la  Cofta  de  ella.  Y¡ 
dende  á  ciertos  días  fe  volvieron  coa  la  Relación  de  el 
dicho  Dcfcr.brimicnto,  y  me  informaron  muy  particular-* 
mente  de  todo,  y  me  trujeron  algunas  Perfonas  de  los  Na-? 
torales  de  la  dicha  Mar:  é  también  me  trujeron  muy  bue« 
lia  mueftra  de  Oro  de  Minas,  (2.)  que  hallaron  en  algunas  déí 
aquellas  Provincias,  por  donde  pafaron¿  la  qual  con  otras? 
muefíras  de  Oro  ahora  erobio  á  Vuéftra  Mageftad  :    los 
otros  dos  Efpañoíes  fe  detubieron  algo  roas,  porque  an-n 
dubieron  cerca  de  ciento  y  cincuenta,  leguas  por  otra  par-í 
te,  haíla  llegar  á  la  dicha  Mar,  donde  afsímifmo  tomaron 
la  dicha  poícííon,  y  me  trajeron  larga  Relación  de  la  Cof* 

HHHHi  ca^ 


(1)  Efté  alto  Penfamientcr  de  Cortés  fue  la  caufa  de  el  defcubrlmiento  de 
la  Mar  del  Sur,  de  la  Navegación  que  defpues  huaáel  Golfo  de  Californiatí 
de  la  Navegación  í  el  otro  Reyno  del  Perú,  á  Philipinas,  e'  Islas  de  la  Ef- 
pecería ,  por  las  Efpecias  de  Canela,  Clavo,  y  Pimienta,  conque  tanto  fe  eh-> 
íiquCzen  los  Holandefcs,  y  todo  lo  defeubierto  hada'  el  día  de  hoy  en  Nueva- 
Ilpaña,  fe  fe  debe  á  Cortés:  Califícafe  fu  inteligencia  en  la  Geographia,  Náu- 
tica, y  otras  ciencias,  y  el   defeo  eficaz  dé  fervir   á  Dios,   y   á    fu  Rey. 

(i)  Por  eT  trabajo,  y  desvelo  de  Cortés  fe  puede  afirmar,  que  fe  defeu- 
&rieron  ¡a^  Minas  de  Zacatecas,  las'  de  Potosí,  las  de  Zacacula,  las  de  Tafeo, 
'y  otr.is,  principalmente  las  Je  Guanaxuato,  que  tanto  han,  rendido  á  la  Corona,  J 
•fian    «n  la  Provínola  de  MicKoacany 


2<>4  CARTA  DE  RELACIÓN 

ta,  y  fe  vinieron  con  eüos  algunos  de  los  Naturales  de  ella. 
Y  á  ellos,  y  á  los  otros  los  recibí  graeiofamentej  y  con  ha- 
berlos informado  de  el  gran  Poder  de  Vueftra  Mageítad, 
y  dado  algunas  cofas,  fe  volvieron  muy  contentos  á  fus 
Tierras* 
XLIH.    Em-  En  la  otra  Relación,  muy  Católico  Señor,  hice  fa- 

bia  Cortés   á  {jCr  4  Vueftra  Mageftad,  como  al  tiempo  que  los  Indios 
Syrovmaas  "dt  mc  a*esl>arataroI>  >  Y  echaron  la  primera  vez  fuera  de  la 
Tatadetelco  ,  Ciudad  de  Temixtítarr,  fe  habían  rebelado  contra  el  fer- 
Ttixtepeque  ,  vicio  de  Vueífra  Mageftad  todas  las  Provincias  fujetasáU 
Guamxco  ,  y  Ciudad,  y  nos  habían  hecho  la  Guerra,  y  por  efta  Relación 
¿«nctba^gue      dfá  Vueí|ra  jy^geíí^  mandar  ver,  como  habernos  re- 
lad»:  y  f<Korro  ducido  a  lo  Real  íervicio  todas  las  mas  Tterras,  y  Provin- 
dfuTeniettfee»  cías,  que  éífoban  rebeladas.  E  porque  ciertas  Provincias, 
Guaxacaque .  qUe  eftán  de  la  Coíh  de  la  Mar  del  Norte  á  diez,  y  quince, 

Melindre  y  á  treihta  ,cguas' (l)  dett(k  que  la  dkl|a  Cíud3d  áe  Te" 
r/We»  '/»/  de  m5xt^an  fe  ^^  alzado,  ellas.  eíTaban  rebeladas,  y  los  Na- 
Gue*tfta.-'  furaíes  de  citas  habían  muerto  á  traición,  y  fobre  feguro, 
mas  de  cíen  Efpañoles  :  y  yo,  baila  hafeer  dado  conclu- 
sión en  efta  Guerra  de  la  Ciudad,  no  había  tenido  poíibi- 
fidad  para  embiar  fobre  ellos.  Acabados  de  defp3char aque- 
llos EfpañolesT  que  vinieron  de  deícubrir  la  Mar  del  Sur, 
determiné  de  embiar  á  Gonzalo  de  Sandoval,  (i)  Alguacil 
Mayor,  con  treinta  y  cinco  de  Caballo,  y  doc lentos  Efpa- 
ííoles,  y  Gente  de  nueíWs  Amigos,  y  con  algunos  Princi- 
pales, y  Naturales  de  Temixtitan,  á  aquellas  Provincias, 
que  fe  dicen  Tataótetelco,  y  Tuxtepeque,  y  Guatuxco,  y 
Áulicaba,'  y  dádole  Inflruccion  de  la  orden,  que  había  de 
refreí  en  eíla  jornada  ,  fe  comenzó  á  aderezar  para  la 
hacer* 

En 


(r);  Áqui  fe  «ntienJe  la  HiKvfíeca,  la  Mifteca>  y  otras  Provincias,,  que  eftiri 
cérea  Ji  eí  Seno  Mexicano. 

(i)  Gonzalo  JeSsnJoval  fue  natural  Je  Medellin,  fue  Compañero  Je  Cor- 
tés en  tocios  fus  trabajos  >  y  Concpiiftas  Je  Yucatán,  y  México,.  Je.  cjue  fue 
Gobernador  poco  tiempo,  y  con  nauchas  ditputas  forjarte  de  Eltrada.  £ra  Al- 
guacil Mayor  d«  Villa  Rica,  »  Vera-Cruz. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  30J 

En  efta  fazon,  el  Teniente,  que  yo  había  deja- 
do en  la  Villa  de  Segura  de  la  Frontera,  que  es  en  la 
Provincia  de  Tepeaca,  vino  á  efta  Ciudad  de  Cuyoa- 
can,  y  hizome  íaber,  como  los  Naturales  de  aquella  Pro- 
vincia, y  de  otras  á  ella  comarcanas,  Vafallos  de  Vuef- 
tra  Magcftad,  recibían  daño  de  los  Naturales  de  una 
Provincia,  que  fe  dice  Guaxacaque,  que  les  facían  Guer- 
ra, porque  eran  nueftros  Amigos:  y  que  demás  de  fer 
necefario  poner  remedio  á  efto,  era  muy  bien  afegurar 
aquella  Provincia  de  Guaxacaque,  (r)  porque  eftaba  en  Ca- 
mino de  la  Mar  del  Sur:  y  pacificandofe,  feria  cofa  muy; 
provechofa,  afsí  para  lo  dicho,  como  para  otros  efec- 
tos, de  que  adelante  haré  Relación  á  Vueftra  Mageftad; 
y  el  dicho  Teniente  me  dijo,  que  eftaba  muy  particu«í 
larmente  informado  de  a'quella  Provincia,  y  que  con  poca 
Gente  la  podría  fojurgar;  porque  eftando  Yo  en  el  Real 
fobre  Temixtitan ,  él  había  ido  á  ella ,  porque  los  de 
Tepeaca  le  ahincaban,  que  fueífe  á  hacer  Guerra  á  los 
Naturales  de  ella;  pero  como  no  había  llevado  mas  de 
veinte,  ó  treinta  Efpañoles,  le  habían  fecho  bolver,  aun-< 
que  no  tanto  de  efpacio,  como  él  quifícra.  E  yo,  vifta 
fü  Relación,  dile  doce  de  Caballo,  y  ochenta  Efpañoles; 
y  el  dicho  Alguacil  Mayor,  y  Teniente  fe  partieron  con 
fu  Gente  de  eíta  Ciudad  de  Cuyoacan  á  treinta  de 
O&ubre  de  el  año  de  quinientos,  y  veinte,  y  uno.  Y 
llegados  á  la  Provincia  de  Tepeaca  ,  ficieron  allí  fui 
alardes,  y  cada  uno  fe  partió  á  fu  Conquifta;  y  el  Al- 
guacil Mayor,  dende  á  veinte ,  y  cinco  días ,  me  eferi- 
bió,  como  había  llegado  á  la  Provincia  de  Guatufco:  y 
que  aunque  llevaba  harto  recelo,  que  fe  había  de  ver 
en  aprieto  con  los  Enemigos ,  porque  era  Gente  muy 
dieftra  en  la  Guerra ,  y  tenían  muchas  fuerzas  en  fu 
Tierra,  que  había  placido  á  Nueflro  Señor,  que  habían 
falido  de  Paz;  y  que  aunque  no    había  llegado  á    las 

lili  otras 


(1)     La  Provincia  de   Guaxacaque,  que  llana  Cortc'l,  «  Huaiacac,  <jle  boy  el 
Oaxaca,  confinante  coa  U  Diocelis  de  la  Puebla. 


5o6  CARTA  DE  RELACIÓN 

otras  Provincias,  que  tenía  por  muy  cierto,  que  todos 
los  Naturales  de  tilas  fe  le  vernían  á  dar  por  Vafallos 
de  Vucftra  Mageftad;  y  dende  á  quince  días  obe  Cartas 
fuyas,  por  las  quales  me  hizo  faber,  como  había  pa fa- 
do mas  adelante,  y  que  toda  aquella  Tierra  eftaba  ya 
de  Paz;  y  que  le  parecía,  que  para  la  tener  fegura,  era 
bien  poblar  en  lo  mas  á  propóíito  de  ella,  como  mu-. 
cho  antes  lo  habíamos  puefto  en  plática;  y  que  viefíe, 
lo  que  cerca  de  ello  debía  hacer.  Yo  le  eferibí,  agra- 
deciéndole mucho ,  lo,  que  había  trabajado  en  aquella 
fu  jornada,  en  Servicio  de  Vucftra  Mageftad:  y  le  hize 
faber,  que  me  parecía  muy  bien  lo  que  decía,  acerca 
del  poblar:  yembiéle  á  decir,  que  fícieíTe  una  Villa  de  Ef- 
pañoles  en  la  Provincia  de  Tuxtebeqqe,  (t)  y  que  le  pufief» 
le  nombre  Medellin;  y  embiéle  fu*  Nombramiento  de  Al« 
caldes,  y  Regidores,  y  otros  Oficiales:  á  los  quales  to-: 
dos  encargué,  miraííen  todo  lo  que  conviniere  al  Servi- 
cio de  Vucftra  Mageftad,  y  al  buen  tratamiento  de  los 
Naturales. 

El  Teniente  de  la  Villa  de  Segura  la  Fron- 
tera fe  partió  con  fu  Gente  á  la  Provincia  de  Gua- 
xaca  con  mucha  Gente  de  Guerra  de  aquella  Comar- 
ca, nueftros  Amigos;  y  aunque  los  Naturales  de  la  di- 
cha Provincia  fe  puíieron  en  refiftirle,  y  peleó  dos,  ó 
ó  tres  vezes  con  ellos  muy  reciamente,  al  fin  fe  dieron 
de  Paz ,  Cin  recibir  ningún  dono ;  y  de  todo  me  ef- 
cribió  particularmente ,  y  me  informó ,  como  la  Tier- 
ra era  muy  buena ,  y  rica  de  Minas ,  (2.)  y  rae   embió 

una 


(1  )  Tuxtepec,  en  l.i  Diocelís  deQaxaca,  en  que  cftá  h  Provincia  de  Tutu- 
tepec;  el   Pueblo  de  Tuchitepec,  y  otros  muy  paiecidos  en  el  nombre. 

(i)  Eftas  Minas  no  eftan  hoy  corrientes,  y  todo  el  trabajo  fe  emplea  en  la 
Grana,  6  Cochinilla,,  que  fe  cria  en  los  Tunales,  ó  Higueras  linas  de  efte  Pais,  pe- 
gandofe  e!  Gufanillo  á  las  Palmas  de  las  h«¡as,  que  han  de  eftar  muy  limpias,  y 
íin  efpinas.  Los  Gufanos,  ó  Cochinillas  Madres  fe  fomentan  con  el  calor  de  el 
Cuerpo,  como  el  Gufano  de  la  Seda:  á  fu  tiempo  fe  efparcen  por  las  hojas  de  el 
Nopal,  y  allí  hacen  fu  cria.  Efta  Cochinilla  es  de  mucho  aprecio;  pero  mas  lingu- 
lar  es  el  Caracol,  que  íe  pefea  en  las  Coilas  de  Nicaragua,  y  Santiago  de  Vera- 
guas, que  cria  dentro  una  ampoUíta  de  Licor,  que  es  la  verdadera  Púrpura,  ó  Mú- 
rice, pues  fin  mas,  que  pafar  un  hilo  por  aquel  humor,  queda  perfectamente  teni- 
do, y  Libándolo,  fe  refina  mas.  Se  coje  en  las  crecientes  de  la  Luna,  y  defpues  de 
aprovechado,  fe  arroja  en  la  Playa,  y  en  otra  creciente  buelve  á  dar,  el  Licor, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  307 

una  muy  ungular  mueftra  de  Oró  de  ellas,  que  tam- 
bién embio  á  Vtieftra  Mageftad,  y  él  fe  quedó  en  la  di- 
cha Provincia,  para  hacer  de  allí,  lo  que  Je  embiaíTe  á 
.mandar. 

Haviendo  dado  orden  en  el  ^efpacho  de  eftas  XLIV.  Reedi¿ 
dos  Conquiítas,  y  fabicndo  el  buen  fuceíTo  de  ellas,  y  ficaíe  Temixtii 
viendo  como  yo  tenía  ya  pobladas  tres  Villas  de  Eí<-  ta"->yferepar- 
panoles,  y  que  conmigo  citaban  copia  de  ellos  en  eíta  ScAgr  de  Tu¿ 
Ciudad  de  Cuyoacan,  habiendo  platicado,  en  que  parte  tutepte  emita 
haríamos  otra  Población  alrededor  de  las  Lagunas,  por-  PrefétesdCor- 
que  de  eíta  había  mas  neccíidad  para  la  fegurídad,  y  tés .  c°n  f"s 
íofíego  de  todas  eftas  patees:  y  alsíauímo  viendo,  que      n"c'Pais* >  9 

1      r$  j    j    j      t-       •     •  r  ■••       l      j         f   dar   la   obs- 

Ja  Ciudad  de  Temixtitan,  que  era  cola   tan   nombrada,  dienda.  Buel- 

y  de  que  tanto  cafo,   y  memoria  fiempre  fe  ha  fecho,  venios  Efpaño\ 

pareciónos,  que  en  ella  era  bien  poblar,  porque  eftaba  les-,  que  fuero» 

toda  deftruida:  y  yo  repartí  los   Solares   á  los  que   fe  A  Mccbuacan> 

r  r»     i  <•      r  1  •  v       *  i      Cú"        muchos 

aientarcn  por  Vecinos;  y  hizoíe  nombramiento  de   Al-   p,;,:cipa/esTn' 
caldcs,  y  Regidores,  en  Nombre   de  Vueítra  Mageftad,   dios:  y  hiiehe» 
fegun  en  fus  Reynos  fe  acoftumbrajy  entre  tanto  que  las  admirados  délo 
Cafas  fe  hacen,  acordamos  de  eftar,  y  refidiren  eftaCiu-  9"eiesfazover 
dad  de  Cuyoacan, donde  al  prefente  eftamos,de  quatro,   conthl^cmuL- 
ó  cinco  mefes  acá,  que  la  dicha  Ciudad  de  Temixtitan   prefente  para 
fe  va  reparando,  efta  muy  hermoía;  y  crea  Vueítra  Ma-  fu  Rey  Cacul» 
geftad,  que  cada  día  fe  irá  ennobleciendo  en  tal  mane-   cin' 
ra ,  que  como   antes  fue  Principal,  y  Señora  de  todas 
citas  Provincias,  que  lo  ferá  también  de  aquí  adelante:  (1) 
y  fe  hace,  y  hará  de  tal  manera,  que  los  Efpañoles  ef- 
ten  muy  fuertes,  y  feguros,  y  muy  Señores  de  los  Na- 
turales: y  de  manera,  que    de  ellos  en  ninguna   forma, 
puedan  fer  ofendidos. 

En  cite  comedio,  el  Señor  de  la  Provincia  de 
Tecoantepeque,  que  es  junto  á  la  Mar  del  Sur,  y  pac 
donde  la  defeubrieron  los  dos  Efpañoies,  me  embió  cier- 

IIII2  tos 


(1)  F.ftc  Pronóftico  de  Corte's  ha  (al  ido  tan  cierto,  como  (\ae  México  es  una 
de  la?  Ciudades  mas  hermclas  de  el  Mundo,  y  cabe  en  ella  mucha  mejora,  y  coa 
facilidad,  por  eftar  (ituada  en  medio  ds  un  amenífsimo  Valle,  abundancia  de  Aguas, 
y  benignidad  de  Clima. 


3o8  CARTA  DE  RELACIÓN 

tos  Principales,  y  con  ellos  fe  embió  á  ofrecer  por  Va- 
fallo  de  Vueftra  Mageftad,  y  me  embió  un  pteíente  de 
ciertas  Joyas,  y  Piezas  de  Oro,  y  Plumages,  lo  qaal  to- 
do fe  entregó  al  Tcforero  de  Vueftra  Mageftad,  y  yo 
les  agradecí  á.  aquellos  Menfajeros,  lo  que  de  parte  de 
fu  Señor  me,  dijeron:  y  les  di  ciertas  cofas,  que  le  lie— 
yaffen,  y  fe  bolvieron  muy.  alegres. 

Afsímifmo  vinieron  á  efta  fazon  los  dos   Efpa- 
ñoles,  que  habían  ido.á  la  Provincia  de  Mechuacan,  por 
donde  los  Menfajeros ,  que  el  Señor    de  allí  me  había 
embiado,  me  habían  dicho,  que  también  por  aquella  par* 
te  fe  podía  ir  á  la  Mar  del  Sur:  fálvo,  que  había  de  fer 
por  Tie,rra  de  un  Señor,  que  era  fu  Enemigo:  y  con  los 
dos  Efpañoles  vino  un  Hermano  del  Señor  de  Mechuacan, 
y  con  él  otros  Principales,   y  Servidores,  que    pafaban 
de  mil  Perfonas;  á   los  quales  yo    recibí,    mofeándoles 
mucho  amor:  é  de  parte  del  Señor  de  la  dicha  Provin- 
cia, que  fe  dice  Calcucin,  me  dieron  para  Vueftra  Ma- 
geftad un  Preíente  de  Rodelas    de  Plata  ,   que  petaron 
tantos  Marcos,  y  otras  cofas  muchas,  que  fe  entregaron 
al  Tefcrero  de  Vueftra  Mageftad;  y  -porque  vieiíen  nuef- 
tra  manera,  y  lo  contaffen  allá  á  fu  Señor,  hizc  falir  á 
XLV.  Sabe  todos  los  de  Caballo  á  una  Plaza,  y  delante  de   ellos 
Coi-tés  ¡allega'   corrieron,  y  efearamuzaron;  y  la  Gente  de  Pie  íalió  en 
da  de  Chnf    ordenanza,  y.  los  Efcopeteros  foltaron  las  Efcopetas:   y 

toval  de  Tapia 
á  Nueva  Ef 
paña,  par  a  go- 
bernarla; y  rep 
puefta  que  le 
dio,  y  orden  A 
Fr.fedro  Mel- 
garejo ,  para 
hacer  lo  convt' 


■ 
- 


I 

i 


con  el  Artillería  fíze  tirar  á  una  Torre,  y  quedaron  to- 
dos muy  efpantados  de  ver  lo  que  en  ella  fe  hizo,  y 
de  ver  correr  los  Caballos:  y  hicelos  llevar  á  ver  la  des- 
trucción, y  afolamíento  de  la  Ciudad  de  Temixtitan , 
que  de  la  ver,  y  de  ver  fu  fuerza,  y  fortaleza,  poreftar 
en  el  Agua,  quedaron  muy  mas  efpantados.  E  á  cabo  de 
quatro,  ó  cinco  días,  dándoles  muchas  cofas  para  fu  Se- 

niente  al  Real  ñor,  de  las  que  ellos  tienen  en  eftima,  y  para  ellos,  fc> 

Servicio.  Tra-  partieron  muy  alegres,  y  contentos. 

Antes  de  ahora  hé  hecho  Relación  á  Vueftra  Ma-. 
geftad  del  Rio  de  Panuco,  que  es  la  Corta  abajo  de  la  Vi- 
lla de  la  Vera-Cruz,  cincuenta,  ó  fe  feúca  leguas,  al  qual. 

los- 


tan  dt  rebelw 
fe  los  de  Méxi' 
co,  y  Temtxti- 
tan,  y  como. 


DÉ  t>.  FERNANDO  CORTES;  .  .  Jb? 
los  Navios  de  Francífco  de  Garay  (i)  habían  ido  dos,  ó  tres 
veces,  y  aun  recibido  harto  daño  de  los  Naturales  de  el 
dicho  Rio,  por  la  poca  manera,  que  fe  habían  dado  los 
Capitanes,  que  allí  había  entibiado  en  la  contratación,  que 
habían  querido  tener  con  los  Indios.  E  defpues  yo,  vien- 
do que  en  roda  la  Cofta  de  la  Mar  del  Norte  hay  falta 
de  Puertos,  y  ninguno  hay  tal,  como  aquel  del  Rio,  c 
también  porque  aquellos  Naturales  de  él  habían  de  antes 
venido  á  mi  á  fe  ofrecer  por  Vafallos  de  Vueftra  Magef-; 
tad,  y  ahora  han  hecho,  y  hacen  Guerra  á  los  Vafallos 
de  Vueftra  Mageftad,  nueftros  Amigos,  tenía  acordado 
de  embiar  allá  un  Capitán  con  cierta  Gente,  y  pacificar 
toda  aquella  Provincia:  y  fi  fueíTe  Tierra  tal  para  poblar, 
hacer  allí  en  el  Rio  una  Villa,  porque  todo  lo  de  aquella 
Comarca  fe  afeguraría;  y  aunque  eramos  pocos,  y  de-r-i 
ramados  en  tres,  ó  quatro  partes,  y  tenía  pv  efta  caufa 
alguna  contradicción, para  no  facar  mas  Gente  de  aqui,enH 
pero,  afsí  por  focorrer  á  nueftros  Amigos,  como  porque 
defpues  que  fe  babía  ganado  la  Ciudad  de  Temixtíran, 
habían  venido  Navios,  y  habían  trahído  alguna  Gente,  y 
Caballos,  hice  aderezar  veinte  y  cinco  de  Caballo,  y  cien- 
to y  cincuenta  Peones,  y  un  Capitán  con  ellos,  para  que 
Fueflen  al  dicho  Rio.  Y  eftando  defpachando  á  efte  Ca-* 
pitan,  me  efetibieron  de  la  Villa  de  la  Vera-Cruz,  como 
allí,  al  Puet  to  de  ella  había  llegado  un  Navio,  y  que  en 
él  venía  Chriftoval  de  Tapia,  Veedor  de  las  Fundiciones 
de  la  Isla  Efpañola,  de  el  qual  otro  día  íiguiente  recibí 
una  Carta,  por  la  qual  me  hacía  faber,  que  fu  venida  á 
eíla  Tierra  era  para  tener  la  Gobernación  de  ella  ,  poc 
mandado  de  Vueftra  Mageftad,  y  que  de  ello  trahía  fus 
Provifiones  Reales,  de  las  quales  en  ninguna  parte  quería 
hacer  prefentacion,  hafta  que  nos  vieflemos;  lo  qu3l  qui- 
íiera  que  fuera  luego;  pero  que  como  trahía  las  Beftias 
fatigadas  de  la  Mar,  n»  fe  había  metido  en  camino,  y 
que  me  rogaba,  que  dicíTemos  orden  como  nos  vieíTemos; 

ó 
KKKK 


(  i  )     Elle  es   el  Cobernador   de    la  Isla    de  Jamayca,  que  echó    Corles   de 
Yucatán,  y  fue  rechazado  de   la  Cofta  de  Tampico,  y  Rio  de  Panuco 


3 1  o  CARTA  DE  RELACIÓN 

ó  él  viniendo  acá,  ó  yo  yendo  allá  á  la  Cofia  de  la 
Mar.  E  como  recibí  fu  Carta  ,<■  luego  refpondí  á  ella, 
didendole,  que  holgaba  mucho  con  fu  venida:  y  que  no 
pudiera  venir  Perfona  proveida  por  rnandado  de  Vueftra 
Mageftad  á  tener  la  Gobernación  de  eftas  Paites,  de  quien 
mas  contentamiento  tubiera  ;  afsí  por  el  conocimiento, 
que  entre  nofotros  había,  como  por  la  crianza,  y  vecin* 
dad,  que  en  la  Isla  Efpañola  habíamos  tenido.  E  por- 
que la  pacificación  de  eftas  Partes  no  eftaba  aun  tan  Tol- 
dada, como  convenía,  y  de  qualquiera  novedad  fe  daría 
ocafion  de  alterar  á  los  Naturales:  é  como  el  Padre  Fr. 
Pedro  Melgarejo  de  Urrea,  Comifario  de  la  Cruzada,  fe 
había  hallado  en  todos  nueftros  trabajos ,  y  fabía  muy 
bien  en  queeftado  eftaban  las  cofas  de  acá,  y  de  fu  ve- 
nida Vueftra  Mageftad  había  fido  muy  férvido,  y  nofo- 
tros aprovechados  de  fu  Doctrina,  y  Confejos:  yo  le  ro- 
gué,  con  mucha  inftancia,  que  tomaíte  trabajo  de  fe  ver 
con  el  dicho  Tapia,  y  vielfe  las  Provifiones  de  Vueftra 
Mageíted;  y  pues  él,  mejor  que  nadie,  fabía  lo  que  con- 
venía á  fu  Real  fervicio ,  y  al  bien  de  aqtieftas  Partes, 
que  él  dieíTe  orden  con  el  dicho  Tapia ,  en  lo  que  mas 
convinieííe,  pues  tenía  concepto  de  mi,  que  no  excede- 
ría un  punto  de  ello;  lo  qual  yo  le  rogué  en  prefencia  de 
el  Teforero  de  Vueftra  Mageftad :  y  él  afsímiímo  fe  lo 
encargó  mucho.  Y  él  fe  partió  para  la  Villa  de  la  Vera- 
Cruz,  doneje.  el  dicho  Tapia  eftaba:  y  para  que  en  la  Vi- 
lla, ó  por  donde  viniefle  el  dicho  Veedor  fe  le  hicieííe  ro- 
do buen  fervicio,  y  acogimiento,  dcfpaché  al  dicho  Pa- 
dre, y  á  dos,  ó  tres  Perlonas  de  bien,  de  los  de  mi  Com- 
pañía; y  como  aquellas  Perfonas  fe  partieron,  yo  quedé 
cfperando  fu  refpuefta:  y  en  tanto  que  aderezaba  mi  par- 
tida, dando  orden  en  algunas  cofas,  que  convenían  al  fer- 
vicio de  Vueftra  Mageftad,  y  á  la  pacificación,  y  fofiego 
de  eftas  Partes,  dende  á  diez,  ó  doce  días,  la  Jufticia,  y 
Regimiento  de  la  Villa  de  la  Vera-Cruz  me  eferibieron  , 
como  el  dicho  Tapia  había  hecho  prefenracion  de  las  Pro- 
viliones,  que  trahía  de  Vueítia  Mageftad,  y  de  fus  Gober- 

na- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  L  r 

nadores  en  fu  Real  Nombre,  y  que  las  habían  obedecido, 
con  toda  la  reverencia  que  fe  requería;  y  que  en  quanto  al 
Cumplimiento,  habían  refpondido,  que  porque  Iqs  mas  de 
el  Regimiento  eftaban  acá  con  migo,  que  fe  habían  halla- 
do co  el  Cerco  de  la  Ciudad,  ellos  fe  lo  harían  faber,  y 
todos  harían,  y  cumplirían  lo  que  fueíTe  mas  férvido  de 
Vueítra  Mageftad,  y  bien  de  la  Tierra:  y  que  de  efta  ref- 
puefta  el  dicho  Tapia  había  recibido  algún  defabrimien- 
ro,  y  aun  había  tentado  algunas  cofas  efcandalofas.  E  co- 
mo quiera  que  á  mi  me  pefaba  de  ello,  les  refpondí,  que 
les  rogaba,  y  encargaba  mucho,  que  mirando  principal- 
mente el  fervicio  de  Vueítra  Mageftad,  trabajaiíen  de  con> 
tentar  al  dicho  Tapia,  y  no  dar  ninguna  ocaíion  á  que 
hubiclíe  ningún  bullicio:  y  que  yo  eítaba  de  camino,  para 
me  ver  con  él,  y  cumplir  lo  que  Vueítra  Mageftad  manda- 
ba, y  mas  fu  fervicio  fueífr.  Y  eftando  ya  de  camino,  y 
impedida  la  ida  de  el  Capitán,  y  Gente,  que  embiaba  al 
Rio  de  Panuco;  porque  convenía,  que  yo  falido  de  aqui, 
quedafle  muy  buen  recaudo,  los  Procuradores  de  los  Coa- 
cejos  de  eftaNueva-Efpaña  me  requirieron,  con,  muchas 
proteftaciones,  que  no  faliefle  de  aqui,  porque  como  toda 
efta  Provincia  de  México,  y  Temixtitan  había  poco  que 
fe  había  pacificado,  con  mi  aufencia  fe  alborotaría,  de  que 
podía  feguir  mucho  defervició  á  Vueítra  Mageftad,  y  dc- 
fafoííego  en  la  Tierra:  y  dieron  en  el  dicho  fu  Requeri- 
miento otras  muchas  caufas ,  y  razones ,  por  donde  no 
convenía  que  yo  falieífe  de  efta  Ciudad  al  prefente;  y  di- 
jeronme,  que  ellos,  con  Poder  de  los  Concejos,  irían  á  la 
Villa  de  la  Vera- Cruz,  donde  el  dicho  Tapia  eítaba,  y- 
verían  las  Provifiooes  de  Vueítra  Mageftad,  y  harían  todo 
lo  que  fueffe  fu  Real  fervicio;  y  porque  nos  pareció  fer  afsí 
necefario,  y  los  dichos  Procuradores  fe  partían,  efetibí  con 
ellos  al  dicho  Tapia,  haciéndole  faber  lo  que  pafaba  :  y 
que  yo  embiaba  mi  Poder  á  Gonzalo  de  Sandoval,  Algua- 
cil Mayor,  y  á  Diego  de  Soto,  y  á  Diego  de  Valdenebro, 
que  eftaban  allá  en  la  Villa  de  la  Vera-Cruz,  para  que  en 
nii  nombre,  juntamente  con  el  Cabildo  de  ella,  y  con  los 

Pro- 
KKKKi 


s 


3  i  £  *  ■  CARTA  DE  RELACIÓN 

Procuradores  de  los  otros  Cabildos,  vieífen,  y  hicieííen  lo 
que  fueffe  férvido  de  Vueftra  Mageftad,  y  bien  de  la  Tier- 
ra, porque  eran,  y  fon  Perfonas,  que  af$í  lo  habían  de  cum- 
plir. Allegados  donde  el  dicho  Tapia  eftaba,  que  venía 
ya  de  camino,  y  el  Padre  Fr.  Pedro  fe  venía  con  él,  re- 
quiriéronle, que  fe  volvieííc:  y  todos  juntos  fe  volvieron  á 
ja  Ciudad  de  Cempual,  y  allí  el  dicho  Chriftoval  de  Tapia, 
prefentó  las  Proviííones  de  Vueftra  Mageftad,  las  quales 
todos  obedecieron,  con  el  acatamiento,  que  á  Vueftra  Ma- 
geftad fe  debe;  y  en  quanto  al  cumplimiento  de  ellas  di-» 
jerofi,  que  fuplicaban  para  ante  Vueftra  Mageftad,  porque 
afsí  convenía  á  fu  Real  férvido,  por  Jas  caufas,  y  razo- 
nes déla  rhifina  fuplicacion  (i)  que  hicieron,  fegun  que 
mai  largamente  pafó:  y  los  Procuradores,  que  van  de 
efta  Nueva-Efpafia,  lo  llevan  íígnado  de  Efcribano  público. 
Y  defpues  de  haber  pafado  otros  Autos*  y  Requerimien- 
tos, entre  el  dicho  Veedor,  y  Procuradores,  fe  embarcó 
en  un  Navio  fuyo,  porque  afsí  le  fue  requerido?  porque 
de  fu  eftada,  y  haber  publicado,  que  él  venía  por  Go* 
bernador,   y  Capitán  de  eftas  Partes,  le  alborotaban :  y 
íenían  eftos  de  México,  y  Temixtitan  ordenado  con  los 
Naturales  dé  eftas  Partes,  de  fe  alzar,  y  hacer  una  gran 
Traición,  que  á  falír  con  ella,  hubiera  íído  peor  que  la 
pafada  ;  y  fue ,  que  ciertos  Indios  de  aquí  de  México, 
concertaron  con  algunos  de  los  Naturales  de  aquellas  Pro- 
vincias, que  el  Alguacil  Mayor  había  ido  á  pacificar,  que 
vinieíTen  á  mi  á  mucha  priefa,  y  me  dijeíTen,  como  por 
ía  Cofta  andaban  veinte  Navios   con   mucha  Gente  ,  y 
que  no  falían  á  Tierra:  y  que  porque  no  debía  fer  bue- 
na Gente,  fi  yo  quería  ir  allá,  y  ver  lo  que  era,  que  ellos 
fe  aderezarían,  y  irían  de  Guerra  con  migo  á  me  ayudar: 
y  para  que  los  creyefle,  trajeronme  la  6gura  de  los  Na- 
vios en  un  Papel.  Y  como  fecretamente  me  hicieron  fa- 

ber 


(i)  Y  ¡uftífsimamenre,  porque  acabado  de  hacer  Cortés  una  Conquisa  rau 
memorable,  perdería  el  Soberano  lo  Coucpiftado,  í¡  Cortés  perdía  lu  Crédito,  y; 
era  aúaüdo.  ■ 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ?  r  5 

bcr  efto,  luego  conocí  íu  intención,  y  que  era  maldad, 
y  rodeado  para  verme  fuera  de  efta  Provincia  ;  porque 
como  algunos  délos  Principales  de  ella  habían  fabído, 
que  los  días  antes  yo  eftaba  de  partida  ,  y  vieron  que 
me  eíhba  quedo ,  habían  bufeado  efta  otra  manera :  y 
yo  dirimulé  con  ellos,  y  defpues  prendí  á  algunos,  que 
lo  habían  ordenado.  De  manera  ,  que  la  venida  de  el 
dicho  Tapia  ,  y  no  tener  experiencia  de  la  Tierra  ,  y 
Gente  de  ella,  causó  harto  bullicio,  y  fu  eft.iua  ficie- 
ra  mucho  dono,  íí  Dios  no  lo  obiera  remediado:  y 
mas  férvido  obiera  fecho  á  Vueftra  Magcftad ,  eftan- 
do  en  la  Isla  Efpañola  ,  dejar  fu  venida,  y  confultar- 
la  primero  á  Vueftra  Magcftad  ,  y  facerle  faber  el.  ef- 
rado,  en  que  cftaban  las  cofas  de  eftas  partes,  pues  lo 
había  fabido  de  los  Navios,  que  yo  rubia  embiado  á 
la  dicha  Isla  por  fororro  ,  y  fabía  claramente  haberfe 
remediado  el  éfeándajo,  que  íe  efperaba  haber  con  la 
venida  de  la  Armada  de  Pánfjjo  de  Narvaez,  aquel  que 
principalmente  por  los  Gobernadores  ,  y  Confejo  Real 
de  Vueftra  Mageftád  había  íído  proveído:  (0  mayor- 
mente, que  por  el  Almirante,  y  Jueces,  y  Oficiales  de 
Vueftra  Mageftád,  que  refiden  en  la  dicha  Isla  Efpaño- 
la, el  dicho  Tapia  hibía  íído  requerido  muchas  vezes, 
que  no  cuíaíFe  de  venir  á  eftas  partes,  fin  que  primero 
Vueftra  Magcftad  ftieííe  infirmado,  de  todo  lo  que  en 
ellas  ha  fucedido:  y  pata  ello  le  fobreíeycron  fu  venida 
só  ciertas  penas:  el  qt:al  con  formas,  que  con  ellos  tu- 
bo, mirando  mas  fu  particular  interés,  que  á  lo  que  al 
Servicio  de  Vueftra  Mageftád  convenía,  trabajó,  que  fe 
le  alzaífe  el  fobreítimiento  de  fu  venida.  Hé  fecho  Re- 
lación de  todo  ello  á  Vueftra  Mageftád,  porque  quan- 
do  el  dicho  Tapia  fe  partió,  los  Procuradores,  y  yo  no 
la  facimos,  porque  él  no  fuera  buen  Portador  de   nuef- 

LLLL  tras 


(i)  Y  íí  Dios  no  lo  hubiera  remedüdo  eftarñn  los  Gentiles  en  fu  Imperio, 
pues  3  Narvaez  no  le  movía  el  Zelo  de  la  Propagación  déla  Té,  (¡no  la  em- 
Vidia  á  Cortes. 


JH  CARTA  DE  RELACIÓN 

tras  Cartas:  y  también  porque  Vucftw  Mageftad  vea, 
y  crea,  que  en  no  recibir  ai  dicho  Tapia  Vueftra  Ma- 
geftad  fue  muy  férvido,  legan  que  mas  largamente  fe 
probará  cada,  y  quando  fuere  necefario. 

En  un  Capitulo  antes  de  eñe  hé  fecho  faber   á 
XLVI.  Pedro   yueftra  Másete d  como  el  Capitán,  que  había  embiado 
deAlbaraioda     ,  -n.       i     r>       •     ■       i     /--  i  .  //- 

otida  ti  Car-    a  conquiírar  la  Provincia  de  Guaxaca  la  renta  pacifica, 

tés  de  haber  fw  y  eftaba  efperando  allí  para  ver  lo  que  le  mandaba:  y 
jetado  á  Tutu-  porque  de  ¡u  Perfona  había  neceííuad,  y  era  Alcalde, 
tcl/egue,  Pro-  y  Teniente  en  la  Villa  de  Segura  la  Frontera,  le  escribí, 
vJ"f'a  rlca  "£  que  los  ochenta  Hombres,  y  diez  de  Caballo,  que  tenia 
faTnictin q»e  l°s  dieífe  á  Pedro  de  Albarario,  a!  qua!  cm biaba  á  con- 
fía defeu-  qoiter  la  Provincia  de  Tatutcpcque,  (r)que  esqiiarenta 
bierto  contra  el  leguas  adelante  de  la  de  Guaxaca,  junto  á  la  Mar  Hé 
Cacique  de  £j  g^  y  ¡,  ;aan  !T>ücno  daño,  y  Guerta,  á  los  que  fe 
CUaie¡ap¡fl  habian  thdo  P0i'  V'afattes  de  Vucftra  MageflacT:  y  á  los 
fion,aue habla  de  la  Provincia  de  Tcccatepcqivc ,  porque  nos  habfon 
tomado  de  el  dejado  por  fu  Tierra  entrar  á  deícubrir  la  Mar  de!  .Sur; 
Mar  del  Sur.  y  e[  ¿]C\VC)  Pedro  de  Albarado  fe  pjrtió  de  efta  Cís- 
Por  la  Cuijis  ¿^  aj  ^£|^0  ¿c  Henero  de  elle  preíente  año:  y  con 
racicn  centra  .  ,  ,  ..  ,  »  .  ,,  /, 
CW¿í  </r/I-«>  'a  Gente,  que  de  aquí  llevo,  y  con  la  que  recnaio  en  ia 

bierta,  es  con-  Provincia  de  Guaxaca,  juntó  qtiarcntft  de  Cabillo,  y  dof- 
denadoamuer*   cientos  Peones:  en  que  había  quarenta  Balleneros,  y  Ef- 
te  Antonio  de   COperctos,  y  dos  Tiros  pequeños  de  Campo;  y  deruleá 
Villafaña.         v^vaxt  días  recibí  Cartas  del  dicho  Pedro  de  Aliterado, 
corno  cíiiba  de  Camino  para  la  dicha  Provincia  de  Ta- 
tutepeque,   y  que  me  hacía   faber,   que  había   torrado 
ciertas  efpías  naturales  de  elU:  y  habiendofe  informado 
de  ellas,  le  habían  dicho:  que  el  Señor  de  Tatutepeque 
cotí  fu  Gente,  le  eftaba  efperando  en  el  Campo,  y  que 
él  iba  con   psopóíito  de  hacer  en  aquel  .Camino    toda 
ft)  posibilidad  por  pacificar  aquella  Provincia,  y  porque 
pava  c-l'o  demás  de  los  Efpañoles  llevaba  mucha,  y  bue- 
na Geirte  de  Guerra.  Y  eíbrs.io  ce.)  muebo  deíeo,    ef- 
pcrarcdo  la   fucefion  de  cite  negocio,  á  quatro  de  Mar- 
zo 


(i)     Tuxtcpet,  en  la  Diócelís  ¿i  Goatemalai 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  5rj 

70  de  efte  mifma  año,  recibí  Cartas  del  dicho  Pedro  de 
Albarado  (i)  en  que  me  fizo  faber,  como  él  había  en- 
trado en  la  Provincia:  y  que  tres,  ó  quatro  Poblaciones 
de  ella  fe  habían  puefto  en  refiftirle;  pero  que  no  ha- 
bían pcrfeverado  en  ello,  y  que  habían  entrado  en  la 
Población,  y  Ciudad  de  Tatutepeque,  y  habían  fido  bien 
recibidos,  á  lo  que  habían  moñvado:  y  que  el  Señor, 
que  le  había  dicho,  que  fe  apofentalle  allí  en  unas  Ca- 
fas grandes  íuyas,  que  tenían  la  cobertura  de  Paja ,  y 
que  porque  eran  en  lugar  algo  no  provechoíb  para  los 
de  Caballo,  no  habían  querido  fino  abajaríe  á  otra  par- 
te de  la  Ciudad,  que  era  mas  llano;  y  que  también  lo 
había  fecho,  porque  luego  entonces  había  f.ibido,  que 
Je  ordenaban  de  marar  á  él,  y  á  todos  de  cita  manera: 
que  como  todos  los  Efpañoles  HtubiefTea  apofentados 
en  las  Cafas,  que  eran  muy  grandes,  á  media  noche  les 
puficffen  fuego,  y  los  quemaífen  á  todos.  Y  causa  Dios 
le  había  defeubierto  eíle  negocio,  había  diíimnlado,  y 
llevado  configo  á  lo  bajo  al  Señor  de  la  Provincia,  y 
un  Hijo  fuyó:  y  que  los  había  detenido,  y  tenía  en  fu 
poder  como  prefos,  y  le  habían  dado  veinte,  y  cinco  mil 
Carelianos;  y  que  creía,  que  fegun  los  Vafallos  de  aquel 
Señcr,  le  decían,  que  tenía  mucho  Teforo:  y  que  toda 
la  Provincia  efuba  tan  p.-áfica,  que  no  podía  fet  mas, 
y  que  ceñían  fus  Mercados,  y  Contratación,  como  antes; 
y  que  la  Tierra  era  muy  rica  de  Oro  de  Minas,  (2)  y 
que  en  fu  pretenda  le  habían  facado  una  mueftra,  la 
qual  me  embió:  y  que  tres  días  antes  había  eílado  en 
la  Mar,  y  tomado  la  pofefion  de  ella  por  Vueftra  Ma- 
geftad,  y  que  en  fu  prefencia  habían  facado  una  muef- 

LLLL.2,  tra 


(1)  Natural  Je  B.id.\jo7.:  í  el  fin  fue  ingrato  á  Corte's;  murió  defgraciadamen- 
tc,  y  fu  MiiWn  é  Hijos  ahogados  en  una  Inundación  de  Goatemala:  fu  Familia, 
ó  Dcfcen  leneia  en  México,  era    la  de  Salcedo. 

(1)  EfteOio  de  Minas  de  Goatemala  le  cogíanlos  Indios  en  los  Ríoj,  ó  eran 
Mancas  tuperíkiales,  pues  á  el  preiente  no  hay  Minas  tan  ticas,  como  en  otras 
panes. 


3t'6  CARTA  DE  RELACIÓN 

tra  de  Perlas,   (i)  que  también  me  cmbió ,   las   quale* 

con  la  mueftra  del  Uro  de  Minas  embio  á  Vucftra  Ma* 

geftad. 

Como  Dios  nueftro  Señor  encaminaba  bien  cfta 
negociación,  y  iba  cumpliendo  el  defeo,  que  yo  tengo 
de  fervir  á  Vueftra  Magcftad  en  efto  de  la  Mar  de  el 
Sur,  por  fer  cofa  de  tanta  importancia ,  hé  proveído 
con  mucha  diligencia,  que  en  la  una  de  tres  partes  por 
dó  yo  hé  defeubierto  la  Mar,  fe  hagan  dos  Carabelas 
medianas,  y  dos  Bergantines;  las  Carabelas  para  deffu- 
brir,  y  los  Bergantines  para  feguir  la  Coica;  y  para  ello 
hé  embiado  con  una  Perfona  de  recaudo  bien  quaren- 
ta  Efpañoles,  en  que  van  Maeftros,  y  Carpinteros  de 
Ribera,  y  Aferradores,  y  Hmeros,  y  Hombres  de  la  Mar: 
y  hé  proveído  á  la  'falla  por  Clavazón,  y  Velas,  y 
otros  aparejos  necefarios  para  los  dichos  Navios,  y  fe 
dará  toda  la  priefa,  que  fea  pofible  para  los  acabar,  y 
echar  al  Agua;  lo  qual  fecho ,  crea  Vueftra  Mígeflad, 
que  ferá  la  mayor  cofa,  y  en  que  mas  Servicio  red  na- 
dará á  Vuertru  Mageftad,  defpues,  que  las  Indias  fe  han 
defeubierto. 

Eftando  en  la  Ciudad  de  Tefaico,  antes  que  de 
allí  falieííe  á  poner  Cerco  á  la  de  Temi.vtitan,  adere- 
zándonos, y  forneciendonos  de  lo  necefario  para  el  di- 
cho Cerco,  bien  dcfcuydado  de  lo  que  por  ciertas  Pcr- 
fonas  fe  ordenaba,  vino  á  mi  una  de  aquellas  que  era 
en  el  concierto,  y  fizóme  faber,  como  ciertos  Amigos 
de  Diego  Velazquez,  que  eftaban  en  mi  Compañía,  me 
tenían  ordenada  Traycion  para  me  matar:  y  que  entre 
ellos  habían,  y  tenían  elegido  Capiran,  y  Alcalde  Ma- 
yor, y  Alguacil,  y  otros  Oficiales:  y  que  en  todo  cafo 
lo  remediaííe  ,  pues  veía  ,  que  demás  de  el  efcándalo, 
que  fe  íeguina  por  lo  de  mi  Perfona,  eftaba  claro,  que 
ningún  Efpañol  efeaparía,  viéndonos  rcbueltos  á  ¡os  unos, 
y  a  los  otros:  y  que  para  efto  no   folamente   hallaiía- 

nios 


(l)     Aun   hoy  hay  pelquería  de  Perlas. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  j  tf 

mos  á  los  Enemigos  apercebidos,  pero  aun  los  que  tenía- 
nlos por  Amigos,  trabajarían  denos  acabará  todos.  E  co- 
mo yo  vi  que  fe  me  había  rebelado  tan  gran  Traición,  di 
gracias  á  nueího  Señor,  porque  en  aquello  coníííMa  el  re- 
medio. E  luego  hice  prender  al  uno,  que  era  el  princi- 
pal agrefor,  elqual  efpontaneamente  confefó,  que  él  había 
ordenado,y  concertado  con  muchas  Perfonas,que  en  fu  con- 
feíion  declaró,  de  me -prender,  ó  matar,  y  tomar  la  Gober- 
nación déla  Tierra  por  Diego  Ve. lazquez,  y  que  era  ver- 
dad, que  tenía  ordenado  de  hacer  Capitán,  y  Alcalde 
Mayor,  y  que  él  había  de  fer  Alguacil  Mayor,  y  me  ha- 
bía de  prender,  ó  matar:  y  que  en  efto  eran  muchas  Per- 
fonas,  que  él  tenía  puedas  en  una  copia,  la  qual  fe  ha- 
lló en  fu  Pofada,  aunque  hecha  pedazos,  con  algunas  de 
las  dichas  Períonas ,  que  declaró  él  había  platicado   lo 
íufodicho  ;   y  que  no  folamentc  efto  fe  había  ordenado 
allí  en  Tefaico,  pero  que  tjmbien  lo  había  comunicado, 
y  puedo  en  plática,  citando  en  la  Guerra  de  la  Provin- 
cia de  Ttpeaca.  E  vifta  la  confdion  de  efte,  el  qual  fe 
decía  Antonio  de  Viliafaña,  que  era  Natural  de  Zamora, 
(i)  y  como  fe  certificó  en  ella, un  Alcalde, y  yo  lo  condena- 
mos á  muerte,  la  qual  fe  ejecutó  en  fu  Perfona.  Y  cafo  que 
en  efte  delito  hallamos  ctros  muy  culpados,  diilmulé  con 
ellos ,  haciéndoles  obras  de  Amigos ,  porque  por  fer  el 
cafo  mió,  aunque  mas  propriamente  fe  puede  decir.de 
Vucftra  Mageftad,  no  hé  querido  proceder   contra  ellos 
riguroíamente:  la  qual  diíímulacion  no  ha  hecho  mucho 
provecho,  porque  defpues  acá  algunos  de  efta  Parcialidad 
de  Diego  Velazquez  han  bufeado  contra  mi  muchas  afe- 
chanzas,  y  de  fecreto  hecho  muchos  bullicios,  y  efcándalos, 
en  que  me  ha  convenido  tener  mas  avifo  de  me  guardar  de 
ellos,  que  de  nueftros  Enemigos.  Pero  Dios  nueftro  Señor 

MMMM  lo 

(  i  )  Aqui  fe  experimentó  la  Jufticia  de  Corte's,  que  fin  atender  á  Paifes, 
ni  Perfonas  hizo  exemplar  r.iftigo  con  efte  Sugeto,  de  el  que  dicen  otros,  que  fe 
tragó  parre  de  el  Papel  de  la  Conjuración,  y  que  en  la  parte  que  le  facaron  de  la 
GargaiKS,  le  encontraron  los  nombres  de  algunos  Conjurados.  Debo  advertir,  que 
no  es  lo  inifmoel  Apellido  de  Viliafaña,  que  el  Je  Villafañe,  de  el  que  hay  en  Za- 
mora, León,  y  otras  Partes  Familias  muy  diftinguidss;  y  na  es  nuevo  tornar  Iqí 
Apellidos  mejores  los  Hombres  de  roas  baia  calidad. 


£i8  CARTA  DE  RELACIÓN 

lo  ha  fíetupre  guiado  en  tal  manera ,  que  fin  hacer  eó 
aquellos  caftigo,  ha  habido,  y  hay  toda  pacificación,  y, 
tranquilidad:  y  íi  de  áqui  adelante  fintiere  otra  cofa,  caf- 
tigarle  ha  conforme  á  Jufticia. 

Defpues  que  le  tomó  la  Ciudad  de  Temixtítan, 
XLFIL  Don  eftando  en  efta  de  Cuyoacan,  falleció  D.  Fernando,  Señor 
rermnao^  o  >  je  Tefaico,  ¿e  qUe  ¿  todos  nos  pefó,  porque  era  muy 
muere,  y  fu  ce*  DUen  Vafallo  de  Vueftra  Mageftad,  y  muy  Amigo  de  los 
de,de  orden  de  Chriftianos;  y  con  parecer  de  los  Señores,  y  Principales  de 
Concs,  fu  Her  aquella  Ciudad,  y  fu  Provincia,  en  Nombre  de  Vueftra 
mano,  que^fe  jviageftad,  fe  dio  el  Señorío  á  otro  Hermano  fuyo  menor, 
Is'enei  Bal'-  e'  <3ua*  ^  ^autlzój  y  fe  le  pufo  nombre  D.  Carlos;  y  fegurt 
tifmo'  Emb'i*  de  él  hafta  ahora  fe  conoce,  lleva  las  pifadas  de  fu  Her-^ 
Cortés  á  neo-  mano,  y  aplácele  mucho  nueftro  hábito,  y  converfacion. 
nocereí  Volcan  £n  ¡a  otra  Relación  hice  faber  á  Vueftra  Mageftad; 

cercf       Jt  *  como  cerca  délas  Provincias  de  Tafcaltecal,  y  Guaxocín- 
Val'af y  traben  g°>  naD'a  una  Sierra  redonda,  y  muy  alta,  de  la  qual  fa- 
Azufie.  Difpo  Ha  cafi  á  la  continua  mucho  humo,  que  iba  como  una  Sac- 
ficionestjuedió  ta  derecho  hacia  arriba.  E  porque  los  Indios  nos  daban  á 
Cotíes  parteo-  cnten¿¿T}  qUe  era  cofa  muy  mala,  y  que  moríanlos  que 
tíllalos^         a''*  fa^an,  yo  hice  á  ciertos  Efpañolcs,  que  fubieífcn,  y 
vieífen  de  la  manera  que  la  Sierra  eftaba  arriba.  E  á  la  ía« 
zon  que   fubieron,  faüó  aquel  humo  con  tanto  ruido,  que 
ni  pudieron,  ni  ofaron  llegar  á  la  boca:  y  defpues  acá  yo 
hice  ir  allá  á  otros  Efpañoles,  y  fubieron  dos  veces,  hafta 
llegar  á  la  boca  de  la  Sierra,  dó  fale  aquel  humo:  (i)  y  ha- 
bía de  la  una  parte  de  la  boca  á  la  otra,  dos  tiros  de  Ba- 
Uefta,  porque  hay  en  torno  quaíi  tres  quartos  de  legua ;  y 
tiene  tan  gran  hondura,  que  no  pudieron  ver  el  cabo;  y 
allí  al  rededor  hallaron  algún  Azufre,  (z)  de  lo  que  el  hu- 
mo expele.  Y  eftando  una  vez  allá,  oyeron  el  ruido  gran- 
de, que  trahía  el  humo,  y  ellos  dieronfe  priefa  á  fe  bajar; 
pero  antes  que  llegaííen  al  medio  de  la  Sierra,  ya  venían 
rodando  infinitas  piedras,  de  que  fe  vieron  en  harto  peli- 

(i)  Deloquelos  Autores  enfeñan  de  el  Etna  de  Sicilia,  ó  Mongibclo,  y  de 
ti  Vefubio  ¡unto  i  Ñapóles,  fe  conocerá  lo  mifino  acá  en  la  Ani¿nca. 

(i)  Concite  Azufre  íc  hizo  Pólvora;  y  es  digno  de  notar,  que  defdc  elle  tiempo 
acá  no  ha  habido  Perfona.que  fe  haya  atrevido  i  itibir  á  la  boca  de  el  \'olcan:en  Goa- 
temala  hay  otros  dos  Volcanes/uno  de  Fuego,  y  otro  de  Agua,y  cambien  hay  Vol- 
canes eo  Nleauhua.  *■*. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  $  i  $ 

gro :  y  los  Indios  nos  tubicron  á  muy  gran  cofa,  ofar  ¡í 
á  donde  fueron  los  Efpañoles» 

Por  una  Carta  mia  hice  faber  á  Vueftra  Mageftad¿ 
como  los  Naturales  de  eftas  Partes  eran  de  mucha  mas 
capacidad,  que  no  los  de  las  otras  Islas,  que  nos  pare-; 
cían  de  tanto  entendimiento,y  razón,  quanto  á  uno  media- 
namente bafta  para  fer  capaz)  y  que  á  efta  caufa  me  pa-: 
recia  cofa  grave,  por  entonces,  compelerles  á  que  firviefc 
£e  n  á  los  Efpañoles  de  la  manera  que  los  de  las  otras  Islas; 
y  que  también,  cefando  aquefto  ,  los  Conquiftadores ,  y 
Pobladores  de  eftas  Partes  no  fe  podían  fuftentar.  E  que 
para  no  conftreñir  por  entonces  á  los  Indios,  (i)  y  que  los 
Efpañoles  fe  remediaflen,  me  parecía,  que  Vueftra  Ma- 
geftad debía  mandar,  que  de  las  Rentas,  que  acá  perre^ 
necen  á  Vueftra  Mageftad,  fueífen  focorridos  para  fu  gaf-i 
to,  y  fu  (tentación:  y  que  fobre  ello  Vueftra  Mageftad  man-; 
dáíle  proveer  lo  que  fuefíe  mas  férvido,  fegun  que  de  todo, 
mas  largamente  hice  á  Vuefha  Mageftad  Relación.  E  def-i 
pues  acá,  viftos  los  muchos,  y  continuos  gaftos  de  Vuefo 
tra  Mageftad,  y  que  antes  debíamos  por  todas  vías,  acre-í 
centar  íus  Rentas,  que  dar  caufa  á  las  gaftar;  y  vifto  tami 
bien  el  mucho  tiempo,  que  habernos  andado  en  las  Gucm 
ras,  y  las  necefidades,  y  deudas,  en  que  á  caufa  de  ellas 
todos  citábamos  puefeos,  y  la  dilación  que  había  en  lo 

que 
MMMM* 


(i)  La  Tierra  de  los  Indios  fe  dio  en  encomienda  á  los  Efpañoles,  y  por  ello  fe 
llamaron  Encomenderos,  y  tenían  los  Indios  á  fu  fervicio;  defpties  han  falido  la» 
leyes  en  favor  de  la  libertad  de  los  Indios,  y  fe  han  lenalado  Tierras  á  eftos:  es  i 
faber,  á  cada  Pueblo  íoo.  varas  i  cada  uno  de  los  quatro  vientos  á  lo  menos,  y 
cpnfervando  á  otros  las  Pofefiones,  y  Mercedes,  que  tienen  hechas  por  íu  Mageftad, 
y  Exmos.  Señores  Virreyes;  y  con  razón,  pues  fon  los  Labradores  de  la  Tierra,  fin 
ellos  c]ued.uía  (¡n  cultivo,  y  el  motivo  de  embiarfe  tanta  Riqueza  de  Nueva» 
Efpaña,  es  porque  hay  Indios:  Nueva  Efpaña  mantiene  con  Situados  á  las  Islas  Phl- 
lipinas,  que  en  lo  ameno  es  un  Paraifo  terrenal;  ala  Isla  de  Cuba,  y  Maza  de  la  Ha- 
bana, no  obftante  que  abunda  de  mucho  azúcar  .y  Catao:  á  la  Isla  de  Puerto-Rico,  que 
parece  la  mas  fe'rtil  de  toda  la  América,  y  á -otras  Islas:  últimamente  la  Flota,  que 
fale  de  Vcra:Cruz  para  Efpaña,  es  la  mas  interefada  de  todo  el  Mundo  en  crecida 
fuma  de  Moneda,  y  todo  efto,  en  mi  concepto  es,  por  que  hay  Indios,  y  en  Cuba, 
y  Puerto-Rico  no,  y  quanto  mas  fe  cuide  de  tener  arraigados,  y  propagado»  á  los 
Indios;  tanto  mas  crecerá  el  Haber  Real,  el  ComerciOj  1»S  Minas{  y  todos  les  Si- 
tados, porque  la  Tilma  del  Indio  á  todos  cubre. 


3 1  o  CARTA  DE'RF.L  ACIÓN 

bue  en  aquefte  cafo  Vueftra  Mageftad  podía  mandar  ;  y 
íobrc  todo,  la  mucha  importunación  de  los  Oficiales  de 
Vueftra  Mageftad,  y  de  todos  los  Efpañoles,  y  qoc  nin- 
guna manera  me  podía  efcuíar, -fuéme-caíi  forzado  depo- 
rtar los  Señores,  y  Naturales  de  eftas  Partes,  á  los  Ef- 
prñoles,  conííderando  enello  las  Perfonas,  y  los  férvidos, 
que  en  éftas  Partes  á  Vueftra  Mageftad  han  hecho,  para 
que  en  tanto  que  otta  cofa  mande  proveer,  ó  confirmar 
efto,  los  dichos  Señores,  y -Naturales  íirvan,  y  den  á  ca- 
da Eípsftol,  á  quien  eñubieren  deportados,  lo  que  hubie- 
ren menefter  para  fu  fuftentacion.  Y  efta  forma  fue  con 
parecer  de  Perfonas  ,  que  tenían,  y  tienen  mucha  inte- 
ligencia, y  experiencia  de  la  Tierra:  y  no  fe  pudo  ,  ni 
puede  tener  otra  cofa,  que  fea  mejor,  que  convenga  mas, 
afsí  para  la  fuftentacion  de  los  Efpañoles,  como  para 
confervacion  ,  y  buen  tratamiento  de  los  Indios,  fegun 
que  de  todo  harán  mas  larga  relación  á  Vueftra  Msgef- 
tad  los  Procuradores,  que  ahora  van  de  efta  "Nueva-Ef- 
paña:  para  las  Haciendas,  y  Grangcrías  de  Vueftra  Ma- 
geftad fe  feñalaron  las  Provincias,  y  Ciudades  mejores, 
y  mss  convenientes.  Suplico  á  Vueftra  Mageftad  lo  man- 
de proveer,  y  refponder  lo  que  mas  fuere  férvido. 

Muy  Católico  Señor:  Diosmieft.ro  Señor,  la  Vida, 
y  mny Real  Perfona,  y  muy  poderofo  Eftado  de  Vuef- 
tra Ceíárea  Mageftad,  conferve,  y  aumente,  con  acrecen- 
tamiento de  muy  mayores  Reynos,  y  Señoríos,  como  ñi 
Real  Corazón  defea.  De  la  Ciudad  de  Cuyoacao  de  ef- 
ta Nueva-Efpaña  del  Mar  Occeano  á  quince  días  de 
Mayo  de  mil  y  quinientos  y  vdnte  y  dos  años, 

Potemífslmo  Señor,  de  Vueftra  Cefárea  Mageftad  muy 
humilde  Siervo,  y  Vafallo,  que  los  muy  Reales  Pies,  y 
Manos  de  Vueftra  Mageftad  befa. 

Hernando  Cortés. 

Po- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  1 1 1 

POtentífsimo  Señor:  á  Vueftra  Ccfarca  Mageftad  hace 
Relación  Fernando  Cortes,  íu  Capitán,  y  Jufticia  Ma- 
yor en  cita  Nueva. Efpaña  del  Mar  Océano ,  fegun  aquí 
Vueftra  Mageftad  podía  mandar  ver,  y  porque  los  Oficia- 
les de  Vueftra  Católica  Mügcftad  loaios  obligados  á  le 
dar  cuenta  del  fuccíb,  y  eftado  de  las  cofas  de  eftas  Par- 
tes, y  en  efta  Efcritura  vá  muy  particularmente  declara- 
do, y  aquello  es  la  verdad,  y  lo  que  nofotros  podríamos; 
eferibir,  no  hay  necefidad  de  mas  nos  alargar,  fino  re- 
mitirnos á  la  Relación  de  el  dicho  Capitán. 

Ioviclífsimo,  y  muy  Católico  Señor:  Dios  nueftro 
Señor,  la  Vida,  y  muy  Real  Perfona,  y  potcntífsimo  Ef- 
tado de  Vueftra  Mageftad,  conferve,  y  aumente,  con  acre- 
centamiento de  muchos  mas  Reyeos,  y  Señoríos,  como  fu 
Real  Corazón  defea.  De  la  Ciudad  de  Cuyoacan  á  quin- 
ce de  Mayo  de  mil,  y  quinientos,  y  veinte  y  dos  años. 

Potentífsimo  Señor:  de  Vueftra  Cefárea  Mageftad  muy 
humildes  Siervos,  y  Vafallos,  que  los  muy  Reales  Pies, 
y  Manos  de  Vueftra  Mageftad  befan. 


Julia  n  Alderete.  Álonfo  de  Grado. 

Bernardina  Vázquez  de  Tapia. 


HNNN  tflA-: 


^IAGE  DE  HERNÁN  CORTES 

ala  Penínfula  de  Californias,  y  noticia 
de  todas  las  Expediciones,  que  á  ella 
fe  han  hecho  hafta  el  prefente  año  de 
1769,  para  la  mejor  inteligencia  de  la 
quarta  Carta  de  Cortés,y  fus  deílgnios. 

L  Cabo  de  San  Lúeas  de  la  Penínfula  de  Californias,  eftá 
fituado  fegun  algunos,  á  los  2.2,  gr,   y  medio  de  htitud 

Boreal;  el  Río  colorado  en  32.  y  medio,  y  el  Cabo  blan- 
co de  San  Sebaftian  en  43  y  medio;  y  fe  llaman  hoy  Californias 
defde  dicho  Cabo  de  San  Lúeas  hafta  el  Mendozino ,  y  toda  la 
tierra,  que  falta  por  defeubrir  hacia  el  Norte,  y  la  divide  el  Rio 
Colorado  de  el  Nuevo  México,  Sonora,  Paifes  de  los  Yumas,  Co- 
comaripas,  y  otros  Gentiles. 

Las  Californias  hoy  fe  duda  á  que  Diocefis  de  Nueva-Ef- 
paña  pertenecen,  mas  con  verdad  averiguado  el  hecho*  fe  atendió 
defde  el  principio,  y  primer  Viage  de  Cortés,  que  correfpondían 
á  Guadalaxara  por  eftar  el  Cabo  de  San  Lúeas  frente  de  la  Cofta 
de  el  Sur  de  cfta  Dioceíís,  ningún  Señor  Obifpo  ha  pafado  allá, 
pero  fí  fu  Vicario  Eclefiáftico  en  el  año  de   1631. 

Menos  diftante  eftá  por  otras  paites  de  el  Golfo,  ó  Mar 
rojo  de  Californias,  la  Diocefis,  y  Mitra  de  Durango,  y  fí  fe  ha  de 
mejorar  c!  Gobierno  Eclefiáftico  en  aquellas  Provincias,  es  indif- 
pcnfable  erigir  nueva  Diocefis  mas  cercana,  para  atender  á  las  Ca- 
lifornias, ó  íituarla  dentro  de  eftas  donde  parezca  mas  convenien- 
te; y  en  rcprcfcntacion  que  el  Señor  Don  Pedro  Ta marón  hizo  á 
r.ueftro  Soberano  el  Señor  Carlos  III.  demoefira,  que  eftá  fren- 
re  de Culiacan  éfi  fu  Diocefis  la  Punta  de  Californias, y  pone  al  pie 
de  la  letra  las  Cédulas  Reales  fobre  la  Competencia,  que  ha  habi- 
do en  el  Confej  >  de  Indias  fobre  las  Californias  entre  las  dos  Dio- 
cefis de  Guadalaxara,  y  Durango. 

En 


En  la  Carta  que  eferibió  Hernán  Cortés  el  año  de  1522. 
á  el  Señor  Carlos  I.  dice,  que  ácíác  Zacatula  embiaría  á  defeu- 
brir  Tierras  por  el  Mar  de  el  Sur:  Hizo  dos  Caravelas,  y  dos  Ber- 
gantines en  dicho  Puerto  de  Zacatula,  y  ¡habiéndote  pegado  fue- 
go á  el  Almazen,  todo  fe  quemó. 

En  el  año  de  '52.7,  falió  de  Ziguathlan  Alvaro  Saavedra 
Cerón,  por  el  mes  de  Noviembre  con  ties  Navios,  y  fe  perdió 
efta  Armada  en  las  Malucas.  En  el  año  de  1528,  pafó  Cortés  á 
Efpaña,  donde  recibió  particulares  Honras  de  el  Señor  Carlos  I. 
que  le  dio  el  Título  de  Marqués  de  el  Valle  de  Oaxaca:  fue  nom- 
brado Capitán  General  de  Nueva-Efpaña,  Provincias,  y  Coftas  de 
el  Mar  del  Sur,  Defcubridor,  y  Pobladoi  de  efta  Coila ,  é  Islas, 
con  la  duodécima  parte  de  lo  que  conquiírafle  p*¡r  Juro  de  He- 
redad, para  11,  y  fus  Defendientes  (1)  y  fe  confuvan  en  fu  Ar- 
chivo de  México  los  Privilegios,  y  Autos  Originales,  que  lié  vifto 
fobre  la  aplicación  de  Tierras. 

El  año  de  1530  volvió  Cortés  á  Níieva- Efpaña,  hizo  dos 
Navios  en  el  Puerto  de  Acapulco,  en  los  que  falió,  mandando  Die- 
go Hurtado  de  Mendoza,  Primo  de  Corres,  en  el  mes  de  Mayo  de 
1532:  ti  Navio,  en  que  iba  Hurtado,  pereció,  fin  faberfe  de  él,  y 
el  otro  fue  á  parar  á  Xalifco  con  gran  trabajo:  el  motivo  de  eftas 
defgracias  fue  haberfe  amotinado  contra  Diego  Hurtado  los  de  un 
Navio. 

En  la  Villa  de  Tehuantepcc  fabricó  defpues  Hernán  Cor- 
tés otros  dos  Navios,  nombrando  por  Gspitan  de  el  uno  á  Her- 
nando Grijalba,  y  de  el  otro  á  Diego  Bezerra  de  Mendoza,  Pa- 
riente de  Cortés,  y  por  Piloto  Ortun  Ximenez:  fe  hicieron  á  la 
Vela  en  T534,  feparandofe  la  primera  noche,  fin  volverfe  jamás  á 
ver:  Grijalba,  defpues  de  haber  navegado  300  leguas,  halló  una 
Isla  deíicrt3,  que  llamó  de  Santo  Tomé,  y  fe  creyó  efta r  cerca  de 
la  Punta  de  Californias,  y  luego  fe  volvió  á  Nueva*Efpaña  :  Be- 
cerra fue  muerto  por  el  Piloto  Ortun  Ximenez  citando  durmien- 
do: el  Piloto  fe  alzó  con  el  Navio,  dejó  en  la  Cofia  de  Xalifco  dos 
Religiofos  Francifcanos,  y  habiendo  proíeguido  fu  Navegación,  lle- 
gó á  la  Bihía  de  Sarita  Cruz,  ó  la  Paz  en  Californias,  que  enton- 

NNNNi  ees 


(1)     Gomara   Chrónica  cap.   187. 
Diaz  de  el  Caftillo  cap.  158. 
Papeles  de  el  Atchivo  de  e!  EíhJ«* 


31*  i  ■ 

ees  no   tenía  efle  nombre:  falró  en  Tierra,  y  allí  le  mataron  Io§ 

Indios  con  veinte  Efpañoles;  y  los  Marineros  fe  volvieron  á  el  Puer- 
to de  Chiamethla  dando  buenas  noticias  de  la  Tierra  ,  y  Placeres 
de  Perlas  cu  la  Coila:  de  efle  Navio  fe  apoderó  D.  Ñuño  de  Guz- 
man,  Enemigo  de  Cortés,  que  eflaba  en  la  Provincia  de  Xalifco. 

Viendo  Cortés  tantas  defgracias  de  Navios,  y  fus  Gcfes,  de- 
terminó ir  en  perfooa,  mandando  la  Efquadra  de  tres  Navios,  que 
hizo  en  Tehuanrepec,  les  defpachó  á  el  Puerto  de  Chia  metía,  adon- 
de Fue  Cores  por  Tierra  deíde  México:  reparó  el  Navio,  que  Ñu- 
ño Guzcnan  tomó  á  Ortun  Xíouenez,  y  habiéndole  hecho  á  la  Ve- 
la con  la  Tropa,  y  Proviüon  necefaria,  llegó  por  el  Golfo  de  Cali- 
fornias, en  el  año  de  1536  á  el  snifmo  itrio  de  la  Bahía,  en  que 
fue  muerto  Ortun  Ximcqez,  y  la  llamó  de  Santa  Cruz,  y  hoy  de 
la  Paz:  corrió  la  Coíh  halla  cincuenta  leguas,  padeció  innumert- 
bles  trabajos,  volvió  á  la  Bahía  de  Santa  Cruz,  donde  murieron 
muchos  de  los  fuyos;  fe  publicó  en  México*  que  había  roueito  Cor- 
tés, y  íu  Mugér  la  Señora  Doña  Juana  de  Zúñiga ,  Hija  de  el 
Conde  de  Aguilar,  Sobrina  de  el  Duque  de  Bejar,  y  fegunda  Ef- 
pofa  de  Cortés,  etribió  dos  Navios,  y  una  Caravela  pira  faber  de 
fu  Efpofo,  con  Cartas  fuyas,  de  la  Real  Audiencia,  y  de  el  Se- 
ñor Virrey  D.  Antonio  de  Mendoza,  paraque  fe  volvielTe,  por- 
que alsí  convenía,  y  en  vi  fia  de  eílas  Cartas,  volvió  Cortés  á  el 
Puerto  de  Acapulcoá  el  principio  de  el  año  de  1 537,  dexandoen  Ca- 
lifornias á  Francifco  de  Uiloa,que  luego  fe  volvió  también  á  Acapulco. 

Por  el  mes  de  Mayo  de  el  mifmo  año  de  1557  ctnbió 
Cortés  al  dicho  Francifco  de  Ulloa,  con  tres  Navios,  Sinta  Águe- 
da, la  Trinidad,  y  Santo  Tomas  á  el  mifaio  Golfo  de  Califor- 
nias, ó  de  Cortés,  y  llegaron  á  un  Ancón  ,  que  llamaron  de  San 
Andrés,  por  haber  arribado  en  aquel  día;  nombraron  aquella  Pun- 
ta, Cabo  de  el  cegaño,  y  fe  volvió  á  Nueva-Efpaña,  habiendo  gaf- 
tado  Cortés  docientos  mil  ducados. 

Efle  miímo  año  de  1537  llegaron  á  México  defde  Cuita- 
can  Alvar  Nuñez,  Cabeza  de  Vaca,  con  fus  Compañeros  Caflillo 
Dorantes,  y  Eíkvanico  Negro,  cuya  aventura  es  de  las  mas  raras 
de  el  Mundo,  pues  dcfde  la  Floriia,  donde  faltaron  con  Panfilo 
Narvaez,  andubieron  vagos  diez  años  entre  Naciones  Infieles,  y  fa- 
lieron  deferidos,  y  con  mil  trabajos  á  la  Cofia  de  Culiacan,  fren- 
te de  c!  Golfo  de  Californias,  refiriendo  fu  peregrinación,  y  que 
en  la  Cofia  de  Californias  había  mucha    riqueza ,  y  Perlas,  á  lo 

que 


qoc  fe  atUdieron'las  noticias,  que  dio  un  Lego  «fe  el  Orden  de  San 
Francifco,  que  viajó  por  aquellas  Provincias  >  y  refirió ,  que  había 
una  gran  Ciudad,  llamada  Quivira,  que  llenó  de  ruido  á  México* 
y-  delpues  todo  fe  desfiguró,  (t) 

Año  de  1538  hicieron  las  amlftades  el  Virrey  Don  A  áto- 
mo de  Mendoza*  y  Cortés,  y  luego  fe  rompieron» 

Por  efte  tiempo  tomó  i  fu  cargo  el  referido  Señor  Virrey  D¿ 
Antonio  de  Mendoza,  hacer  dos  Armadas,  una  para  defcubrir  Tier- 
ras hacia  el  Norte,  de  que  Sombró  Capitán  á  Francifco  Alarcón: 
y  de  la  Tierra  la  quifo  gobernar  por  fi  mifmo,  mas  defpues  norü- 
bró  á  Francifco  Vázquez  Coronado,  eíte  pafó  con  dos  mil  Hom- 
bres á  Sinaloa,  y  Sonora ;  pafó  de  aquí  á  Tigue,  fobre  un  Rio» 
donde  fupo  de  un  Gran  Rey  de  Tattarrax,  Señor  de  Axa,  y  Qui- 
vira, de  cuyas  Provincias  fe  contaban  maravillas.  La  Quivira,  di- 
jeron, eftaba  ííruada  á  40.  gr.  de  Latitud;  y  bolvió  Vázquez  á  Mé- 
xico año  de  1541  por  el  mes  de  Marzo,  mas  ninguno  la  vio. 

Francifco  Alarcon  fe  hizo  á  la  Vela  año  de  1540  con  fus 
Navios  en  demanda  de  la  California,  y  fe  bolvió  á  Nueva  Efpaña 
fin  particular  fruto  de  fu  navegación. 

Año  de  1 5  3  8  Pedro  de  Albarado  con  orden  de  el  Señot 
Virrey  Don  Antonio  de  Mendoza,  condujo  fus  Navios  defde  la  Pro- 
vincia de  Goatemala  á  el  Puerto  de  la  Purificación  en  Xiliíco:  en 
Chirivitío  Pueblo  de  la  Diocefis  de  Mechoacan  fe  vieron,  y  hablaron 
el  Señor  Virrey  Mendoza,  y  Albarado,  fobre  la  expedición  por  Mar. 

En  el  año  de  1 540  bolvió  Cortés  á  Efpaña  para  dar  Ci- 
íisfaccion  á  fu  Mageftad. 

Pedro  Albarado  murió  defgraciadamente  arrojado  de  un  pc-i 
ñafeo  por  los  Indios  en  Ezathlan,  diez  leguas  de  Guadalaxara,  año 
de  1  541,  y  fe  acabaron  fus  penfamieotos  contra  la  Gloria  de  Her- 
nán Cortés,  que  le  había  hecho  Hombre  de  figura  en  el  Mundo; 
con  eíto  fe  abandonó  la  Armada,  y  fe  perdió  en  el  mifmo  Puerto. 

Francifco  Vázquez  fe  bolvió  á  México  fio  ventajas  en  fíl 
Conquiíta. 

Año  de  1541  viendo  fruírradas  el  Señor  Virrey  Mendoza 
todas  las  Providencias  antecedentes,  y  deshechas  las  Armadas  de 
Mar ,  y  Tierra ,  determinó  ir  en  Perfona  á  la  Provincia  de  Xa- 
lifco,  y  Nueva  Galicia ,  y  afsí  lo  executó ;  y  para  la  expedición 
por  Mar  de  Californias,  embió  á  Juan  Rodríguez  Cabrillo,   Portu- 

OOOO  gues 

i  '■■  1  .         1  i.  m  .1  <pa 

(i)    Veafe  el  Mapa,  <jue  hizo  Domingo  del  Ca&Ue{  ¡fc  it  J } 4 i,  y  U  U41BÍ  Cürej,», 


3Ú: 

gnes:  y  á  Ruy  López  de  Villalobos,  Natural  de  Málaga,  ton  otra. 
Armada  á  defcubrir,  y  poblar  en  las  Islas  Marianas,  y  Phiüpinas. 
Ruy  López  falió  del  Puerto  Natividad  día  de  Todos  Santos,  y  to- 
cando en  las  Islas  de  los  Ladrones,  ó  Marianas  pafó  áLeyte,  Mió*- 
dao.10,  y  otras  de  el  Archipiélago  de  Phtlipiñas;  halló  mal  abrigo 
en  los  Portaguefes  eftablecidos  ca  Terrenate,  y  Tidore,  y  murió- 
de  trifteza  en  Amboyno  año  de  154Í. 

3uao  Rodríguez  Cabrillo  falió  del  mifmo  Puerto  de  Nati* 
vtdad  en  2.7.  de  Junio,  tocó  eo  la  Bahía  de  Santa  Cruz,  ó  de  la 
Paz,  en  Californias,  entró  en  la  Bahia  de  la  Magdalena,  reconoció 
eí  Cabo  de  el  Engaño,  y  las  Sierras  de  San  Martin  á  los  37  gr. 
y,  medio;  reconoció  también  las  Sierras  nevadas,  ó  de  Sanra  Lucía, 
las  que  regiftra  la  Nao  de  Phiüpinas,  quando  viene  á  Acapulco;  el 
Cabo  Mendozino,  afsí  llamado  por  el  referido  Señor  Virrey  Men- 
doza, .y  la  Eníenada  de  Pinos:  por  Enero  de  1543.  llegó  í  Cabo 
Fortuna,  hafta  fubir  á  los  44  gr.de  latitud,  y  fe  Solvió  á  el  Puer- 
to de  Natividad  á  14  de  Abril  de  dicho  año. 

Por  lo  tocante  k  la  expedición  de  Phiüpinas,  quedó  fnf- 
peníá,  hafta  que  el  Adelantado  Miguel  López  de  Legazpi,  en  el 
año  de  1564,  írendo  Virrey  el  Señor  Don  Luis  de  Velafco,  logró 
entrar,  y  fijar  el  Dominio  de  nueítro  Soberano  en  ellas. 

El  Excelentífsimo  Virrey  Don  Luis  de  Velafco  el  primero, 
embió  otro  Navio,  fn  advocación  San  Aguftin  á  las  Californias,  íitr 
haber  hecho  particular  progrefo. 

Año  de  1  y 96  el  Excelentífsimo  Señor  Don  Gafpar  de  Zú> 
fiiga,  Conde  de  Monte-Rey,  de  orden  de  el  Señor  Pheüpe  II,  parar 
contener  á  el  Corfario  Inglés  Franciíco  Drack,  en  las  Cortas  del 
Mar  de  el  Sur,  embió  con  tres  Navios  á  Sebaftian  Vizcaíno,  á  Ca- 
lifornias: falió  de  Acapulco,  entró  en  el  Golfo,  pafé  á  un  Puerto, 
que  llamó  de  San  Sebaftianj  tomó  pofeíion  de  las  Californias  en 
nombre  de  fu  Mageítad,  y  reconoció  Jo  interior  de  cite  Pais,  fe 
mudó  á  la  Bahía  de  Santa  Ctuz,  y  la  llamó  de  la  Paz,  por  la  que 
allí  hallaton  en  los  Indios.  Bolvió  Vizcaíno  á  Nueva  Efpaña,  i  ritv 
de  el  año  de  1596,  defpues  de  muchas  fatigas,  y  trabajos. 

Por  Cédula  Real  de  el  Señor  Pheüpe  III,  bolvió  Vizcaíno 
á  Californias  año  de  ióoi,  haviendo  falido  de  Acapulco  á  5  de 
Mayo  con  dos  Navios,  reconoció  toda  la  Coila  de  Californias  haf- 
ta el  Cabo  de  San  Sebaftian,  y  Puerto  de  Monte-Rey,  que  fe  nom- 
bró afsí  por  el.  Señor  Virrey  de  eñe  Título,  y  bolyió  á  Nueva  E.f- 

paf,.t 


-':t ";"-  -        .   ,       -■    •     .  -,  '.,  *  .«.  ■      ..  .  -i  '.i,  »- 


paíía  en  Marzo  de  ríoj,  fin  haber  dejado  k>i  Relígíofos  Carmeli- 
tas, que  llevaba,  ni  otra  Gente. 

En  el  año.  de  1,615  fe  hizo  otra  expedición  por  Juan  Ytur« 
bí  á  cofta  de  cite,  entró  en  el  Seno  de  Californias,  llegó  harta  la 
altura  de  30.  gr:  arribó  á  el  Pueblo  de  Ahorné,  de  allí  á  la  Sina^ 
loa,  fiendo  Virrey  Don  Diego  Fernandez  de  Córdova,  Marqués  de 
Guadalcázar,  de  cuyo  orden  bolvió  Yturbí  á  Californias,  vino  á 
Acapulco,  cfcolrando  la  Nao  de  Philipinas,  muy  cargado  de  Perlas 
de  Califoi'  ias,  y  una  de  tintos  quilates*  y  Oriente,  que  folo  por, 
el¡!a  pagó  de  q'uinto  de  fu  precio  á  el  Rey  novecientos  pefos. 

hn  Marzo  de  1631  Francifco  de  Ortega,  fe  hizo  á  la  Ve-i 
la  para  Californias,  acompañado  de  el  Presby tero  Diego  de  la  Nava,- 
nombrado  Vicario  EclefiáíHco  de  Californias,  por  el  Señor  Obifpo 
de  Gúadalaxara,  y  entró  en  eíta  Penínfula  á  i  de  Mayo  de  el  mifmo 
año:  enlósanos  íiguícntes  de  33,}'  34  hizo  Ortega  otras  dos  Na- 
vegaciones á  las  Californias,  y  en  una  llevó  á  otro  Sacerdote  Secu* 
lar  Don  Juan  de  Zuñiga,  Subdito  de  la  Diocefis  de  Guadalaxara? 
y  t,;n  repetidos  viages  prueban,  que  Ortega  no  tubo  motivo  de  ar- 
repenrirfe,  ni  halló  tan  pobre  la  Tierra,  como  pinta  el  P.  Miguel 
Benegas,  que  procura  desfigurar  la  riqueza,  mas  no  fe  compone  cora 
lo  miíimo,  que  refiere. 

Año  de  1636  pnfó  á  Californias  Eftevan  Carbonelli,  y  trajo 
Perlas,  como  otros,  mas  todos  experimentando  la  intemperie  del  Pais» 

Año  de  1642.,  fiendo  Virrey  el  Señor  Don  Diego  López 
Pacheco,  Duque  de  Eícalona,  pafó  á  Californias  Don  Luis  Ceftin 
de  Canas,  Governador  de  Sinaloa,  con  Regulares  de  la  Compañía, 
para  fundar  Miñones,  y  el  Padre  Jacinto  Cortés  fundó  la  de  San 
Jcfeph:  erta  es  la  primera  época  cíe  la  introducción  de  eftos  Reli- 
giofos,  en  aquellos  Paifes,  en  que  fe  afeguraron  con  órdenes  de  fu 
M.!geítad,y  de  el  Virreynato;  y  pudieron  lograr,  que, harta  el  día  de 
íu  Expulfion  año  de  1767  fueflen  Dueños  de  toda  la  Penínfula:  man** 
daílcná  el  Capitán,  y  Soldados  de  elPrefidio  de  Loreto,  y  eftubieflen 
los  Militares  bajo  las  órdenes  de  el  Mifionero  de  cfta  Mifion. 

Año  de  1643  vino  á  Nueva  Efpa ña  el  Almirante  Don  Pe- 
dro Portel  de  (Zafánate,  con  el  fin  de  hacer  expedición  á  Califor- 
nias, fiendo  Virrey  el  Señor  Don  García  Sarmiento,  y  Sotomayor, 
Conde  de  Salvatierra:  el  año  figuiente  de  1644  fe  hizo  dicho  Al- 
mirante á  la  Vela;  le  quemaron  dos  Navios  en  las  Cortas  de  SU 
naloa,  efcoltó  la  Nao  de  Philipinas  hafta  Acapulco,  y  en  1648  bol- 

,  poooí  m 


vio  í  Californias  coft  los  Padres  Jacinto  Cortés ,  y  AndtéS  Biéfc, 
Miiioncros  que  eran  en  Sinaloa. 

Año  de  i  66  y  el  Señor  Phelipe  IV.  nfanctó,  que  reintentaf- 
fe  otra  vez  el  viaje  á  Californias,  y  fe  cometió  á  el  Almirante  Db«' 
Bernardo  Berñal  de  Viñadero,  que  bolvió  á  Nueva  Efpafia  enrique- 
cido con  Perlas. 

Bolvió  el  miffflO  á  Californias  año  dé  1 66j  con  dos  Navio* 
fabricados  en  Chacala. 

Año  de  1668  el  Capitán  Francifcb  Ltizenilla,  hizo  otra 
tentativa  á  fu  cofta,  y  llegó  á  el  Puerto  de  la  Paz  con  dos  Kelígifr* 
fos  Francifcanos,  que  penetraron  fru¿tuofa  menté  con  la  Miííon  por 
lo  interior  de  Californias,  y  por  no  dejarles  los  Jefuitas,  fe  bolvieron. 
Año  dé  1683  á  18  de  Marzo  falió  de  Chacaía  el  Almi- 
rante Don  Yíídoro  Orondo,  y  Antillon,  con  el  P«  Eufebío  Fráíreif- 
co  Kino,  Cofmógrafo  Mayor,  con  orden  de  fu  Mageftad,  y  entró 
eh  el  Puerto  de  la  Paz  á  los  catorce  días  de  Navegación» 

Defde  efte  tiempo  tubieron  á  fu  cargo,  y  mando  los  Re- 
gulares Expulfos  tódá  la  Penínfula  de  Californias,  y  el  mando  Es- 
piritual, y  Militar,  harta  que  con  motivo  de  la  expulfíon,  y  ocupa* 
cion  de  las  Temporalidades,  tomó  las  corfefpondientes  Providen- 
cias el  Excclentífsimo  Señor  Don  Carlos  de  Croix,  aéiual   Virrey, 
y  valienáofe  de  el  efpíritu,  inteligencia,  letras,  y  Perfona  autoriza- 
da de  el  Iluílrífsimo  Señor  Don  Jofeph  de  Galvez ,  del   Conlejn 
Supremo,  y  Cámara  de  Indias,  le  dio  fu  Excelencia  Comifion  pa- 
ra pafar  á  Californias,  lo  que  executó  fu  Señoría  Iluftrífsima  en  2  J 
de  el  mes  de  Mayo  de  1768.  faliendo  de  el  Puerto  de  San  Blasj 
i¡Í>or  los  vientos  contrarios  arribó  á  las  Islas  llamadas  las  tres  Ma- 
fias, defpues  arribó  al  Puerto  de  Mazathlan,  y  con  nuevo  esfuer- 
zo en  medió  dé  la  mayor  intemperie,  y  trabajos,  fe  hizo  á  la  Ve- 
ía, y  arribó  á  la  Enfenada  dcCcrralvoen  y  de  Julio  de  dicho  año, 
i  internandofe  en  las  Californias,  eftableció  algunas  Miíiones,  ade- 
mas de  las  que  tenían  los  Regulares  de  la  Compañía,  á  Cargo  de 
los  Milíoneros  ApoftóHcos  de  el  Orden  de  San  Francifco,  de  Sama 
Cruz  de  Querétaro,  y  Zacatecas:  embió  Naos  para  el  Puerto  de  San 
Diego,  donde  pufo  Mifion,  y  defde  allí  mandó  fe  eftablecieíTe  otra 
tñ  el  Puerto  de  Monte-Rey:  fe  detubo  en  dichas  Provinchs   para 
el  arreglo  dé  ellas  hafta  el  año  de  1769,  en  que  bolvió  ala  E^ 
fenadá  de  Santa  Bárbara  en  la  Sinaloa,  en  que  dio  fondo  en  8  dé 
Mayo  dé  él  mifmo  año. 

CAR- 


'rE,rüerA4cpa  esta  cacado   de  e. 

Ckícciá,  auc  cn1fmz.es  o  por  T^eu 

Golfo  ocCafmmias  pone  dosT^ios 

ePj^t/a  yi 


s> 
ue  mcoi 


^E.rie^Afcpa  esfa  sacado   de  el r  Oriamai    aue  para    encf   ^Es&tlo^Áe  eC ¿Marauc^rte  ef  ^offe.    TEnlo  alto  porte  una  'a 
Curar),  auc  cn1mxe.es  o  por  RAáemneJ  je  ereio  cictfa  tía  Humaron  Quivira*  T^íaCc>esernbbcaciu?tCcleFíi¿o^  Colorarlo  enel 
<^rJfr/cr)cCeaJ'orniasjnne  rJosT^in/eíimo  fe  ¡tomare  Buena  (Juta,  i puírfe  ser  eT  Gíoraéo  cFolrrfííc  c5tá¡g//oreí .ifíiehe  ser 
er^Ja  yue  incorporarles  en  una  rjtyart'rc  enfraix  en  ef"  dato  ^le  Californias. 


1 


CART 

DE 

RELACIÓN, 

QUE 

D.  FERNANDO  CORTES, 

GOBERNADORA  CAPITÁN  GENERAL 

POR  SU  MAGESTAD 

EN  LA  NUEVA-ESPANA 

DEL  MAR  OCÉANO 

EM'BIÓ 

AL  MUY  ALTO,  Y  MUY  POTENTISSIMO, 

Inviótífsimo  Señor 

DON  CARLOS. 

EMPERADOR  SIEMPRE  AUGUSTO, 

Y  REY  DE  ESPAÑA 
Nueílro  Señor. 


3  3  o  CARTA  DE  RELACIÓN 

MUY  ALTO,  MUY  FOBEBOSO, 

Y   EXCELENTÍSIMO    PRINCIPE: 
MUY  CATÓLICO,  1NVICTÍSSIMO 

EMPERADOR, REY, Y  SEÑOR. 

7.  Halla  San     jFTik  NJ  la  Relación*  que  émbié  á  Vueftra  Magef- 
doval  rebelada  tac|  con  juan  ¿e  Ribera    de   las  cofas,  que 

1  GUaZ¡Cnnde  |1  Cn  eftas  P*rtes  me  habían  ^Cedido  defpues 
una  Señora,  á  J1L_  _J  t!e  'a  Segunda,  que  de  ellas  á  Vueftra  Aíte- 
quien  todos  los        '  za  embié-:  dijej  como  por  apaciguar,  y  redu- 

Cactques  obe.  c\x  al  Real  fcrvicío  de  Vueftra  Mageftad  las  Provincias 
decían,  de  las  de  Guatufco,  Tuftepeque,  y  Guataíca,  y  las  otras  á  ellas 

Provincias  de  r '      J      ,   \.        ,   ,   VT '  ,    <-,        . 

Tabafco,  Cima  comarcanas,  que  Ion  en  !a  Mar  del  Norte,  que  defde  el 
ti*»>  Qf'éeiu-  Alzamiento  de  eíta  Ciudad,  citaban  rebeladas,  había  em- 
ia^y  Quizalte-  biado  al  Alguacil  Mayor  con  cierta  Gente,  y  lo  que  en 
pee ,  y  cotia  fu  camino  les  había  pafado;  y  como  le  había  mandado, 
C '¿tan &  ííne  Pob'a^e  en  13S  dichas  Provincias,  y  que  püíícíTe  rtom- 
fifegar,y  cafii  Dre  a'  Puebldj  la  Villa  de  Mcdeliin:  (ij  Refta,  que  Vueftra 
gar  fu  rehe-  Alteza  fepa  corno  fe  pobló  la  dicha  Villa,  y  fe  apaciguó 
líen.  toda  aquella  Tierra,  y  Provincias,  y  pacificó:  le  embié  mas 

Gente-,  y  le  mandé  que  fuerte  la  Cofia  arriba  haíía  la  Pro- 
vincia de  Guazaqualco,  que  eirá  de  adonde  fe  pobló  eíta 
dicha  Villa  cincuenta  leguas,  y  de  efta  Ciudad  ciento,  y 
veinte;  porque  quando  yo  en  efta  Ciudad  eftaba,  ííendo  vi- 
vo Muteczuma,  Señor  de  el»,  como  fiernpre  trabajé  de  h¿ 
ber  todos  los  mas  fecretos  de  cftas  Partes,  que  me  fue  po- 
fible,  para  bazer  de  ellos  entera  Relación  á  Vueftra  Ma- 
geftad,  había  embiado  á  Diego  de  Oídas,  (z)  que  en  eíta 

Cor-¿ 


(i)  Mtdellih  afsí  llamado  por  la  Purria  Je  Corres,  Gtmaqualco,  y  demás 
Pueblos,  qije  aqui  exprefa,  eftán  en  la  Coda  de  el  Seno  Mexicano  figuiendo  áef- 
de  Vera-Cruz  harta  Tabaleo. 

(2.)  Die^o  de  Ordas  vino  á  Nueva-Efpaña  con  Juan  Je  Gri¡alba,  fue  nombrado 
Capitán  por  Cortés:  efte  es  el  que  fubió  á  reconocer  el  Volcan  de  México,  que 
llamaban  los  indios  Popocatepee,  y  no  ha  vuelto  otro  á  reconocerle  defpues  de  élj 
á  excepción  de  Fríinciíco  Montano,  que  facó  do  el  Azufe  para  la  Pólvora. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  ¿jt 

Corté  de  Vueftra  Mageftad  rcfide;  y  los  Señorea  y  Natu- 
rales de  la  dicha  Provincia  le  habían  recibido  de  muy 
buena  voluntad,  y  fe  habían  ofrecido  por  Vafalios,  y  Sub- 
ditos de  Vueftra  Alteza,  y  tenia  noticia,  como  en  un  muy 
gran  Rio,  que  por  la  dicha  Provincia  pafa,  y  Tale  á  la  Mar, 
había  muy  buen  Puerto  para  Navios;  porque  el  dicho  Or- 
das,  y  los  que  con  él  fueron,  lo  habían  Rondado,  y  la 
Tierra  era  muy  aparejada  para  Poblar  en  ella;  y  por  la 
falta  que  en  efta  Carta  hay  de  Puertos,  defeaba  hallar  al- 
guno, que  fuerte  bueno,  y  poblar  en  él.  E  mandé  al  dicho 
Alguacil  Mayor,  que  antes  que  entrarle  en  la  dicha  Provin- 
cia, dcfde  la  Raya  de  ella,  embiaífe  ciertos  Menfajeros,  que 
yo  le  di,  Naturales  de  efta  Ciudad,  á  les  hacer  faber,  co- 
mo iba  por  mi  mandado,  y  que  fupíeííen  de  ellos,  íi  te- 
nían aquella  voluntad  al  férvido  de  Vueftra  Mageftad, 
y  á  nucílra  amifhd,  que  antes  habían  moftrado,  y  ofreci- 
do; y  que  les  hicieffe  faber,  como  por  las  Guerras  que  yo 
había  tenido  con  el  Señor  de  efta  Ciudad,  y  fus  Tierras, 
no  los  había  embiade  á  vilitar  tanto  tiempo  había;  pero 
que  yo  fiempre  los  había  tenido  por  Amigos,  y  Vafalios 
de  Vueftra  Alteza,  y  como  tales  crey  líen  hallarían  en  mi 
buena  voluntad  para  qualquiera  cofa,  que  les  cumplieííe;  y 
que  para  favorecerlos,  y  ayudarlos  en  qualquiera  necefí- 
dad,  que  tubieffen,  embiaba  allí  aquella  Gente,  paraque 
poblaften  aquella  Provincia.  El  dicho  Alguacil  Mayor,  y 
Gente  fueron,  y  fe  hizo  lo  que  yo  le  mandé,  y  no  hallaron 
en  ellos  la  voluntad,  que  antes  habían  publicado,  antes  la 
Gente  puefta  á  punto  de  Guerra,  para  no  los  confentir 
entrar  en  fu  Tierra;  y  él  tubo  tan  buena  orden,  que  con 
faitear  una  noche  un  Pueblo,  donde  prendió  una  Señora, 
á  quien  todos  en  aquellas  partes  obedecían,  fe  apaciguó, 
porque  ella  enibio  á  llamar  todos  los  Señores,  y  les  mandó, 
que  obédecieflerí  lo  que  fe  les  quifieífe  mandar  en  nombre 
de  Vueftra  Mageftad¿  porque  ella  afsí  lo  había  de  hacer: 
é  afsí  llegaron  hafta  el  dicho  Rio,  (i)  y  á  quatro  leguas  de 
la  boca  de  él,  que  fale  á  la  Mar,  porque  mas  cerca  no  fe 

PPPP*  ha- 


(i)     Rio  de  Guafacualco, 


33 i  CARTA  DE  RELACIÓN 

halló  aliento,  íe  pobló,  y  fundó  una  Villa,  á  la  qual  fe  ptí-3 
(o  nombre  el  Eípuitu  Santo,  y  allí  reíidió"  el  dicho  Algua- 
cil Mayor  algunos  días,  ha  ña  que  fe  apaciguaron,  y  tra- 
jeron al  fervicio  de  Vueftra  Católica  Mageftad  otras  mu- 
chas Provincias  Comarcanas,  que  fueron  la  de  Tabafco,que 
es  en  el  Rio  de  la  Victoria,  ó  de  Crijalva,  que  dicen,  y  la 
de  Chimadan,  y  Quechula,  y  Quizaltepeque,  y  otras,  que 
por  íer  pequeñas,  no  expíelo:  y  los  Naturales  de  ellas,  íe 
deportaron,  y  encomendaron  á  los  Vecinos  de  la  dicha 
Villa,  y  ¡es  han  férvido,  y  íirven  harta  ahora,  aunque  algu- 
nas de  ellas,  digo  la  de  Cimaclan,  Tabaleo,  y  Quizaltepe- 
que, íe  tornaron  á  rebelan  y  habrá  un  mes,  que  yo  embié 
un  Capitán,  y  Gente  de  efta  Ciudad,  á  las  reducir  al  fer- 
j,    p   ,      vicio  de  Vueftra  Mageílad,  y  caftigar  fu  Rebelión:  y  haf- 
Cortés  un  Ca-  ra  ahora  no  he  fabído  nuevas  de  él:  creo,  queriendo  nuef- 
fuaná  recono    tro  Señor,  que  harán  mucho,  porque  llevaron  buen  ade- 
eer  á  Mecbua-  rezo  de  Artillería,  y  Munición,  y  Balleneros,  y  Gente  de  á 
c*"'?f"í'e"  Caballo» 

que  la  bailo,  el  „.       ¿.         .  „,t.         _   _       .  i      r>    i      • 

qual  pafó  fm  También  (muy  Católico  Señor)  en  la  Relación, 

orden  ála$  Pro  que  el  dicho  Juan  de  Ribera  llevó,  hice  faber  á  Vueftra  Ce» 
viñetas  de  Huí  fárea,  y  Católica  Mageftad,  como  una  gran  Provincia,  que 
ala,y  Zacatu-  fe  ¿-Ke  Mechuacan,  que  el  Señor  de  ella  fe  llama  Cafulci» 
a     o    e  j-u     .  ^  fe  había  ofrecido  por  íus  Menfaieros,  el  dicho  Señon 

derrótalo     con   v    J  .,  M  *      r  ti         t 

muchos  luíaos  y  Naturales  de  ella,  por  Subditos,  y  Valallos  de  Vueftra 
Amigos, y taf  Ce  (arca  Mageftad,  y  que  habían  trahido  cierto  preferiré, 
tigadi por  Cor  ci  c,!)ai  ermbié  con  los  Procuradores,  que  de  efta  Nuevas 

fef, 


(t^  Catzolein  Rey  de  Michoacan,  que  era  Señor,  y  Soberano  de  la  Provincia 
de  Xalifcn  Diocelís  de  Durango,  cuya  Erección,  y  Divilíon  de  la  de  Guadalaxará 
la  hizo  el  Seíior  D.  Pedro  de  Otaíora  Prefíjente  de  la  Real  Audiencia  de  Guada- 
lax.'r.i,  por  Comilston  que  le  dié  S.  M.  en   Real    Cédula    de    i4deJuniode  itfn. 

DlNuño  de  Guzman  Gobernador  que  había  lido  en  Panuco,  y  Préndeme  de  la 
Real  Audiencia  de  México,  feparado  por  juilas  caufas  de  efte  Cargo  ,  emprendió 
Oiii|'/!*>u  á  Xalifco,  en  el  año  de  if  31.  y  en  Michoacan  prendió  á  el  Rey  Cac- 
zolcin,  le  tomó,  diez  mil  Marcos  de  Plata,  y  mucho  Oro  ba¡o,  y  feis  mil  Indios 
para  fenicio  de  cargí  de  lu  Exército,  y  quemó  á  el  Rey,  y  a  muchos  Indios  Prin- 
cipales, pira  que  no  fe  pudieffen  quexar;  pero  Dios  le  c.iftigó,  pues  fue  depuefto, 
prefo,  embudo  á  Efpaña,  y  murió  di  repeine,  habiendo  vifto  el  enojo  de  el  Rey; 
porque  fue  muy  cruel,  lío  fer  necefario  el  haber  quitado  la  vida  acantos  Indios, 
pues  en  batalla  era  lícito,  y  fuera  de  ella  b.ixeza  de  inil'rto  por  el  interés. 

■  1.1  Provincia  dc'Michonnn  es  de  las  rriw  fértiles  de  Nueva- Efpaña,  y  abundan- 
te en  cofechas  de  Trigo,  Maiz,   y  otros  frutos. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  J3J 

Éfpaña  fueron  á  Vueftr3  Alteza,  y  porque  la  Provincia, 
y  Señorío  de  aquel  Señor  Cafulci,  fegun  tube  Relación 
de  ciertos  Efpañoles,  que  yo  allá  ernbié,  era  grande,  y 
fe  habían  viíto  mueftras  de  haber  en  ella  mucha  riqueza; 
y  por  fer  tan  cercana  á  efta  gran  Ciudad,  defpues  que 
me  rehice  de  alguna  mas  Gente,  y  Cabillos,  embié  á 
ella  un  Capitán  con  fetenta  de  Caballo,  y  dofcientos  Peo- 
nes bien  aderezados  de  fus  Armas,  y  Artillería,  panqué 
vieflen  toda  la  dicha  Provincia,  y  fecretos  de  ella;  y  fi 
tal  fucile,  que  poblaflen  en  la  Ciudad  principal  Huicicila 
y  idos  fueron  bien  recibidos  del  Señor ,  y  Naturales  de? 
la  dicha  Provincia;  y  apofentados  en  la  dicha  Ciudad,  y 
demás  de  proverlos  de  lo  que  tenían  necefídad  para  fu 
mantenimiento,  les  dieron  halla  tres  mil  marcos  de  pla- 
ta, embuelta  con  cobre,  que  feria  media  plata:  y  hafta 
cinco  mil  pefos  de  Oro,  afsímifmo  emvuelto  con  plata, 
que  no  fe  le  ha  dado  Ley,  y  ropa  de  Algodón,  y  otras 
colillas  de  las  que  ellos  tienen;  lo  qual,  facado  el  quinto 
de  Vueftra  Mageftad,  fe  repartió  por  los  Efpañoles,  que 
á  ella  fueron;  y  como  á  ellos  no  les  fatisficieífe  mucho 
la  Tierra  para  poblar,  moftraron  para  ello  mala  voluntad: 
y  aun  movieron  algunas  colillas,  por  donde  algunos  fue-* 
ron  caftigados,  y  por  efto  los  mandé  bolver  á  los  que 
bolverfe  quifieron;  y  á  los  demás  mandé,  que  fuellen  con 
un  Capitán  á  la  Mar  del  Sur,  adonde  yo  tenía,  y  tengo 
poblada  una  Villa,  que  fe  dice  Zacatula,  (i)  que  hay  def- 
de  la  dicha  Ciudad  de  Huicicila,  (¿)  cien  leguas;  y  allí 
tengo  en  Artillero  quatro  Navios,  para  defeubrir  por  aque- 
lla Ma',  todo  lo  que  á  mi  fuere  poíible,  y  Dios  nueftro 
Señor  fuere  férvido.  E  yendo  efte  dicho  Capitán,  y  Gen- 
te á  la  dicha  Ciudad  de  Zacatula,  tubieron  noticia  de 
una  Provincia,  que  fe  dice  Coliman,  (3)  que  eftáaparta- 

QQQQ  da 

(1)  Zacatula  junto  a  el  Mar  del  Sur,  fegun  queda  explicado  en  l.u  Cartas  an- 
tecedentes. 

(  % )  Gomara  en  la  Crónica  de  Nueva  Efpana  Cap,  t  ro,  la  llama  Chin- 
eicila. 

(3)  Corte'sembió  a  Chriftoval  de  ©lid  íi  conquiftar  efta  Provincia  de  Coli- 
man, le  acompañó  defpues  Gonzalo  de  Sandoval,  y  i  el  bu  fe  entregaron  lot 
Pueblos  de  Coliuaaatlee,  Zinuadaa,  y  etroí» 


|P  CARTA  DÉ  RELACIÓN 

da  del  Caminó,  que  habían  de  llevar  fobre  ía  mago  de- 
recha, qué  es  al  Poniente,  cinquenta  leguas:  y  coa  la  Gen- 
te, que  llevaba,  y  con  mucha  de  los  Amigos  de  aquella 
Provincia  de  Mechuacan,fue  allá  fin  mi  licencia,  y  entró 
algunas  jornadas,  donde  hubo  con  los  Naturales  algunos 
reencuentros}  y  aunque  eran  quarentá  de  Caballo,  y  mas 
de  cien  Peones,  Balleneros,  y  Rodeleros,  los  desbarata- 
ron, y  echaron  fuera  de  la  Tierra,  y  les  mataron  tres  Ef- 
paiioles,  y  mucha  Gente  de  IoS  Amigos,  y  fe  fueron  á 
ía  dicha  Ciudad  de  Zacatula;  é  fabido  por  mi,  mande 
traher  prefo  al  Capitán,  y  le  caftigué  fu  inobediencia- 
llf  jjon  pe¿  Porque  en  la  Relación,  que  á  Vueitr3   Cefárea 

ñro  ' Aharado  Mageflad  hice,  de  como  había  embiado  á  Pedro  de  AI- 
■ba  de  orden  de  varado  á  h  Provincia  de  Tututépeque,  (i)  que  es  en.  la  Mar 
Cortesa  Tutu-  ¿jei  $urj  no  ^^q  mas  qlie  decir  de  como  había  llegado 

XTcJ¡7ue'i á  elIa»y íenía  Prefos  aI  Señof>  y á  an  Hií°  fuy°;  y de  cIer,t: 

y  fu  Hijo:  de  ¡a  to  Oro,  que  le  prefentaron,y  de  ciertas  mueítras  de  Oro 

Tierra  de  Se-  de  Minas,  y  Perlas,  que  afsímifmo  hubo;  porque   haíía 

guradshiSicr  áqUei  tiempo,  río  había  mis,  que  efcribir¿  Sabrá  Vueífra 

ra,  y  como  Ja  g^celfitud,  que  ea  refpueíia  de  eífas  nuevas,  que  meetrn 

hizo  bolver   a    ,  .,     .  %,  »r  u     n       •     «     •  •   /     rr 

poblar  Cortés:  ™o,  le  mande,  que  luego  en  aquella  Provincia  buícaík 
bueive  Aliara'  ún  fítio  conveniente,  y  poblaíTc  en  él:  y  mandé  también* 
foá  Tututepe*  que  los  Vecinos  de  la  Villa  de  Segura  ía  Frontera,  fe  pa- 
(¡ue  con  lospre'  (atfen  ¿  aquei  puebio;  porque  ya  del  que  eítáb'a  hecho  allí,- 
Provincia  re-  ft0  na"ia  necefidad,  por  fer  tan  cerca  de  aquí:  y  alsiíe 
Metete  hizo,  y  fe  llamó  el  Pueblo  Segura  la  Frontera,  como  el 

que  antes  éííaba  hecho:  y  los  Naturales  de  aquella  Pro- 
víncia,  y  de  la  de  Gúaxaca,  y  Coaclan,  y  Coafcíahua- 
ca,  y  Tachquiaco,  y  otras  allí  Comarcanas,  fe.  repartie-- 
ron  en  los  Vecinos  de  aquella  Villa,  y  les  fervían,  y  apro- 
vechaban con  toda  voluntad;  yquedóen  ella  por  Juíticia; 
y  Capitán,  en  mi  lugar  el  dicho  Pedro  de  Alvarado.  Y 
acaeció,  que  eítando  yo,  conquistando  la  Provincia  de 
Panuco,  como  adelante  á  Vueftra  Mageftad  diré,  los  Al- 
caldes, 


(i)     Tututepec,  ya  queda  dicho  en  las  C.irtas  antecedentes,  que  eítá  en  la  Dió- 
¿e!ís  de  Oa,xac.i,  hacia  la  Mar  del  Sur,- diftinSo  de  Tututepec  en  Ja  Diocefis  de 

PrcHa.  ••■.-..  _  .  ■:, 


DE  15. :MfíASB3  CQfTOk  |J| , 

fcaldes,  y  Regidores  de  aquella  Villa  le  rogaron  al  dicho 
Pedro  de  Alvarado,que  él  remitíefíé  con  fu  poder  á  negociar 
conmigo  ciertas  cofas,  que  ellos  le  encomendaron,  lo  qual 
él  aceptó;  y  venido  los  dichos  Alcaldes,  y  Regidores,  hi- 
cieron cierta  Liga,  y  Monipodio,  convocando  la  Comu-i 
dad,  y  hicieron  Alcaldes,  y  contra  la  voluntad  de  otro, 
que  allí  el  dicho  Pedro  de  Alvarado  había  dejado  por. 
Capitán,  defpbblaron  la  dicha  Villa,  y  fe  vinieron  á  la 
Provincia  de  Guaxaca,  que  fue  caufá  de  mucho  defafo- 
llego,  y  alboroto  en  aquellas  partes.  E.  como  el  que  allí 
quedo  por  Capitán  me  lo  hizo  íaber,  embié  á  Diego  de 
Ocampo,  (i)  Alcalde  Mayor,  para  que  hobiefle  la  Infor- 
mación de  lo  que  pafaba,  y  caftígaííe  los  culpados.  Sa- 
bido por  ellos,  fe  aufentaron,  y  anduvieron  aufentes  al- 
gunos días,  harta  que  yo  los  prendí:  por  manera,  que  el 
dicho  Alcalde  Mayor,  no  pudo  haber  oías  de  al  uno  de 
los  rebeldes,  él  qüal  fentenció  á  muerte  natural,  y  apelo 
para  ante  mi;  y  defpues  que  yo  prendí  los  otros,  los 
reandé  entregar  al  dicho  Alcalde  Mayor:  el  qüal  afsímif- 
irio  procedió  contra  ellos,  y  los  fentenció  como  al  otro, 
y  apelaron  también.  Va  los  Pleytos  eftan  concluios  para 
los  fentenciar  en  fegunda  inftancia  ante  mi,  y  los  hé  vif-» 
to:  piehfo,  aunque  fue  tan  grave  fu  yerro,  habiendo  reí- 
peto  al  mucho  tiempo,  qué  ha  que  eftan  prefos,  comuJ 
tarles  la  pena  de  la  muerte,  á  que  fueron  fencenciadbs; 
en  muerte  Civil,  que  es  defterrarlos  de  eftas  partes,  y 
mandarles,  que  no  entren  en  ellas,  fin  licencia  de  Vuef- 
ira  Mageftad,  fó  pena,  que  incurran  en  la  de  la  primera  fen- 
tcncia.  En  efte  medio  tiempo  murió  el  Señor  de  la  dU 
cha  Provincia'  deTututepeque;  y  ella,  y  las  otras  Comar- 
canas fe  rebelaron,  f  embié  al  dicho  Pedro  deAIbarado 
con  Gente,  y  con  un  Hijo  del  dicho  Señor,  que  yo  tenía 

QQQQ*  erí 


(r)  Diego  de  Oca  ñipo  fue  el  que  con  otros  quedó  nombrado  por  Cortés  parí 
gobernar  l'u  Eílado,  quando  fe  auféntó  para  Efpaña,  y  dicho  Ocampo  fué  depuef- 
to  por  Salazar:  tubo  el  mérito  de  haber  descubierto  la  Navegación  á  el  Peru>  fa- 
J'iendo  de  Tehüantcpec  en  lia  Cofia  de  el  Sur,  y  I  legó  á  el  Callao  de  Lima,  todo, 
á  tú  curta.  Fue  Naiural  de  la  Villa  de  Cázeres  en  los  Rey/ios  de  Cartilla,  y  Su- 
jeto de  particulares  prendar, 


jjí.  CARTA  DE  RELACIÓN 

en  mí  poder;  y  aunque  hobieron  algunos  reencuentros, 
y  mataron  algunos  Efpañoles,  la  tornó  á  rendir  al  Servi- 
cio de  Vueftra  Mageftad,  y  eftan  agora  pacíficas,  y  lir- 
Ven  á  los  Efpañoles,  que  eftan  deportadas  muy  pacífi- 
ca, y  fegaramente,  aunque  no  fe  tornó  á  poblar  la  Villa 
por  falta  de  Gente,  y  porque  al  prefente  no  hay  de  ello 
neceíidadj  porque  con  elcaftígo  pafado,  quedaron  doma- 
dos, de  manera,  que  nafta  efta  Ciudad  vienen  á  lo  que 
les  mandan. 
ÍK  Dan  Ja  Luego  como  fe  recobró  efta  Ciudad  de  Tetnix- 

íledí'encia  Te  titán,  y  lo  á  ella  fujcto,  fueron  reducidas  á  la  Imperial  Co- 
quantepec ,  y  roña  de  Vueftra  Cefárea  Magcftad  dos  Provincias,  que  eftan 
Meztitblan,  y  ¿  quarenra  leguas  de  ella  al  Norte,  que  confinan  con  la 
^/'tenidl'le  Provincia  de  '^nuco,  (i)  que  fe  llaman  Tututepeque,  y 
Cbriftóval  de  Mezclitan,  (z)  de  Tierra  affaz  fuerte,  bien  ufitada  en  el  exer> 
Tapia:  embia  cirio  de  las  Armas  por  los  Contrarios,  que  de  todas  par- 
Cortéiun  Ca-  tes  tienen,  viendo  lo  que  con  efta  Gente  fe  había  hecho; 
fara  *  f't'.  y  como  á  Vueñra  Mageftad  ninguna  cofa  le  eftorbaba, 
figueí^r'ée/afe  me  em^iaron  fus  Menfajeros,  y  fe  ofrecieron  por  fus  Súbdi- 
otra  vez  TV-  tos,  y  Vafallos:  y  yo  los  recibí  en  el  Real  nombre  de'Vueftra 
quantepec^y  la  Mageftad,  y  por  tales  quedaron,  y  eftubieron  fiempre, 
íuthe  á  cont  nafta  defpues  de  la  venida  de  Chriftóval  de  Tapia,  que 

**?a"afi¡rlth  con  Ios  bullicios»y  defafofiegos,  que  en  cftas  otras  Gen- 
tes caufó,  ellos  no  folo  dejaron  de  preftar  la  obedien- 
cia, que  antes  habían  ofrecido,  mas  aun  hicieron  muchos 
daños  en  los  Comarcanos  á  fu  Tierra,  que  eran  Vafallos 
de  Vueftra  Católica  Mageftad ,  quemando  muchos  Pue- 
blos, y  matando  mucha  Gente:  y  aunque  en  aquella  coyun- 
tura yo  no  tenía  mucha  fobra  de  Gente,  por  la  tener  en 
tantas  partes  dividida,  viendo  que  dejar  de  proveer  en  ef- 
to  era  gran  daño,  temiendo  que  aquellas  Gentes,  que  con* 

fina- 

(l)     Tututepecen  la  Diocefis  Je  Puebla. 

(i)  Hoy  le  IFama  Metztlthlan  de  el  Arzobifpado  de  México,  Camino  á  el  Nor- 
te, y  antes  de  ftibir  's  las  Sierras  de  Huayacocothla,  y  Tlanchinol,  que  fon  las  Sier- 
ras, de  que  luego  habla,  y  confinan  con  las  que  dividen  la  Diocefis  de  Puebla  de 
el  Arzobifpado,  y  todas  fon  alperífsimas  tanto,  que  admira,  el  que  Cortés  aun  pu- 
dielíe  caminar  con  Gente  de  Guerra  por  ellas.  Las  hé  pafado,  y  tiene  (obrada  ra. 
zoo  Cortés,  porque*  necetíté  el  apearme  de  la  Muía:  mas  agrias  fon  las  de  Tuto,  6 
Tututcpec,  para  b.ijar  á  Tutanzingo,  de  que  es  buen  Teftigo  el  lluftrifsiino  Señor 
Obifpo  de  Puebla,  que  lai  ha  pafado. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  5?7 

finaban  con  aquellas  Provincias,  no  fe  juntaílcn  con  aque- 
llos, por  el  temor  de  el  daño,  que  recibían;  y  aun  porque 
yo  no  eftaba  farisfecho  de  fu  voluntad,  embié  un  Capi- 
tán con  treinta  de  Caballo,  y  cien  Peones,  Ballefteros,  y; 
Efcopeteros,  y  Rodeleros,  y  con  mucha  Gente  de  los  Ami- 
gos, los  quales  fueron,  y  hobieron  con  ellos  ciertos  re- 
encuentros, en  que  les  mataron  alguna  Gente  de  nueftros 
Amigos,  y  dos  Efpañoles:  y  plugo  á  Nueftro  Señor,  que 
ellos  de  fu  voluntad  volvieron  de  paz,  y  me  trujeron 
los  Señores,  á  los  quales  yo  perdoné,  por  haberfe  ellos 
venido  fin  averíos  prendido»  Defpues  eftando  yo  en 
la  Provincia  de  Panuco,  los  Naturales  de  eftas  parres  echa- 
ron fama,  que  yo  me  iba  á  Cartilla,  que  caufó  harto  aU 
boroto:  y  una  de  eftas  dos  Provincias,  que  fe  dice  Tutu- 
tepeque,  fe  romo  á  rebelar,  y  bajó  de  fu  Tierra  el  Señor 
con  mucha  Gente,  y  quemó  mas  de  veinte  Pueblos  de  los 
de  nueftros  Amigos,  y  mató,  y  prendió  mucha  Gente  de 
ellos ;  y  por  efto  viniéndome  yo  de  camino  de  aquella 
Provincia  de  Panuco  los  torné  á  conquiftar;  y  aunque  á 
la  entrada  mataron  alguna  Gente  de  nueftros  Amigos  que 
quedaba  rezagada,  y  por  las  Sierras  rebenr.ron  diez,  ó 
doce  Caballos,  por  el  afpereza  de  ellas,  fe  concj'jiftó  to- 
da la  Provincia,  y  fue  prefo  el  Señor  y  un  Hermano  fuyo 
muchacho,  y  otro  Capitán  General  fuyo,  que  tenía  la  una 
Frontera  de  la  Tierra;  el  qual  dicho  Señor  y  fu  Capitán 
fueron  luego  ahorcados,  y  todos  los  que  fe  prendiéronles 
la  Guerra  hechos  Efclavos,  que  ferian  hafta  docientas  Per- 
fonas;  los  quales  fe  herraron,  y  vendieron  en  Almonedas, 
y  pagado  el  quinto  ,  que  de  ello  perteneció  á  Vueftra 
M.,  lo  demás  fe  repartió  entre  los  que  fe  hallaron  en  la 
Guerra,  annque  no  hubo  para  pagar  el  tercio  de  los  Ca- 
ballos que  murieron;  porque  por  íer  la  Tierra  pobre,  no 
fe  hubo  otro  defpojo.  La  demás  Gente,  que  en  la  dicha 
Provincia  quedó,  vino  de  paz,  y  lo  eftá,  y  por  Señor  de 
ella  aquel  Muchacho,  Hermano  del  Señor,  que  murió;  aun- 
que alprefente,  no  íírve,  ni  aprovecha  de  nada,  por  fe r». 

co- 
RRRR 


$5S  CARTA  DE  RELACIÓN 

tomo  es,  h  Tierra  pobre,  como  dije,  mas  de  tener  fegu- 
ridad  de  ella  que  no  nos  alborote  los  que  íírven;  y  aun  pa- 
ra mas  feguridad,  hé  puerto  en  ella  algunos  Naturales  de 
los  de  efta  Tierra.  A  efta  Tazón  ( Invictísimo  Cefar)  llegó 
al  Puerto,  y  Villa  del  Efpíritu  Santo,  de  que  ya  en  los  Ca- 
pítulos antes  de  efte  hé  hecho  mención,  un  Bergantinejo, 
harto  pequeño,  que  venía  de  Cuba,  y  en  él  un  Jujo  Bono 
de  Quejo,  que  con  el  Armada  que  Panfilo  de  Narvaez  tra- 
jo, había  venido  á  efta  Tierra,  por  Maeftre  de  un  Navio 
de  los  qué  en  la  dicha  Armada  vinieron:  y  íegun  pareció 
por  Deí pachos,  que  trahía,  venía  por  mandado  de  L>.  Juan 
deFonfeca*  (i)  Obifpo  de  Burgos,  creyendo  que  Chriíro- 
val  de  Tapia,  que  él  había  rodeado,  que  vinidfc  por  Go- 
bernador á  efta  Tierra,  citaba  en  ella;  y  para  que  li  en  fu 
recibimiento  hubiefíe  contradicion,  como  él  temía,  por  la 
notoria  razón,  que  á  temerlo  le  incitaba:  y  embióle  por  la 
ísla  de  Cuba,  para  que  lo  comunicarte  con  Diego  Velaz- 
iqueZj  corro  lo  hizo,  y  él  le  dio  el  Bergantín,  en  que  pafaf- 
fe.  Trahía  el  dicho  Juan  Bono  hafía  cien  Cartas  de  un  te- 
nor, firmadas  de  el  dicho  Obifpo;  y  aun  creo,  que  eo  blan- 
co, para  que  dieflfe  á  las  Pet Tonas,  que  acá  eftaban,  que  al 
dicho  Juan  Bono  le  parecieífe,  diciendoles,  que  fervirían 
mucho  á  Vueftra  Cefárea  Magcftad,  en  que  el  dicho  Ta- 
pia fueífe  recibidojy  que  por  ello  les  prometía  muy  creci- 
das Mercedes:  y  que  íupieflen,  que  en  mi  Compañía  efta* 
ban  contra  la  voluntad  de  Vueftra  Excelencia;  y  otras  mu- 
chas cofas,  harto  incitadoras  á  bullicio,  y  defafoíiego:  y 
á  mi  me  efetibio  otra  Carta¿  diciendome  lo  mifmo;  y  que 
íi  yoobedeciefle  al  dicho  Tapia,  que  él  haría  con  Vueftra 
Mageftad  feñaladas  mercedes,  donde  no,  que  tubieííe  por 
cierto,  que  me  había  de  fer  mortal  Enemigo.  Y  la  venida 
de  efte  Juan  Bono,  y  las  Carras  que  trajo,  pufieron  tanta 

al- 


(i)  t).  Juan  de  Fonfeea  Obifpo  de  Burgo?,  Prefíjente  de  el  ConfejoJde  TnrtTáS, 
Ct>  efte  particular  fe  dexó  llevar  Je  finieftros  informes,  y  que  acafo  fino  fuera  el 
tefon  de  Cotíes,  hubieran  alborotado  la  America,  y   petdido  todo  lo  Conqaiftado, 


DE- D.  FERNANDO  CORTES.  $39 

alteración  en  la  Gente  de  mi  Compañía,  qué  certifico  á 
Vueftra  Mageftad,  que  fi  yo  no  los  afegurára  diciendo  la 
caufa,  porque  el  Obifpo  aquello  les  efcribía,  y  que  no  te- 
mieífen  fus  amenazas;  y  que  el  mayor  fervicio  que  Vuef- 
tra  Mageftad  recibiría  ,  y  por  donde  mas  mercedes  les 
mandaría  hacer,  era  por  no  confentir,  que  el  Obifpo,  ni 
cofa  fuya  fe  entrometiere  en  eftas  partes,  porque  era  con 
intención  de  efconder  la  verdad  dé  ellas  á  Vueftra  Magef» 
tad,  y  pedir  mercedes  en  ellas,  fin  que  VueOra  Mageftad 
íupieíTe  lo  que  le  daba,  que  hubiera  harto  que  hacer  en 
los  apaciguar,  en  efpecial  que  fuy  informado,  aunque  lo 
difiünu!é  por  el  tiempo,  que  algunos  habían  puerto  en  Plá- 
tica, que  pues  en  pago  de  fus  férvidos  (e  les  ponían  te- 
mores, que  era  bien,  pues  había  Comunidad  en  Cartilla, 
que  la  hicieflen  acá,  harta  que  Vueftra  Mageftad  fuelle  in- 
formado de  la  verdad;  pues  el  Obifpo  tenía  tanta  mano 
en  efia  negociación,  que  hacía  que  fus  Relaciones  no  v¡- 
nicffen  á  Doticia  de  Vueftra  Alteza:  y  que  tenía  los  Oficios 
de  la  Cafa  de  la  Contratación  de  Sevilla  de  fu  ma^o,  y  que 
allí  eran  mal  tratados  fus  Menfaieros;  y  tomadas  fus  Rela- 
ciones, y  Cartas,  y  fus  dineros,  y  fe  les  defendía,  que  no 
les  vinieíTe  focorro  de  Gente,  ni  Armas,  ni  Baftimentos; 
pero  con  hacerles  yo  faber  lo  que  arriba  digo,  y  que  V. 
Mageftad  de  ninguna  cofa  era  fabidor;  y  que  tubieffen  por 
cierto,  que  fabido  por  Vueftra  Alteza,  (1)  ferian  gratifica- 
dos fus  fetvicioSj  y  hechos  por  ellos  aquellas  mercedes, 
que  los  buenos,  y  leales  Vafallos,  que  á  fu  Rey,  y  Señor 
firven,  como  ellos  han  férvido,  merecen,  fe  afeguraron,  y 
con  la  merced  que  Vueftra  Excelfitud  tubo  por  bien    dtí 

RRRRi  u¿ 


(i)  tino  de  los  mayores  Méritos  de  Hernán  Cortés  fue  el  lufrír  éori  paciencia 
tantos  íinieftros  informes  contra  él,  y  fus  Capitanes,  y  es  la  mavor  prueba  de  fii 
Lealtad  á  el  Soberano,  pues  en  América  fue  perfeguido,  infamado,  y  maltratada  ííi 
Perfona,  y  Familia;  pafó  dos  veces  á  Efpaña  á  informar  á  el  Rev,  y  en  la  fegunda 
eftubo  fíete  años  llguiendo  la  Corte  ya  con  efperanzas,  ya  con  defccnfuclos:  y  últi- 
mamente volviendo  á  Nueva-Efpaña  cargado  de  años,  confumidra  de  trabajos,  minió 
en  Caftilleja  la  vieja,  faliendo  de  Sevilla  para  embarcarfe  en  Cádiz  á  i.  de  Diciem- 
bre de  IJ47. 


Ut>  CARTA  DE  RELACIÓN 

me  mandar  hacer  con  fus  Reales  Proviííones,  han  citado, 
y  eftan  tan  contentos,  y  inven  con  tanta  voluntad,  qual 
ti  froto  de  fus  férvidos  da  teftimonio;  y  por  ellos  me- 
recen, que  Vueftra  Magcftad  les  mandarte  hacer  merce- 
des; pues  también  lo  han  férvido,  y  firven,  y  tienen  vo- 
luntad de  fervin  y  yo  por  mi  parte  muy  humildemente  á 
Vueftra  Mjgcftad  lo  fupiicoí  porque  no  en  menos  merced, 
yo  recibiré  la  que  á  quaiquiera  de  ellos  mandare  hacer, 
V.  Piden  jo  qm  f-  £  mj  fe  hideíle;   pues  yo  fin  ellos  no  pudiera  haber 

C°7°  °v.l  férvido  á  Vueftra  Alteza,  como  lo  hé  hecho.  En  efpecial 
algunos    rué*  »  r 

bios  de  Panuco,  íuphco  a  Vueftra  Alteza  muy  humildemente  les  mande  ei- 
y  vá  Cortés  á  cribir,  teniéndoles  en  férvido  lo?  trabajos,  que  en  fu  fer- 
íhirfele,con  no  v¡c;0  h3n  pucílo,  y  ofreciéndoles  por  ello  mercedes;  por- 
tkia  dequeef         jemas  ¿c  paqar  deuda,  que  enefto  Vueftra  Mageftaá 

(aban    juntos     t  •         ,  7  '     j    i 

en  Cuba,  el  Al-  debe,  es  animarlos,  para  que  de  aquí  adelante  con  muy  me- 
mirante    Don  jor  Voluntad  lo  hagan. 

Diego  Colon,  por  una  Cédula,  que  Vueftra  Cefárea  Mageftad, 

Diego  Velaz*  ^  pedimento  de  Juan  de  Ribera,  mandó  proveer,  en  lo 
quez,  y  que  tocaba  al  Adelantado  Francifco  de  Garay,  parece  que 

co  Lraray,  tro»   n  .       B  n  » 

tundo  cStra  él:  Vueftra  Alteza  fue  informado,  como  yo  eftaba  para  ir,  ó 

Derrota  á  los  embiar  al  Rio  de  Panuco,  á  lo  pacificar;  á  caufa,  que  en 

Indios-,  y  fe  for  aqUei  R¡0  fc  ¿ec{3  haber  buen  Puerto;  (t)  y  porque  en  él 

tifican  entre   j^ían  ffiuert0  muchos  Efpañoles,  áfsi  de  los  de  un  Ca- 

u  ñas  Lagunas;      ,  ,         »  ... 

-v  «o  pudienao  pitan,  que  á  el  embio  el  dicho  Francifco  de  Garay,  co- 
'reducirlos  por  mo  de  otra  Nao,  que  defpues  con  tiempo  dio  en  aque- 
bien,  pafa  un  |ja  Cofta,  qtte  no  dejaron  alguno  vivo;  porque  algunos 
llio,y  vuelve  á  ^  ios  Naturales  de  aquellas  partes  habían  venido  á  mi  á 

derrotarlos;   y  * 

ahitados,  don- 


dif* 


de  creyan  effar 
Jeguros,  vienen 
de  paz,  y  que»    "■  ~"~     "  '  ~~ 

da  fojegado  el 

b0:$  (l)     Efle  Rio  de   Panuco  es  el  que  entra  en  la  Barra  de  Tamríco,  que  creyó 

CorteV,  que  era  buen  Puerto,  y  en  efecto  la  Entenada  es  muy  á  propólíto,  afsí  fe  per- 
fuadieron  otros  i  fu  exemplo,  fe  hizo  Muelle,  y  aun  llegó  una  Flota  de  Efpaña,  y 
también  un  Viirey  á  defembarcar  allí;  pero  anualmente,  y  de  muchos  años  á  efta 
parte  eíM  tan  cerrada  la  Barraje  aun  con  dificultad  puede  entrar  una  B.irca  de  Cam- 
peche, y  lo  aleguro  haberlo  oído  yo  mifmo  tn  Panuco  á  unos  Campechanos.,  que 
iban  por  Piloncillo  de  Azúcar  con  el  motivo  de  haberme  embarcado  para  Tampico 
en  un  Bote  fuyo;  por  efta  ratón  fe  ha  defaniparado  enteramente  el  Puerto  de  Tam- 
pico, que  á  el  principio  fe  reputó  por  bueno,  y  aun  fe  compulíeron  los  Caminos 
Aefic  Panuco  harta  México,  para  conducir  las  Flotas,  haciendo  Puentes  coftofos,  qué 
hoy  eftán  abandonados. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES;  34? 

difculparfe  de  aquellas  muertes,  diciendome,  que  ellos 
lo  habían  hecho,  porque  Tupieron,  que  no  eran  de  mi 
Compañía,  y  porque  habían  íido  dq  eílos  maltratados:  y 
que  fí  yo  quiíieííe  allí  embiar  Gente  de  mi  Compañía, 
que  ellos  los  tendrían  en  mucho,  y  los  fervirían  en  todo 
lo  que  ellos  pudielTenj,  y  que  me  agradecerían  mucho, 
que  los  embialíe;  porque  temían,  que  aquella  Gente,  con 
quien  ellos  habían  peleado,  bolverían  fobre  ellos  á  fe  ven- 
gar, como  porque  tenían  ciertos.  Comarcanos  (0  fus  Ene- 
migos, de  quien  recibían  daño;  y  que  con  los  Efpañoles, 
que  yo  les  dieffe  fe  favorecerían:  y  porque  quando  eílos 
vinieron,  yo  tenía  falta  de  Gente,  no  pude  cumplir  lo 
que  me  pedían;  pero  promedies,  que  lo  haría  lo  mas 
brevemente  que  yo  puaielTe:  y  con  eílo  fe  fueron  con- 
tentos, quedando  ofrecidos  por  Vafallos  de  Vueftra  Ma- 
geílad,  diez,  ó  doce  Pueblos  de  los  mas  Comarcanos  á 
Ta  Raya  de  los  Subditos  á  eíla  Ciudad:  y  dende  3  pocos 
días  tornaron  á  venir  ahincándome  mucho,  que  pues  que 
yo  erabjaba  Efpañoles  á  poblar  á  muchas  partes,  qiie  em- 
biaíTe  á  poblar  allí,  con  ellos;  porque  recibían  mucho  daño 
de  aquellos  fus  Contrarios,  y  de  los  del  roifmo  Rio,  que  ef-t 
tan  á  la  Coila  de  la  Mar;  que  aunque  eran  todos  unos, 
por  haberfe  venido  á  mi,  les  hacían  mal  tratamiento.  Y 
por  cumplir  con  eílos,  y  por  poblar  aquella  Tierra:  y  tam- 
bién poique  ya  tenía  alguna  mas  Gente,  feñalé  un  Capi- 
tán con  cierros  Compañeros ,  paraque  fueíTen  al  dicho 
Rio;  y  eílando  para  fe  partir,  fupe  de  un  Navio,  que  vi- 
no de  la  Isla  de  Cuba,  como  el  Almirante  Don  Diego 
Colon,  (z)  y  los  Adelantados  Diego  Yelazquez,  y  Fran-i 

SSSS  cíícq 


(  1  )  Los  Enemigos  que  Jecí.>n  los  de  Panuco,  eran  los  Vafallos  de  el  Rey  de 
Michoacan,  con  quienes  confinaban,  y  aun  hoy  divide  el  Arzobifpado  de  México 
de  la  Diócesis  de  Michoacan  por  aquella  pane  el  Rio  Verde. 

(1)  D.  Diego  Cotón  es  el  que  embió  á  Diego  Velazquez  á  conquifar  la  Isla  do 
Cuba  en  el  año  de  i  j  1 1 .  y  con  ¿1  fue  Hernán-  Cortés  por  Oficial  de  D.  Miguel  de 
Psfanionre  Tcforcro,  para  llevar  la  quema  de  los  Quintos,  y  Hazienda  de  el  Rey: 
allí  le  formó  Cortés  con  trabajos,  le  cafó  con  Cathalioa  Xuarez,  tubo  varias  mu- 
danzas fu  ainiftad  con  Diego  Velazquez,  y  últimamente  allí  formó  el  gran  ddíg- 
nio  de  venir  á  conquiftar  la  Nueva  Efpaña:  el  dicho  D.  Diego  Colon  fue  delpues 
nombrado  Gobernador  de  México  con  la  orden  de  prender  á  Cottési  pero  fe  íufpen» 
dio  el  efc&o  de.  la  Proviíion  de  elle  empleo,  y  encargo. 


$p  CARTA  m  REtACÍOft 

¿ifc'o  cié  Caray,  quedaban  juntos  en  la  dicha  Isla,  y  rñtif 
confederados,  para  entrar  por  allí,  como  mis   Enemigos 
á  hacerme  todo  el  daño  que  pudieflen:  y  porque  fu  ma- 
la voluntad  no  obieífe  efecío;  y  por  efeufar,   que   con 
fu  venida  no  fe  ofrecíeífe  femejante  alboroto,  y  defcoií- 
cierto,  cómo  el  que  fe  ofreció  con  la  Venida  de  Narvaea, 
determíneme,  dejando  en  éfta  Ciudad  el  mejor   recado, 
¿|tie  yo  pude,  de  ir  Vo  por  mi  Perfoná,  porque  íi   allí 
ellos,  ó  alguno  de  elfos  vinieíTe.¡  fe  éncontraífen  conmi- 
go antes,  que  con  otro,  porque  podría  yo  mejor  efeufar 
el  daño:  y  afsí  rae  partí  con  ciento,  y  veinte  de  Caballo* 
y  con  trecientos  Peones/  y  alguna  Artillería,  y  hafta  qua- 
renta  mil  Hombres  de  Guerrai  dé  losj  Naturales  de  efta 
Ciudad,  y  fus  Comarcas»  y  llegado  á  la  Raya  de  fu  Tier-i 
ti,  bien  veinte,  y  cinco  leguas  antes  dé  llegar  al  Puerto,' 
en  una  gran  Población,  que  fe  dice  Ayntufcotaclan,  (1) 
me  falieron  al  Camino  mucha  Gente  de  Guerra,  y  pelea-* 
mos  con  ellos:  y  afsí  por  tener?  yo  tanta  Gente  de  los 
Amigos,  como  ellos  venían,  como  por  fer  el  lugar  Lla- 
no, y  aparejado  para  los  Caballos,  no  durcf  mucho   h 
Batalla,  aunque  me  hirieron  algunos  Caballos,  y  Efpaño- 
íes,  y  murieron  algunos  de  nueítros  Amigos,  fue  fuyaU 
peor  parte,  porque  fueron  muertos  muchos  de  ellos,  y 
desbaratados.  Allí  en  aquel  Pueblo  fríe  eítube  dos,  ó  tres 
días,  afsí  por  curar  íos  heridos,  como  porque  vinie- 
ron allí  á  mi,  los  que  acá  fe  me  habían  venido  á  ofre- 
cer por  Vafallos  de  Vueftra;  Alteza.   Y  defdé  allí  me 
íiguieron  hafta  llegar  al  Puerto,  y  áeíát  allí  adelante  íír- 
viendo  en  todo  lo  que  podían.  Yo  fuy  por  mis   Jorna- 
das hafta  llegar  af  Puerto,  y  en  ninguna  parre  tube  re- 
encuentros con-  ellos,  antes  los  del  Camino,  por  donde 
yo  iba,  falieron  á  pedir  perdón  de  fu  yerro,  y  á  ofre- 
cerfe  al  Real  Servicio  de  Vueftra  Alteza.  Llegado  al  di- 
¿ho  Puerto,  y  Rio,  me  apofenté  en  un  Pueblo,  cinco  le-* 
guas  de  la  Mar,  que  fe  dice  Chira*  que  eftaba  defpobla- 
dó,  y  quemado,  porque  allí  fue  donde  desbarataron  al 

Ca- 


1I1I 1  Ti     1i~  'liri-iM 


fcy   Hoy  Gqfcatlan  »  la  entrada  de  la  Hiiaftec.r, 


DS  D.  FERSíASíbO  CORTÉS;  Jjj 

Capitán,  y  Gente  de  Francifco  deGaray:y  dealtíembié 
Menfajeros  de  la  otra  parte  de  el  Río;  y  por  aquellas  La-, 
gimas,  (i)  que  todas  eftan  pobladas  de  grandes  Pueblos 
de  Gente,  á  les  decir:  que;  no  temiefien,  que  por  lo  pa- 
fado  yo  les  haría  ningún  dañó,  que  bien  fabía,  que  por 
el  mal  tratamiento,  que  habían  recibido  de  aquella  Gen- 
te, fe  habían  alzado  contra  ellos,  y  qüc  no  tenían  culpar 
y  nunca  quifieron  venir,  antes  maltrataron  los  Menfaje- 
ros,  y  aun  mataron  algunos  de  ellos;  y  porque  de  la  otra 
parte  de  el  Rio  eftaba  el  Agua  dulce,  de  donde  nos  ba£ 
recíamos;  poníanfé  allí,  y  faiteaban  á  los  que  iban  por 
ella,  eííube  afsí  mas  de  quince  días ,  creyendo   podría 
atraherlos  por  bien;  y  que  viendo,  que  1os  que  habían 
venido  eran  bien  tratados,  ellos  afsímifmo  16  harían:  trias 
tenían  tanta  confianza  en  lá  fortaleza  de  aquellas  Lagu- 
nas, donde  eftabün,  que  nunca  quifieron.  E  viendo,  que 
por  bien  ninguna  cofa  rrie  aprovechaba,  comenzé  á  buf- 
car  remedio,  y  con  unas  Canoas,  que  al  principio  alli 
habíamos  habido,  fe  tomaron  mas,  y  con  ellas  una  no- 
che comenzé  á  pafar  ciertos  Caballos  de  la  otra  parte 
de  el  Rio,  y  Gente:  y  quando  amaneció,  ya  había  copia 
de  Gente,  y  Caballos  de  la  oirá  parte¿  fin  fcr  fentidos: 
y  yo  pafé  dejando  en  mi  Real  buen  recaudo;  y  corno  nos 
ííntieroft  de  la  orra  parte,  vino  mucha  copia  de  Gcnte¿ 
y  dieron  tan  reciamente  fobre  nofotros,  que  defpues  que 
yo  eftoy  en  eítas   partes,  no   he  viftó   acometer  en  el 
Campo  tan  denodadamente,  como  aquellos  nos  acome- 
tieron, y  matáronnos  dos  Caballos,  y  hhieron  más  de 
otros  diez  Caballos  tan  malamente,  que  no  pudieron  ir. 
En  aquella  jornada,  y  con  ayuda  de  Nueftro  Señor,  ellos 
fueron  desbaratados,  y  fe  ííguió  el  alcanze  cerca  de  una 
legua,  donde  murieron  muchos  de  ellos:  y  con  haíía  trein- 
ta de  Caballo,  que  me  quedaron,  y  con  cien  Peones  fe- 
guí  todavía  mi  Caminó,  y  aquel  día  dormí  en  un  Pueblo,' 
tres  leguas  del  Real,  qué  hallé  defpoblado:  y  en  las  Mez-í 

SSSSz,  quitas 


O)     En  cfbe  íítio,  y  fus  cercarías  eftan  las  Lagunas  ¿e  Tampíco,  y  Tamiagus* 
«p«  es  grande,  y  pertenece  fu  Pueblo  ¿  la  Dioíelis  deja  Puebla. 


-344  CARTA  DE  RELACIÓN 

quitas  de  efte  Pueblo,  fe  hallaron  muchas  cofas  de  los 
Efpañoles,  que  mataron  de  los  de  Ftancifco  de  Garay. 
Otro  día  eomeozé  á  caminar  por  la  Cófta  de  una  Lagu- 
na adelante,  por  bufcar  pafo  para  pafar  á  la  otra  parte 
dé  ella,  porque  parecía  Gente,  y  Pueblos:  y  andube  todo 
el  día,  fin  fe  hallar  cabo,  ni  por  donde  pafar;  y  ya  que 
era  hora  de  Vífperas,  vimos  á  vifta  un  Pueblo  muy  hermo- 
fo,  y  tomamos  el  Camino  para  allá,  que  todavía  era  por  la 
Corta  de  aquella  Laguna»  y  llegados  cerca,  era  ya  tarde, 
y  no  parecía  en  él  Gente;  ypya  mas  afegurar,  mandé 
á  diez  de  Caballo,  que  entraííen  en  el  Pneblo  por  el  Ca- 
mino derecho,  y  yo  con  otros  diez  tomé  la  hájda  de  él 
hacia  la  Laguna,  porque  los  otros  diez  traban,  la  Reta-» 
guardia,  y  no  eran  llegados.  Y  en  entrando  por  el  Pue-, 
blo,  pareció  mucha  cantidad  de  Gente,  que  eftaban  efeoo- 
didos  en  celada,  dentro  de  las  Cafas  para  tomarnos  4ef- 
cuydados;  y  pelearon  tan  reciamente,  que  nos  mataron] 
un  Caballo,  y  hirieron  cafi  todos  los  otros,  y  muchos 
de  los  Efpañoles:  y  tubieron  tanto  tefon  en  pelear,  y  du- 
ró gran  rato,  y  fueron  rompidos  tres,  ó  quatro  vezes,  y, 
tantas  fe  tornaban  á  rehacer;  y  fechos  una  muela,  hinca- 
ban las  rodillas  en  el  fuelo ,  y  fin  hablar ,  y  dar  grita, 
como  lo  fuelen  hacer  los  otros,  nos  efperaban,y  ningu- 
na vez  entrabamos  por  ellos,  que  no  empleaban  muchas 
Flechas:  y  tantas^  que  fi  no  fuéramos  bien  armacjQS,  fe 
aprovecharan  harto  de  nofotros,  y  aun  creo  no  cícapara 
ninguno;  y  quifo  Nueílro  Señor,  que  á  un  Rio,  que  pal- 
iaba junto,  y  entraba  en  aquella  Laguna,  que  yo  había) 
feguido  todo  el  día,  algunos  de  los  que  mas  cercanos 
eftaban  á  él,  fe  comenzaron  á  echar  al  Agua,  y  tras  aque- 
llos comenzaron  á  huir  tos  otros  al  mifmo  Rio,  y  afsí 
fe  desbarataron,  aunque  no  huyeron  mas  de  hafta  pafar 
el  Rio:  y  eltos  de  la  una  parte,  y  nofotros  eje  la  otra, 
nos  eftubimos,  hafta  que  cerró  la  noche,  porque  por  fer 
muy  hondo  el  Rio,  no  podíamos  pafar  á  ellos,  y  aun  tam- 
bién no  nos  pefó  quando  ellos  le  pafaron,  y  afsí  nos  bol- 
vimos  al  Pueblo,  que  citaría  un  tiro  de  honda  del  Rio; 

y 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  34  f 

y  allí  con  la  mejor  guarda  que  pudimos,  efrubimos  aque- 
lla noche,  y  comimos  el  Caballo,  que  nos  mataron,  por- 
que no  había  otro  baítimento.  Otro  día    íiguicnte    íalí- 
mos  por  un  Camino,  porque  ya  no  parecía  Gente  de  la 
del  día  pafado,  y  por  él  fuimos  á  dar  en  tres,  ó  quarro 
Pueblos,  donde  no  fe  halló  Gente  nirguna,  ni  otra  cofa, 
fino  eran  algunas  Bodegas  del  Vino,  ( Oque  ellos  hacen, 
donde  hallamos  alTaz  tinajas  de  elio.  Aquel  día  pafamos 
íin  topar  Gente  ninguna,  y  dormimos  en  el  Campo,  por- 
que hallamos  unos  Maizales ,  donde  la  Gente,  y  los  Ca- 
ballos tubieron  algún  refrefco:  y  de  efta  manera  andr.be 
dos  días,  ó  tres,  fin  hallar  Gente  ninguna,  aunque  pafa- 
mos muchos  Pueblos:  y  porque  la  necefidad    del    baf- 
timento  nos  aquejaba,  que  en  todoefte  tiempo  entre  to- 
dos no  hubo  cincuenta  libras  de  Pan,  (z)  nos  bolvimos 
al  Real,  y  hallé  la  Gente,  que  en  él  haba  dejado,  muy 
buena,  y  fin  haber  habido  reencuentro  ninguno:  y  luego 
porque  me  pareció,  que  toda  la  Gente  quedaba  de  aque- 
lla parte  de  aquella  Laguna,  que  yo  no    había    podido   FI.Fund*  Cor. 
pafar,  hice  una  noche  echar  Gente,  y  Caballos  con  las  tés     fVj!'^ 
Canoas  de  aquella  parte,  y  que  fuerte  Gente  de  Baüef-    'T'conRtlacii 
teros,  y  Efcopeteros  por  la  Laguna  arriba,  y  la  otra  Gen-   di  la  Ticna,  y 
te  por  la  Tierra.  Y  de  efta  manera  dieron  fobre  un  gran   reparte  ¡es  Pu* 
Pueblo,  donde  como  los  tomaron  dtfcuydados,  mataron   ebles'  ?iere¡'A 
mucha  Gente:  y  de  aquel  falto  cobraron  tanto  temor,  de   "",  av!°  c,ai" 
ver,  que  eftando  cercados  de  Agua,  los  habían  faiteado  timeete,  y    fe 
íin  fentirlo,  que  luego  comenzaron  á  venir  de  paz:  y  en  filvanes  Per. 
caí!  veinte  días  vino  toda  la  Tierra  de  paz,  y  fe  ofre-  /<"""  e»  «»« 
cieron  por  Vafallos  de  Vueftra  Mageftad.  *£  ^¿qw 

Ya  que  la  Tierra  eftaba  pacífica,  embié  por  todas  ^J¡"8¿¿* 
las  partes  de  ella  Perfonas,  que  la  vifitaífcn,  y  me  trujef-  y  cadáveres  <j 
fen  Relación  de  los  Pueblos,  y  Gente;  y  trahida,  bufqué  bailó  de  losCaf 

TTTT  el  u'lanos  de  G4« 

ray. 


(1)  En  la  Huafleca,  y  Pueblos  Comarcanos  á  la  Laguna  de  Tamiagua  le  ha.- 
fe  Vino  dé  la  Caña  de  Azúcar,  que  comunmente  llaman  Aguardiente  de  la  Tier- 
ra, mas,  ó  menos  fuerte,  6   vulgarmente  Chinguirito,  que  eftá  prohibido. 

(i)  En  toda  Nueva  Efpaña  el  Pan  de  los  Indios  fe  hacía  de  Maiz,  y  por  ha- 
ber venido  el  Trigo  de  Efpaña^le  llaman  los  Indios  Pan  de  Calcilla,  CaJlUan 


34 6  CARTA  DE  RELACIÓN 

el  mejor  afiento,  que  por  allí  me  pareció,  y  fundé  en  él 
una  Villa,  que  pufe  nombre  Santiftevan   del  Puerto;  y  á 
los  que  allí  quifieron  quedar  por  Vecinos,  les  depoíité,  en 
nombre  de  Vueftra  Mageftad  aquellos  Pueblos  con  que  fe 
foftuvieílen;  y  hechos  Alcaldes,  y  Regidores,  y  dejando  allí 
un  mi  Lugar-Teniente  de  Capitan,quedaron  en  la  dicha  Vi- 
lla de  los  Vecinos   (t)  treinta  de  Cabillo,  y  cien  Peones, 
y  déjeles  un  Buco,  y  un  Chinchorro,  que  me  habían  trahí- 
do  de  la  Villa  de  la  Vera- Cruz,  para   baftimento:  y  afsí- 
mifmo  me  embió  de  la  dicha  Villa  un  Criado  mió,  que  allí 
eftaba,  un  Navio  cargado  de  Baftimentos  de  Carne,  y  Pan, 
y  Vino,  y  Azcyte,  y  Vinagre,  y  otras  cofas,  el  qual  fe  per- 
dió con  todo;  y  aun  dejó  en  una  Isleta  en  la  Mar,  que  ef- 
tá  cinco  leguas  de  la  Tierra,  tres  Hombres;  por  los  quales 
yo  embié  defpues  en  un  Barco  ,  y  los  hallaron  vivos,  y 
manteníanfe  de   muchos  Lobos  Marinos,  que  hay  en  la 
Isleta,  y  de  una  fruta,  que  decian  que  era  como  higos. 
Certifico  á  Vueftra  Mageftad,  que  efta  ida  me  coito  á  raí 
íolo  mas  de  treinra  mil  pefos  de  Oro,  como  podrá  Vuef- 
tra Mageftad  mandar  ver,  fi  fuere  férvido,  por  las  quen- 
tas  de  ello:  y  á  los  que  con    migo  fueron,   otros   tantos 
de  coilas  de  Caballos,  y  Baftimentos,  y  Armas,  y  herraje, 
porque  ala  fazon  lo  pefaban  á  Oro,  ó  dos  veces  á  Plata; 
mas  por  verfe  Vueftra  Mageftad  férvido  en  aquel  camino 
tanto,  todos  lo  tubimos  por  bien,  aunque  mas  gafto  fe  nos 
ofreciera;  porque  demás  de  quedar  aquellos  Indios  debajo 
del  Imperial  Yugo  de  Vueftra  Mageftad,  hizo  mucho  fru- 
to nueftra  ida,  porque  luego  aportó  allí  un  navio  con  mu- 
cha gente,  y  baftimentos,  y  dieron  allí  en  tierra,  que  no 
pudieron  hacer  otra  cofa:  y  fi  la  tierra  no  eftubiera  de  paz, 
no  efeapára  ninguno,  como  los  del  otro,  que  antes  habían 
muerto,  y  hallamos  las  caras  propias  de  los  Efpañoles  def- 
olladas en  fus  Oratorios,  digo  los  Cueros  de  ellas,  cura- 
dos en  tal  manera,  que  muchos  de  ellos  fe  conocieron,  aun 
quando  el  Adelantado  Francifco  de  Garay  llegó  á  la  dicha 
Tierra,  como  adelante  á  Vueftra  Cefárea  Mageftad  haré 

Re- 


(i)     l'uede  fer  la  Villa  de  Tampíco,  fegun  fu  íuuaeion. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  347 

Relación,  no  quedara  él,  ni  ninguno  de  los  que  con  él  ve- 
pían,  á  vid  ¡,  porque  con  tiempo  fueron  á  dar  treinta  leguas 
abajo  del  dicho  Rio  de  Panuco,  y  perdieron  algunos  Na- 
vios, y  falicron  todos  á  Tierra  muy  deftrozados,  1¡  la  Gen- 
te no  hallaran  en  paz,  que  los  trajeron  á  cueíhs,  y  los  fir- 
vicron  hafta  ponerlos  en  el  Pueblo  de  los  Efpañoles,  que 
fin  otra  Guerra  fe  murieran  todos.  Afsí,  que  no  fue  poco 
bien  eftar  aquella  Tierra  de  paz.  /"•    Emhí* 

En  los  Capítulos  antes  de  efte  ( Excelentífsimo  Prín-  T°L-l-  cor'"a 
cipe)  dije,  como  viniendo  de  camino,  delpues  de  haber  Capitán, y  ce» 
pacificado  la  Provincia  de  Panuco,  fe  conquiftó  la  Provin-  que  Inftrucció^ 
cía  de  Turutepeque,  (1)  que  eftaba  rebelada,  y  todo  lo  y  pequeño  la 
que  tn  ella  le  hizo;  porque  tenía  nueva,  que  una  Provin-  P"aficó  Bata- 

■  /w  j      1     K*       j   1  c  r     11  i        -i      Ha  con  los  /«- 

cía,  que  eíta  cerca  de  la  Mar  del  Sur,  que  le  llama  Impil-  d¡0¡  de   Col¡m 

cingo,  que  es  de  la  qualidad  de  efta  de  Tututepeque,  en  man, y  fu  Fie- 

fortaleza  de  Sierras,  y  afpereza  de  la  Tierra,  y  de  Gente  toña,  ¿a  deja 

no  menos  belicofa,  los  Naturales  de  ella  hacían  mucho  da-  quieta-  y  otraS 

ño  en  los  Vafallos  de  Vueítra  Ccfárea  Mageítad,  que  coníi-  Jov  "c'a.s r  f 

...        r  1    i_'  •  1 \     ■•  mat  canas;  lúa 

na  con  fu  Tierra,  y  de  ellos  le  me  habían  venido  a  quejar,   r¡ca  ¿e  Oro,  y 

y  pedir  iocorro,  aunque  la  Gente,  que  con  migo  venia,  no    Per/as,  habita 
eftaba  muy  deícanfada,  porque  hay  de  una  Mar  á  otra  do-   dade  Mufertt 
cientas  leguas,  (¿)  por  aquel  camino.  Junté  luego  vein-  folas' 
te,  y  cinco  de  Caballo,  y  íetenca,  ó  ochenta  Peones,  y  con 
un  Capitán  los  mandé  ir  á  la  dicha  Provincia;  y  en  la  Inf- 
truccion,  que  llevaba,  le  mandé  que  trabajarte  de  los  atra- 
her  al  Real  fervicio  de  Vueítra  Alteza  por  bien;  y  fino  qui- 
íieflen,  les  hiciefle  la  Gueira:  el  qual  fue,  y  hubo  con  ellos 
ciertos  Reencuentros;  y    por  fer  la  Tierra  tan  áípera  no 
pudo  dejarla  del  todo  conquiftada:  y  porque  yo  le  man- 
dé en  Ja  dicha  fu  Inftruccion,  que  hecho  aquello,  que  fe 
fuefle  á  la  Ciudad  de  Zacatula;  (3)  y  con  la  Gente  que 

lie- 
TTTTi 


(1^    Tututepec  Dioccíls  de  Oaxaca. 

(i)  Y  algo  mas,  y  aqui  fe  advierte  que  todas  las  Mitras,  y  Dioeeíís  de 
Nueva-EfpaHa-tienen  fu  m.iyor  longitud  defde  el  Seno  Mexicano,  ¿  Mar  de  el 
Norte  hada  el  «Mar  del  Sur. 

(})    Zacatula,  Dioccíii  de  Micheacan,  ó  Valladolid. 


-  ' 


348  CARTA  DE  RELACEN 

llevaba,  y  con  la  que   mas   de  allí  pudielTe  facar,  fueííe 
á  la  Provincia  de  Coliman,  donde  en  los  Capítulos  pa- 
fados  dije,  que  habían  desbaratado  aquel  Capitán,  y  Gen- 
te, que  iba  de  la  Provincia  de  Mechuacan  para  la  dicha  Ciu- 
dad, y  que  crabajaííe  de  los  traher   por  bien,  y  fino,  los 
conquiftaífc.  El  fe  fue,   y  de  la  Gente  que  llevaba,  y  de 
la  que  allá  tomó,  juntó  cincuenta    de  Caballo,  y  cien- 
.  to,  y  cincuenta  Peones,  y  fe  fue   á  la  dicha   Provincia; 
que  eftá  de    la  Ciudad  de  Zacatula,  Cófta  del  Mar  del 
Sur  abajo    fefenta  leguas ;  y  por  el  camino  pacificó  aU 
gunos  Pueblos,    que  no  eftaban   pacíficos,  y  llegó  á  la 
dicha  Provincia;  y  en  la  parte,  que   al  otro  Capitán  ha- 
bían desbaratado,  halló  mucha  Gente  de  Guerra,  que  le 
eftaban  efperando,   creyendo  haberfe  con  él ,  como  con 
el  otro,  y  afsí  rompieron  los  unos  y  los  otros;  y  plugo 
á  nueftro  Señor,    que  la    Victoria  fue  por  los  nueftros, 
fin   morir  ninguno  de  ellos,  aunque  á  muchos  ,  y  á  los 
Caballos  hirieron:  y  los  Enemigos  pagaron  bien  el  da- 
ño, que  habían  hecho;  y  fue  ran  bueno  eíle  caftigo,  qu£ 
fin  mas  Guerra  fe  dio  bego  toda  la  Tierra  de  paz  ;   y, 
no  fulamente  cita  Provincia,  mas  aun  otras  muchas  cer- 
canas á  ella,  vinieron  ale  ofrecer  por  Vafallos  deVuef- 
tra  Ceíárea  Mageftad,  que  fueron  (i)  Aliman,  Coliman- 
te, y  Ceguatan:  y  de   allí  me  eferibió  todo   lo  que  le 
había  fucedido;  y  le  embié  á    mandar,  que  bufcaííe  urí 
aliento,  que  fueífe  bueno,  y  en  él  fe  fundaííe  una  Villa; 
y  que  le  pufieííe  nombre  Coliman,  como  la  dicha  Pro- 
vincia: y  le  embié  Nombramiento  de  Alcaldes,  y  Regí*. 
dores  para  ella ,   y  le  mandé,  que  hiciefíe  la  Vifitacion 
de  los  Pueblos,  y  Gentes  de  aquellas  Provincias ,   y  me 
la  trajeífe  con  toda  la  mas  Relación,  y  fecretos  de  la  Tier* 
|a  que  pudieífe  faber;  el  qual  vino,  y  la  trajo,  y  cierta  muef-J 

trá 


*  (i)  Coliman,  y  otros  Pueblos  de  la  Díocefís  <3e  Michoacan.y  también  tocan 
¡en  Guadalaxara,  lo  que  hoy  llaman  Zacatecas,  Provincias  de  Sonora,  y  Sina- 
íoa  de  la  Díocefis  de  Durango, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  349 

tra  de  Perlas,  (1)  que  halló:  y  yo  repartí  en  nombre  de 
Vucítra  Magcítad,  los  Pueblos  de  aquellas  Provincias,  á 
los  Vecinos,  que  allá  quedaron,  que  fueron  veinte,  y  cin- 
co de  Obalío,  y  ciento,  y  veinte  Peones.  Y  entre  la  Re- 
lación, que  de  aquellas  Provincias  hizo,  trujo  nueva  de 
un  muy  buen  Puerto,  (1)  que  en  aquella  Corta  fe  había 
hallado,  de  que  holgué  mucho,  porque  hay  pocos:  y  afsí- 
mifrao  me  trujo  Relación  de  los  Señores  de  la  Provincia 
de  Ciguatan,  que  fe  afirman  mucho  haber  una  Isla  toda 
poblada  de  Mugeres,  (3)  fin  Varón  ninguno,  y  que  en 
ciertos  tiempos  van  de  la  Tierra-Firme  Hombres,  con  los 
quales  han  acefo :  y  las  que  quedan  preñadas,  íi  paren 
Mugeres  las  guardan;  y  íi  Hombres,  los  echan  de  fu  Com- 
pañía: y  que  cita  Isla  (4)  eftá  diez  Jornadas  de  efta  Provin- 
cia, y  que  muchos  de  ellos  han  ido  allá,  y  la  han  vifto. 

UUUU  Di- 


(t)  Defde  los  Puertos  de  Mazarían,  Sonora,  y  Sinaloa  palana  el  Golfo  de 
Californias  á  pefear  Perlas,  pues  los  ludios  eran  muv  dieílros  era  el  bu?eo  de 
ellas  defeubriendufe  muchos  Placeres  ,  y  algunas  tan  exquihi  \s,  que  fe  fabe 
cierto,  que  habiendo  palado  á  Californias  Juan  Yturbi  Capín ■;  nombrado  pira 
la  expedición,  trajo  á  la  vuelta  tanta  copia  de  ellas,  que  admiró  á  México,  y  unfc 
de  tan  finos  cjuil.itcs,  que  por  fola  ella pagó  de  Quinto  al  Rey  ntievecientos  pe- 
los. "  Fr.  Antonio  de  la  Afcenlum  Relación  del  Defcubrimicmo  de  el  Capitán 
"  Vizcayno:  Torquemada,  en  lu  Extracto,  p.  4.  Apend.  2.  Benegas,  Noticias  de 
"  Californias.  Toin.  I.  part.  %,  §.  4.  ,,  Todas  las  Perlas  ,  que  en  abunda  cia 
tienen  las  perfonas  aun  de  mediana  calidad  hacia  el  Norte,  cali  todas  fon  pelea- 
das  en  el  Golfo   de  Californias. 

(1)  En  un  Mapa  antiguo,  que  de  orden  de  Cortés,  hizo  Domingo  del  Cadillo,  Pi- 
loto en  México  año  de  1  $41,  pone  toda  la  Cofta  á  el  Mar  de  el  Sur,  defde  el  Golfo 
de  Teliuantepec  h afta  la  defembocadura  de  el  Rio  Colorado  en  el  de  Californias:  y 
en  la  Diocefís  de  Guadahxara,  y  Durango  exprefa  los  Puertos  de  Colima,  el  Puerto 
efeondido,  el  de  Xalilco,  el  de  Chiametla,  y  otros  mucho-,  frenti  de  la  Cofta  de  Ca- 
lifornias, de  donde  fe  colige  evidenremente,  que  Cortés  tubo  conocimiento  de  las 
Provincias  de  Sinaloa,  Sonora,  Pi.nería,  Nuevo  México,  y  de  la  mayor  parte  de  la 
Peníilulade  Californias  por  la  Cofta  del  Norte  harta  el  Rio  Colorado,  que  llama, 
el  Pilólo  Rio  de  Buena  Guia;  Puerto  de  Cruz,  fj'oiendo  hafta  2S  grados  de  latitud, 
que  comprehende  el  Puerto  de  Monte-Rey,  aunque  no  lo  efpecític.i,  y  efte  apiecia- 
ble,  y  .inncruo  Documento  fe  guarda  en  México  en  el  Archivo  de  el  Excrnó.  Sr  Mar- 
ques de  el  Valle,  con  los  Autos  originales  de  la  obligación,  que  hizo  con  Cuné»  el 
Señor  Carlos  I.  fobre  las  Tierras,  que  le  feñaló  S.  M.  y  cedió  por  Título  de  Con- 
quiftador,  y  hé  tenido  el  mayor  gozo  de  haber  vifto  en  los  Autos  firmas  originales 
de  el  Elclarecido  Hernán  Cortés. 

(3)  Efte  Pais  folo  deMúgeres,qHe  exprefa  aquí  Cortés,  es  el  que  llamaron  por  en- 
tonces de  las  Amazonas,  que  creyeron  había,  y  fe  delcubiió  falfo. 

(4)  Ya  ella  averiguado,  que  la  California  no  es  Isla  legun  la  creyeron  alga- 
pos,  lino  Petünfula. 


350  CARTA  DE  RE£A'CK>N 

Diceame  afsímifmo,  que  es  muy  rica  de  Perlas,  y  Oro,  (i) 

yo  trabajaré  en  Teniendo  aparejo  de  faber  la    verdad,  y 

hacer  de  ello  larga  Relación  á  Vucílra  Mageftad. 

Viniendo  de  la  Provincia  de  Panuco,  en  ttaa  Cin- 

TcLfs'Etl  dad,  que  fe  dice  Tuzapan,  (i)  llegaron  dos  Hombíes  Efi 

bajadores     de  -pañoles,  que  yo  había  embiado,  con  algunas  Perforas  Je 

Ut!atlan,yGua    los  Naturales  de  la  Ciudad  de  Temixrican,  y  coa  otros 

témala,  con  dos   de  la  Provincia    de    Socontríco,  que  es  en  la  Mar    del 

Carelianos _  é   sur  ¡a  Coila  aniba,  hacia  donde  "Pedrarias  Davüa,   (3) 

-darlaobedmt.   Gí>t)ernador  dc  Vueftra  Alteza,  docientas  leguas  de  cita 

cia^y  faiteada  ■  .  M  ,  o 

» ite quiere  sur  fefaP  Ciudad  de  lemixtitan,  a  unas  Ciudades  de  que  mu- 

í/7?7,í,  3>  la  de  chos  días  había  que  yo  tengo  notLia,que  fe  llaman  Uc'acian, 

Cb'¡apa,prepa-  y  Guatemala,  (4)  y  eflran  de  cita  Provincia  de  Soeontif* 

ra  Gane  para  QQ  oCn¡s  fe¡C(Ka  |e«tra^  con  los  quiles  dichos  Eíp.iñoles 
fofepa'/la,y  Ar       .    .  ,     n        •.->/-  i      i       vT  i         .  ■■ 

'•nada  para  po-  vinieron  haíu  cien  PctJoaas  de  ios  Naturales  de  aquellas 
ilartiCabo  de  Ciudades,  por  mandado  de  los  Señores  de  ellas,  ofre- 
cí Hibueras.  ciendofe  por  Vafallos,  y  Subditos  de  Vueftra  Cefárea  Mi- 
Esavlfado  de  aefrád,  y  yo  los  recibí  en  Fu  Rea]  nombre;  y    les  cercí- 

r  ni  e  gqU„  qae  qUCricr,do  ellos,  y  haciendo  lo  que  allí  ofre- 
Franetfco  Ga-      ,»     »1,      ">  .  ,J.  .  ^  .  u     . 

ray,  y  que  fe  cmi  »€riao  de  mi,  y  de  ios  de  mi  Compañía,  ene!  Keal 

intitulaba  Go~  nombre  de  Vueftra  Altera,  muy  bien  tratadas,  y  Fivo- 

ivrnador.  recidos;  y  Íes  di,  afsí  á  ellos,  como  paraque  licvaíien  á  fus 

Señores  algunas  cofas  de  las  que  yo  tenía,  y  ellos  en  algo 

eftiman:  y  tornea  embíar  coradlos  otros  dos  Efpañoles, 

para  que  íes  proveyeíTen  de  ías  cofas  necefarias  por  los 

Caminos,  tíefpües  acá  hé  íído  informado  de  ciertos  Ek 

pañoles,  que  yo   rengo  en  la    Provincia  de   Soconufco, 

como  aquefías  Ciudades  con  fus  Provincias,  y  otra  que 

fe 


(i)  la  riqueza  de  tedas  es  evidente,  y  aun  de  Oro,  fe  han  defeubierto  ú'rima- 
■mente  Minas,  cuya  bonanza  fe  promete,  y  la  Relación  de  efto  la  ha  dadi  el 
illmó.  Sr.  D.  jofeph  Calves,  que  en  el  año  prelente  lia  venido  de  ella  Penínfula,  y 
la  reconoció  á  coila  de  muchas  fatigas,  y  uelvelos,  embiando  á  nueftro  anual  Excnió-. 
Sv.  Virrey  Marques  ríe  Croix,  mueleras  de  Perlas  de  excelente  Oriente,  y  Piedras,  que 
fe  facaior.  de  una  Mina  de  Oro,  y  es  de  muchos  quilates. 
(2,)     Pü'é'deTer  elTiíeblo  "de  Tulpañ  blocctís'dp.  Puebla. 

(5)  Pedro  Arias  Uavila,  fue  á  e¡  que  e!  Señor  Carlos  I.  mandó,  que  defde  Ve- 
ragua á  Yucatán  oufcáfe  Eftrccho  en  ¡as  Indias  paia  irá  las  Islas  tvl.ilu.cas  fin  vi* 
ierfe  de  Portugal  parala  Elpeceiía. 

(\)  '  Ucetíilan,  V  Góaíérñaia,  diuán  Tegua  Corres  de  la  Provincia  de  .'íoconulcp 
íefenta  leguas,  y  caen  a  la  M,.i  de  el  Sur-, 


DÉ  D.  FERNANDO  CORTES.  ft% 

fe  dice  de  Chiapan,  (i)  que  eftá  cerca  de  ellas,  no  ríe- 
neo  aquella  voluntad,  que  primero  moferaron,  y  ofrecie- 
ron, antes  dizque  hacen  daño  en  aquellos  Pueblos  de  So<- 
comifeo,  porque  fon  nueftros  Amigos.  Y  por  otra  par- 
te me  eferiben  los  Chriílianos,  que  embían  allí  (iempre 
Menfajeros,  y  que  fe  difeulpan,  que  ellos  no  lo  h.  -. 
ííno  otros:  y  para  faber  la  verdad  de  efto,  yo  tenia  ,í 
Pedro  de  Albarado  defpachado  con  ochenta,  y  tantos 
de  Caballo,  y  docientos  Peones,  en  que  iban  muchos 
Balleneros,  y  Efcopeteros,  y  quatro  Tiros  de  Artillería 
con  mucha  Munición,  y  Pólvora:  y  afsímifmo  tenía  he- 
cha cierta  Armada  de  Navios,  de  que  embiíba  por  Ca- 
pitán un  Chrlítóval  Dolid,  que  paíb  en  mt  Compañía, 
para  le  embiar  por  la  Cofta  del  Norte  á  poblar  la  Pun-* 
ta,  ó  Cabo  de  Hibueras,  (i)  que  efta  fefents  leguas  dé 
la  Bahía  de  la  Alce/ion,  que  es  á  Barlovento,  de  lo  que 
llaman  Yucatán,  la  Corta  arriba  de  la  Tierra-Firme,  ha- 
cia el  Darien,  afsí  porque  tengo  mucha  información,  qué 
aquella  Tierra  es  muy  rica,  como  porque  hay  opinirvri 
de  muchos  Pilotos,  que  por  aquella  Bahía  fale  eítrecho 
á  la  otra  Mar,  ($)  ques  es  la  cofa,  que  yo  en  efté  Mun- 
do mas  defeo  topar,  por  el  gran  Servicio  q$e  fe  ni-  re- 
prefenta,  que  de  ello  Vueílra  Cefdrea  Mageíía'd  rccíbíi  íaí 
Y  eftando  eftos  dos  Capitanes  á  punto  con  toda  lo  n>! 
ceíario  al  Camino,  de  cada  uno  vino  un  Me  n  fajero  de 
Santiftevan  del  Puerto,  que  yo  poblé  en  el  Rio  de  Pa- 
nuco; por  el  qual  los  Alcaldes  de  ella  me  hacían  í'.ber, 

UUÜUi  conv> 


(i)  Efta  es  lá  Dioceíis,  y  Provincia  de  Chiapa,  antes  Sufragánea  de  la  Metió. 
poli  de  México,  y  hoy  de  l.i  Goatemal.t. 

(i)  Punta,  ó  Cabo  de  Hibueras,  es  en  Honduras,  cuya  Provincia  antes  le  lla- 
maba Hibueras. 

(3;  Habiendo  fabido  Gorte's,  y  otros,  que  la  Tierra  fecíirer'nbá  mucho  por  Ga- 
ñanía de  modo,  que  fe  aviflaban  los  dos  Mares  Norte,  y  Sur  ílefde  unas  Momañasi 
fe  pcifuadieron,  y  no  con  ligereza,  que  por  allí  pod>'a  haber  ¡irecho  cómo  ed  Ki- 
fcralrar,  y  defpucs  fe  deícubrió  el  de  Magallanes,  con  lo  que  en  gran  manera  fe  f.i1 
«¡litaría  la  Navegación  por  los  dos  Mares,  mas  no  es  fegun  creyeron,  pWtfnK  es 
Yfthmo  el  de  Panamá,  que  tiene  de  ancho  diez,  y  ocho  leguas,  y  figuc  la  T:írraJ 
Firme,  hafta  la  otra  América  Meridional,  y  acaba  en  el  Hftiecho  de  MawilJ.íriííi 
media  el  Mar,  y  defpues  ponen  la  Tierra  de  el  Fuego,  que  le  ptíeflé  ftóitóf  iiic 


£Jf  CARTA  DE  RELACIÓN 

como  el  Adelantado  Fxancifco  de  Garay,  (r)  había  lle- 
gado al  dicho  Rio  con  ciento,  y  veinte  de  Caballo,   y 
quatrocientos  Peones,  y  mucha  Artillería,  y  que  fe   in. 
titulaba  de  Gobernador  de  aquella  Tierra,  y  que  afsí  ha- 
cía decir  á  los  Naturales  de  aquella  Tierra,  con  una  Len- 
gua que  configo  rrahía:  y  que  les  decía,   que  les  ven- 
gana  de  los  daños,  que  en  la  Guerra  patada  de  mi  ha- 
bían recibido,  y  que  fueíTen  con  él  para  hechar  de    allí 
aquellos  Efpañoles,  que  yo  allí  tenía,  y  á  los  que  mas 
yo  embiafle:  y  que  les  ayudaría  á  ello,  y  otras  muchas 
cofas  de  efeándalo,  y  que  los  Naturales  citaban  algo-al- 
borotados; y  para  mas  certificarme  á  rrfi  de  la  ioípe.ha, 
que  yo  tenía  de  la  Confederación  íuya  con  el  Almiran- 
te, y  con  Diego  Velazquez,  dende  á  pocos  días  llegó  al 
dicho  Rio  una  Caravela  de  la  Isla  de  Cuba,  y  en  ella  ve- 
nían ciertos  Amigos,  y  Criados  de  Diego  Velazquez,  y 
un  Criado  del  Obifpo  de  Burgos,  que  dizque  venia  pro- 
veído de  Factor  de  Yucatán,  y  toda  la  mas  Compañía,  eran 
Criados,  y  Parientes  de  Diego  Velazquez,  y  Criados  del 
Almirante.  Sabida  por  mi  efta  nueva,  aunque  eíLiba  mineo 
de  un  brazo  de  una  caída  de  un  Caballo,  (z)  y  en  la  Cama, 
me  determiné  de  ir  allá  á  me  ver  con  él,  para  efeufar  aquel 
alboroto,  y  luego  embié  delanre  al  dicho  Pedro  de  Alva- 
rado  con  toda  la  Gente,  que  tenía  hecha  para  fu  Camino: 
y  yo  me  había  de  partir,  dende  á  dos  días;  y  yi  que  mi 
Cama,  y  todo  era  ido  camino,  y  eftaba  diez  leguas  de  efta 
Ciudad,  donde  yo  había  de  ir  otro  día  á  dormir,  llegó  un 
Menfajero  de  la  Villa  de  la  Vera-Cruz,  caíi  media  noche,  y 
me  trajo  Cartas  de  un  Navio,  que  era  llegado  de  Efpaña, 
y  con  ellas  una  Cédula,  firmada  del  Real  Nombre  de  V. 
Magcftad,  y  por  ella  mandaba  al  dicho  Adelantado  Fran- 
cifeo  de  Garay,  que  no  fe  entremetieíTe  en  el  dicho  Rio, 

ni 


(i)  Efte  Francifco  de  Caray,  Inftrumento  de  perfecucion  de  Panfilo  Narvaez 
Contra  Cortés,  hizo  quamo  pudo  paraque  el  Rey  de  Efpaña'perdiefle  todo  lo  con- 
qulftado,  pero  Dios  defendía  (¡empre  i  Cortés,  y  parece  que  le  había  puerto  mu- 
chos Angeles  de  Guarda  contra  tod"«  fus  Enemigos. 

(i)  En  una  Mano  y»  tenía  una  herida,  en  una  Pierna  otra,  y  ahora  dislocado  él 
Btaio,  mas  la  Dieftra  de  Dios  lu  venda  coda. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  j  j  3 

ni  en  ninguna  cofa,  que  yo  tebicíle  poblado,  porque  Vuef* 
tra  MigePrad  era  férvido,    que  yo  lo  tubicíTe  en  fu  Real 
Nombre;  por  la  qual  cien  mil  veces  los  Reales  Pies  de  V. 
Cefárea  Mageftad  befo.  Con  la  venida  deefta  Cédula  ccC6 
mi  camino,  que  no  me  fue  poco  provechofo  á  m¡  falud, 
porque  había  fefenta  días  que  no  dormía,  y  eftaba  con 
mucho  trabajo;  y  á  partirme  á  aquella  fazon,no  había  de 
mi  vida  mucha  feguridad;  mas  pofponialo  todo  ,  y  tení* 
por  mejor  morir  en  efta  Jornada,  (i)  que  por  guardar  roí 
vida  fer  caufa  de  muchos  efcándalos,  y  alborotos,  y  otra» 
muertes,  que  eftaban  muy  notorias,  y  defpaché  luego  á 
Diego  Docampo,  Alcalde  Mayor,  con  la  dicha  Cédula,  pa- 
ra que  íiguieífe  á  Pedro  de  Alvarado:  y  yo  le  di  una  Car- 
ta para  él,  mandándole,  que  en  ninguna  manera  fe  acercaf- 
íe  adonde  la  Gente  del  Adelantado  eftaba,  porque  no  fe  re- 
volvieíle:  y  mandé  al  dicho  Alcalde  Mayor,  que  notifTcaííe 
aquella  Cédula  al  Adelantado,  y  que  luego  me  refpondicf- 
fe  lo  que  decía,  el  qual  fe  partió  á  la  mas  priefa  que  pu- 
do, y  llegó  á  la  Provincia  de  los  Guatefcas,  (2.)  adonde 
había  eftado  Pedro  de  Alvarado,  el  qual  fe  había  ya  entra- 
do la  Provincia  adentro;  y  como  fupo  que  iba  el  Alcalde 
Mayor,  y  yo  me  quedaba,  le  hizo  faber  luego,  como  el 
dicho  Pedro  de  Alvarado  había  fabído,  que  un  Capitán 
de  Francifco  de  Garay,  que  fe  llama  Gonzalo  Dovalle,  que 
andaba  con  veinte,  y  dos  de  Caballo,  haciendo  daño  por, 
algunos  Pueblos  de  aquella  Provincia,  y  alternando  la  Gen- 
te de  ella,  y  que  había  fido  avifado  el  dicho  Pedro  de 
Alvarado,  como  el  dicho  Capitán  Gonzalo  Dovalle  tenía 
puertas  ciertas  Atalayas  en  el  camino,  por  donde  había  de 
pafar:  de    lo  qual  fe  alteró    el  dicho  Alvarado,    cre- 
yendo que  le  quería  ofender  el  dicho  Gonzalo  Dovalle  j  y 
por  efto  llevó  concertada  toda  fu  Gente,  ha fta  que  llegó  á 
un  Pueblo,  que  fe  dice  el  de  las  Lajas,  (3)  adonde  halló 

XXXX  ai 


(1)  O  Valiente  Machabeo,  que  mis  quería  awir  con  honor.y  fidelidad,  que  vivir 
con  ignominia! 

íi)     De  los  Hiiaftecos. 

(5)  Llaman  en  laHuafteca  Lijas  i  losTeñafcos  Ufos,  y  feguid»s;  que  fe  ka- 
Han  eu  las  Sierras. 


|5?  CARTA  DE  RELACIÓN 

al  dicho  Gonzalo  Devalle  con  fu  Gente;  y  allí  llegado,  pro? 
curó  de  hablar  con  el  dicho  Capitán  Gonzalo  Dovalle,  y  le 
dijo  lo  que  había  Tábido,  y  le  habían  dicho,  que  andaba  ha- 
cienda, y  qtie  fe  maravillaba  ce  él,  porque  la  intención  del 
Gobernado;,  y  fus  Capitanes,  no  era,  ni  había  fido  de  les 
ofender,  ni  hacer  daño  alguno,  anees  había  mandado,  que 
les  favorecieren,  y  proveyeffen  de  todo  lo  que  tubieítent 
necefidsd;  y  que  pues  aquello  afsí  pafaba,  que  para  que 
ellos  eftubieíTen  íeguros,   que  no  hubieíTe  efeándalo,  nS 
idaño  entre  la  Gente  de  una  parre,  ni  otra,  que  le  pedía! 
$>or  merced  no  tubieífe  á  mal,  que  las  Armas,  y  Caballos] 
de  aquella  Gente,  que  configo  trahia,  eítubieííe  depofíta^ 
'da,  hafta  tanto  que  fe  diefíe  aliento  en  aquellas  cofas;  yj 
el  dicho  Gonzalo  Dovalle  fe   difculpeba ,  dicieado,  que 
no  pafaba  afsí,  como  le  habían  informado:  pero  que  él  teJ 
nía  por  bien  de  hacer  lo  que  le  rogaba;  y  afsí  eftubieroni 
juntos  los  unes,  y  los  otros  comiendo,  y  holgando  los  din 
chos  Capitanes,  y  toda  la  mas  Gente,  fin  que  entre  ellos 
hubielíe  enojo,  ni  qüefticr;  ninguna.  Luego  que  efto  fupo 
el  Alcalde  Mayor  proveyó  con  un  Secretado  mo,  que  conl 
figo  llevaba,  que  fe  llama  Francifco  de  Orduña,  fueíTej 
donde  eftaban  los  Capitanes,  Pedro  de  Alvarado,  y  Gon^ 
¿u  "F*m  za'°  Dovalle,  y  llevó  Mandamiento,  para  que  fe  alzalíe  el 
¿\  San  BfievA  dicho  Depófito,  y  les  volvieííe  fus  Armas,  y  Caballos  a 
i  Juan  de  Gri  cada  uno,  y  les  hicieífe  faber,  que  la  intención  mia  era  del 
jaiva,  General  \ts  favorecer,  (i)  y  ayudar  en  todo  lo  que  tnbieífen  ne-J 
de  la  armada  .K[tfadt  n0  fe  defeoncertando  ellos  en  efeandalizarnos  la 
v  erto^  Uen  Tierra:  y  embió  afsímifmo  otro  Mandamiento  al  dicho  Al-i 
feñe  las  Previ    varado,  para  que  los  favorecleífe,  y  no  fe  entromeriefle  en 
funes  Reales q  tocar  era  cofa  algur.a  de  ellos,  e$  lo:;  enojar;  el  qual  lo  cunH 
llevaba,   y  lo  plió  afsí. 

*Ufu2fdttbafla  Eíl  efte  m3flB0  tIemP°  (  mU?  PGder0  Señ0r  >  %C%tA 

Varíe  libertad.  c'°*  £íuc  eftanclo  las  Naos  de  el  dicho  Adelantado  dentrol 
en  la  Mar,  á  boca  del  Rio  Pánucc-,  como  en  cíenla  de  todos 

los 


re 


(  i  )  Veafe  quan  juila,  y  de  buena  (¿  había  íída  fíempre  la  inteacion  de 
Cortés,  no  obífonte ,  que  debía  recelar  alguna  Traición  por  parte  de  VelaAi 
3uezí  y,  J°*  AUados  de  jtfaryaez, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  $|$ 

los  Vecinos  de  la  Villa  de  Samiftevan,  que  yo  allí  había 
fundado,  puede  haber  tres  leguas  el  Rio  arriba,  donde  fue- 
lcn  furgir  todos  los  Navios,  que  al  dicho  Puerto  arriban;  á 
cuya  caufa  Pedro  de  Vallejo,  Teniente  mío  en  la  dicha  Vi- 
lla, por  afegurarla  del  peligro,  que  efperaba,  con  la  altera- 
ción de  los  dichos  Navios   hizo  ciertos  requerimientos  á 
los  Capitanes,  y  Maeftres  de  ellos,  paraque  fubicílen  al 
Puerto,  y  furgieílen  el  de  paz,  fin  que  la  Tierra  récibieííe 
ningim  agravio,  ni  alteración,  requiriendolés  afsímiímo,  que 
fi  algunas  Prcvifíones  tenían  de  Vueítra  Mageftad  para  po-i 
blar,  ó  entrar  en  dicha  Tierr3,  ó  en  qualefquier  manera  que 
fucile  las  mofirafien,  con  proteftacion,  que  moftradas,  fe 
cumplirían  en  todo,  fegun  q-.e  por  las  dichas  Provifíones, 
Vutítra  M¿geíh?d  lo  effibiaífe  á  mandar.  Al  qual  requeri- 
miento los  Capitanes,  y  Maeílres  refpondiercn  en  cierta 
forma,  en  que  en  efecto  concluían,  que  no  querían  hacer 
cofa  alguna  de  lo  por  el  Teniente  mandado,  y  requerido:  á 
cuya  caufa  el  Teniente  dio  otro  fegundo  Mandamiento^ 
dirigido  á  los  dichos  Capitanes,  y  Maeftres  con  cierta  pe-- 
na,  para  que  todavía  fe  hicieífe  lo  mandado,  y  requerido) 
por  el  primero  requerimiento;  al  qual  Mandamiento  toiw 
naron  á  refponder  lo  que  refpondido  tenían;  y  fue  afsí,  que 
viendo  los  Maeftres,  y  Capitanes,  de  como  de  fu  eftada 
con  los  Navios  en  la  boca  del  Rio,  por  efpacio  de  dos  me- 
fes}  y  mas  tiempo,  y  que  de  fu  eftada  refultaba  efeándalo, 
afsí  entre  los  Efpañoles,  que  allí  reíídíau,  como  entre  los 
Naturales  de  aquella  Provincia:  Un  Caftromocho  ,  Maeftre 
de  uno  de  los  dichos  Navios,  y  Martin  de  San  Juan  Gui- 
pufeuano,  Maeftre  afsímifrao  de  otro  Navio,  fecretamente 
embiaron  al  dicho  Teniente  fus  Menfajeros,  haciéndoles  fa-. 
ber,  que  ellos  querían  paz,  y  eftar  obedientes  á  los  Manda-, 
imeatos  de  la  JuíHcia,  que  le  requerían  que  fueíTe  el  dicho 
Teniente  á  los  dichos  dos  Navios,  y  que  le  recibirían,  y 
cumplirían    todo    lo  que  les   mandaííe,  añadiendo,  que; 
tenías  formj  para  que  Ips  otros  Navios  que  reftabap,  afsín 

mifi 

XXXXí 


jyS  CARTA  DE  DE  RELACIÓN 

mifmo  fe  le  enrregarían  de  paz,  y  cumplirían  fus  Manda- 
mientos. A  cuya  caufa  el  Teniente  fe  determinó  de  ir  con 
folo  cinco  Hombres  á  los   dichos  Navios  >  y  llegando  á 
ellos,  fue  recibido  por  los  dichos  Maeítres:  y  de  allí  em- 
bió  al  Capitán  Juan  de  Grijalva,  (r)  que  era  General  de 
aquella  Armada,  que  eftaba,  y  rendía  en  la  Nao  Capitana, 
á  la  fazon,  para  que  él  cumpliefle  en  todo  los  requerimien- 
tos, y  mandamientos  pafados  del  dicho  Teniente,  que  le 
había  antes  mandado  notificar;  y  qué  el  dicho  Capitán,  no 
folamente  no  quifo  obedecenpero  mandó  á  lasNaos,que  ef- 
taban prefentes,  fe  juntaffen  con  la  fuya,  en  que  eftaba, y 
todas  juntas,  excepto  las  dos,  de  que  ai  riba  fe  hace  men- 
cion;y  afsí  juntas  á  el  contorno  de  fuNaoCapitana, mandó  á 
los  Capitanes  de  ellas  tiraiíen  con  la  Artillería,  que  tenían,  á 
los  dos  Navios,  harta  los  echar  á  fondo:  y  fiendo  efte  Man- 
damiento público;   y  tal,  que  todos  lo  oieron,  el  dicho 
Teniente,  en  fu  defenfa,  mandó  apreíhr  el  Artillería  de  ios 
dos  Navios,  que  le  habían  obedecido.  En  efte  tiempo  las 
Naos,  que  eftaban  al   rededor  de  la  Capitana ,  y   Maef- 
tres,  y  Capitanes  de  ellas,  no  quifieron  obedecer  á  lo  man- 
dado por  el  dicho  ]uan  de  Grijalva:  y  entre  tanto  el  dicho 
Capitán  Grijalva,  embió  un  Efcribano,  que  fe  llama  Vicen- 
te López,  para  que  hablaíTe  al  dicho  Teniente:  y  habien- 
do explicado  fu  Menfaje,  el  Teniente  le  refpondió,  juftifi- 
cando  efta  dicha  caufa,  y  que  fu  venida  era  allí  folamente 
por  bien  de  paz;  y  por  evitar  efcándalos,  y  otros  bullicios, 
que  fe  feguían  de  eftar  los  dichos  Navios  fuera  del  di- 
cho Puerto,  adonde  acoftumbrabao  á  furgír,  y  como  Co- 
farios,  que  eftaban  en  lugar  fofpechofo,  para  hacer  algún 
falto  en  Tierra  de  fu  Mageftad ,  que  fonaba   muy  mal, 
con  otras  razones,  que  acudían  á  efte  propóíito:  las  qua- 

les 


(i)  El  Capitán  Juan  ie  Grijalva  hizo  todo  el  esfuerzo  para  na  obedecer  i 
Cortés,  pero  Dios  movió  los  corazones  de  los  M*e(lres  de  los  Navios,  y  de- 
más Gente  con  ral  eficacia,  que  obedeció  por  fudza,  ó  por  mejor  decir  por  nc- 
ceíídad:  el  auxilio  de  Dios  para  con  Corte's  fe  hacía  ílempre  palpable,  y  por  gr*n" 
des  Hazañas,  que  han  hecho  otros  Coni|uiftadores,  íín  agraviarles,  fe  advierte  el  fl" 
vor  particular  de  el  Cielo  en  efta  Nueva-Elpaña, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES;  f# 

les  obraron  tanto,  que  el  dicho  Vicente  López,  Efcriba- 
no  fe  bolvió  con  la  refpuefta  al  Capitán  Grijalva,  y  le 
informó  de  todo  lo  que  había  oido  al  Teniente,  atrayen- 
do al  dicho  Capitán,  paraque  le  obedecleíTe,  pues  eftaba 
claro,  que  el  dicho  Teniente  era  Jtifticiaen  aquella  Provin- 
cia por  V.  M.  y  el  dicho  Capitán  Grijalva  fabía,  que  haíte 
entonces  por  parte  del  Adelantado  Francifco  de  Garay,  ni 
por  la  fuya  fe  habían  prefentado  Proviíiones  Reales  al* 
gunas,  á  que  el  dicho  Teniente,  con  los  otros  Vecinos 
de  la  Villa  de  Santlftevan  obieífen  de  obedecer,  y  que  era 
cofa  muy  fea  ollar  de  la  manera,  que  citaban  con  los 
Navios  como  Cofaios,  eo  Tierra  de  Vueftra  Mageftad 
Cefárea.  Afsí  movido  por  eftas  razones,  el  Capitán  Gri- 
jalva con  los  Maeftres,  y  Capitanes  de  los  otros.  Navios 
obedecieron  al  Teniente,  y  fe  fubieron  al  Rio  arriba, 
donde  fuelen  furgir  los  otros  Navios.  E  afsí  llegados  al 
Puerto,  por  la  desobediencia,  que  el  dicho  Juan  de  Grij'alva 
había  moftrado  á  los  Mandamientos  del  dicho  Teniente, 
le  mandó  prender.  E  labida  efta  prifion  por  el  mi  Alcal-, 
de  Mayor,  luego  otro  día  dio  fu  Mandamiento,  paraque 
el  dicho  Juan  de  Grijalva  fueífe  fuelto,  y  favorecido  cott 
todos  los  demás,  que  venían  en  los  dichos  Navios,  fin 
que  tocaíle  en  cofa  alguna  de  ellos:  y  afsí  fe  hizo,  y  fe 
cumplió. 

Afsímifmo  eferibió  el  dicho  Alcalde  Mayor  á  Fran- 
cifco de  Garay,  que  eftaba  en  otro  Puerto,  diez,  ó  doce 
leguas  de  allí,  haciéndole  faber  como  yo  no  podía  ir  á 
roe  vet  con  él,  y  que  le  "erobiaba  á  él  con  poder  mío, 
paraque  entre  ellos  fe  diefle  asiento,  en  lo  que  fe  había 
de  hacer,  y  en  ver  las  Proviíiones  de  la  una  parte,  y 
de  la  otra,  y  dar  conclufion  en  lo  que  mas  Servicio  fuef- 
fe  de  Vueftra  Mageftad ;  y  defpues  que  el  dicho  Fran- 
cifco de  Garay  vido  la  Carta  del   dicho  Alcalde  Ma- 
yor, fe  vino  adonde  el  Alcalde  Mayor  eftaba,  adonde  fue 
muy  bien  recibido,  y  proveído  él,  y  toda  fu  Gente  de 
lo  necefario;  y  afsí  juntos  entrambos,  defpues  de  haber 
platicado,  y  viftas  las  Provifiones,  fe  acordó,  defpues  de 
haber  viílo  la  Cédula,  de  que  Vueftra  Mageftad  me  ha- 

YYYY  bía 


X  Cartas  dtl 
Alcalde  Mayor 
áFranclfcoGa' 


r*y, 


quien 


xid  enfSar  las 
Reales  Provt* 
pones  de  Cor» 
tés;yviftas  ofrt' 
ce  cumplirlas', 
efcrtbele  Cor* 
tés y  y  como  ft 
ajujlaron. 


35*..  t ARTA  DÉ  RÉLACÍÓ^ 

bía  hecho  Merced:  el  dicho  Adelantado,  dcfpués  Üéfeí! 
requerido  con  ella  por  el  Alcalde  Mayor,  la  obedeció:  y. 
dijo,  que  eftaba  prefto  de  la  cumplir;  y  en  cumplimien- 
to de  ella,  que  fe  quería  recoger  á  fus  Navios  con  fu 
Gente,  para  irá  poblar  á  otra  Tierra,'  fuera  de  la  conn 
tenida  en  la  Cédula  de  Vueftra  Mageftad;  y  que  pues  mi 
voluntad  era  de  favorecerle,  que  le  rogaba  al  dieho  Al- 
calde Mayor,  que  le  hicieífe  recoger  toda  fu  Gente;  por- 
que muchos  de  los  que  con  figo  trahía¿  fe  le  querían  que- 
dar, y  otros  fe  le  habían  auíenrado,<y  le  hicieífe  de  pro- 
veer de  Baftimentos,  de  que  tenía  hecefidad,  para  los  di- 
chos Navios,  y  Gente.  E  luego  eí  dicho  Alcalde  Mayor; 
lo  proveyó  todo,  comoél  lo  pidió,  y  fe  «pregonó  luego* 
en  el  dicho  Puerto,  adonde  eftaba  la  mus  Gente  de  la 
una  parte,  y  de  la  otra,  que  todas  las  Perfoñas,  que  hablara 
venido  en  el  Armada  del  Adelantado'  Franeifco  de  Ga- 
fay,  lo  fíguieííen,  y  fe  juntaílen  con  él,  fó  pena,  que  el 
que  afsí  no  lo  hicieífe,  fi  fueííe  Hombre'  cíe  Caballo,  que 
perdieífe  las  Armas,  y  Caballo,  y  fií  Perfona  fe  le  en-i 
tregaífe  al  dicho  Adelantado  prefa,  y  á  el  Peón  fe  le  diefo 
fen  cien  azotes,  y  afsíraiímo  fe  lo  entregaííen. 

Afsím'ifmo  pidió  el  dicho  Adelantado,  al  dicho» 
'Alcalde  Mayor,  que  poique  algunos  de  los  fuyos  habían 
vendido  Armas,  y  Caballos  en  eí  Puerto  de  Santíftevan, 
y  en  el  Puerto,  donde  eftaban,y  en  otras  partes  de  aquella 
Comarca,  que  fe  los  hicieífe  bolvery  porque  fin  las  dkhas 
Armas,  y  Caballos.no  fe  podría  fervir  de  fnGenre.-yel 
Alcalde  Mayor  proveyó  de  faber  por  todas  las  partes, 
donde  eftabieíTerr  Caballos,  ó  Armas  de  ía  dicha  Gente, 
y  á  todos  los  hizo  toma*  las  Armas,  y  Caballos,  que  ha-, 
bía  comprado,  y  bolverlas  todas  al  dicho  Adelantado. 

Afsímiimo  hizo  poner  el  dicho  Alcalde  Mayo* 
Alguaciles  por  los  Caminos,  y  prender  todos  quantos  fe 
iban  huyendo,  y  fe  los  entregó  ptefos,  y  le  -entregaron 
tnucííos,que  afsí  tomaron.  (;i> 

Afsí- 

i  •  i .      i  i 

(i)  No  admiraría,  c¡ue  Cortés  fe  quilíefle  valer  de  la  Gente  de  Garay,  mas 
{•"ara  íi»  magnánimo  Corazón-  todo  /obraba,  y  focorrio  atm  para  la  Cctujóifta  de 
el  otro  Rey  no  del  Peí  ú  por   medio  dé  Alvarad», 


DE  D.  FERNANDO  CORTE&  t  jy? 

Afs'ímifmo  embió  al  Alguacil  Mayor  á  ía  Villa  dé 
Samillevnn,  (i)  que.es  el  Puerto,  y  á  un  Secretario  mío 
con  el  dicho  Alguacil  Mayor,  paraque  en  la  dicha  Villaj, 
y  Puerto  hicieffen  las  mifrnas  diligencias,  y  dieííen  los 
mifmos  Pregones*  y  recogielíen  la  Gente,  que  fe  le  ain 
femaba,  y  <e  le  entregaífe,  y  recogieííe  todo  el  Baftimeni 
to,  que  pudieíTen.y  proveyeren  las  Naos  del  dicho  Ade«» 
lantado,  y  dio  Mandamiento  paraque  también  tomaífert 
las  Armas,  y  Caballos,  que  obiefíén  vendido,  y  fe  las  dief- 
ftn  al  dicho  Adelantado.  Todo  lo  qual  fe  hizo  con  mucha 
diligencia,  y  el  dicho  Adelantado  fe  partió  al  Puerto  pa* 
ra  fe  ir  á  embarcar,  y  el  Alcalde  Mayor  fe  quedó  con  fu 
Gente  por  no  poner  mas  enjiecefídad  el  Puerto,  de  la  en 
que  eftaba,  y  porque  mejor  fe  pudíeflen  proveer,  y  efrubo 
allí  feis,  ó  fíete  díásj  para  faber  como  íe  cumplía  todo  1» 
que  yó  había  mandado;  y  lo  que  él  había  proveída,  y, 
porque  había  falta  de  Batimentos,  el  dicho  Alcalde  Ma-í 
yor  eferibió  al  Adelantado  fi  mandaba  alguna  cofa,  por- 
que él  fe  bol  vía  á  la  Ciudad  de  México,  donde  yo  reín 
do;  y  el  Adelantado  le  hizo  luego  Menfajero,  con  el  qual 
le  hacía  faber¿  como  él  no  hallaba  aparejo  para  fe  ir,  por. 
no  haber  fallado  fus  Navios  perdidos,  que  fe  le  habían 
perdido  feis  Navios,-  y  los  que  quedaron  no  eftaban  para 
navegar  en  ellos,  y  que  él  quedaba  haciendo  una  Infor- 
mación, paraque  á  mi  me  cootaffe  lo  fufodicho,  como  él 
no  tenía  aparejo  para  poder  falir  de  la  Tierra:  y  qne  af- 
símifmo  me  hacía  faber,  que  fu  Gente  fe  ponía  con  él  eni 
debate,  y  Pleyros,  diciendo  que  no  eran  obligados  á  le 
feguír,  y  que  habían  apelado  de  los  Mandamientos,  que; 
el  mi  Alcalde  Mayor  había  dado,  diciendo,  que  no  eran 
obligados  á  íos  cumplir  por  diez,  y  feis,  ó  diez,  y  fíere 
cauías,  que  afignaban:  una  de  ellas  era,  que  fe  habían 
muerto  ciertas  Perfonns  de  hambre,  de  las  que  en  fu 
Compañía  venían,  con  otras  no  muy  honeftas,  que  fe  en- 

YYYYi  de* 


(t)     Eftn  Villa  perdió  el  nombre  ¡fe  Samlltevan,  y  hoy  el  Puerto  eftí  ¡unto  í 
la  Villa  de  Tampieo^ijue  es  de  cort*  población,  y  de  Gence  pobre, 


rfCo  CARTA  DE  RELACIÓN 

derezabari  á  fu  Perfona;  é  afsímifmo  le  hizo  faber,  que  no 
bailaban  todas  las  diligencias ,  que  fe  hacían  para  dete- 
nerle la  Gente,  que  anochecían,  y  no  amanecían,  porqué 
los  que  un  día  le  entregaban  prcfos,  otro  día  íe  iban  en 
poniéndoles  en  fu  libertad;  y  que  le  aconteció  defde  la 
noche  á  la  mañana,  faltarle  docíentos  Hombres.  Que  por 
tanto,  que  le  rogaba  muy  afe&uofamente,  no  fe  partíeífen 
harta  que  él  llegafle,  porque  él  quería  Venir  á  verfe  con- 
migo á  efta  Ciudad,  porque  fi  allí  lo  dejaban,  penfaría  de 
ahogarfe  de  enojo.  Y  el  Alcalde  Mayor,  vifta  fu  Carta, 
acordó  de  aguardallo:  y  vino  dende  á  dos  días,  que  le 
efcribió,  y  de  allí  defpacharon  Menfajero  para  mi,  por  el 
quai  el  Alcalde  Mayor  me  hacía  faber  como  el  Adelan-. 
tado  veníafe  ver  conmigo  á  efta  Ciudad,  y  porque  ellos 
fe  venían  poco  á  poco  hada  un  Pueblo,  que  fe  llama 
Cicoaque,  (i)  que  es  á  la  Raya  de  eftas  Provincias,  y; 
que  allí  aguardaría  mi  refpuefta:  y  el  dicho  Adelantado 
me  efcribiój  dándome  Relación  del  mal  aparejo,  quo  de 
Navios  tema,  y  de  la  mala  voluntad ,  que  fu  Gente  le 
había  moftrado,  y  que  porque  creía,  que  yo  temía  apa- 
rejo para  le  poder  remediar,  afsí  proveyéndole  de  la 
Gente,  que  yo  tenía,  como  del  demás,  que  él  obiefle  me- 
nefter,  y  que  porque  conocía  por  mano  de  otro  no  po- 
día fer  remediado,  ni  ayudado;  afsí  que  había  acordado 
de  fe  venir  a  ver  conmigo,  y  que  me  ofrecía  á  fu  Hijo 
mayor  con  todo  loque  él  tenía, y  cfpetaba  dejalle  para 
me  le  dar  por  Híerno,  y  que  fe  cafaíTe  con  una  Hija  mia 
pequeña:  (z)  y  en  efte  medio  tiempo,  conítandole  al  di- 
cho Alcalde  Mayor,  al  tiempo  que  fe  partían  para  fe  ve- 
nir á  efta  Ciudad,  que  habían  venido  en  aquella  Armada 
de  Francifco  de  Garay,  algunas  Perfonas  muy  fofpccho- 
fas,  Amigos,  y  Criados  de  Diego  Velazquez,  y  que  fe 
habían  moftrado  muy  contrarios  á  mis  cofas;  y  viendo  que 
no  quedaban  bien  en  la  dicha  Provincia,  y  que  de  fu 

con- 


(i)     El  Pueblo  de  Cicoaque  de  las  Sierras  acá. 

(>,)     Nunca  Cortés  abacio  el  ánimo  con  ofertas  femejantes» 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  '$  C  i 

converfáciorc  fe  efperaban  algunos  bullicios,  y  defafofiegos 
en  la  Tierra,  conforme  á  cierta  Proviíion  Real,  que  Vuef- 
tra  Mngcí'hd  me  mandó  embiar,  paraque  las  tales  Petfonas 
efcandalofas  falgan  de  la  Tierra,  los  mandó  falir  de  ella, 
que  fueron  Gonzalo  de  Figueroa,  y  Alonfo  de  Mendoza, 
y  Antonio  de  la  Cerda;  y  Juan  de  Avila,  y  Lorenzo  de 
Ulloa,  y  Taborda,  y  Juan  de  Grijalva,  y  Juan  de  Medina, 
y  otros,  y  cfto  hecho,  fe  vinieron  hafta  el  dicho  Pueblo 
de  Cicoaqtie,  donde  les  tomó  mi  refpuefta,  que  hacía  á  las 
Cartas,  q:ie  me  habían  embiado;  por  lo  qual  les  hacía  faber 
holgaba  mucho  de  la  venida  del  dicho  Adelantado  ;  y  que 
llegando  á  cfta  Ciudad,  fe  entendería  con  mucha  voluntad 
en  todo  lo  que  me  había  eferito,  y  en  como  conforme  á 
fu  defto  él  fueífe  muy  bien  defpachado ;  y  proveí  afsí- 
inilmo,  para  .'uPerfona  fi\e{(e  muy  proveída  por  el  Ca- 
mino, imndando  á  los  Señores  de  los  Pueblos  le  dieflen 
muy  cumplidamente  todo  lo  oecefario;  y  llegado  el  di- 
cho Adelantado  á  eíb  Ciudad  ,  yo  le  recibí  con  toda 
la  voluntad,  y  buenas  obras,  que  fe  requerían  ,  y  que 
yo  pude  hacerle,  como  lo  haría  con  Hermano  verdadero  (i) 
porque  de  verdad  me  pefó  mucho  de  la  pérdida  de  fus 
Navios,  y  deívío  de  fu  Gente,  y  le  ofrecí  mi  voluntad,  co- 
mo en  la  verdad  yo  la  tube  de  hacer  por  él  todo  lo  que  á 
mi  poííblc  fuelle.  E  como  el  dicho  Adelantado  tubiclle  mu- 
cho defeo,  que  hubieÜe  efe&o  lo  que  me  había  eferico,  cer- 
ca de  los  dichos  Cafaroicntos  (x)  tornó  con  mucha  miran- 
da á  me  importunar,  á  que  lo  concluyeífemos,  y  yo  por  le 
hacer  placer,  acordé  de  hacer  en  todo  lo  que  me  rogaba 
(y  el  dicho  Adelantado  tanto  defeaba)  fobre  lo  qual  fe 
hicieron  de  coníentimíento  de  ambas  Partes  con  mucha 
certidumbre,  y  Juramentos  ciertos  Capítulos,  que  concluían 

ZZZZ  el 


(i)  Hacer  bien  á  un  Sugeto  íofpechofo,  y  contrario,  como  á  un  Hermano,  « 
virtud   heroica. 

(2.)  Efte  Cafamiento  de  el  Hierno  de  Caray  con  una  Hija  de  Gorté's  debefe  en- 
tender, que  efta  Hija  (cría  del  primer  Matrimonio,  que  hizo  en  Cuba:  el  fegun- 
do,  aunque  oculto,  dicen  algunos  que  fue  con  Doña  Marina  de  Efcobar;  otros  lo 
niegan,  y  yo  no  me  meto  en  juzgar;  y  el  tercero  con  la  Señora  Doña  Juana  de  Zú- 
ñiga,  Hija  de  el  Conue  de  Aguijar,  y  Sobrina  de  el  Duque  de  Bejar. 


3  ó¿  CARTA  DE  RELACIÓN 

el  dicho  Caíamiento,  y  lo  que  de  ambas  Parces,  para  fe  ha* 
cer,  fe  había  de  cumplir  ( con  ramo,  que  ante  todas  co- 
fas, defpues  que  Vueftra  Mageíhd  fueíTe  certificado  de  lo 
capitulado,  de  todo  ello  fueííe  muy  férvido)  en  manera, 
que  demás  de  nucílra  amiftad  antigua,  quedamos  con  lo 
contratado,  y  capiculado  entre  noiotros,  juntamente  con 
el  deudo,  que  habíamos  tomado  con  los  dichos  nueftros  Hi- 
jos, tan  conformes,  y  de  una  voluntad,  y  querer  que  no 
fe  entendía  entre  noiotros  en  mas  de  lo  que  á  cada  uno 
eftaba  bien  en  el  Defpacho,  principalmente  del  dicho  Ade- 
lantado. 
%l.  Los  de-  En  lo  pafeáoj  muy  Poderofo  Señor,  hice  Relación 

/órdenes  de  la  £  Vueftra Católica  fVÍaggftád,  délo  mucho  que  mi  Alcalde 
Gente  de  Ga-  y^  trabajó ,    ¿arique    la  Gente   del    dicho  Adelan- 

do/e  de  la  de  tado,  que  andaba  derramada  por  la  Tierra,  fe  juntaíL  cotí 
CottéS)  hacen  el  dicho  Adelantado,  y  las  diligencias,que  para  eíro  iftter- 
rebeiar  Josín-  vinieron    (las quales,  aunque  fueron  muchas,  no  bailaron 
dios,  y  darma  para .poder  quitar  el  defeontento,  que  toda  h  Gente  trahía 
L  ,  ,, '        Icón  el  dicho  Adelantado  Frarsciíco  de  Garay)  ames  crc- 

C  abatieras  ,   y  // 

muere  de  pifar  yendo,  que  habían  de  íer  compendos,  que  todo  el  día  ha- 
Gargy-.  bían  de  ir  con  él,  conforme  á  ¡o  mandado,  y  2 pregonada, 

fe  metieron  la  Tierra  adentro,  por  Lugares,  y  partes  di- 
vertís de  eres  en  tres,  de  feis  en  feis;  y  en  eíta  manera 
efeondidos,  fin  que  pudieííen  íer  habidos,  ni  poderfe  reco- 
ger, que  fue  can fá  principal,  que  los  Indios  Nituraies  de 
aquella  Provincia  fe  alteraífen  ;  afsí  por  ver  á  los  Efpaño- 
les,  todos  derramados  por  muchas  partes,  como  por  las 
muchas  deíórdenes,  que  ellos  cometían  entre  los  Naturales, 
tomándoles  las  Mugeres,    y  la  Comida  por  fuerza,  con 
otros  defiíb  liegos,  y  bullidos,  (i)  que  dieron  caufa  á  que 
toda  la  Tierra  fe  lcvantaífe,  creyendo  que  entre  los  dichos 
Efpañoles,  fegun  que  el  dicho  Adelantado  había  publica- 
do, había  divifion  en  divcrlos  Señores,  fegun  arriba  fe  hi- 
zo Relación  á  Vueftra  Mageíhd,  y  de  lo  que  el  dicho  A  dé- 
la c- 


~ 


•fl)     Cort¿s  padeció   de   los    Efpañoles   tanto,  y  aun   mas  que  Je  losLiJios: 
fer/í   CttgM,  '?:•■{;  tímete*. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  'féf 

Jamado  publicó,  al  tiempo  que  en  la  Tierra  á  !os  Indios 
de  ella  (con  Lengua  que  pudieron  entender  bien  ) y  fue 
afsí,  que  tubieron  tal  aftucia  los  dichos  Indios,  íiendo  pri- 
meramente informados,  donde,  y  como,  y  en  que  partes 
citaban  los  dichos  Efpañoles,  que  de  día,  y  de  noche  die- 
ron en  ellos  por  todos  los  Pueblos,  en  que  citaban  derra- 
mados; y  á  cita  cauía  como  los  hallaron  defapercebidos,  y 
defatraados  por  los  dichos  Pueblos,  mataron  mucha  nú- 
mero de  ellos,  y  creció  tanto  fu  ofadía,  que  llegaron  í 
U  dicha  Villa  de  Santiftevan  del  Puerto, que  tenía  poblada 
en  nombre  de  Vutítra  Mageftad,  donde  dieron  tan  recio 
Combate,  que  pulieron  á  los  Vecinos  de  ella  en  grande  ne- 
ccíidad,  que  peníaron  fer  perdidos,  y  íe  perdieran,  íí  no 
fuera  poi  que  íe  hallaron  apercebidos,  y  Juntos  donde  pu- 
dieron hacerfe  fuertes,  y  refiftir  á  fus  Contrarios,  kaíta  en 
tanto  que  falieron  al  Campo  muchas  veces  con  ellos,  y  los 
desbarataron.  Eítando  afsi  las  cofas  en  eíf.e  citado,  cube 
nueva  de  lo  fucedido,  y  fue  por  un  Mentajero,  Hombre  de 
Pie,  que  tfcapó  huyendo  de  los  dichos  desbaratos:  y  me 
dijo;  como  coda  la  Provincia  de  Panuco,  y  Naturales  de 
ella  fe  habían  rebelado,  y  habían  muerto  mucha  Gente  de 
ios  Efpañoles,  que  en  ella  habían  quedado  de  la  Compa- 
ñía del  dicho  Adelantado,  con  algunos  otros  Vecinos  de 
la  dicha  Villa,  que  yo  allí  en  nombre  de  Vueílra  Ma- 
geftad fundé,y  creí,  que  fegun  el  grande  desbarato  había  ha- 
bido, que  ninguno  de  los  dichos  Oítellanos  era  vivo;  de 
lo  qual  Dios  nueftro  Señor  fabe  lo  que  yo  featí;  y  en  ver 
que  ninguna  novedad  feme  jante  fe  ofrece  en  ellas  partes* 
que  no  cuefta  mucho,  y  las  trayga  á  punto  de  fe  perder;  y 
el  dicho  Adelantado  íiotió  tanto  efta  nueva,  que  afsí  por 
le  parecer  que  había  íldo  eaufa  de  ello ,  como  porque 
tenía  en  la  dicha  Provincia  un  Kijo  fuyo,  con  todo  lo  que 
había  trahido,  que  del  grande  pefar,  que  hubo,  adoleció, 
de  efta  enfermedad  falleció  de  efta  prefente  vida,  en  ef- 
pacio,  y  termino  de  tres  días.  (1} 

ZZZZ¿     '  Yj 


(1)    Rep.-.refe  coma  Dios  (juiuba  de  ea  medio  codos  los  eftorbss  para  la  Coa» 
¡juina  de  Cocees. 


3^4  CARTA  DE  RELACIÓN 

XII.     Tiene  Y  páráque  mas  en  particular  Vucflra    Excelficud 

Cortes  Cartas  fe  informe  de  lo  que  fucedió  defpues  de  fabída  efta  prime- 
¿elfdT?tnucl  ra  tlueva»  f"9i  ^uc  defpues  que  aquel  Efpañol  trajo  la  nue- 
déla  Rebelión,  va  del  alzamienro  de  aquella  Gente  de  Panuco,  porque  no 
embla  Gente  co  daba  otra  razón,  fino  que  en  un  Pueblo,  que  fe  dice  Tace- 
tm  Capitán,  el  tüc0j  (t)  viniendo  él,  y  otros  tres  de  Caballo,  y  un  Peón 

qU"lRtbtits  á  Ies  habían  ralid°  al  Camiíl°  los  Naturales  dc  «1>  y  habían 
lqutma  'muchos  peleado  con  ellos,  y  muerto  los  dos  de  Caballo,  y  el  Peón, 
Caciques,  con  y  el  Caballo  al  otro,  y  que  ellos  fe  habían  efeapado  huyen- 
que  queda  pa-  ¿Q}  porque  vino  la  noche;  y  que  habían  vifto  un  Apofento 
ci§calaTiirra.  jej  ¿¡^q  Pueblo,  donds  los  había  de  efperar  el  Teniente 
con  quince  de  Caballo,  y  quarenta  Peones,  quemando  el 
dicho  Apofento,  y  que  creía  por  las  mueftras,  que  allí  ha- 
bían vifto,  que  los  habían  muerto  á  todos.  Efperé  fcis,  ó 
fíete  días,  por  ver  íi  viniera  otra  nueva;  y  en  efte  tiempo 
llegó  otro  Menfajero  del  dicho  Teniente,  que  quedaba  en 
un  Pueblo,  que  fe  dice  Tenertequipa,  (¿)  que  es  de  los  fu-* 
jetos  á  efta  Ciudad,  y  parte  Términos  con  aquella  Pro- 
vincia; y  por  fu  Carta  me  hacía  íaber,  como  eftando  en 
aquel  Pueblo  de  Tacetuco  con  quince  de  Caballo,  y  qua- 
renta Peones,  efpcrando  mas  Gente,  que  fe  había  de  jun- 
tar con  él,  porque  iba  de  la  orra  parte  del  Rio    á   apaci- 
guar ciertos  Pueblos,  que  aun  no  efiaban  pacíficos,  una 
noche  al  quarto  de  la  Alba  los  habían  cercado  el  Apofento 
mucha  copia  de  Gente ,  y   pueftoles   fuego  á  él,   y  por 
prefto  que  cabalgaron,  como  eítaban  defcuidados,por  tener 
la  Gente  tan  fegura,  como  hafía  allí  había  eftado,  les  ha- 
bían dado  tanca  priefa,  que  los  habían  muerto  todos,  fal- 
vo  á  él,  y  á  otros  dos  de  Caballo,  que  huyendo  fe  efeapa- 
ron ;  aunque  á  él  le  habíao  muerto  fu  Caballo,  y  otro  le 
facó  á  las  ancas,  y  que  fe  habían  efeapado;  porque  dos 
leguas  de  allí,  hallaron  un  Alcalde  de  la  dicha  Villa,  con 

cier» 


(i)     Es  el  que  hoy  fe  llama  Tanjuco. 

(i)  TeWezt'equípa:  efte  Pueblo,  que  parre  Te'rroinos  con  la  Ciud.nl  de  Panu- 
co donde  refidía  el  Teniente»  puede  fer  Tantoynca,  que  hoy  es  Alcaldía  mayo? 
feparada  de  la  de  la  Villa  de  Valles,  mas  do  me  afegurb  eu  efta  noticia» 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  36j 

cierta  Gente,  el  qiul  los  amparó,  aunque  no  fe  detubitmn 
mucho;   que  ellos,  y  él  íalieron  huyendo  de  la  Provincia; 
y  que  de  la  Gente,  que  en  la  Villa  había  quedado,  ni  de  la 
otra  del    Adelantado  Francifco  de  Garay,  que  eftaba  en 
ciertas  partes  repartida,  no  tenían  nueva,  ni  f  bían  de  ellos, 
y  que  creían  que  no  había  ninguno  vivo;  porque  como  á  V. 
M.  tengo  dicho,  defpues  que  el  dicho  Adelantado  allí  había 
venido  con  aquella  Gente:  y  había  hablado  á  los  Natu- 
rales de  aquella  Provincia,  diciendoles,  que  yo  no   había 
ele  tener  que  hacer  con  ellos,  porque  él  era  el  Goberna- 
dor, y  á  quien    habían  de  obedecer,  y  que    juntándote 
ellos  con  él,  echarían  todos  aquellos  Efpañoles,  que   yo 
tenia ;  y  aquel  Pueblo,  y  á  los  que  mas  yo  embialíe,  fe 
habían  alborotado,  y  nunca  mas  quifieron    fervir  bien  á 
ningún  Efpañol;  antes  habían  muerto  algunos,  que  topa¿ 
bao  folos  por  los  Caminos;  y  que  creía  que  todos  fe  ha- 
bían concertado  para  hacer  lo  que  hicieron;  y  como  ha- 
bían dado  en  él,  y  en  la  Gente,  que  con  él  eftaba ;  afsí 
creía  que  habrían  dado  en  la  Gente,  que   eftaba   en   el 
Pueblo,  y  en  todos  los  demás,  que  eftaban  derramados 
por  los  Pueblos,  porque  eftaban  muy  fin  fofpecha  de  tal 
alzamiento,  viendo  quan  fin  ningún  refabio,  hafta  allí  los 
habían  férvido.  Haviendome  certificado  mas  por  efta  nue- 
va de  la  Rebelión  de  los  Naturales  de  aquella  Provincia, 
y  fabiendo  las  muertes  de  aquellos  Efpañoles,  á  la   ma- 
yor priefa,  que  yo  pude,  defpaché  luego  cincuenta  de  Ca- 
ballo, y  cien  Peones  Ballefteros,  y  Efcopeteros,  y  quatro 
Titos  de  Artillería,  con  mucha  Pólvora,  y  Munición,  con 
un  Capitán  Efpañol,  y  otros  dos  de  los  Naturales  de  efta 
Ciudad,  con  cada  quince  mil  Hombres  de  ellos;  al  qual 
dicho  Capitán  mandé,  que  con  lamas  priefa,  que  pudief- 
fe,  llega  fie  á  la-dicha  Provincia,  y  trabajaííe  de  entrar  por 
ella,  fin  derener  en  ninguna  parte,  no  fiendo  muy  fbrzo- 
fa  neeefidad,  hafia  llegar  á  la  Villa  de  Santiftevan  del  Puer- 
to, á  faber  nuevas  délos  Vecinos,  y  Gentes,  que  en  ella 
habían  quedado,  porque  podría  fer  que  eftnbieííen  cerca- 
dos en  alguna  paite,  y  darles  ya  focorro;  y  afsí  fue,  y 

AAAAA  el 


3  6  6  CARTA'  DE  REL ACIÓN 

el  dicho  Capitán  Tedió  tocia  la  mas  priefk,  qué  pudo,  y 
entró  por  la  dicha  Provincia,  y  en  dos  parres  pelearon 
con  él,  y  dándole  Dios  nueftro  Señor  la  Vitoria,  ííguió 
todavía  fu  Camino  hafta  llegar  á  la  dicha  Villa,  adonde 
halló  veinte,  y  dos  de  Caballo,  y  cien  Peones,  que  allí 
los  habían  tenido  cercados,  y  los  habían  combatido  feis; 
ó  flete  yezes,  y  con  ciertos  Tiros  de:  Artillería,  que  allí  te- 
nían, fe  habían  defendido  ;  aunque  no  baftabafu  poder, 
para  mas  defénderfe  de  allí,  y  aun  no  con  potó  trabajo,; 
y  íi  el  Capitán,  que  yo  émbié  fe  tardara  tres  días,  no  que-: 
<kra  ninguno  de  ellos;  porque  ya  fe  morían  todos  de 
hambre,  y'habían  embiado  un  Bergantín  de  los  Navios; 
que  el  Adelantado  allí  trajo  á  lá  Villa  de  la  Vera-Cruz; 
para  por  allí  hacerme  faber  la  nueva,  porque  por  otra 
parte  no  podían ,  y  paira  traher  Baftimento  en  él,  come* 
defpues  fe  lo  llevaron ,  aunque  ya  habían  fido  focorridos 
de  la  Gente,  que  yo  embié.  E  allí  fupieron,  como  la  Gen- 
te, que  el  Adelantado  Franciíco  de  Garay  había  dejado  en 
un  Pueblo,  que, fe  dice  Tamiquil,  (i)  que  ferian  haíía  cien 
Efpañoles  de  Pie,  y  de'Caballo,  los  habían  todos  muerto, 
fin  efeapar  mas  de  un  Indio  de  la  Isla  de  Jamayca,  quq 
efeapó  huyendo  por  los  Montes,  del  qual  fe  informaron; 
como  Los  tomaron  de  noche;  y  hallófe  por  copia,  que  la 
Gente  del  Adelantado  eran  muertos  docientos,  y  diez 
Hombres,  y  dé  los  Vecinos,  que  yo  había  dejado  en  aquella 
Villa,  quarentaj  y  tres,  qué  andaban  por  fus  Pueblos,quc  te^ 
nían  encomendados:  y  aun  creefe  que  fueron  mas  de  los  de 
la  Gente  del  Adelantado,  porque  no  fe  acuerdan  de  todos. 
Con  la  Gente,  que  el  Capitán  llevó,  y  con  la  que  el  Te-i 
nicnte,  y  Alcalde  tenían,  y  con  la  que  fe  halló  en  la  Villa, 
llegaron  ochenta  de  Caballo,  y  repartieronfe  en  tres  par-< 
tes,  y  dieron  la  Guerra  por  ellas  en  aquella  Provincia,  en 
tal  manera,  que  Señores,  y  Perfonas  Principales,  Ce  pren-: 
dieron  hafta  quatrocienros,  fin  otra  Gente  baja,  á  los  qua- 
les  todos,  digo  á  los  Principales  quemaron  por  Jufticia, 

ha«i 


.. 


(_  i  )    Tamiquil,  puede  fer  Tarauy,  ó  Tancanluiichi. 


DED.  FERNANDO  CORTES.  56*7: 

habiendo  confefado  fer  ellos  los  movedorcs  de  toda  aque- 
lla Guerra,  y  cada  uno  de  ellos  haber  íido  en  muerte,  ó 
haber  muerto  los  Efpañoles,  y  hecho  efto,  foliaron  de 
los.  otros,  que  tenían  prefós,  y  con  ellos  recogieron  toda 
Ja  Gente  en  los  Pueblos;  y  el  Capitán  en  Nombre  de 
VuePtra  Mageftad,  proveyó  de  nuevos  Señores  en  los  di- 
chos Pueblos,  á  aquellas  Períonas,  que  les  pertenecía  por 
fuceíion,  fegun  ellos  fuelen  heredar.  A  eíra  fazon  tube 
Cartas  del  dicho  Capitán,  y  de  otras  Períonas,  que  con 
él  eftaban,  como  ya  [loado  nueílro  Señor  ]  citaba  toda  la 
Provincia  muy  pacífica,  y  fegura,  y  los  Naturales  inven 
muy  bien,  y  creo  que  ferá  paz  para  todo  el  año  la  ren- 
cilla pafada. 

Crea  Vueftra  Cefárea  Mageftad,  que  fon  citas  Gen- 
tes (i)  tan  bullicicfas  que  qu.'ilquier  novedad,  ó  aparejo,quc 
vean  de  bullicio,  los  mueve,  porque  ellos  aísí  lo  teman 
por  coftumbre  de  rebelarfe,  y  alzarfe  contra  fus  Señores; 
y  ninguna  vez  verán  para  efto  aparejo,  que  no  lo  hagan. 

En  los  Capítulos  pafados,  muy  Católico  Señor,  di- 
je como  al  tiempo,  que  fupe  la  nueva  de  la  venida  del  Ade- 
lantado Francifco  de  Garay  á  aquel  Rio  de  Panuco,  tenía  á  Bergantín,  y 
punto  cierta  Armada  de  Navios,  y  de  Gente,  para  embiar  al  con  laArmad«-> 
Cabo,  ó  Punta  de  Hibueras,  (i)  y  las  caulas,  que  para  puea"' '« \Uél". 
-ello  me  movían;  y  por  la  venida  del  dicho  Adelantado,  trocientes' Soh 
*efó,  creyendo  que  fe  quinera  poner ,  en  apofefionarfe  (¡"dos  embia  A 
por  fu  Autoridad  en  la  Tierra,  y  para  fe  lo  refíftir,  íi  lo  las  ^*"ersi 
hiciera,  hubo  necefidad  de  toda  la  Gente;  y  defpues  de   TfSf^iV* 

,    ,  ,     ,       -  ,  _        ,   ,     ,.  ,         .    .    *  ,r  deO/td,yaCir 

haber  dado  hn  en  lascólas  del  dicho  Adelantado,  aun-  ha  por  Baftimé- 

que  fe  me  fíguió  aílaz  cofta  de  Sueldos,  de  Marineros,  y  to,  y  con  que 

Batimentos  de  los  Navios,  y  Gente,  que  había  de  ir  en  ¡«Pruccieneti, 
ellos,  pareciendome,  que  de  ello  Vueftra  Mageftad   era 

AAAAAi  muy; 


XIII.  Cempr/t 
Cortés  cinco 
Navios,  y    un 


(l)  A  los  Indios  fe  les  alborota  con  grande  facilidad,  porque  el  genio  no  es 
confiante,  y  fon  Amigos  de  la  novedad,  huyen  de  la  fujecion,  y  un  Mulato,  ó  Per- 
fona  de  carta  infefta  es  capa?  de  perder  un  Pueblo  de  Naturales. 

(i)  A  Hibueras,  ú  Honduras  embió  Cortés  á  Chriítóval  de  Olid,  de  quien  ya 
íe  lia  hecho  mención,  y  aquí  es  de  notar  como  Cortés  luego  aprontaba  Navios  para 
tres  expediciones  dificultólas,  una  en  Honduras,  otra  para  defeubrir  el  Elrrecho,  que 
creyó  había  junto  á  Panamá,  que  gobernaba  Diego  Hurtado,  y  otra  pata  Guatemala, 


3  ¿8  CARTA  DE  RELACIÓN 

muy  fcrvtdo,  fegoi  todavía   mi  propófito  comenzado,  y 
compré  mas  Navios  de  los  que  antes  tenía,  que   fueron 
por  todos  cinco  Navios  gruefos,  y  un  Bergantín,  y  hize 
quatrocientos  Hombres,  y  baftecidosde  Artillería,  Muni- 
ción, y  Armas,  y  de  otros  Baftimentos,  y  Vituallas,  y  de- 
mas  de  lo  que  aquí  fe  les  proveyó;  embié  con  dos  Criados 
ocho  mil  pelos  de  Oro  á  la  Isla  de  Cuba ,  paraque  cora- 
praílen  Caballos,  y  Baftimentos,  afsí  para  llevar  ea    eftc 
primero  V  i-age,  como  paraque  tubiefíen  á  punto,  para  en 
bolviendo  los  Navios,  cargarlos ,  porque  por  neceíidad  de 
cofa  alguna  no  dejaílen  de  hacer  aquello,  paraque  yo  los 
embio:  y  también  paraque  al  principio  por  falta  de  Bafc 
timentos  no  fatigaffen  los  Naturales  de  la  Tierra,  y  que 
anres  les  dieflen  ellos  de  lo  que  llevafíen,  que  tomarles 
de  lo  fuyo;  (')  y  con  efte  concierto  fe  partieron  del  Puerto 
de  San  Juan  de  Chalchiqueca,  (i)i  once  días  del  mes  de 
hncro  de  mil  quinientos,  y  veinte,  y  quatro  años,  y  han 
de  ir  á  la  Habana,  que  es  la  Punta  de  la  Isla  de  Cuba, 
adonde  fe  han  de  bafteeer  de  lo  que  les  faltare,  cfpecialmen- 
te  los  Caballos,  y  recoger  allí  los  Navios,  y  de  allí,  con  la 
Bendición  de  Dios,  feguir  fu  Camino  para  la  dicha  Tier- 
ra; y  en  llegando  en  el  primero  Puerto  de  ella,  faltar  en 
Tierra,  y  echar  toda  la  Gente,  y  Caballos,  y  Baftimen- 
tos, y  todo  lo  demás,  que  en  los  Navios  llevan  fuera  de 
ellos,  y  en  el  mejor  aliento,  que  al  prefente  les  parecie- 
re fortalecerte  con  fu  Artillería,  que  llevan  mucha,  y  bue- 
na, y  fundar  (u  Pueblo:  y  luego  los  tres  de  los  Navios  mayo-i 
res,  que  llevan,  defpach;ulos  para  la  Isla  de  Cuba,  al  Puer- 
to de  la  Villa  de  la  Trinidad,  porque  eftá  en  mejor  pa- 
raje, y  derrora,  porque  allí  ha  de  quedar  el  uno  de  aque- 
llos Criados  mios,  para  les  tener  aparejada  la  carga  de  las 
cofas,  que  fueflen  menefter,y  el  Capitán  embiare  á  pedir. Los 
otros  Navios  mas  pequeños,  y  el  Bergantín,  con  el  Piloto 
Mayor,  y  un  Primo  mió,  que  fe   dice   Diego  Hurtado, 
par  Capitán  de  ellos,  vayan  á  correr  toda  la  Cofta  de  la 

Ba- 


(i)     Otra  prueba  evidente  de  et  iVfimereíido  fin  de  Corte!»  en  la  Conquifta. 
(i)     Clulcliichoecs  llamaban  Uw  Indios  á  Veja-Ou*. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  369 

Bahía  de  la  Afcenííon,  (1)  en  demanda  de  aquel  Eftrecho, 
que  fe  cree  que  en  ella  hay,  y  queeftén  allá  fafta,  que  nin- 
guna cofa  dejen  por  ver,  y  viftofe  buelvan,  donde  el  di- 
cho Capitán  Chriftóval  Dolid  eftubiere,  y  de  allí  con  el 
uno  de  los  Navios  me  hagan  Relación  de  lo  que  hallaren; 
y  lo  que  el  dicho  Chriftóval  Dolid,  hubieíTe  íabído  de  la 
Tierra,  y  en  ella  le  hubieííe  fucedldo,  para  que  yo  pueda 
embiar  de  ello  larga  cuenta,  y  Relación  á  Vueftra  Católi» 
ca  Mageftad. 

También  dije,  cómo  tenía  cierta  Gente  para  em- 
biar  con  Pedro  de  Alvarado,  á  aquellas  Ciudades  de  Uda- 
dan,  (1)  y  Guatemala,  de  que  en  los  Capítulos  pafados  hé 
hecho  mencioo,  y  á  otras  Provincias,  de  que  tengo  noti- 
cia, que  eftan  adelante  de  ellas;  y  como  también  había  ce- 
fado  por  la  venida  del  dicho  Adelantado  Francifco  de  Ga- 
tay;  y  porque  ya  yo  tenía  mucha  cófta  hecha,  úfsí  de  Ca- 
ballos, Armas,  y  Artillería,  y  Munición,  como  de  Dineros 
de  focorro,  que  fe  había  dado  á  la  Gente ;  y  porque  de 
ello  tengo  creído,  que  Dios  nueftro  Señor,  y  Vueftra  Sa- 
cra Mageftad  han  de  fer  muy  férvidos,  y  porque  por  aque- 
lla parte,  fegun  tengo  noticia  pienfo  defeubrir  muchas,  y 
muy  ricas,  (3)  y  éftrañas  Tierras,  y  de  muchas,  y  muy  di- 
ferentes Gentes,  torné  todavía  á  infiftir  en  mi  primero  pro- 
pófitó;  J  demás  de  lo  que  antes  al  dicho  Camino  eftaba 
proveído,  le  torné  á  rehacer  al  dicho  Pedro  de  Alvara- 
do,  y  le  defpaché  de  cita  Ciudad  á  feis  días  del  mes  dé 
Diciembre  de  mil,  y  quinientos,  y  veinte,  y  tres  años;  y 
llevó  ciento,  y  veinte  de  Caballo,  en  que  con  las  dobladuras 
que  Ueva;lleva  ciento,y  fefentaCaballos,y  trecientos  Peones, 
en  que  fon  los  ciento,  y  treinta  Ballcfteros,  y  Efcopeteros, 
lleva  quatro  Tiros  de  Artillería,  con  mucha  Pólvora,  y 

BBBBB  Mu- 


(ti  La  Bahía  de  la  Afcenfion,  ile  que  aquí  habla,  eflá  á  la  defemboeadura  de  el 
V.  io  trranJc,  y  frente  de  las  Cofias  Je  la  antigua  Diocelis  de  Vera-Paz,  hoy  unida  i 
la  de  Go.itciu.iU. 

(u     Ucathlan.. 

(3)  La  Provine!»  de  Goateoul.i  es  fin  duda  muy  rica,  y  rinde  baftaate  á  la 
Coiuna  en  Tribuios,  Cacao,  Grana,  y   otros  frutes. 


ZU\  Gafíos 
que  Corles'  ha' 
cía  en  la  Guer- 
;v7, 31  E fiado  ele 
la  Cotinmjínds 
¡iis  Provincias 
de  los  Cazapoi 
teco,  y  Jlíixesi 
y  de  los  Socor- 
ros, que  embiú 
contra  ellos» 


Xfú  CARTA  DEBELACIÓN 

ÍVÍuhícíon,  y"  líeva  algunas  Perfonas  Principales,  afs,í  de  los 
Naturales  de  efta  Ciudad,  conlo  de  otras  Ciudades  de  ef- 
ta  Comarca,  y  con  ellos  alguna  Gente,  aunque  no  mucha, 
por  fer  el  Camino  tan  largo. 

Hé  tenido  nuevas  de  ellos,  como  habían  llegado 
á  doce  días  del  mes  de  Eaéro  de  la.  Provincia  de  Te« 
quantepeque,  que  ¡barí  muy  buenos,  plega  á  queftro  Se- 
ñor de  los  guiar  á  los  unos,  y  á  los  otros,  como  él  fe  fírva , 
porque  bien  creo  que  yendo  enderazadaá  á  fu  férvido,  y  en 
el  Real  Nombre  de  Vucftra  Cefárea  Migeftad,  no  puede 
carecer  de  bueno,  y  prófperb  Sucefo. 

También  le  encomendé  al  dicho  Pedro  de  Alva.rado 
íübíeífe  fíempre  éfpecial  cuidado  de  me  hacer  larga,  y  par- 
ticular Relación  de  las  cofas,  que  por  allá  le  ayinieífen,  pa- 
ra que  yo  la  embie  á  Vueftra  Alteza, 

Y  tengo  por  muy  cierto,  feguri  ías  nuevas,  y  fígijJ 
?as  de  aquella  Tierra,  que  yo  tengo,  que  fe  han  de  juntar  el 
dicho  Pedro  de  Al  varado,  y  Chriíióval  Dolid,  íi  eítrechc? 
sio  los  parre. 

Muchos  Caminos  de  éííos  fe  hubieran  hecho  era 
cíta  Tierra,  y  muchos  Secretos  de  ella  tubiera  yo  fabidos; 
íí  efiorbos  de  las  Armadas,  que  han  venido,  no  los  hubie- 
ran  impedido. 

Y  certiHco  á  Vueííra  Sacra  Mageííad,  que  ha  recibi- 
do harto  deíervicio  en  ello,  afsí  en  no  tener  defeufoiertas 
muchas  Tierras,  como  en  haberfe  dejado  de  adquirir  para 
fu  Real  Cámara  mucha  fuma  de  Oro ,  y  Perlas;  pero  de 
aqui  adelante,  ü  otros  mas  no  vienen,  yo  trabajaré  de  ref- 
raurjr  io  que  fe  ha  perdido;  porque  por  trabajo  de  mi  Per- 
fooa,  ni  por  dejar  de  gaííar  mi  Hacienda,  no  quedará,  por- 
que certifico  á  Vucftra  Cefárea,  y  Sacra.  Mageltad,  que  de- 
mas  de  haber  gaítado  todo  quanto  hé  tenido,  debo,  que 
hé  tomado  del  0¡-o,que  tengo  de  las  Reatas  de  Vueftra  Ma- 
geftad,  para  gáfeos,  como  parecerá  por  ellos  al  tiempo,  que 
Tuellra  MsgHtad  fuere  férvido  de  mandar  tomar  la  quen- 
tar  fefenca,  y  untos  mil  pcfos  de  Ora,  fin  «ñas  de  oíros 
doce  mil,  que  yo  hé  tomado  preñados  de  alguaas  Perfj- 
aas,  para  giílos  de  mi  Cala. 

De 


DE  D.  FERNANDÓ.CÓRTES;  J?; 

De  las  Provincias  Comarcanas  á  la  Villa  del  Efpíri- 
tu  Santo,  y  de  las  que  feívían  á  los  Vecinos  de  ella,  dije  en 
los  Capítulos  pafados,  que  algunas  de  ellas  fe  habían  re- 
belado, y  aun  muerto  ciertos  Efpañolesj  y  afsí  para  redu- 
cir citas  al  Real  fervicio  de  Vueftra  Mageftad,  como  para 
traher  á  él  otras  fus  Vecinas,  porque  la  Gente,  que  en  1* 
Villa  eirá,  no  bañaba  para  foftener  lo  ganado,  y  conquif- 
tar  eftas,  embié  un  Capitán  con  treinta  de  Caballo,  y  cien 
Peones,  algunos  de  ellos  Balleneros,  y  Efcopeteros,  y  dos 
Tiros  de  Artillería, con  recado  de  Munición,  y  Pólvora, 
los  quales  partieron  á  ocho  de  Diciembre  de  quinientos,  y 
veinte,  y  tres  años:  hafta  ahora  no  he  fabido   nueva  ds 
ellos,  pienfo  harán  mucho  fruto,. y  que  de  efte  Camino 
Dios  nueítro  Señor,  y  Vueftra  Mageftad  feran  muy  férvi- 
dos, y  fe  defeubriran  hartos  fecretos,  porque  es  un  peda- 
zo de  Tierra,  que  queda  entre  la  Conquifta  de  Pedro  de 
Alvarado,  y  Chtirtoval  Dolid,  lo  que  hafta  ahora  eftaba  pa- 
cífico hacia  la  Mar  del  Norte,  y  conquiftado  efto,  y  pací- 
fico, que  es  m»y  poco,  tiene  Vueftra  Sacra  Mageftad,  poc 
la  patte  del  Norte  mas  de  quatrocientas  leguas  de  Tierra 
pacifica,  (i)  y  fnjera  á  fu  Real  fervicio,  fin  haber  cofa  en- 
raedioj  y  por  la  Mar  del  Sur  mas  de  quininientas  leguas, 
(i)  y  todo  de  la  una  Mar  á  la  otra,  que  íirve  fin  ninguna 
contradicion,  excepto  dos  Provincias,  que  eftan  entre  la 

BBBBB*  Pro- 


'"  (i)  Contando  como  cuenta  Cortés  defJe  México  para  el  Norte  400.  leguas  ¿A 
Tierra  pacificada,  fe  laca  evidentemente  que  hoy  no  tenemos  tanto,  porque  kay 
Gentiles  rebeldes  en  Tamaolipa  ¡unto  á  el  nuevo  Santander  ,  y  los  rebeldes 
Seiis,  y  r i ui .1  s  no  diílan  mas  de  quatrocientas  leguas  i  por  lo  que  es  para 
caufar  admiración  como  Cortés  1  y  fus  Soldados  en  tan  poco  tiempo  andaban 
tantas  Tierus  de  tan  áfpcros,  é  iucógnitos  Caminos,  quando  hoy  aun  con  di- 
ficultid    las  podemos  penetrar. 

(1)  Hacia  e4  Sur  cuenta  ;eo.  leguas  dcfde  Mésico  de  Tierra  Conquiftada; 
á  Coatemala  hay  400.,  y  d.e(ae  al).i  mas  de  100  hafta  Cornayagua:  pero  ad- 
vieuale  ,  que  juo  en  la  Dioceívs  de  Goatcinala  fe  ha  hecho  fuerte  Pichl 
Ingles  en  unas  Serranías,  que  no  ha  habido  forma  de  echarle,  y  es  una  Ve- 
cindad muy  perjudicial  para  lo  fuccetibo;  pues  de  tener  Inglaterra  Dam.inios 
en  el  Cejatro  Je  ellas  Provincias,  refutará  un  perjuicio  irreparable  en  adelante, 
y  aun  paro  el  Comercio  relülu  á  el  pretenres  porque  por  el  Golfo  de  Honduras 
¿níian  Generéis  de  Inglaterra,  y  mantiene  fu  Comercio:  á  lo  menos  no  le  pierda  de 
io  que  pacificó  Cortés. 


37i  GARTA  DE  RELACIÓN 

Provincia  de  Teguanrepeque,  y  la  de  Chinanta,  y  Guaxaca, 
y  la  de  Guazaqüalco  en  medio  de  todas  quatro,  que  fe 
llarua  \ú  Gente  de  la  una,  los  ¿aputecas,  (i)  y  la  otra  los 
Mixes,  los  quales  por  fer  tan  áfperas,  que  aun  á  pie  no 
fe  pueden  andar ;  puerto  que  hé  ernbiado  dos  veces  Gen- 
te á  los  cónquiííar,  y  no  lo  han  podido  hacer,  porque  tie^ 
nen  muy  recias  fuerzas,  y  áfpera  Tierra^  y  buenas  Armas, 
qué  pelean  con  Lanzas  de  á  veinte,  y  cinco,  y  treinta 
paímos,y  muy  gruefas,y  bien  hechas, y  las  puntas  de  ellas 
de  Pedernales:  y  con  cftor  fe  han  defendido,  y  muerto  al- 
gunos de  los  Efpañoles,  qué  allá  han  ido,  y  han  hecho,  y 
hacen  mucho  daño  eñ  los  Vecinos,  que  fon  Vafallos  dé 
Vueftra  Mageftad,  (alteándolos  de  noche,  y  quemándoles 
los  Pueblos,  y  matando  muchos  de  ellos*  tanto  que  han 
hecho,  que  muchos  de  los  Pueblos  cercanos  á  ellos,  fe  han 
alzado,  y  confederado  Con  ellos:  y  porque  no  llegue  á  mas, 
aunque  ahora  no  tenía  fobra  de  Geote,  por  haber  falido  á 
tantas  partes,  junté  ciento,  y  cincuenta  Hombres  de  Pie, 
porque  de  Caballo  no  pueden  aprovechar,  todos  los  mas 
Balleíteros,  y  Efcopeteros,  y  quatro  Tifos  de  Artillería, 
con  la  Munición  necéfaria;  los  Balleííerós,  y  Efcopeteros 
proveídos  con  mucho  Almacén,  y  con  ellos  por  Capitán 
Rodrigo  Rangel,  Alcaide  de  efta  Ciüdady  que  ahora  ha  urt 
año,  había  ido  otra  vez  con  Gente  fobre  ellos,  y  por  fer 
en  tiempo  de  muchas  Aguas  (z)  no  pudo  hacer  cofa  nin- 
guna, y  fe  volvió  con  haber  eftado  allá  dos  mefes;  el  qual 
dicho  Capitán,  y  Gente  fé  partieron  de  efta  Ciudad,  á 
cinco  de  Febrero  de  efie  año  prefente;  creo,  fiendo  Dios 
férvido,  que  por  llevar  buen  aderezo,  y  por  ir  en  buen 
tiempo,  y  porqué  lleva  mucha  Gente  de  Guerra,  dieítra  de 
ros  Naturales  de  efta  Ciudad,  y  fus  Comarcas,  que  daraü 
in  á  aquella  demanda,  de  que  00  poco  fervicio  redundará  a 
la  Imperial  Corona  de  Vueflra  Alteza ,  porque   no  folo 

ellos 


___ 


(1)     Zaporccas,  y  Mixes. 

(i)     Par»  caminar  hoy  í  eftas  Provincias  es  precifa,  que  hayan  pafado  los  Mc- 
fes  de  Aguas,  que  fon  junio,  julio,  Agoilo,  y  Septiembre,  pues  hay  Ría  ,  que  fe 

II   !  I    )        irtic       .Ií-       (.->r     iiir   1         .11.1U11,  • 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  373 

ellos  no  firven,  mas  aun  hacen  mucho  daño  á  los  que  tie- 
nen buena  voluntad;  y  la  Tierra  es  muy  rica  de  Minas  de 
Oro:  eftando  eftos  pacíficos,  dicen  aquellos  Vecinos,  que 
lo  irían  á  facar  allá  á  eftos,  por  haber  íído  tan  rebeldes,  ha- 
biendo fido  tantas  veces  requeridos,  y  una  vez  ofreciendofe 
por  Valallos  de  Vueftra  Alteza ,  y  haber  muerto  Efpa- 
ñoles,  y  haber  hecho  tantos  daños,  los  pronunciar  por  Ef-i 
clavos;  y  mandé,  que  los  que  á  vida  fe  pudielTen  tomar, 
los  herrafien  del  Hierro  de  Vueftra  Alteza,  y  Tacada  la 
parte,  que  á  Vueftra  Mageftad  pertenece ,  fe  repartiefie 
por  aquellos,  que  lo  fueron  á  conquiftar.  Bien  puede,  muy 
Excelentífsimo  Señor,  tener  Vueftra  Real  Excelencia  por 
muy  cierto,  que  la  menor  de  eftas  entradas,  que  fe  van 
á  hacer,  me  cuefta  de  mi  Cafa  mas  de  cinco  mil  pefos 
de  Oío;  y  que  las  dos  de  Pedro  de  Alvarádo,  y  Chrif- 
tóval  Dolid,  mecueftan  mas  de  cincuenta  en  dineros,  fin 
otros gaftos  de  mis  haciendas,  que  no  fe  cuentan,  ni  afien- 
tan  por  memoria;  pero  como  fea  rodo  para  el  Servicio 
de  Vueftra  Cefárea  Mageftad,  fi  mi  Perfona  juntamente 
con  ello  fe  gaftafle,  lo  ternía  por  mayor  Merced;  y  nin- 
guna vez  fe  ofrecerá,  en  que  en  tal  cafó  yo  la  pueda  po- 
ner, que  no  la  ponga. 

Afsí  por  la  Relación  pafada,  como  por  efta,  hé  X^.Lacaufa 
Fecho  á  Vueftra  Alteza  mención  de  quatro  Navios,  que  denobaíerw 
tengo  comenzados  á  facer  en  la  Mar  del  Sur,  y  porque  rihaáo  hs  '}'«• 
por  haber  mucho  tiempo,  que  fe  comenzaron,  le  parece-   vl0S^ci!,f  \e' 

'  r»iAi  1'  •«../-      taban  fabrica' 

ra  a  Vueftra  Real  Alteza,  que  yo  he  tenido  algún  def-  (¡0  e„  e¡  ¿Iar 
cuydo  en  no  fe  haber  acabado  hafta  ahora;  doy  á  Voef-  del  Sur. 
tra  Sacra  Mageftad  quehra  de  la  caufa:  y  es  que  como 
la  Mar  del  Sur,  á  lo  menos  aquella  patte  donde  aquellos 
Navios  hago ,  eftá  de  los  Puertos  de  la  Mar  del  Norte, 
donde  todas  las  cofas,  que  á  efta  Nueva-Efpaña  vienen, 
fe  defeargan,  dofcientas  leguas,  y  aun  mas,  y  en  parte  de 
muy  fragofos  Puertos  de  Sierras,  y  en  otros  muy  grandes, 
y  c3udalofos  Rios;  y  como  todas  las  colas,  que  para  los 
dichos  Navios  fon  necearías  fe  hayan  de  llevar  de  allí, 
por  nó  haber  de  otra  parte  donde  fe  provean,  hafe  lleva- 

CCCCC  do, 


y^4  CARTA  DE  RELACIÓN 

do,  y  llevafe  con  mucha  dificultad.  Y  aun  fobrevlno  para 
efto,  que  ya  que  yo  tenía  en  una  Cafa  en  el  Puerto,  don- 
de los  dichos  Navios  fe  hacen,  todo  el  aderezo,  que  pa- 
ta ellos  era  meneíter  de  Velas ,  Cables,  Xarcia ,  Clava- 
zón, Ancoras,  Pez,  Sebo,  Eftopa,  Betumeo,  Azeyte,  y  otras 
cofas,  una  noche  fe  pufo  fuego,  y  fe  quemó  todo  fin  fe 
aprovechar  mas  de  las  Ancoras,  que  no  pudieron  que-» 
marfe:  y  ahora  de  nuevo  lo  he  tornado  á  proveer,  porque 
habrá  quatro  mofes,  que  me  llegó  una  Nao  de  Cartilla, 
en  que  me  trujeron  todas  las  cofas  necefarias  para  los  di- 
chos Navios,  porque  temiendo  yo  lo  que  me  vino ,  lo 
tenía  proveído,  y  embíado  á  pedir:  y  certifico  á  Vueftra 
Ccfárea  Mageftad,  que  me  cuéftan  hoy  los  Navios,  fin 
haberlos  echado  al  Agua,  mas  de  ocho  mil  pefos  de  Oro, 
lin  otras  cofas  extraordinarias;  pero  ya,  loado  nueftro  Se- 
ñor, eftanen  taleltado,  que  parala  Pafqua  del  Efpítím 
Santo  primera,  ó  para  el  día  de  San  Juan  de  Junio  podran 
navegar,  Ci  botamen  no  me  falca,  porque  como  fe  que- 
mó lo  que  tenía,  no  hé  tenido  de  donde  proveerme;  mas 
yo  efpero,  que  para  efte  tiempo  me  lo  traheran  de  eífos 
Reynos,  porque  yo  tengo  proveído  para  que  fe  me  caí- 
bien»  Tengo  en  tanto  eftos  Navios,  que  no  ¡o  podría  lig» 
nificar:  porque  tengo  por  muy  cierto,  que  con  ellos,  fien- 
do  Dios  micit.ro  Señor  férvido,  tengo  de  fer  caufa,  que 
Vueftra  Cefárea  Mageftad  fea  en  eftas  partes  Señor  de 
mas  Reynos,  y  Señoríos,  que  los  que  hafta  hoy  en  nuef- 
tra  Nación  fe  tiene  noticia,  (i)  á  él  plega  encaminarlo, 
como  él  fe  firva,  y  Vueftra  Cefárea  Mageftad  coníiga  tatr- 
XFÍ.  Poblá'   í0  hjCf1j  pues  creo  qHe  con  n3cer  yQ  eft0j  no  le  qiveda-- 

tten  de  Ttmix-    f,  ¿  Vueftra  Excelficud  mas  que  hacer,  para  fer  Monarca 
titán, y  fus  Ar-  ■  '  r 

tes, Comercios,    del    Mundo. 

y  [Mercaderías,  Delpues  que  Dios  nueftro  Señor  fue  férvido,  qne 

y  de  ana  Torta'  efta  gran  Ciudad  de  Temixtitan  fe  ganaífe,  parecióme  pét 

feza,  queje  bi-  ej 

zo  en  la  referí- 

«'vi  Ciudad.  uU  .ti-     .    .  . .     ^_ . .     ,    .  .    ...... 


(i)  Ni  en  Afsia,  ni  en  África,  ni  en  Europa,  hiy  Soberano,  cjue  tenga  tan  3il(i- 
taclos  Dominios  como  nueftro  Cacólico  Rey,  folo  en  lo  que  conquiftó  Cortés  en 
Nucv.i-Efp.iñ.1. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  $7j 

el  prefente  no  fer  bien  refidir  en  ella  por  muchos  incon- 
venientes, que  había,  y  paféme  con  toda  la  Gente  á  un 
Pueblo,  que  fe  dice  Cuyuacan,  que  eftá  en  la  Corta  de 
efta  Laguna,  deque  ya  tengo  hecha  mención:  porque  co- 
mo fiempre  defee,  que  efta  Ciudad  fe  redíficafle,  por  la 
Grandeza,  y  maravillólo  afíento  de  ella;  trabajé  de  re- 
cojer  todos  los  Naturales,  que  por  muchas  partes  eftaban 
aufentados  defde  la  Guerra;  y  aunque  fiempre  he  tenido, 
y  tengo,  al  Señor  de  ella  prefo,  hize  á  un  Capitán  Ge- 
neral, que  en  la  Guerra  tenía,  y  yo  conocía,  del  tiempo 
de  Muteczuma,  que  tomaíTe  cargo  de  la  tornar  á  poblar. 
Y  paraque  mas  autoridad  fu  Perfona  tubieífe,  tórnele  4 
dar  el  mifrao  cargo,  que  en  tiempo  del  Señor  tenía,  qué, 
es  Ciguacoat,  que  quiere  tanto  decir,  como  „  Lugar  Te- 
"  niente  del  Señor:  "  y  á  otras  Pcrfonas  Principales,  que 
yo  también  afsímifmo  de  ante  conocía,  les  encargué  otros 
cargos  de  Gobernación  de  efta  Ciudad,  que  entre  ellos 
fe  folian  hacer:  y  á  efte  Ciguacoat,  y  á  los  demás  les  di 
Señorío  de  Tierras,  y  Gente,  en  que  íe  mantubiefien,  aun- 
que no  tanto,  como  ellos  tenían,  ni  que  pudieífen  ofen- 
der con  ellos  en  algún  tiempo:  y  hé  trabajado  fiempre 
de  honrarlos,  y  favorecerlos:  y  ellos  lo  han  trabajado,  y 
hecho  también,  que  hay  hoy  en  la  Ciudad  poblados  haf- 
ta  treinta  mil  Vecinos,  y  fe  tiene  en  ella  la  orden,  que 
folia  en  fus  Mercados,  y  Contrataciones:  y  heles  dado  tan- 
tas libertades,  y  exempciones,  que  de  cada  día  fe  puebla 
en  mucha  cantidad,  porque  viven  muy  á  fu  placer,  que 
los  Oficiales  de  Artes  mecánicas,  que  hay  muchos,  viven 
por  fus  jornales,  entre  los  Efpañoles:  afsí  como  Carpin- 
teros, Albañiles,  Canteros,  Plateros,  y  otros  Oficios :  y 
los  Mercaderes  tienen  muy  feguramente  fus  Mercaderías, 
y  las  venden;  y  las  otras  Gentes  viven  de  ellos  de  Pef- 
cadores,  que  es  gran  trato  en  efta  Ciudad:  y  otros  de 
Agricultura,  porque  hay  ya  muchos  de  ellos,  que  tienen 
fus  Huertas,  y  fiembran  en  ellas  toda  la  Hortaliza  de 
Efpaña,  de  que  acá  fe  ha  podido  haber  íimiente.  Y  certifico 
á  Vueftra  Cefárea  Mageftad,  que  fi  Plantas,  y   Semillas 

CCCCC*  de 


jy¿  CARTA  DE  RELACIÓN 

de  las  de  Efpaña  (i)  tubieffen ,  y  Vueftra  Alteza  foef- 
fe  férvido  de  nos  mandar  proveer  de  ellas,  como  en  la 
otra  Relación  lo  embié  á  fuplicar,  fegun  los  Natura- 
les de  eftas  partes,  fon  Amigos  de  cultivar  las  Tierras, 
y  de  traher  Arboledas,  que  en  poco  efpacio  de  tiempo 
obieíTe  acá  mucha  abundancia,  de  que  no  poco  Servicio 
pienfo  yo  que  redundaría  á  la  Imperial  Corona  de  Vuef- 
tra  Alteza,  porque  feria  caufa  de  perpetuarfe  eftas  par- 
tes, y  de  tener  en  citas  Vueftra  Sacra  Mageftad  mas 
Rentas,  y  mayor  Señorío,  que  en  lo  que  agora  en  el 
Nombre  de  Dios  Nueftro  Señor  Vueftra  Alteza  pofee: 
y  para  efto  puede  Vueftra  Alteza  fer  cierto,  que  en 
mi  no  habrá  falca,  y  que  lo  trabajaré  por  mi  parte ¿ 
quanto  las  fuerzas ,  y  poder  me  baftare .  Pufe  luego 
por  obra,  como  efta  Ciudad  fe  ganó,  de  hacer  en  ella 
una  fuerza  en  el  Agua  á  una  parte  de  efta  Ciudad,  en 
que  pudieiíe  tener  los  Bergantines  feguros,  y  dcfde  (t) 
ella  ofender  á  roda  la  Ciudad,  fi  en  algo  le  pufiefle,  y  eí- 
tubkfíe  en  mí  mano  la  falida,  y  entrada  cada  vez,  que 
yo  quiíiefie,  y  hizofe.  Eftá  hecha  tal,  que  aunque  yo  he 
vifto  algunas  Cafas  dé  Atarazanas,  y  Fuerzas,  no  la  he 
Vifto  que  lá  iguale:  y  muchos  que  hsn  vifto  rñas^  afuman 
lo  que  yo;  y  la  manera,  que  tiene  efta  Cafa,  es,  que  á  la 
parre  déla  Laguna  tiene  dos  Torres  muy  fuertes  con  fus 
troneras  en  las  partes  necefariás;  y  la  una  de  eftas  Tor- 
res fale  fuera  del  Lienzo  hacia  la  usa  parte  con  troneras, 
que  barre  todo  el  un  Lienzo,  y  la  otra,  á  la  otra  parte  de  la 
mifma  manera;  y  defde  eftas  dos  Torres  va  un  cuerpo  de 
Cafa  de  tres  Naves,  donde  eftan  los  Bergantines,  y  tienen 
la  Puerta  para  falir,  y  entrar  entre  eftas  dos  Torres  ha- 
cia 


(\)  De  las  Plantas,  Arboles,  y  Semillas  ríe  Efpaña  ha  venido  todo,  y  ha-,  pro- 
bado bien:  me  parece,  que  hay  de  todas  frutas,  y  legumbres,  y  en  la  Plaza  de 
Me'tico  fe  hall*  de  tod¿>  lo  de  Elpaña,  y  de!  Pais,  v  no  furede  afsí  en  Efpaña,  mies 
allá  por  la  írialdad  no  arrojan  Fruto  las  Plantas  de  Tierra  caliente  por  mase,  c- 
tiencias,  que  te  han  hechn;  y  aun  los  Pájaros  no  fe  logran  á  excepción  de  los  Pa- 
p.i¿iV'"S  '•  r.ic  ,.i!es,  y  algui  otro.  En  México  cali  todo  el  año  es  Primavera  para 
las  Plantas,  y  he  obfer vado  repetidas  vezes  en  algunas  eltar  aun  mifmo  tiempo  con 
flor,  con  fruto  verde,  y  fnzonado,  lín  fer  el  Azar,  que  lo  tiene  por  naturaleza* 

^í)     Dicen  slgunos  fer  el  Gíio,  donde  hoy  eftá  el  Matadero. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  577 

cia  el  Agua;  y  todo  eíre  cuerpo  tiene  afsímifmo  fus  Trone- 
ras, y  al  cabo  de  eñe  dicho  cuerpo,  hacia  la  Ciudad,  efrá 
otra  muy  gran  Torre,  y  de  muchos  Apofentos  bajos,  y  al- 
tos  con  fus  defenfas,  y  ofenfas  para  la  Ciudad;  y  porque 
Ja  embiaré  figurada  á  Vueüra  Sacra  Mageftad,  como  mejor 
fe  entienda,  no  diré  mas  particularidades  de  ella,  fino  que 
es  tal,  que  con  tenerla,  es  en  nueítra  mano  la  Paz,  y  la 
Guerra  quando  la  quiiieremos,  teniendo  en  ella  los  Na- 
vios, y  Artillería,  que  ahora  hay;  hecha  efta  Cafa,  por- 
que me  pareció  que  ya  tenía  feguridad,  para  cumplir  lo 
que  defeaba,  que  era  poblar  dentro  en  efta  Ciudad,  me 
paféáella,  con  toda  la  Gente  de  mi  Compañía,  y  fe  re- 
partieron los  Solares  por  los  Vecinos,  y  á  cada  uno  de 
los  que  fueron  Corquiítadores,  en  nombre  de  Vueíha  Rea! 
Alteza,  yo  di  un  Solar,  por  lo  que  en  ella  había  trabaja- 
do, demás  del  que  fe  les  ha  de  dar  corno  á  Vecinos,  que 
han  de  fervir,  fegun  orden  de  ellas  Partes,  y  nanfé  dado 
tanta  priefa  en  hacer  las  Cafas  de  los  Vecinos,  que  hay 
mucha  cantidad  de  ellas  hechas,  y  otras  que  ¡levan  ya  bue- 
nos principios;  y  porque  hay  mucho  aparejo  ele  Piedra; 
Cal,  y  Madera,  y  de  mucho  Ladrillo,  que  los  Naturales  ha- 
cen, que  hacen  todos  tan  buenas,  y  grandes  Cafas,  que 
puede  creer  Vueftra  Sacra  Mageftad,  que  de  hoy  en  cinco 
años  ferá  la  mas  Noble,  y  populofa  Ciudad,  que  aya  en  .lo 
poblado  del  Mundo,  y  de  mejores  Edificios,  (r)  Es  ia  Po- 
blación, donde  los  Eípañoles  poblamos,  diftinta  de  los  Na- 
turales, {2)  porque  nos  parte  un  brazo  de  Agua,  aunque 

DDDDD  en 


(1)  La  formación  de  México  es  de  las  mejores  Ciudades  del  Mundo,  y  cabe  en 
ella  tanta  perfección,  que  fea  el  jardin  mas  Lermofo  de  Italia  particularmente  en 
íoncluyendofe  la  Obra  Real  del  Delagüe,  quecen  el  mayor  zelo  fe  eflá  haciendo 
de  cargo  de  el  Comercio  de  eíra  Ciudad,  y  ya  ninguno  duda  el  que  rcrga  cumplido 
cfefto,  v  yo  mifmo  hé  cavado  en  el  Taio,  que  fe  eftá  abriendr  para  defaguar  el  Rio 
de  Guauttthlan,  Lagunas  deZumpango,  Xaltocan,  y  San  Chriftóval,  y  con  eílo  fe 
libertará  á  México  de  Inundaciones,  porque  ro  recibirá  tantas  Agües  la  de  íetzcu- 
«o,  y  aun  para  el  Defagúe  de  efta,  ó  minorarla  ferá  defpues  muy  fácil  el  arbitrio. 

(  z~)  Los  Efpañoles  fueron  edificando,  hacia  donde  eflá  hoy  la  Igleíía  Ca- 
tliedral,  y  los  Naturales  ,  ó  Indios,  que  es  lo  miloio,  fe  quedaron  eü  Tlate- 
lulco,  Popothla,  j  fus  ¡inmediaciones. 


XriL  Que 
madotuhe  Cor- 
tés de  tener  Ar 
tilletla,  y  Pie- 
zas, que  labros 
y  Minas  ás  Co 
hre,  Hier  ro,  y 
Salitre,  qut  fe 
hallaron. 


378  CARTA  DE  RELACIÓN 

en  todas  las  Calles,  que  por  ella  atraviefan,  hay  Puentes 
de  Madera,  por  donde  fe  contrata  de  la  una  parte  á  ía  otea. 
Hay  dos  grandes  Mercados  de  los  Naturales  de  la  Tierra, 
el  uno  en  la  parte,  que  ellos  habitan,  y  el  otro,  entre  los  Ef- 
pañoles;  (1)  en  eítos  hay  todas  las  cofas  de  Biftimeiuos, 
que  en  la  Tierra  fe  pueden  hallar ,  poique  de  toda 
ella  lo  vienen  á  vender;  y  en  efto  no  hay  falta  de  lo  que 
antes  folia  en  el  tiempo  cíe  fu  profperidad.  Verdad  es,  que 
joyas  de  Oro,  (¿)  ni  Plata,  ni  Plumajes,  ni  cofa  rica,  rjo 
hay  nada  como  folia,  aunque  algunas  Piezecillas  de  Oro,  y 
Plata  falen;  pero  no  como  antes. 

Por  ¡as  diferencias,  que  Diego  Velazquez  ha  que- 
rido tener  con  migo,  y  por  la  mala  voluntad  que  á  fu 
caufa,  y  por  fu  intercefíon  D.  Juan  de  Fonfeca,  (3)  Obifpo 
de  Burgos,  me  ha  tenido,  y  por  él,  y  por  fu  m^n3ji¿Ío  los 
Oficiales  de  la  Gafa  de  la  Contratación  de  la  Ciudad  de 
Sevilla,  en  efpccial  Juan  López  de  Rccalde,  Contador  de 
ella,  de  quien  todo,  en  el  tiempo  del  Obifpo,  folia  pender, 
no  hé  {ido  proveído  de  Artillería,  ni  Armas,  como  tenía 
neccíídad,  aunque  yo  muchas  veces  hé  embiado  dine- 
ros paradlo;  y  porque  no  hay  cofa, que  mas  los  inge- 
nio ís 


1  ■  1  -1  ■■  -  ¡1 1 


(i)  La  Plaza,  ó  Mercado  de  los  Naturales  era  en  Santiago  Tlatelutco,  y  la  de 
los  Efpañolcs  en  la  Plazuela  de  el  Volador,  y  delante  de  el  Palacio  de  los  Excelea- 
tífsimos  Señores  Virreyes. 

(i)  Los  Indios  olvidaron  fus  Arter,  ó  las  ocultaron,  que  es  lo  mas  verofímil, 
pues  tienen  habilidad  para  tolas  las  Artes  Hiecániras",  y  trabajan  tan  bien 
como  los  Efpañoles,  aunque  no  pienfan  mas  que  en  el  día  preícnte,  y  no  tie- 
nen anda  de  adquirir.  Aqui  referiré  un  cafo  admirable,  que  no  hace  muchos  años 
fucedió,  y  fue  la  prirton  de  un  Indio,  que  era  monedero  filio,  y  fabricaba  las  Mo- 
néd.is  con  la  mayor  perfección":  delpucs  de  alegurada  fu  Períbna,  fe  recogieron  los 
Infrrumentos,  de  que  ufaba,  y  todo  le  reducía  á  unos  Palitos,  y  urjas  hojas  de  Ma- 
guey, ó  Pita:  admiráronle  los  Jueces,  y  el  Excelentísimo  Señor  Virrey,  que 
entonces  era,  llegó  á  ofrecerle  perdón  de  la  vida,  íí  ileclar.iba  el  modo,  y  fe- 
creto,  enn  que  fabricaba  la  Moneda,  no  hubo  modo  de  declararlo,  y  eligió 
antes  el  morir.  En  Tierra  Caliente  hacen  las  Mugeres  un  Texido  de  Plumas 
rart  maravillofo,  que  fe  puede  defafi.ir  á  la  mejor  ,  y  mas  dieftra  Europea  á 
que  no  le  hice  igual:  En  el  Baratillo  de  México  fe  ven  unas  Figurit.is  he. 
chas  de  Plumas  ,  y  Cera  por  los  Indios  ,  que  ni  eu  Ñapóles  fe  hacen  me- 
jores. 

(  ;  )  El  Señor  Fonfeca  no  tenía  los  informes  correspondientes  á  la  fide- 
lidad  de  Cortés,  por   lo  que  erte  padeció   camas    Contradiciones. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  579 

nios  de   ios  Hombres  avive,   que  la  necefidad  ,  y  como 
yo  eíh  tubieííe  tan  extrema,   y  fia  efperanza  de  reme- 
dio; pues  aquellos  no  daban  lugar  que  Vueftra  Sacra  Ma- 
geftad  la  fupieíTe:  trabajé  de  bufear  orden  para  que  por 
ella  no  fe  perdieíTe  lo  que  con  tanto  trabajo,  y  peligro 
fe  había  ganado  ,  y  de  donde  tanto    defuvicio  á  Dios 
nueftro  Señor,  y  á  Vueftra  Cefárea  Mageftad  pudiera  ve- 
nir ,  y  peligro  í  todos  los   que  acá  eftabamos ,   y   por 
algunas  Provincias  de  las  de  eftas  partes,  me  di  mucha 
priefa  á  bufear  Cobre,  y  di  para  ello  mucho  re  fea  te,  pa- 
ra que  mas  ayna  fe  hallaiTe;  y    como  me  trajeron  can- 
tidad, pufe  por  obra  con  un  Maeftro,  que  por  dicha  aquí 
fe  halló,  de  hacer  alguna  Artillería,  y  hice  dos  Tiros  de 
medias  Culebrinas,  y  faücron  tan  buenas,  que  de  fu  me- 
dida no  pueden  fer  mejores;  y  porque,  aunque  tema  Co- 
bre, faltaba  Eftaño,  porque  no  fe  pueden  hacer  fin  ello, 
y  para  aquellos  Tiros  lo  había  habido  con  mucha  di.icul- 
tad,  y  me  había  cortado  mucho  de  algunos,  que  tenían 
Platos,  y  otras  Vafijas  de.  ello,  y  aun  caro,  ni  b  ¡rato  no 
lo  hallaba;  comencé  á  inquirir  por  todas  partes,  (i  en  al- 
guna lo  había,  y    quifo  nueftro  Señor,  que  tiene  cuida» 
do,  y  fiempre  lo  ha  tenido  de  proveer  en  ia  mayor  prie- 
fa, que  topé  entre  los  Naturales  de  una  Provincia  que  fe 
dice  Tachco ,  (1)  ciertas  Piecczuelas  de  ello,  á    manera 
de  Moneda  muy  delgada,  y  procediendo  por  mi  pcíquifa 
hallé,  que  en  la  dicha  Provincia,  y  aun  en  otras  fe  trataba 
por  Moneda;  y  llegándolo  mas  al  Cabo,  fupe  que  le  faca- 
ba  en  la  dicha  Provincia  de  Tachco,  que  cftá  veinte,  y  feis 
leguis  de  efta  Ciudad,  y  luego  fupe  las  Minas,  y  embié 
Herramientas,  y  Elpañoles,  y  trajeronme  mueítra  de  ello: 
y  de  allí  adelante  di  orden,  como  facaron  todo  lo  que  fue 

me- 
DDDDDi 


(1)  Tazco,  en  donde  defpues  iban  (ido  tan  abundantes  las  Minas  de  Nata, 
que  folo  el  Minero  D.  Juaa  de  1*  Borda  ka  dado  al  Rey  de  Quintos  muy 
crecidas  Sumas. 


3  So  CARTA  DE  DE  RELACIÓN 

rncnefter,  y  fe  Tacará  lo  que  mas  hubiere  neceíídad,  Aunque 
con  harto  trabajo;  y  aun  andando  en  bufca  de  eflros  Meta- 
les, fe  topó  vena  de  Fierro  en  mucha  cantidad, fegun  me  in^ 
formaron  los  que  dicen,  que  lo  conocen.  Y  topado  efte  Ef- 
taño,  hé  hecho,  y  hago  cada  día  algunas  piezas:  y  las  que 
hafta  ahora  eftán  hechas,  fon  cinco  piezas,  las  dos  medias 
Culebrinas,  y  las  dos  poco  menos  en  medidas,  y  un  Ca- 
íion  Serpentino,y  dos  Sacres,  (i)  que  yo  traje,  quando  vine 
á  eftas  Partes;  y  otra  media  Culebrina,  que  compré  de  los 
bienes  del  Adelantado  Juan  Ponce  de  León.  De  los  Na- 
vios, que  han  venido,  tendré  por  todas  de  Metal  piezas 
chicas ,  y  grandes  de  Falconete  arriba ,  treinta,  y  cinco 
Piezas,  y  de  hierro  entre  Lombardas ,  y  Pafavolantes ,  y, 
¡Verfos,  y  otras  maneras  de  Tiros  de  hierro  colado,  harta 
fetenta  Piezas.  Afsí  que  ya,  loado  nueftro  Señor,  nos  po- 
demos defender:  y  para  la  Munición,  no  menos  proveyó 
Dios,  que  hallamos  tanto  Salitre,  y  tan  bueno,  que  po- 
dríamos proveer  para  otras  neccíídades,  teniendo  aparejo 
de  Calderas,  en  que  cocerlo,  aunque  fegafta  acá  harto  en 
las  muchas  entradas,  que  fe  hacen:  y  para  el  Azufre,  ya  á 
ÍVueftra  Mageftad  hé  hecho  mención  de  una  Siena,  (z) 
que  eftá  en  cfta  Provincia,  que  fale  rpucho  humo:  y  de 
allí  entrando  un  Efpañol  (3)  fetenta,  ó  ochenta  brazas, 
atado  á  la  boca  abajo,  fe  ha  lacado,  con  que  harta  aho- 
ra nos  habernos  foftenido;  ya  de  aquí  adelante  no  habrá 
neccfidad  de  ponernos  en  efte  trabajo,  porque  es  peli- 
grofo ;  y  yo  efcribo  íiempre  que  nos  provean  de  Ef- 
paña,  y  Vueftra  Mageftad  ha  fido  férvido,  que  no  aya 
yá  Obifpo,  que  nos  lo  impida. 

DefJ 


(1)  Sacres,  Pafavolantes,  y  Verfos  fon  Culebrinas  menores,  de  poco  Calibre, 
que  ya  no  fe  ufan. 

(i)     El  Volcan  de    México. 

(3)  Efte  Efpañol  creo  fue  Francifco  Montano  por  un  Privilegio,  que  hé  vif- 
to  del  Señor  Carlos  I.  que  afsí  lo  exprefa,  y  (ín  contradicion  fe  compone  muy  bien. 
que  Diego  Odas  fue  el  primero,  que  reconoció  de  cerca  el  Volcan,  y  que  defpucs 
Montano  con  otros  volvitron  á  executarlo,  y  facar  de  él  Azufre  para  la  Pólvora,  la 
»pe  ninguno  otro  ha  hecho  delpues  de  ellos  Sqgetos, 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  rfHK 

Defpues  de  haber  dejado  afenrada  la  Villa  de  Sari-   xrill  Puelia 
tíftevan,  que  en  el  Rio  de  Panuco  fe  pobló,  y  haber  dado    Corté»  un  fitiot 
Hn  en  la  (Jonquirta  de  la  Provincia  de  Tututepeque,  y  de   muyápiope/ito 
haber  defpachado  al  Capitán,  que  fue  á  los  ImpilcingoSj   á  dos  teguas  de 
(i)  y  á  Coliman,  que  de  todo  en  un  Capítulo  de  los  pafa-    ff*  Juan  f 
dos  hize  mención;  antes  de  venir  a  cita  Ciudadj  ruyala  fer¡a  e„   0¿e. 
Villa  de  la  Vera-Cruz,  y  á  la  de  Medellin,  para  vifítar-    ¡ante  i«  mejor 
las,  y  proveer  algunas  cofas,  que  en  aquellos  Puertos-ha-   CiudaddeNuv 
bía  que  proveer:  y  porque  hallé,  que  á  caufa  de  no  ha-   vaEJPana- 
ber  población  de  Efpañoles  mas  cerca  del  Puerto  de  San 
Juan  de  Chaithiqueca,  que  la  Villa  de  la  Vera-Cruz,  iban 
los  Navios  á  defeargar  á  ella:  y  por  no  fer  aquel  Puerto 
tan  feguro,  como  conviene,  fegun  los  "Nortes  en  aquella 
Corta  rcynan,  fe  perdían  muchos;  y  fu  y  al  dicho  Puerto 
de  San  ]uan¿  á  bufear  cerra  algún  aíiento  pira   poblar; 
aunque  al  tiempo,  que  yo  allí   íalté,  fe  bufeo  con   harta  ' 
diligencia,  y  por  fer  todo  Sierras  de  arena,  que  fe  mu- 
dan cada  rato,  no  fe  halló,  y  de  efta  vez  titube  allí  al- 
gunos días  bufrandolo:  y  quifo  Nueftro  Señor,  que  dos 
leguas  del  dicho  Puerto  fe  halló  muy  buen  aliento  yi)  con 
todas  las  qualidades,  que  para  afenrar  Pueblo  fe  requie- 
ren, porque  tiene  mucha  lefia,  y  Agua,  y  partos,  falvo, 
que  madera,  ni  piedra,  ni  para  edificar  no  la  hay,  fino 
muy  lejos;  y  halló  e  un  Eftero  junto  al  dicho  aliento,  por  el 
qual  yo  hize  falir  con  una  Canoa  para  ver  íi  falía  ala  Mar, 
ó  por  él  podrían  entrar  Barcas  harta  el  Pueblo:  y  hallófe, 
que  iba  á  dar  á  un  Rio,  que  fale  á  la  Mar;  y  en  la  boca 
del  Rio,  fe  halló  una  braza  de  Agua,  y  mas:  por  mane- 
ra, que  limpiandofe  aquel  Eftero,  que  eflá  ocupado  de 
mucha  madera  de  Arboles,  podrán  fubir  las  Barcas  haf- 
ra  defeargar  dentro  en  las  Cafas  del  Pueblo.   E  viendo 
cfte  aparejo  de  aliento,  y  la  neceíidad,  que  había  de  re- 
medio para  los  Navios,  hize  que  la  Villa  de  Medellin,  que 

EEEEE  ef- 

(\)  Los  de  Impilcingo  efhban  en  la  Provincia  de  Mechuacan;  y  aun  fon  de  el 
Obifpado  de  V.ill.idolid  los  Pueblos  de  Colima,  y  Zacatula. 

(i)  Por  todas  las  razones,  que  aquí  pone  Cortes  con  grande  inteligencia  fe  dér 
fjnipjió  el  Puerto  de  la  antigua  Vera-Cruz,  y  fe  pafó  á  San  Juan  de  Ulúij  'á 
Vera-Cruz  nueva,  y  él  adelantó  cafi  lo  mas,  que  hoy  fe  reconoce. 


X/X.  Blfpont 
Cortés  Caravf 
las,  Berganti- 
nes, y  otros Ba' 
ge!es,paradep 
cubrir  Efire- 
cbos  en  el  Mar 
del  Sur,  y  de  el 
Norte,  y  de  la 
utilidad,que  fe 
fegula  á  la  Co- 
rona Real  ham 
¿lamióles. 


5?£  CARTA  DE  RELACIÓN 

cftaba  veinte  leguas  la  Tierra  adentro,  en  la  Provincia  de 
Tatalptetelco  fe  pafafle  allí,  y  afsí  fe  ha  fecho,  que  fe 
han  pafado  ya  caíi  todos  los  Vecinos,  y  tienen  hechas 
fus  Cafas,  y  íe  da  orden,  como  fe  limpie  aquel  Eftero, 
y  fe  haga  en  aquella  Villa  una  Gafa  de  Contratación, 
porque  aunque  los  Navios  fe  tarden  en  defeargar,  porque 
aunque  han  de  fubir  dos  leguas  con  las  Barcas  aquel 
Eftero  arriba,  citarán  feguros  de  perderfe;  y  tengo  por 
cierto,  que  aquel  Pueblo  ha  de  fer,  defpues  de  efta  Ciu- 
dad, el  mejor  que  obiere  en  efta  Nueva-Efpaña,  porque 
defpues  acá  han  defeargado  en  él  algunos  Navios,  y  iu- 
ben  las  Barcas  con  las  Mercaderías  harta  las  Cafas  del 
dicho  Pueblo,  y  aun  afsímifmo  Bergantines:  y  en  efto  yo 
trabajaré  de  lo  tener  tan  apunto ,  que  muy  fin  trabajo 
defeargoen,  y  los  Navios  defdc  aquí  adelante  eftarán  fe- 
guros, porque  el  Puerto  es  muy  bueno.  E  afsímifmo  fe 
da  mucha  prifa  en  hacer  los  Caminos,  que  de  aquella 
Villa  vienen  á  efta  Ciudad;  y  con  efto  había  mejor  def- 
pacho  en  las  Mercaderías,  que  harta  aquí,  porque  es  me- 
jor Camino,  y  fe  ataja  una  Jornada» 

En  los  Capírulos  pallados  hé  dicho,  muy  Pode- 
fo  Señor,  á  Vueftra  Excelencia,  las  partes,  adonde  hé  cm- 
biado  Gente,  afsí  por  la  Mar,  como  por  la  Tierra,  de  que 
creo,  guiandolo  Nueftro  Seíior,  Vueftra  Mageftad  ha  de 
fer  muy  férvido,  y  como  tengo  continuo  cuydado,  y 
fiemprc  me  ocupo  en  penfar  todas  las  maneras,  que  fe 
puedan  tener  para  poner  en  execucion,  y  efectuar  el  de- 
feo,  que  yo  al  Real  Servido  de  Vueftra  Mageftad  rengo, 
viendo  que  otra  Cofa  no  me  quedaba  para  efto,  fino  fa- 
ber  el  fecreto  de  la  Corta,  que  eftá  por  defeubrir  entre 
el  Rio  de  Panucó,  y  la  Florida,  que  es  lo  que  defeubrió 
el  Adelantado  Juan  Pcnce  de  León:  y  de  allí  la  Cofta  de 
la  dicha  Florida  por  la  parte  de  el  Norte ,  harta  llegar 
á  los  Bacallaos;  porque  fe  tiene  cierto,  que  en  aquella 
Corta  hay  Eftrecho,  que  pafa  á  la  Mar  del  Sur,  y  li  fe 
hallarte,  fegun  cierta  figura,  que  yo  tengo  del  paraje,  adon- 
de eftá  aquel  Archipiélago ,  que  defeubrió  Magallanes* 
por  mandado  de  Vueftra  Alteza,  parece  que  faldría  muy 

cer- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES;  5% 

cerca  de  allí,  y  íiendo  Dios  nueftro  Señor  férvido,  que 
por  allí  fe  topaííe  el  dicho  Eftrecho,  feria  la  navegación 
defde  la  Efpccería  para  eflbs  Reynos  de  Vueftra  Magef- 
tad  muy  buena,  y  muy  breve,  y  tanto,  que  feria  las  dos 
tercias  partes  menos,  que  por  donde  agora  fe  navega,  y, 
íin  ningún  riefgo,  ni  peligro  de  los  Navios,  que  fueífen, 
y  vinieffen,  porque  irían  fiempre*  y  vernían  por  Reynos> 
y  Señoríos  de  Vueftra  Mageftad,  que  cada  vez  que  algu- 
na necefidad  tubicílenj  fe  podrían  reparar,  fin  ningún  pe- 
ligro en  Cualquiera  parte,  que  quifieífen  tomar  Puerto,  (1) 
como  en  Tierra  de  Vueftra  Alteza,  y  por  reprefentarfeme 
el  gran  Servicio,  que  de  aquí  á  Vueftra  Mageftad  refulta* 
aunque  yo  eftoy  harto  gaftado»  y  empeñado,  por  lo  mu- 
cho que  debo,  y  hé  gaftado  en  todas  las  otras  Armadas, 
que  hé  hecho,  aísí  por  la  Tierra,  como  por  la  Mar,  y 
en  foftener  los  Pertrechos,  y  Artillería, que  tengo  en  efta 
Ciudad,  y  embio  á  todas  partes;  y  otros  muchos  gaftos, 
y  cortas,  que  de  cada  día  fe  ofrecen,  porque  todo  fe  ha 
fecho,  y  hace  á  mi  corta,  y  todas  las  cofas  de  que  nos 
hemos  de  proveer  fon  tan  caras,  y  de  tan  excefivos  pre- 
cios, que  aunque  la  Tierra  es  rica,  no  bafta  el  intereííe, 
que  yo  de  ella  puedo  haber,  á  las  grandes  cortas,  y  expen- 
fas,  que  tengo;  pero  con  todo,  habiendo  refpeto  á  lo  qué 
en  efte  Capítulo  digo,  y  pofponiendo  toda  la  neceíidad, 
que  fe  me  pueda  ofrecer,  aunque  certifico  á  Vueftra  Ma- 
geftad, que  para  ello  tomo  los  dineros  preftados,  hé  deter- 

EEEEEi  mi- 


(1)  Todas  las  Letras  de  efté  párrafo  había»  de  eftar  gravadas  en  Láminas  de 
Oro,  pues  parece  impoííble,  que  en  una  Tierra  tan  incógnita  fe  hallaíTe  tan  inf- 
truido  en  la  Geografía:  intentaba  defeubrir  dos  Eüréchos,  uno  por  la  Mar  de  el 
Norre,  líguiendo  la  Florida,  y  no  le  halló;  pero  fe  delcubrió  la  ftia  de  Terra-Nova; 
cjue  la  divide  el  Eftrecho  de  Bellisle,  y  tiene  el  Marques  de  el  Valle  el  Título  de 
Duq'ie  de  Terra-Nova;  aunque  hoy  la  pofeen  los  Ingleles:  llama  con  proprie- 
dad  toda  la  Cofta.Tierra  de  los  Bacallaos  por  el  mucho  Peleado  de  Bacallaojé  Iníignc 
Secadero,  que  hay  én  Terra-Nova,  de  donde  facan  los  Inglefes  tanta  liqueza;  y  t,im- 
oien  la  Virginia,  que  eflá  defpucs  de  la  Carolina,  navegando  defde  México,  es  muy 
íbundanre  de  Bacallao;  con  íue  por  efta  parte  de  el  Norte,  ni  entonces,  ni  ahora  fe 
ha  hallado  fina  efte  Continente  defde  México:  el  otro  Eftiecho  á  la  Mar  de  el 
'¿nr,  era  por  Panamá;  pero  no  le  encontró,  aunque  lo  defeaba,  como  Magallanes  le 
halló  en  la  otra  Américj:  no  fe  minora  !a  Gloria  de  Cortés  por  haber  intentado/ 
y  no  c'enfeguido,  pues  á  todas  las  Naciones  mas  cultas  les  ha  fucedido  lo  mifuac- 


04  CARTA  DÉ  RELACÍOÑ" 

minado  <fe  embiar  tres  Carabelas,  y  dos  Bergantines  eri 
cita  demanda,  aunque  pienfo  que  me  cortará  mas  de  diez 
mil  pefos  de  Oro,  y  juntar  efte  Servicio,  con  los  demás 
que  hé  fecho,  porque  le  tengo  por  el  mayor,  fi,  como  di- 
go, fe  halla  el  Eftrecho,  y  ya  que  no  fe  halle,  no  es  po- 
iible  que  no  fe  defcubran  muy  grandes,  y  ricas  Tierras, 
donde  Vueftra  Cefárea  Mageftad  mucho  fe  firva,  y  los 
Reviros,  y  Señoríos  de  fu  Real  Corona  fe  enfanchen  en 
mucha  cantidad:  y  figuéfe  de  efto  mas  utilidad,  ya  que 
el  dicho  Eftrecho  no  fe  hállaífe,  que  terna  Vueftra  Alte- 
za fabido,  que  no  lo  hay,  y  darfe  ha  orden,  como  por 
otra  parte  Vueftra  Cefárea  Mageftad  fe  firva  de  aquellas 
Tierras  de  la  Eípecciía,  y  de  todas  las-  otras,  que  con 
ellas  confinan;  y  eíh  yo  me  ofrezco  á  Vueftra  Alteza, 
que  Tiendo  ícrvido  de  me  h  mandar  ffar,  ya  que  falte  el  Ef- 
trecho, la  d&é  con  qtíc  Vueftra  Mageftad  mucho  fe  firvaá 
y  á  menos  corta.  Pleg.i  Nueftro  Señor,  que  el  Armada  coníí- 
gael  fin  para  que  fe  hace,  que  es  defeubrir  aquel  EftrecliOj 
.  porque  feria  lo  m;  jer,  lo  qual  rengo  muy  creído,  porque 
en  la  Real  véntiírá  de  Vueftra  Mageftad  ninguna  cofa  fe 
puede  encubrir,  y  á  mi  no  me  filiará  diligencia,  y  buen  re- 
caudo, y  voluntad  para  lo  trabajar. 

Afsímifmo  pienfo  emhiar  los  Navios,  que  tengo 
hechos  en  la  Mar  del  Sur,  que,  queriendo  Nueftro  Señor¿ 
navegarán  en  fin  de  el  mes  de  julio,  de  efte  año  de  qui- 
nientos, y  veinte,  y  quatro,  por  la  mifma  Cofta  abajo, 
en  demanda  del  dicho  Eftrecho;  porque  fi  le  hay,  no 
fe  puede,  eícender  á  eftos  por  la  Mar  del  Sur,  y  á  los 
otros  por  la  Mar  del  Norte;  porque  eftos  del  Sur,  lle- 
varán la  Cofta,  hafta  hallar  el  dicho  Eftrecho,  ó  juntar 
la  Tierra  con  la  que  defeubrió  Magallanes ;  ( i )  y  los 
otros  del  Norte,  como  hé  dicho*  hafta  la  juntar  con  los 
Bacallaos.  Aísí  por  una  parte,  y  por  otra  no  fe  deje  de 
fabet  el  fecreto.  Certifico  á  Vueftra  Mageftad,  que  fegun 
tengo  información  de  Tierras,  la  Cofta  de  la  Mar  de  el 

Sur 


(i)     Ya  aquí  fe  hace  c.ireo  de  lo  rnifmo,  cjue  fucedió,  y  fue  el  faber  de  cierto, 
tjüe  h.ibía  el  Yfthuio  del  Parama,  t¡ue  encadenaba  laidos  Aiv.éiicas. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  $  85 

Sur  arriba,  que  embiando  por  el!a  eftos  Navios,  yo  hubie- 
ra muy  grandts  interc  líes,  y  aun  Vueftra  Mageftad  fe  fir- 
viera;  mas  como  yo  fea  informado  del  defeo,  que  Vueftra 
Mageílad  tiene  de  íaber  el  fccrero  deefte  Eftrecho;y  el  gran 
fervicio,  que  en  le  defeubrir  fu  Real  Corona  recibiría,  dejo 
arras  rodos  los  orros  provechos,  y  inrereífes,  que  por  acá 
me  eftaban  muy  nororios,  por  feguir  efte  otro  camino: 
Noeítro  Señor  lo  guie,  como  fea  mas  férvido,  y  Vueftra 
Mageftad  cumpla  fu  defeo;  y  yo  afsímifmo  cumpla  mi  de* 
feo  de  fervir. 

Los  Oficiales  que  Vueftra  Mageftad  mandó  venir 
para  entender  en  fus  Reales  Rentas,  y  Hacienda,  fon  He-      XX.    Pide 
gados,  y  han  comenzado  á  tomar  las  Cuentas  á  los  que  an-  Certéí  A le  Pa 
tes  tenían  efte  cargo,  tjue  yo  en  nombre  de  Vueftra  Alte-  f  *j"flS°J^  ¿"J. 
za,  para  ello  había  íeñalado:  y  porque  los  dichos  Oficia-  bia  gaflado  m 
les  harán  Relación  á  Vueftra  Mageftad  del  recado,  que  en  pacificar  las 
todo  hafta  aquí  ha  habido,  no  me  detendré  en  dar  de  ello  Provi"cias  re* 
particular  cuenta  á  Vueftra  Mageftad,  mas  de  remitirme  á   ,*    *Sy  J**¡L 
Ja  que  ellos  embiarán,  que  creo  ferá  ral,  que  por  ella  Vuef-  Haciéda  Ktal. 
tra  Alteza  conozca  la  folicitud,  y  vigilancia,  que  yo  hé 
llempre  tenido,  en  lo  que  toca  á  fu  Real  fervicio:  y  que 
aunque  la  ocupación  de  las  Guerras,  pacificación  de  efta 
Tierra,  haya  fido  tantá,quanta  el  fucefo  manifiefta,  que  no 
por  eífo  me  hé  olvidado  de  tener  efpecial  cuidado  de  guar- 
dar, y  allegar  rodo  lo  que  ha  fido  pofible  de  lo  que  á  Vuef- 
tra Mageftad  ha  pertenecido,  y  yo  hé  podido  aplicar.  Y, 
porque  por  la  Cartacuenta,  que  los  dichos  Oficiales  á  V. 
Cefárea  Mageftad  embian,  parece,  y  verá  Vueftra  Alteza* 
que  yo  hé  gaftado  de  fus  Reales  Rentas,  en  las  cofas,  que 
para  la  pacificación  de  eftas  Partes,  y  enfanchamiento  de 
los  Señoríos,  que  en  ellas  Vueftra  Cefárea  Mageftad  tiene, 
fefenra,  y  dos  mil,  y  tantos  pcfos  de  Oro:  es  bien,  que  V. 
Alteza  fepa,  que  no  fe  pudo  hacer  otra  cofa;  porque  quan- 
do  yo  comenzé  á  gaftar  de  ello,  fue  defpues  de  no  me  ruK 
ber  á  mi  quedado  que  gaftar,  y  aun  de  eftar  empeñado  en 
mas  de  treinta  mil  pefos  de  Oro,  que  tomé  preftados  de  al- 
gunas perfonas:  y  como  no  fe  pudieííe  hacer  otra  cofa* 

ni 
FFFFF 


■$  8  6  CARTA  DE  REL  AQON 

ni  en  el  Real  férvido  de  Vueftra  Alteza  fe  pudieíTe  cum- 
plir lo  necefario,y  mi  defeo,fae  forzado  gaftarlo:  y  rio  creo, 
que  ha  fido  tan  poco  el  ft uto.que  de  ello  redunda,y  redun- 
dará, que  ño  fea  mas  de  mil  por  ciento  de  ganancia,  (r) 
E  porque  los  Oficiales  de  Vueftra  Mageftad,  puerto  que 
les  confta,  que  de  haberlo  yo  gaftado,  ha  fido  muy  fervi-J 
do,  no  lo  reciben  en  cuenta*  porque  dicen,  que  para  ello 
no  traben  Comifion,  ni  Poder  >  Suplico  á  Vueftra  Mageftad 
mande,  que  pareciendo  ello  haber  íido  bien  gaftado,  fe 
me  reciba,  y  fe  me  paguen  otros  cincuenta,  y  tárjeos  mil 
pefos  de  Oro,  que  yo  hé  gaftado  de  mi  hacienda,  y  que 
né  tomado  preñado  de  mis  Amigos;  porque^  fí  eftq  no  fe 
me  pagaífe,  yo  no  podría  cumplir  con',  los  que  me  lo  han 
jpreftado,  y  quedaría  err  mucha  necefidad,  y  no  tengo  yo 
penfamiento,  que  Vueftra  Católica  Mageftad  la  permita^ 
fino  que  antes  de  mas  de  pagarfemey  iñe  ría  de  marjdaf 
nacer  muchas,,  y  grandes  mercedes,*  porque  demás  de  ferj 
Vueftra  Alteza  tan  Católico,  y  ChriftiánífsinV)  Príncipe,) 
mis  férvidos  poí  fu  parte  no  10  defrnerecen,  y  el  ftutq 
y  que  han  hecho  da  de  ello  teftimonio.' 

X&L-  Émüa  De  los  dichos  Oficiales,  y  de  orra$  perfonas,  cfue  en| 

Corté ¡.  ai  Rey^  fü  ^¿mpafiíg  vinieron,  y  por  algunas  Cartas,  que  4e  eftoS 
tí'fitti^tVm  ^eynGS  mé  km  efcrho,  hé  fabido,  que  las  cofas  que  yo  á 
que  robaron,  y  Vueftra  Gefárea  Mageftad  embié  con  Antonio  de  Quiño-i 
entre  ellas  una  nes,  y  Afonfo  de  Avila,  que  fueron1  por  Procuradores  (Je 
Culebrina,  -j  ¡.fa  ísfaeva-Efpaña,  no  llegaron  ante  fu  Real  prefeñci?,(2.) 
Val '*  modo"  *  de  P08"^  ^efM  tomados  de  los  Prancefes,  ácaufa  del  maí 
portirfe  Die^o  recado,  que  los  de  h  Cafa  de  la  Contratación  de  Sevilla 
hhxjun.-      \  ero, 


■»'  i)'     Vi.';"'"' "i     'n'Vii   iiT'rnru.  .    ;_in«< 


(i)  'Que  dice  mi!  por  ciento?  millones  de  millones  por  ano;,  cuéntele  cocía 
la  Placa,  y  Ü/o,  que  ha  ido  i  Efpaira  défde  Cortés  íiafia  ef  «fía  de  'h,oy,  y  en  Cau- 
dales pira'  el  Rey,  Comercio,  y  Participares,  no  es  fácil  la«r  Uitiritf  de  Millones- 
de  petes,  v  valor  de  Alhajas,  íjtmafte  de  Granas,  y  otros  Géneros   de  creciojo  va" 


íetntra,  y  aun'  con  tnirerrars  Farn'ilras',  cjue  ¿orrcjueíHas  en  h  Am¿ricar  harca  florecer 
2a   Efp.n'ia  Vicj.i. 

(i)  Eira  tuc  una  perdida  muy  ccmfídírable,  f  que  fi  no  hubiera  futedjící,  Jla". 
pr-ft  tenido  ntre'ftrV.eorPe  ¿t  nuyof  gozo  en  ver  las  Piezas  maravillólas,  cjue  «ith 
bló  Cortas,  y  pulieron  en  codicia  á  las  ckmaí  N^eioneí, 


DE  D,  FERNANDO  CORTES;  587 

embiaron,  para  que  los  acompañaffe  defde  la  Isla  de  los 
Azores:  y  aunque  por  fer  todas  las  cofas,  que  iban  tan  tU 
cas,  y  eftrañas,  que  defeaba  yo  mucho  qué  Vueííra  Ma*< 
geftád  las  viera;  porque  demás  del  férvido,  que  con  ellas 
Yueítra  Alteza  recibía,  mis  férvidos  fueran  mas  manirieftos5 
me  ha  pefado  mucho;  mas  también  he  holgado  que  las  lie-* 
vaífen,  porque  á  Vucftra  Mageftad  harán  poca  falta,  y  yo 
trabajaré  de  embiar  otras  muy  mas  ricasj  y  eftrañas,  fegun 
tengo  nuevas  de  algunas  Provincias,  que  ahora  he  embiar 
do  !i  conquiftar,  y  de  otras  que  embiaré  muy  prefto,  te*: 
niendo  Gente  para  ello:  y  los  Francefes,  y  los  otros  Prín- 
cipes, á  quien  aquellas  cofas  fueren  notorias,  conocerán 
por  ellas  la  razón,  que  tienen  de  fe  fubjetar  á  la  Imperial 
Corona  de  V.Cefárea  Mageftad;  pues  demás  de  los  mu* 
chos,  y  grandes  Reynos,ySeñorios,que  en  eÜas  Partes  V.Al" 
teza  tiene;  de  eftas  tan  divifas,  y  apartadas  yo  el  menor  de 
fus  Vafallos  tantos  ,  y  tales  férvidos  le  puedo  hacer»  ji- 
para principio  de  mi  ofrecimiento,  embío  ahora  con  Die* 
go  de  Soto,  Ctiado  mió,  ciertas  cofillas,  que  entonces  que* 
daron  por  deshecho,  y  por  no  dignas  de  acompañar  á  las 
otras,  y  algunas,  que  defpues  acá  yo  hé  hecho,  que  aun-- 
que,  como  digo,  quedaron  por  deshechada*,  tienen  alguií 
parecer  con  ellas:  embio  afsímifmo  una  Culebrina  de  Plata,' 
(1)  que  entró  en  la  fundición  de  ella  veinte,  y  quatro  quin* 
tales,  y  dos  arrobas»  aunque  creo  enttó  en  la  fundición 
algo,  porque  fe  hizo  dos  veces ;  y  aunque  me  fue  aífaz 
coftofa;  porque  demás  de. lo  que, me  coftó  el  Metal,  que 
fueron  veinte,  y  quatro  mil,  y  quinientos  péfos  de  Oro¿ 
á  razón  de  á  cinco  peíbs  de  Oro  el  Marco,  con  las  otras 
coftas  de  Fundidores,  y  Gravadores,  y  de  los  llevar  hafta.el 
Puerto,  me  coftó  mas  de  otros  tres  mil  pefos  de  Oro;  pero 
por  fer  una  cofa  tan  rica,  y  can  de  ver,  y  digna  de  ir  ante 

ian 
FFFFFs 

- 

-- —  -■  1 ..  ■..  ..i    •  - -■ — — >■  .         ■  '•■— 

(1)  Mejor  áin'a  una  Culebrina' 'de  Oro,  por  lo  mucha  que  tenía,  y  Jeíeir*  yo 
fnber  <in  excmplar  de  otro  Cortqulítador,  que  taa  ¿.  el  principio,  de  la  Conquifta 
liubisíTe  erabiado  a  fu  Soberano  una  Pieza  tan  ptimovofa,  de  uato  pelo,  y  valor. 


3  88  CARTA  DE  RELACIÓN 

tan  altPi  y  Exeíentifslmo  Príncipej  me  pufe  á  lo  trabajar,  y 
gaftar:  Suplico  á  Vueftra  Cefárea  Mageftad  reciba  mi  pe- 
queño férvido,  teniéndole  en  tanto,  quanto  la  grandeza  de 
mi  voluntad  pata  le  hacer  mayor,  fi  pudiera  merecen  por- 
que aunque  eftaba  adeudado,  como  á  Vueftra  Alteza  arriba 
digo,  me  quife  adeudar  en  mas  ¡  defeando*  que  Vueftra 
Mageftad  conozca  el  defeo,  que  de  fervir  tengo,  porque  he 
íido  tan  mal  dichofo^  (i)  que  haíía  ahora  he  tenido  tañ- 
ías contradicciones  ante  Vueftra  Alteza,  que  no  han  dado 
lugat  á  que  elle  mi  defeo  fe  iñanifeftaííe. 

Áfsímifmo  embío  á  Vueftra  Sacra  Mageftad  fefenta 
mil  pefos  de  Oto,  (i)  de  lo  que  ha  pertenecido  á  fus  Rea- 
les Rentas,  como  Vueííra  Alteza  verá  por  la  Cuenta,  que 
de  ello  los  Oficiales  i  y  yo  embiamos ,  y  hemos  tenido 
atrevimiento  á  embiar  tanta  fuma  junta,  aísi  por  la  nece- 
íídad,  que  acá  fqnos  reprefenra,  que  Vueftra  Mageftad  de- 
bebe tener  con  las  Guerras,  (3)  y  otras  cofas,  como  por- 
que Vueftra  Mageftad  rio  tenga  en  rriucho  la  pérdida  de 
lo  pafado?  y  defpues  de  efto  fe  embÍ3rá  cada  vez,  que  hu- 
biere aparejo,  iodo  lo  masjjue  yo  pudiere:  y  crea  Vueftra 
Sacra  Mageftad,  que  fegurt  las  cofas  van  enhiladas,  y  por 
eftas  partes  fe  enfánchan  los  Reynos,  y  Señoríos  de  Vuef- 
Alteza>  que  tendrá  en  ellas  mas  feguras  Rentas,  y  fin 

rnf. 


tra 


! 


(1)  No  iices  bien,  Héroe  incomparable:  en  haber  GJ*  can  perfeguido,  fuifte  el 
nías  feliz,  y  con  las  contradicciones  injuftas  labrarte"  tu  mayor  Mérito  en  todo  el 
Orbe:  te  impugnaron  como  4  David,  porque  querían  injuframeme  rus  Émulos; 
te  impagnafon'áun  tus  roifmas  hechuras-  y  Beneficiados,  y  como  otro  Achime- 
l^ch  fe  volvieron  contra'  fu  Géfe.  No  hay  que  temer,  porque  en  medio  de  tantos 
fimeítros  informes,  es  fuperior  á  todos  c!  ¿ritmo  de  otros  Héroes  Soberanos,  coma 
el  Señor  Carlos  I.  y  Phelipe  II.  que  te  foítendián.1 

- 

(i)  Quando  otra  pediría  Dinero  para  adelantar  la  Conquiíia,  Corte's  le  embla- 
ba,  y  gaftaba  de  lo  fuyo  legítimamente  habido. 

(3}  En  las  Hilíorias  de  el  Señor  Carlos- 1,  fe  pueden  teer  las  Guerras,  que  tubo 
en  Alemania  como  Emperador:  En  Efpgpa  k  caufa  de  et  Levantamiento  de  los 
Comuneros,  que  fueron  vencidos  en  Medina  del  Campo;  en  Pavía  con  Francifto 
6  Rey  de  Francia,  a  el  que-  (in  duda  hicieron  prilionsio,  y  lo  eftubo  en  El'paóa, 
no  obtra-nte  que  fue  un  Soirjrana  de  g'fa'riife  valor,  y  pericia  Militar,  y  todos  le  juz- 
gan pof  digno  Competidor  de  Carlos  Vi  ""  ' 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  •589 

corta,  qué  en  ninguno  de  todos  fus  Reynos,  y  Señoríos, 
fino  fe  nos  ofrecen  algunos  embarazos,  de  los  que  hafta 
aquí  fe  nos  han  ofrecido.  Digo  efto¿  porque  habrá  dos 
días,  que  Gonzalo  de  Salazar,  Fa¿tor  de  Vueftra  Alteza, 
llegó  al  Puerto  de  San  Juan,  de  eíta  Nueva-Efpaña,  del 
qual  hé  fabido,  que  en  la  Isla  de  Cuba,  por  donde  pa- 
fó,  le  dijeron,  que  Diego  Velazquez,  Teniente  de  Almi- 
rante en  ella,  h  ¡bía  tenido  formas  con  el  Capitán  Chrif- 
tóval  Dolid,  que  yo  embié  á  poblar  las  Hibucras,  en 
nombre  de  Vueftra  Magcftad,  y  que  fe  habían  concer- 
tado, que  íe  alzaría  con  la  Tierra  por  el  dicho  Diego 
Velazquez,  aunque  por  fer  el  cafo  tan  Feo,  y  tan  en  de- 
fervicio  de  Vueftra  Magtftadj  yo  no  lo  puedo  creer,  aun- 
que por  otra  parte  lo  creo,  conociendo  las  mañas,  (1) 
que  el  dicho  Diego  Velazquez  ílemprc  ha  querido  tener 
pira  me  dañar)  y  eftorbar,  que  no  íírva,  porque  quan- 
do  otta  cofa  ño  puede  hacer,  trabaja,  que  no  pafc  Gen- 
te en  tilas  partes;  y  como  manda  aquella  Isla,  prende  á 
los  que  van  de  acá,  que  por  allí  pafan,  y  les  hace  mu- 
chas opreííones,  y  tómales  mucho  de  lo  que  llevan,  y 
deípues  h:ice  probanzas  con  ellos,  porque  los  dé  libres, 
y  por  vf-ríe  ubres  de  él,  hacen,  y  dicen  todo  lo  quequie-  XXII.  Pide 
re:  yo  me  informaré  de  la  verdad;  y  (1  hallo  fer  aísí,  pien-  Cortés  fehem' 
fo  embiar  por  el  dicho  Diego  Velazquez,  y  prenderle,  hie"  Rel¡g¡<>~ 
(i)  y  prefo  embiarle  á  Vueftra  Ma^eftad;  porque  cortan-     . ,        bl""a 

j     "i ■    ,  *      j  1  1  n.    ti       i  •      ■        vida ,  y  exem. 

do  la  raíz  de  todos  males, que  es  cite  Hombre,  todas  las  p¡0paralacon' 

otras  ramas  fe  íecarán,  y  yo  podré  mas  libremente  efec-  verfton  ¿e  ios 

tuar  mis  Servicios   comenzados,  y  los  que  pienfo    co-  tndios,y  modo, 

menzar.  co"  lueP°ü*» 

Todas  las  veces,  que  á  Vueftra  Sacra  Mageftad  ^'¡"ar  ¿on. 

hé  eferito,  hé  dicho  á  Vueftra  Alteza  el  aparejo,  que  hay  ventos,  y  de  ios 

Arrendamiétos 
GGGGG  én    de    ¡os    Diez* 

mos. 


(l)  Los  dolos,  y  artificios,  con  que  t.into  le  mortificó  no  por  Servicio  de  Dios, 
y  de  el  Rey,  lino  por  emulación  de  la  Gloria  de  Cortés. 

(2,)  En  nada  fe  detenía  Coité«,  como  juzgafle  fer  de  el  Servicio  de  el  Soberano; 
y  fe  refolvía  á  emprefas  las  mas  arduas,  venciendo  todas  las  dificultades. 


ps  carta  m  mmmn 

en  algunos  3e  los  Naturales  de  eftas  partes,  pafa  fe  cofia 
vertir  á  nueftra  Santa  Fé  Católica,  y  fer  Ghriftianos:  y 
he  embiado  á  fuplicar  á  Vueftra  Cefárea  Magt  ftad,  para 
ello  mandarte  proveer  de  Perfonas  Rcligiofas  de  buena 
vida,  y  exemplo.  Y  porque  nafta  agora  han  venido  muy 
pocos,  ó  quafi  ningunos;  y  es  cierto,  que  harían  grandü- 
íimo  fruto, (i)  lo  torno  á  traherá  la  memoria  á  Vueftra 
Alteza,  y  le  fuplico  lo  mande  proveer  con  toda  breve- 
dad, porqué  de  ello  Dios  Nueftro  Señor  ferá  muy  fér- 
vido, y  fe  cumplí. á  el  defeo,  que  Vueftra  Alteza  en  efte 
cafo,  como  Católico,  tiene.  E  porque  con  los  dichos  Pro- 

cu- 


(íl    Efte  gloriólo  Soldado  en  la  Milicia  Je  la  Tierr»   era  igualmente  Zelofo 
para  la  Milicia  Celeftifll,  pidiendo  Religiofos,  que  dodtrinaílen   los  Indios,  y  tra- 
bajaffén  en  efta  Viña.  A  los  qué  dudaffen   nuMciofamcntc  de  el    fruto  de  las  Mi- 
llones en   la  América,  les  pregunto:  ¿Quien  ha  ganado  á  Dios  tantas   Almas,  fino  la 
cbnftancia,  y  ren'lertciá  en  los  Pueblos  de  los  Miíioncros?  iQuien   les  ha  ido  redu- 
ciendo á   Poblaciones?  ¡Quien   ¡es  ha  enfeñado  á  los  Indios  la  Doctrina  Chriftiann? 
Unos  con  mas,  otros  con  menos  Zelo;  Baile  efta  propolícion  cierta:  que  fin  los  Mi- 
niftros  Evangélicos  andarían   los  Indios  defnudos,   como  íucede  hoy   entre  los  Re- 
beldes, y  Gentiles*  que  no  tendrían  Dios,  ni  Ley,  quecadr,  día  huirían  á  los  Mon- 
tes, y  ni  con  un   millón  de  Soldados  fe  les   podría  reducir   en   las  dos  Américas; 
d^te  las  Iglefias,  las  Edificios,  las  Siembras,   los  Inftrumentos  para  trabajar  la  Tier- 
ra, todo  fe    lo  han  entenado   los   Miííoneros ,  y  Párrocos!  y   por  el  defcuydd,   o 
mala  conduela  de  algunos,   no  es  razón  obfcurecCr  el  mérito  de  tantos  Venerables, 
Sabios,  y  Virtuofos  Minift  os,  que  todos  lj.is   días,  todas  las  horas,  y  á  todos  inf- 
tantes  andan  atravefados  con  grande  incomriiodidad  en   los  Caminos  áfperos  para  la 
adminiftracion  de  Sacramentos,  eftan  fufriendo  cara  á  cara    las  impertinencias  de 
los   Naturales,  conteniendo   fus  alborotos;    focorriendo   fus   necefidades,  defter- 
rando  fu  ignorancia,  confefando,  predicando,   y  dando  en   todo   buen   exemplo;  y 
es  cah  evidente  en  urt   Católico,  y  piadofo,   que   en  la   América    ha  ganado  tan- 
to   la   Palabra   de  el   Evangelio,   como    la    Efpacía   de  el  Soldado,  ó   á   lo    me- 
nos ha  manteni  lo,  y  alegürado  lo  ganado  por  efta.  La  Religión   es.  la  que  une  a 
los  Hombres:  fu  diverfidad  les  fepara,  ó   haré  enemigos:  la  Fé,  y  el   Evangelio  les 
haze  obedientes  á  el   Soberano,  y  á  fus  Miniftros,  y   afsí  eften  todo»  perluadidos, 
h  que  Cortés  peleaba  fin  olvidarle  de  la    Religión,  era   Religiofo  fin  olvidarle     de 
la  Efpada  parva  mantenerla;  tenía  arrojo  Militar  qual  ninguno,  pero  fobre  el    funda- 
mento de  la  confianza  en  Dios,  que  es  el  que  levanta,  y   deftruye  Reynos,    y  por 
quien  los  Reyes  reynan,  y   los  Miniftros  lucen    Jufticia:  en  un    Rey  difelerne   ad- 
mirablemente Cortés  dos  defeos,  uno  como  de  Soberano  en  dilatar   temporalmente 
fus  Dominios,  y  otro  como  de  Católico  para  el  aumento  efpiririial,  y    falvacion  de 
las  Almas» 


DE  I>.  FERRAAD5  CORTES;  ^  tyj\ 
Juradores  Antonio  de  Quiñones,  (i)  y  Alonfo  Davíla,  los 
Concejos  de  las  Villas  de  efta  Nueva  Efpaña,  y  yo,  ean 
biamos  á  fuplicar  á  Vueftra  Mageftad,  raandaííe  proveeij 

de  Obiípos,  ó  otros  Prelados,  para  la  adminiftracion  de 
los  Oficios,  y  Cuito  Divino;  y  entonces  pareciónos,  que  afsí 
convenía:  y  agora  mirándolo  bien,  hame  parecido,  que: 
Vueftra  Sacra  Mageftad  los  debe  mandar  proveer  de  otrat 
manera,  paraque  los  Naturales  de  eftas  partes  mas  aína 
fe  conviertan,  y  puedan  íer  inftruidos  en  las  Cofas  de? 
nueftra  Santa  Fé  Católica:  y  la  manera,  que  ámi,  en  eír 
te  calo  me  parece  que  fe  debe  tener:  es,  que  Vueftra 
Sacra  Mageftad  mande*  que  vengan  á  eftas  partes  muchas 
Perfonas  Reügtoías,  como  ya  hé  dicho,  y  muy  zelofas 
de  efte  fin  de  la  converfion  de  eftas  Gentes:  y  que  de 
eftos  le  hagan  Gafas,  y  Monafterios,  por  las  Provincias* 

GGGGGa  que 


(i)  Antonio  ile  Qiiiñónes  afsló  de  un  Brazo  A  Cortés,  qtiando  fe  vio  en  grari 
peligro,  y  le  (acó  de  entre  los  Indios  Mexicanos:  no  fe  lo^ró  efta  remeta  de  Al- 
hajas hecha  á  el  Rey  Caí  ¡os  I  porque  ¡unto  á  los  Azores  apretó  las  Carabelas,  Ó 
Navios  el  Colario  Francés  llamado  Florín,  y  fue  la  mayor  láftima,  pues  llevaba 
Quiñones  cofas  admirables,  es  a  faber:  muchas  Piedras  fina?,  en  particular  una  Es- 
meralda como  la  palma  de  la  Mano,  quadrada,  y  que  remataba  en  punta  de  Pyiá- 
mide;  una  Vaxilla  de  Oro,  y  Plata  en  Tazas,  Jarros,  Efcudillas,  PÍatos,  Ollas,  y 
otras  Piezas,  vaciadas  unas  como  AveSj  otras  como  Peces,  otras  como  Animales, 
otras  como  Frutas,  y  Flores,  y  muy  á  el  vivo:  muchas  Manillas,  Zarzillos,  Sortijas, 
Bezotes,  ó  Arillos,  que  los  indios  trahían  pendientes  de  el  Labio  inferior,  derivado 
Je  el  término  Bezo,  y  Joyas  de  Hombres,  y  Mugeres;  algunos  ídolos, y  Cerbatanas  de 
Oro,  y  Piara,  todo  lo  qual  valía  mas  de  ciento,  y  cincueuta  mil  Ducados:  á  demás 
de  efto  llevaban  muchas  inafcaras  Mofaycas  de  Piedras  finas  pequeñas  con  las  ore- 
jas de  Oro,  los  Colmillos  de  HuetTo:  muchas  Ropas  de  Sacerdotes  Gentiles,  Fron- 
tales, Palias,  y  otros  Ornamentos  de  Templo  texidos  de  Plumas,  Algodón,  y  pe- 
los de  Conejo:  Hueílos  de  Gigantes,  que  fe  hallaron  en  Culbuacan,  y  fe  han  vif- 
to,  y  h.illado  otros  muchos  en  la  Diocefís  de  Puebla,  lo  que  parece  prueba,  que 
es  cierto,  que  los  Tlaxcaltecas  mataron  Hombres  Gigantes,  y  no  aquieta  entera- 
mente la  razón,  de  que  con  el  Suco  de  la  Tierra  crecen,  pues  es  falto  en  Culhua- 
can,  donde  les  halló  Cortés.  Me  hago  cargo  de  lo  que  dice  el  Reverendísimo 
Feyjoo,  pero  el  hecho  es  cierto,  é  innegable,  y  muy  verofimil,  que  aun  defpues 
Je  el  Diluvio  Univeifal  quedaran  Hombres  de  Eftatura  disforme,  y  gigantea,  y  cu 
los  Mecos  fe  ven  hoy  algunos  Hombres,  que  como  Saúl  exceden  a  los  Mexicanos 
de  el  hombro  arriba;  yo  los  hé  vifto  muy  altos,  y  también  tengo  en  mi  Librería 
Hílelos  de  tal  tamaño,  que  á  no  haberlos  formado  afsí  la  Naturaleza,  es  precito 
conl'efar,  que  eran  de  proprios  Gigantes;  mas  efta  difputa  fe  referva  á  los  Erudicoi, 
que  rndá  uno  va  por  fu  íado:  Tambiei'  embió  Cortés  tres  Tigres,  y  habicudofa 
folradii  uno  en  la  Nao,  mató  dos  Perfonas,  hirió  a  otras,  y  laltó  a  la  Mar:  aun  vi- 
vían los  Padres  de  Cortés,  porque  Juan  de  Ribera  fu  Secretario  les  llevaba  también 
quatro  mil  Ducados. 


§m¡    t  CARTA  DE  RÉEACÍOÑ 

que  acá  nos  pareciere,  que  convienen,  y  que  á  eftas  Te 
les  dé  de  los  Diezmos  para  hacer  fus  Calas,  y  foftener 
fus  vidas,  y  lo  demás  que  reliare  de  ellos,  fea  para  las 
Iglefías,  y  Ornamentos  de  los  Pueblos,  donde  eftubieren 
los  Efpañoles,  y  para  Clérigos,  que  las  firvari;  y  que  ef- 
tos  Diezmos  los  cobren  los  Oficiales  de  Vueftra  Magef- 
tad,  y  tengan  cuenta,  y  razón  de  ellos ,  y  provean  de 
ellos  á  los  dichos  Monaftetios,  y  Igleíias,  que  bailará  pa- 
ra todo,  y  aun  fobrá  harto,  de  que  Vueílja  Mageílad  fe 
puede  fervir.  Y  que  Vueftra  Alteza  íuplíque  á  fu  Santi- 
dad, conceda  á  Vueftra  Mageftad  los  Diezmos  de  eftas 
partes,  para  cfte  efeclo;  haciéndole  entender  el  Servicio, 
que  á  Dios  Nueftro  Señor  fe  hace,  en  que  efta  Gente  (e 
convierta,  y  que  efto  no  fe  podría  hacer,  fino  por  efta 
via;  porque  habiendo  Obifpos,  y  otros  Prelados,  no  de- 
*  jarían  de  íegnir  1j  coftnmbre,  que  por  nueftros  pecados 
hoy  tienen,  en  diíponer  de  los  bienes  de  la  Igleíia,  que 
es  gaftatlos  en  pompas,  y  en  otros  vicios:  en  dejar  Ma- 
yorazgos á  fus  Hijos,  ó  Parientes;  (i)  y  aun  feria  otro 
mayor  mal,  que  como  los  Naturales  de  eftas  partes  te- 
nían en  fus  tiempos  Períorias  Religiofas,  que  entendían 
en  fus  Ritos,  y  Ceremonias,  y  ellos  eran  tan  recogidos, 
afsí  en  honeftidad,  como  en  caftidad,  que  íi  alguna  co- 
fa, fuera  de  efto,  á  alguno  fe  le  fentía,  era  punido  con 
pena  de  muerte.  E  fi  agora  vienen  las  cofas  de  la  Igleíia, 
y  fervicio  de  Dios,  en  poder  de  Canónigos,  ó  orras  Dig- 
nidades} y  fupieílen,  que  aquellos  eran  Miniílros  de  Dios, 

y 


(i)  Efto  ya  eftá  remediado,  porque  fon  inteíhbles  los  Obifpos,  y  por  lo  que 
exprefa  Cortés,  fe  conoce,  que  en  Efpaía  entonces  florecía  poca  difeiplina  Edcliáf- 
tica  en  las  Iglefías  Catliedrales,  y  creo  tenía  en  gran  parte  razón  fegun  los  exem- 
plares,  que  le  léfieren  de  aquel  tiempo,  falta  de  relidencia  de  Obilpos,  y  Canóni- 
gos, barbarie,  y  excelos,  pero  no  tardó  en  entrar  el  ligio  de  Oro  de  el  Concilio 
de  Trento,  en  que  los  Obifpos  de  Efpaña  fe  diltinguieron  en  Virtud,  y  Letras, 
por  lo  dicho  ninguno  fe  queje  ahora  de  que  eftá  malo  el  N4undo,  porque  fin  du- 
da tiene  otro  fcmbl.ince  mejor  la  difeiplina  Ecleíiáílica,  y  Regular;  y  el  tener  los 
Obifpos,  y  Eclefíáfticos  Hijos,  y  dejarles  Mayorazgos  yá  es  la  cofa  mas  efcand.ilo- 
fa,  y  caftigada:  el  mal  exeinplo,  y  libertad  de  aquel  Siglo  en  todos  Eftados  moti- 
vó el  eftrechar  las  Leyes  para  hacer  odiofos,  y  privar  de  Herencias  á  los  Hijos 
tiaturales. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES,  jj  o  $ 

y  los  vierten  ufar  de  los  vicios,  y  profanidades,  que  ago-» 
ra  en  nueftros  tiempos  en  cflbs  Reynos  ufan,  feria  me- 
nofprcciar  nueítra  Fe,  y  tenería  por  cofa  de  burla:  y  feria; 
á  tan  gran  daño,  que  no  creo  aprovecharía  ninguna  otra, 
predicación,  que  fe  les  hicicííe;  y  pues  que  tanto  eo  efto 
va,  y  la  principal  intención  de  Vueftra  Mageftad  es,  y  de- 
be fer,  que  eftas  Gentes  fe  conviertan,  y  los  que  acá  en 
fu  Real  nombre  refidimos  la  debemos  feguir,  y  coma 
Chriftianos  tener  de  ellos  efpectal  cuidado,  (1)  hé  querido 
en  efto  avifar  á  Vueftra  Gefárea  Mageftad,  y  decir  en  ello, 
mi  parecer;  el  qual  fuplico  á  Vueftra  Alteza,  reciba  como 
de  perfona  fúbdita,  y  Vafallo  fuyo,  que  afst  como  con  las 
fuerzas  corporales  trabajo,  y  trabajaré,  que  los  Reynos, 
y  Señoríos  de  Vueftra  Mageftad,  por  eftas  Partes  fe  en-» 
fanchen,  y  fu  Real  fama,  y  gran  Poder,  entre  eftas  Gen," 
tes  fe  publique,  que  3Ís!  defeo,  y  trabajaré  con  el  ánima, 
paraque  Vucftra  Alteza  en  ellas  mande  fembrar  nueílra; 
Santa  Fe,  porque  por  ello  merezca  la  Bienaventuranza  de 
Ja  vida  perpetua;  y  porque  para  hacer  Ordenes,  y  bendecir 
Igleíias,  y  Ornamentos,  y  Oleo,  y  Crifma,  (¿)  y  otras  co- 
fas, no  habiendo  Obifpos,  feria  dirtcultofo  ir  á  bufear  el 
remedio  de  ellas  á  otras  partes:  afsímifmo  Vueftra  Magef- 
tad  debe  fupiicar  á  fu  Santidad,  qué  conceda  fu  poder,  y 
fean  fus  Subdelegados  en  eftas  Partes  las  dos  Perfonas 
Principales  de  Religiofos,  que  á  eftas  Partes  vinieren,  uno 
de  la  Orden  de  San  Francifco,  y  otro  de  la  Orden  de  Santo 

Do* 

HHHHH 


(O  Parece  Cortés  un  Misionero  Apoftóiico  ,  mas  que  un  Militar,  y  me 
afombra,  y  admira  ficmpre  lu  Zelo  en  el  mayor  fervicio  Je  Dios  ,  y  de  t! 
Rey- 

(1)  Aisí  lo  hizo  el  Sr.  Carlos  I.  como  pedía  Corte's:  y  el  Papa  concedió  á  el  Pacjre 
Motolinía  ficultaJ  de  Confirmar,  pero  no  de  coníagr.u  Óleos,  porque  es  proprio  de 
los  Obifpos,  y  en  creer  que  or.ru  podía,  le  lleva  Cortes  de  alguna  opinión  menos 
feguida,  y  no  praíticada. 


04  CARTA  DÉ  RÉtACiOÑ 

éomíngo;  (I)  los  quales  rengan  los  mas  largos  Poderes, 
que  Vueftra  Mageftad  pudiere;  porque  por  fcr  eftas  Tiet- 
ras  tan  apartadas  de  la  Iglefia  Romana,  y  los  Criftianos, 
que  en  ellas  refidimos,  y  reíidieten,  tan  lejos  de  los  re- 
medios de  nueftras  conciencias,  y  como  humanos  tan 
fujctos  á  pecado,  hay  neceíidad,  que  en  eíto  fu  Santi- 
dad con  nofotros  fe  eftiendá ,  en  dar  á  eftas  perfonas 
muy  largos  Poderes;  y  los  tales  Poderes  fücedan  en  las 
perfonas,  que  íiempre  refidan  en  eftas  partes ,  que  fea 
en  el  General,  que  fuere  en  eftas  Tierras ,  ó  en  el  Pro-? 
vincial  de  cada  una  de  eftas  Ordenes. 

Los  Diezmos  de  eftas  partes  fe  han  arrendado4 
de  algunas  Villas ;  y  de  las  otras  andan  en  pregón ,  y 
árriendafe  defde  el  año  de  veinte,  y  tres  á  eíía  parte ; 
porqué  de  los  demás  no  me  pareció,  cfue  fe  debía  hacera 
porque  ellos  en  si  fueron  pocos;  y  porque  en  aquel  tiem- 
po los  que  algunas  Crianzas  tenían,  como  era  en  tt'em^ 
po  de  Guerras,  gallaban  más  en  foftenerlo,  que  el  pro- 
vecho, que  de  ello  hablan,  fi  otra  cofa  Vueílra  Mageftad 
embiare  á  mandar,  hacer  fe  ha,  lo  que  mas  fuere  fu  fér- 
vido. 

Los  Diezmos  de  efta  Ciudad  del  dicho  año  de  yeírn" 
te,  y  tres,  y  de  efte  de  veinte,  y  qüatro,  fe  remataron 
en  cinco  mil,  y  quinientos,  y  cincuenta  pefos  de  Oro, 
y  los  de  las*  Villas  de  Medellin,  y  la  Vera-Cruz,  andan 
en  precio  de  mil  pefos  de  oro,  por  los  dichos  años  no 
tiran  rematadas,  creo  fabirán  ma$.  Los  de  las  oirás  Vi-'' 
lias  no  hé  fabido  fi  eftan  puertos  en  precio;  porque  co- 
mo eftan  lejos,  no  hé  habido  rcfpuefta.  De  eftos  dine- 
ros fe  gaftarán  para  hacer. las  Iglefias,  (2.)  y  pagar  los 

Cu- 


•(  11  •''  1 


(1)  Afsí  lo  hizo  el  Sr,  Carlos  I.  emulando  Religiofos  de  San  Francifco,  cuya 
piincipnl  Cabera  fue  el.  V.  Fr.  Mártir)  de  Valencia,  y  defpues  Religiofos  Domí- 
n(0. "5,  cuya  principal  Cabeza,  y  Fu.Q'I.hIoi-  de  la  Provincia  fué'eF  V.  Becanzos,  que 
liixo  el  primer  Convento,  ó  Dottrina  en  Tcpethlaxtoc  cerca  de  Tetzcucp. 

(l)  ..Afsí  fe.hizo,  y  da  tiempo  de  Cort¿s  fe  mantienen  unas  Fábticas  de  mara- 
viHola'  EftfuCtura,  como  fon  las  de  Tepcztlilan,  Ayacapiffhli,  Tula,  MeíUtMam, 
M'olangiv  Guernabaca,  Oculiiun,  y  otras  partes,  y  las  pinturas  iba  de  iniignes 
Mjt3rr3s.  • 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  tfj 

Curss,  y  5acri(lane$,  y  Ornamentos,  y  otros  galios  que 
fueren  menefter  para  las  dichas  Iglefias:  y  de  todo  tea- 
drá  cuenta  el  Contador,  y  Teíbrero  de  Vueftra  Mageítad, 
porque  todo  fe  entregará  al  dicho  Teforero  :    y  lo  que 
íe  gaíláre,  ferá  por  Libramiento  del  Contador,  y  mío.     XXtIL  Se  pro 
Afsírv.ifrr.o  (muy  Católico  Señor)  hé  íido  infot-  £2$/**"* 
mado  de  los  Navios,  que  ahora  harí  venido  délas  Islas,  0t,as  cofa  pa» 
que  los  jueces,  y  Oficiales  de  Vueftra  Mageftad,  que  en  la  ta multiplicar. 
Isla  Efpaüola  reíiden,  han  proveído,  y  mandado  aprego-  provincias  de 
nar  en  la  dicha  Isla,  y  en  todas  las  otras,  que  no  íaquen  Cortés  »  Para 
Yeguas,  (i)  ni  otras  cofas,  que  puedan  multiplicar  para  ^/^¿S 

él-  de    la    Tierra 
HHHHH*  perpetúamete. 


.'.  i  ■« 


.  (i)     Vinieron  Yeguas  de  Ins  Islas,  y  de  Eípaña;  y  la  Cría  dé  Caballos  es  abun- 
dantífsimí,  en  eñe  Reyno,  muy  ligeros,  y  de  buena  talla. 

De  las  demás  efj'ecies  de  Anímales,  conocidos  en  Europa, .  como  Leones, 
Tigres,  Ofos,  Gatos,  Víboras  de  calcabel  por  «1  ruido  que  meten,' Alacranes,  &C 
hay  en  efta  Nueva-Elpaña  con  abundancia,  y  eftos  últimos  fon  muy  venenólos  eri- 
Tierra-caliente;  pero  hav  algunos  particulares,  y  ratos,  como  los  Caftores,  que 
fe  hallan  en  el  Golfo  de  Californias,  á  la  defembocadüra  det  Rio  Colorado,  mas  no. 
tienen  la  cola  tan  ancha,  ni  larga  como  en  otras  parres. 

■Los  Cíbolos,  que  fon  una  efpceie  de  Bueyes  pequeños,  manfos,  y  bailante  feos: 
tienen  el  Lomo  levantado  á  el  .¡nodo  de  los  Camellos,  y  el  pelo,  ó  lana  es  fina. 

Atmadillos  es  una  cfpecie  de  Tortugas  chicas:  eftán  cubiertos  Cñ  todo  el  cuer- 
po, y  cola  con  unas  Conchas,  que  abren,  y  cierran  como  quieren:  tienen  las  uñas 
largas,  y  corren  b.ifrantc. 

Tlacoichi  :  es  de  el  tamaño,  y  color  de  Zorra  algo  mas  pardo:  «nda  minando 
debajo  la  ricrr.a;  y  n'.u'aa  fus  hijuelos  de  una  á  otra  parte,  llevando  á  unos  encima 
del  Lomo,  y-á  otros  metidos  en  una  efpecie  dé  bolfa,  que  Forma  con  una  membran* 
en  las  ingles. 

Zotrillo:   propriamente  es  un  Zorro  pequeño  manchado,  que  defpide  un  ayre  tari 
fétido,  que  fe  percibe,  y  ñiolefta  el  olfíto  á  grande    diftancia,  y  en  ello  coníiííe  ftf - 
natural   defenfa, 

Culebras  Saetillas,  fe  arrojan  dcfdc  los  Árboles  contra  los  Caminante*,  y  fon 
muy  venenofas. 

Tarántulas:  fon  unas  Arañas  nrardés  peludas,  y  tan  venenofas,  que  en  pifando- 
las  una.Beília,  lueg^  fe  le  cas  el   caía-i. 

fJignas:  fon  unos  infectos  menudísimos,  que  fe  meten  entre  cuero,  y  carne,  y  allí  . 
h.-scen  una  bolina,  donde  cria'u:  eaül'an  Cierres  dotares,  y  es  precifo  faéar  con  un  Al- 
filer toda  la  belfa*  para  que  no  fe  muhipliquen.ni  quede  alguno  dentro,  pues  íí  fe  lea 
deja,  comal  teda  aquella  pane,  como  li  fuera  cáncer. 

Xuciernaqfl5:fon  imcs  Mol-iiriíos,  Ejfle  défpiden  luz  falo  quando'  vuelan,  por  te* 
rerla 'debajo  de  las  alas:  eftos  fon,  los  que  fegun  Solis  engañaron  á  la  geute  de  Nar- 
tac/,  quando  venía  contra  Cortes,  penfando  que  citas  bees  eran  mechas  encendida^ 
de  Arcabuces. 


3  9  6  CARTA  DE  RELACIÓN 

tila  Nueva-Efpaña,  (o  pena  de  muerte;  y  hanlo  hecho,  á 
fin,  que  fiernpre  tengamos  necefidad  de  comprarles  fus 
Ganados,  y  Beftías,  y  ellos  nos  los  vendan  por  exceíibos 
precios,  y  no  lo  debieran  hacer  afsí,  por  eftar  notorio  del 
mucho  defervicio,  que  á  Vueftra  Mageftad  fe  hace,  en  ef- 
cufar  que  efta  Tierra  fe  pueble,  y  fe  pacifique,  pues  faben 
quanra  necefidad  hay  de  efto ,  que  ellos  defienden  para 
foftener  lo  ganado,  y  ganar  lo  que  mas  hay,  como  por 
las  buenas  obras,  y  mucho  noblecimiento,  que  aquellas 
Lias  de  efta  Nueva-Efpaña  han  recibido:  y  porque  en  la 
verdad,  ellos  allá  tienen  poca  necefidad  de  lo  que  defien- 
den: Suplico  á  Vueftra  Mageftad  lo  mande  proveer,  em- 
biando  á  aquellas  Islas  fu  Provifion  Real,  para  que  todas 
las  perfonas,  que  lo  quificren  (acar,  lo  puedan  hacer,  fin 
pena  alguna,  y  á  ellos  que  no  lo  defiendan;  porque  demás 
de  no  les  hacer  á  ellos  falta,  Vueftra  Mageftad  feria  de  ello 
muy  defervido,  porque  no  podríamos  acá  hacer  nada,  en 
conquiftar  cofa  de  nuevo,  ni  aun  foftener  lo  conquiftado:  y 
yo  me  hubiera  pagado  bien  de  efto,  de  manera,  que  ellos 
holgaran  de  reponer  fus  Mandamientos,  y  Pregones;  por- 
que con  dar  yo  otro,  para  que  ninguna  cofa,que  de  aque- 
llas Islas  fe  trajeffe,  fe  defcargaífe  en  efta  Tierra,  fino  fuefíc 
las  que  ellos  defienden,  ellos  holgarían  de  dejar  traher  lo 
uno,  porque  fe  les  rccibieífe  lo  otro;  pues  no  tienen  otro 
remedio  para  tener  algo ,  fino  la  contratación  de  efta 
Tierra,  que  antes  que  la  tubieífen,  no  había  entre  todos 
los  Vecinos  de  las  Islas  mil  pefos  de  Oro,  y  ahora  tienen 
mas  que  en  algún  tiempo  tubieron:  mas  por  no  dar  lugar 
¿que  tos  que  han  querido  mal  decir,  puedan  eftender  fus 
lenguas,  lo  hé  difimulado,  hjfta  lo  manifeftar  á  Vueftra 
Mageftad^para  que  Vueftra  Alteza  lo  mande  proveer,  co- 
mo convenga  á  fu  Real  férvido. 

También  hé  hecho  faber  á  Vueftra  Cefárea  Ma- 
geftad, la  necefidad,  que  hay,  que  á  efta  Tierra  fe  trai- 
gan Plantas  de  todas  fuertes,  y  por  el  aparejo,  que  en 
efta  Tierra  hay  de  todo  genero  de  Agricultura:  y  por- 
que hafta  ahora  nkguna  cofa  fe  ha  proveído,  torno  á 

fu- 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  39f 

fupücár  á  Vueftra  Mageftad  ,  porque  de  ello  ferá  muy 
férvido,  mande  embiar  fu  Proviíioo  á  la  Cafa  de  la  Con- 
tratación de  Sevilla,  paraque  cada  Navio  traiga  cierra 
cantidad  de  Plantas,  (i)  y  que  no  pueda  faiii-  fi.n  ellas, 
porque  ferá  mucha  caufa  para  la  Población,  y  pe¡petua- 
cion  de  ella. 

Como  á  mi  convenga  bufear  toda  la  buena  or- 
den, que  fea  poíible,  paraque  eftas  Tierras  fe  pueblen,  y 
los  Efpañoles  Pobladores,  y    los  Naturales  de    ellas  íe 
conferven,  y  perpetúen,  y  nueftra  Santa  Fé  en  todo  fe 
arraigue,  pues  Vueftra  Mageftad  me  hizo  merced  de  me 
dar  cuydado,  y  Dios  Nueftro  Señor  fue  férvido,  de  me 
hacer  medio,  por  donde  vinieííe  en    fu  conocimiento,  y 
debajo  del  Imperial  yugo  de  Vueftra  Alteza,  hice  cierta^ 
Ordenanzas,  y  las  mandé  pregonar;  y  porque  de  ellas  em- 
bio  copia  á  Vueftra  Mageftad,  no  terne  que  decir,  fino 
que  á  todo  lo  que  acá  yo  hé  podido  fentir,  es  cofa  muy 
conveniente,  que  las  dichas  Ordenanzas  fe  cumplan.  De 
algunas  de  ellas  los  Efpañoles,  que  en  eftas  partes  reíí- 
den,  no  cftan  muy  fatisfechos,  en  efpecial  de  aquellas, 
que  los  obligan  á  arraigarfe  en  la  Tierra,  porque  todos, 
ó  los  mas ,  tienen    peniamicntos    de  fe  haber   con  eftas 
Tierras,  como  fe  han  habido  con  las  Islas,  que  antes  fe 
poblaron,  que  es  esquilmarlas,  y  deftruirlas,  y  defpues 
dejarlas:  y  porque  me  parece,  que  feria  muy    gran  cul- 
pa á  los  que  de  lo  pafado  tenemos  experiencia,  no  re- 
mediar lo  prefente,  y  por  venir,  proveyendo  en  aquellas 
cofas,  por  donde  nos  es  notorio  haberfe  perdido  las  di- 
chas Islas,  mayormente  fiendo  efta  Tierra,  como  yo  mu- 
chas vezes  á  Vueftra  Mageftad  hé  efciito,  de  tanta  Gran- 

IIIII  deza, 


( i  )  Me  parece  que  rara  Planta  de  Europa  falta  en  el  Reyno,  unas  prueban 
mejor,  que  otras,  íolo  falta  induftria,  y  gana  de  trabajar:  pues  hay  Tierras  Calien- 
tes, como  fon  todas  lis  cercanas  á  las  Cofias  de  el  Mar  de  el  Sur,  y  de  el  Océa- 
no, otras  templadas,  como  México,  y  Puebla,  y  otras  muy  frias,  como  fon  las  que 
eftan  cerca  de  los  Volcanes  de  México,  Orizaba,  Toluca,  y  las  Sierras,  y  fe<nm, 
efta  variedad  tap  notable  de  temperamentos,  prueban  las  Plantas,, 


m  CARTA  DE  RELACIÓN 

deza,  y  Nobleza,  (i)  y  donde  tanto  Dios  Nueftro  Señor 

pue- 

(l)'  Mudio  fe  ha  cfcrico,  y  doíh'fsimamente  fobre  las  caufas  de  la  Defpoblacion 
dt  nueftra  Efpaña, y  fcr  una  de  las  principales  la  Población  de  India»:  el  heclio  es  cier- 
to, é  innegable,  porque  tantos  millones  de  Criollos,  que  llaman  Elpanoles,  como  hay 
en  las  dos  Ameritas,  y  en  todas  las  Islas,  deítienden  de  Elpanoles  rancios,  á  los  que 
fe  agrega  el  número  tan  crecido  de  Gachupines,  ó  Europeos  c»mo  hay  a  el  pre- 
fente,  y  con  todo  efto,  para  fofegar  los  efcrúpulos  de  algunos  curiofos  pongo  las 
ííguientes  reflexiones:  Un  Rey,  que  tiene  vaftos  Dominios,  debe  cuydar,  de  que 
todos  eften  poblados,  pues  todos  fon  fus  Vafallos,  y  todos  le  contribuyen,  conque 
contando  los  Vafallos,  que  nueftro  Rey  tiene  en  la  Vieja  Efpaña,  en  las  dos  Amé- 
i  ricas,  y  en  tantas  lilas,  tiene    mas  Pobladores,  mas  Vafallos,  mas    Ciudades,   nía» 

Tributos,  mas  Riqueza,  mas  Poder,  mayor  feguridad,  aunque  por  calualidad  fea 
jnenor  la  Población  de  algunas  Ciudades  de  Caftilla,  que  en  camparacion  de  les 
demás  Dominios  es  una  mínima   parte. 

El  Dinero  en  Efpaña  andaba  antes  muy  efeafo,  y  eon  los  que  vienen  á  Indias, 
fe  focorren  muchas  Familias  de  allá,  y  lo  que  mas  es,  hay  para  los  gallos  de  Guerra. 
Quanto  mas  pobladas  de  Gente  eflen  las  Américas,  tendrá  nueftro  Rey  mas 
Tropa  de  los  nacidos  en  ellas,  y  aun  para  embiar  á  Efpaña,  y  focorrer  á  otras 
Islas,  pafarán  mas  Pobladores  á  Efpaña  con  tráfico,  con  Haziendas,  y  con  Fami- 
lias, y  poco  á  poco  le  irá  reemplazando  la  falta  de  Gente,  que  á  el  principio  de 
la  Conquifta  fe  experimentó.  . 

Últimamente  todas  las  Naciones  Cultas  tienen  anlía  de  pofeer  mas,  y  mas  en 
las  Américas,  y  fe  delpueblan  aun  mas,  que  nofotros,  con  que  el  partido  es  igual, 
la  califa  es  indilpenfable;  la  utilidad  notoria,  la  defenfa  de  eftns  Provincias  preci- 
fn,  la  variedad  de  el  Mundo  natural  á  nueftra  condición,  y  las  razones  de  Eftado 
idénticas,  porque  en  el  inflame,  en  que  un  Soberano  permitiera  otro  en  la  Améri- 
ca, correu'an  igual  rlefgo  todas  ¡as  Provincias:  efto  fupuqíto,  el  mandar  que  tocios 
los  Efp.iñoles  ricos  en  las  Indias  fe  volvieflen  con  fus  Hijos  Criollos  á  Efpaña,  era 
Impracticable,  duro,  y  de  gran  perjuicio  para  los  Intcreííes  Reales,  y  de  particu- 
lares, el  obligar  á  todos  los  lifpáñoles  á  guardar  Caftid.id  en  las  Américas, moralmentc 
impoíible,  conque  fe  pueden  inrerpretar  muy  bien  las  razones  de  los  Eruditos,  que 
vieron  la  defpoblacion  de  Efp.iñi  en  los  principios,  que  dudaron  de  l.is  riq'.rezas., 
que  no  vieron  eft.is  Provincias  Americanas,  que  no  trataron  á  los  Indios,  y  final- 
mente la  propagación  de  lá  Fe,  y  la  Extirpación  de  el  Gentilifmo  Con  fuertes 
fundamentos,  para  no  llorar  tanto  h  falta  de  algunos  ramillas  sn  Elpaña,  á  la  que 
circulando  la  Población  por  el   Mundo,  irán  volviendo. infenfiblemcnre. 

•  Yo  no  vine  á  efta  Mueva  Efpaña  para  volver  á  mi  anriguo  Reyno,  13 i  para 
embi.ir  riquezas,  tino  pira  vivir  en  trabajos,  y  fatigas  de  mi  Paftoraí  Minifterio; 
confervo  el  amor  á  mi  Patria,  y-  no  quiero  deslucir  la  Vieja  Efpaña  en  cofa  al- 
guna, y  con- iodo  dijo  con  verdad  Hernán  Cortés,  que  México,  y  otras  Provincias 
de  la  América,  tienen  difpoficion  para  fer  de  las  mejores  de  el  Mundo  en  Grande- 
za, Nobleza,  y  Riqueza,  lin  que  me  mueva  á  decir  efto  la  adulación  á  los  Na- 
turales de  cite  País,  fino  únicamente  el  conocimiento  de  la  verdad;  el  amor  á  to- 
aos los  Elpanoles  de  eftos  Paites,  á  los  Indios  por  mi  Oficio,  y  Derechos  Divino, 
Natural,  y  Eclefiáftico,  y  la  experiencia  de  que  la  Tierra  es  fecunda,  agradecida 
A.  el  cultivo,  y  benéfica  en  mas  abundantes  Cofcchas,  que  en  nueftra  Eípiña.  No 
por  efto  faltan  inc.ommodidades,  y  mayores  que  en  la  Europa,  pori¡ue  las  Peftes 
fon  mas  freqüentes,  los  Calores,  é  intemperie  hacia  las  Cofhs  de  el  Mar,  fea  Nor- 
te, ó  Sur,  inlufribles,  y  aun  calí  inhabitables  algunas,  de  modo,  que  el  que  viene 
í  Nueva  Efpaña,  puede  efperar  lea  fu  lepulcro  no  folo  el  Mar,  fino  también  los 
Puertos:  Tenga  prefeute  la  Muerte,  y  la  Eternidad  para  no  cebarte  con  la  Codicia, 
cjue  las  Riquezas  fe  defparcccn,  y  lo  que  queda  íiempre  es  la  Jufticia,  las  Viítu- 
es,y  la  buena  fama. 


DE  D.  FERNANDO  CORTES.  "39?; 

puede  Cbr  fcr.vido,  y  las  Reales  Rentas  de  Vueftra  Ma- 
geíhd  acrecentadas:  Suplico  á  Vueftra  Mageftad  las  man- 
de mirsr,y  de  aquel!o,que  mas  Vueftra  Alteza  fuere  férvido, 
me  cmbie  á  mandar  la  orden,  que  debo  tener,  afsí  en 
el  cumplimiento  de  eftas  dichas  Ordenanzas,  como  en  las 
que  mas  Vueftra  Mageftad  fuere  férvido,  que  fe  guar- 
den, y  cumplan;  y  ílempre  temé  cuydado  de  añadir,  lo 
que  mas  me  pareciere,  que  conviene,  porque  como  poc 
la  grandeza,  y  diverfidad  de  las  Tierras,  que  cada  día 
fe  defeubren,  y  por  muchos  fecretos,  que  cada  día  de  lo 
defeubierto  conocemos ,  hay  necefidad ,  que  á  nuevos 
acontecimientos  haya  nuevos  pareceres,  y  confejes;  y  fi  en 
algunos  délos  que  hé  dicho,  ó  de  aquí  adelante  dijere  á 
Vueftra  Mageftad,  le  pareciere,  que  contradigo  algunos 
de  los  pafados,  crea  Vueftra  Excelencia,  que  nuevo  cafo 
me  hace  dar  nuevo  parecer. 

Inviclífsimo  Cefar,  Dios  Nueftro  Señor  la  Impe- 
rial Pcrfona  de  Vueftra  Mageftad  guarde,  y  con  acre-i 
centamienro  de  muy  mayores  Reynos,  y  Señoríos,  por; 
muy  largos  tiempos  en  fu  fanto  fervicio  profpere,  y  corn 
ferve,  con  todo  lo  demás,  que  por  Vueftra  Alteza  fe  de* 
fea.  De  la  gran  Ciudad  de  Temixtítan  de  efta  Nueva- 
Efpaña,  quince  días  del  mes  de  O&ubrc  de  mil  quinierj-j 
tos,  y  veinte,  y  quatro  años,  (r) 

De  Vueftra  Sacra  Mageftad  muy  humilde  SieN 
vo,  y  Vafallo,  que  los  Reales  Pies,  y  Manos  de  Vuefi 
tra  Mageftad  befa. 


Hernando  Cortes. 

IIIIU  Con- 


(1)  El  año  de  iyn  fue  la  Conquifta,  y  ú  tres  años  de  hecha,  ya  habla  Cortés  en 
«f:a 'Carta,  como  (I  hubieran  pafado  cincuenta  de  buen  Gobierno:  venerare'  lienipre 
■íi  Cortés,  y  befo  fu  firma,  como  de  un  Héroe  Político,  Militar,  y  Cliriftiano  fin 
ejemplo  per  fu  término;  de  un  Vafallo,  que  fufrió  los  golpes  de  la  Fortuna  con 
la  mayor  Fottaleza,  y  Conílancia,  y  de  un  Hombre,  á  quien  tenía  Dios  deflinad* 
para  poner  en  manos  de  el  Rey  Católico  otro  nuevo,  y  mas  grande  Mundo, 


¿LOO 

COncluyo  mi  trabajo,  apropriando  las  palabras  de  el  Sa- 
bio Maeftro  Fray  Luis  de  León,  efcribiendo  á  unas  Reli- 
giofas  Carmelitas,  tocante  á  la  Vida  de  Santa  Terefa:  Yo 
no  conocí,  ni  vi  áel  Héroe  Hernán  Cortés,  pero  le  conozco, 
y  veo  todos  los  días  en  fus  Cartas,  no  le  traté,  pero  en  efta  Capi-. 
tal  de  México  en  las  Calles,  y  Plazas,  fe  me  reprefeata  á  todas 
horas  con  la  Efpada  en  la  mano,  unas  vezes  alentando  á  fus  Sol- 
dados, otras  cortando  Azequias,  otras  pafandolas  á  nado,  y  fal»' 
vando  á  otros:  en  las  Tglefias,  que  edificó,  admiro  fu  Piedad,  y, 
Magnificencia;  en  fus  Relaciones  veo  un  Eftremeño  el  mas  verí- 
dico, el  mas  conftante,  valcrofo,  y  Religioío,  que  parece  k  había 
Dios  deftinado  para  fuñir  todas  las  íncomenodidades  de  la 
América,  como  en  fu  Gloriofo  Payfano  San  Pedro  Alcántara 
formó  la  Divina  Providencia  un  Hombre,  que  parecía  hecho  de 
raizes  de  Arboles  para  alfombro  de  la  Penitencia. 

Gloriefe  la  Eftremadura  de  tener  un  Alumno  de  tan  ele- 
vado mérito,  que  fu  Hiftoria,  y  Conquifta  ha  (ido  ttaducida  con 
emulación  por  todas  las  Naciones  Europeas:  gloriefe  mi  amada 
Diocefis  de  Placencia,  por  tener  en  fu  coroprehenfion  á  la  Villa 
de  Medellin,Efclatecida  Patria  de  Cortés,  porcaya  Cuna  mere- 
cía, el  que  altercafíen  fíete  Ciudades,  como  por  la  de  Homero: 
Un  Eftremeño  fin  fegundo,  es  el  que  dio  el  fer  á  efta  Capital 
de  México;  y  yo  me  glorío  de  haber  gobernado,  aunque  por 
corto  tiempo,  la  Diocefis  de  Placencia,  para  dav  mueítra  á  aque- 
lla mi  Sanca  Iglefia,  de  que  aprecio  á  fus  Naturales,  y  aunque 
tan  díftante,  tengo  fiempre  en  mi  prefencia  un   Diocefano  tan 
Iluftre  como  Cortés,  un  Soldado,  que  excedió  las  Reglas  de  el 
Arte  Militar;  un  Vaíallo  de  n.ueftro  Rey,  que  vivirá  eternamen- 
te en  los  Mármoles,  en  Láminas  de  Bronce,  y  fatigará  las  Pren- 
zas  la  alabanza  de  fus  Proezas. 

Labró  el  mifmo  fu  fortuna  í  fuerza  de  golpes  como  el 
Diamante:  en  fu  Vida,  ni  él  mifmo  llegó  á  conocer  el  valor  de 
la  Herencia,  que  dejaba  á  fu  Efclarecida  Familia,  mas  de  ho- 
nor, que  de  riquezas,  y  merecía  jufh'fsimamente,  que  en  el  Con- 
vento de  San  Francifco  el  Grande  de  efta  Ciudad,  donde  eftá 
fu  Retrato,  fe  le  eiigiefle  Eftatua  para  eterna  raemoiia. 

IN- 


ÍNDICE 

DE  TODO  LO  CONTENIDO 

en  efta  Obra. 


Vlage  de  Hernán  Cortés  defdc  la  Antigua  Vera- 
Cruz   á  México  ,  para  la  inteligencia  de  los 
Pueblos,  que  exprefa  en  fus  Cartas,  y  íe  ponen  en  el 

Mapa Pag- 1. 

Advertencias   para   la   inteligencia  de  las  Cartas  de 

Hernán  Cortés.  pag.  i. 

ídolos.  Ibid. 

Años  Mexicanos,  y  Días.  pag.  i. 

Artes,  y  Vellidos.  pag.  3. 

Pobladores  de  Nucva-Efpaña.  pag»4« 

Lengua,  ó  Idioma  Mexicano  llamado  Náhuatl.  pag.  j. 

República  de  las  quatro  Señorías  de  Tlaxcala.  pag.  7. 

Kalendarios  Mexicanos.  pag.  8. 

Papel,  en  que  eferibían.  Ibid-. 

Tributos  Regios.  pag.  9. 

Imperio  Mexicano.  3¡,  Ibid. 

Gobierno  político  de  Nueva- Efpaña,  y  Virreynato, 
que  comprehende  á  el  Arzobifpado  de  México, 
Diocefis  de  Puebla,  jOaxaca,  Provincia  de  Tabaf- 
co,  y  Mkhoacan,  y  también  las  de  Guadalaxara, 
y  Durango,  cuyo  diftrito  pertenece  á  la  Real  Au- 
diencia de  Guadalaxara.  pag.  11. 

Carta  de  Relación  embiada  á  fu  Sacra  Mageftad  de 
el  Emperador  nueftro  Señor,  por  el  Capitán  Ge- 
neral de  la  Nueva-Efpaña  ,  llamado  D.  Fernando 
Cortés ,  en  la  qual  hace  Relación  de  las  Tierras, 
y  Provincias  fin  cuento,  que  ha  defeubierto  nueva- 
mente en  el  Yucatán,  del  año  de  19.a  efta  par- 
te: y  ha  fometido  á  la  Real  Corona  de  íu  S.  M. 
En  cfpecial  hace  relación  de  una  grandífsima  Pro- 
vincia muy  rica  llamada  Culúa ;  en   la   qual  hay 

KKKKK  muy 


muy  grandes  Ciudades,  y  de  roaravHlofos  Edificios; 
y  de  grandes  Tratos,  y  Riquezas:  entre  las  quales 
hay  una  mas  maravillofa,  y  rica,  que  todas,  llamada 
Temixtitan,  que  cftá  por  maravillofa  arte  edifica- 
da fobrc  una  grande  Laguna:  de  la  qual  Ciudad* 
y  Provincia  es  Rey  un  grandífsimo  Señor  llama- 
do Muteczuma:  donde  le  acaecieron  al  Capitán, 
y  á  los  Efpañoles  efpantofas  cofas  de  oír:  cuen- 
ta largamente  del  grandífsimo  Señorío  del  dicho 
Muteczuma,  y  de  fus  ritos ,  y  ceremonias,  y  de 
como  fe  íirvc. 

I.  Que  en  Nueva-Efpaña  hay  eofas  muy  notables» 
De  la  Ciudad  de  la  Vera  Cruz,  y  íc  efcufa  Don 
Fernando  Cortés  de  no  poder  dar  al  Rey  Rela- 
ción por  menor  de  todas  las  cofas  que  halló. 

II.  De  el  Poderofo  Señor  Muteczuma :  Partida  de 
Cortés  á  Cempoala  :  Fidelidad  de  fus  Indios ,  y 
facrificios  de  Ñiños,  que  fe  hacían  en  ella:  Guar- 
nición puerta  en  la  Vera-Cruz,  y  orden  de  fabri- 
car la  Fortaleza.  Del  Levantamiento  intentado  con- 
tra Cortés,  y  fu  caftigo;  y  porque  hizo  facar  las 
Naves  á  la  Corta  Cortés. 

III.  Llegada  de  las  Naves  de  Francifco  de  Garay  á 
la  Corta,  no  queriendo  entrar  en  el  Puerto:  Los 
Menfajeros,  que  ernbiaron  á  Cortés,  y  fu  refpuef- 
ta,  ofertas,  que  les  hizo,  y  arte,  que  ufó  para  def- 
cubrir  fu  intención;  Vuelvenfe  las  Naves,  y  embía 
el  Cacique  Panuco  un  Embajador  con  uo  Regalo 
á  Cortés. 

IV.  De  la  Provincia  de  Sienchimalen,  y  fu  Puerto 
dificultofo  de  pafar:  Dan  fus  Indios  el  Baftimento 
necefario  de  orden  de  Muteczuma  á  Cortés,  y  pone 
nombre  de  Dios  á  otro  Monte:  y  llega  á  la  For- 
taleza de  Teixnacan. 

V.  Mueren  de  frió  algunos  Indios :  Hallan  los  Caf- 
tcllanos  en  la  cumbre  de  un  Puerto  una  Torre  pe- 
queña con  ídolos.  Del  Valle  de  Carrenay,  y  bue* 
na  fábrica  de  fus  Cafas.  Rehufa  un  Cacique  dar 
Oro  á  Corles. 


P*g-  37< 


pag.  38. 


pag.  3?. 


pag..4Ú 


pag- 4f 


r»g-  4$- 


VI.  Van  otros  Caciques  á  vifirar  á  Cortés,  y  Re- 
galos, que  |e  hicieron.  Roca  romísima  en  la  Pro- 
vincia de  Tcfr.altecal,  cuyos  Indios  eran  Enemi- 
gos de  Muccezuma  coa  quien  tenían  continua 
Guerra,  y  admirable  Muralla  fabricada  por  ellos. 
Confejo  que  dieron  á  Cortés  los  Cempoales :  y 
entra  con  los  Caftellanos  en  la  Provincia  de  Tef- 
caltccal.  pag.  47; 

Vil.  Batalla  entre  los  Tlaxcaltecas,  y  los  Caftellanos. 
Embían  los  Indios  Embajadores  á  Cortés ;  y  fu 
refpuefta.  Vuelven  en  gran  número  á  batalla  con 
los  Caftellanos.  Salen  de  el  Alojamiento,  y  com- 
baten con  ciento,  y  cincuenta   mil  Indios.  pag.  jo. 

VIII.  Dan  otra  vez  los  Efpañoles  fobre  los  Indios, 
y  embían  los  Señores,  Embajadores  de  Paz.  Cor- 
tés hace  cortar  las  manos  á  cincuenta  Efpías 
Indios  ,  y  prudencia,  que  ufó  antes  que  le  afal- 

taíTen,  desbaratándolos  antes  con   los  Caballos.        pag.  ji. 

IX.  Deja  tercera  vez  Cortés  el  Alojamiento,  dando 
en  los  Indios,  y  le  piden  paz.  Recelo  de  los  Ef- 
pañoles, y  como  los  alentó  Cortés.  pag.  54. 

X.  Llega  Xicotencatl  á  pedit  la  Paz  á  Cortés,  y  ref- 
puefta, que  le  dio,  y  de  como  era,  y  íiempre  ha- 
bía fido  libre  la  República  de  Tlaxcala  ,  y  Pro- 
vincias de  fu  contorno,  y   porque  no  ufaban  fus 

Indios  Sal,  ni  Algodón.  pag.  5  6. 

XI.  Ruegan  á  Cortés  los  Señores  de  Tlaxcala  entre 
en  fu  Ciudad,  y  lo  executa.  Su  Sitio,  Plaza  ma- 
ravillofa,  fu  Mercado,  y  abundancia  ,  y  como  fe 
gobernaba.  De  Magifcatzin,  y  modo  de  caffigar 
los  Ladrones  en  ella,  y  en  la  Provincia  de  Gua- 
zincango.  pag.  5S. 

XII.  De  los  Embajadores,  y  Rcgak),  que  Muteczuma 
erobió  á  Cortés,  y  del  placer,  que  tubo  de  la  dif- 

cordia  de  los  Mexicanos,  y  Tlaxcaltecas.  pag.  60. 

XIII.  Procuran  los  Embajadores  de  Muteczuma  per- 
fnadir  á  Cortés  vaya  á  Charultecal ,  y  le  tnani- 
íieftan  la  Traición  los  de  Tlaxcala.  Llegan  otros 
Embajadores  de  Mtifcczuma  á  Cortés^  y  cowo  los 

KKKÍCÍ£¿  fef- 


tefpoodió,  y  amenazas,  que  les  hizo,  y  como  vi- 
nieron á  verle,  llamados,  los  Señores  de  la  refe- 
rida Provincia.  pag.  6r. 

XIV.  Los  Tlaxcaltecas  procuran  difuadir  á  Cortés  el 
viage  por  Cholula,  y  en  efeóto  falen  con  él  cierj 
mil  Indios,  y  entra  con  feis  mil  en  Cholula,  y  ha- 
lla las  feñales,que  le  dijeron  los  de  Tlaxcala.  pag.  ój. 

XV.  Vuelvenfe  á  México  algunos  Embajadores  de 
Muceczuma;  y  defcubierta  la  Traición  de  Churul- 
tccal,  ó  Cholula  ,  fon  prefos  fus  Principales ,  y 
Cortés  fe  apodera  de  la  Ciudad.  Procuran  efcu- 
farle  los  Prifioneros,  y  proaieten  reducir  al  Pue- 
blo á  fus  Cafas;  y  fe  defcribe  la  Ciudad.  pag.  65. 

XVI.  Quéjafe  Cottés  á  los  Embajadores  de  Mutec- 
zuma: y  lo  que  refpondieron.  Repite  Muteczuma 
fus  Regalos  á  Cortés,  con  ruegos  de  que  no  en- 
tre en  (us  Eftados.  De  las  Provincias  de  Acazin- 

go,  y  Izuchan:  y  que  bebida  es  el  Panícap?  p3g.  68. 

XVII.  Dos  Sierras  muy  altas,  y  frias,  y  humo  no- 
table, que  falía  de  la  cumbre  de  una.  Embía  Cor- 
tés á  imbeítigar  el  fec reto:  y  lo  que  refirieron  de 

la  Ciudad  de  Chalco.  pag.  70. 

XVIII.  Vuelve  á  regalar  Muteczuma  á  Cortés  con  qua- 
tro  mil  pefos  de  Oro,  logándole  no  pafe  á  México; 

y  fu  Refpuefta.  pag.  71. 

XIX.  De  la  Tierra  llagada  Amaqueruca,  y  regalo 
de  mil  pefos,  y  Efclavas,  que  hizo  el  Cacique  de 
ella  á  Cortés.  Los  de  Muteczuma  fe  preparan  á 
ofender  á  los  Caftellanos,  y  fon  muertas  fus  Ef- 
pías.  Vienen  á  ver  á  Cortés  doce  Principales:  lo 
que  le  dijeron  ;  y  fu  refpuefta.  De  una  Ciudad 
puerta  en  la  Laguna,  y  de  un  Camino  fibricado 
con  mucho  artificio;  y  de  las  Ciudades  de  Iz- 
tapalapa,  y  Calnaalcan.  pag.  74. 

XX.  Sitio  de  Iztapalapa,  fus  Palacios,  y  jardines,  y 
un  Recreo  rmravillofo  de  elh.  De  la  Ciudad  de 
Temixtitan,  Mexicalcingo,  Niciaca,  y  Huchilohu- 
chico,  y  como  fe  hace  allí  la  Sal.  Llegan  muchos 
Principales  á  viíitar  áCottcs,y  ccremonias,cj  hiciere.      pag.  77. 

XXI. 


XXI.  Pompa,  y  Magefhd,  conque  vino  á,  ver  á  Cortés 
Muteczuma,  y  lo  que  hablaran.  '    pag.  79; 

XXII.  Engaño  del  Cacique  de  Almería  contra  el  Go- 
bernador de  la  Vera-Cruz;  y  como  la  tomaron  los 
Cafre-llanos,  pig.  82. 

XXIII.  Buen  modo  conque  prendió  Cortés  áMuteczuma.  pag.  84. 
XXIV-  Como  fueron  llevados  prefosá  México  Qual- 

popóca,  y  otros;  y  entregados  á  Corres,  los  hizo 
quemar,  y  en  tanto  pufo  Grillos  á  Muteczuma,  que 
le  quitó  poco  defpues.  pag.  87. 

XXV.  Embía  Muteczuma  algunos  Indios  á  las  Provin- 
cias de  Cuzula,  Tan»azalap3,  Malinaltebeque,  y  Te- 
nis, acompañando  á  dos  Efpañoles,  y  á  que.  Del 
Cacique  de  la  de  Coatalicamat,  y  muchos  Ríos,  de 

que  fe  faca  Uro,  y  de  la  Provincia  de  Tuchiteheque.       pag.  89. 

XXVI.  Fábricas,  y  Pefquería,  que  á  ruego  de  Cortés 
mande')  hacer  Muteczuma  en  Malinaltebeque:  y  Dc(- 
cripcion  de  la  Corta,  Golfos ,  y  Rios ,  que  en- 
tran en  el  Mar,  que  mandó  pintar.  Embía  Cortés  á 
bufear  Puerto,  y  fe  trata  de  el  de  Chalchilmeca,  ó 
Sañtivan,  que  es  San  Juan,  en  la  Provincia  de  Qua- 
calco,  y  de  fu  Cacique  llamado  Tuchintecla,  y  fus 
dádivas,  y  ofrecimientos.  pag,  o  1 , 

XXVII.  Con  la  Relación  de  los  Efpañoles,  que  fueron 
á  bufear  Puerto,  embía  Coités  á  reconocerla  para 
poblar,  y  gufto,  que  recibió  Tuchintecla,  de  que 
poblaíkn  en  fu  Provincia.  P3g«93« 

XXVIII.  De  la  Provincia  de  Aculuacan,  y  Ciudad  de 
Tezcuco,  Acuruman,y  Orumpa,y  como  Cacama- 
cin,  Señor  de  ellas,  fe  rebeló,  y  fue  prefo,  y  entre- 
gado á  Cortés,  que  hizo  elegir  en  fu  lugar  á  Cucuz,* 

cacin,  fu  Hermano.  pag,  94., 

XXIX.  Haze  Muteczuma  juntar  todos  los  Señores,  y 
los  habla  fobre  dar  la  obediencia  al  Rey;  gran  can- 
tidad de  Oro,  y  Plata,  y  otras  Alhajas,  que  dieron 

para  embiar  á  fu  Mageftad.  pag.  96, 

XXX.  Situación  de  México,  y  de  la  Provincia  en  que 
eftá.  Géneros  comeftíbles,  y  Mercaderías,  que  fe 
venden  feparadamente  en  las  Plazas,  y  Calles,   y 

LLLLL  cuy* 


cüydaclo,  que  hay  de  fu  medida,  y  Juezes  de  los 
Mercados, y  Cala  en  -que  eítan.  pag.  ioo. 

XXXI.  De  los  Templos  de  Temixtirari,  y  fus  Miniítros, 
fus  Trages,  y  Vertidos,  y  de  los  Hijos  de  los  Prin- 
cipales.; y  como  hizo  Cortés  poner  una  Im.igcn  de 
Nuefira  Señora,  y  otros  Santos  en  el  Templo,  y 

que  fufpendieffen  facrificar  Hombres.  pag.  105. 

XXXII.  De  las  Cafas,  y  Edificios  de  la  Ciudad;  délos 
dos  Canales,  y  como  trahen  el  Agua  dulce,  y  la 
venden  por  toda  la  Tierra:  del  modo  de  vivir,  y 
obedecer  de  los  Mexicanos,  y  fu  Policía.  pag.  108. 

XXXIII.  De  la  grandeza  de  el  Dominio  de  Muteczu- 
ma,  fu  Magnificencia,  y  Riqueza.  De  el  Rio  Poton- 
chan,  ¿Humado  Grijalva,  y  Ciudad  de  Cumatan.  De 
las  Cafas  de  las  Aves,  y  Animales,  y  Monítruos  hu- 
manos, y  Perfonas,  que  las  cuydan.  pag.  109. 

XXXIV.  Del  modo  de  vivir  de  Muteczuma,  y  fu  Tra- 
ge.  Ceremonias*,  con  que  era  férvido,  y  ÓTden,  que 

fe  guardaba,  quaodo  falía  de  Palacio.  pag.  115; 

XXXV.  De  como  fupo  Cortés  haber  llegado  á  la  Coila 
diez,  y  nueve  Naos.  Defpacha  Menfajeros,  y  eferi- 
be  á  Panfilo  de  Narvaez,  que  venía  contra  él  de  or- 
den de  Diego  Vetazquez,  al  qual  fe  le  procuró  im- 
pedir, que  embiaííe  efta  Armada,  por  el  Dr.  Rodri- 
go de  Figueroa,  y  como.  pag.  irj. 

XXXVI.  Avifan  á  Cortés  habérfe  rebelado  las  Provin- 
cias de  la  Cofta,  y  entregadofe  á  Narvaez,  efpecial- 
mente  Cempoala.  Refuelve  ir  contra  él;  Cartas,  que  le 

'  dieron  en  el  Camino, y  moda  que  ufó  Narvaez  de  atra- 
her  á  Muteczunaa.  De  loque  pafó  entre  él,  y  Cortés 
para  ojuftarfc,  y  acechanzas  de  el  uno  contra  el  otro.  pag.  izz. 

XXXVIí.  De  como  Curtes  venció,  y  prendió  á  Panfilo 

de  Narvaez.  pag.  12.8. 

XXXVIII.  De  como  embió Cortesa  bufcarBaítimento 
á  dos  Cipitancscon  trecientos  Hombres  cada  uno, 
y  los  mandó  Volver  á  juntar  configo,  fubiendo  el 
rebelión  deTemixtitan,  y  que  los  Indios  combatían 
el  Alojamiento,  y  habían  quemado  los  Bergantines, 
y  Guarnición,  que  dejó  en  la  Vcra-Guz.  pag.  130. 

-        XXXIX. 


XXXIX.  D£  como  Cortés  llegó  á  TemixtÍMo,  y  cnjró  ' 
en  fu  Alojamiento,  y  la  multitud  de  Indios,  que  le 
afeitó,  y  como  fue  reíiQida,  y  embebida,  y  apaga- 
do el  fuego,  que  le  pulieron.  pag,  133. 

XL.  Vuelven  los  Mexicanos  á  aíaltar  el  Alojamiento: 
fale  de  el  Cortés,  y  da  muerre  á  muchos,  y  quema 
algunas  Cafas,  y  Ion  heridos  cincuenta  Caftellanos. 
Máquinas,  conque  volvieron  á  falir  á  pelear,  y  muer- 
te de  Mutcczuma  de  una  pedrada.  pag.  135. 

XLI.  Llaman  los  Indios  de  Paz  á  Cortés:  lo  que  ic  di- 
jeron, y  refpondió.  Salen  con  las  Máquinas  los  Caf- 
tellanos, y  combaten,  y  les  hacen  gran  daño,  Sale 
Cottés  de  el  Alojamiento,  y  toma  una  Torre,  y  el 
Templo,  y  le  pone  fuego.  pag.  136. 

XLII-  Determinados  los  Indios  á  acabar  con  los  Efpa- 
ñoles,  Talen  efios  de  fu  Alojamiento,  y  queman  mu- 
chas Cafas,  Torres,  y  Azoteas,  ciegan  quatro  Puen- 
tes, y  quedan  muchos  heridos.  pag.  13  <¿. 

XLIII.  Toman  los  Cafteltanos  otras  Puentes,  y  falída, 
que  hicieron  de  la  Ciudad  de  México  la  Noche  trif- 
te,  muiíendo  muchos,  y  perdiendo  todo  el  Oro,  y 
Riquezas:  y  llegan,  los  que  quedaron,  á  Tacuba.  pag.  140. 

XLIV.  Lo  que  le  fucedió  á  Cortés,  faliendo  de  Tacu- 
ba. Es  combatido,  y  fortificado  en  un  Cerro.  Efpa- 

■  fióles,  c  Indios,  y  entre  ellos  ol  Hijo,  é  Hija  de  Mu- 
teczuma,  que  murieron.  Caminan  ordenados  los  Ef- 
pañolcs,  peleando.  Llegan  á  un  buen  Alojamiento, 
donde  fe  fortihean.  pag.  144. 

XLV.  Proíígue  Cortés  el  Camino  á  Tlaxcala,  pelean- 
do íicmpre,  y  aumentandofe  los  Indios:  es  herido 
de  dos  pedradas,  y  como  quedó  vidofiofo  en  la 
Batalla  de  Otumba.  .  pag.  146^ 

XLVI.  Llega  Cortés  al  Pueblo  de  Gualipan  en  la  Pro- 
vincia de  Tlaxcala,  y  es  bien  recibido,  y  vifitadode 
los  Señores  de  aquellas  Provincias,  y  le  ofrecen  lle- 
var á  fu  Ciudad,  donde  defeanfe:  Cabe  las  muertes 
de  un  Criado  fuyo,  y  algunos  Efpañoles,  que  lleva- 

"■  b.iriel  Oro,  y  otras  cofas  á  México,  y  que  los  de  la 
Vera- Cruz  citaban  buenos.  pag.  149. 

" LLLLL*  XLVII» 


■Ji 


XLVII.  Requieren  los  Candíanos  á  Corres  fe  vocfr. 
a  la  Vera-Cruz:  y  aquietándolos,  V3  contra  Tepe/ 
ca:  vence  tos  Indios,  y  da  machos  por  EfcíaíoT  V 
en  veinte  días  Aljeía  muchas  Poblaciones.  ul¡¡  l 
Vera-Cruz  un  Capitán  de  Francifco  úc  GiJ  f 
rotado,  y  con  fu  Gente  herida.  y'  dcr" 

XLVM.  Determina  Don  Fernando  Corre*  ü*.  pi&  l¡1 

cer  delosfuyos,  hacer  una  Ciudad  en  iZllT 
mandola  Segura  de  la  Frontera,  y  nlbrS  S-  "" 
y  Regimiento,  y  otras  cofas.        *  '*  Juíl,c,a' 

XLIX.  De  h  Provincia  dcGuacachuJa  v  c.nv„  •  Pg'  !^ 
y  como  fus  Caciques  informaron  á^ tés  ,T ' 
trei.ua  mil  Indios  de  Culúa,  y  yendo  ios  IL^r* 
contra  ellos,  prendieron  íLIqTcmJ "  feST  tt 
Jos  volvieron  á  Cortés,  el  cual  I í KfS  .í  '  y 
marchó  á  la  expedición.      q  ^  hbertad'  V 

.aban  en ,  la  Ciudad,  j,!^ ffij^ ^ 
focor,o  délos  Mexicano,,  que  retirados  f un  Man 
te,  fueron  derrotados,  y  muertos  v  fncAr  •      • 
tes  faqueados,  y  quemados.         '  Y    "*  AJWW*' 

lí.  Piden  perdón  á  Cortés  ios  Indios  rf¿  r>  P3S'  r5s- 

que  habrán  feguido  á  los  dcCülA,  u  °CUParuy°> 
Hermano  def Cacique  que  huvTí  ^T"  Utl 
blcrnecoft  lugar,  X¿?$X^fc 
de  Guacachula.  :  " ,.  ?*  iU1° 

LH.-De  laConqnifta  de  Yzzucan   </  fL*  •       .     .,     PaS*  «i.' 

Enrasa por  w°<  * »?  ^ 

ocho  Ciadades  de  l„  *«¡S&¿&g  T 
Mi*,  y  Tamazul*,  y  fus  índ¡os,        *-*"'°«.  Zu- 

LIV.  Uo  Hermano  de  Muiec,,,™  cnt„  ¿  P3S-  '«í- 

Mmico,  y  fe  previene  Cortés  i  la  Guerra 
LV.  Llega  a  .a  Vera-Cruz  ««  Nav¿  p  "   ño  dc  Ga    W  '  «■ 

W.  y  emb.a  Corres  á  bufóle  al  L'íw^ 


ven- 


venciones  del  Rey  de  México  contra  ios  Efpa ño- 
Jes,  y  precifion  de  Cortés  de  focorrer  á  los  Ami- 
gos. pag.167. 

Fragmentos  de  un  Mapa  de  Tributos,  ó  Cordillera 
de  los  Pueblos,  que  los  pagsban,  en  que  gene- 
ro, en  que  cantidad,  y  en  que  tiempo,  á  el  Em- 
perador Mureczuma  en  fu  Gentilidad.  pag.171. 

Carta  tercera  de  Relación  embiada  por  Fernando  Co-  7 
tés  Capitán,  y  jufticia  Mayor  del  Yucatán,  lla- 
mado ¡a  Nueva- Efpaíía  del  Mar  Océano.  AI  muy 
Alto,  y  Potentífsimo  Ceíar ,  y  Invi¿tífsimó  Señor 
Don  Carlos  Emperador  femper  Augufto,  y  Rey  de 
Efpaña  nueftro  Señor.  De  las  cofas  fucedidas ,  y 
muy  dignas  de  admiración  en  la  Conquifta,  y  re- 
cuperación de  la  muy  grande,  y  maravillofa  Ciu- 
dad de  Temixtiran :  y  de  las  otras  Provincias  á 
ella  fujetas,  que  fe  rebelaron.  En  la  qual  Ciu- 
dad, y  dichas  Provincias,  el  dicho  Capitán,  y  Éf- 
pañoles,  consiguieron  grandes,  y  íeñaladas  Victo- 
rias dignas  de  perpetua  memoria.  Afsímifaio  ha- 
ce relación  como  han  defeubierto  el  Mar  del  Sur: 
y  otras  muchas,  y  grandes  Provincias  rrrtjy  ricas 
de  Minas  de  Oro,  y  Perlas,  y  Piedras  pteciofas ; 
y  aun  rierte  noticia,  que  hay,  Efpecería.  P*Htl77' 

I.  Teniendo- avifo  Cortés  de  que  las  Ciudades  de 
Cacatami,  y  Xalacingo  fe  habían  rebelado  ,  em- 
bía  á  ellas  un  Capitán.  Lo  que  hizo  en  Chqlula. 
Halla  en  Tlaxcala  muerto  á  Magiícacin,  y  da  i  fu 

Hijo  el  Eftado.  pag.!??. 

II.  Eftandofc  acabando  los  Bergantines,  provee  otras 
cofas  Cortés.  De  la  Conquifta  de  Cacatami ,  y 
Xalacingo,  y  perdón  de  algunos  Caciques  rebel- 
des. pag,i8¿. 

III.  Pafa  mueítra  la  Gente  de  Cortés,  y  !o  que  les 
dijo,  infundiéndoles  ánimo.  Grandes  ofertas,  que 
Je  hicieron  los  Señores  ^e  Tlaxcala,  y  como  falló 

de  ella,  y  llegó  á  Tezmeluca.  pag.iSj. 

IV.  Paite  Cortés  de  Tezmeluca,  y  halla  -gran  em- 
barazo en  el  camino:  pelean  los  Indios  con  él,  y 

MMMMM  f&uep 


muertos  algunos  por  los  Efpañoles,  fe  alojan  en 
Coatepeque.  pag*1*?;; 

¡V,  Llegan  á  Cortés  quatro  Indios  con  una  Bandera 
de  Oro  en  nombre  de  Guanacaci-n,  pidiendo  paz; 
y  refpueftá,  que  les  dio  Cortés.  De  las  Tierras  de 
Coatinchan,  y  Guazuta.  Llega  á  Tefaico,  y  Ban- 
do, que  mandó  publicar»  pag.189. 

VI.  Dejan  la  Ciudad  los  deTezcucó  con  el  Señor, 
y  los  de  Goatinchan,  Guazuta,  y  Autengo  llegan 
á  ofrecer  fe  á  Cortés.  Prenden  los  de  Tefaico  á  los 
Embajadores  de  México,  y  de  Temixtitan,  y  los 
llevan  á  Cortés,  y  lo  que  dijeroní  y  la  refpueftá 
de  Cortés,  y  libertad,  que  les  dio.  pag.ior. 

¡VII.  Va  Cortés  á  Iztapalapa,  y  rcílífen  los  Indios, 
que  llegue.  Echan  fobre  él  la  Laguna,  y  entra  con 
ellos  en  la  Ciudad,  y  la  pone  fuego,  y  fe  vuelve 
á  Tezcuco  con  gran  trabajo.  P'g«»94¿ 

¡VIII.-  Los  Embajadores  de  Gtumba,  y  de  dtras  qua- 
tro Ciudades  llegan  á  pedir  perdón  á  Cortés ,  y 
ofrecerfeíeT  Como  fe  efeufaron,  y  fueron  respon- 
didos. pag.196, 

IX.  Huye  de  la  príííon  Ypacfuchíí ,  ó  Cucafcacío, 
Señor  de  Tezeueo ,  y  como  fue  muerto.  Embía 
Cortés  á  Gonzalo  de  Ssndoval  á  la  Provincia  de 
Áculman,  y  porque?  De  la  Batalla,  que  tubo  con 

\  los  Indios  de  Chalcef  y  cortio  fueron  los  Princi- 
pales de 'ella  á  ofrecerfe  á  Portes,  y  conque  Re- 
galo, pag.197. 

X.  Nombra  Cortés  á  D.  Fernando,  Hermano  de 
Caearoacin,  por  Señor  de  la  Provincia  de  Acu* 
íuacan:  y  avifan  los  de  Guaxuta  ,  y  Goatinchan 
de  las  prevenciones  de  los  Enemigos.  Kebelanfe  dos 
Pueblos,  y  caítigados  por  Cortés,  los  perdona.       pag.ioi*. 

Xí.  Como  fue  avifado  Cortés  del  focorro,  que  ha- 
bía llegado  á  h  Verá- Cruz?  y  de  la  liga,  que  hizo 
hacer  i  las  de  Chalco  con  los  de  Guaxocingo,  y 
Guacachufa,  y  porque?  pag.203. 

Xíi.  De  como  Gonzalo  de  Sandoval  hizo  muchos 
Efclavos  de  los  Indios,  que  habían  muerto  cinco, 


«r- 


Efpañoies ,  trayendo  los  Bergantines  4  México,  y 

como  lo  executó.  pag.lój; 

XIII.  Halla  Cortés,  faliendo  de  la  Ciudad  un  Ef- 
quadron  de  Indios,  y  le  derrota,  y  da  mnerre  á 
muchos:  Entra  peleando  en  Xaltocan,  y  la  hace 
poner  fuego.'  Llega  perfeguido  de  los  Indios  á 
Guatinchan,  Tenayuca,  y  Azcapuzalco,  y  como 

fue  afaltado  por  los  de  Tacuba.  pag+2.09. 

XIV.  Eftapdo  Cortes  en  Tacuba,  tiene  varios  reen- 
cuentros con  los  Indios ,  y  lo  que  les  decía ,  y 
fus  refpueíras:  derrótalos,  volviendo  á  Tefaico,  con 

muerte  de  muchos.  pag.  xio 

XV.  Embia  Cortés  focorro  á  los  de  Calco  con  San- 
doval,  y  halla  la  victoria  por  ellos  contra  los  Me- 
xicanos, y  muchos  preíbs:  Socorro,  que  llegó  de 
la  Vera-Gruz,  y  avifo  de  que  hablan  llegado  tres 

Navios  al  Puerto  con  Gente,  y  Caballos.  pag.z<ic. 

XVI.  Embía  Conés  dos  Indios  de  los  Cautivos  en 
Calco  á  Temixtiran,  diciendoies  fe  rindiciíen.  Vuel- 
ve á  focorrer  á  los  de  Calco,  y  le  lleg-m  Embajado- 
res de  Tazapan,MafcaIzingo,y  Nautan,á  ofrccctfeJc.    pag.z i C». 

XVII.  Sale  Cortés  de  Tezcuco  con  treinta  mil  hom- 
bres, y  fe  aloja  en  Tamanalco.  Habla,  que  hizo  á 
los  Señores  de  Chalco:  Lleganfele  quarenta  mil 
Indios  en  ci  camino  :  afalta  un  Peñol  muy  áfpe- 

ro,  en  cuya  cima  mueren  muchos  Indios.  pag.2,17. 

XVIIÍ.   Afalta  Cortés  otro  Peñol,  y  fe  rindeu  los  In- 
.  >   dios:  y  los  que  citaban  en  otro  llegan  á  pedirle 
perdón,  y  defpues  los  de  Iatepeque;.y  de  loque 
fucedió  en  Xilotepeque.  pagaxo, 

XIX.  Conquifta  de  la  Ciudad  de  Cuernabaca,  y  co- 
mo fe  efeuiaban  los  Indios  de  haber  dilatado  ren- 
dir fe..  Toma  Cortés  lo  mejor  de  Suchimilco,  y 
peligro,  que  corrió,  habíendofe  juntado  los  Indios 

contra  él.  Pag«.**3» 

XX.  Deliberan  los  Mexicanos  cercar  por  tierra ,  y 
agua  á  Suchimilco:  desbarátalos  Cortés,  y  á  otros 
dos  Elquadroncs,  y  quemada  Ja  Ciudad  fe  vuelve 

á  fu  Real.  pag, 22^. 

MMMMMx  XXI. 


XXI.  Salen  al  encuentro  á  Cortés  los  de  Suchimil- 
coj  y  los  precifa  peleando  á  echarfe  en  la  La- 
guna. Llega  á  Cuyoacan,  reconoce  á  Temixrican, 
y  fe  apodera  de  una  Puente,  con  muerte  de  mu- 
elles indios.  Va  á  Tacuba,  y  derrota  á  los  Indios, 
que  le  erabiftieron,  y  dos  Criados  Tuyos  quedan 
cautivos.  pag.riS. 

XXII.  Embía  el  Gobernador  de  Tepeaca  á  Cortés 
las  Cartas  de  los  Efpañoles  de  Chlnantla ,  y  fu 
contenido.  Zanja,  que  fe  hizo,  para  echar  los  Ber- 
gantines en  la  Laguna.  Pafa  mueftra  Cortés ,  y 
y  exortacion,  que  hizo  á  fu  Gente.  Pide  Indios  á 
Tlaxcala,  Guaxoringo,  y  Cholula ,  y  llegan  mas 

de  cincuenta  mil  á  ayudarle.  pag.tji. 

XXIII.  Ordenanza  de  la  Infantería,  y  Caballería,  que 
hizo  Cortés:  divide  los  Ataques  de  Temixtitañ  en- 
tre fus  Capitanes  por  Tacuba,  Cuyoacan,  y  Izta- 
palapa.  Rompe  un  Capitán  fuyo  los  Encanados 
de  la  Ciudad,  y  reencuentros  con  ios  Indios  to- 
dos los  días.  pag.236. 

XXIV*  Embía  Cortés  á  Sandoval  contra  Iztapalapa, 
y  entra  en  los  Bergantines :  y  Batallas,  que  tubo 
en  ella„.y.  la  Laguna,  con  inuerte  de  muchos  In- 
dios, y  deftruicion  de  fus  Canoas.  prag^;?. 

XXV.  Toma  Cortés  dos  Torres.  Embiftenle  los  In» 
dios  á  media  noche.  Varios  reencuentros,  con  gran 
daño  de  ellos.  Quemafe  una  Ciudad ,  y  muchas 
Cafas,  y  hieren  á  Sandoval  en  un  pie.  pag.z43« 

XXVI.  Acaba  Cortés  de  cercar  á  Temixtitañ,  y 
toi$mbía  á  Sandoval  á  guardar  la  Puente,  por  don- 
de entraban,  y  faíían  los  Indios.  Ciudades  rebela- 
das ,  y  que  ayudaban  á  los  Mexicanos.  Toman 
muchas  Calzadas,  Torres,  y  Puentes  los  Efpaño- 
les, pelean  cruelmente  en  el  Mercado  dos  veces, 
con  gran  riefgo,  y  fe  retiran  peleando,  dejando 
pegado  fuego  a  las  mejores  Cafas.  pag.Z4<5. 

XXVII.  Embia  treinta  mil  Indios  de  focorro  á  Cor- 
tés D.  Fernando,  Señor  "de  Tezcuco,  y  fe  le  jun- 
gan otros  veinte  mil.  Los  de  Suchirailco,  y  Otum- 

pa 


pa  fe  reducen.  Da  Cortés  tres  Bergantines  á  Sandez 
val,  y  tres  á  Alvarado.  Toman  los  Efpañoles  algu* 
ñas  Calzadas,  pelean,  y  queman  muchas  Cafas,  y  las 
de  fu  antiguo  Alojamiento.  pág.  ijí. 

XXVIII.  Ketirandofe  los  Efpañoles,  pelean  con  los 
Enemigos,  que  los  embiften  por  la  efpalda.  Sucefos 
de  los  Bergantines.  Gana  Cortesía  mayor  parte  de 
la  Ciudad  con  grandes  riefgos;  porque  neceíitaba 
todos  los  días  de  ganar  las  Calzadas,  y  Puentes,  y 
peligros  al  retirarfe.  Los  otros  dos  Campos  pelean 
prósperamente.  pag.  156." 

XXIX.  Rindenfe  los  Vecinos  de  la  Laguna,  y  hacen 
muchas  Cafas  en  el  Campo  para  alojar  los  Efpaño- 
les. Grdenafe  el  Afalto,  y  quedan  Vi&oriofos  aquel 

día,  y  el  fíguiente.  pag.  Z59; 

XXX.  Toma  Alvarado  gran  parte  de  la  Ciudad:  y 
precifado  á  retirarfe,  pierde  quatro  Efpañolesj  y  or- 
den, que  dio  Cortés  para  afaltar  la  Ciudad.  pag.  iCii 

XXXI.  Entra  Cortés  en  la  Ciudad,  y  en  que  modo  di- 
vidió fu  Gente,  y  lo  que  la  advirtió  eftando  pelean- 
do. Rotos  los  Efpañoles,  fe  ve  Cortés  en  gran  peli- 
gro: y  como  falió  de  él,  aunque  herido.  Efpañoles, 

é  Indios,  que  murieron,  y  facrifícaron  los  Indios.        pag.  z66¿ 

XXXII.  Embía  focorro  Cortés  á  Cuernabaca,  y  logra 
Vi&oria.  Admirable  facción,  que  hizo  el  Señor  Chi- 
chimecatecle  en  un  afalto  á  Temixtitan.  pag.  ijh 

XXXIII.  Cortés  focorre  á  Matalcingo  con  Sandoval: 
vence,  y  fe  dan  por  Subditos  los  Señores,  y  los  de 
Marinalco,  y  Guifcon.  pag.  174* 

XXXÍV.  Embiften  de  noche  los  Mexicanos  el  Campo  de 
Pedro  de  Albarado;  y  reíirtidos  fe  vuelven  á  la  Ciu- 
dad. Refuelve  Cottés  derribar  quanto  ganaífe  en  ella.  pag.  27?; 

XXXV.  Aflucia  de  Cortés,  conque  murió  gran  canti- 
dad de  Indios.  Sepultuta  rica,  que  hallaron  los  Ef- 
pañoles. pag.  zSz.: 

XXXVI.  Entra  Cortés  al  amanecer  en  la  Ciudad,  y  ha- 
ze  gran  daño  á  los  Mexicanos,  matando,  y  pren- 
diendo muchos.  Toma  toda  la  Calle  de  Tacuba,  que- 
ma las  Cafas  de  Guatemotzin,  y  derriba  otras,  pag.  2.S4; 

NNNNN  XXXyjIj 


XXXVII.  Entran  peleando  los  Efpañoles  en  la  Ciudad 
muchas  vczcs.  Llega  Pedro  de  Alvarado  al  Merca- 
do, y  conociéndolo  defde  fu  Real  va  Cortés  á  él;  y; 
lo  que  refpondían  los  Mexicanos,  quandofe  les  pro- 
ponía Paz.  pag.  íSj¿ 

XXXVIII.  Fabrican  los  Efpañoles  una  Máquina.  Cortés 
combate  la  Ciudad,  reconociendo  fingidas  las  ref- 
pueftas,  que  le  daban  (obre  Paz.  Mueren  mas  de  do- 
ce mil  Mexicanos.Lo  que  dijeron  á  Cortés  los  Princi- 
pales de  la  Ciudad.  Del  ídolo  Ochilobus.  pag.  lt9ji 

XXXIX.  Embía  Cortés  un  Cautivo  Principal  á  hablar 
con  Quatimoc  de  Paz,  el  qual  le  haze  (aerificar,  y 
manda  pelear  furiofamente.  Ofrecen  los  Mexicanos, 
que  vendrá  Quatimoc  á  hablar  á  Cortés,  y  fe  le  pre- 
p  ara  el  recibimienro;  y  porque  no  quifo  venir,  y  lo 

que  le  rcfpondió  Cortés.  pag.  z.<)zí 

XL.  Cortés,  viendo  que  no  venía  Quatimoc,  embiste 
el  reílo  de  la  Ciudad,  y  fon  muertos,  y  Cautivos 
mas  de  cincuenta,. y  cinco  mil  Indios,  y  de  hambre, 
y  fed  mueren  mas  de  otros  cincuenta  mil.  García 
Holguin  prende  á  Quatimoc,  y  al  Rey  de  Tacuba.  pag.  195^ 
XLI.  Oro,  que  fe  juntó  en  Tcmixtitan.  Embía  el  Rey 
de  Mechuacan  Embajadores  á  ofrecerfe  á  Cortés,  y 
vuelven  con  ellos  dos  Efpañoles,  y  á  que.  pag.  300* 

XLII.  Cortés  embía  quarro  Efpañoles  por  dos  partes, 
para  defeubrir  el  Mar  del  Sur,  y  vuelven  con  ref- 
puefta,  y  noticia  de  las  particularidades  de  las  Pro- 
vincias, que  anduvieron,  y  mueítras  de  el  Oro  de 
las  Minas,  dejando  tomada  Pofeíion  de  aquel  Mar 
por  el  Rey,  y  levantando  Cruzes  en  fu  orilla.  pag.  301; 

XLIII.  Embía  Cortés  á  Sandoval  á  las  Provincias  de 
Tatacletelco,  Tuxtepeque,  Guatuxco,  y  Aulicaba, 
que  fe  habían  rebelado:  y  focorro  á  fu  Teniente  en 
Guaxacaque.  Hace  fundar  á  Medellin,  y  fe  rinden 
los  de  Guaxuta.  pag.  304; 

XLIV.  Reedificafe  Temixtitan,  y  fe  reparten  Solares. 
El  Señor  de  Tutcpec  embía  prefentes  á  Cortés  con 
fus  Principales,  y  á  darla  obediencia.  Vuelven  los 
Efpañoles.,  que  fueron  á  Mechuacan,  con   muchos 

Prin- 


Principales  Indios,  y  vuelven  admirados  de  lo  qué 
les  hizo  ver  Cortés,  y  muy  concentos  con  un  pre- 
fente  para  fu  ReyCaculcin.  pag.  30^ 

XLV.  Sabe  Cortés  la  llegada  de  Chriítóval  de  Tapia 
á  Nueva- Efpaña,  para  gobernarla,  y  refpuefta,  que 
le  dio,  y  orden  á  Fr.  Pedro  Melgarejo,  para  hacer  lo 
conveniente  al  Real  Servicio.  Tratan  de  rebelarfe 
los  de  México,  y  Temixtitan,  y  como.  pag.  3085 

XLVI.  Pedro  de  Alvarado  da  noticia  á  Cortés  de  ha- 
ber fujerado  á  Turutebeque,  Provincia  rica  de  Mi- 
nas: y  de  la  Traición,  que  hnbía  defcubierto  contra 
el  Cacique  de  ella,  y  fu  Hijo:  y  de  la  Pofelion,  que 
había  tomado  de  el  Mar  del  Sur.  Por  la  Conjura- 
ción contra  Cortés  defeubierta  es  condenado  á 
muerte  Antonio  de  Villafaña.  pag.  3 144 

XLVIÍ.  Don  Fernando,  Señor  de  Tezcuco,  muere,  y 
y  fucede  de  orden  de  Cortés  fu  Hermano,  que  fe 
llamó  Don  Carlos  en  el  Bautifmo.  Embía  Cortés  á 
reconocer  el  Volcan  cerca  de  Guaxocingo,  y  Tlax» 
cala,  ytrahén  azufre.  Difpofic  iones,  que  dio  Coi  tés 
para  confervar  losCaftelIanos.  pag*  3^ 

tViage  de  Hernán  Cortés  á  la  Pcnínfula  de  Californias, 
y  noticia  de  todas  las  Expediciones,  que  á  ella  fe 
han  hecho  harta  el  prefentc  año  de  1769,  para  la 
mejor  inteligencia  de  la  quarta  Carta  de  Cortés,  y 
fus  delignios.  pag.  3 ,ii¿  m 

Carra  de  Relación,  que  Don  Fernando  Cortés,  Gober- 
nador, y  Capitán  General  por  fu  Mageftad  en  la 
Nueva  Efpaña  del  Mar  Océano  embió  al  Muy  Alto, 
y  Muy  Potentíísimo,  Invictífsimo  Señor  Don  Carlos 
Emperador  fiempre  Augufto,  y  Rey  de  Efpaña  nucf-. 
tro  Señor.  pag.  3 l?.; 

I.  Halla  Sandoval  rebelada  á  Guazaqualco,  y  prende 
una  Señora,  á  quien  todos  los  Caciques  obedecían,  , 
de  las  Provincias  de  Tabafco,  Cimatlan,  Quechula, 

y  Quizalrepec,  y  como  Cortés  embió  un  Capitana 

ibfegar,  y  cartigar  fu  rebelión.  pag.  3  j'ag 

II.  Embía  Cortés  un  Capitán  á  reconocer  á  Mechua- 
can,  y  eftado  en  que  la  halló,  el  qual  pafó  fin  orden 

NÍ3NNN*  3 


á  las  Provincias  de  Huicieüa,  y  Zacatula,  donde  fae 
derrotado  con  muchos  Indios  Amigos,  y  caftigado 
por  Cortés.  Pag,33z» 

III.  Don  Pedro  Alvarado  va  de  orden  de  Cortés  á  Tu- 
tutepeque,  prende  el  Cacique,  y  fu  Hijo:  de  la  Tierra 
de  Segura  de  la  Sierra,y  como  la  hizo  volver  á  poblar 
Cortés:  vuelve  Alvarado  á  Tututepeque  con  los  pre- 

fos,  y  fofiegala  Provincia  rebelada.  PaS*  334* 

IV.  Dan  la  obediencia  Tequantepec,  y  Meztithlan,  y 
fe  revuelven  con  la  venida  de  Chriftóval  de  Tapia: 
embía  Cortés  un  Capitán  á  pacificarla,  y  lo  confí- 
gue:  rebelafe  otra  vez  Tequantepec,  y  la  vuelve  á 
conquiftar  Cortés,  y  la  caftigi.  Pag«33^# 

y.  Piden  focorro  á  Cortés  algunos  Pueblos  de  Panu- 
co, y  va  Cortés  á  darfelo,  con  noticia  de  que  ef- 
taban  juntos  en  Cuba  el  Almirante  Don  Diego  Co^ 
Ion,  Diego  Velazquez,  y  Francifco  Garay,  tratando 
contra  él:  Derrota  los  Indios,  y  fe  fortifican  entre 
unas  Lagunas;  y  no  pudiéndolos  reducir  por  bien, 
pafa  un  Rio,  y  vuelve  á  derrotarlos;  y   afalrados, 

,'  donde  creían  e fiar  feguros,  vienen  de  Paz,  y  queda 

fofegado  el  País.  pag.  340. 

VI.  Funda  Cortés  á  Santieítcvan  del  Puerto,  con  Re- 
lación de  la  Tierra,  y  reparte  los  Pueblos:  pierdefe 
un  Navio  cargado  de  Baftimento,  y  fe  falvan  tres 
Perfonas  en  una  Isla.  Gafto,que  hizo  Cortés  en  efta 
Conquifta,  y  Cadáveres,  que  halló,  de  los  Caftella- 

nosde  Garay.  pag.  345. 

VII.  Embía  Cortés  contra  Impilcingo  un  Capitán,  y 
con  \>ue  inflruccion,  y  porque  no  la  pacificó.  Bata- 
lla cor  los  Indios  de  Coliman,  y  fu  Victoria,  la  deja 
quieta,  y  otras  Provincias  Comarcanas;  Isla  rica  de 

Oro,  y  Perlas  habitada  de  Mugeres  folas.  pag.  347. 

VIII.  Llegan  á  Cortés  Embajadores  de  Utlatlan,  y 
Guatemala,  con  dos  Caftellanos  á  dar  la  obedien- 
cia; y  fabiepdo  que  quieren  quitarla,  y  la  de  Chia- 
pa,  prepara  Gane  para  fofegarla,  y  Armada  para  po- 
blar el  Cabo  de  las  Hibueras.  Es  avifado  de  la  venida 

de  Francifco  Garay,  y  que  k  intitulaba  Gobernador,  pag.  3  ¡o. 

IX. 


IX.  Requiere  el  Teniente  dé  Sahtí/tevan  á  Juan  3é 
Grijalva,  General  de  la  Armada  de  Garay,  tome 
Puerro;  y  le  enfeña  las  Provifiones  Reales,  que  lle- 
vaba, y  lo  que  refpondió,  y  fucedió  nafta  darle 
libertad.  P*g*3'54*. 

X.  Cartas  del  Alcalde  Mayof  á  Francifco  Garay, 
á  quien  va  á  enfeñar  las  Reales  Provifiones  de 
Cortés;  y  viftas,  ofrece  cumplirlas:  efcribele  Cor- 
tés, y  como  fe  ajuftaron.  Pag-357^ 

XI.  Los  defórdenes  de  la  Gente  de  Garay ,  divi- 
diendofe  de  la  de  Corres,  hacen  rebelar  los  In- 
dios, y  dar  muerte  á  muchos  Caballeros,  y  mue- 
re de  pefat  Garay.  pag.jfo» 

XII.  Tiene  Cortés  Cartas  del  Alcalde  Mayor  de  Pa- 
nuco de  la  Rebelión,  embía  Gente  con  un  Capi- 
tán, el  qual  vence  á  los  Rebeldes,  y  quema  mu- 
chos Caciques,  conque  queda   pacífica  la  Tierra.   pag-jH* 

XIII.  Compra  Cortés  cinco  Navios,  y  un  Bergan- 
tín, y  con  la  Armada,  que  tenía  difpuefta,  y  qua- 
trocicntos  Soldadas,embía  álasHibueras  con  Ghrif- 
tóval  de  Olíd,  y  á  Cuba  por  Baítimentos,  y  con 

que  inducciones.  pag.367. 

XIV.  Gaftos  que  Corres  hizo  en  la  Guerra,  y  eftado 
de  la  Conquiíta  de  las  Provincias  de  los  Cazapo- 
tecos,  y  Mixes,  y  de  los  focorros,  que  e.ubió  cdn- 

rra  ellos.  pag^Oé 

XV.  La  caufa  de  no  haber  arribado  los  Navios,  que 

fe  eíbban  fabricando  en  la  Mar  del  Sur.  PaS*373,i 

XVI.  Población  de  Temixtitan,  y  fus  Artes,  Comer- 
cios, y  Mercaderías,  y  de  una  Fortaleza,  que  fe 

hizo  en  la  referida  Ciudad.  pag.374. 

XVII.  Que  modo  tubo  Corres  de  tener  Artillería , 
y  Piezas  que  labró,  y  Minas  de   Cobre,  Hierro, 

y  Salitre,  que  fe  hallaron.  pag.37?. 

XVIII.  Puebla  Cortés  un  Sitio  muy  á  propóíito  á 
dos  leguas  de  San  Juan  de  Ulúa,  creyendo  feria 

en  adelante  la  mejor  Ciudad  de  Nueva-Efpaña.      pag-38r. 

XIX.  Difpone  Cortés  Carabelas,  Bergantines,  y  orros 
Bageles,  para  defeubrir  Eftrcchos  en  el  Mar  del 

QOOOO  Sur, 


Sur,  y  dé  el  Norte*  y  dé  la  utilidad,  qué  fe  fe* 

guía  á  la  Corona  Real  hallándolos.  pag^í. 

XX.  Pide  Cortés  fe  le  paguen  509.  pefos  de  oró) 
que  había  gaftado  en  pacificar  las  Provincias  re- 
beladas, demás  de  6oy.  de  la  Hacienda  Real.       pag.385. 

XXI.  Etnbía  Cortés  al  Rey  cofas  mas  preciofas,  que 
las  que  robaron,  y  entre  ellas  una  Culebrina,  y 
6oy.  pefos :  mal  modo  de  portarfe  Diego  Ve- 
lazquez.  pag.386. 

XXII.  Pide  Cortés  fe  le  embien  Reltgiofos  de  bue- 
na vida,  y  exemplo  para  la  converfion  de  los  In- 
dios, y  modo  conque  podían  manrenerfe,  y  fa- 
bricar Conventos,  y  de  los  Arrendamientos  de  los 
Diezmos.  pag.389. 

XXIII.  Se  prohibe  fe  faquen  Caballos,  y  otras  cofas 
para  multiplicar :  Providencias  de  Cortés,  para 
que  fe  conferve  la  Población  de  la  Tierra  perpe- 
tuamente. 'P^^J* 


Erratas. 
P 

1  Ag.  II.  lio.  tilcim.  Tefuitlan,  lee  Tejtutlan.  P.  III.  not.  i. 
ífn.  5.  Caltlami.  1.  Caltanmi.  P.  IX.  lin.  19.  muchos, .  I.  muchas. 
P.  X.  lin.  20.  Eoatepetl.  1.  Coatepetl.  P.  XIV.  lin.  3.  r¿*'«/- 
¿fe.  1.  reunido.  P.  XV.  lin.  ij.feflhividad.  1.  feflividad.  P. 
23 .  lin.  11.  de  1  641 . 1.  ¿fe  1 642..  aunque  otros  dicen,  que  en  el 
antecédeme  de  1 641.  P.40.1in.  %^..fiempre.\.Jtiempre.  P.60.  l.i. 
(2)  1.  (1)  P.  69.  lin.  24.  qne.l.que.  P.  81.  lin.  8.  naturaleza.  1. 
naturaleza.  P.  1 00.  lin.  16.  Carniel.  1.  Garniel.  P.  101.  n.  3. 
Iztapa.  1.  Iztapalapa.P.  106.  n.  i.Para  &c.  1.  nSmbrt  &c.  ibi- 
dem.  n.  2.  nombre  &c.  1.  íVd  C^c  P.  143.  lin.  12.  Epcepto.  I. 
Excepto.  P.  147.  lin.  24.  qnantaA.  quanta.  P.  160.  lin.  10. 
¿/»<r/.  1.  <pd/.  P.  1 65 .  n.  2.  ¿V  Michoacan.  1.  ¿¿?  Oaxaca.  Ibid.  n. 
3 .  ¿fe  Sinaloa.  1.  «fe  Oaxaca.  P.  183.  lin.  3  j.fou.  \.fon.  P.  1 9 1, 
n.  r./¿  /¿«i.?  Te  nango  Tepopula.  \.fe  llama Chimalhuacan  Ateneo, 
P.  194.  n.  3.  Iztalafa.  1.  Iztapalapa.  P.  ¿07.  lin.  5.  hnyda.  1. 
huyda.  P.  223.  lin.  ¿z.fiao. 1  /*«<?.  P.  2z?.  un.  25.  uua.l.una. 
P.  250. 1.  G.  fnr.toA.  punto.  P.  2.5  j.  n.  r .  lin.  3.  Arcotris.  I. 
-íírfú  />«.  P.  263.  lin.  34.  cv?.  1.  íw.  Ibid.  lin.  35.  7«/'<r.  \.  fupe. 
P.  2.87.  n.  2.  lin.  \.  todas  fus.  1.  muchas.  P.  299.  n.  1.  ¿fe'<?/íí 
Puñal.  1.  /5?»¿/d  el  Puñal  de  Cor tes.  P.  3  14.  n.  1.  Guatemala.  1. 
Oaxaca.  P.  347.  n.  1.  ¿fe  Oaxaca.  I.  ¿fe  Ai  Puebla.  P.  395.  n.  r> 
lin.   19.  fétida.  1.  fétido.  P.  400.  lin.  30.  prenzas.  1.  Prenjas. 

NOTA 
TpN  el  Gobierno  Político  Pag.3  3.  num.  XLII  hablando  del 
Exmo.Sr.  Marqués  de  las  Amarillas  fe  dice,  ¿/«¿?  i?/?¿/  /# 
Cuerpo  en  el  Santuario  de  Nueflra  Señora  de  la  Piedad,  adonde  fue 
trasladado  defde  el  Convento  de  Santo  Domingo  de  efta  Ciudad  ; 
y  no  es  afí,  porque  el  Cuerpo  de  dicho  Exmo.  Sr.  permane- 
ce enterrado  en  el  dicho  Convento  de  Santo  Domingo;  y; 
el  que  efhí  enterrado  en  el  Santuario  de  Nucftra  Señora 
de  la  Piedad,  es  el  del  Exmo.  Sr.  Marqués  de  Gracia  Real, 
Duque  de  la  Conquifta;  á  cuyo  Santuario  fue  trasladado, 
defde  el  Convento  de  Santo  Domingo  de  efta  Corte,  eij 
donde  fue  depofitadp. 


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